Dentro de las claves de Weber, la dictadura militar “el proceso” condujo al colapso de las instituciones y al no-Estado. La supresión de las reglas y procedimientos propios del derecho, el uso del terror como medio de control de la población, el empleo autónomo y clandestino de violencia fueron consecuencia de la disolución estatal, se suprimieron los derechos, sumisión del poder judicial, el esquema de distribución del ejercito, la marina y la aeronáutica de los ámbitos del gobierno de obtención de prebendas, la sanción de leyes y decretos secretos y la modalidad de ilegal de represión fueron entre otros lo que caracterizo la desaparición de los Estados modernos.

El gobierno era tricéfalo. La dictadura se propuso desarticular la intervención de la economía y restablecer la libertad de mercado, se buscaba a reestructuración de la sociedad, de la política y la cultura. Las principales empresas le brindaron su adhesión por coincidir en sus objetivos... Los dirigentes de los partidos políticos no se opusieron al gobierno autoritario y hasta algunos obtuvieron cargos públicos. Moore la dictadura como “revolución desde arriba” o modernización conservadora, que debía culminar con la aparición de ecónomos y políticos que aseguren una dominación estable. Los jefes de las tres armas estaban preocupados por defender prerrogativas personales y corporativas, lo que hacia no tener ambición por metas y provoco la insatisfacción de los sectores empresarios de pensamiento liberal. La persecución del movimiento sindical, la caída de salarios y la supresión de legisladores laborales eran aspectos que los patrones valoraban y apoyaban. La desorganización de la dictadura según Weber formo el capitalismo aventurero. Los más beneficiados fueron los grupos económicos concentrados y el capital nacional e internacional que encontraron oportunidades para obtener ganancias. La dictadura introdujo un actor socioeconómico: los acreedores internacionales (los banqueros de los países centrales otorgaron prestamos asegurándose de que si se retornaba a la democracia el pago seguiría vigente (continuidad jurídica). Encontraron en el endeudamiento externo una forma de fortalecer sus presupuestos para renovar armamentos y mejorar privilegios. La paridad cambiaria abarataba el valor interno de las divisas y se garantizaban ganancias, se transfirieron al Estado las deudas de las grandes empresas, que no eran el resultado de autopréstamos, acrecentando el debilitamiento del Estado. A la deuda se le sumo entre otros el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial que comenzaron a participar de las técnicas y recomendaciones. El nexo entre la deuda externa y los países acreedores supone la asociación con los intereses de las naciones acreedoras, además de las conexiones económicas y políticas entre las sociedades, si cesara el ingreso significaría un retroceso de la capacidad adquisitiva inclusive para los productos internos, lo que no beneficiaria el mercado del trabajo. El incremento de la deuda externa para la Argentina significo la entrada temprana al proceso de globalización, perjudicando la autonomía de toma de decisiones en los gobiernos posteriores a la dictadura.

“El resultado del proceso fue un sistema de crisis estatal mucho mas profunda que las existente 7 años antes”. A la pérdida de capacidad de gestión se le sumo, arbitrariedades, clientelismo, que deterioraron la administración pública. La represión supuso la complicidad de los funcionarios de numerosos organismos estatales ya sea para dar curso a demandas judiciales, para tergiversar la información de los medios de comunicación, para blanquear las propiedades robadas, para desarrollar persecuciones ideológicas en ámbito educativos y culturales. Las empresas estatales repartidas entre las tres armas se deterioraron quedando fuera del sistema de control de gestión y supervisión de cuentas y actividades. La “patria contratista”, estaba formada por los proveedores del Estado que solo le daban déficit económico mientas el capital financiero se beneficiaba con la deuda externa innecesaria.

Durante los años de los gobiernos de Alfonsin las reformas para mejorar la capacidad estatal fueron mínimas, se realizaron en áreas donde había que sacar conductas y procedimientos de la dictadura. Los cambios parecieron no dar importancia a la recuperación de eficiencia estatal en el fortalecimiento de la democracia. Para reconstruir el Estado se tuvo que despolitizar la burocracia militar para así estabilizar la democracia. La ley de “ obediencia debida”, con carácter estatal por los crímenes del proceso y eximio de castigo a lo autores materiales de los delitos, lo que se vio como privilegio a la burocracia militar y de seguridad, incidiendo negativamente en la confianza y legitimidad de las instituciones. Los problemas económicos creados en la dictadura, en especial la desarticulación de la estructura industrial y las obligaciones con la deuda externa se agravaron por la ausencia de capacidad estatal de desarrollar políticas en fomento de la producción.

El acercamiento con los grupos económicos formados en la dictadura desemboco en una relación en la que los equipos económicos del gobierno pactaban estabilidad de precios con empresarios grandes ofreciendo su buena conducta y la posibilidad de especular con las ganancias. Esta forma de operar incidió en el valor de la moneda. Según alfonsin: la crisis de Estado es la crisis de la sociedad que carece de medios para satisfacer sus propios reclamos, la escasez de recurso, significa la realización de unos y la postergación de otros.

Desde mediados del periodo radical, la privatización de alguna empresa pública despertó la oposición del peronismo, veía un atentado sobre la soberanía nacional. Las capacidades deterioradas del Estado no daban las mejores condiciones para resolver las demandas acumuladas y asegurar la gobernabilidad de los empresarios, preocupados solamente por sus negocios, las dificultades económicas llevaron a una moratoria de pagos internacional.

Con la hiperinflación los precios de los productos perdieron estabilidad, aparecieron los saqueos colocando a la sociedad ante actos de violencia, la propiedad privada debió ser preservada por los propios interesados por medio de armas y sin la intervención de fuerzas estatales. La ausencia del Estado produjo efectos de disolución de la sociedad. El desborde de los precio y la caída del valor de la moneda, fueron consecuencia de la debilidad estatal, como el resultado del exceso de presencia del Estado en la economía y en la sociedad.

( de la identidad peronista tradicional a la gestión neoliberal )

Desde la fundación del peronismo fue una fuerza política preocupada por lograr mayor equidad social y por las relaciones con el sindicalismo se asocio a la situación social y económica de los sectores asalariados y las poblaciones con menos recursos. Tratar de solucionar los problemas fue formulado hasta 1989, a partir de una división entre los intereses de una mayoría de la población , el pueblo, enfrentados a las minorías económicas, eran designados el “capital” o la “oligarquía” vinculados a intereses extranjeros. Aprovechando los avances que se realizaron en una primera etapa y las siguientes luchas y movilizaciones por reclamos saláriales, le permitió al peronismo ser un adversario social aliado a empresas. Frente a los enemigos realizaban convocatorias políticas para preservar la adhesión de sus apoyos estatales y conseguir más.

El “otro” social, el la sima del poder económico se considero instigador y beneficiarios de los golpes militares de 1955 y 1976. Lo opuesto al radicalismo es el peronismo, la UCR fue competidor permanente.

El “nosotros” se consideraba la expresión del pueblo y de la nación y como no lo apoyaban todos los votantes, se asociaron a otros frentes con otros partidos para asegurar la mayoría de los votos.

El gobierno de Menem llevo adelante una gran ruptura con la tradición peronista. Para realizar el cambio de posiciones doctrinarias no hubo mayores discusiones públicas en su partido, pero tampoco se registraron adhesiones al proyecto de desarticulación de las instituciones del intervencionismo estatal.. Los altos funcionarios se adaptaron al programa neoliberal que encuadraba en la propuesta del “otro”. El sindicalismo, cuyos dirigente gremiales peronistas estaban asociados a la intervención del estado, se encontró frente a problemas del proyecto menemista.

Los índices de desocupados, la desregulación de las relacione labórales, la precarización del empleo, los contratos basura, los retrocesos del poder adquisitivo, las privatizaciones de empresas públicas, generaron malestar social y debilitaron a los sindicatos. La poca cantidad de sindicalistas en el parlamento del peronismo fue uno de los indicadores de su retroceso y desconfianza. La oposición gremial contribuyo a aplazar la sanción o tratado de leyes que de desregulación laboral o hacer perder el manejo de las obras sociales.

La UCR volcó en la alianza los efectos de la desestructuración de su identidad, el FREPASO aporto las consecuencias de no haber articulado una organización partidaria estable y un nosotros.

Desde su creación se definió con la defensa de la ciudadanía política. El partido fue creado para lograr el buen funcionamiento de instituciones y no consideraba elaborar una plataforma propia, aducía que su programa era la Constitución Nacional. Sus ideas cívicas lo hicieron fundador la representación democrática. El perfil de la UCR era la defensa de los derechos de la ciudadanía y de la democracia. Se vincularon proyecto políticos con las aspiraciones y los intereses de la clase media, los que no estaban ausentes de los cálculos electorales