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Hegel, Filosofía de la historia. Pág. 41
Lee y comenta el párrafo anterior. Defina el valor de la historia en Hegel. Relacione filosofía de la historia y teodicea. ¿Existe una filosofía de la historia en Kant? Diferencia de la noción de tiempo en ambos autores.
Kant, Crítica de la Razón práctica. Pág. 50
Lea y comente el párrafo anterior. Defina las características de la moralidad que pretende construir Kant. ¿Qué lo diferencia posición hegeliana acerca de la moral? Diferencia ley moral en ambos autores. Y en el plano del derecho, ¿Cuál es la distinción? ¿Por qué es una ética de fundamento racional?
1) Hay una razón en la historia, ésta se mueve de una forma racional, con un fin, comparado a modo paralelo, lo que en la religión se podría llamar como plan providencial, divino, el cual como forma de verdad religiosa, el mundo no esta entregado a la casualidad o a las causas contingentes extrínsecas. Una sabiduría ordenada al poder infinito, el cual realiza sus objetivos, el absoluto y racional fin último del mundo. No hay inconciente, solo hay conciente. Todo lo que acontece en la historia tiene una razón para acontecer. Todo tiene un sentido, sin azar. La razón gobierna y ha gobernado el mundo, tiene una conexión con la cuestión de la posibilidad del conocimiento de Dios: para no sustraernos a la sospecha de que la filosofía acaso teme o ha detener el recordar las verdades religiosas y evita el encuentro con las mismas porque respecto de ellas no tiene la conciencia tranquila.
El desarrollo del espíritu pensante, habiéndose originado en esa base en base de la revelación de la substancia divina, debe progresar hasta llegar finalmente a captar aquello que se ha ofrecido al espíritu que siente y advierte. Se reconoce entonces la producción de la Razón creadora, que es la historia universal. La Razón es la sabiduría divina.
Hegel considera a la historia importante, como “combustible” para el espíritu ya que a través de ella, puedo ver y entender el comportamiento del espíritu, un progreso que nos va permitiendo ser cada vez más complejos, libres, sabios (un devenir dialéctico) a medida que se va encarnando en el tiempo.
Teodicea revela como el espíritu se desenvuelve en la historia, es una justificación de la existencia del espíritu y el espíritu como dios, en un sentido teológico, una purificación de dios. Habiendo dicho esto, se puede tomar a la historia como una justificación de dios. Dios se pone como objeto, crea al mundo para autoconocerse, para verse al espejo (en el hombre).
Kant dice que no hay ciencia de la historia pero si una filosofía de la historia. El estudio histórico no tiene valor, no se pude saber como se comportan los hombres, no tienen la misma conducta. El hombre es miope, solo puede ver lo que está en su campo de la mirada y no lo que está por detrás. Bajo el concepto de idealismo subjetivo, todas las ideas son a priori, dentro del sujeto y externos a la experiencia. La historia no la puedo aprender, pero esta se desarrolla de manera racional, con un fin, que la humanidad progrese hacia lo mejor. Este motor de progreso es la cualidad contradictoria social asocial del hombre (vivir en sociedad, pero a la vez ser egoísta) del cual surge la armonía bajo un estado civil-legal (contrato social)
El tiempo para Kant es a-priori, una intuición de la razón pura y formal, independiente de la experiencia. El tiempo, al igual que el espacio, es una condición necesaria de la sensibilidad humana para ordenar la multiplicidad de los fenómenos. Uno mismo es el que se los pone para entenderlo.
Hegel habla del tiempo que se percibe mediante el devenir dialéctico (Tesis antitesis y aufhebum) de la historia. Toma una afirmación y la pone en el tiempo histórico de la lógica. Algo es falso porque ya pasó, pero fue verdadero. Algo ya no es lo que es en este momento (antitesis), pero fue verdadero en su momento (tesis). Sabe más de sí, aufhebung (conserva lo que fue, niega lo que ya no es y lo supera, es otra cosa). Va de la tesis a la antitesis, gracias a un conflicto, generando una nueva tesis la cual generará una nueva antitesis cuando surja otro conflicto. Hasta que llegue al fin del tiempo, el Absoluto concreto, la síntesis.
2) Según Kant, toda la moral del ser humano debe poder reducirse a un solo mandamiento fundamental, nacido de la razón, no de la autoridad divina, a partir del cual se puedan deducir todas las demás obligaciones humanas. Un imperativo categórico, un mandamiento autónomo (no dependiente de ninguna religión ni ideología) y autosuficiente, capaz de regir el comportamiento humano en todas sus manifestaciones ya que denota obligación absoluta e incondicional, y en todas las circunstancias ejercería su autoridad, ya que sería autosuficiente y no necesitaría justificación externa.
La realización de la ley moral, la cual abraza dos deberes fundamentales, de los cuales se derivan los demás, que son el deber de perfeccionarse a sí mismo y el deber de procurar la felicidad de los otros. Esta realización de la ley moral o cumplimiento del deber como fin propio de la voluntad humana, es, no solamente superior a los fines particulares de la sensibilidad, o sea del hombre como ser sensible, sino que está generalmente en oposición con éstos. Si consideramos la ley moral, no como objeto o término y fin de la acción, sino como regla subjetiva y máxima general determinante de la voluntad, en cuanto principio y sujeto de moralidad, puede resolverse en el siguiente principio o imperativo categórico: «Obra de manera que la máxima de tu voluntad pueda servir al propio tiempo como principio de legislación universal».
El énfasis de Hegel en la “pureza” del saber y querer del espíritu moral apunta en dos direcciones: por un lado, alude al hecho de que en esta coincidencia de la voluntad del agente singular y la voluntad universal, la autoconciencia del agente no reposa en nada ajeno a él. En este sentido el agente moral es autodeterminado, es decir: se da a sí mismo la ley de su actuar. Pero al mismo tiempo el agente es un individuo singular corpóreo, situado en el espacio y en el tiempo, sometido a las leyes naturales. Desde el punto de vista moral –es decir, puro- esta es una circunstancia desdeñable, pues ni ese hecho ni ningún otro (digamos, el que el agente haya sido socializado en una cultura particular) puede tener influencia normativa alguna. Pertenece a la propia intención moral del agente no sólo saber cuál es su deber, sino también realizarlo y esta realización ha de ser posible para que la acción por deber tenga sentido. Para ello tenemos que suponer que el mundo está hecho de manera tal que es posible realizar nuestro deber en él, pero, por definición, esta suposición no tiene ninguna garantía. Entonces debemos postular, como prácticamente necesaria, la armonía entre la moralidad y la naturaleza (El mundo externo, también sus inclinaciones e impulsos que diseñan una agenda propia de fines que se contraponen a la voluntad pura y al cumplimiento del deber). Entonces, la distinción sería que el agente moral siempre actúa en circunstancias distintas: realizar el deber implica, entonces, realizar cada vez distintas acciones. Pero el agente moral orienta su acción solo para cumplir con su deber (supeditado a su espíritu encarnado a su máxima expresión en cada momento de la historia, cada vez es mas conciente de sus derechos y de su ser), no para realizar el contenido múltiple del mismo en cada caso según Hegel y para Kant, el agente debe actuar según un imperativo categórico.
En el plano del derecho, Kant habla del estado cosmopolita (para humanos racionales) y Hegel hay derecho en los pueblos en donde el espíritu se encarna. Mientras que Kant habla del contrato social el cual habla de cómo los sujetos de un pueblo renuncian a su “libertad exterior” para formar una comunidad, un Estado civil-legal (estado que se mantiene igual en el tiempo y te diga siempre que es lo bueno y lo malo independientemente de donde estés) regido por leyes (imperativos categóricos). Hegel reconoce y "concibe" como contraria a la libertad del individuo, el hecho de atenerse y dejarse persuadir a lo públicamente aceptado, y las leyes creadas para la regulación de cada individuo del estado, este ultimo pues no debe ser al final la determinación ultima y apodíctica del modo de actuar de los individuos. Reconoce que el hombre busca y crea en el pensamiento su libertad y el fundamento de la ética. Más sin embargo, esta libertad que el hombre posee y determina a actuar, caen en un contenido sin razón, si únicamente posee valor efectivo para el pensamiento. El hombre es libre, solo en la medida que discrepe de lo que es reconocido y aceptado por voto universal y sepa crearse una realidad singular que le autodetermine a dirigirse. Esta idea de la libertad, constituye un papel fundamental en el desarrollo del derecho individual, y el hombre, como sustancia ética de la sociedad civil, solo desarrolla todo su devenir, en base a la libertad, la cual aumenta progresivamente con el tiempo al igual que su ser y su espíritu.
Porque se desprende de las pasiones, no deja que nublen su juicio para llegar al imperativo categórico, la única pasión moral es el respeto. Se aplica basado puramente en las razones, es intelectual. Los únicos humanos que pueden ser éticos, son los que pueden razonar.
3) Marx dice que la religión es el opio de los pueblos y que el hombre pone en la religión todo para desresponsabilisarce de su culpa. La toma como un ideal, una ideología que actúa como un velo de la conciencia cuya función es ocultar los intereses de las clases lo cual, a su vez, imposibilita al hombre tener conciencia de clase.
Cita: “El fundamento de toda critica irreligiosa es que el hombre hace la religión y no la religión al hombre, y la religión es la autoconciencia y sentimiento del hombre que aun no se ha encontrado a sí mismo o ha vuelto a perderse.”
Kierkegaard separa dos ámbitos, la historia (racional, con sentido) y el ámbito de la divinidad (el saber eterno, un sinsentido absurdo) al cual solo accedemos al momento del salto cualitativo. No hay ni mediaciones ni grados sino paradoja y salto cualitativo. El cual realizamos cada vez que nos encontramos en un estado de angustia, la cual el espíritu ama y huye. Esto podemos ver como lo menciona en la cita “El espíritu tiene angustia de sí mismo. El espíritu no puede librarse de sí mismo; tampoco puede comprenderse a sí mismo, mientras se tiene a sí mismo fuera de sí mismo; ni tampoco puede hundirse el hombre en lo vegetativo, puesto que está determinado como espíritu; de la angustia no puede huir, porque la ama; amarla, no puede propiamente, pues que la huye.”.
Arriesga su ser, lo pierde todo para generar este salto, un cambio para acabar con la angustia, lo que genera que su ser no sea el mismo y que, llegado el caso de que el espíritu deba pasar por la misma angustia nuevamente, no suceda de la misma forma. Toma también al cristiano y lo divide dependiendo de si es un cristiano que solo cumple con los preceptos (estándar) o si es un cristiano comprometido (aquel que tiene una relación profunda con dios, el cual nunca va a conocer del todo porque es inaccesible) y este es al cual Kierkegaard apunta.
5) Nietzsche sostiene que la conciencia encubre la realidad, la lucha entre las fuerzas activas y reactivas, por lo que para demostrar esa condición de engaño de la conciencia, Nietzsche reconstruye la noción de origen. En el origen no había nada primigenio ni de más valor que lo que sucede en el tiempo. Los valores del presente no tienen su momento privilegiado cuando surgieron, sino que en su comienzo hubo un antivalor del cual emergieron. Critica a los genealogistas, los cuales buscan un origen donde se hallarían los valores morales primeros más allá de las diferencias que las religiones habrían ido construyendo en la historia. Pero para Nietzsche, allí solo se encuentra la voluntad de poder del amo que constituye lo que le conviene, lo bueno para sí, que pasa a ser lo bueno en sí para el resto de la comunidad que acepta las imposiciones del más fuerte. Frente a esta fuerza activa, las fuerzas reactivas, que no pueden generar valores por la debilidad de su voluntad, transforman en moralidad su propia derrota. Un resabio, lo que queda del espíritu derrotado, incapaz de de imponer su propia visión del mundo.
Citas: “Si fundándonos en el instinto de la comunidad imponemos preceptos y prohibimos ciertos actos, no nos prohibimos si poseemos alguna razón, una manera de ser, un sentimiento, sino solamente cierta corriente, cierta aplicación de este modo de ser, de este sentimiento.”
“Nosotros vehementes en nuestros deseos; hay momentos en que querríamos consagrarnos a nosotros mismos… pero “El espíritu publico” se hace dueño de nosotros…; observad, pues, que esta es casi una definición de la moralidad.”
Para Freud, lo que se analiza es la excentricidad del sujeto respecto del conocimiento de sí. En el origen del conocimiento tampoco hay un natural deseo de saber, sino por el contrario, una curiosidad sexual infantil nunca satisfecha. La pulsión epistemológica está ligada a está ligada al intento del niño de descubrir la escena primaria, esa del coito entre los padres, que responde, desde otra perspectiva, a lo que el propio Freud llamó preguntas metafísicas: donde estaba yo antes de ser. Una pregunta que solo puede ser enunciada en primera persona para que tenga sentido: ¿Cómo el mundo puedo ser antes de que yo fuera? ¿Puede seguir después de mi muerte? Precisamente un acontecimiento del cual no es posible inscribir representación alguna en la conciencia. La verdad es una instancia siempre perturbadora del saber, nunca lo completa. Ejerce un efecto disrruptor, jamás acumulativo que no permite por estructura la posibilidad de que todo lo inconsciente se haga conciente.
Citas: “Por tanto, los simples impulsos hostiles contra el padre y la existencia de la fantasía optativa de matarle y devorarle hubieran podido bastar para provocar aquella reacción moral que ha creado el totemismo y el tabú”.
“El encadenamiento causal que se extiende desde tales comienzos hasta nuestros días no quedaría interrumpido por el hecho, pues la realidad psíquica bastaría para explicar todas las consecuencias indicadas. Se nos objetará que la transformación social de la hora paterna en el clan fraterno constituye, sin embargo, un hecho incontestable.”
6) Descartes habla del dualismo cartesiano, el cual habla del res cogitans, el cual entra la sustancia pensante (Alma/Razón) –Individuos, humanos– y la res extensa: todo lo que tiene figura y extensión (cuerpo, sentidos) –Negros, Indios, Mujeres–. Para Descartes, el cuerpo es una maquina movida por el alma (maquinación del cuerpo), es de su propiedad. Lo sentidos entran dentro de la categoría del cuerpo, son engañosos y nada confiables. Uno debe valerse solo del Cogito (Dubito, cogito, ergo, sum) ya que este se encuentra aislado del mundo, de todo, además de su cuerpo, está sin dios (solipsismo de la conciencia).
Cita de Descartes: “…puede que el contenido de todos y cada uno de esos pensamientos sea ilusorio, pero no podemos dudar de que pensamos. Desde el momento en que duda, se le aparece inmediatamente al sujeto como una evidencia que piensa, y si piensa, tiene que ser algo, entonces es, existe; no como resultado de un razonamiento, de una deducción sino de una intuición”.
Citas del libro de Fausto:
“A su resplandor verás las Madres; unas están sentadas, otras en pie y andan vagando al azar. Formación, transformación, eterno juego del Pensamiento eterno. Rodeadas de las flotantes imágenes de toda criatura, ellas no te verán, pues sólo perciben los esquemas.”
“El hombre es voluble y las horas son también variables.”
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