Sartori: Elementos de teoría política

En este texto, Sartori busca discutir las dos leyes de Duverger sobre los sistemas electorales, si bien su reelaboración no será tan significativa.
Las dos leyes de Duverger son las siguientes:
1) El sistema uninominal [escrutinio mayoritario a una vuelta] tiende al dualismo de los partidos.
2) La doble vuelta o la representación proporcional tienden al multipartidismo.

Para comenzar, Sartori desarrolla una discusión sobre la posibilidad de establecer leyes en ciencias sociales . En todo caso, las dos leyes de Duverger pasaran a ser tendencias.
Para continuar, primero simplifica los dos sistemas a sistema mayoritario y sistema proporcional. Esto plantea un problema de por si, porque si bien los sistemas de mayoría niegan la proporcionalidad, esta puede ser de distinto grado en los sistemas proporcionales. Así, cuanta más pequeña es la circunscripción, menor es la proporcionalidad.
¿Cuál es el efecto de un sistema electoral? Para Sartori este debe estudiarse sobre el elector, por lo que la influencia en el sistema de partidos es indirecta. De esta forma, los sistemas electorales ejercen una manipulación/presión sobre las decisiones de los electores. “Si dicha presión es fuerte, entonces diré que ele sistema electoral es fuerte. Si es débil, diré que el sistema electoral es débil” (pág. 36). Es así como, los sistemas de mayoría son fuertes mientras que los proporcionales lo serán en razón de su no-proporcionalidad.
Sartori considera, entonces, que así como hay sistemas electorales fuertes y débiles, existen sistemas de partido estructurados o no estructurados. “Un sistema partidista se convierte en estructurado cuando ele elector no sigue ya al “notable”, sino que se orienta en función de imágenes abstractas de partido o de ideologías de las que son portadoras los partidos. En concreto, un sistema partidista está estructurado cuando está compuesto de, o por, partidos de masas” (pág. 36).
Pero esto no vasta. Hay que estudiar la forma y la mecánica del sistema de partidos. Con respecto a las formas, es necesario contar a los partidos según dos reglas: si pueden formar coaliciones y si tienen capacidad de chantaje. Al mismo tiempo, la mecánica depende de si existe una fuerte polarización ideológica. Pero, para estudiar el efecto de los sistemas electorales sobre el sistema de partidos lo más importante es el formato.
¿Cuáles son estos últimos? Es fácil ver que existe un efecto reductor de los sistemas electorales mayoritarios que tienden a provocar sistemas bipartidistas. Pero, también puede haber factores multiplicadores. Ahora bien, en realidad la multiplicación es producto del sistema de partidos, lo que hace el sistema proporcional es no penalizarla. Por lo tanto, muchas veces, este sistema es un sistema sin efecto.
Tomando todo esto en cuenta, Sartori establece cinco reglas:
1) Un sistema uninominal no puede generar por si mismo un sistema (nacional) de formato uninominal, pero tenderá a mantenerlo una vez que exista.
2) Un sistema uninominal producirá, a largo plazo, un bipartidismo bajo dos condiciones: que el sistema este estructurado y que el electorado que resiste la presión del sistema este disperso.
3) Un formato bipartidista es imposible cuando subgrupos se encuentran concentrados en circunscripciones concretas. El sistema uninominal solamente reducirá frente a terceros partidos.
4) Las reglas también valen para sistemas con voto limitado o acumulativo (esta regla no importa)
5) El sistema proporcional tiene efectos reductores en proporción a su no proporcionalidad.
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Lo que puede hacer entonces Sartori es cruzar las variables sistema electoral y de partidos y establecer cuatro casillas: I) sistema electoral y partidario fuerte; II) sistema electoral débil y sistema partidista fuerte; III) sistema electoral fuerte y sistema partidista débil y IV) sistema electoral débil y sistema partidista débil.
La primera casilla se explica por si misma. La segunda indica que el efecto de bloqueo es generado por el sistema de partidos y explica porque un sistema proporcional puede no incrementar el número de partidos. La tercera marca las situaciones en las que el sistema electoral puede no reducir el número de partidos. Finalmente, la cuarta indica cuando no existe efecto.

Hecho este largo rodeo, Sartori vuelve a considerar las leyes de Duverger, aunque indica que son leyes de tendencias. Así, concluye dos:
Ley de tendencia 1: El sistema uninominal facilita un formato bipartidista y, al contrario, obstaculiza el multipartidismo.
Ley de tendencia 2: Los sistemas proporcionales facilitan el multipartidismo.