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Resumen para el Primer Parcial  |  Sociología del Trabajo (Cátedra: Novik - 2019)  |  Cs. Sociales  |  UBA

Crecimiento, empleo y equidad: el nuevo papel del Estado

Robert Boyer

 

 

 

  1. La reducción de las desigualdades en las economías desarrolladas dentro de un régimen de crecimiento alto y estable

 

  1. La década de 1950: el equilibro entre la eficiencia económica y la justicia social.

La teoría de la regulación fue elaborada para interpretar este régimen, aparentemente paradójico, que llamamos fordista ( obreros gozan de un alto crecimiento de los salarios y una extensión de la cobertura social y la ganancia permanece estable y genera un alto nivel de inversión productiva y de la productividad llegándose casi al pleno empleo)

 

  1. La sorprendente década de 1960: una simbiosis entre la reducción de la desigualdad y el crecimiento

            El fin de la inestabilidad anterior se debe a  conjunto de transformaciones estructurales y de las principales instituciones económicas.

Esto dio lugar a tres cambios institucionales:

 

  1. Diversidad de compromisos sociopolíticos nacionales y pluralidad del capitalismo.

 

Existieron 4 clases de capitalismos según las trayectorias nacionales.

El capitalismo de mercado o liberal: Uso de mecanismos de mercado, regulados por organismos para asegurar su correcto funcionamiento.  Es el modelo estadounidense o británico. Los convenios colectivos y los incrementos salariales explican la restauración del crecimiento y una reducción significativa de las desigualdades.

Capitalismo socialdemócrata: Es la negociación permanente de nuevos compromisos sociales en la cual todos los actores económicos tienen poder de decisión sobre el cambio institucional. Debido a una amplia cobertura social. Resultó ser el más eficaz para conciliar la justicia social y la eficiencia económica. (Paises nordicos).

 Capitalismo de Estado: caracterizado por intervenciones transferencias sociales por medio de la fiscalidad y seguridad social. Permite redistribución del ingreso nacional, la que promueve la actividad del mercado interno (Francia) o la creación de empleo en sectores de exportación (Alemania).

Capitalismo corporativo: Organizado en torno a industrias que aseguran la estabilidad del empleo de los trabajadores. La seguridad social estaba garantizada, pero el modelo entró en crisis.

 

 

  1. El final de la “edad de oro”: el éxito de los regímenes dominados por el mercado y sus crisis.

 

  1. La década de 1980: una contrarrevolución conservadora

 Emergió una nueva ideología compartida por los gobiernos conservadores y socialistas, que postulaba que el mercado era muy superior al Estado en la asignación de recursos y que las desigualdades favorecían los incentivos del mercado.

 

  1. El período 1990 -2008: el triunfo del capitalismo financiero

En 1980 fracasaron todas las alternativas al capitalismo de mercado. Triunfó el capitalismo financiero.

Todos los capitalismos enfocaban en la privatización del bienestar, la reducción de la recaudación y la apertura internacional para alcanzar el modelo de la eficiencia estática.

En este modelo se anticipa la riqueza futura, medida en términos de la bolsa de valores, la que desencadena el proceso de inversión, producción y demanda.

La apertura a la financiación y la innovación ha contribuido al deterioro del crecimiento y la estabilidad en estas tres economías, debido a la incompatibilidad con otras formas institucionales construidas en torno a la búsqueda de la competitividad y el desempeño industrial en otros paises.

 

  1. El período 2007-2008: el fracaso de la liberalización y la globalización financiera

La relajación de los criterios de selección en la concesión de crédito y la titularización masiva de préstamos de mala calidad en los Estados Unidos originó una crisis estructural. Se creó una burbuja especulativa.

Se logró evitar una depresión equivalente a la de 1930 mediante la adopción de una acción masiva. El banco central proporcionó liquidez y los bancos insolventes y los gobiernos aceptaron la ampliación del déficit público.

 

  1. El surgimiento de un nuevo paradigma sobre el Estado y la política económica
  2. El fracaso de la creencia en la eficiencia y la autorregulación de los mercados financieros otorga una nueva legitimidad a la intervención del Estado.

Los mercados financieros hacen una mala asignación del capital, como lo demuestra la sucesión de burbujas financieras.

Para evitar la repetición de tales episodios, es esencial rediseñar la política monetaria y reconocer que contribuye a determinar el nivel de actividad, pero que no es suficiente para garantizar la estabilidad financiera.

 

  1. En una coyuntura de depresión, el gasto público vuelve a ser una herramienta eficaz de acción sobre la demanda efectiva.

Los controles de capital podrían ser eficaces para reducir la inestabilidad provocada por cambios repentinos de los flujos de capital internos y externos, al menos parcialmente y de forma temporal.

Los estudios históricos muestran que el impuesto sobre la renta y la carga fiscal sobre la transmisión de la herencia tuvieron un papel importante en la reducción de las desigualdades económicas y sociales después de la Segunda Guerra Mundial.

 

  1. El estado de Bienestar y el crecimiento.
  2. La inversión en educación y salud aumenta el bienestar

Cuando la provisión de educación, salud y seguro contra los riesgos económicos se organiza colectivamente y es financiada por las contribuciones de toda la sociedad, los sistemas de bienestar y fiscales ejercen un impacto redistributivo claro y constituyen herramientas para reducir las desigualdades.

En cambio, la individualización de los contratos de seguros, la descentralización de muchos de los componentes de la asistencia social y el auge de los fondos de pensiones originan trayectorias divergentes entre individuos.

 

 

Conclusión

Por tanto, debemos cuestionar la premisa de la nueva teoría clásica según la cual la desigualdad sería el vector de un régimen de crecimiento emergente. Esta se basa en la idea de que la desigualdad es necesaria para fomentar el esfuerzo de los trabajadores, estimular la inversión y promover la innovación como fuente de crecimiento y creación de empleo.

En este contexto, la búsqueda de sistemas socioeconómicos alternativos podría basarse en la experiencia de los Estados Unidos y Europa tras la Segunda Guerra Mundial: una estricta supervisión del mercado y una fuerte intervención pública a la vez redujeron las desigualdades y promovieron un crecimiento rápido y relativamente estable.

si el juego de la política no permite una reinstitucionalización de la distribución del ingreso, se requiere una tributación progresiva de la renta y el capital.

 

 

 

Instituciones del mercado laboral: los cimientos de sociedades justas

Janine Berg

 

 

 

1.1. Introducción

Equidad no es el resultado de las fuerzas del mercado. La equidad es creada por la sociedad, por las instituciones (las leyes, las políticas y las prácticas) que gobiernan la sociedad, su economía y su mercado laboral.

Construir sociedades justas significa:

1) Diseñar instituciones que apoyen la creación de empleos de calidad con remuneraciones y condiciones de trabajo dignas y

2) políticas de apoyo para desempleados.

 

La falta de 1) y 2) llevan a la desigualdad.

 

Hay Desigualdad: en el salario, en el ingreso y entre grupos.

Hay menos desigualdad cuando los mercados de trabajo están bien regulados, y cuando los servicios sociales públicos se ofrecen a toda la población.

 

Las instituciones no trabajan de manera independiente. Son partes de sistemas globales que gobiernan el mercado laboral y la economía. Por eso, en las sociedades con salarios más equitativos hay menos necesidad de redistribución a través de impuestos y transferencias.

 

 

1.2. En la mayoría de las regiones del mundo la desigualdad ha crecido

1980 aumento en la desigualdad del ingreso en la mayoría del mundo. Afectó a la distribución funcional (distribución nacional del ingreso entre utilidades y salarios) y a la distribución del ingreso personal (distribución de ingresos entre los hogares o los individuos).

La creciente división entre las utilidades y los salarios en muchos países ha sido impulsada por una desconexión entre el crecimiento de la productividad y el crecimiento del salario. Entre 1999 y 2011, el crecimiento promedio de la productividad laboral superó al crecimiento del salario promedio en dos a uno en 36 países desarrollados (OIT).

 Las tendencias en la concentración del ingreso se fueron sumando al recorte del estado de bienestar

América Latina continúa siendo la región más desigual del mundo un poco por debajo del Sur de África.

La distribución del ingreso determinada por el poder político y por su influencia en el diseño de las políticas de distribución y de redistribución. La financierización, la globalización y el cambio tecnológico han erosionado el poder de negociación de las clases con menores ingresos.

América Latina redujo la inequidad en los años 2000. Provino de la compresión del salario con las transferencias del gobierno que jugaron un papel de apoyo secundario. Se debió en parte a un aumento en la educación, la creación de empleo formal, el fortalecimiento de las instituciones del mercado laboral y el fortalecimiento de las paritarias.

 La reducción de la desigualdad a través de los ingresos provenientes del trabajo fue responsable de más del 60% en la caída de la desigualdad.

 

 

1.3. El debate sobre las instituciones del mercado laboral

El debilitamiento de las instituciones del mercado laboral se suele atribuir a la globalización. Incidió en el debilitamiento del poder político del trabajo, como se manifiesta en la baja en las tasas de sindicalización. En algunos países se instauraron reformas que afectaban negativamente a los trabajadores. Por ejemplo, si Europa quería bajar sus tasas de desempleo hubiera debido flexibilizar su mercado laboral, particularmente, sus leyes de protección de los trabajadores

El apoyo a la desregulación provino de la teoría económica.

 

1.4. El funcionamiento de las instituciones del mercado laboral

 Instituciones del mercado laboral no trabajan de manera independiente pero tienen importantes efectos en la interacción. A la hora de diseñar políticas es importante comprender que puede haber efectos secundarios derivados de esas.

Efectos: económicos, sociales o políticos (como el seguro de desempleo o el salario minimo q los tienen).

AFECTAN LAS DECISIONES DE EMPRESAS Y DE TRABAJADORES.

 

Las instituciones del mercado laboral pueden afectar las decisiones de las empresas sobre la manera y el lugar en el que estructuran la producción, incluso la cantidad a invertir en capacitación o mejoras tecnológicas.

Por ejemplo, los pisos salariales eran una política efectiva para prevenir industrias que pagaban salarios insuficientes para cubrir los costos sociales del empleado.

 

Las instituciones también afectan el acceso de los trabajadores al mercado laboral; influencian su decisión de participar o retirarse de dicho mercado y afectan también en los tipos de trabajo que buscan. Ejemplo: provisión de servicios de asistencia que determinan la posibilidad de las mujeres de entrar o de permanecer en el mercado laboral.

La posibilidad de reconciliar las responsabilidades del cuidado con el trabajo les resulta especialmente difícil a las mujeres con ingresos bajos.

 

Las instituciones laborales, en particular las políticas sociales, pueden ser un efectivo medio para reducir la mano de obra. El aumento en el acceso a la educación secundaria y terciaria puede ayudar a posponer la entrada de la juventud al mercado laboral y permitir, así, que los jóvenes continúen con su educación, quitando presión del mercado laboral.

La existencia de protección social, especialmente de jubilaciones, afecta las decisiones laborales de la mano de obra de mayor edad.

 

Al mejorar los ingresos familiares, también pueden mitigar la desesperación y, por consiguiente, las probabilidades de ser víctima del trabajo forzado u otras formas de la explotación laboral

 

Instituciones laborales y determinación salarial

La relación entre los ingresos provenientes del trabajo y las instituciones que regulan el mercado laboral (paritarias, los salarios mínimos y los tipos de contrato) es relativamente directa, pero los ingresos también están mediados por las políticas sociales existentes de un país. El ingreso de un hogar no está compuesto solamente por la suma de los ingresos del mercado y las transferencias.

  1. Un buen ejemplo son los programas que garantizan el empleo.
  2. El seguro de desempleo es otra institución que afecta los ingresos del mercado. Uno de los objetivos de la política es permitir que los trabajadores desplazados tengan tiempo suficiente para buscar uno nuevo.
  3. Subsidios al empleo. En tiempos de crisis económica, algunos países responden al aumento del desempleo ofreciendo a los empleadores subsidios al trabajo para alentar la contratación de personal. A pesar de esto los subsidios permanentes al empleo ya sean pagos directamente a los empleadores o a los empleados en forma de beneficios asociados pueden también incentivar a los empleadores a pagar menos a sus empleados bajando así los ingresos en el mercado.

Una gran determinante a la hora de ajustar el salario es la relativa rigidez del mercado laboral. El compromiso del Estado es mitigar el estancamiento en el mercado laboral y  tiene posibilidades de influenciar los salarios.

 

Políticas macroeconómicas y POLITICAS DE pleno empleo

En 1960 la Conferencia Internacional del Trabajo aprobó el Convenio de Políticas de Empleo, que obligó a los Estados miembro de la OIT a perseguir como objetivo una política activa destinada a promover el pleno empleo, productivo y libremente elegido.

Las políticas de pleno empleo son pilares para garantizar sociedades equitativas. Las personas desempleadas pasarán necesidades a menos que tengan ingresos de otras fuentes.

Desempleo difiere entre trabajadores, siendo los trabajadores más pobres y con menor nivel educativo los que tienen mayores probabilidades de encontrarse desempleados. Esto es al revés en países en vías de desarrollo.

El desempleo puede tener un efecto debilitador en los ingresos de los desempleados, ya que las posiciones de negociación tanto colectiva como individual se ven debilitadas.  Si un trabajador no está preocupado por el desempleo porque existen leyes de protección laboral que limitan la capacidad de las empresas para despedir, este estará en una mejor posición de negociación y los niveles salariales podrían no caer tan drásticamente. Mientras más flexible sea el mercado laboral, más susceptibles serán los salarios de los trabajadores a los cambios en el nivel de desempleo.

 

La flexibilización de las prácticas laborales, incluyendo la tercerización, ayudó a reducir costos y aumentar las ganancias, pero debilitó la relación de empleo, perjudicando a la mano de obra. El resultado del capitalismo financiero se manifiesta en el declive de la repartición del valor agregado y en el crecimiento de los ingresos del 1% más rico, así como en la creciente divergencia entre la productividad de la mano de obra y el crecimiento de los salarios.

 La repartición de los beneficios han caído en décadas recientes. Esto probablemente se deba a que las causas están interrelacionadas: financierización, globalización, cambio tecnológico y el debilitamiento de las instituciones laborales se han opuesto unas a otras, contribuyendo a la caída en repartición de ganancias

 

■ 1.6 Ingresos laborales

Se analizarán algunas de las instituciones laborales que fijan salarios, incluyendo:

 

Negociación colectiva y salarios mínimos son dos instituciones que afectan directamente los ingresos de los trabajadores, comprimiendo la distribución general de salarios al concentrar los salarios en la base de la pirámide salarial.

 

El efecto de la compresión salarial sobre una mayor inequidad salarial en el mercado laboral dependerá del grado de sindicalización de la economía. La densidad sindical, en general ha caído en los países.

 

  1. Comprimir la distribución salarial y para disminuir la incidencia de bajos pagos.
  2. Proveer una referencia para negociar entre empleados asalariados de la economía informal y sus empleadores.
  3. Trabajadores reingresen al mercado laboral.
  4. Pueden estimular el consumo y por ende agregar demanda.
  5. Los salarios mínimos también pueden corregir prácticas discriminatorias que establecen salarios diferenciados por trabajos equivalentes.

No deben fijarse en valores demasiado elevados, ya que de esa forma se deja de ayudar a los trabajadores más pobres.

 

 

  1. Contratos temporarios. Hay pocas transiciones entre trabajos con contratos fijos. Conduce a mercados laborales segmentados e inhibe inversiones en capacitación que son cruciales para mejorar la productividad. Por otra parte, los trabajadores son frecuentemente excluidos de los beneficios establecidos por ley.
  2. Trabajo a medio tiempo. El que no sea regulado es una estrategia utilizada por los empleadores para evadir pagar cargas sociales, plan de salud, o vacaciones pagas, resultando en menores ingresos y peor calidad laboral. Este tipo de trabajo puede asociarse a un grado menor de capacitación.

 

1.7. La redistribución del ingreso

Las sociedades deben encontrar una forma de homogeneizar los ingresos a lo largo de las diferentes etapas de la vida. Las políticas sociales de redistribución son el principal medio que los gobiernos tienen para modificar la distribución de los ingresos. Políticas redistributivas, en las formas de impuestos y transferencias, pueden reducir la desigualdad general de ingresos en una sociedad.

Con menores bases impositivas, existe un alcance menor para el uso de los impuestos como medio redistributivo y menos fondos disponibles para inversión en bienes públicos que son necesarios para el desarrollo social y económico.

 Las jubilaciones contributivas vinculan la cobertura y los niveles del beneficio al empleo, y como resultado, frecuentemente perpetúan inequidades en el mercado laboral. Esto es especialmente cierto para las mujeres, quienes como resultado de trayectorias laborales más cortas, realizan menos contribuciones, recibiendo menos beneficios.

Hay una necesidad de adaptar los sistemas de seguro de desempleo a los cambios en el mundo laboral, incluyendo el advenimiento de nuevas formas de arreglos contractuales así como la mayor participación de las mujeres.

Los programas de asistencia social son un importante complemento a los sistemas de seguro de desempleo.

 

 La última tendencia son los programas de transferencia de dinero condicionados.

 

 La disponibilidad (o falta) de servicios sociales públicos también tiene un impacto directo en los ingresos de los hogares, ya que los hogares de bajos ingresos se ven forzados a comprar estos servicios en el mercado, pagando por ellos una proporción mayor de sus ingresos que los hogares de más altos ingresos. Los servicios sociales públicos democratizan el acceso a los mismos, les permiten a las familias redistribuir sus gastos para cubrir otras necesidades y liberan tiempo de ocupaciones no remuneradas.

 

Grupos Vulnerables

Las instituciones del mercado laboral benefician a los que ya están incluidos en el mercado en detrimento de los excluidos, típicamente mujeres, jóvenes y migrantes. Estos enfrentan diferentes obstáculos en el mercado laboral.

 

 

1.9. Conclusión

 Importancia de contar con políticas macroeconómicas para apoyar el pleno empleo, de tener instituciones correctamente diseñadas que regulen los contratos laborales, así como de la necesidad de políticas sociales y servicios públicos que apoyen tanto a trabajadores como a la población laboralmente inactiva.

Las políticas sociales redistributivas, incluyendo a los servicios públicos, mejoran el acceso de los trabajadores al mercado laboral, expulsan del mercado laboral a quienes no deberían estar empleados (adolescentes, ancianos) y ayudan en la puja salarial al establecer un nivel salarial de referencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cecchini

Derechos y ciclo de vida: reordenando los instrumentos de protección social

 

Introducción

En América Latina en la primera década del siglo XXI la región se encuentra en una etapa de construcción progresiva de ciudadanía social, tanto en materia de protección como de promoción del desarrollo humano.

Uno de los desafíos más relevantes que enfrenta sigue siendo integrar las distintas iniciativas en sistemas de protección social que aseguren la coordinación de programas.

 

  1. Del concepto de protección social

 

            Políticas sociales de protección social: medidas orientadas a garantizar niveles básicos de vida para todos y construir sociedades más justas e inclusivas. No cubre todas las áreas de la política social, sino que es uno de sus componentes.

Protección social: política fundamental para contribuir a la plena realización de los derechos económicos y sociales de la población, reconocidos en una serie de instrumentos legales nacionales e internacionales. (derechos a la seguridad social, el trabajo y la protección de niveles de vida adecuados para las personas y las familias, disfrute del mayor bienestar físico y mental y a la educación).

La protección social: instrumento fundamental para acelerar el progreso hacia metas de desarrollo acordadas a nivel mundial.

La protección social se centra en tres ideas fundamentales:

  1. garantías de bienestar básicas,
  2. aseguramientos frente a riesgos derivados del contexto o del ciclo de vida y
  3. moderación o reparación de daños sociales derivados de la materialización de problemas o riesgos sociales.

 

Protección social: dirigida a responder a los riesgos que enfrenta toda la población (por ejemplo, desempleo, discapacidad o vejez), y a problemas estructurales, como la pobreza y la desigualdad. Debe dar protección ante la demanda de las personas y cubrir los requerimientos desde la primera infancia hasta la tercera edad.

 

 Propuestas para la universalización de la protección social.

OIT lidera la propuesta del “piso de protección social”. El piso de protección social incluye garantías de seguridad básica de los ingresos  y de acceso universal a servicios sociales.

 Los pisos de protección deben estar basados en un conjunto de prestaciones y transferencias monetarias de carácter universal con las que se procura sostener niveles de acceso y consumo adecuados en materia de alimentación, educación, salud y cuidados

Criterios que estarían en la base de un modelo de protección social de tipo universalista, básico e igualitario:

  1. universalidad de cobertura;
  2. transparencia y derechos en la asignación,
  3. calidad de servicios y estructura de transferencias con baja segmentación, y
  4. financiamiento de base equitativa y sustentable

 

 

Las perspectivas de análisis son 2:

 

  1. Del paradigma de régimen de bienestar y el rol del Estado

Es preciso dar centralidad al análisis del riesgo social y plantear la necesidad de generar capacidad de respuesta institucional por parte de la protección social.

Todas las personas atraviesan por situaciones de riesgo en lo referente a su bienestar material.

Riesgo social: remite a la idea de situaciones diferenciadas de brechas y vulnerabilidad ligadas a categorías de población definidas según diversos criterios (como etapa del ciclo vital, nivel educativo, clase social o sexo).

Las sociedades varían en el grado en que producen y distribuyen niveles y cualidades de esos riesgos sociales.

Estado: debe desempeñar un papel primordial en la protección social, para que esta sea interpretada como un derecho y no como un privilegio o una dádiva. Estados contribuyen a la estructura de producción de riesgos y con su capacidad de respuesta afectan la vulnerabilidad resultante y su distribución

Cuando estas condiciones no están dadas, los nuevos riesgos para los que no se encuentra respuesta en el Estado y tampoco en modalidades adaptativas del mercado, la familia o la comunidad, se expresarán en tres problemas que afectarán el bienestar agregado y la igualdad social:

  1. Trampa intrageneracional: los individuos quedan atrapados en situaciones de pobreza, al carecer de canales de movilidad provistos desde el mercado, el Estado o las propias familias.
  2. Trampa intergeneracional: la descendencia de los sectores vulnerables hereda en su totalidad o aun en forma ampliada las desventajas, al no existir en el edificio social correctivos o fusibles que interrumpan la transmisión de dichas desventajas sociales.
  3. Eventos catastróficos: incrementan los procesos abruptos de movilidad social descendente, desencadenados por riesgos no contemplados cuyos efectos son devastadores sobre la capacidad de los individuos de movilizar activos sociales o de acceder a ellos.

 

  1. Del enfoque del ciclo de vida

Edad: es una de las bases de la organización y la estratificación social.

En cualquier análisis que se proponga de un grupo de edad determinado se debe atender a esta triple estrategia de análisis:

  1. Estratificación intergeneracional e indicadores de bienestar de cada cohorte,
  2. Vivencias específicas que tiene o ha tenido cada una y
  3. Roles asociados a una determinada etapa del ciclo vital.

 

La sociología de la edad distingue cuatro etapas básicas en el ciclo vital de los individuos: infancia, juventud, adultez y vejez. A cada etapa se le atribuyen roles, vínculos y posiciones diferenciadas en relación con el entorno social, que presentan características específicas pero no necesariamente homogéneas ni fijas entre distintos grupos sociales y países.

Infancia:

Constituye un período de alta dependencia y de relacionamiento con el mundo externo esencialmente a través de la familia. 

Los riesgos que se convierten en daños tienen efectos duraderos sobre las oportunidades de bienestar e integración futuras. Por ello, el papel del Estado en esta etapa se despliega fundamentalmente mediante tres vías: 

  1. i) la protección directa de bienes y servicios a la infancia,
  2. ii) la protección de las familias para que puedan proteger a sus niños y

iii) la regulación de las acciones que los adultos en el contexto familiar pueden o deben realizar respecto a los menores

 

 Juventud

Definida como un período de transición hacia la vida adulta. Proceso de emancipación de la dependencia familiar.

 El rol protector predominante centrado en la familia se traslada de manera creciente hacia el mercado y el Estado.

 

 Adultez

Se caracteriza por la autonomía y completitud de los vínculos con la sociedad en general. La vida laboral activa y la etapa reproductiva constituye el período más prolongado de la vida de los individuos y aquel en que el vínculo con el mercado adquiere mayor centralidad.

Componentes de la protección social en que el rol del Estado se orienta:

  1. i) lugar a apoyar la inserción de los individuos en el mundo del trabajo,
  2. ii) regular las relaciones laborales,

iii) desarrollar mecanismos de aseguramiento para que las personas puedan hacer frente a las vicisitudes externas o biográficas y

  1. iv) generar instrumentos no contributivos para garantizar derechos y cerrar brechas de bienestar.
  2. v) desarrollo de sistemas de protección y apoyo cuando los lazos familiares se rompen.

 

 Vejez o la tercera edad

Paulatina disminución del rol laboral activo, un incremento de las necesidades de salud (que tienen consecuencias económicas directas), y una mayor dependencia.

Para quienes han contado con acceso a la protección social contributiva y/o han tenido capacidad de ahorro en la edad adulta, se inicia una fase de uso de dicho stock, pero para quienes no los han tenido, comienza un período de dependencia económica y/o pauperización crecientes.

En esta etapa se destacan situaciones o eventos biográficos clave:

  1. i) el retiro del mercado laboral y el acceso a la jubilación,
  2. ii) la viudez y un estado de mayor soledad y

iii) el deterioro de la salud y la eventual pérdida progresiva de autonomía física.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Beccaria  y Maurizio

 

Desigualdad e informalidad  en América Latina: el caso  de la Argentina

 

Introducción

Informalidad laboral, definida a partir del enfoque legal que identifica a un asalariado no registrado como aquel al que el empleador no le efectúa los descuentos jubilatorios.

Este documento evalúa la evolución de la importancia relativa del fenómeno de informalidad y de sus impactos distributivos en el último decenio.

 Son formales aquellos asalariados que responden afirmativamente a la pregunta acerca de si su empleador le efectúa descuentos jubilatorios.

 

En Argentina: el impacto de la formalización sobre la reducción de la desigualdad, contribuyó significativamente a las mejoras distributivas. Trabajadores informales que poseían un “mejor” vector de características personales fueron los que tuvieron más chances de transitar desde un puesto no registrado a otro registrado.

En resumen, el fuerte proceso de mejora de las condiciones laborales en la Argentina durante la última década se extendió a todos los grupos de trabajadores definidos según sus atributos personales y los del puesto. Sin embargo, aquellos que exhibían mayores tasas de informalidad al comienzo del período (jóvenes, menos calificados, pertenecientes a la construcción o el servicio doméstico) experimentaron este proceso con menor intensidad.

 

  1. Políticas tendientes a la formalización laboral

La informalidad laboral es un fenómeno multicausal, complejo y que exhibe una gran heterogeneidad interna. Al mismo tiempo, la reducción de la informalidad en países como la Argentina no responde a un único determinante, sino que requiere de la combinación de diversos factores.

Las políticas que tienden a un mayor control del cumplimiento de la normativa laboral y aquellas que generan incentivos a la registración contribuyen a que tal proceso finalmente se verifique. A continuación se analizan cada uno de estos factores.

 

  1. a) El contexto macroeconómico: la relevancia del crecimiento estable con generación de empleo

En primer lugar, un proceso de crecimiento sostenido con generación de empleo hace más previsible el funcionamiento del mercado de trabajo en el futuro, lo que tiende a favorecer la celebración de contratos de largo plazo. En este contexto, la formalización se vuelve más factible per se.

. Sin embargo, al mismo tiempo, una demanda laboral creciente puede reducir la probabilidad esperada de despidos y, por ende, las chances de que los empresarios tengan que afrontar efectivamente los costos asociados a este proceso cuando deciden desvincular a un trabajador formal. Por lo tanto, mediante esta vía se reducen los costos (esperados) asociados a la formalidad, lo que hace que los empresarios estén más predispuestos a contratar trabajadores legalmente o a formalizar a aquellos que ya tenían contratados de manera informal. De esta forma, se reducen los incentivos a la informalidad asociados a los menores costos de ajuste del plantel de trabajadores frente a las diferentes fases del ciclo económico. En este contexto, se ponderan los beneficios que para los propios empleadores generan las relaciones laborales largas, debido al aumento de la productividad asociado a la intensificación de las tareas de capacitación y al mayor compromiso de los trabajadores

 Por el contrario, la inestabilidad macroeconómica genera incertidumbre sobre el contexto económico y laboral futuros, lo que puede incentivar la evasión de las normas laborales y, con ello, incrementar la contratación de trabajadores de manera irregular.

Los resultados serán diferentes si el entorno económico propicia incrementos de productividad y rentabilidad de las empresas pequeñas generando las condiciones para que estas se formalicen y comiencen a tributar impuestos.

La reducción consecuente del desempleo otorgan a los individuos una mayor capacidad de negociación frente a sus empleadores, hecho que puede contribuir a un mejoramiento de las condiciones laborales.

 

  1. b) Incentivos explícitos a la formalización

Focalizadas en la reducción de estos costos en Argentina:

(Monotributo social,  programa de simplificación registral “Mi Simplificación”, que establece un único procedimiento para la tarea de inscripción de los trabajadores y sus empleadores y para la fiscalización posterior de las normas laborales, rebaja de las contribuciones patronales  para los nuevos trabajadores de empresas que incrementaran su plantel.)

 

Podría inducir a un “blanqueamiento” de trabajadores ya contratados de manera irregular. Tendría un efecto benéfico en términos de cobertura de la seguridad social y de la legislación laboral o generar efectivamente nuevos puestos de trabajo formales. Sin embargo, también podría suceder que no tenga impactos consecuencia, por ejemplo, de que este incentivo no resulte suficiente.

 

  1. c) El rol de la inspección laboral

            Podrían ser estímulos para la regularización de la relación laboral

 

 

 Mayor parte de los trabajadores informales se ubican, en general, en la cola inferior de la distribución salarial

 

  1. Comentarios finales

 

La reducción de los retornos a la educación ha sido un factor importante en las mejoras distributivas, mientras que el cambio de composición de esta variable, sesgada hacia mayores niveles educativos, ha sido desigualador.

 Sin embargo, aparece la significativa contribución que ha hecho el proceso de formalización del empleo a la caída del grado de dispersión de las remuneraciones. Ello indica que el aumento de la registración laboral no solo ha permitido que un conjunto mayor de asalariados accedieran a los beneficios sociales derivados del trabajo y estuvieran cubiertos por las instituciones laborales, sino que, además, ha tenido un efecto desconcentrador de los salarios. Por su parte, la reducción de la brecha de remuneraciones asociada a esta dimensión también ha sido igualadora.

Apuntalar la creación de puestos formales (por medio de un control más estricto del cumplimiento de la normativa laboral, de mayores incentivos a la registración y de políticas productivas en un contexto macroeconómico estable), fomentar el crecimiento del nivel educativo de la población y combatir la discriminación salarial y la segregación ocupacional por género deberían ser parte de una política integral para mejorar las condiciones laborales y de generación y distribución de los ingresos en el país.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Maurizio

Formas atípicas de empleo en América Latina: incidencia, características e impactos en la determinación salarial.

 

Resumen

 Además de la informalidad, las formas atípicas de empleo afectan a un conjunto elevado de asalariados. Este documento analiza tres de estas modalidades: el empleo a tiempo parcial, temporario y la triangulación laboral.

 

Introducción

A nivel mundial ha habido en las últimas décadas un incremento en las formas atípicas de empleo. Ello ha estado asociado a los cambios tecnológicos, a la búsqueda de mayor flexibilidad laboral, a la implementación de nuevas formas de organización industrial y a la mayor inserción de las mujeres en el mercado de trabajo.

 La elevada incidencia de la informalidad resulta ser una fuente de bajos salarios, de falta de cobertura de la seguridad social y también de inestabilidad laboral.

Una de las diferencias más evidentes entre los contratos a tiempo fijo e indefinido es la estabilidad del puesto porque durante los ciclos económicos contractivos el ajuste del personal suele recaer mayormente sobre éstos debido a la posibilidad de no renovar el contrato laboral. Los ocupados de larga duración tienen, en general, mayor acceso a entrenamiento en el puesto de trabajo que aquellos de duración definida, lo que también puede redundar en mayor estabilidad.

Empleo a tiempo parcial: podrían ser una forma de inserción que permite combinar el trabajo con actividades extra-laborales pero tambien este subempleo puede ser también reflejo de la falta de demanda de empleo o de un mecanismo para reducir algunos costos laborales

 

  1. Enfoque conceptual

Las formas atípicas de empleo incluyen aquellas ocupaciones que no forman parte de los arreglos laborales estándar. tiempo completo y por tiempo indefinido.

Las formas no estándar de empleo refieren a arreglos atípicos en lo que concierne a la jornada laboral, a la estabilidad del puesto de trabajo o/y al tipo de contratación.

Organización no-estándar del tiempo de trabajo:  donde la duración de la jornada laboral es inferior a la estándar. Conjunto de días laborales (5 o 6 días) con una cantidad fija de horas por día (en general, 8 horas). 35hs semanales.

Relaciones laborales atípicas:  Las relaciones laborales típicas son aquellas donde un empleador contrata a un trabajador para desempeñarse en su firma por un determinado salario. En contraposición a esta figura, aparecen formas de contratación donde, o bien la condición de asalariado se desdibuja o donde la contratación no se hace de manera directa por parte del empleador que finalmente hace uso de la fuerza de trabajo. Se incluyen aquí, entre otros, a los trabajadores contratados por agencias de empleo o subcontratistas y a los cuentapropia dependientes. En los dos primeros casos aparece una relación triangular de empleo donde se terceriza la contratación del personal.

 

 

2.1 Empleo a tiempo parcial

El subempleo podría ser voluntario para cierto conjunto de trabajadores que no desean o no pueden dedicarle una jornada completa al trabajo para el mercado. Las mujeres y los jóvenes.

 De todas maneras, ello mismo puede generar abuso por parte de los empleadores, o pueden utilizarlo para lograr mayor flexibilidad del personal o para reducir costos salariales.

Estos tipos de puestos pueden estar asociados a condiciones laborales menos favorables, a salarios horarios más bajos y a dificultades para acceder a la cobertura de la seguridad social.

Trabajadores a tiempo parcial suelen recibir menor capacitación y atenta contra la posibilidad de transitar hacia una posición a tiempo completo.

Por lo tanto, puede ser causa de segmentación en el mercado de trabajo y podria generarse una situación de segregación ocupacional si estos puestos se correlacionan con ciertos atributos personales de los trabajadores.

 

2.2 Empleo temporario

La existencia de contratos temporarios podría deberse, por un lado, a la necesidad de los empleadores de contar con un “período de prueba. Podrían ser un tránsito hacia una posición permanente.

Los trabajadores temporarios son más proclives que los permanentes a experimentar inestabilidad ocupacional, ya que una vez finalizado el contrato el empleador puede decidir no renovarlo.

La combinación de menores posibilidades de recibir entrenamiento y mayor rotación ocupacional atentan, a su vez, contra la probabilidad de que el trabajador pueda realizar trayectorias laborales ascendentes.

Podría implicar menores niveles de productividad laboral. Ello podría estar asociado al hecho de que los trabajadores realizarán un mayor esfuerzo en la medida en que tengan mayores expectativas de obtener un puesto permanente.

 

Empleo triangular

La relación triangular entre el asalariado, la agencia de empleo y la empresa que finalmente hace uso de la mano de obra, puede resultar propicia para el incumplimiento de la normativa laboral con impactos negativos sobre las condiciones en las que se desarrollan estos trabajadores.

Puedan recibir salarios inferiores y un menor acceso a los beneficios de la seguridad social.

No siempre está garantizado el derecho a afiliarse a un sindicado

 

  1. Comentarios finales

El fenómeno del trabajo temporario resulta de mayor importancia que el empleo a tiempo parcial. Ello se debe tanto a la mayor prevalencia global del primero como a su mayor incidencia en ciertos grupos de trabajadores. En particular, la temporalidad afecta más intensamente a los asalariados informales, mujeres, jóvenes y con menor nivel educativo. Al mismo tiempo, el trabajo temporario, además de implicar lógicamente una menor estabilidad laboral, conlleva una penalidad salarial.

 Sugiere bajos salarios, precariedad y falta de ingresos laborales que resulta aún más problemática si se tiene en cuenta la baja o nula protección frente al desempleo. Afecta más intensamente a los trabajadores que, en promedio, exhiben un vector de características observables menos favorable.

La debilidad de la inspección laboral y la probable menor sindicalización por parte de los trabajadores con contrato fijo seguramente contribuyen a estos resultados.

El subempleo horario y, especialmente aquel de carácter involuntario, tiene una incidencia menor que aquel fenómeno.

Las mujeres y los jóvenes los que se insertan mayormente en este tipo de ocupaciones. No parece afectar particularmente a los asalariados de menores calificaciones, sino, lo contrario.

Los puestos de jornada reducida exhiben un premio en las remuneraciones el cual, incluso, tiende a aumentar a medida que se avanza en la escala salarial


 

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