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UNIDAD 1-“Surgimiento y evolución histórica del estado moderno”
RESUMEN Y EXPLICACIÓN DE: Thomas Hobbes”Leviatán”
Capítulo XIII- la naturaleza hizo a los hombres iguales en cuerpo y espíritu. Tal vez a algunos más fuertes o más astutos que otros, pero en conjunto son todos iguales, aunque algunas diferencias se dan en cuanto a la prudencia, el lenguaje o los conocimientos, pero ninguno va a reconocer que otro pueda ser más inteligente o más sabio que él mismo. En este “creer ser” radica la más exacta distribución de igualdad, ya que los hombres creen estar contentos con la porción que les tocó. De esta capacidad surge que todos tienen la misma expectativa de alcanzar las mismas cosas, pero como la pueden disfrutar ambos surge la discordia y se convierten en enemigos. Unos a otros se agraden pero el agresor teme también ser agredido por otros que vendrán a quitarle sus bienes, su libertad y su vida. Esta desconfianza mutua hará que los hombres se protejan a sí mismos anticipándose al ataque ya que para garantizar su propia existencia es justo que aniquilen a todos los demás. No puede estar solo a la defensiva porque así sobrevivirá poco. Debe atacar para perdurar su vida. Además los hombres pretenden que los demás lo consideren tanto como él hace sobre sí mismo, por lo tanto intentará por todos los medios imponer su valor y su poder sobre los demás. Es así como en el estado de naturaleza están las 3 fuerzas que provocan la guerra entre los hombres: 1-competencia, 2-desconfianza y 3- gloria. La competencia lleva a atacarse por un beneficio. La desconfianza por la seguridad y la gloria por la fama. La competencia usa la fuerza para dominar. La desconfianza la usa para defensa y la gloria la usa por algo personal, por sentirse humillado en su reputación. De esto deriva el estado de guerra permanente de unos contra otros. Los hombres viven con la única seguridad de su fuerza usada contra otros. Así la sociedad no es posible. La vida cotidiana carece de sentido, no se emprenden trabajos colectivos, ni se piensa en el futuro. Todo es efímero. El hombre vive aislado, triste y desea morir para terminar con este estado de guerra donde no hay justicia y la única ley es la fuerza, ya que en la guerra no hay sentido de pertenencia, las cosas se toman y se lucha por conservarlas. Esto se puede superar por las pasiones y por la razón. Las pasiones llevarán al hombre a querer vivir en paz, a temer por su vida y a querer una vida confortable. La razón lo hará pensar en las normas, en las leyes consensuadas.
CAPÍTULO XIV: DE LAS LEYES NATURALES Y LOS CONRATOS
El derecho natural es el que le permite al hombre usar todo su poder como quiera para conservar su propia vida. La libertad es la ausencia de impedimentos para que el hombre pueda defenderse sea como sea. La ley de la naturaleza e la que prohibe al hombre hacer algo que vaya en contra d su propia vida. El derecho natural es la norma que le permite hacer o dejar de hacer algo que sea perjudicial para la preservación de su vida. La condición del hombre en el derecho natural hace enemigos a unos y a otros no siendo posible la seguridad para nadie. El hombre debe procurar la paz por cualquier medio como así también defenderse a sí mismo. Pero acceder a la paz significa el consenso entre todos. Renunciar todos a la libertad de hacer lo que quieran. Esta enuncia es voluntaria y se hace a cambio de un bien para sí mismo. Quien renuncia a un derecho y lo transfiere lo hace con el fin de preservar la seguridad de su vida. Este derecho se lo transfiere a otro que se encargará de su seguridad. Esta mutua transferencia se llama CONTRATO, que se expresa con palabras en cualquier tiempo, por acto voluntario pero con obligación de cumplirlo ante el temor de que el estado civil ejerza sobre quien no cumple, toda su fuerza coercitiva. Tampoco se puede romper porque quien transfiere un derecho también cede los medios para disfrutarlo mientras esté bajo su dominio. En presencia del Contrato, cuando el estado civil acusa de incumplimiento, también castiga y el acusado tiene el derecho de no tolerar sin resistir, así como tiene derecho a no declarar en su contra, aunque a veces quien se entrega por una acusación de cualquier carácter, lo hace pensando en preservar su vida.
CAPÍTULO XVII- DEL ESTADO
La causa final de los hombres aunque disfruten de su libertad y del ejercicio del dominio sobre los otros, es lo que lleva a conformar los estados, a través del Contrato por el que renuncian al derecho de vivir como quieren movidos por sus pasiones naturales, a cambio de preservar su vida. Pero este contrato debe hacerse entre TODOS, porque la multitud da confianza y seguridad al estado de que no habrá invasiones ni rebeliones, además de que el contrato debe atender al bien común y no a las particularidades, es decir, reducir todas las voluntades a una sola voluntad y que quien ejerza ese poder será reconocido como se reconoce a sí mismo y todo lo haga y diga en favor de la paz y la seguridad comunes será tomado como e autoría propia y como tal defenderlo. Los hombres ceden así su derecho a gobernarse a sí mismos. Así el estado es la persona que ha sido instituida para que use toda su fortaleza para garantizar la defensa común y la paz general. El titular de ese poder es el soberano que ejerce el poder soberano, conseguido por la fuerza (estado de adquisición) o por acuerdo (estado de institución o estado político).
CAPÍTULO XVIII-DE LOS DERECHOS DE LOS SOBERANOS POR INSITUCIÓN
Se dice que un estado es instituido cuando todos los hombres convienen y pactan que a una persona se le otorgue el derecho de representarlos y que cada uno autoriza todo lo que dice y hace el representante como si fueran propios, otorgando así el poder soberano que es el poder de todo el pueblo Este contrato obliga también a no renunciar a la monarquía, no firmar contratos entre súbditos o con otros soberanos y cuando alguien es castigado, por atentar contra el monarca, por ejemplo, es en realidad el autor de su propio castigo, porque los hechos del rey son propios. Los súbditos entregan su soberanía al soberano y es como si firmaran un pacto con dios porque el rey es el enviado de él a la tierra, por lo tanto ese contrato no se puede quebrar ni romper ya que el soberano tiene el poder dado por sus súbditos y lo ratifica con el poder de su fuerza pública. S i un soberano es instituido por la mayoría, el resto debe acordar porque de lo contrario cometería injusticia de atentar contra el contrato. El soberaneen cambio solo actúa con justicia y equidad. NO puede ser acusado por sus súbditos porque se estarían acusando a ello mismos. También el soberano es el propio juez de la defensa y de la paz y debe juzgar todo lo que le impida conseguirlos. Debe controlar lo que se dice y lo que se escribe. Debe dictar normas para preservar la propiedad. Puede el estado hacer la guerra con estados vecinos y recaudar fondos para dotar bien al ejército que deberá defender al pueblo. En épocas de paz el soberano puede entregar riquezas u honores a sus súbditos en mérito a su sumisión y como ejemplo y pude castigar con la violencia o con dinero a quien cometa injusticia. Estos son los derechos que forman la esencia de la soberanía. Otros derechos como acuñar moneda, realizar negocios, disponer de bienes o personas, el soberano los puede transferir pero no pude desentenderse de la defensa común, tampoco puede transferir al ejército ya que un estado no debe generar divisiones porque sino el pueblo también se dividirá y eso debilita al estado
CAPÍTULO XIX-DE LAS DIVERSAS ESPECIES DE GOBIERNOS E INSTITUCIONES Y DE LA SUCESIÓN DEL PODER SOBERANO
Según la cantidad de personas que ejerza la soberanía, el gobierno puede ser: Monarquía- una sola persona. Democracia, asamblea de todos, Aristocracia, asamblea de algunos pocos. Las demás designaciones: tiranía, anarquía, oligarquía, son derivada de las mismas formas de gobierno. Cuando se está en desacuerdo con la monarquía se la llama tiranía. Cuando hay disenso con la democracia se la llama anarquía y cuando se está en contra de la aristocracia se la llama oligarquía. Las mismas 3 formas de gobierno cambian de nombre cuando se está de acuerdo o no con ellas.
CAPÍTULO XXII- DE LA LIBERTAD DE LOS SÚBDITOS
Como ya dijimos, libertad es ausencia de oposición. El hombre es libre si es capaz por su fuerza o por su ingenio de no dejar de hacer las cosas que quiera. La libertad está unida al temor porque si en un estado un hombre realiza actos por temor a la ley, no deja de estar libre ya que tiene la libertad de no hacerlos. La libertad también está unida a la necesidad. Los actos voluntarios derivan de la libertad de los hombres, derivan de la libertad de hacer una cosa que a su vez procede de otra, es una cadena. En ella está la necesidad de actuar y ser libre de hacerlo. Entre el estado y os hombres hay vínculos indisolubles por cuanto el estado es la creación ficticia de un hombre artificial y las leyes son cadenas artificiales que tiene un extremo en manos del soberano y el otro en los oídos de los hombres. Esa cadena no se rompe por temor al devenir. Respecto a la libertad general de los hombres, es absurdo que la reclamen cuando no hay cadenas que los aprisionen, cuando son amos de sus vidas, cuando pueden hacer lo que les plazca, porque ningún estado posee todas las leyes para todas y cada una de las cosas y aun así las leyes no serían nada si no contaran con la fuerza armada para que la cumplan. El hombre es libre para hacer muchas cosas. Otras están reguladas por el soberano. En definitiva la libertad de los hombres es la libertad del estado, así cada estado es independiente de otros y tiene la libertad para hacer lo que considere necesario para su reino. Todas las otras libertades dependen del silencio de las leyes.
CAPÍTULO XXII DE LOS SISTEMAS DE SUJECIÓN POLÍTICO Y PRIVADO
Sistema es un conjunto de hombres unido por interés o por negocios. Los sistemas pueden ser regulares o irregulares. De los regulares unos son absolutos y otros independientes. Los sistemas dependientes están subordinados al poder soberano. De estos subordinados hay políticos y privados. Políticos están constituidos por el poder soberano del estado. Privados están constituidos por súbditos entre sí. De los privados hay legales, autorizados por el estado, e ilegales. Los sistemas irregulares son os que se constituyen con la mera reunión de gente y no están prohibidos por el estado.
CAPÍTULO XXIX-DE LAS CAUSAS QUE DEBILITAN O TIENDEN A LA DESINTEGRACIÓN DEL ESTADO
Los estados se enferman por conflictos internos igual que los hombres porque son ellos los que lo constituyen. Una de las “enfermedades” del estado radica en que el rey con tal de acceder al trono no le importa tener menos poder sobre las milicias. Esto hace que no se garantice la defensa, lo que provocaría desconfianza y rebelión. Otra “enfermedad” son las ideas rebeldes que hacen creer a los jueces que ellos son los jueces de sus propias acciones, cuando en realidad el juez es el estado y con estos pensamientos el estado se debilita.
Otra ”enfermedad” es la falta de dinero porque los súbditos se niegan a pagar impuestos sobre sus tierras, lo que pone en peligro la dotación militar, la defensa de los propios súbditos y la del estado mismo. Otra “enfermedad” es querer la división de poderes, ya que al dividirse el poder cada se peleará con las otras y así, destruyéndose a sí mismos se disuelve el estado.
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