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1º Parcial C | Teoría y Técnica de
Grupos (Cátedra: Percia - 2023) |
Psicología | UBA
Consigna teóricos:
3. Diseñe una acción posible a realizar en un hospital, en una sala, en una
escuela, en un centro comunitario, en un barrio teniendo en cuenta los aportes
de la noción de (lo común) planteada por Marcelo Percia. ¿Por qué podemos
afirmar articulando Roland Barthes que dichas intervenciones con Marcelo Percia
siguen las “astucias de lo común? Fundamente y ponga en tensión con, siguiendo
la lógica barthesiana, el “fascismo del lenguaje” de las comunidades.
4. Tome y precise dos afirmaciones de la tensión entre (lo común) y las
(comunidades) y busque ejemplos en el ámbito desarrollados en teóricos o
referidos a instituciones asistenciales, jurídicas, educativas u otras que den
cuenta de aquellas. Fundamente (puede usar alguna noticia del diario que sirva
de ejemplo)
Mientras las comunidades dicen qué es lo normal y producen normalidades basadas
en la ilusión de identidad, lo común es una herramienta crítica para cambiar las
comunidades, estando siempre a la espera de algo nuevo, para así tratar de
cambiar alguna “normalidad” o alguna “jugada del tablero”.
“Burbujas que establecen límites en el aire” [2] “Trazan círculos alrededor de
un Amo” [8] (comunidades),
Las comunidades agrupan en normales y anormales. “Incluyen excluyendo”
(comunidades) [5]. Lo común viene a romper con el binarismo de
normalidad-anormalidad que las comunidades imponen. Lo común “augura un porvenir
no asegurado de otros modos de estar” [1] “Irrumpe como puntada provisoria en
grupos, colectivos, comunidades” [9].
Lo normal en una escuela “normal” (valga la redundancia) para las comunidades,
serían, por ejemplo, alumnos sin ningún tipo de dificultad o discapacidad, que
sepan leer y escribir, que no tengan problemas a la hora de relacionarse con sus
pares, que comprendan lo que se les está enseñando relativamente “rápido”, que
les guste una persona del sexo opuesto. Cualquier otra posibilidad fuera de
éstas sería considerada como anormal, queriendo separarlas de las normales o
dando cuenta de esa diferencia, recomendando a las personas encargadas de ese
alumno que vaya a una escuela más “adaptada” para él.
Lo común es acogida. La vida en común sin acogida desaparece.
Un ejemplo de lo común podría ser una experiencia de admisión diferente a la
habitual en una institución de salud mental. Cuando las instituciones están
colapsadas, las admisiones suelen caracterizarse por decidir un ingreso (o no)
según el “grado” de “gravedad” que se considere que la persona consultante
tiene. Suele dejarse de lado a la misma, “pasándose la bola” entre las personas
encargadas de admitirlas. Lo común en este ejemplo sería que las personas se
sientan bien recibidas, que les pregunten el motivo de la consulta y las admitan
sin categorizar o jerarquizar el motivo de “suficientemente grave” como para ser
admitidas.
Otro ejemplo podría ser en la clase de grupos 2, en donde un alumno interrumpa
la clase y le diga al profesor que le gustaría continuarla a él o ella.
Estos ejemplos son lo que rompe con lo establecido, con lo previsible. Son
situaciones que tienen lugar para generarse, pero no suelen ocurrir por la norma
establecida.
Consigna prácticos
3. Describa las corrientes vinculadas a la historia de las grupalidades en la
Argentina. Analice la tensión entre ambas poniendo énfasis en cómo las teorías y
las técnicas de grupos son herederas de la “corriente de aplicación”. Considere,
además de las clases, los siguientes textos. Marcelo Percia. Estancias en común:
(grupales) y el texto acerca de la historia del grupalismo en la Argentina.
((Recuerden el uso de las técnicas como instrumentos para preestablecer y
prever))
Las corrientes vinculadas a la historia de las grupalidades en la Argentina se
dividieron en dos grandes grupos: por un lado, la corriente grupalista de
aplicación (los grupos), y por el otro lado, la corriente grupalista de desvío
(lo grupal).
La corriente de aplicación tiene sus inicios en la década del cincuenta en
Buenos Aires y es la cual trabaja a manera de los grupos, es decir, se rigen por
lo establecido, por lo anticipado, por lo previsto, por lo homogéneo. Es lo
instituido, aquello que se rige por la norma, o lo normal, por el protocolo, por
la estructura. Lo establecido quiere permanecer intocable. Los grupos tienden a
uniformar. Sin embargo, a su vez, esta manera permite el espacio a la novedad,
da lugar a que algo fuera de lo establecido suceda, y una vez ocurrida la
novedad, la estructura tiende a cerrarse nuevamente.
La corriente de aplicación utiliza las técnicas, a manera de preestablecer y
prever ¿qué cosa? las maneras en las que deben suceder las cosas, los
acontecimientos dentro de los grupos, y el fin al que se pretende llegar. En
“Estancias de lo común” (técnicas) podemos ver algunas de las maneras en las que
Marcelo Percia define a las técnicas, relacionado con esto último: “Recetas de
conducción, maniobras de control” [4]; “No merecen ese nombre posiciones que
saben que no hay libertad en la llamada libertad” [20]. Hay libertad siempre y
cuando no se excedan los límites de la norma; “Conocen de antemano qué pretenden
lograr, calculan lo que quieren provocar, obran en campos predestinados” [24];
“Lo que ocurre, tras el empleo de ellas, resulta causado, desde el principio,
por los fines previstos” [26]. Todo lo que suceda dentro de ellos debe ser lo
que se prevé que suceda para estar dentro de su categoría de normalidad. También
podemos encontrar definiciones como: “No saber alojar lo todavía no catalogado,
no previsto, no codificado, no representado” [3] en relación al cierre de la
estructura de los grupos ante la aparición de la novedad; “Se ofrecen como
instrumentos, herramientas, aparatos, máquinas, útiles” [25] esta última podemos
explicarla relacionándola con una frase en (grupales) “Alivian lo que un cuerpo
no puede” [8] los grupos dan ese lugar de pertenencia, de “yo soy”, de
identidad, en base a las normalidades que ellos mismos predisponen.
Quienes aplicaban esta corriente eran psicoanalistas pertenecientes al régimen
de disciplinamiento institucional de la Asociación Psicoanalítica Argentina. El
problema con la aplicación del psicoanálisis a los grupos, fue que de entrada se
vio forzado el desplazamiento de los métodos de la época del psicoanálisis sobre
lo plural. Marcelo Percia (en “Introducción al pensamiento grupalista en la
Argentina y algunos de sus problemas actuales. Lo Grupal 7.”) critica que éstos
creyeron que sólo se trataba de cambiar de territorio pasando de lo singular a
lo plural, llamándolo ser un “psicoanálisis aplicado”, tratándose de poner el
saber psicoanalítico sobre otra cosa y como un “buen” psicoanálisis. Según el
autor, quienes trabajaban en grupos pretendían que sus pensamientos sean
aplicados en ellos y legitimar su condición de psicoanalistas en los grupos.
En oposición a la corriente de aplicación, se encuentra la corriente de desvío,
lo grupal. Es la cual difiere de la norma. Se trata de lo instituyente, de la
novedad, lo heterogéneo, lo dispar. Está del lado de lo común. Lo grupal tiende
a la hospitalidad de incluir. Es lo que no está sistematizado por las técnicas.
Es lo que viene a irrumpir con lo que los grupos tanto buscan que no suceda.
Como su nombre lo indica, esta corriente es una tendencia de ruptura, de desvío
del modelo de aplicación, desvío de la dirección autorizada y una “entrada en
otra encrucijada de sentidos”
“Lo común resiste fascinaciones de lo uno, sin caer en el atractivo de su
partición, fragmentación, división” [6] (grupales) “Celebran vecindades. Lo
común festeja lo que no se une ni enlaza, lo que aproxima sin juntar” [39]
“Ponen a prueba la hospitalidad” [15] (y esta rige para tanto lo grupal como los
grupos)