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1º Parcial B | Teoría y Técnica de
Grupos (Cátedra: Percia - 2023) |
Psicología | UBA
A continuación, se solicita elegir dos de las tres propuestas teóricas
consignadas
Hay cosas que se pueden decir sin recurrir a las palabras
(…) hay gente que guarda silencio mientras conversa.
Rapsodia en agosto
Akira Kurosawa
1) Hacer derivas. Producir otros desplazamientos que te llevan a otra parte.
Imaginar los textos como múltiples orillas en relación a los que, como una nave,
nos alejamos y acercamos una y otra vez. Sesiones, en tanto un vocablo decisivo
en el glosario de la experiencia del psicoanálisis, abre el juego para expandir
una constelación de términos, sentidos y guiños clínicos que reverberan en esta
cátedra.
Ensaye una breve escritura eligiendo alguno de los tramos y/o figuras
presentadas en la teórica. Tenga en cuenta para pensar la clínica, su afinidad
con las operaciones poéticas y su preferencia por el arte de navegar.
Bibliografía
- “Un común silencio” (Marcelo Percia, 2022). En “Sesiones en el naufragio”, M.
Percia. Ed. La cebra. Buenos Aires, 2023.
- “Figuras para pensar posiciones clínicas” (Cintia Rolón, 2014).
2) Lea, en lo posible con curiosidad y asombro, el capítulo 34 del libro
“Sesiones en el naufragio, una clínica de las debilidades”. Luego haga un
comentario. Puede cruzarlo con la paradoja de la soledad de Winnicott (estar a
solas en compañía de otros) o con el pequeño fragmento que se transcribe más
abajo
Las fórmulas "tener autonomía" o "no necesitar nada de nadie", resumen una
enfermedad de época.
El día en que no se pueda solicitar una cercanía, o que ya no se sepa cómo
hacerlo o no se quiera mostrar esa necesidad; entonces, dejará de tener sentido
hablar de un común vivir.
Con quiénes la soledad
3) Recuerdo un grupo con infancias que no se llevaban bien con la escuela. En el
espacio había pelotas livianas, cajas de cartón en las que se podían esconder o
con las que podían armar fortalezas, tubos de espuma de colores para sostener o
pelear, libros para leer y mirar, papeles de muchos tamaños, cosas para escribir
y dibujar, sogas para saltar, un canasto con ropa para disfrazarse, máscaras y
maquillajes. Se podía hacer casi cualquier cosa, pero no se podía lastimar.
Comenzábamos sentados en ronda sobre el piso. Antes de que cada cual se pusiera
a hacer lo que quería, preguntábamos si alguien tenía ganas de contar una cosa.
Ante la pregunta ¿Qué cosa?, decíamos: Una cosa o una cosa o alguna cosa. A
veces, relataban algo; otras, nadie decía nada. Una vez, una existencia de siete
años dijo que quería contar una cosa, pero en secreto. Apoyó las dos manos
haciendo un muro alrededor de mi oído y susurró algo que le pasó. Pregunté si
podía contar lo que me dijo y respondió que no. Insistí si podía decir si se
trataba de una cosa triste o alegre y respondió en voz alta: “¡Triste!”.
En eso, alguien dijo: “Yo sé el secreto: un auto atropelló a su perrita y la
mató”. La existencia del secreto aclaró, fastidiada, que no tenía ninguna
perrita. “Ah… yo pensé que ese era el secreto. Pero, ¿por qué se te ocurrió que
podía haber pasado eso? Porque mi papá contó que atropelló a una perrita
haciendo el reparto”. Y, entonces, en ese momento, se encienden las voces y, de
a poco, comienzan contar otras historias: un perro perdido, otro que mordía, una
persona que se murió por andar sin casco en una moto, que en la calle insultan a
las chicas que pasan, que no me dejan cruzar para ir a hasta la panadería. Y así
hasta que, de a poco, se van yendo a jugar. Al rato, vuelve la existencia del
secreto y me dice al oído: “¿Sabés una cosa?, a mí también me dieron ganas de
contar mi secreto, pero no lo conté porque era un secreto”. Y volvió al juego.
Tal vez estar en común solo resida en la invención de momentos de intimidad y
confianza, instantes de conexión y desconexión, invitaciones y resguardos,
oportunidades de entrar y de salir de las palabras, mientras el juego.
El enunciado tener con quién jugar expresa uno de los grandes asuntos de las
infancias.
Desde entonces, la vida trascurre teniendo con quiénes estar, con quiénes
hablar, con quiénes salir, con quiénes llorar, con quiénes esperar, con quiénes
amar, con quiénes reír, con quiénes bailar, con quiénes trabajar, con quiénes
pensar.
Soledades necesitan tener con quiénes la soledad.
Bibliografía
Con quiénes la soledad, en Sesiones en el naufragio (M. Percia, 2023)
PRÁCTICO
1) Desarrolle el concepto trabajado “clínica”, “la clínica que hacemos”,
teniendo en cuenta las nociones vistas a lo largo de la cursada: sentido común,
lenguaje, hábitos, automatismos, noción de ser- tener, yo, nosotros, sujeciones,
producción de subjetividades/cautiverios, poderes, lo común, hablas del capital,
sensibilidades, poco saber, fuerzas, exclusiones, acogidas.
Se invita a reflexionar estableciendo puentes conceptuales, seleccionando 2 o 3
entre las siguientes citas:
-“Disponibilidad que dona tiempo, que suaviza acariciando el ahora, mientras
dice, dándose al presente, que tal vez no se pueda vivir sin dolor”
- “A no saber cómo nombrar se aprende, más que por las innumerables
frustraciones, por el sentido respeto por lo irreductible que otra soledad
habita. (...)
Se trata de aprender a pensar lo sin nombre: dolores lacerantes, pérdidas que no
terminan, litigios insuperables”.
- “ No se trata de curar a alguien, sino de interrogar la posibilidad de estar
en común cuidando la vida.
No se trata de activar recursos personales, sino de liberar soledades que se
aproximen para encantar la vida”
-“Dependencias
Hablas del capital tienen efectos adictivos: embriagan con sensaciones de
seguridad, encantan con argumentos fáciles, encandilan con visiones
paradisíacas, deslumbran con estereotipos felices.”
-“Disputas
Hablas en tiempos del capital abusan de términos como cuidado, compromiso,
cambio, corazón, diálogo, solidaridad, equipos.
Sensibilidades necesitan liberar las palabras de los repertorios acotados en los
que quedan confinadas.
Normalidades se presentan como formas logradas de la reclusión”
- Se lee en la presentación en Estancias en común : “Se toman precauciones
respecto del verbo ser cuando está destinado a rigidizar la existencia,
consagrar atribuciones inalterables, suprimir el devenir. Al mismo tiempo, se
ponen en cuestión fijezas asignadas o cualidades adosadas a una vida”.
- Se lee en en el asunto “Lo común”: “Hablantes actúan libretos del sentido
común, a veces, tan completamente que viven esas convicciones impostadas como
sentimientos íntimos, profundos, frutos de experiencias personales”
Aclaraciones, precauciones y criterios de evaluación
Se recuerda tomar precauciones de escritura que hacen a la posición
epistemológica trabajada y a los alertas en torno al uso de lo gramatical en
relación con los conceptos (esas frágiles criaturas, como gustaba decir Juan
Carlos De Brasi). Nos referimos al riesgo que presentan reduccionismos,
absolutismos, binarismos, uso de posesivos, uso del verbo ser, lógicas
propietarias, atributivas, clasificatorias y sustancialistas, entre otras
cuestiones.
Se sugiere prestar atención a la tentación de caer en la garras que ofrecen
tanto el tono sermón-moralizante como el tono idealista-militante moralizante,
entre otras garras. GruposDos solicita que el trabajo escrito (de hasta 4
carillas de desarrollo) se despliegue en un formato que no busque “llenar
espacio”. Para ello se pide utilizar Arial 12 con interlineado 1.5, incluir
(inventar) un título al escrito y si lo desean, un apartado final que oficie a
modo de “cierre” o “conclusión” desprendida de lo que se vaya desplegando en el
escrito. Se espera también que se sitúe la bibliografía utilizada (ni portada ni
bibliografía cuentan como parte de las carillas). Del mismo modo se recomienda
que las citas que figuren en el parcial queden aclaradas en nota al pie con año,
autor y texto o libro del que provienen.
Recordamos que las palabras en un parcial no están sueltas sino que se yerguen
en tramas conceptuales, gramaticales y político-epistemológicas que, en esta
ocasión, cobran cuerpo en los textos acompañantes. Se solicita prestar atención
al uso cuidadoso de las palabras. Escribir se trata, en parte, de sospechar de
las costumbres que la gramática impone y que los automatismos ofrecen. Una
escritura que copia y pega fragmentos que figuran en otros textos no
explicitados o en páginas de internet no explicitadas (wikipedia, elortiba,
rincón del vago, etc.) constituye una especie de lastimadura pedagógica.