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Historia de la Filosofía Medieval | 2º Parcial | Cát. Bertelloni | Prof. Julio A. Castello Dubra | 2º Cuat. de 2009 | Altillo.com |
Segundo parcial – Evaluación de prácticos
(Modalidad I)
Tema A
Consigna
Comente y explique el siguiente pasaje de Tomás de Aquino:
«Debe decirse que los nombres ente, bueno, uno y verdadero preceden a los otros
nombres divinos según el modo de inteligir. Lo cual es manifiesto por su
comunidad. Pero si los comparamos entre sí, puede ser de un doble modo: o bien
según lo supuesto, en cuyo caso son convertibles recíprocamente y son idénticos
en el sujeto, y nunca están ausentes el uno del otro; o bien según sus
conceptos, en cuyo caso, el ente es anterior en sentido estricto y absoluto a
las otras cosas. La razón de ello es que el ente está incluido en el concepto de
ellas, y no a la inversa. En efecto, lo primero que cae en la representación del
intelecto es el ente, sin el cual nada puede ser aprehendido por el intelecto,
tal como lo primero que cae en el asentimiento del intelecto son los axiomas, y
principalmente éste: que los contradictorios no son simultáneamente verdaderos.
Por ello, todo lo demás está incluido en cierto modo en el ente en forma unida e
indistinta, como en <su> principio; por lo cual también tiene cierta decencia
como para ser el nombre más propio de Dios. En cambio, todas las otras cosas que
hemos dicho, a saber, lo bueno, lo verdadero, lo uno, añaden algo sobre el ente,
no ciertamente alguna naturaleza, sino <un> concepto. Lo uno añade el concepto
de indivisión, y en razón de ello es el más cercano al ente, porque añade sólo
una negación. Lo verdadero y el bien añaden una cierta relación: el bien <añade>
una relación al fin, y lo verdadero <añade> una relación a la forma ejemplar
–pues, cada cosa se dice verdadera porque imita un ejemplar divino, o bien
<añade> una relación a la capacidad cognoscitiva –pues decimos que algo es
verdadero oro por el hecho de que tiene la forma del oro que manifiesta, y
entonces se hace un verdadero juicio acerca de él.» (In Sent. I d. 8, q. 1, a.
3)
Pautas para el comentario
– Ante todo, trate de ubicar el contexto del pasaje y señale cuál es su
inserción en el mismo.
– Trate de desentrañar la estructura del pasaje y explique la articulación entre
cada una de sus partes.
– Analice el texto línea por línea; no pierda de vista ningún contenido o
referencia importante.
– Trate de extraer las implicancias filosóficas más importantes de lo dicho y,
eventualmente, de señalar sus aspectos problemáticos.
– Incluya en el comentario y/o en la contextualización una respuesta a la
siguiente pregunta: ¿qué diferencias de perspectiva y qué coincidencias presenta
este pasaje con el de De ver. q. 1, a. 1?
– Finalice el comentario con una conclusión reflexiva y personal.