El giro hermenéutico en las ciencias sociales-Pardo

· Primero momento: La problemática hermenéutica, tiene sus orígenes en las necesidades dogmáticas de la teología, el derecho y lo filología. De la necesidad para reinterpretar las Sagradas Escrituras, nace una hermenéutica teológica. Luego a partir de los esfuerzos renacentistas por recuperar el modelo de lo clásica, se va a una filología hermenéutica. Luego también surge una hermenéutica jurídica abocada a la interpretación de los viejos códigos de justicia.

Se empieza una problemática, la de restablecer el vínculo con una tradición cuya compresión se encuentra oculta o distorsionada.

· Segundo momento: Es por la reacción romántica e historicista al modelo de la Ilustración en el siglo XVIII, contra el paradigma de una razón absoluta sustentada por el avance de las ciencias naturales. Resurge la interpretación como tema de reflexión filosófica. Con el romanticismo el tema hermenéutico gana la universalidad, con el historicismo se revaloriza la dimensión histórica de todo conocimiento.

En ese época se intenta fundamentar las ciencias sociales con un método propio. Este distinto al de las ciencias naturales. Estas explican por qué son más objetivas y las otras interpretan, porque es imposible la separación del sujeto y el objeto.

· Tercer momento: es el contexto de la consumación del proyecto moderno de razón. El perfil hermenéutico, que caracteriza al pensamiento filosófico actual solo puede ser comprendido como una filosofía de la época de la técnica.

El paradigma de la objetividad científica: ilustración, romanticismo e historicismo

Desde los últimos siglos de la Edad Media, cuando se empieza ser insostenible la conciliación entre la fe y la razón, se inicia el proceso de desacralización y constitución del conocimiento científico. Este es el proyecto de la modernidad. Se fue formando un concepto de racionalidad y el concepto de ciencia.

1. La verdad, es algo que está allí en el mundo, escrita en caracteres matemáticos y susptible de ser desoculta de forma absoluta.

2. Para poder hacerlo, se requiere un método, se elimina el prejuicio y se usa la experimentación. Uno de los postulados básicos de la modernidad, es la identificación entre verdad y método.

3. El conocimiento, la ciencia en sentido estricto, será algo concebido como un sistema acabado y definitivo. Lo científico, representa un conjunto sistemático de leyes inmutables.

El modelo de racionalidad, del proyecto de la modernidad es la objetividad. La posibilidad de determinar racionalmente la estructura de la realidad, en leyes, es por la capacidad del científico de separarse del objeto a conocer. Esta profunda confianza en la objetividad, es la que lleva al pensamiento moderno al rechazo fuerte de lo pasado.

Lo que pasa con las ciencias sociales, con las humanidades, es que como son inexactas, según esta mirada, se tienen que adaptar a los métodos de las ciencias duras. Estas ciencias, quedan en un segundo plano, como las ciencias auxiliares, de las “ciencias propiamente dichas”.

La primera voz contra la Ilustración fue el romanticismo. Esta se opuso al saber racionalista y cientificista de la modernidad.Es la reivindicación del mito y la subjetividad, frente a la razón científica y el progreso moderno.

También se elevó el “historicismo”, poniendo como importancia la razón histórica, el verdadero conocimiento. Mediante estas dos voces, se quiso poner en igual condiciones a las ciencias sociales.

A esta objetividad y racionabilidad de la modernidad, se le suma la vertiginosa actitud calculadora y manipuladora de la naturaleza, se terminando creando la época de la técnica, la época de que todo se calcula. Lo que no se puede calcular, no existe, no tiene sentido.

La hermenéutica, no pretender oponerse al pensamiento tecnológico, ni quiera querer reemplazarlo. El sentido de la filosofía hermenéutica de Gadamer consistía en un geste de finitud, señalar el carácter condicionado y prejuicioso de todo conocimiento, marcar que tanto los seres humanos o los infinitos, tenemos que marcar la condición histórica de cada una de nuestras ideas.

Lo que quiere la hermenéutica es reconocer, contra la preceptiva moderno de la objetividad y distancia, el vínculo que nos une con el pasado, con la tradición, con la historia, el lenguaje. La hermenéutica, lo denomina la partencia.

La hermenéutica filosófica: pertenencia y función ética de las ciencias sociales

La tarea de la hermenéutica, según Gadamer, es “iluminar las condiciones bajo las cuales se comprende”. De trata de desoculta todos los condicionantes previos que determinan el conocimiento, incluso el científico. Siempre estamos sujetos a un prejuicio, aunque se quiere se objetivo. La tradición, es esa comunidad de prejuicios que tenemos. Hay una relación previa a la objetividad, la relación objeto-sujeto, que a la objetividad la antecede otra más originaria, la tradición del hombre en el mundo. Eso se llama pertenencia.

No solo las ciencias sociales, están sujetas a esto. Sino que todo conocimientos, ya que siempre hablamos “desde” un lugar.

Pertenencia, es esa indudable ligazón con la comunidad de prejuicios condicionantes, solo a partir del cual el hombre puede producir un conocimiento. Esto es todo lo contrario a la modernidad, que dice que el conocimiento tiene que estar totalmente separado y eliminar el prejuicio. En cambio en la hermenéutica, se afirma que hay prejuicios y que no legítimos.

Tradición y pertenencia, indican la historicidad de la comprensión, de la importancia del pensamiento histórico. Y el carácter lingüístico de todo comportamiento humanos.

“ni repetimos ni creamos en totalidad”. Conocer resulta ser en realidad un proceso de fusión de dos mundos, el e la tradición y el nuestro en tanto interpretación.

[ El conocimiento es la recreación de una tradición a través de interpretaciones ]

Según este punto de vista, las ciencias sociales ya no se tienen que adaptar a las “ciencias duras”, no tampoco el conocimiento científico está dado por lo objetivo

La importancia de la hermenéutica y del giro que se está operando sobre las ciencias sociales, reside en la función ética que las caracteriza.