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Resumen para el Segundo Parcial  |  Filosofía (Cátedra: Abraham - 2018)  |  CBC  |  UBA

Kant

¿Qué es la ilustración?

¿Cómo intervienen el uso público y privado de la razón? Explique utilizando el ejemplo del sacerdote (obligar, razonar, crítica constructiva, docto).

¿Cuál es el crimen contra la naturaleza?

¿Por qué la libertad necesita ser limitada?

¿Estamos en una sociedad ilustrada?

 

Para Kant, la ilustración es la salida del hombre de su auto-impuesta minoría de edad, siendo ésta la incapacidad de usar su propia inteligencia sin la guía de otro. El lema de la ilustración es “Sapere aude”, o “Atrévete a saber”.

 

Las causas de esta minoría de edad son la pereza y la cobardía: es muy cómodo dejar que los demás piensen por uno. Y son estos tutores los que hacen que salir de la minoría de edad sea tan difícil, ya que generan un miedo muy grande de que uno mismo tome sus propias decisiones. Kant dice que al intentar valernos de nuestro propio entendimiento es probable que fallemos las primeras veces, y esto nos disuade de seguir intentándolo. Pero si seguimos probando, finalmente podremos aprender a hacerlo solos.

 

Kant argumenta que lo único necesario para que la humanidad alcance la ilustración es la libertad de hacer un uso público de la razón. Por el contrario, el uso privado de la razón debe ser restringido.

 

Entendemos como uso público de la razón, el uso de ella que hace un hombre que también es docto, y que haya ejercido el cargo al que critica. Esta crítica debe ser constructiva, debe haberse reflexionado cuidadosamente y debe ser escrita. Cabe aclarar que Kant ve esto como una obligación, no como un derecho, y  nos va a permitir mejorar la institución en cuestión.

 

Entendemos como uso privado de la razón, el uso de ella que hace un hombre en su puesto cívico, en el que simplemente debe obedecer, lo que va a mantener la institución y no va a permitir que se deteriore.

 

Para explicar esto, Kant pone el ejemplo del sacerdote. Como tal, debe predicar la doctrina de la iglesia a la que sirve (sin libertad y hablando en nombre de la iglesia), pero como docto tiene la obligación y la total libertad de comunicarle al público las deficiencias que encuentre sobre dicha doctrina y sus propuestas de cómo mejorar el dogma religioso y a la institución en sí. A su vez dice que si el sacerdote deja de creer en el dogma que debe predicar, no podría ejercer su cargo con la conciencia limpia, por lo que debería renunciar.

 

Otra de las condiciones que propone Kant para progresar hacia la ilustración es que una generación no puede realizar un pacto o doctrina que no puede ser modificada, ya que ésto haría imposible la purga de errores en ellas, imposibilitando el progreso en las siguientes generaciones. Constituye esto un crimen contra la naturaleza humana, cuyo destino radica precisamente en dicho progreso.

 

En base a esto, podemos decir que no vivimos en una época ilustrada, sino en una época en vías de la ilustración. Es por esto mismo que todavía no podemos tener una libertad ilimitada, ya que al no ser ilustrados esta libertad sería perjudicial para el progreso humano. Solamente al alcanzar una época ilustrada el hombre podrá tener una total libertad, mientras tanto debemos restringirla.



Hegel

¿Qué es la estética?

Explicar el carácter pasado del arte + desarrollo histórico-dialectico del arte.

¿Qué es bello natural y bello artístico? ¿Por qué la belleza artística supera a la belleza natural? (imaginación, libertad y espiritualidad).

¿Cuándo el arte es digno y cuando el arte indigno?

¿Por qué el arte libera? Concepto de alienación.



Banquete

Discurso de Fedro.

Discurso de Pausanias.

Discurso de Sócrates-Diotima.

Puntos clave de lo que dice Alcibíades y articular con las notas al pie de Mársico.

El discurso de Fedro, también conocido como la verdad del poeta, presenta al amor como un dios, y según Hesíodo, Acusilao y Parménides éste fue engendrado junto a la Tierra a partir del Caos. Al ser el más antiguo, a su vez, es causa de los mayores bienes, propicia virtud y felicidad e inspira fuerza. En este discurso, Fedro argumenta que el amante (generalmente el mayor) es el más importante y está poseído por una divinidad, lo que le permite morir por amor. En cambio, el amado (generalmente el menor), al no estar poseído, obtendrá un mayor premio de los dioses si ama también a su amante, por lo que puede ser recíproco o no. Esto se puede ver con claridad con los ejemplos de Alcestis y Aquiles (que nos muestran que este amor puede darse entre hombre-hombre u hombre-mujer), a quienes los dioses encomiaron y premiaron por sacrificar sus vidas por sus amantes, actuando con nobleza. En cambio, castigaron a Orfeo, que actuó con debilidad, ya que al ser un poeta no actuó en consecuencia con sus palabras. Además, propone que una ciudad de amantes y amados sería excelente, ya que ninguno querrá realizar acciones vergonzosas o cobardes frente al otro.

El discurso de Pausanias, también conocido como la verdad del ciudadano, divide al amor en 2. Por un lado está el amor celestial, hijo de Urano, que es el más elevado, bello, digno, antiguo, pertenece sólo a los hombres y permanece en el tiempo, ya que busca la virtud y ama al ethos, que no se modifica. Por otro lado está el amor vulgar, hijo de Zeus y Dione, propio de los mediocres, que es joven, dirigido hacia los más idiotas y no permanece en el tiempo, ya que ama al cuerpo y éste termina por marchitarse.

 

A su vez, Pausanias nos presenta un problema que tiene la polis en relación al amor: el amante (o el viejo, un ciudadano de aproximadamente 30 años, cuyo amor no es recíproco) elige al amado (o el muchachito, de aproximadamente 12 años) por su belleza corporal cuando todavía éste es muy pequeño, que todavía no ha madurado y no tiene definido su ethos (lo que puede presentar una pérdida de tiempo para el viejo). A su vez, el muchachito elige a su amante por promesas de un cargo político o riquezas. Por esta realidad, argumenta que se debería crear una ley que aumente la edad mínima que debe tener el muchachito, cuando le salga barba. Además de esto, dice que ambos deben conocerse y esperar un tiempo antes de amarse, ya que de esta forma el viejo podrá estar seguro de que el muchachito tiene potencial para ser un buen ciudadano, y el muchachito podrá estar seguro de que el viejo es el indicado para transmitirle la virtud política. Si esto logra cumplirse, entonces ambos podrán generar una amistad noble que dure toda su vida, y el muchachito podrá convertirse en un buen ciudadano, lo que beneficiará al viejo en el futuro. Este planteo es puramente político y utilitario, ya que su fin es el de mejorar la polis.

El discurso de Sócrates, también conocido como la verdad del filósofo y utilizando al personaje ficticio de Diotima, contradice al discurso de Agatón y argumenta en primer lugar que el amor no es un dios (como postularon los anteriores interlocutores), ya que el amor es carencia de lo bello y lo bueno, y los dioses al ser perfectos no carecen de nada, sino que es un demon que tiene una naturaleza dual, un intermediario entre un dios y un mortal, entre la sabiduría y la ignorancia, el hijo de Poros (Viveza) y Penía (Pobreza).

 

Al contrario de lo postulado por Agatón, el amor no es una sustancia que surge por sí misma, sino que es la búsqueda de aquello que se carece para ser feliz y tenerlo para siempre, la inmortalidad, y está estrechamente ligado a la búsqueda de la sabiduría, la filosofía. Y es aquí donde se proponen las 3 formas de que un mortal participe de la idea de inmortalidad.

 

En una primera instancia (y con el grado más bajo de inmortalidad), ésta puede alcanzarse mediante la procreación, propia de los animales y alcanzada mediante el cuerpo. En una segunda instancia, ahora a través del alma, ésta puede alcanzarse a través de la fama realizando actos heroicos, perpetuándose en la memoria de los demás. Para ejemplificarlo, Diotima hace referencia a Alcestis y Aquiles, mencionados anteriormente por Fedro, y argumenta que ellos tuvieron la valentía de sacrificarse porque sabían que así se verían inmortalizados. En una tercera instancia, también a través del alma (y con el grado más alto de inmortalidad), ésta puede alcanzarse engendrando sabiduría en las almas, como lo hacen los poetas. Pero estos poetas no engendran la virtud en sí en las almas de los demás, sino que engendran sombras de ella. Diotima argumenta que para lograr engendrar la virtud en sí, es necesario haber ascendido y descendido por la escalera de Eros, habiendo contemplado la idea de belleza.

 

Para comenzar este ascenso, primero se debe amar a un sólo cuerpo bello, y lograr engendrar bellos argumentos. Luego, deberá darse cuenta de que la belleza de todos los cuerpos son hermanas, ya que participan de la misma idea de belleza. A través de la filosofía entonces, se irán subiendo los escalones, de admirar la belleza de todos los cuerpos bellos hacia las bellas ocupaciones, pasando después por los bellos aprendizajes y conocimientos, y culminando en el conocimiento de lo bello en sí. Así, el filósofo puede ascender al mundo inteligible a través del amor.

 

El objetivo del amante que ha ascendido y descendido es hacer de su amado un amante de lo bello en sí, convirtiéndolo no sólo en un buen ciudadano (como indicaba Pausanias), sino alguien capaz de trascender el mundo sensible separado de toda corporalidad.

Alcibíades propone un discurso fundamentalmente diferente al de todos los anteriores interlocutores: mientras los demás intentan definir el carácter universal del amor, él habla del amor particular que siente por Sócrates, basado en su propia experiencia. Y es a través de este discurso, la verdad del borracho, que Platón nos muestra a Sócrates como la personificación del propio Eros, el amante perfecto, que ha ascendido y descendido y que encarna las 4 virtudes cardinales, siendo un verdadero filósofo.

 

Mársico explica con las notas al pie cómo encarna Sócrates cada una de estas virtudes. Al rechazar los avances sexuales de Alcibíades, Sócrates demuestra su ascenso, ya que contempla la belleza de Alcibíades sin verse tentado por ella y su corporalidad. Además, aquí vemos cómo encarna la virtud de la justicia, ya que, al ser la belleza del alma superior a la del cuerpo, Sócrates argumenta que estaría cambiando oro por bronce. La virtud de la templanza se ve claramente cuando Alcibíades dice que Sócrates no puede ser tentado con plata. La virtud de la valentía se ve cuando Sócrates salvó a Alcibíades. Por último, la sabiduría se puede ver cuando Alcibíades menciona que los discursos de Sócrates son los únicos que tienen sentido intrínseco, que son los más divinos y dejan ver la virtud.


 

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