Peter Siavelis: Sistemas electoral, desintegración de coaliciones y democracia
en Chile: ¿el fin de la concertación?
(Unidad V)
La argumentación central del texto se centra alrededor de cuestionar la posición
mayoritaria entre la bibliografía que arguye que el sistema bidimensional en
Chile provoca efectos políticos que proporcionan fuertes incentivos para la
formulación y permanencia de coaliciones. El autor sostiene que la capacidad del
sistema electoral de crear incentivos para inducir la formulación de coaliciones
depende del contexto. En esta línea argumentativa debate teóricamente con dichas
posiciones que el presenta como mecanicistas.
En este sentido analiza tres niveles como ser los niveles relativos de apoyo
electoral entre partidos (o también llamados paridad de sub-pactos), la póliza
de seguros para los perdedores en las elecciones competitivas y la
sincronización y secuencia de las elecciones presidenciales y legislativas.
Por última pone en tela de juicio por las características contextuales el
mantenimiento de la coalición gobernante para las elecciones de 2005.
En términos generales la bibliografía existente plantea que el sistema electoral
estimula la formulación y conservación de colaciones y así se constituye como la
llave de la estabilidad del modelo de transición chilena. Plantean que los
sistemas electorales producen incentivos tanto sociológicos como mecánicos.
Desde tal perspectiva los incentivos parecerían ser absolutos e inmutables. En
contraposición Siavelis plantea que la propensión al mantenimiento de las
coaliciones del sistema electoral depende bastante del entorno; las
características de las coaliciones del sistema dependen del balance entre los
incentivos y los desincentivos creadas por otras variables del entorno. Desde el
retorno a la democracia los incentivos han tenido preponderancia, pero hoy las
condiciones contextuales han cambiado.
El sistema binominal y los incentivos para la formación de coaliciones.
El sistema binominal fue la opción adoptada por los militares que tenían como
intención sobre representar a la derecha y reducir el número significativos en
el país. El sistema quedó conformado con 60 distritos para los diputados, dónde
se eligen dos miembros y 19 circunscripciones para los Senadores (para un total
de 38 miembros). La combinación de distritos con magnitudes de dos y un sistema
de conteo d´hondt crea fuertes umbrales electorales. Cada coalición o partido
presenta dos candidatos por distrito. Para obtener ambos puestos la lista que
obtuvo el primer lugar debe duplicar el total de votos de la lista en segundo
lugar.
La mayoría de los teóricos concuerdan con Lavín que dice que este sistema obliga
a la formación de grandes bloques electorales, los cuales moldean sus posiciones
y terminan situándose unos cerca del otro. Lo que plantea este artículo es que
hay características institucionales del propio sistema electoral que pueden
socavar los incentivos para la formulación de coaliciones.
Sistema binominal, selección de candidatos e igualdad de sub-pactos.
La falta de un partido mayoritario y la continua existencia de un arraigado
sistema multipartidista para competir eficazmente dentro de un sistema
caracterizado por umbrales fuertes y pequeñas magnitudes, los partidos deben
formar listas pre-electorales para ganar las elecciones. Las coaliciones están
divididas en subpactos que comparten alguna afinidad ideológica y conforman una
unidad negociadora. La concertación de centro-izquierda comprende el sub-pacto
de la izquierda (el partido por la democracia y el partido socialista) y el
centro (democracia cristiana, partido radical y social demócrata) así como
varios partidos mas pequeños. La Alianza esta formado por los dos partidos de
derecha mas importantes (Renovación nacional y Democracia independiente) cada
uno con su sub-pacto centro-derecha y derecha respectivamente.
Todos los partidos saben que para pasar el umbral necesario una coalición y
también se dan cuenta que es muy difícil para las coaliciones ganar los dos
escaños. Lo antedicho hace esencial la composición de las listas de candidatos.
Los partidos buscan poner en la misma lista a su candidato con un débil (al que
pueden vencer fácilmente) o a un candidato muy fuerte (con el que ganar los dos
escaños). En las negociaciones es probable que los representantes de los
partidos principales derroten a los de los partidos pequeños, pero los primeros
no pueden ignorar simplemente sus demandas. Además, mientras las coaliciones
buscan maximizar los votos de sus listas, mientras que su candidatos pueden no
estarlo si el maximizar los votos de su lista significa que sus socios sumaran
más que ellos.
A esto hay que sumarle un elemento de gran relevancia; la concertación dividirá
las posiciones en sus listas teniendo en cuenta la opinión pública. Cuando los
sub-pactos de izquierda y centro esperan de los sondeos niveles de apoyo
similares, las negociaciones son más simples y hay mayores probabilidades de
éxito. Sin embargo, cuando existe un buen margen de distancia entre los
sub-pactos principales, podemos esperar más complicaciones y un menor éxito en
las negociaciones, las que están caracterizadas por más conflictos
intra-coalición y una probabilidad más alta de fracaso. La igualdad puede ser
entendida en dos niveles que son de votos o de escaños y ambos elementos son
utilizados en la negociación. La igualdad en los niveles de apoyo en el
Parlamento incita a la negociación por la re-nominación de sus candidatos.
Un pequeño resumen de las elecciones desde el fin del gobierno autoritario
demuestra que en 1989 las condiciones impuestas por Pinochet hicieron que las
coaliciones tuvieron poca información sobre el apoyo relativo a los partidos. La
urgencia de derrotar a los candidatos atados al gobierno anterior creo un
consenso al interior de de la Concertación produciendo una distribución
equitativo de las candidaturas entre los sub-pactos.
En 1993 las negociaciones fueron distintas debido a que el sub-pacto centro
había obtenido un 14,3% mas de escaños en el 89´ y presionó con eso para lograr
un número de candidaturas mayor al de las últimas elecciones. Aunque el
sub-pacto izquierda cedió candidaturas en el 93´, los resultados de las
elecciones estrecharon estrecharon la diferencia en los asientos entre los
sub-pactos a 6,5%. Esto dejó a la izquierda mejor posicionada para las
elecciones del 97´´. En dichas elecciones el apoyo fue muy parejo para ambos,
dando lugar en 2001 a una dinámica similar en la negociación siendo dividas las
candidaturas. Los resultados fueron fuertemente favorables para la izquierda
(12,5% de diferencia en los asientos). En consecuencia, las negociaciones para
el 2005 serían más complejas debido a la disparidad de apoyo entre los
sub-pactos de la Concertación. A esto se le sumó otras áreas de desacuerdo al
interior de la coalición y la fatiga con 12 años de gobierno de la Concertación.
Siavelis esboza que para las elecciones parlamentarias, dada la dinámica creada
por el sistema electoral, es probable que la izquierda demande mucho más y que
el centro trate de resistir.
Incluso dice que la izquierda podría pensar en listas separadas, lo que le
permitiría ganar en muchos distritos cedidos al centro y hasta promover su
propio candidato presidencial. Además ya no existe como a finales de los 80´ y
principios de los 90´ una delicada transición a la democracia.
Doblaje y el seguro político de recompensa como fuente de unidad
Aquí se demarca el problema como se posesionan las candidaturas de los partidos
en las candidaturas parlamentarias. Los partidos saben la dificultad que implica
poder doblar a la oposición para poder lograr los dos escaños, en este sentido
los candidatos más populares prefieren ir en la fórmula fuerte-débil, ya que de
esta manera tiene la victoria prácticamente garantizada. De lo contrario, el
candidato no sólo compite con la oposición sino también con su compañero de
coalición. Ahora bien, el autor se pregunta acerca de cuáles incentivos pueden
proporcionar las coaliciones para que un candidato acepte ir con otro candidato
fuerte. Según Siavelis la evidencia empírica sugiere que la coalición puede
proporcionar una suerte de póliza de seguros en forma de promesas de nominación
ministerial u otras posiciones de alto nivel (por ej una embajada) a cambio de
formar parte de una candidatura que podría resultarle riesgosa en términos de
carrera. Sin embargo es necesario para poder otorgar dichos incentivos que la
coalición tenga un presidente en ejercicio del poder que pueda dar dichas
recompensas o bien que haya elecciones simultáneas dónde haya grandes
expectativas de ganar el ejecutivo.
Elecciones simultáneas y mantenimiento de la coalición
En términos generales, un gran número de cientistas políticos han demarcado la
importancia de la sincronización y la secuencia de las elecciones en el
delimitamiento de los resultados electorales, señalando que las elecciones
simultáneas reducen la fragmentación del sistema de partidos y fortalecen la
probabilidad del que el presidente obtenga mayoría parlamentaria. En Chile el
Ejecutivo es de un período de 6 años, los miembros de Cámara de Diputados son
elegidos por 4 años y los del Senado por 8. Entre dichas elecciones están las
municipales cada 4 años. En Chile el diseño electoral sub-optimo con relación a
la sincronización y la secuencia de las elecciones.
Las investigaciones reconocen la conexión entre las elecciones legislativas y
presidenciales. El sistema electoral binominal aumenta la apuesta por un
candidato presidencial único y, a su vez, refuerza los incentivos para creación
y mantenimiento de listas compartidas para las Legislativas. El fracaso en el
acuerdo de un candidato presidencial único puede ocasionar el fraccionamiento de
las alianzas para el Congreso.
El hecho de que las elecciones no sean simultáneas trae como problema la
elección del candidato presidencial. La negociación será compleja cuando existe
un apoyo desigual entre los sub-pactos. Además, aún en el contexto de elecciones
simultáneas, cuando la victoria presidencial es incierta, los incentivos para el
mantenimiento de la coalición vinculados a la póliza de seguro político son
mucho menos probables de desarrollar. Finalmente, aún en dicho contexto, los
incentivos para al formación y mantenimiento de las coaliciones depende de si
mantiene la presidencia o la mayoría legislativa. Menores incentivos habrá para
el mantenimiento de la coalición en elecciones no simultáneas donde los
candidatos presidenciales no se beneficien e una mayoría legislativa o dónde
ocurran elecciones simultáneas pero se espera que pierda el presidente.
Un resumen de los incentivos para la disolución de la colación.
El artículo argumenta que pueden afectar negativamente los incentivos para la
formación de las coaliciones: la influencia de la paridad del subpacto, la
capacidad del gobierno para recompensar el alto riesgo electoral de los
perdedores (la póliza de seguro político) y la influencia de la sincronización
de las elecciones. El modelo no sugiere que estas sean las únicas variables que
impacten sobre la formación y el mantenimiento de la coalición.
Resumiendo:
1. la paridad de sub-pacto facilita las negociaciones. Las negociaciones para la
conformación de la lista suelen apoyarse en los resultados de las elecciones
anteriores y en el tamaño del contingente parlamentario para presionar sobre sus
socios y obtener mas escaños.
2. En términos de la capacidad del gobierno para premiar a los perdedores, el
modelo sugiere que una victoria presidencial esperada aseguraría a los
perdedores la recompensa. Alternativamente, una victoria incierta para un
presidente a una esperada derrota proporcionaría un incentivo negativo para el
mantenimiento de la coalición. Cuando las elecciones legislativas ocurren a
mitad del período presidencial tendrán menos oportunidades de proveer
recompensas concretas para los candidatos de alto riesgo ya que no hay
renovación completa de los puestos públicos.
3. Con respecto a las elecciones simultáneas una elección presidencial y
legislativa simultánea con una victoria segura proporcionaría el más fuerte
apego a la coalición e inversamente. Una elección presidencial con resultado
incierto otorgaría un incentivo moderado para el mantenimiento de la coalición,
dado que, incluso con un perdedor los partidos necesitan atravesar los fuertes
umbrales para lograr asientos en el Congreso.
Para finalizar el autor deja plantea una gran incertidumbre el relación a la
Concertación y las elecciones presidenciales del 2005 debido a varias
cuestiones. En primer lugar la democracia cristiana ha perdido un fuerte caudal
de apoyo, lo que produjo un cambio en la relación de fuerzas de los sub-pactos,
perdiendo el sub-pacto centro la posición más influyente al interior de la
coalición y dejándole su lugar al subpacto de izquierda. En el 2001 las
elecciones arrojaron el siguiente resultado: el PDC sacó el 18,9% en relación
con el 295 de la izquierda (sacaron 23 y 39 asientos respectivamente). Esta
disparidad es la más grande entre los sub-pactos desde 1989 con otro contexto
cualitativamente distinto.
En conclusión, los efectos de los sistemas electorales sobre la formación de
coaliciones son menos absolutos de lo que parecen a simple vista, subrayando
hallazgos que nos fuerzan a repensar en profundidad en la relación entre las
reglas electorales y sus supuestos resultados en términos de la dinámica
competitiva del sistema de partidos. Sin embargo, las variables analizadas
pueden afectar profundamente a las fórmulas electorales para los sistemas de
partidos.
Democracia con adjetivos. Innovación conceptual en la investigación comparativa
Collier y Levitsky
El desafío de los estudios de tratar de conceptualmente la gran variedad de
regiones post-autoritarias. Responden a ese desafío por dos vías potencialmente
contradictorias: 1) intentan incrementar la diferenciación analítica para captar
las diferentes formas de democracias que han aparecido, 2) se preocupan por la
validez conceptual, pretenden evitar el problema del estiramiento conceptual que
surge cuando el concepto de democracia se aplica a casos para los cuales no es
apropiado.
La consecuencia es la proliferación de formulas conceptuales alternativas,
incluida una sorprendente cantidad de subtipos de democracias con adjetivos.
Dicha proliferación se produjo a pesar de los esfuerzos de los principales
analistas por estandarizar el uso del término democracia en base a definiciones
procedimentales. La estandarización de su uso debe complementarse con la
evaluación de la estructura del significado que subyace a estas diversas formas
del concepto.
Objetivo del artículo:
Hacer mas comprensible la compleja estructura de las estrategias alternativas de
innovación conceptual que hay aparecido y examinar las ventajas y desventajas de
cada una de ellas.
Sartori utiliza la estrategia de ascender y descender en la escala de
generalidad, dirigida a evitar el estiramiento conceptual y aumentar la
diferenciación respectivamente. Debido a que esta estrategia no puede emplearse
para alcanzar las dos metas simultáneamente, los especialistas generalmente
optaron por otros caminos: crearon subtipos de democracias “disminuidos”,
hicieron mas “precisa” la definición de democracia agregando atributos
definitorios y redefinieron el concepto abarcante con el cual se asocia a la
democracia.
El análisis pretende estimular a los investigadores para que sean más cuidadosos
en la definición y el uso de los conceptos. Los subtipos son “contenedores de
datos”, y si el objetivo es describir los nuevos regimenes de forma adecuada
estos contenedores de datos deben emplearse clara y apropiadamente.
Mejorar la descripción a su vez, es esencialmente para descubrir las causas y
consecuencias de la democracia.
Definiciones de democracia en la investigación sobre la democratización
creciente:
Definiciones procedimentales que se emplearon con más frecuencia en la
investigación de los procesos de democratización reciente a nivel de los
regimenes políticos nacionales.
Se refieren a los procedimientos democráticos y no a las medidas políticas
sustantivas u otros resultados que pueden considerarse democráticos.
También estas definiciones son mínimas ya que buscan la menor cantidad posible
de atributos suficientes para producir un criterio viable de democracia.
Nos centramos en una definición procedimental minima que supone elecciones
completamente competitivas con sufragio universal y sin fraude masivo,
combinadas con la existencia de garantías efectivas para las libertades civiles
(de expresión, reunión y asociación). No obstante, estamos lejos de conservar
una definición única.
Estrategia de Sartori:
Escala de generalidad: que observa una relación inversa entre el numero de
atributos definitorios y la cantidad de casos, los conceptos con menos atributos
definitorios comúnmente se aplican a mas casos y por tanto se hallan mas alto en
la escala de generalidad, mientras que los conceptos con mas atributos
definitorios se aplican a menos casos y así, se ubican mas abajo en la escala.
La diferenciación conceptual se puede aumentar descendiendo en la escala de
generalidad hacia conceptos que tengan mas atributos definitorios y se adecuan a
un numero menor de casos. Este movimiento descendiente en la escala con
frecuencia se consigue a través de la creación de subtipos clásicos de
democracia. Estos subtipos son ejemplos plenos de la definición básica de la
democracia a la cual se refieren, y al mismo tiempo se diferencian de otros
subtipos clásicos a este concepto (democracia multipartidaria, parlamentaria,
federal, etc.). Sin embargo, los subtipos construidos de esta manera pueden
llevar al estudioso a caer en el estiramiento conceptual, pues hacen suponer que
los casos en discusión son de hecho democráticos. Si el caso que se esta
estudiando no llega a ser plenamente democrático, el empleo de estos subtipos
como herramientas de diferenciación conceptual puede no ser apropiado. Los
analistas buscan así, conceptos que distingan grados de democracias, además de
identificar tipos de democracias (solo a estos contribuyen los subtipos
clásicos, por lo que no han sido los medios mas recientes de diferenciación
conceptual).
Propuesta de Sartori para evitar el estiramiento conceptual:
Es ascender en la escala de generalidad hacia conceptos que posean menos
atributos definitorios y en consecuencia se apliquen a un mayor número de casos.
En este contexto, serian conceptos situados mas arriba que la democracia en la
escala de generalidad. Los estudiosos, usualmente consideran a la democracia
como un tipo especifico en relación con el concepto mas general de régimen por
lo tanto si tienen problemas para determinar si un caso particular es realmente
un régimen democrático, pueden ascender en la escala de generalidad y llamarlo
simplemente régimen.
Sin embargo, como trasladarse a un concepto tan general como régimen conlleva
una gran perdida en términos de diferenciación conceptual, los autores con
frecuencia ascienden hasta un nivel intermedio (tipos específicos de régimen),
los subtipos resultantes se vuelven mas generales que el concepto de democracia
ya que incluyen no solo elementos democráticos, sino que también algunos no
democráticos.
Las estrategias de Sartori pueden posibilitar un avance hacia uno de los
objetivos, pero no hacia los dos simultáneamente. Por ello, diferentes autores
se inclinaron por otras estrategias.
Subtipos disminuidos:
Puede contribuir tanto a lograr la diferenciación como a evitar el estiramiento
conceptual.
1- A diferencia de los subtipos clásicos, no son ejemplos plenos de la
definición clásica de democracia empleada por el autor que presenta el subtipo.
El estudio formula una proposición más modesta sobre el alcance de la
democratización y es menos vulnerable al estiramiento conceptual.
2- Debido a que los subtipos disminuidos representan una forma incompleta de
democracia, podría pensarse que poseen menos atributos definitorios y en
consecuencia, que estarían por arriba en la escala de generalidad y que por ello
proporcionarían menos diferenciación. Sin embargo, la característica distintiva
de los subtipos disminuidos es que generalmente identifican atributos
específicos de la democracia que están ausentes, estableciendo asi el carácter
disminuido del subtipo, al mismo tiempo que identifican otros atributos
ausentes, incrementan la diferenciación y el subtipo disminuido de hecho se
refiere a un conjunto de casos distintos del abarcado por la definición básica
de democracia.
Los subtipos disminuidos son un medio útil para evitar el estiramiento
conceptual en los casos no completamente democráticos. Proporcionan también
diferenciación por medio de la creación de nuevas categoría analíticas.
Otra estrategia de innovación conceptual se centra en la propia definición de
democracia y se ocupa de “precisándola” agregándole atributos definitorios como
el concepto se ha extendido hacia nuevas situaciones, las investigaciones pueden
hallar un caso particular que pueda clasificarse como democracia sobre la base
de una definición aceptada usualmente pero que a la luz de una definición mas
amplia no se lo puede considerar completamente democrático. Este desajuste entre
el caso y la definición formal puede formar a los analistas a hacer explicito
uno o mas criterios que consideran implícitos en el concepto abarcante, pero que
no están incluidos en la definición. La consecuencia de ello es el surgimiento
de una nueva definición dirigida a cambiar el modo en que se clasifica un caso
particular. Esta innovación aumenta la diferenciación conceptual agregando un
nuevo criterio para definir el corte entre democracia y no-democracia. Por ello,
la estrategia también puede impedir el estiramiento conceptual ya que así no se
aplica la etiqueta de democracia, a los casos que a la luz de este nuevo
criterio, el autor ve como incompletamente democráticos. Aunque es posible que
el uso de esta estrategia surja de la participación por adaptar el concepto de
democracia a un contexto particular, la definición modificada no debería
considerarse pertinente solo en ese contexto.
En realidad, la definición modificada puede proporcionar nuevo puntos de vista
sobre otros casos en los cuales la importancia de los nuevos atributos
definitorios no se hubiera aplicado anteriormente.
Otro intento de precisar la definición de democracia surgió de la percepción de
que en varias nuevas democracias latinoamericanas y en algunos países
excomunistas, los presidentes elegidos emplean con demasiada frecuencia su poder
de emitir decretos, esquivando las instituciones democráticas como las
legislaturas y los partidos políticos y gobiernan de un modo plebiscitario, lo
cual evidencia un grave transfondo autoritario. (Ej: Menem en Argentina, Collor
de Melo en Brasil, Fujimori en Perú). La preocupación por esas tendencias
autoritarias llevó a algunos autores a incluir los controles al Poder Ejecutivo
en si criterio procedimental para la democracia y por lo tanto a excluir los
casos de presidencialismo irrestricto. Sin embargo, esta innovación no se ha
generalizado.
Precisar la definición puede servir tanto para lograr una mejor diferenciación
como para evitar el estiramiento conceptual. Entre las estrategias alternativas
de innovación conceptual, la precisión en cierto sentido introduce el cambio mas
profundo: modifica la propia definición de democracia. La aceptación de una
innovación basada en la precisión provoca el cambio del punto de partida
definicional en la referencia al cual se ordenan todas las otras estrategias, y
se altera así el campo semántico en que están trabajando los autores. Por el
contrario, la introducción de un nuevo subtipo no afecta el campo semántico de
esa manera.
Es importante que los autores eviten la manipulación definicional en el sentido
de introducir una nueva definición cada vez que se tapan con un caso analítico.
Sin embargo, el contraste entre el primer ejemplo (el de agregar el criterio del
poder efectivo de gobernar) y el tercer ejemplo (el de agregar la AH) demuestra
que los estudiosos pueden imponer limites constructivos cuando precisan la
definición.
En el primer ejemplo se considera que la incapacidad de los gobernantes elegidos
de ejercer el poder efectivo invalida su carácter democrático. Por el contrario,
en el tercer ejemplo, a pesar de las medidas impulsadas por la mano dura del
presidente, un punto crucial es que esos presidentes son lideres elegidos, por
tanto, podría decirse que es correcto considerar que esos regimenes satisfacen
un criterio mínimo de democracia y evitar precisar la definición, en tanto: 1)
mantienen la elección presidencial y un respeto general por las libertades
civiles y la legislatura, 2) los partidos de la oposición no son proscripto o
disueltos.
Por ultimo, la iniciativa de precisión puede llevar a que se vuelvan a incluir
en la definición de democracia atributos que los estudiosos explícitamente
decidieron excluir con anterioridad.
Otra estrategia de innovación conceptual es cambiar el concepto abarcante en
relación al cual la democracia es considerada un ejemplo específico, es decir un
subtipo clásico. Así, aunque con frecuencia se vea a la democracia como un
subtipo del concepto abarcante “régimen”, cierta literatura reciente caracterizó
a la democracia como un subtipo de otros conceptos generales como “gobierno
democrático” y “Estado democrático”. Por ello, cuando se clasifica como
“democrático” a un país determinado, el significado puede variar según el
concepto abarcante al cual se refiera ese termino.
Un cambio en el concepto abarcante puede crear otro criterio para clasificar a
un caso particular como democracia, aun sin modificar o estirar el concepto de
“régimen democrático”.
Cambiar el concepto abarcante es otra manera de realizar una descripción mas
diferenciada de lo que se considera un ejemplo incompleto de democracia,
estableciendo un criterio mas alto y otro mas bajo de democracia, y afirmando
que ese tipo de países cumplen solo el criterio mas bajo.
La estrategia de cambiar entre diferentes conceptos generales puede servir para
introducir una diferenciación más rigurosa por medio de la creación de una
categoría analítica adicional.
“Sistemas electorales y partidos políticos: República federal de Alemania
(representación proporcional personalizada)” Nohlen
Elecciones desde 1949 “según los ppios de una representación proporcional
vinculada a la elección proporcional”. El sist.electoral se encuentra entre las
numerosas soluciones de compromiso, resultando luego en una solución estable. La
tarea de la Comisión era crear un sist.electoral que contuviera elementos de la
representación proporcional y de la de <ría, que debía configurarse de modo tal
que previniera un posible fraccionamiento de los p.pols.
• La representación proporcional personalizada y las reformas electorales
1949-85
El sist.de representación proporcional “personalizada” intenta combinar la
fórmula decisoria <ritaria para la ½ de los diputados y en escala de
circunscripciones uninominales; mientras que para la distribución de la
totalidad de escaños rige la representación proporcional como fórmula decisoria
y ppio de representación.
Desde la reforma de 1953, cada elector dispone de 2 votos: uno par la elección
directa de un diputado en las circunscripciones por <ría relativa, y el 2º para
votar por una lista cerrada y bloqueada de partido a escala de Land. El 2º voto
determina cuántos diputados envía c/p.pol al Bundestag. Para la atribución de
escaños debe superarse la barrera electoral del 5%, desde 1953 dicha barrera
debe superarse en la totalidad del territorio federal.
El nro de escaños que le corresponde a c/p.pol es determinado por una doble
utilización del procedimiento de conversión de votos en escaños (Hare/Niemeyer).
En la 1º operación se comprueba el nro de escaños que corresponde a c/p.pol en
el Bundestag (sólo para los que hayan superado la barrera legal); en una 2º
operación se aplica nuevamente el método Hare/Niemeyer para repartir los escaños
ya asignados a c/p.pol a nivel nac entre sus distintas listas de Land. Una vez
alcanzado dicho nro, se sustraen los escaños obtenidos en las circunscripciones
(mandatos directos). Los escaños sobrantes no conducen a la anulación del
sist.proporcional (no distorsionan la relación votos-escaños en el parlamento).
• Desarrollo del sist.de p.pol y el factor sist.electoral
En 1949 se manifiesta el peligro de formación de un sist.de p.pol
multipartidista heterogéneo, dado el éxito electoral de los p.pols recién
fundados. El proceso de concentración del sist.de p.pol iniciado en 1953, hacia
un sist.con dos polos, aunque no bipartidista, ha establecido un sist. bipolar
de 4 p.pols, aunque con una asimetría estructural. Así aparecen dos situaciones
percibidas como ideológicamente opuestas: la CDU/CSU/FDP por un lado, y SPD y
verdes por otro. Opciones para coaliciones así como variaciones del electorado
sólo se ven dentro de los 2 bloques, dentro de los cuales, en efecto, tmbn
aumente la predisposición del electorado para el cambio de uno a otro p.pol.
La tendencia a la concentración en el comportamiento del electorado y en el
sist.p.pols se produce mediante diferentes factores, entre los que el
sist.electoral es sólo uno entre otros. Primeramente es una tendencia
consecuencia del cambio soc (post 2º guerra mundial, “milagro económico de los
50s) que produjo una homogeneidad relativamente alta, y una clara diferenciación
de los conflictos socio-pols. Entre las causas pols-institucionales, se destaca
el predominio del PE sobre el parlamento, llevando a reducir el contenido de las
elecciones al Bundestag a un enfrentamiento entre los candidatos a canciller.
• Barrera legal
Dentro de la representación proporcional personalizada es “el elemento” del cual
resulta el efecto concentrador más fuerte: y al mismo tiempo ha provocado los
<res conflictos de OP. El tribunal constitucional ha considerado la capacidad
funcional del sist.parlamentario más importante que los aspectos de una
representación “justa”.
Respecto al sist.electoral debe considerarse que la distribución total de los
escaños se produce básicamente, en una circunscripción nacional. La barrera
electoral sustituye otros elementos que dificultan el acceso al parlamento, y es
un equivalente funcional para una % del país en circunscripciones, entre las que
se deben asignar todos los escaños. Ella evita el ingreso de p.pols minúsculos
en el parlamento, así como retiene al electorado de votar por ellos.
• Voto doble
Elemento de gran importancia dentro del sist.electoral. C/elector tiene 2 votos,
lo que permite un voto diferencial; aunque el 90% de los electores no opten por
un candidato de la circunscripción y por otro p.pol distinto al del candidato.
El 10% divergente se comporta tácticamente, influyendo en el resultado
electoral. S/embargo, las elecciones en circunscripciones uninominales, son ante
todo, por un p.pol; la formación de la voluntad pol no se puede imaginar
separada de los p.pols.
Hay un intención de impedir la <ría absoluta de un p.pol, y lograr la formación
de las coaliciones pols. Por lo que la frecuencia del split vote se diferencia
según los p.pols; siendo menor en los más grandes, sobre todo si éstos se
encuentran en la oposición. La importancia del voto diferencial para la
coalición pol se produce porque los electores que con el 1º voto eligen a uno de
los grandes p.pols, dan su 2º voto al pequeño p.pol que forma la coalición y con
ello contribuyen a su subsistencia, la cual hace posible la <ría en el
parlamento. Los “votos prestados” desempeñan una gran F(x) para la dinámica del
sist.p.pol en Alemania para la formación de <rías de gob. y para la alternancia
en el ejercicio de poder.
• Exceso de escaños
Puede producirse por variadas causas, entre ellas: cuando la participación
electoral en un Land está claramente por debajo del promedio de la participación
de todo el territorio electoral, o cuando un p.pol gana todos sus escaños de
circunscripción con una ventaja de votos extremadamente ajustada, mientras que
el otro p.pol alcanza su triunfo electoral en la circunscripción con una gran
ventaja de votos. Esto muy rara vez sucede, y hasta ahora no ha cumplido ninguna
F(x) respecto a la formación de la <ría parlamentaria.
• Validez y valoración de la representación proporcional personalizada
Por la estabilidad que presenta, es considerado (como el sist.británico) como
modelo de sist.electoral, olvidando fácilmente que es resultado de una solución
de compromismo, que algunas de las expectativas creadas no se han cumplido, y
que la concentración en el comportamiento del electorado y en el sist.p.pol, así
como la estabilidad del gob en Alemania, no se deben primordialmente al
sist.electoral.
• Clasificación del sist.electoral alemán
Es un sist.de representación proporcional, ya que la cantidad de escaños de los
p.pols depende, finalmente, del % de votos que obtengan. No se trata de un sist.
de representación proporcional pura (como Weimar), ni tampoco de aquellos que
tienen un fuerte efecto desproporcional. Puede incluirse más bien entre los
sists.de representación proporcional, que dificultan o hasta impiden el acceso
al parlamento de p.pols atomizados o pequeños; por lo gral no permite que el
p.pol más fuerte alcance la <ría absoluta de escaños.
La barrera legal y la alta proporcionalidad de los resultados, son los criterios
más importantes para la clasificación del sist.electoral.
• Debate e iniciativas de reforma
Aparición de 2 escuelas con sus respectivas iniciativas de reforma, se trata de:
la escuela de Heidelberg y la de Colonia-Mannheim. Ambas parten de una misma
concepción en lo relativo a la teo de la democracia: gob alternativo, dualismo
de p.pols, clara distinción entre <ría de gob y minoría de oposición, y
exigencia de que por ½ de la votación los electores determinen un gob de p.pol
(modelo británico del responsable government). Ambas parten de la hp no
cuestionada de que el sist. de <ría relativa y el sist.bipartidista se
condicionan recíprocamente.
La razones del fracaso de la reforma electoral son variadas: la actitud
refractaria del SPD por temor a la eliminación de posibilidades de participación
en el gob, así como la progresiva pérdida de los argumentos
teórico-democráticos. Hubo cambios de coalición en los Gobs. siguientes, sin
embargo debe darse fe de que es poca la influencia del elector en la elección y
constitución del gob a nivel federal.
• La unificación de Alemanica: cambios y permanencias
Con la unificación y respecto al sist.electoral, no hubo grandes cambios. Las
fuertes controversias, y los argumentos a favor de una integración más rápida y
completa de los nuevos territorios recién constituídos en el sist.electoral
occidental, respondían a razones obvias: disminuir las posibilidades del p.pol
del Socialismo Democrático, org sucesora del hegemónico p.pol
marxista-leninista. Así para las 1º elecciones se aplicó prácticamente el
sist.electoral vigente por separado en las 2 partes de la nueva República
Federal.
En una consideración global del sist.electoral, la diferencia estaba en la
presencia en el primer escrutinio de 2 circunscripciones plurinominales a cuyo
nivel se repartían los escaños a los p.pols, y la vigencia de la barrera legal a
este nivel.
Accountability Horizontal
O’Donnell Guillermo
La Accountability Horizontal (AH), esta ausente en America Latina y en otras
regiones. Las Poliarquías, satisfacen las condiciones que definen este tipo de
régimen, es decir, celebran elecciones y poseen una competencia electoral
regular libre. Sin embargo, en los países antes mencionados, estos exhiben una
AH, débil o intermitente, ya que en ellos, esta vigente la dimensión electoral
de la Accountability Vertical (AV), por medio de elecciones razonablemente
libres y regulares, los ciudadanos pueden castigar o premiar a los gobernantes
votando a favor o en contra de ellos en la próxima elección.
Las libertades de opinión y asociación, así como el acceso a fuentes de
información razonablemente variadas, permiten plantear demandas a las
autoridades públicas y eventualmente denunciar sus actos ilícitos. A esto
contribuye el funcionamiento de los medios de comunicación razonablemente
libres, también comprendidos en la definición de Poliarquía. Igualmente en las
elecciones (principal faceta de la AV) no esta claro cuan efectivos son como
instrumentos para que los votantes premien o castiguen a los gobernantes.
La existencia de la AV, implica que estas poliarquías son democráticas. Pero la
debilidad de la AH implica que los componentes liberal y republicano de mucha de
estas poliarquías son débiles.
Las tradiciones y principios que definen las poliarquías son diferentes y tienen
diferentes orígenes, por ejemplo; la democracia en Atenas, el republicanismo en
Roma y luego en varias ciudades italianas medievales; y el liberalismo en la
sociedad feudal y más tarde en la Gran Bretaña de Locke y la Francia de
Montesquieu. En varios aspectos, estas tradiciones entran en conflicto, pero hay
una importante convergencia.
Estas tres corrientes y sus afirmaciones se han combinado de modos complejos y
cambiantes a lo largo de la historia de las poliarquías formalmente
institucionalizadas, vigentes en la mayor parte de los países altamente
desarrollados. Por lo que no es correcto postular una de las tres dimensiones
como el fundamento o aspecto básico de la poliarquía.
Tres Consideraciones:
1- La necesidad de distinguir las diferentes maneras como el liberalismo y el
republicanismo dividían la frontera entre la esfera publica y privada.
2- Los descubrimientos implicados por la afirmación liberal de una esfera
protegida de derechos, por la exigencia republican de la sujeción de los
gobernantes a la ley y por la noción democrática de que quienes obedecen a la
autoridad política son al mismo tiempo su fuente.
3- La combinación compleja y cambiante de estas tres corrientes es un elemento
importante para caracterizar a las poliarquías como las democracias realmente
existentes en el mundo moderno.
Poliarquía es la condensación de varios procesos históricos, muchos de ellos
concomitantes con un fenómeno, el capitalismo que apareció casi al mismo tiempo
en la región del planeta en que nació el liberalismo.
Son contribuciones complejas e inestables de los cuatro elementos- las tres
tradiciones y el Estado-. Cada corriente enfatiza valores y concepciones de la
naturaleza humana diferentes.
Las precursoras de las poliarquías son: Gran Bretaña en primer lugar y luego
Estados Unidos y Francia. Transplantes de estas constituciones viejas a las
latinoamericanas del Siglo XIX. Por mucho tiempo y con pocas excepciones fuera
de este núcleo no prosperó ninguno de los principios contra-intuitivos de la
democracia, el liberalismo y el republicanismo. Muchas formas de dominación
política aparecieron en el Este y en el Sur, pero pocas fueron poliarquías.
Estos diferentes tipos de dominación autoritaria negaron las fronteras
protectoras del liberalismo, aunque por conveniencia o impotencia toleraron una
variada gama de actividades autónomas en la sociedad.
Accountability Horizontal:
La existencia de agencias estatales que tienen la autoridad legal y están
prácticamente dispuestas y capacitadas para emprender acciones que van desde el
control autoritario, hasta sanciones legales o incluso “impeachment”, en
relación con actos y omisiones de otros agentes o agencias del Estado que
pueden, en principio o presuntamente, ser calificadas como ilícitas. Dichas
acciones pueden afectar tres esferas principales: 1) la democracia, se resiente
por decisiones que cancelan las libertades de asociación o introducen fraude en
las elecciones. Estas son acciones importantes y preocupantes; 2) la liberal, es
infringida cuando agentes estatales violan, o permiten a actores privados violar
libertades y garantías, tales como la inviolabilidad del domicilio, la
prohibición de la violencia domestica y la tortura, el derecho de cada persona
de un juicio imparcial y otras similares; 3) la republicana, se trata de
acciones de funcionarios que electos o no, suelen ocupar altos cargos en el
Estado o el régimen.
Muchas definiciones de la AH son producto de innumerables acciones cuyos
protagonistas dan por descontado que las reglas republicanas son validas a lo
sumo de la boca para afuera y en todo caso, algo que se debe tener en cuenta
para evitar las consecuencias perniciosas de comportamiento que las niegan.
El tema central es el de las fronteras o limites en dos sentidos relacionados
entre si: 1) la separación liberal o republicana, entre una esfera publica y una
esfera privada, 2) esta implícito en la definición de AH que O’Donnell propone:
para que este tipo de Accountability sea efectivo deben existir agencias
estatales autorizadas y dispuestas a supervisar, controlar, rectificar y/o
solucionar actos ilícitos de otras agencias del estado. Las primeras agencias
deben poseer no solo autoridad legal para proceder de esta forma, sino también
“de facto”, autonomía suficiente respecto de las segundas (tema de la división
de los poderes y de los pesos y contrapesos entre ellas). Para ser efectiva,
estas agencias no pueden operar de forma aislada.
La AH es producto de redes de agencias que incluyen en su cima, porque es allí
donde “cierra” con la última palabra todo sistema legal constitucional, un poder
judicial comprometido con esa Accountability. Por lo tanto es necesario difundir
y coordinar entre varias agencias estatales incentivos adecuados para construir
la autonomía institucional requerida para cada una de ellas.
Dos direcciones fundamentales en la AH puede resultar violada:
1- Ocurre cuando una agencia estatal invade ilegalmente la autoridad de la otra:
Trasgresión
2- Consiste en las ventajas ilícitas que un funcionario público obtiene para si
mismo y/o sus asociados: Corrupción.
El liberalismo (no tiene mucho que decir sobre la corrupción), teme las
consecuencias directas o indirectas de las transgresiones de los gobernantes y
así coincide con el republicanismo (que prohíbe la trasgresión y condena la
corrupción) en la demanda de que se sometan no solo a la ley publica sino
también a un tipo de ley privada que protege las libertades y garantías que el
liberalismo cobija.
Concepción monista de la democracia, ya que ignora la idea de trasgresión. Hace
una contribución importante a la AH, que deriva de la noción democrática de que
la autoridad política proviene de los ciudadanos que se hayan en los cargos
públicos, deben tomar sus decisiones con vistas al bien de todos. Todas las
decisiones deben ser públicas en el doble sentido de que el proceso que conduce
a su adopción esta abierto a la participación general y de que el contenido de
esas decisiones deba ser puesto en conocimiento de todos. Si bien estas
expectativas democráticas no conducen directamente a la AH, acarrean la
exigencia de un alto grado de transparencia en la elaboración de decisiones
colectivas.
Demanda de transparencia: tiene una poderosa implicación anti-corrupción.
En cambio, el liberalismo es en si mismo indiferente al imperativo de la
transparencia y puede renunciar a el si con ello promueve una mejor protección
de los derechos privados que privilegia. Por su parte los gobernantes
presumiblemente virtuosos del republicanismo tienden a encontrar excelentes
razones para evitar la transparencia de sus decisiones.
El principio monástico de la democracia no interpone obstáculos a la
transgresión pero fomenta celosa atención sobre los actos de corrupción.
Para O’Donnell en el largo plazo, la transgresión es más peligrosa que la
corrupción para la supervivencia de la poliarquía: la sistematicidad de la
primera liquida lisa y llanamente a la poliarquía, mientras que la
generalización de la segunda la deteriora pero no la elimina necesariamente.
Pero por su lado, la corriente democrática ofrece escasa ayuda versus la
transgresión en los casos en que como en muchas nuevas poliarquías los
componentes liberal y republicano son débiles.
Animo generalizado de condena a la corrupción (en parte expresión y en parte
consecuencia de la debilidad); entendida como la malversación de fondos públicos
o la aceptación de coimas que es condenado en la mayoría de los países, sino en
todos.
El punto es que en tanto al menos en algunas formas de corrupción llegan a ser
altamente visibles y la mayor parte de la opinión publica coincida en
condenarlas, pueden aumentar las posibilidades de avanzar en la implementación
de la AH.
Sugerencia para reformar la AH
1- Asignar a los partidos de la oposición que han alcanzado un nivel razonable
de apoyo electoral un papel importante, sino el principal en la dirección de las
agencias encargadas de investigar presuntos casos de transgresión y/o corrupción
(fiscalias y Ombudsman).
Sin embargo, nada garantiza que en estas cuestiones la oposición sea mejor que
el gobierno o que este prive de los recursos necesarios y/o coopte a dichas
agencias.
2- Las agencias que desempeñan un papel esencialmente preventivo deben ser
altamente profesionales, contar con recursos suficientes y ser independientes
del ejecutivo. Tampoco esto previene que la corrupción penetre estas agencias o
que el ejecutivo las coopte o que el congreso, otro poder que puede determinar
el presupuesto y dirección de estas agencias, tenga el mismo afán que el
ejecutivo para eliminarlas o neutralizarlas.
3- Ayudaría mucho contar con un poder judicial altamente profesionalizado, bien
provisto de un presupuesto todo lo independiente que sea posible del ejecutivo y
el congreso, y que en sus decisiones sea claramente autónomo con relación a esos
otros poderes. Pero esa “autonomía” es tramposa porque puede facilitar el
control del poder judicial por parte de una autodefinición privilegiada y
arcaica de la corporación judicial y su misión sin Accountability ante los otros
poderes del Estado y la sociedad.
4- En todos los temas como pobreza generalizada, profundas desigualdades, etc.,
es poco lo que podemos esperar sin la acción activa y persistente de los actores
domésticos (medios periodísticos y varias organizaciones sociales de la AV). La
efectividad de la AH depende en buena medida de los tipos de AV.
5- Finalmente, una adecuada comprensión de las poliarquías actualmente
existentes requiere tener en cuenta ciertas tradiciones que se han difundido en
diferentes grados y de múltiples formas, se han materializado en reglas formales
y a las cuales la mayor parte de los lideres políticos contemporáneos encuentra
conveniente rendir tributo por lo menos ritualizado.
Este factor es importante: los individuos, especialmente los líderes políticos e
institucionales son los que importan.
“Los poderes de los jefes de gobierno” Gianfranco Pasquino
• El modelo de Westminster
Si hay un sist.pol que amerita la calificación de excepcional respecto de, por
ejemplo, las democracias parlamentarias; que su configuración política no se
encuentra en ninguna otra parte; y que, por eso, es difícil de comparar y aún
más de imitar, es justamente el sist.pol de Gran Bretaña. C/u de sus componentes
(ley electoral, sist. Bipartidista, estructura del parlamento, gob del primer
ministro), considerado singularmente, puede encontrarse en cualquier otro
sist.pol. Sin embargo, ninguno presenta el complejo de interacciones que
caracteriza al sistema inglés; ninguna de las obras examinadas realiza una
comparación.
• El primer ministro
Elige a esta institución como punto de partida para analizar las contribuciones
de los libros examinados. Para explicar cómo funciona realmente el sist.pol
inglés, se debe responder: quién llega al primer ministro, cómo se elige el
candidato, qué facultades tiene, cuáles efectivamente utiliza y cómo se
relaciona con el Parlamento. Las bases estructurales del liderazgo del gobierno
existen y persisten desde hace 50 años, permitiendo la preponderancia del primer
ministro.
“El secreto que hace eficiente a la Constitución inglesa puede ser
individualizado en la estrecha unión, en la fusión casi completa del PE y el PL”
(Bagehot). El primer ministro inglés es: jefe de una <ría parlamentaria, es el
que la guía; pero para poder hacerlo plenamente son necesarias algunas
condiciones institucionales y políticas fundamentales. Sin el particular sistema
electoral <ritario de una sola vuelta aplicado a circunscripciones uninominales,
y sin un sistema claramente bipartidista, no funcionaría ningún “secreto
eficiente”. El sist.electoral inglés contiene elementos que favorecen un partido
respecto del otro, en tanto esté mejor distribuido en el territorio y en
c/circunscripción. Para evaluar esta ventaja, se debe tener en cuenta en 1º
lugar la cantidad media de electores por circunscripción. (hoy por hoy favorecen
a laboristas). A razón de la existencia de esta ventaja, prevalece la
justificación de obstaculizar cualquier reforma en sentido proporcional. El
último desarrollo significativo, es la visibilidad adquirida por el voto táctico
o estratégico (liberales incentivan al voto laborista cuando no tienen chances,
y algunas veces los laboristas les han dado reciprocidad). La viabilidad de
dicho voto (puesta en cuestión por Duverger en el contexto de estos
sists.electorales, cuando hablaba del “efecto mecánico” y el “psicológico”
producido por los mismos), depende del corrimiento a la derecha de los
conservadores.
• El sistema bipartidista
En el electorado como tal no existe bipartidismo alguno; pero si debemos contar
los p.pol debemos hacerlo como señala Sartori (cuentan aquellos con potencial de
gob, de coalición, de chantaje y/o intimidación). En este caso, únicamente los
conservadores y los laboristas pueden formar gob por sí solos.
• El “partido de gobierno”
Gobierno del primer ministro=aquel que configura una gran estabilidad, casi
absoluta, al cargo, brindándole si tiene las cualidades necesarias, la
posibilidad de ejercer un notable poder de liderazgo. Es tmbn un ejemplo
perfecto de gob de partido: el jefe del p.pol vencedor se transforma
automáticamente en primer ministro; elige a sus ministros con absoluta
autonomía; procede como y cuando quiere en relación a cambios en el gobierno.
En la práctica el primer ministro nunca, o al menos sólo raramente, es vencido
en el Parlamento (en este siglo sólo 2). La lógica de los gobs.parlamentarios es
que dependen de la confianza del parlamento; en el caso inglés dependen más
precisamente de la confianza del grupo parlamentario del p.pol de <ría.
• La madre de todos los parlamentos
En Gran Bretaña nadie puede ser líder de un p.pol, y mucho menos primer
ministro, sin una práctica parlamentaria, que puede ser más o menos larga, pero
que debe ser concreta. No tiene existencia el fenómeno de los outsiders.
Inclusive gralmente no es suficiente dicha práctica, tmbn se torna necesario
tener una más que básica experiencia de aprendizaje de las técnicas de gob en
posiciones ministeriales (única excepción= Blair. Participó en menos porcentajes
de votaciones parlamentarias; realizó la >cantidad de discursos en el
parlamento).
El elemento distintivo: disciplina partidaria. Por un lado, absolutamente
importante para la funcionalidad del gob, la dinámica compleja del sist.pol y
para la propia carrera de los parlamentarios. El primer ministro les puede
recordar a estos últimos que fueron elegidos: 1) porque en su <ría fueron
seleccionados casi nominalmente por el jefe de su p.pol; 2) porque fueron
identificados por el electorado como ejecutores de un plan programático de su
p.pol; 3) su reelección dependerá, en parte, en la propia reelección del primer
ministro (que se relaciona con los 2 ptos anteriores). Por todas estas razones,
la indisciplina en el voto y la expresión de disenso son poco habituales. A
estas razones, se le suma el hecho de garantizar el ppio de accountability, que
permite al electorado votar de manera informada; haciendo que los parlamentarios
ingleses en su conjunto sean muy disciplinados y sostenedores.
Además del rol de representantes del p.pol, los parlamentarios cumplen otros dos
muy importantes:
• el de controlar la operatoria del gob: de dos tipos: el control desde las
bases del p.pol (=turn up and speak up para la oposición y turn up and shut up
para los oficialistas); y el control de los parlamentarios de segunda
línea(=backbench). Técnicamente el control pasa por la actividad de las
comisiones legislativas y la práctica de interpelaciones al gob dirigidas a una
multiplicidad de objetivos.
• y el de la relación con su circunscripción. Como contacto, analizado por Rush
de 2 maneras. Por un lado, examinando algunas características objetivas de los
parlamentarios (nacimiento, lugar de formación, de residencia, trabajo, etc);
por otro lado, analiza qué porcentaje de los parlamentarios planten problemas
específicos relativos a su circunscripción electoral. (<liberales, laboristas, y
luego conservadores). Es probable que el activismo, en cuanto de demandas
concretas a favor de la propia circunscripción, dependa por un lado de la simple
existencia de una relación más orgánica con la misma; por otro lado, de su deseo
de asentarse como oposición.
En cierta medida, la F(x) de control sobre la labor de los gob ha sido siempre
garantizada por la Cámara de los Lores que luego de la House of Lords Act de
1999, ha adquirido más legitimidad y ejerce una verdadera tarea de control sobre
el parlamento y su jurisdicción.
• Conclusión
De uno u otro modo todos los estudios examinados convergen en la identificación
de 3 procesos. En orden creciente de importancia: 1)declive de la potencia
imperial británica, que produjo una notable restricción del poder del primer
ministro que debe ahora rendier cuentas ante la Unión Europea; 2)luego de la
devolution y la elección de asambleas representativas en Escocia y Gales, ha
quedado limitado el ámbito en el que las decisiones del Parlamento de
Westminster producen verdaderos efectos. El rol del parlamento en el sist.pol ha
cambiado en el tiempo, pero continúa siendo donde se adiestra y templa el
carácter del liderazgo pol-ministerial y donde se confrontan las estrategias
partidistas; 3) No obstante dichos cambios, el primer ministro inglés es
probablemente en la actualidad más poderoso que en el pasado. Mc Lean aduce que
han demostrado capacidad de “manipulación pol”, es decir, capacidad más que de
valorar negativamente, de redefinir la acción de gob, su espacio y su
legitimidad. El hecho de que muchos de ellos hayan podido incidir, siempre
democráticamente, en la pol de su país, es probablemente la señal más
convincente de que el modelo crea un liderazgo competente que exalta las
capacidades, y premia los méritos.
Visto en conjunto esta es la lección que emerge de los estudios examinados sobre
la relación existente entre los mecanismos institucionales y la formación y
ejercicio del liderazgo pol y de gob.
“El gobierno de la democracia presidencial: Argentina, Brasil, Chile y Uruguay
en una perspectiva comparada” Por Berhard Thibaut
Propósito: análisis comparativo del funcionamiento de los sistemas de gobierno
presidenciales reintroducidos luego de las transiciones democráticas. Para ello,
examina la interacción de aspectos formal-institucionales de los sistemas de
gobierno, las características de la representación política y algunos rasgos
propios de los procesos de formación de los gobiernos y de su conducta en los
países estudiados.
• Bases institucionales y político-estructurales de las relaciones entre
presidentes y parlamentos
El argumento más fuerte contra el presidencialismo, es la posibilidad de
“gobierno dividido” (el partido del presidente posee minoría parlamentaria),
trayendo conflictos entre los poderes ejecutivo y legislativo y consecuentes
problemas de eficacia y estabilidad política (Linz y Valenzuela plantean una
relación directa entre la estructura institucional presidencial y los problemas
de gobernabilidad e inestabilidad del régimen, aduciendo que estructuralmente
producen constelaciones de gobierno dividido).
Es indudable la existencia de esta posibilidad, aunque haya diferencias en cada
caso estudiado; la magnitud de esta probabilidad depende de variables
relacionadas con la vinculación mandato presidencial y los parlamentarios y
otras referidas al sistema de partidos.
Probabilidad (siempre ceteris paribus) más alta donde no hay sincronización
entre los períodos electorales presidencial y parlamentarios; o donde de
haberla, la vinculación técnica electoral es baja (voto separada, diferentes
boletas) y la estructura parlamentaria corresponde a un bicameralismo fuerte.
En cuanto a las variables relacionadas con la estructura de los sistemas de
partidos, la probabilidad de “gobierno dividido”(mayorías no concordantes aunque
sea en una de las cámaras) parece disminuir a medida que aumenta el grado de
institucionalización y concentración de un sistema de partidos. (Ver cuadro 1).
Advertencias:
1) lo dicho vale plenamente sólo en un sistema con estrecha vinculación entre
mandato presidencial y mandatos parlamentarios; sólo así la institucionalización
y concentración de un sistema de partidos pueden considerarse condiciones
suficientes para disminuir la probabilidad de “gobierno dividido”. En el caso en
que haya poca vinculación entre ambos tipos de mandatos, serán condiciones
necesarias, más no suficientes.
2) Estructura y grado de institucionalización de un sistema de partidos, pueden
ser explicados parcialmente con referencia a variables institucionales. Cuanta
más cercanía haya entre elecciones presidenciales y parlamentarias, mayor será
la influencia que el sistema electoral presidencial (siempre mayoritario y con
efectos de concentración) pueda ejercer sobre la estructuración de un sistema de
partidos.
Para el análisis histórico-empírico considera oportuno distinguir entre
variables puramente institucionales y los aspectos organizativos de la
representación política para evaluar la probabilidad de “gobierno dividido”. Por
eso prefiere tratar un sistema de partidos en 1º lugar como una realidad
independiente buscando sólo en una 2º etapa aquellas variables institucionales
que podrían explicar su estructura. (Ver en el cuadro 2 para cada caso la
evolución de los sistemas de partidos, y el aspecto de fragmentación
partidaria).
En resumen, las bases institucionales y político-estructurales de las relaciones
entre Presidentes y parlamentos en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay no son
“favorables” en el sentido de que disminuyan por sí mismas la probabilidad de un
“gobierno dividido”. Esto significa que en todos los casos, hay fuertes
obstáculos contra un efectivo gobierno mayoritario; queda claro que no
pertenecen al grupo de democracias de mayoría aunque no pueda afirmarse por su
formato institucional que sean democracias de consenso.
• La formación de los gobiernos y las relaciones entre PE y PL desde la
redemocratización
En la medida en que la institucionalidad y la estructura representativa de un
orden político definen las exigencias que los actores políticos deben satisfacer
en la lógica de funcionalidad democrática, la configuración de los sistemas
políticos de los 4 casos demanda que los ppales actores políticos sean capaces
de negociar y concertar compromisos. Desde la redemocratización a 1996 hubo 12
presidencias, de las cuales sólo una contó con mayoría parlamentaria en ambas
cámaras; aunque cabe recordar que muchas veces esto no se debió al
presidencialismo per se, sino al bicameralismo.
Para la investigación empírica, se considera que la conformación de las
relaciones entre PE y PL comienzan cuando un presidente asume o cuando se
constituye una nueva legislatura. Por lo que dicha conformación puede ser
analizada en dos niveles:
1) A nivel de los procesos de la formación del gabinete: momento en que el
presidente tiene la posibilidad de conseguir el respaldo político-institucional
para un gobierno exitoso.
Tipos de gabinete:
1.1) Gobierno presidencial partidario (pudiendo tener un gabinete más
presidencial o más partidario); 1.2) Gobierno de coalición; 1.3) Gobierno de
cooptación parlamentaria; 1.4) Gobiernos de cooptación extra-parlamentaria
(actores poderosos extra-parlamento o equipo de tecnócratas). Durante la fase
posautoritaria, la formación de gobiernos tenía como objetivo el fortalecimiento
del respaldo político de los PE en el parlamento, e incluso la formación de
<rías.
2) A nivel de las interacciones entre el gobierno y las fuerzas parlamentarias
con respecto a las políticas públicas: necesario ver las distintas categorías de
estrategia presidencial:
a) Supremacía presidencial: dominación del proceso de toma de decisiones sin
intervención significativa de actores parlamentarios; b) relaciones coordinadas:
proceso de tomas de decisiones marcado por negociaciones y gralmente se llega a
resultados que reflejan un compromiso entre las distintas posiciones; c)
bloqueo: los actores utilizan sus ppales recursos de poder como veto, no
pudiendo gobernar efectivamente el presidente, ni tampoco influir positivamente
la oposición. ( cuadro 3).
Afinidades entre los 4 casos en torno a ambos puntos; ya que en los casos en que
los presidentes tomaron en consideración las relaciones de mayoría dentro del
parlamento en la formación del gabinete, se pudo contrarrestar en gran parte el
potencial “gobierno dividido”, predominando procesos de toma de decisión
coordinados y orientados hacia el compromiso. Donde esto no se logró, hubo
esfuerzos por organizar, en cada circunstancia, mayorías parlamentarias.
(recordar que los 4 países lograron llevar adelante proyectos de reforma
controvertidos y complejos).
A pesar de los eventuales conflictos, las relaciones entre PE y PL no mostraron
en ninguno de los 4 casos, las tendencias a la confrontación antagónica de los
procesos de quiebre democráticos.
Los presidentes usaron sus recursos de poder para entablar negociaciones con los
parlamentarios; por lo que no necesariamente los mismos son disfuncionales para
la gobernabilidad y consolidación democrática. Y en aquellos casos donde la
formación de gabinetes no fue realizada teniendo presente la constelación de
fuerzas parlamentarias, las relaciones PE-PL fueron determinadas a través de
bloqueos estructurales o a través del modelo de supremacía presidencial (sólo un
caso: Menem).
Los factores de influencia más importantes que inciden sobre la configuración de
las relaciones PE-PL vienen caracterizados por los sistemas de partidos.
Especial importancia revisten los aspectos de la institucionalización y de la
polarización; esto se relaciona directamente con los procesos de aprendizaje y
de adaptación en el comportamiento de los actores políticos.
Las experiencias de los 4 casos hablan en contra de la idea extendida acerca de
la existencia de una hostilidad estructural de los sistemas presidenciales
frente a la formación de gobiernos de coalición. Los problemas en la formación
de coaliciones en los 4 países son el resultado de las características del
sistema de partidos, antes que de la falta de una obligación de coalición
institucional. El modelo de relaciones entre ambos poderes no depende del poder
formal del presidente; en estos casos sucede que el escenario central para la
regulación de conflictos en forma de negociaciones es mucho más el gobierno que
el parlamento, y continúa teniendo un rol ppal el respaldo parlamentario (aunque
sea latente) del partido del presidente.
(Casos según la clase: Sólo Uruguay presenta posibilidades de <rías concordantes
porque tiene= coincidencia de mandatos+vinculación técnica=misma boleta+
bicameralismo débil+ sist de partidos altamente institucionalizado y
estructurado (Chile igual en este aspecto).
En los otros 3 hay sincronización electoral parcial+bicameralismo fuerte (en Arg
y Brasil se elegían con distintos ppios de representación). El sist de partidos
en Arg institucionalizado al momento del artículo; en el caso de Brasil, no
institucionalizado y con el rasgo de pluralismo extremo).
• A modo de conclusión: formas de funcionamiento del sistema presidencial en
América Latina
Las explicaciones de los diferentes funcionamientos de los 4 sistemas
estudiados, no pueden basarse sólo en la división horizontal de los poderes;
dichas diferencias están explicadas por las diferentes configuraciones de
instituciones políticas, estructuras políticas y actores políticos. (cuadro 4).
El aspecto decisivo de la capacidad funcional de las democracias presidenciales
en Latinoamérica, es que la formación de gobierno (gabinete) y la actividad
gubernamental tengan en cuenta las relaciones de mayoría en el parlamento. Que
esto se logre depende menos del nro de partidos en el parlamento, que sobre todo
de la capacidad de agregación y representación de dichos partidos y del grado de
polarización del respectivo sistema de partidos. Tmbn desempeñan un rol ppal la
sincronización de los períodos presidenciales y del parlamento, así como la
estructura del parlamento (si existe o no un bicameralismo fuerte=cámaras con
igual peso); más, las características del sistema electoral (vinculación
técnica, en relación a la sincronización, por caso de voto diferenciado, con
boletas separadas o urnas distintas) que influyen indirectamente sobre la
institucionalización y la fragmentación de los sistema de partidos. Sin embargo,
la influencia que ejercen las instituciones sobre la estructuración de los
procesos políticos parece depender en gran parte de condiciones históricas,
estructurales y culturales. “…Las instituciones cuentan, pero su impacto muchas
veces es indirecto, y sobre todo, sólo efectivo a mediano y largo plazo…”.
Por lo tanto el autor considera más prometedores los análisis que apuntan a
captar la interacción entre variables macroestructurales, institucionales y
relativas a los actores, que aquellos intentos de establecer relaciones causales
(=considerar estas condiciones como suficientes para la explicación del quiebre
democrático) entre instituciones y fenómenos del desarrollo político (como
estabilidad política, consolidación democrática o efectividad gubernativa).
Lijphart
Democracias Modernas Cap 14
Modelos de Democracias Racionales, Modelos Establecidos y Modelos Empíricos
Ver al MODELO em 3 sentidos:
RACIONAL
ESTABLECIDO a cual corresponden los mod. Mayoritario y de consenso
EMPIRICO (+ énfasis)
Modelos Racionales
Los modelos mayoritario y de consenso son modelos racionales con una lógica
interna
M. Mayoritario : Forma Lógica: “se debe concentrar tanto poder politico como sea
posible en manos de la mayoría”
M. de Consenso: Forma Lógica: “el poder político debe estar repartido y se debe
compartir de diversas maneras”
Sin embargo no siempre coinciden los extremos lógicos con la realidad, por
límites prácticos y las condiciones de cada país.
Unicameral (Dem. Mayoritaria) Bicameral Sinfin de cámaras (Dem. de Consenso)
Modelos Establecidos
Ya que suponen alternativas fundamentales sobre las cales resolver para
introducir o fortalecer un régimen democrático, mayoritario o de consenso, en
una sociedad homogénea se recomiendan soluciones mayoritarias y en heterogéneas
de consenso.
Mientras que los modelos mayoritarios se asemejan a borradores constitucionales,
los modelos de democracia de consenso precisan decisiones sobre cuales de las
formas prácticas adoptar (ante un sistema electoral proporcional, la posibilidad
de escaños suplementarios, magnitud de distrito, etc.) Esta característica de
las dem. de consenso la convierte en un modelo con mayor dificultad de
aplicación pero le permite mayor adaptación a las necesidades de un país
concreto.
Mientras que el modelo mayoritario es mas simple, el mod. de consenso es mas
flexible.
Modelos Empirícos
El autor busca hallar pautas empíricas generales según concentración de
caracteristicas para identificar grupos de regimenes democraticos parecidos. A
traves de un analisis por factores clasifica a 25 regimenes democraticos en:
Mayoritarios, Mayoritarios Federales, Consensual unitarios y Consensuales. Sin
embargo para identificar los casos intermedios precisa una clasificacion en
nueve categorias
Conluye que el agrupamiento sugiere tres causas explicativas desarrolladas a lo
largo del libro:
El grado de Pluralismo: Clara relación entre el grado de pluralismo de la
sociedad y el tipo de regimen que tienen, donde las sociedades mas plurales
tienden a ser dem. consensuales.
Volumen de la Población: Fuerte ligazón entre el volumen de población de un pais
y la incidencia del bicameralismo o unicameralismo, pues este último y una
población pequeña pueden ir de la mano.
La influencia de las culturas: Influencia del modelo de Westminster en los
países de la orbita cultural britanica tendientes a ser regimenes democráticos
mayoritarios.
Críticas al modelo previo
Fin del formalismo
Nuevos objetivos
Sistema político
Almond/Powell: La política comparada
Para los autores, a partir de las década de 1950, se da una revolución
intelectual en la política comparada. El texto se referirá a las
transformaciones y a las limitaciones de este cambio.
La política comparada de los años 50’ surgió como crítica a un modelo previo a
la Segunda guerra mundial. Esta crítica se centró en tres temas: el
parroquianismo (excesiva atención en el área europea), el predominio del enfoque
configurativo (se observaban las peculiaridades pero no se realizaba un serie
análisis comparado) y el formalismo (el análisis se limitaba a las
instituciones).
En EEUU, este formalismo era en gran medida producto de la creencia en cierta
inevitabilidad de la democracia alrededor del mundo. A partir de la posguerra
esta noción se hizo insostenible debido a: 1) la explosión nacionalista en Asía
y África; 2) la perdida de influencia europea sobre grandes áreas coloniales y
3) el surgimiento de comunismo.
Esta situación terminó con el optimismo previó y llevó a que surgiera una
innovación intelectual que tenía cuatro objetivos fundamentales:
1) La búsqueda de un plan más amplio, más allá del parroquianismo y el
etnocentrismo.
2) La búsqueda de realismo, es decir, el esfuerzo por abandonar el formalismo.
3) La búsqueda de precisión.
4) La búsqueda de un orden intelectual frente al surgimiento de nuevos
conceptos.
Los autores advierten que estos avances deben ser vistos como tendencias a largo
plazo y no como conquistas.
Para terminar, los autores se refieren a su concepto de sistema. “La concepción
del “sistema político” que se ha adoptado en este libro presupone
interdependencia pero no armonía. Quizá podríamos hablar de un funcionalismo
probabilístico (…) El sistema de interacción al que nos referimos no es armónico
ni estable, pero, por supuesto, es interdependiente. Y la tarea de la
investigación de la ciencia política consiste en descubrir de que manera el
cambio de alguna de las partes del sistema político afecta a los demás” (pág.
20).
Los autores consideran que las funciones de un sistema político pueden verse
desde tres puntos de vista: la función de conversión (articulación de
intereses), ver al sistema como un individuo en distintos ambientes desde el
punto de vista de sus capacidades y, finalmente, el mantenimiento del sistema y
las funciones de adaptación (reclutamiento y socialización política).
Antecedentes
Easton
Teoría sistémica
Interacción política
Ambiente
Críticas
Almond
Sistema político
Interdependencia
Límite
Almond y Powell : Política comparada
Antes de ir a los cuatro capítulos del texto de Almond, es necesario referirse a
los antecedentes.
Easton intenta construir una teoría de todos los sistemas políticos pero con un
alto nivel de abstracción. Para esto, se basa en la teoría general de los
sistemas, para la cual, por supuesto, la realidad esta construida
sistémicamente. Easton lleva esta noción a la política.
El sistema social esta constituido por la interacción entre personas. Dentro de
estas interacciones, algunas son predominantemente económicas, culturales,
políticas, etc. De esta manera, se construyen subsistemas. Estos pueden verse
con sistemas en si mismo, y continuar luego con el mismo procedimiento.
La pregunta que surge, entonces, es cuál es la mínima unidad de análisis. Esta
es la interacción política que puede ser definida como aquella interacción que
se orienta a la búsqueda de una determinada decisión que asigne valores e
intereses que están en disputa. Distintas orientaciones se suman en el canal
político para formar la interacción política.
Retomando, para Easton, el sistema política esta constituido por interacciones y
aspectos de esas interacciones orientados a ese tipo de decisión. El sistema
político es un sistema abierto que esta inmerso en los otros subsistemas que
Easton agrupa en dos: ambiente intrasocial y ambiente extrasocial.
Las interacciones con los dos ambientes se expresan como demandas y exigencias
al sistema político. Para que el sistema político logre realizar decisiones
imperativas necesita recursos, que Easton llama apoyos. Apoyos y demandas
constituyen insumos, que son convertidos en productos decisionales. Esto lleva a
un cambio en los que antes demandaban y apoyaban.
Ahora bien, Easton recibe principalmente críticas por dos motivos. Primero, fue
criticado por darle demasiada fuerza a los inputs y tomar poco en cuenta los
outputs. Segundo, no esta claro como hace el sistema político para asignar
permanentemente valores e intereses.
Almond viene entonces a responder dos interrogantes que deja Easton. Primero,
¿cuál es el proceso por el que el sistema político responde a las demandas?
Segundo, que debe ocurrir para que el sistema político no pierda su capacidad.
Almond empieza por tratar el concepto de sistema político. Este es necesario
para que la ciencia política pueda desarrollar un análisis más amplio, sin
distinción de cultura o grado de modernización. “El concepto de “sistema
político” ha adquirido gran difusión porque dirige la atención hacia el espectro
total de las actividades políticas de una sociedad” (pág. 60).
Pero, ¿qué se quiere decir con sistema político? Primero, implica una
interdependencia de las partes constitutivas y un límite específico entre el
sistema y su contorno. Interdependencia implica que si en un sistema cambian las
propiedades de un componente, todos los demás elementos se ven afectados.
Segundo, el problema del límite. Esta cuestión es complicada en los sistemas
sociales que no están constituidos por individuos sino por roles, y los mismos
individuos que cumplen cierto rol en el sistema político, tienen otro en
cualquiera de los demás sistemas. El tema de los límites también es importante
porque la teoría sistémica establece una distinción
Estructura
Rol
Reclutamiento
Diferenciación
Cultura
Socialización
Secularización
Insumos
Ayudas
Capacidades
entre insumos, conversión y resultados o productos. La cuestión de los de los
límites hace referencia a estos insumos.
Dicho esto, Almond pasa a referirse a los términos estructura y cultura.
“Por estructura entendemos las actividades observables que componen el sistema
político. Decir que ciertas acciones tienen una estructura significa simplemente
que existe una cierta regularidad común a todas” (pág. 61). La unidad básica del
sistema político es el rol político. Estos forman mutuamente estructuras. Se usa
rol y estructura y no cargo e institución para acentuar la dimensión de la
conducta real de los individuos que participan en la vida política. “Rol y
estructura, en cambio, se refieren a la conducta observable de los individuos”
(pág. 62).
Ahora bien, todo sistema posee entre sus funciones la de reclutamiento, par que
los individuos pasen a tener un rol político. Un aspecto importante de esto es
la diferenciación de roles y la diferenciación de estructuras. Por
diferenciación se entiende el proceso por el cual los roles y cambian y
adquieren un carácter más específico. Implica no solo a los roles, las
estructuras y los sistemas mismos sino a las relaciones entre los tres
elementos.
En tanto, por cultura política se entiende “a esas tendencias o a la dimensión
psicológica del sistema político. La cultura política consiste en las creencias,
valores y capacidades que son comunes al total de la población así como también
a las tendencias especiales, modelos y patrones que sólo pueden encontrarse en
sectores particulares de esta última” (pág. 62). Esto último implica la
existencia de subculturas.
Esto permite introducir dos conceptos más. Primero, las inclinaciones, las
actitudes y las creencias son producto de la socialización política. Segundo, se
hace necesario un concepto que sea equiparable al de diferenciación en los roles
y las estructuras. Para esto Almond incluye el concepto de secularización
política por la cual “los hombres acrecientan la capacidad racional, analítica y
empírica de su acción política” (pág. 62). Sin embargo, advierte que no existe
una tendencia necesaria a la secularización política.
El sistema político también puede estudiarse como constituido por insumos,
provenientes del medio o del interior del sistema, por la conversión de estos
insumos y por producción de resultados.
Aquí Almond recupera de Easton la idea de que los insumos están formados por las
demandas y por las ayudas. Luego clasifica las demandas en: 1) de bienes y
servicios; 2) de regulación de conductas; 3) participación y 4) comunicación e
información. Almond advierte que “las demandas no son suficientes para mantener
el sistema político en funcionamiento. Constituyen solo la materia prima (…) La
energía que se manifiesta en la forma de acciones u orientaciones que promueven
u ofrecen resistencia al sistema política, las demandas que surgen en este y las
decisiones que proceden de él también deben formar parte del sistema para
garantizar su funcionamiento” (pág. 63).
Las ayudas (o apoyos) pueden clasificarse en: 1) materiales; 2) obediencia a la
ley y a las normas; 3) participación política y 4) atención prestada a las
comunicaciones.
El funcionamiento de cualquier sistema puede ser considerado en distintos
niveles. Uno de estos es el de las capacidades del sistema. Las capacidades
pueden ser:
• Regulativa
• Extractiva
Trasformación
Mantenimiento
Desarrollo
Factores
Estructura
Intermitente
Reclutamiento
Cultura
Orientaciones
• Distributiva
• De respuesta
Ahora bien, estas capacidades hacen referencia a los modos de comportarse hacia
el interior y el exterior del sistema, pero no dicen como se comporta un sistema
en su medio, cómo modelo a este y de que modo es modelado por él.
Para esto es necesario introducir un segundo nivel de funcionamiento que es el
de los procesos de transformación o conversión.
Finalmente hay un tercer nivel que es el de las funciones de mantenimiento del
sistema y de adaptación.
Para comparar distintos sistemas entre si es necesario comparar estos tres
niveles y lo mismo debe hacerse para el tema del desarrollo político.
De esto se deduce que los sistemas políticos pueden compararse aludiendo a las
relaciones entre funciones y estructuras.
En tanto, “el desarrollo se produce cuando la estructura existente y la cultura
del sistema político no pueden superar el problema que enfrentan sin sufrir una
diferenciación estructural y secularización política” (pág. 67). No obstante,
también puede existir un desarrollo en sentido negativo o regresivo. El
desarrollo político implica cuatro problemas: construcción del Estado,
construcción de la nación, participación y distribución.
A su vez, hay que tomar en cuenta cinco factores. Primero, la estabilidad del
sistema depende en gran medida de la naturaleza de los problemas. Segundo, los
recursos que el sistema pueda obtener. Tercero, las transformaciones sufridas
por otros sistemas. Cuarto, el patrón de funcionamiento del sistema. Quinto, las
respuestas de las élites políticas a los desafíos del sistema.
El capítulo siguiente esta dedicado a profundizar las cuestiones de la
estructura y la cultura política.
Las estructuras políticas difieren en dos temas fundamentales: 1) el grado de
diferenciación y especialización de los roles políticos, estructuras y
subsistemas y 2) la autonomía y subordinación de todos ellos entre sí.
Así, Almond puede establecer que existe un sistema político intermitente allí
donde no hay una clara especialización de estas partes. Si bien estos sistemas
son de una importancia relativa, las estructuras y los roles de este tipo se
encuentran en todos los sistemas por modernos que sean.
Nuevamente, si diferenciación hace referencia a los procesos de desarrollo
político que generan nuevas roles y estructuras, el reclutamiento político llena
estos roles con nuevos individuos. Esta función no puede ser separada totalmente
de la de socialización.
Con respecto a la cultura política, las orientaciones individuales que la forman
pueden separarse en orientaciones cognitivas, orientaciones afectivas y
orientaciones evaluativos. Las orientaciones individuales pueden evaluarse según
estas tres dimensiones que pueden tener distintas combinaciones e
interrelaciones en cada individuo.
La cultura política no es una categoría residual, sino que hace referencia a un
conjunto de fenómenos identificables que pueden medirse. Es así como puede
salvarse la brecha micro-macro.
Parroquiales
Súbditos
Participantes
Secularización
Política ideológica
Subcultura
Socialización
Agentes
Articulación
Aspectos
Grupos
Autorrepresentacion
No-asociativos
Los objetos de las orientaciones pueden ir desde el sistema político como un
todo, hasta los individuos o grupos que desempeñan roles específicos.
Parroquiales son aquellos ciudadanos que muestran poca preocupación por la
política nacional. En tanto, los que si lo hacen pueden ser súbditos (que se
orientan por el impacto del producto del sistema político y tienen poca
participación en los insumos) y participantes (al revés). Las culturas políticas
pueden clasificarse según la proporción de individuos de cada criterio.
Otro tema es el de la secularización de la cultura política. Esta ligada a una
orientación pragmática empírica mientras que las culturas más difusas pueden
considerarse parroquiales. En el desarrollo político puede identificarse una
etapa que es la de la cultura política ideológica en la que el individuo
desarrolla un conjunto específico de orientaciones pero es incapaz de adoptar
una actitud abierta y negociadora. Almond da como ejemplo el comunismo y el
clericalismo.
También pueden surgir subculturas políticas cuando es posible identificar un
conjunto determinado de orientaciones políticas de otro.
Con respecto a la socialización política, Almond aclara dos cuestiones. Primero,
la socialización se da a lo largo de toda la vida del individuo. Segundo, puede
ser manifiesta o latente. La primera, por supuesta, implica una transmisión
explícita de valores y actitudes.
Con respecto a los agentes de la socialización política, la familia es el
primero y juega un rol fundamental en inculcar la autoridad. Otro agente de
importancia es la escuela. Otros casos son los de los grupos de pares, las
experiencias laborales y los medios masivos de comunicación.
Cuando un sistema político es estable, el proceso de socialización es
relativamente continuo y homogéneo.
El capítulo 4 introduce la articulación de intereses. “Denominamos m
articulación política al proceso por el cual los individuos y grupos plantean
demandas a quienes están encargados de tomar las decisiones (…); este es el
primer paso funcional en el proceso político de conversión” (pág. 83). Este tema
es importante porque señala los límites entre la sociedad y el sistema político.
Almond resalta cuatro aspectos de la articulación de intereses: 1) los tipos de
estructuras que desempeñan la función de articulación de intereses; 2) los
diversos canales a través de los cuales se articulan las demandas; 3) los
estilos de articulación de intereses; y 4) los efectos que la modernización
ejerce sobre la articulación.
Con respecto al primer tema –las estructuras- Almond realiza una clasificación
en términos del tipo de grupo que inicia la articulación y el tipo de canal de
acceso a través del cual se trasmite el mensaje. Si los grupos lo hacen a través
de canales regulares son grupos asociativos, de lo contrario, son grupos
regionales y de parentesco, si bien todos pueden utilizar canales informales.
La autorepresentación individual lleva a que existan grupos anómicos de
intereses, que implican formas espontáneas de penetración de la sociedad en el
sistema político.
Los grupos de intereses no asociativos (de parentesco y descendencia) articulan
los intereses de manera intermitente y no tienen un patrón organizado.
Institucionalizados
Asociativos
Canales
Estilo
Modernización
Combinación de intereses
Estructuras
Los grupos de intereses institucionalizados poseen organizaciones tales como
partidos políticos, burocracias, etc. Tienen personal profesional y funciones
políticas y sociales establecidas.
Finalmente los grupos de intereses asociativos son estructuras especializadas
para la articulación de intereses: “Sus características peculiares consisten en
que ejercen la representación explícita de los intereses de un grupo particular,
cuentan con un equipo profesional de dedicación exclusiva y disponen de
procedimientos establecidos para la formulación de intereses y demandas” (pág.
85).
Almond considera que este tema no puede agotarse en los grupos que articulan los
intereses. Se hace necesario, entonces, analizar como estos tienen acceso a las
élites políticas encargadas de tomar decisiones.
Entre los medios para articular las demandas aparecen, primero, las
demostraciones físicas y la violencia, propia de los grupos anómicos. Segundo,
la conexión personal es otra forma de acceder a las élites políticas. Tercero,
la representación de la élite en nombre de un grupo de interés puede tener gran
eficacia.
Finalmente existe toda una serie de canales formales e institucionales de
acceso. Almond da como ejemplo los medios de comunicaciones, aunque el autor les
descarta una gran eficacia. Los partidos políticos son otro ejemplo de un canal
de acceso institucional.
Con respecto al estilo, “el desempeño de la función de articulación de intereses
puede adquirir un carácter manifiesto o latente, específico o difuso, general o
particular, instrumental o afectivo” (pág. 88). Que sea latente o manifiesta
afecta la dificultad que puedan tener las élites para captar la demanda. Que sea
específico o difuso da cuenta de si se propone o no una legislación para
resolver la demanda. Que sea general o particular depende de si la demanda es
hecha por clases o grupos asociativos o por grupos más reducidos como familias o
directamente individuos.
Con respecto a la modernización y la articulación de intereses, Almond, da una
serie de factores que afectan este tema. Primero, la comunicación política
existente en la sociedad, de la que dependen los canales de acceso. Segundo, la
cultura política de la sociedad. Tercero, la distribución de recursos.
La modernización lleva a aumentar considerablemente: 1) la necesidad de acción
social coordinada para resolver nuevos problemas y 2) las probabilidades de que
se intensifique la participación política y las demandas políticas de los
miembros de la sociedad.
A Almond todavía le queda la forma en que se combinan estos intereses. “En este
contexto reservamos la expresión “combinación de intereses” para referirnos a
los niveles más amplios del proceso combinatorio –es decir, a la estructuración
de las principales alternativas políticas- y distinguirlo del proceso final de
promulgación de disposiciones dotadas de autoridad” (pág. 93). La combinación de
intereses ocurre en todos los niveles del sistema político, pero la cuestión
para el autor es ver como esto ocurre a nivel de las alternativas políticas más
importantes.
En los sistemas modernos y abiertos –en los que una simple élite no puede
realizar la función de combinar intereses- existen distintas estructuras que se
encargan de esta combinación.
Burocracia
Partido político
Estilo
Negociación
Valores absolutos
Tradicionalista
Fragmentación
Partidos
Funciones
La burocracia: esta constituida por un conjunto de cargos y deberes formalmente
organizado, articulados en una compleja jerarquía y subordinados a las
autoridades que tienen poder de decisión.
El partido político: “puede ser considerado como la estructura especializada que
desempeña la combinación de intereses. Los partidos parecen surgir cuando el
número y la diversidad de los intereses articulados se hacen demasiado grandes,
de manera tal que no pueden ser satisfechos mediante la interacción informal. En
un sistema competitivo, el partido combina ciertos intereses en programa
político con el que intenta ganar las elecciones y llevar al poder a quienes
usarán su estructura política como base para el gobierno” (pág. 94).
Con respecto a la relación de este tema con el desarrollo político, Almond
señala que así se abren mayores posibilidades de respuesta y aumenta la eficacia
del sistema. El sistema político se puede estancar si el desarrollo que permite
la diferenciación entre la población, el partido y el gobierno.
Con respecto al estilo de la combinación de intereses, Almond señala que existen
tres.
La negociación pragmática: una amplia variedad de intereses se combinan, por lo
general, en un número limitado de alternativas políticas. El proceso esta
dominado por el compromiso y la “atmósfera de mercado”.
La orientación hacia los valores absolutos: se rechaza la idea de poner en juego
los principios políticos para lograra la conciliación de diferentes intereses.
El estilo tradicionalista que se basa en patrones del pasado para sugerir
alternativas políticas aplicables al futuro.
Otro problema que toca Almond es el de la fragmentación, que puede llevar a que
el sistema se inmovilice, no por la cantidad de demandas, sino por la
fragmentación y el conflicto entre las élites de decisión.
Finalmente, Almond toca el tema de los partidos políticos. Estos pueden ser
estudiados desde un enfoque estructural-funcional, resaltando la pluralidad de
funciones que pueden tener.
Entre estas funciones se encuentran: 1) el partido político de masas que
establece una relación entre las élites y las masas sobre la base de
determinados fines políticos; 2) los partidos pueden encargarse del
reclutamiento político y así de la formación de las élites bajo características
definidas por lo partidos; 3) los partidos pueden fortalecer la socialización
política de dos maneras: fortaleciendo la cultura política existente manteniendo
pautas de comportamiento vigentes e iniciando un cambio significativo en los
patrones político-culturales.
Política de adversarios
Características
Disciplina
Clientelismo
Monopolio de información
Efectos del sistema electoral
Consecuencias negativas
Finer: Política de adversarios y reforma electoral
Este texto se concentra en los aspectos negativos del sistema electoral
británico, lo que sirve de diagnóstico para proponer una reforma electoral.
Para Finer, el sistema político inglés se caracteriza por el sistema de
adversarios. Esta implica un juego de suma cero constante marcada por la falta
de negociación. “Lo que hace interesante la contienda es que las apuestas son
altas. El sistema bipartidista británico (…) constituye lo que se conoce como
“juego de suma cero”, o sea: lo que una parte gana la otra la pierde, y aquí lo
que se gana o se pierde es, ni más ni menos, la totalidad del gobierno” (pág.
157).
Para el autor, el parlamentarismo británico presenta tres características:
1) La legislación tiene la certeza de ser aprobada. Los partidos se mantienen
unidos porque perder la mayoría llevaría a darle el gobierno al otro partido y
romper con el partido propio lleva, por lo general, a la muerte política ya que
el sistema de mayoría uninominal dificulta la elección de candidatos que no
pertenecen a los dos partidos principales.
2) Los ministros tienen muchas posibilidades de realizar clientelismo. Los
ministros deben ser miembros del parlamento. Como los gobiernos son monocolores,
los altos cargos recompensan a los partidarios con distintos puestos de manera
tal que alrededor de 100 miembros del parlamento ocupan simultáneamente otras
funciones.
3) El gobierno disfruta de un monopolio de la información y de los recursos para
llevar a cabo investigaciones.
“En tanto el gobierno disfruta de la plenitud del poder, la información y el
patronazgo, la oposición carece prácticamente de todo. En el único renglón en el
cual ésta se encuentra en pie de igualdad con el gobierno es en la determinación
y distribución del tiempo de debate en el parlamento” (pág. 158).
Para el autor, el sistema electoral tiene cuatro efectos: 1) imposibilita el
surgimiento de partidos más pequeños; 2) otorga muy poca representatividad a las
minorías; 3) lleva al desperdicio de muchos votos que no se convierten en
escaños y 4) la conformación del distrito tiene fuerte impacto sobre los
resultados electorales.
Luego, Finer da cinco razones por las que este sistema electoral es perjudicial:
1) Cada partido toma decisiones a partir de un consenso centrista entre las alas
izquierda y derecha de los mismos. Por lo tanto, las decisiones son producto de
acuerdos al interior del partido. Sin embargo, esa preferencia de centro no
equivale a la del centro del electorado, por lo que, gobierne quien gobierne, la
opción elegida siempre esta a la izquierda o a la derecha de lo que piensa la
mayoría.
2) Esas líneas centristas jamás han sido apoyadas por la mayoría del electorado,
ya que se obtiene la mayoría parlamentaria con menos votos.
3) Debido a las diferencias entre consensos centristas de ambos partidos, se
exagera la discontinuidad en las políticas nacionales.
4) Las decisiones rara vez se deciden en el recinto parlamentario.
5) El sistema mismo genera mucha incertidumbre.
Finer da luego los siguientes motivos para que se pase a un sistema de
representación proporcional.
Motivos para reforma
Consecuencias de la reforma
Primero, para que un gobierno reclame un mandato debe ser elegido por la mitad
de los electores como mínimo.
Segundo, el parlamento debe tener más libertad para tomar decisiones.
Tercero, las políticas deben desarrollarse con continuidad a menos que el
electorado las rechace clara y decididamente.
Finalmente, Finer india que una reforma electoral no evitaría ni el clientelismo
ni el monopolio de la información, pero ciertamente los reduciría. Al mismo
tiempo daría mayor poder a la oposición y evitaría los bruscos cambios en
política que pueden ser el producto de un pequeño cambio en los votos que lleva
a una alternancia de gobierno.
Tipos de elecciones
Funciones
Elementos del sistema electoral
Nohlen: Sistemas electorales
El texto trata sobre el concepto de elecciones, su clasificación, los
elementos de los sistemas electorales y una tipología posible de estos.
Nohlen empieza planteando que las elecciones suelen plantearse como el
método democrático para designar a los representantes del pueblo. Ahora
bien, esta definición es problemática porque ocurren elecciones en países
no democráticos. De manera tal que:
-
El concepto de elecciones varía según los sistemas políticos.
-
La importancia de las elecciones difiere de un sistema político a otro.
-
Las funciones de las elecciones cambian de sistema a sistema.
Es por esto que Nohlen decide establecer tres tipos de elecciones: 1)
competitivas; 2) semicompetitivas y 3) no competitivas.
Las elecciones competitivas –que se producen en países democráticos-
plantean una suerte de principios como son: a) la competencia entre
candidatos; b) la igualdad de oportunidades; c) la libertad de elección y
d) la decisión electoral vale por un tiempo limitado.
En los sistemas totalitarios ocurren las elecciones no competitivas. Estas
no constituyen un criterio de legitimación sino que son vistas como una
forma de movilizar a las distintas fuerzas sociales.
Finalmente, en los sistemas autoritarios ocurren las elecciones
semi-competitivas. Aquí, “el poder político no esta en juego; pero a
diferencia de las elecciones en sistemas totalitarios, la oposición se
puede articular parcialmente, pero puede haber partidos de oposición
legalizados, además la disidencia política se puede manifestar mediante la
abstención electoral. Por lo común, el control sobre el proceso electoral
no es perfecto” (pág. 72).
Nohlen dice que, inicialmente, las elecciones pueden tener las siguientes
funciones:
1) expresar la confianza del electorado en los candidatos electos
2) construir cuerpos representativos funcionales
3) controlar el gobierno
[1]
Al mismo tiempo, hay tres factores estructurales que determinan las
funciones concretas de las elecciones: 1) la estructura del sistema social;
2) la del sistema político y 3) la del sistema de partidos.
En sistemas totalitarios las funciones de las elecciones se relacionan con
movilizar las fuerzas sociales, aclarar los criterios de las políticas y
manifestar la unidad entre el pueblo y el partido.
Finalmente, en sistemas autoritarios las funciones son: legitimar las
relaciones de poder, mantener cierta imagen frente al exterior, permitir la
manifestación de la oposición y afianzar el sistema.
Los elementos de los sistemas electorales son cuatro: 1) distribución de
las circunscripciones; 2) candidaturas; 3) votación y 4) la conversión de
los votos en escaños.
Circunscripciones
El tamaño de las circunscripciones electorales depende de la cantidad de
escaños en juego; no hay relación con la población o la geografía. Aún así,
la distribución de las circunscripciones debe ser ajustada a medida que
pasa el tiempo.
Con respecto a esto, es posible manipular las circunscripciones para
beneficiar a tal o cual fuerza política. Se obtendría la igualdad de votos
si cada escaño representará la misma cantidad de votos. Sin embargo, hay
argumentos para permitir desviaciones en pos de la estabilidad política.
A grandes rasgos, hay dos formas de distribuir las circunscripciones: 1)
repartirlas según la cantidad de habitantes cercano a la proporción de un
escaño. Esto se utiliza en sistemas uninominales; 2) al revés, atribuir
escaños según la proporción de habitantes. Esta es la forma de los sistemas
plurinominales.
Por gerrymandering “se entiende la distribución de las
circunscripciones electorales con arreglo a consideraciones
político-partidistas. Se trata de una manipulación consciente” (pág. 77).
Existen dos procedimientos manipulativos. Por un lado, se puede buscar
asegurar un escaño mediante la creación de baluartes. Por otro lado, se
puede buscar reducir la representación política de un grupo repartiendo a
su electorado entre circunscripciones diferentes. Por lo tanto, o se mezcla
al electorado o se forman bastiones
[2]
.
El tamaño de las circunscripciones electorales determina el efecto de
proporcionalidad del sistema. Así, inicialmente, existen dos sistemas:
uninominales y plurinominales. “En las circunscripciones uninominales sólo
es posible aplicar el principio de decisión por mayoría (absoluta o
relativa), mientras que las plurinominales también permiten aplicar el
principio de decisión proporcional” (pág. 78).
Pero se hace necesario precisar un tanto más a las circunscripciones
plurinominales: 1) pequeñas: de 2 a 5 escaños; medianas: de 6 a 9 y
grandes: 10 o más. Cuanta más pequeña sea la circunscripción, menor será el
efecto de proporcionalidad.
Pasemos a la candidatura. Esta depende de la lista, lo que antes presupone
una distinción entre lista y candidatura unipersonal. Las diferentes formas
de la lista otorgan al elector mayor o menor influencia en la selección de
los candidatos. Así, hay tres tipos:
-
Lista cerrada y bloqueada que permite al elector votar en bloque por un
partido con un orden prefijado por estos.
-
Lista cerrada y no bloqueada que obliga a votar por un partido pero se
decide el orden.
-
Lista abierta que permite al elector votar por encima de su partido y
crear la propia lista.
El tema siguiente es la votación. Existe toda una serie de procedimientos
en este aspecto.
Voto único:
cada elector tiene un voto
Voto preferencial:
el elector expresa una preferencia por un candidato
[3]
.
Voto múltiple:
tanto votos como escaños.
Voto múltiple limitado
: número inferior a los escaños.
Voto alternativo
: se pueden indicar varias preferencias.
Tipos de formulas
Tipologia de los sistemas electorales
Acumulación:
se pueden acumular votos a favor de un candidato.
Panachage:
se reparten los votos entre los candidatos de listas diferentes.
Doble voto
: uno para un candidato de una circunscripción uninominal y otro para una
plurinominal.
Voto simultáneo:
el elector toma varias decisiones simultáneas.
Queda la conversión de votos en escaños o fórmula electoral. Esta ejerce un
doble efecto: de conversión de votos en escaños y de comportamiento
electoral. Hay que considerar las barreras legales y luego la fórmula en
si.
Con respecto a los umbrales, esta implica obtener un nivel mínimo de votos.
La barrera puede ser a nivel nacional o de la circunscripción. Existen
barreras legales y otras naturales, creadas por el mismo sistema de
partidos.
Las formulas pueden distribuirse inicialmente entre fórmulas de mayoría y
proporcionales. Las formulas de mayoría pueden ser de mayoría relativa o
absoluta, estas últimas pueden requerir una segunda vuelta.
Las formulas proporcionales se pueden dividir en dos tipos: procedimiento
de divisor y procedimiento de cociente electoral. “Los procedimientos del
divisor se caracterizan por la división de los votos obtenidos por los
diferentes partidos entre series de divisores, lo cuál produce secuencias
de concientes decrecientes par cada uno de los partidos. Los escaños se
asignan entonces a los mayores cocientes” (pág. 85). El procedimiento más
conocido el D’Hondt
[4]
.
Los procedimientos de conciente electoral dividen el número de votos por el
número de escaños. El método más puro es el Hare. Luego, el Droop realiza
el mismo procedimiento solo que divide por el número de escaños más 1 y el
electoral modificado hace lo mismo más dos.
Finalmente, pueden existir escaños restantes a repartir en un procedimiento
aparte. Para esto se realizan los siguientes métodos: resto mayor; resto
menor y reparto de restos (el D’Hondt).
En el capítulo siguiente, Nohlen realiza una tipologia y divide a los
sistemas mayoritarios y proporcionales en cinco subtipos cada uno.
Los sistemas mayoritarios pueden ser:
-
Sistema de mayoría relativa en circunscripciones uninominales.
-
Sistema de mayoría absoluta en circunscripciones uninominales.
-
Sistema mayoritario en circunscripciones plurinominales con
representación de minorías.
-
Sistema mayoritario en circunscripciones plurinominales pequeñas.
-
Sistema mayoritario con lista proporcional adicional
Los proporcionales pueden ser:
-
Sistema proporcional en circunscripciones plurinominales.
-
Sistema plurinominal compensatorio.
-
Sistema proporcional personalizado con barrera legal.
-
Sistema de voto transferible.
-
Representación proporcional pura.
Ventajas
Finalmente, existen ventajas de cada tipo de sistema. Con respecto a los de
mayoría estos pueden ser:
1) Impedir la atomización partidaria.
2) Fomentar la estabilidad de gobierno.
3) Orientar al electorado centrista.
4) Fomentar cambios de gobierno.
5) Permitir al elector elegir directamente quien debe gobernar.
Con respecto a los proporcionales:
1) Facilitan la representación de intereses y opiniones a nivel
parlamentario.
2) Impide que haya mayorías artificiales.
3) Fomenta el compromiso entre grupos sociales.
4) Impide cambios extremos.
5) Refleja el cambio social.
6) Impide que surjan partidos dominantes.
[1]
Hay toda otra serie de funciones menos importantes como reclutar
élites políticas, canalizar los conflictos sociales, movilizar el
electorado, etc.
[2]
En la clase estuvieron a punto de proponer que todo el conurbano
sea una gran circunscripción uninominal y que la capital tenga 129,
así ya son la mitad de los diputados. Al fin y al cabo, existe la
capital y el interior. Mitad y mitad.
[3]
Si, estoy repitiendo lo que dice el nombre de un voto. Si no les
gusta, pronto habrá un libro de sugerencias.
[4]
Dijeron que no hay que saberlos. Nada más que el D’Hondt se aplica
en la Argentina.
Siavelis: Sistema electoral, desintegración de coaliciones y
democracia en Chile
Siavelis busca cuestionar la idea de que el sistema electoral
binominal por si mismo genera incentivos fuertes para la formación
de las coaliciones de gobierno. Así, el autor considera que a ese
factor deben agregarse otros contextuales .
“Enfocándose principalmente en la formación y el mantenimiento de
las coaliciones gobernantes, el trabajo sostiene que la propensión
al mantenimiento de las coaliciones del sistema electoral dependen
bastante del entorno” (pág. 172). Deben ser considerados, entonces,
las siguientes características: 1) La selección de candidatos sea
facilitada por la relativa paridad en el apoyo de sub-pactos dentro
de la coalición; 2) Cuando una posible victoria presidencial
posibilite a los gobiernos la capacidad de compensar a los miembros
de la coalición que pierden elecciones parlamentarias frente a otros
miembros de la coalición y 3) cuando las elecciones presidenciales y
legislativas sean simultáneas. Es así como el autor espera evitar
conclusiones mecanicistas sobre los efectos de los sistemas
electorales sobre el de partidos.
Para comenzar, Siavelis se refiere a los incentivos que el sistema
binominal da para la formación de coaliciones. “Establece umbrales
muy altos para la representación. Es muy difícil para una coalición
o partido obtener la súper-mayoría necesaria para ganar dos escaños
en un distrito” (pág. 173).
Pero ya el hecho de que existan coaliciones hacen presuponer un
factor más: la existencia de subpactos en las fuerzas políticas.
Así, cada gran coalición esta formada por un gran pacto entre dos
organizaciones principales. Luego, cada una de estas realiza pactos
con otras más pequeñas y con candidatos independientes. Las
complicaciones llegan cuando los sondeos de opinión dan distintas
expectativas. “Cuando los subpactos de la izquierda y centro esperan
de los sondeos niveles de apoyo similares, las negociaciones son más
simples y hay mayores probabilidades de éxito. Los sub-pactos
simplemente dividirán las candidaturas en los distritos. Sin
embargo, cunado existe un buen margen de distancia entre los
sub-pactos principales, podemos esperar más complicaciones y un
menor éxito en las negociaciones, las que estarán caracterizadas por
más conflictos intracoalición y una probabilidad más alta de
fracaso” (pág. 178).
Otro factor es la política de recompensa a los perdedores en las
elecciones más competitivas. Con el sistema binominal esta entrega
en el caso de que la coalición consiga doblar (sacar los dos
escaños). “Las coaliciones encaran la dualidad de procurar colocar a
su mejores candidatos en carreras donde ellos pueden ganar una alta
exposición nacional, pero con un riesgo muy alto de derrota si va
con otro candidato fuerte cuyo partido tenga metas similares” (pág.
182).
El tercer factor es la existencia de elecciones presidenciales y
legislativas simultáneas. El sistema presidencial genera un gran
incentivo para unirse en coaliciones, ya que los partidos chicos
pueden sacar ganancias en las listas legislativas del candidato
presidencial ganador. Pero, “los partidos corren un alto riesgo si
fallan al unirse detrás de un abanderado para las elecciones
presidenciales, los cuales, en cambio, menoscaban su potencial de
éxito en las elecciones legislativas” (pág. 185).
Siavelis da cuatro aspectos de cómo se pueden combinar la
sincronización de las elecciones y la formación de coaliciones.
Primero, si las elecciones legislativas y presidenciales no son
simultáneas, lo más probable es que la formación de la coalición se
complique. Segundo, cuando la victoria presidencial es incierta, los
incentivos de las “pólizas de seguro político” (segundo factor) son
menores. Tercero, “en el contexto de elecciones simultáneas, los
incentivos para la formación y el mantenimiento de la coalición
realmente dependen de si es o no una coalición que mantiene la
presidencia o la mayoría legislativa” (pág. 186). Cuarto, menores
incentivos para la coalición existirán en las elecciones no
simultáneas.
Resumiendo: “Este análisis muestra que los efectos de los sistemas
electorales sobre la formación de coaliciones son menos absolutos de
lo que parecen a simple vista, subrayando hallazgos recientes que
nos fuerzan a repensar en profundidad en la relación entre las
reglas electorales y sus supuestos resultados en términos de la
dinámica competitiva del sistema de partidos (…) Con diferentes
variables contextuales, las dinámicas operacionales de los sistemas
electorales son también distintas” (pág. 192).
“Sistemas electorales y partidos políticos: República federal de
Alemania (representación proporcional personalizada)” Nohlen
Elecciones desde 1949 “según los ppios de una representación
proporcional vinculada a la elección proporcional”. El
sist.electoral se encuentra entre las numerosas soluciones de
compromiso, resultando luego en una solución estable. La tarea de la
Comisión era crear un sist.electoral que contuviera elementos de la
representación proporcional y de la de <ría, que debía configurarse
de modo tal que previniera un posible fraccionamiento de los p.pols.
• La representación proporcional personalizada y las reformas
electorales 1949-85
El sist.de representación proporcional “personalizada” intenta
combinar la fórmula decisoria <ritaria para la ½ de los diputados y
en escala de circunscripciones uninominales; mientras que para la
distribución de la totalidad de escaños rige la representación
proporcional como fórmula decisoria y ppio de representación.
Desde la reforma de 1953, cada elector dispone de 2 votos: uno par
la elección directa de un diputado en las circunscripciones por <ría
relativa, y el 2º para votar por una lista cerrada y bloqueada de
partido a escala de Land. El 2º voto determina cuántos diputados
envía c/p.pol al Bundestag. Para la atribución de escaños debe
superarse la barrera electoral del 5%, desde 1953 dicha barrera debe
superarse en la totalidad del territorio federal.
El nro de escaños que le corresponde a c/p.pol es determinado por
una doble utilización del procedimiento de conversión de votos en
escaños (Hare/Niemeyer). En la 1º operación se comprueba el nro de
escaños que corresponde a c/p.pol en el Bundestag (sólo para los que
hayan superado la barrera legal); en una 2º operación se aplica
nuevamente el método Hare/Niemeyer para repartir los escaños ya
asignados a c/p.pol a nivel nac entre sus distintas listas de Land.
Una vez alcanzado dicho nro, se sustraen los escaños obtenidos en
las circunscripciones (mandatos directos). Los escaños sobrantes no
conducen a la anulación del sist.proporcional (no distorsionan la
relación votos-escaños en el parlamento).
• Desarrollo del sist.de p.pol y el factor sist.electoral
En 1949 se manifiesta el peligro de formación de un sist.de p.pol
multipartidista heterogéneo, dado el éxito electoral de los p.pols
recién fundados. El proceso de concentración del sist.de p.pol
iniciado en 1953, hacia un sist.con dos polos, aunque no
bipartidista, ha establecido un sist. bipolar de 4 p.pols, aunque
con una asimetría estructural. Así aparecen dos situaciones
percibidas como ideológicamente opuestas: la CDU/CSU/FDP por un
lado, y SPD y verdes por otro. Opciones para coaliciones así como
variaciones del electorado sólo se ven dentro de los 2 bloques,
dentro de los cuales, en efecto, tmbn aumente la predisposición del
electorado para el cambio de uno a otro p.pol.
La tendencia a la concentración en el comportamiento del electorado
y en el sist.p.pols se produce mediante diferentes factores, entre
los que el sist.electoral es sólo uno entre otros. Primeramente es
una tendencia consecuencia del cambio soc (post 2º guerra mundial,
“milagro económico de los 50s) que produjo una homogeneidad
relativamente alta, y una clara diferenciación de los conflictos
socio-pols. Entre las causas pols-institucionales, se destaca el
predominio del PE sobre el parlamento, llevando a reducir el
contenido de las elecciones al Bundestag a un enfrentamiento entre
los candidatos a canciller.
• Barrera legal
Dentro de la representación proporcional personalizada es “el
elemento” del cual resulta el efecto concentrador más fuerte: y al
mismo tiempo ha provocado los <res conflictos de OP. El tribunal
constitucional ha considerado la capacidad funcional del
sist.parlamentario más importante que los aspectos de una
representación “justa”.
Respecto al sist.electoral debe considerarse que la distribución
total de los escaños se produce básicamente, en una circunscripción
nacional. La barrera electoral sustituye otros elementos que
dificultan el acceso al parlamento, y es un equivalente funcional
para una % del país en circunscripciones, entre las que se deben
asignar todos los escaños. Ella evita el ingreso de p.pols
minúsculos en el parlamento, así como retiene al electorado de votar
por ellos.
• Voto doble
Elemento de gran importancia dentro del sist.electoral. C/elector
tiene 2 votos, lo que permite un voto diferencial; aunque el 90% de
los electores no opten por un candidato de la circunscripción y por
otro p.pol distinto al del candidato. El 10% divergente se comporta
tácticamente, influyendo en el resultado electoral. S/embargo, las
elecciones en circunscripciones uninominales, son ante todo, por un
p.pol; la formación de la voluntad pol no se puede imaginar separada
de los p.pols.
Hay un intención de impedir la <ría absoluta de un p.pol, y lograr
la formación de las coaliciones pols. Por lo que la frecuencia del
split vote se diferencia según los p.pols; siendo menor en los más
grandes, sobre todo si éstos se encuentran en la oposición. La
importancia del voto diferencial para la coalición pol se produce
porque los electores que con el 1º voto eligen a uno de los grandes
p.pols, dan su 2º voto al pequeño p.pol que forma la coalición y con
ello contribuyen a su subsistencia, la cual hace posible la <ría en
el parlamento. Los “votos prestados” desempeñan una gran F(x) para
la dinámica del sist.p.pol en Alemania para la formación de <rías de
gob. y para la alternancia en el ejercicio de poder.
• Exceso de escaños
Puede producirse por variadas causas, entre ellas: cuando la
participación electoral en un Land está claramente por debajo del
promedio de la participación de todo el territorio electoral, o
cuando un p.pol gana todos sus escaños de circunscripción con una
ventaja de votos extremadamente ajustada, mientras que el otro p.pol
alcanza su triunfo electoral en la circunscripción con una gran
ventaja de votos. Esto muy rara vez sucede, y hasta ahora no ha
cumplido ninguna F(x) respecto a la formación de la <ría
parlamentaria.
• Validez y valoración de la representación proporcional
personalizada
Por la estabilidad que presenta, es considerado (como el
sist.británico) como modelo de sist.electoral, olvidando fácilmente
que es resultado de una solución de compromismo, que algunas de las
expectativas creadas no se han cumplido, y que la concentración en
el comportamiento del electorado y en el sist.p.pol, así como la
estabilidad del gob en Alemania, no se deben primordialmente al
sist.electoral.
• Clasificación del sist.electoral alemán
Es un sist.de representación proporcional, ya que la cantidad de
escaños de los p.pols depende, finalmente, del % de votos que
obtengan. No se trata de un sist. de representación proporcional
pura (como Weimar), ni tampoco de aquellos que tienen un fuerte
efecto desproporcional. Puede incluirse más bien entre los sists.de
representación proporcional, que dificultan o hasta impiden el
acceso al parlamento de p.pols atomizados o pequeños; por lo gral no
permite que el p.pol más fuerte alcance la <ría absoluta de escaños.
La barrera legal y la alta proporcionalidad de los resultados, son
los criterios más importantes para la clasificación del
sist.electoral.
• Debate e iniciativas de reforma
Aparición de 2 escuelas con sus respectivas iniciativas de reforma,
se trata de: la escuela de Heidelberg y la de Colonia-Mannheim.
Ambas parten de una misma concepción en lo relativo a la teo de la
democracia: gob alternativo, dualismo de p.pols, clara distinción
entre <ría de gob y minoría de oposición, y exigencia de que por ½
de la votación los electores determinen un gob de p.pol (modelo
británico del responsable government). Ambas parten de la hp no
cuestionada de que el sist. de <ría relativa y el sist.bipartidista
se condicionan recíprocamente.
La razones del fracaso de la reforma electoral son variadas: la
actitud refractaria del SPD por temor a la eliminación de
posibilidades de participación en el gob, así como la progresiva
pérdida de los argumentos teórico-democráticos. Hubo cambios de
coalición en los Gobs. siguientes, sin embargo debe darse fe de que
es poca la influencia del elector en la elección y constitución del
gob a nivel federal.
• La unificación de Alemanica: cambios y permanencias
Con la unificación y respecto al sist.electoral, no hubo grandes
cambios. Las fuertes controversias, y los argumentos a favor de una
integración más rápida y completa de los nuevos territorios recién
constituídos en el sist.electoral occidental, respondían a razones
obvias: disminuir las posibilidades del p.pol del Socialismo
Democrático, org sucesora del hegemónico p.pol marxista-leninista.
Así para las 1º elecciones se aplicó prácticamente el sist.electoral
vigente por separado en las 2 partes de la nueva República Federal.
En una consideración global del sist.electoral, la diferencia estaba
en la presencia en el primer escrutinio de 2 circunscripciones
plurinominales a cuyo nivel se repartían los escaños a los p.pols, y
la vigencia de la barrera legal a este nivel.