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Psicología | Resumen para 2º parcial: Observaciones del inconsciente | Cátedra: Bancalari (ex- Robertazzi) | 2° Cuat. de 2007 | Altillo.com |
ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE EL CONCEPTO DE LO INCONSCIENTE EN EL
PSICOANÁLISIS
Conciente: es aquella representación que se halla presente en nuestra conciencia
y es objeto de nuestra percepción.
Inconsciente: son las representaciones latentes de las que tenemos algún
fundamento para sospechar que se hallan contenidas en la vida anímica, como
sucedía en la memoria. Es una representación que no percibimos.
Para describir el fenómeno de la “sugestión posthipnótica” (Bernheim) habremos
de decir que el propósito existe en forma latente o inconsciente en el ánimo del
sujeto hasta el instante prefijado, llegado el cual pasa a hacerse conciente.
Pero lo que surge en ese momento en la conciencia no es el propósito en su
totalidad, sino tan sólo una representación del acto que de ejecutarla se trata.
Las demás ideas asociadas con esta representación-la orden del médico y el
recuerdo del estado hipnótico- permanecen todavía en el inconsciente.
Este experimento nos lleva a una concepción más dinámica. La idea del acto
prescrito durante la hipnosis no se limita a devenir en un momento dado objeto
de la conciencia, sino que se hace eficaz. Pasa a convertirse en acto cuando la
conciencia advierte su presencia.
Sin embargo, esta idea no es acogida en la conciencia, sino que permanece
inconsciente, siendo así, eficaz e inconsciente.
La vida anímica de los pacientes histéricos se nos muestra llena de ideas
eficaces, pero inconscientes (de ellas provienen todos los síntomas).
El análisis de fenómenos neuróticos demuestra que una idea latente o
inconsciente no es necesariamente débil y que la presencia de tal idea en la
vida anímica es susceptible de pruebas indirectas, como lo conciente a pruebas
directas. La diferenciación de ideas latentes e inconscientes se hace
necesarias: solíamos pensar que las ideas eran latentes por su debilidad y se
hacían conscientes en cuanto adquirían fuerza, actualmente descubrimos que
ciertas ideas latentes no penetran en la conciencia por fuerte que sean.
Denominaremos preconciente a las ideas latentes del primer grupo e inconsciente
a las del segundo grupo. La expresión inconsciente ahora designa sólo a un grupo
de las ideas latentes, a aquellas que a pesar de su intensidad y eficacia, se
mantienen lejos de la conciencia.
Hasta aquí hemos llegado a un preconciente eficaz, que se hace fácilmente
conciencia, y un inconsciente eficaz, que permanece inconsciente y parece estar
disociado de la conciencia.
¿Estas dos clases de actividad psíquica son idénticas o contrarias desde un
principio? el análisis responde: para el producto de lo inconsciente eficaz es
posible penetrar la conciencia a través de un cierto esfuerzo. Si lo
experimentamos en nosotros mismos, tendremos la sensación de una defensa que ha
de ser vencida, y cuando lo experimentamos con un paciente advertiremos signos
inequívocos de resistencia. La idea de inconsciente es excluida de la conciencia
por fuerzas vivas que se oponen a su recepción, no oponiendo obstáculo a las
ideas preconscientes. Lo inconsciente es una fase regular e inevitable de los
procesos que cimientan nuestra actividad psíquica; todo acto psíquico comienza
por ser inconsciente, y puede continuar siéndolo o progresar hasta la
conciencia, desarrollándose según tropiece o no con la resistencia. La
diferenciación de actividad conciente y preconciente se establece después de
haber entrado en juego la defensa (no es primaria). Sólo entonces tiene valor
teórico y práctico la diferencia entre ideas preconscientes, que surgen en la
conciencia y pueden volver a ella en todo momento, e ideas inconscientes, que no
pueden.
Por otro lado el psicoanálisis se basa en el análisis de los sueños, la
interpretación onírica. Un caso típico de formación onírica puede describirse
así: la actividad anímica diurna ha despertado ideas. Estas ideas consiguen
durante la noche ponerse en conexión con uno de los deseos inconscientes que
desde la infancia del sujeto se hallan siempre presentes en su vida anímica,
aunque reprimidos y excluidos de la existencia conciente. A través de la energía
que les presta este apoyo inconsciente recobran su eficacia las ideas residuales
de la actividad diurna y quedan capacitadas para surgir en la conciencia bajo la
forma de un sueño. Es decir que han sucedido tres cosas:
1. Las ideas han experimentado una modificación que representan la participación
de lo inconsciente.
2. Han conseguido ocupar la conciencia en una ocasión en que, la misma no debía
haberles sido accesible.
3. Un fragmento de inconsciente a logrado emerger en la conciencia
El psicoanálisis se ha instruido para descubrir los “restos diurnos” y las ideas
latentes del sueño. Por su comparación con el contenido manifiesto del sueño ha
podido formar un juicio sobre las transformaciones por las que dichos restos e
ideas han pasado y la forma en que las mismas han llegado a efecto.
Las ideas latentes del sueño son iguales a los productos de la actividad
psíquica conciente. Puede denominárselas ideas preconscientes, en efecto, pueden
haber sido concientes en un momento de la vida despierta. Las leyes que rigen la
actividad inconsciente se diferencian en alto grado de las que rigen en el
conciente.
Lo inconsciente pareció al principio tan sólo un carácter determinado de un
proceso psíquico. Ahora significa algo más, pues constituye un signo de que tal
proceso participa de la naturaleza de una determinada categoría psíquica que nos
es conocida por otros rasgos característicos de mayor importancia, y de que
pertenece a un sistema de actividad psíquica digno de toda nuestra atención.