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Resumen de Conrad  | Antropología Cultural y Social (2015)  |  UNLP

CONRAD – Medicalización y control social.

La medicalización de la anormalidad y control médico creciente. En todos los casos se buscan soluciones médicas para problemas de comportamiento y de anormalidad social. La medicalización de la anormalidad y el control médico social que la acompaña predominan de forma creciente en las modernas sociedades industriales. La medicina actúa como forma de control social.

 

En nuestra sociedad tanto los que ejercen la medicina como el tratamiento médico suelen verse como formas de cura a los enfermos y dar consuelo a los afligidos. Sin duda éstos son aspectos importantes de la medicina. En años recientes la jurisdicción de la clase médica se ha ensanchado y ahora abarca muchos problemas que antes no eran definidos como entidades médicas.

 

Intervención médica como control social.

-Función. La etiquetación del comportamiento anormal, como problema médico, como enfermedad, obliga a la clase médica a aportar algún tipo de tratamiento para el mismo. Paralelamente a ello, es la creciente utilización de la medicina como agente de control social, como intervención médica.

La intervención medica como forma de control social pretende limitar, modificar, regular, aislar o eliminar el comportamiento anormal socialmente definido utilizando medios médicos y en nombre de la salud.

 

                    Construcción social de la enfermedad.

Distinción entre morbo y enfermedad.

-El morbo se vería como algo que existe “ahí fuera”, aparte incluso del cuerpo humano, que puede entrar en el cuerpo y causar daño: de este punto de vista parten las ideas de evitar los virus, los gérmenes y otros “morbos”. A veces se considera que el morbo es simplemente un apartarse de la salud.

 

La enfermedad, si de algún modo puede diferenciarse del morbo, se interpreta como la condición de estar afectado por un morbo.

 

Enfermedad y morbo como construcciones humanas o sociales.

Las enfermedades son juicios que los seres humanos emiten en relación con condiciones que existen en el mundo natural. Son esencialmente construcciones sociales.

 

La enfermedad y los morbos son construcciones humanas; no existen sin que alguien las reconozca y defina.

 

Como son juicios sociales, las enfermedades son juicios negativos. Una entidad a la que se etiqueta como enfermedad o morbo es obviamente considerada indeseable. En el mundo humano esto es tan cierto en el caso de la tuberculosis o el cáncer como en la enfermedad mental o el alcoholismo. La aberración biológica no es ni necesaria ni suficiente para ponerle a algo la etiqueta de enfermedad: un jugador de baloncesto que mida más de dos metros de estatura es biológicamente anormal, pero no está enfermo. Sin embargo, la mayoría de las condiciones fisiológicas que causan problemas son definidas como enfermedades.

 

Cuando un veterinario diagnostica como enfermedad el estado de una vaca, con su diagnóstico sólo no cambia el comportamiento de la vaca: para la vaca la enfermedad sigue siendo un estado biofisiológico experimentado, nada más. Pero cuando un médico define como enfermedad el estado de un ser humano, con su diagnóstico cambia el comportamiento de dicho ser: un estado social es añadido al estado biofisiológico al asignar el significado de enfermedad al morbo.

 

En resumen, la enfermedad es una construcción social basada en el juicio humano de cierta condición existente en el mundo.

En cierto sentido la enfermedad, al igual que la belleza, depende del espectador.

 

Medicina como institución social legitimadora del rol de enfermo.

Componentes del rol de enfermo. Al criminal se lo castiga con el fin de alterar sus motivaciones y llevarlas hacia el convencionalismo; a la persona enferma se la trata con el propósito de alterar las condiciones que impiden su convencionalismo.

 

Existe un rol del enfermo culturalmente disponible que sirve para legitimar la anormalidad de la enfermedad, y que tiene cuatro componentes: dos exenciones de las responsabilidades y dos obligaciones:

 

  1. A la persona enferma se la exime de responsabilidades normales para que se “ponga bien”.

 

  1. Al individuo no se le juzga responsable de su condición y no puede esperarse que se recobre por la fuerza de voluntad.

 

  1. La persona debe reconocer que estar enferma es un estado inherentemente indeseable, y debe desear el restablecimiento.

 

  1. La persona enferma está obligada a buscar y cooperar con un agente competente que la someta a tratamiento.

 

En el rol del enfermo está implícita la idea de que la medicina es una institución de control social. El médico funciona como agente de este control.

Enfoques sobre la naturaleza del morbo y a qué se designa como enfermedad:

 

Concepto positivista. Tiene por base al sentido común.

La enfermedad es la presencia del morbo en un organismo impidiendo el buen funcionamiento de los órganos fisiológicos del mismo.

Este concepto que limita la enfermedad y el morbo al mal funcionamiento de los órganos, no incluye morbos no descubiertos o cambios de órganos que puedan ser adaptaciones a un medio ambiente.

 

  Concepto subjetivo. El morbo es un estado fisiológico y la enfermedad es un estado social presumiblemente causado por el morbo. Mientras que el patólogo examina el morbo, el médico ve solamente los signos y síntomas de la enfermedad y deduce el morbo. Esto permite que haya enfermedades sin morbo, y morbo sin enfermedad.

Concepto relativista cultural. Sostiene que una entidad o               condición es un morbo o una enfermedad solo si como tal es reconocida y definida por la cultura.

 

Por ejemplo, para los papago la obesidad no es una enfermedad, pero desde el punto de vista de la medicina occidental, casi todos los papagos están enfermos.

 

Se critica este concepto por minimizar la naturaleza orgánico-fisiológica de la enfermedad.

 

Criminalidad y enfermedad como formas socialmente construidas para designar anormalidad (teoría de Parsons):

Cambios en la conceptualización de la anormalidad.

Tanto la criminalidad como la enfermedad son formas de designar el comportamiento anormal. Parsons conceptualizó la enfermedad como anormalidad principalmente debido a su amenaza para la estabilidad de un sistema social a través de su impacto sobre el desempeño del rol.

Aunque tanto la criminalidad como la enfermedad constituyen la violación de unas normas (sociales y médicas) y pueden romper la vida social, las atribuciones de causa son distintas.

 

La anormalidad que aparece como intencionada tiende a ser definida como delito; cuando aparece como no intencionada tiende a ser definida como enfermedad.

 

Históricamente ha habido grandes transformaciones en la definición de la anormalidad:

De religiosa a moral a estatal a médico-científica, por ejemplo las crisis epilépticas. A medida que las sociedades pasan de ser sencillas a más complejas, las sanciones a la anormalidad cambian de represivas a restitutivas o, expresado de otra manera, del castigo se pasa al tratamiento o a la rehabilitación.

 

Variaciones del concepto de comportamiento anormal.

 

 Condiciones para medicalizar la anormalidad.

“Un comportamiento o grupo de comportamientos debe definirse como anormal y como problema que necesita remedio por parte de algún segmento de la sociedad, generalmente personas cuyo poder social es mayor que el del anormal. “

 

Antes de que pueda existir un comportamiento anormal es preciso que dicho comportamiento sea definido socialmente como anormal. Al igual que la enfermedad, es una construcción social.

 

Cuando formas previas o tradicionales de control social son consideradas como ineficientes o inaceptables es probable que aparezcan los controles médicos. Las formas y métodos de control social cambian. La medicalización tiene lugar cuando las formas tradicionales o previas de control social dejan de ser eficientes o aceptables.

 

Para medicalizar la anormalidad es necesario disponer de alguna forma médica de control social.

Otro factor que parece ser necesario es la existencia de algunos datos orgánicos ambiguos sobre la fuente del problema.

 

Antes de que algo pueda medicalizarse, es esencial que la clase médica acepte que tal comportamiento anormal entra en su jurisdicción.

 

Problemas derivados de la medicalización.

 

  1. La definición médica de anormalidad libera a los individuos de responsabilidad.

 

  1. La relación de la medicina en sí con la expansión de la industria farmacéutica (poderosos monopolios) y el estado.

 

  1. Expansión aparentemente sin límite de la jurisdicción médica sin tener en cuenta hasta donde puede abarcar.

 

  1. La supuesta neutralidad moral de la medicina: la medicina positivista cura con el respaldo de la apariencia de ser una ciencia irrefutable.

 

  1. La hegemonía de la medicina científica occidental: a la que se delega no solo los problemas estrictamente médicos sino los problemas sociales.

 

  1. El incremento de la tecnología médica ya sea a través de fármacos, cirugías, psiquiatría, intervenciones genéticas que sirven de apoyo al orden establecido (statu quo).

 

  1. Al concentrarse en el individuo se ignora el origen social de muchas enfermedades (desnutrición, alcoholismo, suicidio, adicción).

 

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