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EXAMEN DE TALLER (1hr)
Redacte un texto expositivo, de aprox 30 lineas que pueda formar parte de una
monografìa académica, en el que explique las posturas de ....... (los autores
varian depende al profesor de taller) respecto de la pregunta: ¿Existe sexismo
en la lengua?
Explicite en su explicación los enfoques teóricos en los que se sustenta cada
postura. Defina el subtìtulo que encabezaría este escrito en la monografía y
utilice una nota al pie.
EXAMEN DE COMISION (2hrs)
1. Defina signo linguìstico de Saussure. Explique la característica de la
"arbitrariedad" relacionàndola con la propiedad de "inmutabilidad".
Ejemplifique.
2. Defina el concepto de pathos segùn Aristóteles y explique cómo una
argumentación puede, según el desarrollo expositivo de R. Amossy, construir
discursivamente emociones.
3. Mencione las cuatro partes en que se compone la dispositio y explique por qué
y de qué modo intervienenen ella dos movimientos: conmover y convencer.
Ejempliqçfique con el texto dado alguna de esas partes. Justifique su respuesta.
4. Define brevemente qué son los deìcticos. Transcriba dos ejemplos de deixis
temporal y/o espacial y al menos tres de deixis personal. Analice la
construcción del enunciador de este discurso a partir de esos ejemplos.
5. Defina el concepto de ethos según aristóteles y desarrolle la concepcion
personal de D. Maingueneau en al menos tres aspectos. Analice el ethos que se
pone de manifiesto en el discurso adjunto, tomando en cuenta para ello la
construcción del sujeto de la enunciación y del enunciatario.
La soledad de America Latina. Discurso de aceptación del Premio Nobel 1982 de
García Marquez (fragmento)
Agradezco a la Academia de Letras de Suecia el que me haya distinguido con un
premio que me coloca junto a muchos de quienes orientaron y enriquecieron mis
años de lector y de cotidiano celebrante de ese delirio sin apelación que es el
oficio de escribir. Sus nombres y sus obras se me presentan hoy como sombras
tutelares, pero también como el compromiso, a menudo agobiante, que se adquiere
con este honor. Un duro honor que en ellos me pareció de simple justicia, pero
que en mí entiendo como una más de esas lecciones con las que suele
sorprendernos el destino, y que hacen más evidente nuestra condición de juguetes
de un azar indescifrable, cuya única y desoladora recompensa, suelen ser, la
mayoría de las veces, la incomprensión y el olvido.
Es por ello apenas natural que me interrogara, allá en ese trasfondo secreto en
donde solemos trasegar con las verdades más esenciales que conforman nuestra
identidad, cuál ha sido el sustento constante de mi obra, qué pudo haber llamado
la atención de una manera tan comprometedora a este tribunal de árbitros tan
severos. Confieso sin falsas modestias que no me ha sido fácil encontrar la
razón, pero quiero creer que ha sido la misma que yo hubiera deseado. Quiero
creer, amigos, que este es, una vez más, un homenaje que se rinde a la poesía. A
la poesía por cuya virtud el inventario abrumador de las naves que numeró en su
Iliada el viejo Homero está visitado por un viento que las empuja a navegar con
su presteza intemporal y alucinada. La poesía que sostiene, en el delgado
andamiaje de los tercetos del Dante, toda la fábrica densa y colosal de la Edad
Media. La poesía que con tan milagrosa totalidad rescata a nuestra América en
las Alturas de Machu Pichu de Pablo Neruda el grande, el más grande, y donde
destilan su tristeza milenaria nuestros mejores sueños sin salida. La poesía, en
fin, esa energía secreta de la vida cotidiana, que cuece los garbanzos en la
cocina, y contagia el amor y repite las imágenes en los espejos.
En cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar
los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el
testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente
victoria contra los sordos poderes de la muerte. El premio que acabo de recibir
lo entiendo, con toda humildad, como la consoladora revelación de que mi intento
no ha sido en vano. Es por eso que invito a todos ustedes a brindar por lo que
un gran poeta de nuestras Américas, Luis Cardoza y Aragón, ha definido como la
única prueba concreta de la existencia del hombre: la poesía. Muchas gracias.