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1- Marque verdadero o falso (V o F). Explique, justifique, desarrolle y
ejemplifique el enunciado que considere verdadero (la consigna no se
considerará cumplida si no se desarrolla).

A.
1. Según Saussure, aunque el significado y el significante, considerados por
separado, sean puramente diferenciales y negativos, su combinación es un
hecho positivo.
2. Según Saussure, aunque el significado y el significante, considerados por
separado, sean puramente positivos, su combinación es un hecho diferencial y
negativo.

B.
1. Según Bajtin, el enunciado es la unidad real de la comunicación
discursiva.
2. Según Bajtin, la oración es la unidad real de la comunicación discursiva.


2.
a. Defina elemento deíctico.
b. Subraye, transcriba y describa tres deícticos que remitan a la segunda
persona.
c. En base al analisis de los elementos deícticos (los transcriptos y los
otros) caracterice el modo en el que se construye el renunciatario en el
texto.
d. Defina mundo comentado y mundo narrado.
e. ¿Prevalece algunos de estos dos sistemas de tiempos verbales? Transcriba
tres ejemplos especificando el tiempo verbal en cada caso.
f. ¿Aparece el otro tipo? Transcriba un ejemplo. ¿Qué actitud de locución se
genera en cada caso?


(...) Esas tres etapas vividas por el pueblo argentino: la reforma, el
gobierno y la constitución argentina, nos han dado un estado de justicia y
un estado de dignidad y nosotros los transformaremos en un estado de
trabajo.
Se ha dicho que sin libertad no puede haber justicia social, y yo respondo
que sin justicia social no puede haber libertad. Ustedes, compañeros han
vivido la larga etapa de la tan mentada libertad de la oligarquía; y yo les
pregunto, compañeros: si había antes libertad o la hay ahora. A los que
afirman que hay libertad en los pueblos en los que el trabajador esta
explotado, yo les contesto con las palabras de nuestros trabajadores: una
hermosa libertad, la de morirse de hambre.
Y a los que nos acusan de dictadores, he de decirles que la peor de todas
las dictaduras es la de la fatua incapacidad de los gobernantes.
Pero compañeros, cumplida esas etapas, asegurada para los trabajadores
argentinos la justicia social, y asegurada para el pueblo argentino la
igualdad ante la Constitución y ante la ley, recordemos que nosotros, los
gobernantes, ya hemos hecho todo lo que podíamos hacer para consolidar ese
estado de cosas largamente ambicionado.
La palabra, ahora, es el pueblo argentino. El debe mantener esa constitución
y hacerla cumplir, y guía del que intente atreverse por los caminos de la
obstrucción en la voluntad del pueblo. (...)

Fragmento del discurso pronunciado por Juan Domingo Perón el 1º de mayo de
1949.