Introducción a la Estética (Teatro) |
2do Parcial | Cat: Hector Marteau | 2° Cuat. de 2011 | Altillo.com |
Compare las nociones de estética que proponen Kant en Analítica de lo bello,
y Schiller en Cartas para la educación estética del hombre.
Para Kant el juicio estético no se orienta ni se funda en conceptos porque no es
un juicio de conocimiento ni un juicio lógico. Define al juicio del gusto como
un juicio estético y no como un juicio de conocimiento. El dominio de lo
estético, seria el ámbito de la subjetividad, del vínculo entre el objeto
representado y el sujeto, es contemplativo y atañe a las nociones de agrado y
desagrado.
A raíz de esto Kant realiza una diferenciación dicotómica entre lo agradable, lo
bello y lo bueno. Lo agradable es lo que cautiva, lo que deleita. También lo
sienten los animales irracionales; lo bello es lo que gusta, lo que viene del
juicio estético sentido por el hombre que es un ser animal pero racional; y lo
bueno es a lo que se encuentra una finalidad, una utilidad asociada a un
concepto al que se le atribuye un valor objetivo y es sentida sólo por los seres
racionales. Kant sostiene que, sólo la relación de representación asociada a lo
bello es desinteresada y es un placer de libre juicio sobre el objeto porque no
está asociada ni al deleite irracional ni a un concepto racional.
Schiller fue un escritor romántico que buscó la unidad entre el hombre y la
naturaleza, a partir de una concepción binaria del hombre proveniente de la
Ilustración entre el hombre como ser sensible y como ser racional. Schiller toma
las nociones kantianas y les otorga una noción más social. El escritor
diferencia dos tipos de impulso: el impulso material que se asocia con la
naturaleza y con lo sensible que tiende a la dispersión y a la multiplicidad del
orden de la libertad que garantiza la satisfacción de apetencias y el impulso
formal, asociado a la racionalidad, que tiende a la unidad de principios
unificadores a partir de categorías y leyes que actúa en contra de la naturaleza
del orden de la necesidad, que es una construcción imperativa en relación a una
fuerza avasallante. Schiller propone un tercer impulso sintetizador que es el
impulso de la belleza, siendo éste del orden de la voluntad generador de un
equilibrio entre necesidad y libertad.
El vínculo del sujeto con lo agradable se asocia al impulso material del hombre;
mientras que lo bueno presenta un vínculo con el impulso formal y lo bello con
el impulso de la belleza. Podemos ver que los impulsos que propone Schiller
pueden estar asociados en un sentido a la diferenciación kantiana.
Schiller se acopla a las categorías dicotómicas que plantea Kant para explicar
el juicio estético y plantear el dominio de lo subjetivo pero en búsqueda de una
unidad, si bien se mantienen ciertos lineamientos, el planteo de Schiller se
acerca a una búsqueda de la transformación del sujeto y del Estado al plantear
la necesidad de una Educación estética para la construcción de un Estado
estético.
Kant afirma que el juicio del gusto dando noción de lo bello es universal,
porque ese juicio estético es válido para todos, atribuyéndoles a los demás el
mismo agrado sobre el objeto. En este sentido Schiller piensa a la belleza o a
la noción de lo estético como posibilidad de unión, no sólo en el orden de la
escisión bidimensional del sujeto, sino también pensando lo estético como
aptitud natural del hombre que le permite vincularse sensiblemente con el otro;
a la vez que piensa lo estético como hacedor de la belleza.
Kant realiza su planteo estético desde categorías que pretenden tener cierta
noción universal, mientras Schiller desde el romanticismo busca un hombre y un
estado ideal, dándole contenido a las formas por medio de la síntesis estética,
y en esto habita la necesidad de educar al hombre tanto en lo estético como en
lo cultural.
Ambos autores coinciden en la capacidad de la belleza como generador del sentido
común.
La facultad de representar y percibir lo bello, para Kant y Schiller reside en
la imaginación. Kant lo llamó “facultad del libre juego” que permite el
ejercicio de la libertad, sobre todo de conceptos. Schiller se suma a la noción
kantiana llamando facultad de juego a la capacidad del hombre de vincularse y
generar belleza en la búsqueda de que el hombre sea un hombre feliz, esa
capacidad del juego estético para Schiller también reside en la imaginación.
BIBLIOGRAFÍA
Schiller, Friederich; “Cartas” en La educación estética del hombre, Buenos
Aires, México, Espasa, 1941.
Kant, Immanuel; “Analítica de lo bello” en Crítica del juicio.