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Resumen de Semiología
¿Qué son los signos?
à San Agustín (354-430): signos naturales (sin elección/deseo dan a conocer por ellos otra cosa) y convencionales (vivientes manifiestan movs. del alma).
à Estoicos: “El signo lingüístico es un ente portador de palabras en cuanto a expresión dicha y contenido para referirse al referente.” (Zecchetto).
à Ducrot y Todorov (1974): lo perceptible del signo (cosa real: denotación, imagen psíquica: representación y lo decible: significación). El signo es una entidad cultural (siempre es institucional, para determinado no de usuarios).
En suma, los signos son:
Funciones del signo al interior de grupos humanos:
FERDINAND DE SAUSSURE
Nacido en Ginebra, fue fundador de la lingüística moderna. Sentó las bases de la ciencia “semiología”, encargada del estudio de los signos en el seno de la vida social. Escribió “Curso de lingüística general”, publicado por sus alumnos años después de su muerte. Creó el esquema del signo “concepto” e “imagen acústica”, y luego lo reformó como “significado” y “significante”.
Al estudiar el lenguaje se encontró con su complejidad al pertenecer al dominio social e individual e incluir elementos físicos, fisiológicos y psicológicos. Por ello, distinguió entre habla (uso de lengua, cambiante e individual) y lengua (conjunto de convenciones necesarias para comunicarse, código; sistema social compartido). Él se dedicó a estudiar la lengua. Lenguaje amplio, lengua enteriza.
Saussure adoptó una perspectiva estructuralista, la cual adopta la lingüística como modelo de estudio en campo de ciencias sociales. Esta perspectiva, en tanto método de análisis, permite introducir un orden explicativo en conjunto o serie de fenómenos aparentemente desconectados entre sí. Su objeto de estudio es el análisis de las relaciones que surgen entre sus elementos.
Lengua: sistema cuyas unidades mínimas son los signos lingüísticos.
Signo: entidad psíquica conformada por dos términos, imagen acústica (“significante”) y concepto (“significado”), los cuales son las dos caras de una misma moneda y combinadas conforman un signo. La idea de la parte sensorial implica la del conjunto.
Para Saussure, la significación es la relación arbitraria y necesaria entre la imagen acústica (significante) y el concepto (significado). La representación es la imagen acústica, es decir, la representación mental de una cadena de sonidos que se corresponde con determinado concepto.
Principios del signo:
àArbitrariedad: relación entre significado-significante es inmotivada, y su relación es necesaria porque ninguno de los dos separados forma signo.
A diferencia del signo, el símbolo nunca es completamente arbitrario porque hay un carácter natural entre el simbolizado y el simbolizante, su relación es no-necesaria porque pueden convivir independientemente, y es motivada porque nada obliga a establecer esa relación.
Arbitrario no es lo mismo que convencional, porque el signo es convencional quiere decir que el signo es determinado por un acuerdo social en el cual se determina un significante para un significado. En cambio, que el signo es arbitrario se refiere a que dicha determinación es inmotivada pero necesaria, por lo cual ni signo ni significante forman un signo separados y no hay nada que los relacione fuera de la determinación.
Posibles objeciones hacia la arbitrariedad:
-onomatopeyas: expresiones que imitan un sonido que designan. Probables argumentos de relación natural entre el significado y significante. Saussure dice que de todas formas las onomatopeyas son de elección arbitraria, ya que es imitación aproximada y convencional.
-exclamaciones: Saussure dice que la mayor parte se puede negar la relación entre significado y significante. Basta con comparar dos lenguas.
àCarácter lineal del significante: extensión mensurable en una sola dirección (línea). Por ser de naturaleza auditiva, se desenvuelve en el tiempo. Todo el mecanismo de la lengua depende de la linealidad del significante.
Dos tipos de relaciones:
-sintagmáticas (“sintagmas”: cadena lineal de elementos que se apoyan en extensión, 2 o más unidades consecutivas que adquieren valor en relación al anterior o siguiente, contexto).
-asociativas/paradigmáticas (“paradigmas”: fuera del discurso, palabras que ofrecen algo en común se asocian en memoria y forman grupos, opciones).
Valor lingüístico:
La lengua es un sistema de valores puros. Desde el punto de vista psicológico, nuestro pensamiento es una masa amorfa donde nada está circunscripto y delimitado porque “no hay ideas preestablecidas y nada es distinto antes de la aparición de la lengua”. Por eso, materia fónica es materia plástica que se divide para suministrar al pensamiento los significantes que necesita.
Saussure afirma que en la lengua no se podría aislar el pensamiento del sonido ni el sonido del pensamiento. La lingüística trabaja en un terreno que se combinan el pensamiento/sonido, imagen acústica/concepto para producir forma y no sustancia.
Concebir a la lengua como un sistema de valores implica reconocer que el valor de un signo, dentro del sistema, no resulta más que de la presencia de otros términos.
Desde el significado, el valor de una palabra resulta porque es lo que otros no son. Se definen negativamente por sus relaciones con los otros términos.
Desde lo material, lo que importa de la palabra es lo que la permite diferenciarse de las demás. En consecuencia, los fonemas o palabras son entidades opositivas (para diferenciar), relativas y negativas, que adquieren un valor por ser lo que los otros no son.
Para explicar el valor desde lo material se recurre a la escritura, la cual le permite aclarar que:
àlos signos de la escritura son arbitrarios (ninguna conexión).
àel valor de las letras es puramente diferencial y negativo (lo único esencial es que ese signo no se confunda con otro).
àlos valores de la escritura funcionan por su oposición reciproca en el seno de un sistema definido compuesto de un número determinado de letras.
àel medio de producción del signo es totalmente indiferente (ej. lápiz o crayón).
El lingüista señala que en la lengua no hay más que diferencias. “La lengua no comporta ideas/sonidos preexistentes, sino sólo diferencias conceptuales y fónicas resultantes del sistema” (Saussure). “Aunque el significante y significado sean puramente negativos y diferenciales, su combinación es positiva.”
Sincronía: eje de simultaneidades. Relaciones entre cosas existentes sin intervención del tiempo.
Diacronía: eje de sucesiones, todas las cosas del primer eje con sus cambios respectivos.
Es sincrónico lo que refiere al aspecto estático de nuestra ciencia, y diacrónico lo relacionado con las evoluciones. Sincronía y diacronía designan estado de lengua y fase de evolución.
Saussure le otorga primacía al estudio de la lingüística sincrónica.
¿Por qué el signo es inmutable?
En la lengua, cada cual participa todo el tiempo y por eso sufre sin cesar la influencia de todos.
¿Por qué el signo es mutable?
El tiempo, que asegura la continuidad e inmutabilidad de la lengua, también altera más o menos rápidamente los signos lingüísticos. De modo que también genera mutabilidad. Sean cuales fueren los factores de alteración, siempre conducen a desplazamiento de relación entre significado-significante. Factores de alteración: tiempo y masa hablante.
ROLAND BARTHES
Considerado el fundador de la semiología, utilizó categorías saussureanas para el análisis de otros signos no lingüísticos (“signos semiológicos”), y dentro de ese conjunto identificó la función-signo.
Toma los conceptos de forma y sustancia de Louis Hjelmslev. El plano de los significantes de Barthes es “plano de la expresión” y al plano de significados, “plano del contenido”. Todo plano implica forma y sustancia:
En el plano del contenido, la forma es la organización formal de los significados (semántica) y la sustancia son los aspectos emotivos o ideológicos del significado.
En el plano de la expresión, la forma son las reglas paradigmáticas y sintácticas, y la sustancia la sustancia fónica.
La función-signo (signos semiológicos de origen utilitario y funcional), tiene sustancia de la expresión constituida por objetos de uso separados de la sociedad o fines de la significación. Ej. una cartera de x marca (significante) significa un determinado estatus social (significado).
Doble movimiento: 1) la función se preña de sentido porque la sociedad existe.
2) la sociedad puede hablar de él como un objeto de uso, refuncionalizarlo.
Para esto se requiere el “segundo lenguaje”:
En todo sistema de significación comporta un plano de expresión que se relaciona con un plano del contenido (E-R-C). Dos sistemas de significación que se insertan uno en el otro, pero a la vez y al mismo tiempo están desligados.
Ese desligamiento puede realizarse de dos formas:
-Connotación: sistemas segundos de significación que, además de su significado propio, evoca otro tipo expresivo o apelativo. Primer sistema se convierte en plano de expresión o significante del segundo sistema (primer sistema es significante del segundo; implica cambiarle significado literal a un significante y otorgarle otro [ironía, chiste, etc.]). Los significantes de connotación o connotadores están constituidos por signos del sistema denotado. Son signos discontinuos, naturalizados por el mensaje denotado que los vehiculiza.
-Denotación: primer sistema. Uso literal y objetivo del lenguaje.
Connotación y denotación en la publicidad: Barthes propone una metodología para analizar al mensaje publicitario. Sostiene que la publicidad es un mensaje, en el que hay emisor, receptor y canal. Para el autor todo mensaje comporta plano de la expresión y plano del contenido.
En el caso de la frase escrita publicitaria, contiene mensaje literal y mensaje simbólico, que a su vez cada uno de ellos se subdivide en plano de significado y plano de significante. El primer mensaje está constituido por su literalidad, es denotativo, se refiere a lo real. El mensaje simbólico es un mensaje global, debido a la singularidad de su significado, que en la publicidad es siempre el mismo: la excelencia del producto. Connota al primero y se llega a la meta cuando se percibe. El significante del segundo mensaje se forma por el primer mensaje y por ello el segundo connota al primero. La connotación importa más que el hecho publicitario mismo, es lo que primero se percibe. Cuanto más doble y múltiple, mejor cumple la función de mensaje connotado.
En la publicidad, el mensaje denotado es el que hay que explicar porque es el que retiene la responsabilidad.
Lo que justifica a un lenguaje publicitario no es su verdad sino su duplicidad. Esta duplicidad técnica no es incompatible con la franqueza, porque esta última no depende del contenido de las afirmaciones sino del carácter declarado. Deja ver su duplicidad con franqueza (por “franca” constituye una connotación particular, no se puede tomar partida por referencia a ella), porque siempre busca vender exaltando al producto. Dicha motivación comercial está duplicada por representación que pone al lector en conexión con grandes temas humanos.
Metalenguajes: operación (descripción basada en principio empírico, coherente, exhaustiva, simple). Primer sistema se convierte en significado del segundo.
La semiología es un metalenguaje porque se ocupa a título de sistema segundo de un lenguaje primario. Cuando el lenguaje articulado, a su nivel denotado, se ocupa de un sistema de objetos significantes se constituye como metalenguaje, que a su vez penetra en un proceso de connotación.
Relación entre ideología, forma, retórica y connotadores:
Por medio de los connotadores (significantes de la connotación), la misma se encarga de hacer una fusión de construir algo atractivo (retórica) en base a la la idea de lo que la gente quiere y necesita (ideología). Esto es lo que se utiliza mayormente tomando forma de publicidad.
Signos semiológicos
Para Barthes, los signos semiológicos (imágenes, objetos de uso, etc.) no significan de manera autónoma porque todo sistema semiológico se relaciona con el lenguaje. El mundo de los significados es el mundo del lenguaje. Dice que cualquier semiólogo debe referirse al lenguaje para estudiar otros sistemas semiológicos. Reconoce que el mensaje lingüístico puede cumplir dos funciones respecto a las imágenes: anclaje (anclar el sentido con la imagen) y relevo (agrega info no expresa en la imagen).
CHARLES SANDERS PEIRCE
Trabajó ciencia de los signos que llamó “Semiótica”. Su pregunta de partida fue el modo en el que el hombre conoce lo real, qué es la realidad, cómo se accede, cómo es el aprendizaje, por qué hay cosas que salen más fácil.
àEl hombre conoce lo real a través de la semiosis infinita, instrumento de conocimiento de la realidad que implica un proceso triádico de inferencia por el cual a un representamen (signo) se le atribuye un objeto, a partir de un interpretante (otro signo).
Lo real es para Peirce aquello que es independiente a lo que podamos pensar. Cada vez que explicamos la realidad con signos, nos alejamos de la realidad. La construcción de la realidad nos ayuda a responder la pregunta filosófica “¿para qué estamos?”.
Signo: algo que está para alguien en lugar de otra cosa, su objeto. Es una relación entre signo/representamen, objeto e interpretante. El representamen debe ser reconocido como el signo de un objeto a través del interpretante. Para que algo sea signo de otra cosa, esa otra cosa ya debe ser signo.
3 TÉRMINOS DEL SIGNO:
-Representamen: algo que para alguien representa o se refiere a algo. Crea en la mente de una persona un signo equivalente no en totalidad sino respecto a una idea (fundamento del representamen). La “idea” que el signo toma del objeto no está en el objeto sino en el pensamiento. Cualidad material en lugar del objeto, capaz de despertar un interpretante).
-Objeto: aquello acerca de lo cual el signo presupone un conocimiento para que sea posible proveer alguna información adicional. Un signo puede tener más de un objeto. Si un signo es distinto a su objeto, debe haber relación argumentativa. El conocimiento tiene como objeto otro conocimiento.
-Interpretante: es el sentido del signo. Relación paradigmática entre un signo y otro. Es un signo que siempre tendrá su interpretante hasta el infinito. El signo tiene 3 interpretantes:
1. Interpretante inmediato: signo independientemente del contexto. Marco de referencia entre posibles interpretaciones. (PRIMERIDAD). Ej. “tsunami” significado más allá de una situación comunicativa concreta.
2. Interpretante dinámico: efecto directo producido por el signo en su intérprete. Hecho bruto, lo que te provocó a vos. (SEGUNDIDAD). Ej. “tsunami” en contexto de uso, se siente miedo y corremos.
3. Interpretante final: hábito que hace posible la interpretación estable de un signo. Exactamente lo mismo que su significación. (TERCERIDAD). Ej. “tsunami” como representamen del interpretante “ola gigantesca producida por maremoto”.
Se corta la cadena semiótica cuando todos entendemos lo mismo. (ej. H2O = AGUA).
Peirce se para en la ciencia de la faneroscopía, que es la ciencia de las ideas. Se basa en la experiencia humana cimentada en tres niveles, tres modos en que las ideas están en la mente (ideoscopía: descripción y clasificación de ideas de experiencia diaria):
La perspectiva de Peirce es ajena a todo psicologismo porque la experiencia de cada uno no es la misma a la que refiere él, que habla de la teoría lógica.
La relación entre signo, objeto e interpretante se produce en el sistema de signos y no en el espíritu de los usuarios.
CLASIFICACIÓN DE SIGNOS SEGÚN PEIRCE:
àDe acuerdo a su propia naturaleza material:
-Cualisigno: cualidad de un signo. No puede actuar como un signo hasta no estar formulado o se manifieste en un sinsigno. Ej. blandura, dureza.
-Sinsigno: manifestación del cualisigno. Cosa o evento real, existente que es un signo. Ej. en una piedra la dureza, en un gusano la blandura.
-Legisigno: ley que es un signo. Todo signo convencional es un legisigno. Significa por medio de instancia de aplicación. Réplica es legisigno (una palabra, ej. artículo, siempre replicado con el mismo significado). Requiere sinsignos.
àDe acuerdo a la relación del signo con el objeto:
-Ícono: signo que muestra la misma cualidad que el objeto denotado, entabla relación analógica. Signo que se refiere al objeto en virtud de caracteres propios y posee exista o no exista tal objeto. Cualquier cosa es ícono de otra cosa, en la medida que es como esa cosa y es usada como signo de ella. Ej. dibujo.
-Índice: es un signo que se refiere al objeto que denota en virtud de ser realmente afectado por aquel objeto. Guardan relación real. Ej. huella.
-Símbolo: signo que se refiere al objeto que denota en virtud de una ley. Es un tipo general o ley, un legisigno. Todo símbolo es legisigno (NO AL REVÉS).
àDe acuerdo a la relación del signo con el interpretante:
-Rema: signo de posibilidad cualitativa, representa tal o cual clase de objeto posible. Signo considerado aisladamente, en sí mismo. No es ni V ni F. Se corresponde con un término (término es un nombre correspondiente a una clase o nombre). Ej. María.
-Decisigno: signo de existencia real. Corresponden a una proposición (“todos los humanos son mortales”). Será V o F puesto que tiene relación real con el objeto.
-Argumento: signo de ley. Se corresponde a un razonamiento. Siempre tenderá a la verdad. El argumento debe ser un símbolo, o un signo cuyo objeto es una ley o tipo generales. Debe involucrar a un decisigno o proposición, llamada premisa. Concierne a otra proposición a menudo declarada y tal vez requerida para completar el argumento, representa al interpretante con fuerza (conclusión).
Un argumento siempre es considerado por su interpretante como perteneciente a una clase general de argumentos análogos que tienden a la verdad.
Pueden ocurrir de tres maneras:
Inferencia de un caso a partir de una regla y resultado. Primera es hipótesis supuesta. Razonamiento policial.
Como plantea Vitale (2011), Peirce se opone al postulado positivista de acuerdo con el que el conocimiento proviene de la inferencia inductiva o deductiva, puesto que considera que ni una ni otra pueden generar ideas nuevas. “El conocimiento científico como el cotidiano constituye un proceso hipotético-deductivo-experimental. Corresponde a las 3 inferencias, 1° abducción (plantea hipótesis sin fuerza probatoria), 2° deducción (extrae de la hipótesis consecuencias), 3° inducción (pone a prueba consecuencias, verifica o no la hipótesis).” (Vitale).
UMBERTO ECO
Semiólogo italiano que problemática la noción de signo icónico de Peirce.
Peirce definía los íconos como los signos que tienen semejanza (analogía) con el objeto al que se refieren, pero Eco dice que esto es una tautología porque el principal problema que pretende estudiar gira en torno a saber qué sucede para que puedan parecer iguales a las cosas que no tienen ningún elemento material común a ellas. Lo ejemplifica con una publicidad de cerveza: en la página no hay cerveza, ni vaso, ni mano; pero cuando vemos la publicidad, los percibimos. En realidad, lo que percibimos son estímulos visuales que organizamos hasta generar estructura percibida y podemos hacerlos por códigos de reconocimiento.
Estos identifican rasgos pertinentes y caracterizadores del contenido. Percibimos gracias a estos rasgos. Ej. nosotros reconocemos una cebra por sus rayas, cuando una tribu puede reconocerlos por su condición de cuadrúpedos. La reconocibilidad del signo icónico depende de la selección de criterios.
Eco también se cuestiona si las propiedades que tienen en común el signo icónico con el objeto “¿son las que se ven o las que se saben?”. Por ejemplo, un niño dibuja un auto de perfil, y lo dibuja con 4 ruedas porque es lo que sabe, en vez de 2 que es lo que ve. El signo icónico puede poseer propiedades ópticas del objeto (visibles), ontológicas (presumibles) o convencionalizadas.
Para Eco todas nuestras operaciones figurativas están reguladas por convención. Dice que percibimos especímenes (particulares) que incluimos en tipos (categorías culturales). A su vez, en el signo icónico no hay tipo que respalde al espécimen porque no existe. Un artista puede tener qué pintar (significado) pero el cómo es lo que inventa (significante). En lo visual, no hay codificación ni articulación en unidades mínimas (palabras). En la imagen sólo hay significado. El tipo de espécimen es el propio espécimen. (ej. Peirce no permite explicar por qué el arte abstracto significa, si no representa).
Eco aborda la problemática del objeto que le corresponde a término lingüístico. El referente de un signo no es un objeto perceptible por los sentidos, sino una unidad cultural, idea general, concepto. Es decir, el referente no es la palabra sino la idea de la palabra (ej. perro).
Para Eco la importancia de reconocer la presencia de estas unidades culturales radica en que permite entender al lenguaje como fenómeno social, con reacciones de comportamiento.
Cada nueva definición es un nuevo mensaje lingüístico o visual que también debe ser explicado por otro mensaje lingüístico que demarcan unidades culturales del mensaje precedente. Según Eco, esta serie de aclaraciones es equivalente a la cadena que Peirce llamaba interpretantes.
El interpretante, desde su perspectiva, puede asumir varias formas:
a) Puede ser signo equivalente de otro sistema comunicativo.
Ej. palabra perro-dibujo perro.
b) Puede ser índice que apunta sobre objeto singular. Ej. “todos los objetos como este”.
c) Puede ser asociación emotiva que adquiere valor de connotación fija. Ej. /perro/ significa “fidelidad”.
d) Puede ser la simple traducción del término a otra lengua.
La comunicación pasando de signo en signo, circunscribe a aquellas unidades culturales que se presumen como objeto de la comunicación. “Esta circularidad continua es la condición normal de la comunicación”.
ANALÓGICO vs. DIGITAL
Lo analógico es lo irregular, no hay patrones en el que puedan ser copiados (ej. cuadro).
Lo digital es el lenguaje de máquinas, sistema de 0 y 1. Por eso, puede copiarse, hacerse en serie. (ej. cuadro impreso).
Entre ambas cuestiones, está la brecha de la calidad. Se dice que, al pasar de lo analógico a lo digital, se pierde calidad del material. Por ejemplo, la Gioconda impresa en frascos de mermelada no tiene el mismo valor ni calidad que la Gioconda real.
CONVENCIONAL vs. NATURAL
Lo convencional es aquello que se da por convención, es decir por acuerdo. No surge naturalmente ni por lógica, sino que se establece.
Lo natural es lo que se da por sí solo, lo que no hay que forzar.
GOTTLOB FREGE
Matemático lógico de alemán. Trabajó con lenguaje lógico simbólico basado en matemáticas. Su teoría del significado elimina cualquier impronta psicologista y asume un modelo ternario, en el cual diferencia signo, sentido (representación conceptual) y significado (expresa V o F de las cosas, independiente de mente).
SEMIOLOGÍA DE PRIMERA, SEGUNDA Y TERCERA GENERACIÓN
Dentro de la semiología, hay 2 corrientes históricas: la herencia saussureana donde surge la lingüística como ciencia de la lengua (“modelo binario del signo”) y el pensamiento ternario de la significación de Frege y Peirce.
PRIMERA GENERACIÓN: Década del 50’.
Desplazó su interés al análisis de los enunciados como unidad de comunicación y ya no al código (lengua). Esta primera semiótica fue deudora de toda corriente estructuralista (Zecchetto). Prisionera del modelo binario de significación, consideraba un tipo de análisis inmanentista (característico más allá de circunstancias) que establecía 2 análisis: desde el significado, analizar el contenido del discurso, y desde la expresión, cómo se manifestaba el enunciador.
SEGUNDA GENERACIÓN: Década del 70’.
Aparición del concepto del discurso. Abrió la posibilidad de tomar a su cargo el pensamiento ternario de la significación, en ruptura con la lingüística.
Eliseo Verón propone una separación/rearticulación entre la teoría de los discursos sociales y la lingüística, para alejarse de análisis interno del discurso (porque cuando se analiza un texto se lo pone en relación con algo externo, inseparable de concepción mecánica entre discurso y contexto).
TERCERA GENERACIÓN: Década del 80’.
Intentan responder sobre la interacción de un texto con su contexto de recepción. Necesario abrir la semiótica al cognoscitivismo (comprensión en base a relación) de otras disciplinas, para redefinir indagación sobre los sujetos de la comunicación, analizar su postura mental, estrategias y situaciones.
Un nuevo paradigma: el interaccionismo. Es decir, descripción de la comunicación en sus múltiples aspectos, formas discursivas y análisis de los anunciados ubicados en sus contextos empíricos.
MIJAIL BAJTIN
Lingüista ruso que consideraba que la propuesta de Saussure acentuando la lengua hablada es limitada porque hace hincapié en el código y en la pasividad sobre el receptor, desentendiendo la riqueza discursiva.
Géneros discursivos
Los géneros discursivos sirven para matizar la oposición saussureana entre lengua y habla. Eje de estudio serán los enunciados: actividades heterogéneas que se tejen con enunciados anteriores y muestran al receptor como otro presente en la comunicación.
Para Bajtin, los géneros discursivos permiten la comunicación. Las diversas esferas de la actividad humana se relacionan con el uso de la lengua, en forma de enunciados concretos y singulares. Cada esfera elabora tipos relativamente estables de enunciados, “géneros discursivos”. El reconocimiento de un género se realiza en 3 niveles de totalidad del enunciado y determinan contenido temático, estilo y estructura.
Según Bajtin, los géneros se dividen en simples (enunciados de comunicación inmediata, ej. diálogos, cartas) y complejos (condiciones culturales más complejas, absorben y reelaboran géneros simples, ej. novelas, investigaciones, enciclopedias).
Estilística
Bajtin sostiene que la poca atención que se le dio a la naturaleza del enunciado e indiferencia a aspectos genéricos llevaron a un formalismo y abstracción excesiva, desvirtuando el carácter histórico de la investigación y vínculo de lenguaje con la vida.
Como un enunciado es individual, refleja la individualidad del hablante o escritor, o sea posee estilo individual.
Cada esfera cuenta con sus propios géneros discursivos y a cada uno le corresponden diferentes estilos.
Función y condición determinadas generan géneros determinados, es decir, tipos temáticos, composicionales y estilísticos de enunciados determinados estables.
El estilo está vinculado a determinadas unidades temáticas y composicionales con los tipos de su conclusión y relación que establece entre hablante y otros.
Enunciado (unidad de comunicación) vs. Oración y palabra (unidad de lengua)
Bajtin, a diferencia de Saussure, argumenta el rol activo de ambos, el receptor y el emisor. Él dice que lo comprendido resurgirá en los discursos posteriores o conducta del oyente. Toda comprensión de un discurso vivo tiene un carácter de respuesta, en cual el oyente se vuelve hablante. La alternancia entre sujetos son las fronteras que el enunciado adopta. Entonces, al devenir en unidad real delimitada, vinculada a contexto e interlocutores, el enunciado es unidad de comunicación discursiva, mientras que las palabras y oración lo son de lengua.
Bajtin apunta que la oración no es la unidad de la comunicación debido a que no se relaciona de manera directa con el contexto de la realidad extraverbal (situación, ambiente) porque el hablante le otorga contexto, no se delimita por cambio de sujetos, no se vincula con enunciados ajenos y no provoca rta. Como unidad de la lengua, en cambio, tiene naturaleza, límites, conclusividad y unidad gramatical.
La palabra existe para el hablante de 3 maneras: palabra neutra (no le pertenece a nadie), palabra ajena (pertenece a otras personas) y mi palabra (“yo la uso en una situación y con intención, compenetrada de mi expresividad”). Dicha expresividad no le pertenece, ya que se realiza en un enunciado individual.
Todo enunciado viene a ser un eslabón de una cadena de la comunicación discursiva en una esfera determinada. Todo enunciado debe ser analizado como respuesta a enunciados anteriores dentro de una esfera. Todo enunciado ocupa una determinada posición en una esfera dada en un problema o asunto. Voloshinov sostiene que en la lengua se expresan las bases materiales de una ideología y donde tiene lugar la lucha ideológica.
Rasgos constitutivos del enunciado como unidad de la comunicación discursiva
EL TEXTO: Bernárdez, Beaugrande y Dressler, Adam
En los años 70’ se comienza a abordar el texto como unidad específica de estudio y surge la necesidad de clasificarlos.
En 1972 se celebró el primer coloquio para sentar bases de la nueva disciplina. Una teoría de los textos debía establecer una tipología que pudiera dar cuenta de todos los textos posibles. Este cambio dio lugar a la constitución de la lingüística textual.
Bernárdez sostiene que el concepto “texto” apareció desde antes, en el siglo XIV, pero con la definición de producto del habla, corpus o producto escrito. Plantea que no se puede limitar el texto escrito porque el hablado también se considera texto, tampoco es sólo “corpus” porque no es solo el lugar donde empezamos el estudio sino que el texto es el mismo centro de interés y tampoco es “cualquier producto del habla” porque no nos permitiría distinguir el texto de palabra, etc.
De aquí, propone una síntesis conceptual: “texto” es la unidad lingüística comunicativa fundamental, producto de la actividad verbal humana, con carácter social. El texto presenta 3 caracteres: comunicativo (intencionalidad, para comunicar), pragmático (busca generar reacciones) y estructurado (coherencia y cohesión interna).
Propiedades textuales
De Beaugrande y Dressler dicen que un texto es un acontecimiento comunicativo que para ser tal debe cumplir 7 normas de textualidad. De no cumplirlas, no son texto:
Tipología textual
Adam (retoma a Werlich) señala que no existen tipos puros. El texto es un conjunto de secuencias de varios tipos articulados entre sí. El texto es heterogéneo, con un tipo de secuencia textual predominante o envolvente, lo cual sirve para adscribir un tipo determinado.
Propone 5 secuencias prototípicas:
-Narración: relato en el cual se cuentan sucesos sobre base temporal.
-Explicación: aquellos que den cuenta de causas de acontecimiento y de sus consecuencias.
-Descripción: focalizan en detalles, describen características.
-Argumentación: plantea hipótesis o afirmaciones y luego den razones para justificar esa afirmación o hipótesis.
-Textos dialógicos: se producen diálogos entre personas y las reconoce por signos de puntuación (--).
Estas clasificaciones se mezclan como estructura dominante y secundaria. La dominante es la que prevalece o sobresale del texto, la secundaria es la secuencia que solo está presente en una parte.
Si una secuencia constituye el marco en que otras secuencias pueden aparecer incrustadas, envuelve a otras secuencias que se incrustan o meten en el texto, se llama secuencia envolvente (ej. artículo de opinión, dominan secuencias narrativas incrustadas, porque la secuencia que enmarca es la argumentativa, que sería la envolvente).
ROMAN JAKOBSON: Funciones del lenguaje
Hay varias formas de clasificar los textos. Para tipificarlos, se encuentran las funciones del lenguaje, lo cual permite caracterizarlo como expresivo, poético, informativo, apelativo, etc.
Roman Jakobson propuso como base el modelo matemático de la (tele)comunicación. Dicho esquema que toma, fue publicado por Shannon en 1948 como la teoría matemática de la información, y su meta era mejorar la velocidad de transmisión, disminuir distorsiones y pérdidas, y aumentar el rendimiento.
Según esta perspectiva, la comunicación es un proceso de transmisión de información a partir de un circuito (emisor-mensaje-receptor/canal, código, sin interferencias). Este esquema sirve para entender mensajes y perfeccionar la transmisión de señales entre aparatos, pero no se puede utilizar con la comunicación humana, porque en la misma, la comunicación no es lineal.
Con motivo de un congreso de lingüística, Jakobson presentó un trabajo con propósito de reflexionar sobre la especificidad de los textos poéticos desde el funcionamiento de la lengua en ellos, aprovechando el esquema. Su idea era reubicar la función poética en respuesta a teorías previas que la confundían.
Jakobson postula 6 factores de la comunicación: emisor, receptor, mensaje, contexto, código y canal. Cada uno determina una función distinta del lenguaje. Su esquema à no sirve para comunicar +2.
LAS FUNCIONES:
Jakobson propone estudiar el lenguaje en variedad de todas sus funciones, ya que es difícil hallar mensajes verbales que satisfacen sólo una función. No reside el monopolio de una u otra función sino en diferencia de jerarquías entre ellas. Si bien la estructura depende de una función predominante, no se puede no tomar en cuenta la integración accesoria de las demás funciones.
CATHERINE KERBRAT-ORECCHIONI: Competencias Comunicacionales
Hacia 1980, Kerbrat-Orecchioni reformula el esquema de Jakobson señalando los elementos influyentes en el acto de la comunicación verbal. Sostiene que comunicar es producir e interpretar enunciados, no codificar y decodificar oraciones. Las competencias lingüísticas son la capacidad de los hablantes de producir e interpretar discursos a partir del conocimiento de su lengua y competencias paralingüísticas (gestos, tonos de voz, etc.). Constituirán los modelos de producción e interpretación, comunes a todos los sujetos hablantes.
El acto de comunicación verbal encuentra filtros en:
En la categoría de receptor, ella identifica al alocutario/destinatario directo (singular o plural, nominal o anónimo, real o ficticio) que se define por ser considerado por emisor con operaciones de codificación determinadas.
Por otro lado, también identifica al no alocutario/indirecto previsto, el cual funciona como “testigo” e influye a veces en el intercambio. También existen receptores adicionales y aleatorios, cuya naturaleza no podrán prever.
Para cada uno de estos receptores, varían el número de elementos comprensibles y las propiedades internas del mensaje. Además, los destinatarios pueden estar físicamente presentes o ausentes (excepto por los receptores adicionales). Todos pueden o no tener la posibilidad de responder (comunicación simétrica/unilateral) y la respuesta puede ser inmediata o diferida.
Hay 4 clases de receptores: presente + locuente (intercambio oral cotidiano), presente + no-locuente (conferencia magistral), ausente + locuente (comunicación telefónica), ausente + no-locuente (comunicaciones escritas).
El código es multiplicado por dos, porque los generadores individuales son receptor y emisor. Las competencias de un sujeto son todas sus posibilidades lingüísticas, todo aquello que es posible de producir e interpretar.
El referente es exterior al mensaje, pero está completamente presente y perceptible, es la situación del discurso.
El canal es el soporte de significaciones como filtro suplementario al incidir en las elecciones lingüísticas.
EMILE BENVENISTE
Lingüista francés que se preocupó por la lengua como discurso y no como sistema de signos. En 1999, él retoma la postura de signos semiológicos planteada por Barthes. Se ocupa de caracterizas los sistemas semiológicos y sus relaciones. Plantea el carácter común a todos los sistemas y el criterio de pertenencia a la semiología es la propiedad de significar y su composición en unidades de significancia o signos.
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Un sistema semiológico se caracteriza por:
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Este sistema de organización es un modelo tradicional de sistema binario que reaparece en circunstancias en que la alternativa puede ser enunciada “sí/no”.
Dos principios que afectan las relaciones:
1) Principio de no redundancia entre sistemas à no puede “decirse la misma cosa” mediante dos sistemas de fundamento diferente. Ej. palabra y música. Comparten producir sonidos, no prevalece por diferencia de unidades/función.
2) Dos sistemas pueden tener un mismo signo en común sin que resulte sinonimia ni redundancia (ej. rojo de tránsito y rojo bandera). El valor de un signo se define solamente en el sistema que lo integra. No hay signo transistemático.
¿Los sistemas de signos son mundos cerrados sin conexión?
“Será determinada ante todo por la acción de un mismo medio cultural que produce y nutre todos los sistemas que le son propios.” (Benveniste).
¿Un sistema puede ser interpretado por sí mismo o necesita de otro?
Para Benveniste los subsistemas semióticos interiores a la sociedad serán los interpretados de la lengua, porque la sociedad los contiene y la sociedad es interpretada por la lengua. Los signos de la sociedad pueden ser íntegramente interpretados por la lengua. La lengua ocupa un lugar particular en los sistemas de signos porque está investida de significancia semiótica y semántica.
Lo semiótico designa el modo de significancia que es propio del signo lingüístico y que lo constituye como unidad. Está separado e indiferente a toda referencia. Lo semántico designa el modo específico de significancia que es engendrado por el discurso. El sentido que se concibe globalmente es el que realza y se divide en signos particulares, que son palabras. Lo semántico carga con el conjunto de los referentes. Su orden se da en el mundo de enunciación y universo del discurso.
Todo sistema semiológico debe estar compuesto por un repertorio finito de signos, contar con reglas de disposición que los gobiernan, más allá de la naturaleza y el número de los discursos que el sistema permita producir. En la problemática de referencia se halla el concepto de unidad. Hay unidades que no son signos porque no designan, son solo los grados de una escala cuya extensión es arbitraria (ej. sonidos).
Principio discriminador: los sistemas que se fundan en unidades se reparten entre sistemas de unidades significantes (lengua) y sistemas de unidades no significantes. (música). Con las artes de la figuración de imágenes fijas o móviles pasa algo parecido porque si partimos de que las unidades que la conforman son los colores, son una escala. Son designados, pero no designan porque es el artista el que compone y da significación. Así, también distingue los sistemas en los que la significancia es dada por el autor (arte) y los que es expresada en los elementos en estado aislado (lengua).
La lengua es el interpretante de todos los sistemas, lingüísticos y no lingüísticos, ya que funda la posibilidad de todo intercambio, comunicación y cultura. La lengua es la significancia misma.
Relaciones entre sistemas semióticos:
EL APARATO FORMAL DE LA ENUNCIACIÓN
La comunicación supera el significado de la proposición que se expresa en una frase, por eso hay dos niveles de funcionamiento:
-Enunciado: producto del proceso de la enunciación.
-Enunciación: acto de apropiación individual del sistema (la lengua). Se dispersa en deictización (interior del enunciado) y modalización (a partir de comunidad enunciativa).
El locutor se apropia del aparato formal de la lengua y enuncia su posición de locutor, por medio de índices (deícticos, mostrar algo externo al discurso) específicos como procedimientos accesorios. El locutor, a través de la enunciación se refiere al mundo por medio del discurso. La referencia es parte integrante de la enunciación. En cada discurso hay un centro de referencia interna. Se manifiesta a través de deícticos, que ponen al enunciador en relación constante con su enunciación (“emisor” es la persona real que habla, “enunciador” es la manera en la que se posiciona al interior del discurso. “receptor” es quien recibe el mensaje, “destinatario” es una construcción textual).
Todo discurso es construido para comunicar algo. Benveniste propone un abordaje teórico metodológico capaz de reconstruir los sentidos originados en una enunciación determinada, partiendo del enunciado. Para ellos, analizan mecanismos como deícticos, subjetivemas (palabras con sentimiento) y formas temporales como el tiempo verbal, siempre en la enunciación.
Marcas enunciativas
Todo enunciado nunca es objetivo. Hay elementos que nos permiten conectar un enunciado con su situación de enunciación:
*DEÍCTICOS*
Deixis proviene de deícticos, que significa mostrar. Son los pronombres. No todos los pronombres son deícticos y viceversa. Los deícticos pueden ser:
-Personas (yo, tú, él).
-Pronombres plurales (ustedes, ellos, nosotros; nosotros inclusivo (yo+vos), nosotros exclusivo (yo+él), nosotros inclusivo total (yo+tú+él).
-Localizaciones espaciales (aquí, acá, ahí, allí, allá).
-Adverbios (cerca de, lejos de, detrás de, delante de).
-Verbos como ir y venir (que indican acción), tiempos verbales P/P/F de instancia.
*SUBJETIVEMAS*
Son adjetivos y/o sustantivos que sirven para nombrar, evaluar y calificar.
El sujeto se enfrenta a 2 opciones discursivas: intentar borrar las huellas del enunciador en el enunciado para lograr efecto de verdad (discurso científico) o asumir explícitamente su opinión (“yo pienso”) o reconocerse implícitamente como fuente evaluativa (“la casa es hermosa”). Reconocer cuál es su postura es lo que permite advertir quién es el enunciador, desde qué lugar habla, qué valoraciones realiza y qué efectos pretende generar. Los sustantivos y adjetivos sirven para reconstruir la imagen del enunciador y del destinatario y la relación entre ellos.
MODALIDAD:
àDe enunciación: relación que en el sujeto establece con el enunciatario en el texto. Hay 3 tipos, aserción (declaración), interrogación e intimación (orden).
àDe enunciado: el contenido en relación a verdad o falsedad. Los modalizadores (adverbios y verbos modales ((poder, deber, haber y tener))) restringen o refuerzan el alcance de la aserción (declaración). Ej. mañana lloverá o mañana probablemente lloverá.
àDe mensaje: organización como mensaje (distribución de info, conectores, etc).
Polifonía: tomar la voz de otro para identificarse. Interacción de voces dentro de secuencia discursiva. Ej. refranes, citas, etc.
Intertextualidad: relación entre dos textos, a partir de la inclusión de uno en otro en forma de cita, directa o indirecta. Apela a competencias culturales de los receptores.
GERARD GENETTE
Amplía la noción de intertextualidad al proponer la transtextualidad para aludir a relaciones implícitas o explícitas. Plantea 5 tipos de transtextualidad:
-intertextualidad: relación entre 2 textos. Ej. cita.
-paratextualidad: relación de texto con paratexto. Ej. títulos, subtítulos, notas, etc.
-metatextualidad: relación de comentario de un texto a otro. Ej. crítica literaria.
-hipertextualidad: relación de un texto con otro del cual deriva para transformación, por imitación, parodias, fábulas y transposiciones. Ej. traducciones, resúmenes, etc.
-arquitextualidad: relación del texto con categorías generales a las que pertenece. Ej. modo de enunciación, género, etc.
DISCURSO REFERIDO
Por discurso referido se entiende mecanismo por el cual un enunciador incorpora a su propio discurso el discurso producido por otros. Hay dos modelos:
+cita directa: el límite entre texto citado y el citante es clara. En textos escritos, dada por entrecomillado, guiones y dos puntos. Mantiene marcas de enunciación originales. Si cita frase polémica, el enunciador se esfuerza por demarcar las palabras para tomar distancia y atribuirle al otro la responsabilidad. También se utiliza para generar un efecto de veracidad y/u objetividad.
+cita indirecta: se subordina al discurso citante, borra las huellas de la otra enunciación. Se supone interpretación, versión o síntesis por parte del discurso citante sobre el otro. De este modo, el enunciador se hace cargo del discurso citado y pone de manifiesto su posición ideológica.
“El discurso referido es discurso dentro del discurso, enunciado dentro del enunciado” (Voloshinov), por lo cual siempre hay actividad interpretante. La operación verbal advierte el trabajo del discurso citante sobre citado. Son importantes las formas introductorias y verbos que lo anuncian.
Los fragmentos que se insertan cumplen funciones distintas:
-Citas epígrafes: brindan datos sobre las orientaciones que el enunciado asumirá.
-Otorgarle autoridad a un texto: para justificar, por ejemplo, un medicamento, obtengo la cita de un médico que lo avale.
-Manipularse para volverla en contra de quien la profirió: boomerang que toma las palabras de otro para volverlas en su contra. Ej. político no cumple sus promesas.
Las citas, entonces, son para mostrar adhesión, distancia, sustento o para manipularla en contra de otros. En todos los casos, esa incorporación produce la irrupción de múltiples voces al interior de un discurso y junto con el diálogo interno del texto consigo mismo y otros, configuran lo que Bajtin llamó “dimensión dialógica del discurso”.
PRAGMÁTICA LINGÜÍSTICA
Es una corriente de estudios que enfoca el estudio del lenguaje desde el punto de vista de sus usos en la comunicación ordinaria. Se consolida en los años 80’. Son estudios multidisciplinarios de semiología de 3ª generación. Estudian el lenguaje, su aspecto interactivo y sus usos en situaciones/objetos concretos. Utilizan herramientas de la psicología, sociología y antropología. La pragmática toma en cuenta aportes de la filosofía del lenguaje es un movimiento que se originó a principios del siglo XX dentro de la filosofía y entendía que el lenguaje brindaba condiciones de posibilidad de construir conocimiento objetivo, además de que pensaban que era un medio de expresión del pensar. También toma en cuenta los aportes de la sociolingüística, que expresa la cantidad de palabras que generan sociedades distintas (ej. “tristeza” hay variantes en Argentina, “alegría” no).
ZECCHETTO
Planteó que la pragmática toma en cuenta estudios de disciplinas afines, en especial la filosofía del lenguaje. Según él, el positivismo lógico partía de que la realidad puede someterse a un reducido número de principios y conceptos esenciales, enunciados con lenguaje exacto. La pretensión del neopositivismo era construir una semántica veritativa que lograra armonizar el lenguaje con la realidad del mundo. Al principio, esta perspectiva se ocupará del análisis lógico del lenguaje, en el cual los neopositivistas diferenciaban a los enunciados observables de todos los demás, diciendo que en base a ellos se creaba el saber sólido y firme, porque partían de la convicción de que los problemas debían formularse de manera empírica, para ser objeto de ciencias experimentales.
Zecchetto señala la importancia de los conceptos de locucionario (acto de hablar), ilocucionario (lo que hacemos cuando hablamos) y perlocucionario (las consecuencias de lo que decimos) al estudiar el lenguaje ordinario porque se manifiestan en conjunto: los locutivos muestran los contenidos semánticos de las palabras y enunciados, los ilocutiva amplía con sus operaciones de afirmar/etc… y el lado perlocutivo señala las repercusiones que pueden producir tales actos, como envidia, etc. Por lo tanto, sólo hay que prestar atención a la situación comunicativa en sus factores reguladores prácticos y la contextualidad.
LUDWIG WITTGENSTEIN
Filósofo austríaco que denominó los juegos de lenguaje. Tuvo gran influencia en el Círculo de Viena, desarrollado en Australia en los años 20’, congregando jóvenes profesores de la Universidad de Viena preocupados por la construcción de un lenguaje común a todas las ciencias, y toda la ciencia debía partir de enunciados observables que pudieran contrastarse. La inducción y la lógica matemática permitirían construir teorías, y su proyecto integraba unificar las disciplinas y conocimientos por medio de proposiciones singulares, observacionales y con formato lógico. Buena parte de lo desarrollado en ese trabajo, fue abandonado en otro escrito posterior: “Investigaciones Filosóficas”.
De aquí hay un consenso que sostiene que su pensamiento se divide en 2 períodos: doctrina objetiva del lenguaje sin intencionalidad, y en el segundo reconocerá que el conocimiento no sólo proviene de un lenguaje lógico-matemático sino también del lenguaje ordinario que posee reglas propias.
“Juego del lenguaje” pone de relieve que hablar del lenguaje forma parte de una actividad. Esta nueva perspectiva lo condujo a proponer un análisis de corte antropológico y pragmático, al formular el principio que el significado de una palabra es su uso en el lenguaje. Wittgenstein llama juego del lenguaje al todo formulado por el lenguaje y las acciones que implica. Entender una palabra requiere comprender cómo funciona en todas las situaciones que se utiliza.
Los géneros discursivos de Bajtin pueden pensarse como noción pragmática al tratarse de enunciados que se vinculan con esferas de la actividad humana.
JOHN AUSTIN
En 1962 se publicó el libro “Cómo hacer cosas con palabras”, recopilación de una serie de conferencias del lingüista británico John Austin. Allí, el autor estudió los enunciados realizativos y los actos de habla.
De acuerdo con Austin, los filósofos encargados del estudio del lenguaje concebían que un “enunciado” solo podía “describir” algún estado de cosas, o “enunciar algún hecho”, con verdad o falsedad. Para él esta definición es insuficiente porque en el lenguaje hay expresiones (“infortunios”) que no son ni verdaderas ni falsas y que no describen.
Por otro lado, tal como Zecchetto señala en las modalidades lingüísticas Austin hace la distinción entre oraciones y enunciados. La oración es de estructura gramatical, o sea abstracta, porque es una entidad formal no realizada. En cambio, los enunciados son la emisión concreta de oraciones por parte de un hablante, realización efectiva de proposiciones en un contexto.
Dos tipos de enunciados: constatativos (aserciones descriptivas, V o F) y performativos o realizativos (no necesariamente V o F, no cognitivos, realizativo se refiere a realizar una acción).
Actos de “decir algo”:
àActo locucionario: el acto mismo de hablar es una locución. A Austin le interesa este acto para luego distinguirlo de los otros.
-Acto fonético: emisión de ciertos ruidos.
-Acto fático: emisión de ciertos términos o palabras (vocabulario, gramática).
-Acto retórico: usar esos términos con cierto sentido y referencia.
àActo ilocucionario: lo que hacemos cuando hablamos. Se basa mucho en de qué manera usamos la locución (pregunta, consejo, sugerencia, etc.) Hacer algo al decirlo, diferente de realizar el acto de decir. Doctrina de tipos de función del lenguaje son “fuerzas ilocucionarias” (distinguir fuerza y significado, es decir, sentido y referencia).
àActo perlocucionario: efectos o consecuencias que tiene “decir algo” sobre los sentimientos, pensamientos o acciones del auditorio, o de otras personas, o de quien emite la expresión. Decir algo con propósito de producir tales efectos.
Austin señala que la distinción entre estos 3 tipos es teórica, ya que en la práctica se usan mezclándolos simultáneamente.
Investigaciones de Austin sobre enunciados realizativos y clasificación de los actos lingüísticos fueron avance manifestando los vínculos entre “el decir” y la acción.
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