Altillo.com > Exámenes > UBA - CBC > Sociedad y Estado
SOCIEDAD Y ESTADO
REFORMA UNIVERSITARIA DE 1918.
La reforma es un comienzo de democratización de la universidad Argentina, que luego se extenderá a todo el continente.
Las universidades han llegado a ser el reflejo de las sociedades decadentes. Las fuerzas naturales llevan a ediocrizar la enseñanza.
Nuestro régimen universitario (aun el más reciente) es anacrónico, o sea que está fundado sobre una especio de derecho divino del profesorado universitario.
La federación universitaria de Córdoba se alza para luchar contra este régimen. Reclama un gobierno democrático.
La reforma de Matienzo, no ha inaugurado una democracia universitaria, ha sancionado el predominio de una casta de profesores.
“Hay que dejar que ellos mismos elijan sus maestros y directores”. Solo podrán ser maestros en la futura republica universitaria los verdaderos constructores de almas, los creadores de la verdad, de belleza y de bien.
Había grupos no morales deseosos de obtener el primer lugar en el primer escrutinio, para luego asegurarse el triunfo.
Se había obtenido una reforma liberal mediante el sacrificio de la juventud. Se creía haber conquistado una garantía, y de la garantía se apoderaban los enemigos de la reforma.
Sancionaron en el salón de actos la federación universitaria, y firmaron miles de estudiantes el mismo papel rectoral, declarando huelga indefinida.
La juventud levanto contra el régimen administrativo, contra el método docente, contra el concepto de autoridad, no se reformaban ni planes ni reglamentos, por temor e que alguien pudiera perder el empleo.
Fue el rector de la universidad quien dijo “prefiero antes de renunciar, que quede el tendal de cadáveres de los estudiantes”.
La juventud exige que se le reconozca el derecho a exteriorizar ese pensamiento propio en los cuerpos universitarios por medio de sus representantes.
Introducción.
Historia de una tragedia y heroica lucha por la libertad de una sociedad, intentando siempre avanzar hacia un modelo con convivencia razonable y de progreso para todos.
Existen cuatro etapas desde una perspectiva histórica para abordar la problemática latinoamericana: las guerras por la independencia, la consolidación de los países estado- nación, los golpes de estado y sucesión de gobiernos civiles débiles con dictaduras militares y populismo, y la democratización y los derechos humanos.
El monopolio comercial ejercido por la corona española, se volvió intolerable para las clases altas criollas, por un sistema colonial que la vista resultaba incomoda a sus intereses ya que limitaba sus prerrogativas.
Los abusos de la política colonial mantuvieron su estabilidad por 300 años, y al crecer los escases de recursos de los pueblos de América, creció la desconfianza en el sistema económico y político, el cual empezó a fallar.
Gran Bretaña elaboró una estrategia militar y otra comercial, enviando parte de su poderosa flota a Buenos Aires, Montevideo y Rio de Janeiro. En la lucha por expulsar a los ingleses de esos lugares, surgió el pensamiento independentista.
En toda Latinoamérica fueron los sectores urbanos los primeros en movilizarse y en cargar una responsabilidad de las luchas independentistas.
Las guerras por la Independencia.
El primer estallido exitoso fue la revolución de Mayo (1810) en el Rio de la Plata, para que en 1816 el Congreso de Tucumán declarara la independencia definitiva de las provincias Unidas del Río de la Plata. Mientras que en México se declaró la independencia en 1813.
Con la decisión de reconquistar Chile (1814), en enero de 1817 José de San Martín cruzo la Cordillera de los Andes y luego del triunfo en la Batalla de Chacabuco, entraron en Santiago. Luego de la liberación de Chile, se preparaban para marchar sobre Perú, quien concentraba las fuerzas españolas de América, apoyados por el gobierno de Buenos Aires. “La anarquía se había hecho presente con la sublevación y con las exigencias de las provincias por un sistema federal de gobierno”.
Años después de 1817 se logró incorporar al Uruguay al Imperio del Brasil con el nombre de Provincia Cisplatina.
En 1825 se organizó en Buenos Aires la expedición “Los 33 orientales” que ansiaban expulsar a los invasores imperiales en la que se anuló la incorporación de Brasil, lo que generó que éstos le declaren la guerra a las Provincias Unidas. Febrero de 1827 Argentina triunfó sobre el imperio.
Gran Bretaña intercedió entre ambos contendientes, firmaron acuerdo en 1828, en el que se estableció la Independencia de la Banda Oriental, que pasó a dominar la República Oriental del Uruguay.
La independencia en Perú fue proclamada el 28 de julio de 1821. Los realistas se replegaron hacia la sierra y el altiplano con una guerra que prosiguió hasta 1825, que con la derrota de los ejércitos monárquicos en Perú y Bolivia, todas las antiguas colonias y posesiones españolas de América del Sur quedaron liberadas.
Después de la guerra contra España, se inició una lucha entre proteccionistas y librecambistas (federales y unitarios – conservadores y liberales).
Los virreinatos de la mayoría de América del Sur se transformaron en lo que ahora son México, Guatemala, Honduras, El Salvador, etc. Quienes una vez independientes tuvieron problemas para encontrar un sistema político institucional estable.
VISTA PANORAMICA DEL SIGLO XX (Pág. 105)
El 28 de junio de 1992, el presidente francés se desplazó hacia Sarajevo con el objetivo de hacer patente a la opinión mundial la gravedad de la crisis de Bosnia. Eligió aquella fecha porque era el aniversario del asesinato de 1914 del archiduque, que desencadenó el estallido de la primera guerra mundial.
En 1989, todos los gobiernos pudieron asistir a un seminario sobre los acuerdos de paz posteriores a ambas guerras mundiales, con el objetivo de que no los olviden.
A finales de 1980 y los primeros años de 1990 se dio por terminada una época de historia del mundo, para comenzar una nueva.
El siglo XX se extiende desde 1914 hasta el fin de la segunda guerra mundial, comprende grandes crecimientos económicos y transformaciones sociales más profundas que cualquier otro período (“edad de oro”).
La última parte de este siglo fue una era de descomposición, crisis, incertidumbre, y hasta de catástrofes.
Empieza la primera guerra mundial, marcando un derrumbe en la civilización occidental del siglo XIX; una civilización capitalista desde un punto de vista económico, liberal en su estructura jurídica y constitucional, y burguesa por la imagen de su clase.
Se desencadenó una crisis económica mundial, que parecía que podría llegar a poner fin a la economía mundial global, creada por el capitalismo liberal del siglo XIX. Mientras esto pasaba, las instituciones de la democracia liberal desaparecieron, entre 1917 y 1942.
Lo que permitió salvar la democracia fue la alianza (temporal) entre el capitalismo liberal y el comunismo contra el fascismo (1930-1940). La victoria de la Unión Soviética sobre Hitler fue el gran logro del régimen instalado en aquel país por la revolución de octubre. Aquella revolución de octubre, tenía como objetivo acabar con el capitalismo a escala planetaria, sin embargo, el resultado fue salvar a su enemigo al darle incentivo para reformarse desde dentro al final de la segunda guerra mundial.
El capitalismo logró sobrevivir al triple reto de la depresión, el fascismo y la guerra, para luego tener que hacer frente avance global de la revolución.
El socialismo, sistema económico improvisado, no se era considerado como una alternativa confiable para la economía capitalista, a escala mundial. Lo que lo hizo parecer así, fue la Gran Depresión de 1930.
El capitalismo inició la edad de oro (1947 – 1973), unos años que produjeron un gran impacto en la transformación económica, social y cultural. Período con mayor trascendencia histórica. Implicó transformaciones que aún no han concluido. Se terminó la era en la que la mayoría de la raza humana se sustentaba practicando agricultura y ganadería.
A pesar de que el enfrentamiento capitalismo – socialismo se centraba en temas de religión, la repercusión más importante de la revolución de octubre su el haber acelerado la modernización de países agrarios atrasados.
Aun así, el acontecimiento más destacado luego de la edad de oro, fue el hundimiento del socialismo soviético, acompañado de decenios de crisis afectando a todo el mundo. La edad de oro había creado una economía mundial universal cuyo funcionamiento trascendía las fronteras y las ideologías estatales. Pero estas ideas resultaron debilitadas.
Comenzó un período de dificultades en las que los países capitalistas buscaron soluciones radicales, ateniéndose a los principios del mercado libre sin restricción, que rechazaban las políticas que habían dado buenos resultados en la economía mundial durante la edad de oro. El capitalismo tambaleaba (desempleo masivo, depresiones cíclicas, enfrentamiento entre los sin hogar y las clases acomodadas, ingresos limitados del estado, gasto público sin límite). Los países socialistas se vieron en un hundimiento, que puede marcar el fin del siglo XX corto.
Se vio que la crisis mundial no era solo económica, sino que también política. El colapso de los regímenes comunistas entre Istnia y Vladivostok destruyó el sistema internacional que había estabilizado las relaciones internacionales durante 40 años y reveló la precariedad de los sistemas políticos nacionales que se sustentaban con esa estabilidad.
LA FORMACION DEL ESTADO ARGENTINO. CAPITULO 1
La formación del estado es un aspecto constitutivo del proceso de construcción social. Esto se forma mediante circunstancias históricas como la estructura de las clases o las relaciones económicas internacionales. Pero también influye de gran manera las posiciones tomadas y los recursos movilizados para resolverlas (incluido el estado).
La formación del Estado implica a su vez, la conformación de la instancia política que articula la dominación de la sociedad y la materialización de la misma. Lo que define “la estatidad” es el surgimiento de una instancia de organización del poder y del ejercicio de la dominación política. Es una relación social y un aparato institucional.
Para un Estado Nacional se necesita: capacidad de externalizar su poder, capacidad de institucionalizar su autoridad, capacidad de diferenciar su control, y capacidad de internalizar una identidad. El Estado Nacional surge a partir de una relación con una sociedad civil que tampoco ha adquirido el carácter de sociedad nacional.
El estado presupone la existencia de condiciones materiales que posibiliten la expansión e integración del espacio económico (mercado) y la movilización de los agentes que lo hacen funcionar.
Unos de los factores que explican parte de las características que fue asumiendo el Estado en los países de la región son el legado colonial, la relación en la “expansión hacia afuera” y la dinámica del propio Estado.
El origen, la expansión y especialización de las instituciones estatales resultarían de intentos por resolver la creciente cantidad de cuestiones que va planteando el contradictorio desarrollo de la sociedad. La expansión del aparato estatal deriva del creciente involucramiento de sus instituciones en áreas problemáticas de la sociedad, frente a las que adoptan posiciones respaldadas por recursos de dominación.
Todo acto de apropiación depende de la combinación de fuerzas sociales que lo enmarcan. Pero de alguna forma, siempre están respaldados por una fuerza del Estado.
La suplantación del Estado Colonial por un Estado Nacional se debió a que, en parte, en su origen, la mayoría de los movimientos emancipadores tuvieron un carácter municipal, limitados generalmente a la localidad de residencia de las autoridades coloniales. A medida que consiguieron suscitar apoyos, se fueron expandiendo hasta adquirir un carácter nacional. Los aparatos estatales del período independentista estaban constituidos por un conjunto de instituciones administrativas y judiciales locales. A estos aparatos se le superpusieron órganos políticos con los que se intentó sustituir el sistema de dominación colonial con el fin de establecer un polo de poder alrededor del cual constituir un Estado nacional.
El período independentista se caracterizó por tendencias secesionistas que desmembraron los virreinatos y modificaron el mapa político de América Latina. La estructuración de los nuevos estados se vio condicionada por la inexistencia de interdependencia real entre señores de la tierra (que se sometería a uno de ellos en función de lucha por el poder) y la acción de la burguesía urbana (que mantendría contacto con el exterior).
La gran expansión del comercio mundial y la disponibilidad e internalización del flujo de capitales financieros, abrieron en América Latina nuevas oportunidades de inversión y diversificación de la actividad productiva e intermediadora.
Ante los sectores dominantes de la época, el Estado Nacional era la única instancia capaz de movilizar los recursos y crear las condiciones que permitieran superar el desorden y el atraso. Resolver estas cuestiones, exigía consolidar el pacto de dominación de la burguesía y reforzar el precario aparato institucional del Estado Nacional.
Lo que definía el carácter nacional de estos estados es la reiterada capacidad de ejercer el control e imponer el mando sobre territorio y personas.
“Orden y progreso”. Un Estado capaz de imponer el orden y promover el progreso era casi por definición, un Estado que había adquirido como atributos la capacidad de institucionalizar su autoridad, diferenciar su control e internalizar una identidad colectiva. Pero esto contaba con un supuesto grado de “presencia” que los nuevos estados no contaban. Lo que le da sentido a la constitución de Estado y sociedad es tomar parte en el proceso de resolución de estas cuestiones.
Dependiendo principalmente de la naturaleza de los bienes primarios exportables que constituyeron la base de la inserción en el mercado internacional, se fueron conformando relaciones de producción e intercambio que condicionaron las modalidades de intervención del estado. Esto favoreció la expansión de la economía exportadora, y a su vez, ese siglo se llevaron a cabo obras de infraestructura como puentes, puertos, ferrocarriles. Con la expansión económica se produjo un incremento en el valor de compraventa de tierras, el volumen de las importaciones y las operaciones financieras. La acción del Estado resultó clave para la materialización de estos cambios, a través de la inversión directa, el crédito fiscal, la legislación y la creación de unidades administrativas, el Estado pudo ofrecer seguridad a las personas.
EL FUTURO DE LA DEMOCRACIA
Democracia: un conjunto de reglas que establecen quién está autorizado para tomar las decisiones colectivas y bajo qué procedimientos.
Todo grupo social tiene la necesidad de tomar decisiones obligatorias para todos los miembros para su sobrevivencia. Y estas son tomadas por individuos. Es necesario que sea tomada con base en las reglas que establecen quienes son los autorizados a tomarlas y cómo. El régimen democrático se caracteriza por que se le da a un gran número de miembros la decisión de tomar de a quién atribuirle el poder de tomar las decisiones. (Solo votan mayores de cierta edad)
Proceso constante de democratización: países que aumentaron progresivamente el número de votantes.
Es indispensable que aquellos que deciden, se planteen alternativas reales y estén en condiciones de seleccionar entre una u otra. Por eso, es necesario que les sean garantizados los llamados derechos de libertad de opinión, de expresión de la propia opinión, de reunión, de asociación, etc. Esos derechos en los cuales nació el Estado liberal
La democracia nació de una concepción individualista de la sociedad, por la cual una sociedad toma forma de sociedad.
El modelo ideal de la sociedad democrática era el de una sociedad centrípeta, y la realidad es una sociedad centrífuga, que no tiene un solo centro de poder, sino muchos.
La democracia moderna, que nació como representativa, debería haber sido caracterizada por la representación política, es decir, por una forma de representación en la que el representante, al haber sido llamado para velar por los intereses de la nación, no puede ser sometido a un mandato obligatorio. El principio en el que se basa la representación política es lo contrario a la representación de intereses, en la que el representante, está sometido a un mandato obligatorio.
La misma democracia moderna, nació también como método de legitimación y control de las decisiones políticas en sentido estricto, donde el individuo es tomado en consideración en su papel general de ciudadano y no en los papeles de estudiante, trabajador, soldado, etc.
La prohibición del mandato imperativo (regla sin sanción) se transformó en una regla constante de todas las constituciones de democracia representativa. Y fue la norma más violada ya que estamos hablando de una sociedad compuesta por grupos relativamente autónomos, que luchan por la supremacía para hacer valer sus intereses en contra de otros grupos.
Lo que se denomina sistema neo corporativo es la relación que se ha instaurado entre los grandes grupos de intereses contrapuestos y el parlamento, caracterizado por una relación triangular en la que el gobierno, interviene únicamente como mediador entre las partes sociales. Forma de solución de los conflictos sociales, que utiliza un procedimiento que no tiene nada que ver con la representación política.
Se distinguen cuatro fases en el desarrollo de la democracia desde el siglo pasado hasta hoy: la etapa actual (democracia en equilibrio) *****
Hasta que los dos grandes bloques de poder (la empresa y el aparato administrativo) no sea afectados por la democratización, el proceso democrático no podrá considerarse realizado plenamente.
Otra de las falsas promesas de la democracia real es la eliminación del poder invisible. La superioridad de la democracia está basada en la convicción de que el gobierno democrático pudiese finalmente dar vida a la transparencia del poder, “poder sin mascaras”. “todas las acciones referentes al derecho de otros hombres cuya máxima no puede ser publicada, son injustas”.
¿Quién controla a los controladores? Si no se encuentra una respuesta a esta pregunta, la democracia como advenimiento del gobierno visible, está perdida
La sexta falsa promesa se refiere a la educación de la ciudadanía. La democracia no puede prescindir de la virtud, entendida como amor a la cosa pública, porque al mismo tiempo debe promoverla, alimentarla y fortalecerla
Estas falsas promesas no se podrían cumplir por el hecho de que el proyecto democrático fue pensado para una sociedad menos compleja que la que hoy tenemos, hubo obstáculos no previstos o que sobrevivieron luego de las transformaciones:
Las reglas de la democracia fueron las que introdujeron, por primera vez, las técnicas de convivencia, la resolución de los conflictos sociales sin recurrir a la violencia.
LA IGUALDAD POLITICA
Es el juicio moral por el que todos los seres humanos tienen el mismo valor, es decir, que ninguna persona es superior a otra y que se le debe dar igual consideración al bien o a los intereses de cada persona.
La igualdad política es conveniente la gobernar un Estado, no es necesario decir que el único sistema político para gobernar un Estado que deriva de su legitimidad y sus instituciones políticas de la igualdad política es una democracia, es decir que todo Estado que cuenta con igualdad política es democrático, pero no todo Estado democrático cuenta con igualdad política.
Sin embargo, los derechos fundamentales necesarios para la democracia no pueden ser legítimamente violados por las mayorías cuyas acciones están justificadas solo por el principio de igualdad política.
¿Qué instituciones políticas son necesarias para que un sistema político califique como una democracia? ¿Y por qué esas instituciones?
La descripción de democracia ideal proporciona un modelo con el que es posible comparar diversos sistemas reales. La descripción de sistema ideal tiene dos propósitos, uno es ayudar a la teoría empírica, que consiste en describir las características de eses sistema bajo un conjunto de condiciones perfectas, el otro, ayudarnos a realizar juicios morales al proporcionar un fin u objetivo ideal, que probablemente no sea alcanzar la perfección en la práctica, pero es un nivel que se debe aspirar, con el cual podemos medir el valor de lo que se ha logrado.
CARACTERISTICAS DE LA DEMOCRACIA:
La democracia consiste, no solo en procesos políticos, sino también en un sistema de derechos fundamentales.
SE NECESITAN ESTAS INSTITUCIONES |
PARA SATISFACER ESTAS NECESIDADES |
Representantes elegidos |
Participación efectiva y control de agenda |
Elecciones libres, justas y frecuentes |
Voto igualitario y participación efectiva |
Libertad de expresión |
Para la participación efectiva, el conocimiento iluminativo y el control de la agenda |
Fuentes de información alternativas |
|
Autonomía de asociación |
|
Inclusión de todos los miembros del demos |
Participación efectiva del demos, voto igualitario, conocimiento iluminativo y control de agenda |
Los sistemas democráticos deben seguir el deseo de la mayoría de la sociedad o de la mayoría de sus representantes
Si asumimos que:
Entonces se entiende que
POLIARQUÍA llama Dahl a la democracia moderna. Poliarquía es gobierno de muchos. Los cinco criterios que el da para que haya una democracia lo conduce a una poliarquía.
Se puede relacionar con tres falsas promesas planteadas por Bobbio, la primera es la de Pluralismo, como decía Bobbio no existe el pluralismo sin el individualismo, y Dahl llama a la r pluralismo. La segunda falsa promesa con la que se puede relacionar, es con “reivindicación de los intereses” lo cual Bobbio plantea que no existe una democracia en donde la sociedad lucha por intereses generales, sino bien, por intereses individuales y esto sucede en una sociedad grande, que es para Dahl la poliarquía; y por último, la tercer falsa promesa que es la del “ ciudadano no educado” en donde Bobbio plantea que se necesita una sociedad con conocimientos, en donde cada individuo esté capacitado y contenga información, lo que hoy en día no existe.
LA REVOLUCION CULTURAL
La mejor forma de aproximarnos a la revolución cultural es a través de la estructura de las relaciones entre ambos sexos y las distintas generaciones, o sea, a través de la familia y el hogar.
La mayoría de la humanidad tenía en común las características de por ejemplo, la superioridad del marido sobre la mujer, de los padres sobre los hijos, que las familias eran numerosas, etc.
Las familias eran un núcleo en la que la mujer trabajaba para su familia (para el marido y sus hijos). Esto empezó a cambiar a partir del siglo XX, cuando se empezaban a conocer divorcios, en los países occidentales (al menos uno por cada cincuenta y ocho bodas), aumentando así la cantidad mucho más para finales de los años sesenta.
Esto fue acompañado de una disminución en las ganas de tener hijos, de una aceptación hacia la bisexualidad y de un aumento en la cantidad de gente que vivía sola. Estos cambios se generaban generalmente por actitudes públicas sobre la orientación sexual, la pareja, la procreación. Por ello se dice que ésta fue la época de la liberalización extraordinaria tanto de heterosexuales como de homosexuales.
A partir de los años 60 comenzaron a legalizar una serie de hábitos a partir de estos cambios, como las actividades homosexuales, el divorcio, la venta de anticonceptivos, hasta el aborto (1978). Pero esto no afectó igual a todo el mundo, el divorcio seguía siendo mal visto en los países católicos.
Los jóvenes, que desarrollaban conciencia propia desde la pubertad, se convirtieron en un grupo social independiente. Y el surgimiento del adolescente como agente social consciente recibió un reconocimiento cada vez más grande, que entusiasmaba a los fabricantes de bienes de consumo.
La juventud paso a verse como una etapa que te preparaba para la vida adulta. En los años sesenta se rebajó la edad de voto a los 18 años, junto con el consentimiento para las relaciones sexuales.
El porcentaje de ancianos aumentaba, se llegaba antes a la jubilación con la idea de recortar gastos laborales. Los ejecutivos, los trabajadores manuales y los administrativos que perdían sus empleos les costaban mucho encontrar uno nuevos.
Lo que también generó la cultura juvenil, es que se convirtieron en dominantes de las economías desarrolladas de mercado, en parte porque cada nueva generación de adultos había pasado por la juvenil y estaba marcada por esa experiencia. El gran avance tecnológico les daba una ventaja.
Lo que los hijos podrían aprender de sus padres era menos evidente que lo que los padres podrían aprender de los hijos. Se invirtieron los papeles generacionales.
La tercera revolución que causo la cultura juvenil en las sociedades urbanas fue su internacionalización. Los tejanos y el rock se convirtieron en marcas de la juventud moderna.
Los adolescentes que entraban en el mundo laboral al finalizar el periodo mínimo de escolarización gozaban de un poder adquisitivo mucho mayor al de sus padres gracias a la prosperidad de sus padres, que ya no necesitaban tanto las aportaciones de sus hijos al presupuesto familiar.
El boom de la cultura adolescente mostró su fuerza en el mercado de artículos propios de muchachas adolescentes, como blusas, faldas, cosméticos y discos. Los conciertos de música pop recibían mucho público femenino. El negocio discográfico creció a niveles enormes.
El abismo generacional se vio cuando se separaban las generaciones de antes de 1925 y después de 1950. Los jóvenes Vivian en sociedades separadas de su pasado. No tenían forma de entender el pasado. Este abismo estuvo presente hasta los años 60. Este abismo afectó mucho a aquellos que habían quedado al margen de los acontecimientos políticos del siglo, o que nos e habían formado una opinión acerca de ellos.
La importancia principal de estos cambios es que rechazaban la vieja ordenación histórica de las relaciones humanas dentro de la sociedad.
La revolución cultural de fines del siglo XX debe entenderse como el triunfo del individuo sobre la sociedad. Las instituciones más afectadas por este nuevo individualismo fueron la familia tradicional y las iglesias tradicionales de occidente. La liberación de la mujer, o más exactamente, la demanda por parte de las mujeres de más medios de control de natalidad, incluido el aborto y el derecho al divorcio, abrió la brecha más honda entre la iglesia y la familia.
La revolución cultural se hizo sentir con más fuerza en las economías de mercado industrializadas y urbanas del capitalismo.
LA REVOLUCION SOCIAL
El cambio social más drástico de la segunda mitad del siglo XX es la muerte del campesinado. Desde siempre, la mayoría de los seres humanos había vivido de la tierra y los animales. Excepto en Gran Bretaña, agricultores y campesinos siguieron siendo una parte importante de la población activa, incluso en países industrializados, hasta bien entrado el siglo XX.
Para principios de los años 80, ningún país al oeste tenía una población rural mayor al 10%, incluyendo a América Latina (al término de la segunda guerra mundial). Solo tres regiones del planeta seguían estando dominadas por sus pueblos y sus campos: El áfrica subsahariana, el sur y el sureste asiático y China.
Todo esto se logró gracias a un extraordinario salto en la productividad con un uso intensivo de capital por agricultor. En los países ricos y desarrollados los campesinos tenían a su disposición grandes cantidades de maquinaria. La agricultura ya no necesitaba la gran mano de obra de la era pretecnológica y el transporte moderno hacía innecesario que tuvieran que permanecer en el campo.
En las regiones pobres del mundo la revolución agrícola se dio de forma incompleta. De no haber sido por el regadío y la llamada revolución verde (incremento de la productividad agrícola por medio la siembra de variedades mejoradas de granos, uso de fertilizantes, plaguicidas y riego) gran parte del sur y sureste de Asia habrían sido incapaces de alimentar a una población en rápido crecimiento. Y sin embargo, en conjunto, los países del tercer y parte del segundo mundo dejaron de alimentarse a sí mismos, y no producían los excedentes alimentarios exportables que serían de esperar en países agrícolas.
El mundo de la segunda mitad del siglo XX se urbanizó como nunca, en parte debido al éxodo del campo a la ciudad. Las aglomeraciones urbanas más grandes se encontraban en el tercer mundo, mientras que las ciudades del mundo desarrollado se disolvían debido a la huida de las personas hacia los suburbios y ciudades satélites. Servicios comerciales y de entretenimiento se fueron desarrollando en los distintos barrios y complejos residenciales suburbanos, junto con grandes redes periféricas de circulación subterránea.
En cambio, la ciudad del tercer mundo estaba dispersa y mal estructurada, aunque conectada igualmente por redes de transporte público y un sinfín de autobuses.
Otro cambio social drástico y mucho más universal fue el auge de las profesiones, para las cuales se necesitaban estudios secundarios y superiores. La demanda de espacios de enseñanza secundaria y, sobre todo, superior, aumentó extraordinariamente. El estallido numérico se sintió con fuerza en la enseñanza universitaria, hasta entonces poco común. Las mayores poblaciones estudiantiles se encontraban en países no avanzados, como Ecuador y Perú.
Era evidente para los planificadores y los gobiernos que la economía moderna exigía muchos más administradores, maestros y peritos técnicos que antes, y a que a éstos había que formarlos en alguna parte. La enseñanza superior se convirtió en la mejor forma de conseguir ingresos más elevados y un nivel social más alto.
La mayoría de los estudiantes provenían de familias más acomodadas que el término medio, pero no necesariamente ricas.
La gran expansión económica mundial hizo posible que una gran cantidad de familias humildes pudieran permitirse que sus hijos estudiasen a tiempo completo. El estado de bienestar occidental proporcionaba abundantes ayudas para el estudio. A medida que la cantidad de estudiantes aumentaba, los gobiernos multiplicaron los establecimientos que pudieran absorberlos, especialmente en los años 70.
Esta multitud de jóvenes y sus profesores eran transnacionales. Sus ideas y experiencias se desplazaban y comunicaban más allá de las fronteras nacionales. Eran radicales y explosivos y tenían una eficacia única a la hora de expresar el descontento político y social de forma nacional e incluso internacional. A causa de la revolución de mayo de 1968 en Paris, se generó un estallido mundial simultáneo donde los estudiantes se rebelaron desde EEUU y México hasta el bloque socialista. Sin embargo, distó mucho de ser una revolución ya que por más numerosos y movilizarles que fueran los estudiantes, no podían llevar a cabo una revolución solos y tras veinte años de mejoras para los asalariados de las economías de pleno empleo, la revolución era lo último en lo que pensaban las masas proletarias.
Tras el fracaso de la revolución de los grande sueños de 1968, algunos estudiantes radicales intentaron realmente llevar a cabo una revolución por su cuenta formando grupos terroristas, pero rara vez tuvieron una incidencia política seria. Donde amenazaron con tenerla, fueron suprimidos rápidamente.
La explosión de descontento estudiantil se produjo en el momento culminante de la gran expansión mundial, porque estaba dirigido contra las características propias de esa sociedad y no contra el hecho de que la sociedad anterior no hubiese mejorado suficientemente las cosas. El hecho de que el nuevo radicalismo procediese de grupos que no estaban afectados por el descontento económico estimuló a los grupos acostumbrados a movilizarse por motivos económicos a que descubrir que podían pedir a la sociedad mucho más de lo que imaginaba. Como consecuencia se generó una oleada de huelgas de obreros en demanda de salarios más altos y mejores condiciones laborales.
A diferencia de las poblaciones rural y universitaria, la clase trabajadora industrial no experimentó grandes alteraciones hasta los años 80 cuando comenzó a entrar en decadencia.
Al final de los años dorados, gran parte de la población mundial eran trabajadores industriales. Pero durante los años 80 y 90 las viejas industrias entraron en decadencia a causa de la crisis económica y por primera vez en 40 años se produzco un paro masivo.
Al mismo tiempo, durante los años 80, se formó en los países desarrollados una especie de aristocracia obrera conformada por la mano de obra cualificada y empleada en tareas de supervisión, que pasaron a tener un ingreso bruto del triple que los trabajadores en peor situación. Por lo general, la clase obrera más beneficiada consideraba que con sus impuestos estaba subsidiando a los “subclase”, a aquellos que vivían del sistema de bienestar público. Así, los trabajadores cualificados y respetables se convirtieron en partidarios de la derecha política y se marcharon de los centros de la ciudades, al mismo tiempo que las industrias se mudaban a la periferia y al campo, dejando que los viejos barrios urbanos de clase trabajadora se convirtieran en centros de marginados con problemas sociales y dependientes de los subsidios públicos.
Un cambio importante que afectó a la clase obrera fue el papel de una importancia creciente que pasaron a desempeñar las mujeres. A finales del siglo XX, el trabajo de oficina, en las tiendas y en determinados tipos de servicios experimentó una fuerte feminización.
La entrada masiva de mujeres casadas en el mercado laboral y la extraordinaria expansión de la enseñanza superior configuraron el renacer de los movimientos feministas, sobre todo en los países desarrollados de los años 60. Así, las mujeres, como grupo, se convirtieron en una fuerza política destacada.
Los motivos por lo que las mujeres en general, y las casadas en particular, se lanzaron a buscar trabajo remunerado tenía que ver con la preferencia de los empresarios por la mano de obra femenina en vez de masculina por ser más barata y tratable, y por el número cada vez mayor de mujeres en el papel de cabezas de familia.
Sin embargo, en el tercer mundo, la gran mayoría de las mujeres de clase humilde permanecieron apartadas del ámbito público, excepto un reducido sector de mujeres excepcionalmente emancipadas y avanzadas, principalmente de clase alta. Este reducido sector de mujeres contaba con un espacio público propio en los niveles sociales más altos, en donde podían actuar de forma más o menos igual que en Europa y Norteamérica.
En el mundo socialista casi la totalidad de las mujeres formaban parte de la población asalariada. El comunismo era un defensor de la igualdad y la liberación femenina.
EL TERCER MUNDO
La gran explosión demográfica de los países pobres del mundo fue el cambio más fundamental del siglo XX. Los altos índices de mortandad que frenaban el crecimiento de la población, fueron detenidos con el avance tecnológico en forma de medicinas modernas y de la revolución del transporte, barriendo el mundo de los países pobres. Aunque las economías de los pobres y los ricos crecieron al mismo ritmo, aumentó la diferencia entre ambas clases.
Algunos países con poblaciones muy grandes, tuvieron que tomar medidas como que sus gobiernos emprendan campañas de coacción para imponer control sobre la natalidad o “planificación familiar”, pero no era forma de resolver la superpoblación.
El mundo estaba cada vez más lleno de repúblicas parlamentarias con elecciones libres y de una minoría de repúblicas democráticas populares.
El predominio de los regímenes militares unía a los estados del tercer mundo. La india sigue siendo el ejemplo más impresionante de un país del tercer mundo, que ha sabido mantener de forma ininterrumpida la supremacía del gobierno civil.
La política de los militares, al igual que los servicios de información miliares, llenaba el vacío que dejaba la ausencia política o de servicios ordinarios. Funcionaba con inestabilidad e inseguridad. Fue adueñándose cada vez más de países tercermundistas.
Después de la revolución mundial y de la descolonización, parecía no haber futuro para los viejos programas de desarrollo basados en el suministro de materias primas al mercado internacional dominado por los países imperialistas.
Los estados más ambiciosos decidieron acabar con su atraso agrícola mediante una industrialización sistemática. Hasta los menos ambiciosos querían desarrollar sus propios recursos. El petróleo se nacionalizó. Los que tuvieron menos éxito fueron los países con falta de técnicos, administradores, economistas.
El desarrollo, dirigido o no por el estado, no resultaba interesante para los habitantes del tercer mundo, que vivían del cultivo de sus propios alimentos, la mayoría de la gente continuaba viviendo de la agricultura. A muchos países africanos les pareció que la mejor forma de solución a sus problemas era no mezclarse con quienes les decían que el desarrollo económico les proporcionaría riquezas, sino mantenerlas a raya.
En la mayor parte del tercer mundo rural, la distinción era entre “la costa” y “el interior” o entre la ciudad y la selva. El problema era que, al ir juntos modernidad y gobierno, el interior estaba gobernado por la costa, la selva por la ciudad, los analfabetos por los cultos.
El conocimiento equivalía a poder, ya que solo quienes supieran leer y escribir podrían formar parte del gobierno nacional. Tener estudios era tener un empleo asegurado como funcionario.
La población rural se atrajo por un aspecto de la política de desarrollo económico, que afectaba a 3/5 partes de los que vivían de la agricultura, la reforma agraria. Esta iba desde la división y reparto de los latifundios entre el campesinado y los jornaleros sin tierra, hasta la abolición de los regímenes de propiedad y las servidumbres de tipo feudal, desde la rebaja de los arriendos y su reforma, hasta la nacionalización y colectivización revolucionarias de las tierras. Para los modernizadores, los argumentos a favor de la reforma agraria eran políticos, ideológicos y a veces económicos. En Irak y en Bolivia, tras la reforma, la producción agrícola cayó drásticamente.
Lo que demostró la reforma agraria fue que el cultivo de la tierra de los campesinos, podría ser eficiente y más flexible que la agricultura tradicional. Pero el argumento económico más poderoso a favor de la reforma, no se basa en la productividad, sino en la igualdad. Al final de la edad de oro, era mayor la igualdad en los países occidentales desarrollados que en el tercer mundo.
EL TERCER MUNDO Y LA REVOLUCION
El tercer mundo formaba una zona mundial de revolución realizada, inminente o posible, a diferencia del primer mundo, que se mantenía estable política y socialmente cuando comenzó la guerra fría. Pocos estados del tercer mundo pasaron de los años 50 sin revoluciones, sin golpes militares para reprimir, prevenir o realizar la revolución.
El tercer mundo fue conocido como una zona de guerra, mientras que el primero y el segundo iniciaban una larga etapa de paz. Murieron más de 19 millones de personas en las tantas guerras y conflictos que hubo (1945).
El tercer mundo tenía un potencial revolucionaria evidente para los regímenes comunistas, aunque los líderes de la liberación colonial se veían a ellos mismos como socialistas comprometidos en un proyecto de emancipación, progreso y modernización.
La unión soviética por mucho tiempo no se proponía a ampliar la zona bajo gobiernos comunistas, por lo que adoptó una visión pragmática de sus relaciones con los movimientos de liberación radicales y revolucionarios del tercer mundo
Preguntas y Respuestas entre Usuarios: