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Psicología y Epistemología Genética |
Monografía: La construcción del sujeto epistémico |
Catedra: Benvenaste | 2006 |
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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
Facultad de Psicología
Psicología y Epistemología Genética, Cát. II
LA CONSTRUCCIÓN DEL SUJETO EPISTÉMICO
Autores:
Comisión: 1
Fecha de Entrega: 3 de marzo de 2006
ÍNDICE
Introducción ………………………………………………………...1
Desarrollo ………………………………………………...…………1
Objeto de Estudio ………………………………………………….1
Métodos …………………………………………………………….1
La herencia Estructural y las Invariantes Funcionales …………2
Equilibración ………………………………………….…………….2
Período Sensorio-Motriz ………………………………….……….3
Período Pre-Operatorio ………………………………….………...4
Período Operatorio Concreto ………………………….………….5
Período Operatorio Formal …………………………….………….5
Conclusión ……………………………………………….…………7
INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo abordaremos la teoría de Jean Piaget acerca de la construcción del sujeto epistémico a lo largo de su desarrollo ontogenético, posibilitado por la interacción entre el sujeto y el objeto. Tomaremos como eje articulatorio el concepto de Estructura ya que está presente en los cuatro períodos de construcción del conocimiento válido en el sujeto; que parte de un egocentrismo radical hacia un proceso de descentramiento creciente. Este progreso cognoscitivo se explica a partir de un factor de equilibración que permite la complejización y coordinación de las estructuras.
DESARROLLO
Objeto de Estudio
El objeto de estudio de la Psicología y Epistemología Genética es el proceso por el cual se construye la capacidad y las categorías para explicar la realidad durante el desarrollo del individuo.
En la Epistemología Genética, la Génesis, es decir la construcción del conocimiento válido, se refiere tanto al individuo (psicogénesis) como a la humanidad (sociogénesis).
Considerar que el conocimiento es una construcción y no un estado, implica eliminar todo punto de partida epistemológico e introducir un punto de partida metodológico, aceptando el concepto de conocimiento que surge de la práctica social.
Métodos
Para abordad su teoría científica, Piaget utiliza tres métodos complementarios: el Método Histórico Crítico –M.H.C- (reconstrucción histórica del progreso de conocimiento en la humanidad), el Método Psicogenético (que estudia las condiciones por las cuales un infante pasa de un estadio de menor a un estadio de mayor conocimiento válido), y el Análisis Formalizante (para dar validez científica al Método Psicogenético a través de la lógica y las matemáticas).
La originalidad de Piaget consiste en introducir la verificación experimental dentro de la epistemología. La imposibilidad del M.H.C de control experimental (dado que la génesis histórica solo puede ser reconstruida a posteriori), y la imposibilidad de delimitar los orígenes de la ciencia, obligan a Piaget a complementar este método con el psicogenético. Este estudio experimental que corresponde al campo de la psicología genética, le permitirá luego, como epistemólogo, extraer conclusiones para su teoría del conocimiento y lograr una epistemología científica diferenciada de la filosofía.
La concepción básica de esta teoría epistemológica consiste en afirmar que la Acción (movimiento dirigido) es constitutiva de todo conocimiento. Así, el sujeto conoce aquellas propiedades de las cosas que su acción le permite conocer y paulatinamente, en la medida en que coordine sus acciones, este comenzará a dar unidad al objeto con el que interactúa.
La herencia Estructural y las Invariantes Funcionales
El ser humano nace con dos herencias biológicas: la Herencia Estructural y la Herencia Funcional. La herencia estructural es específica de cada especie. El neonato supera a animales inferiores por la constitución del Sistema Nervioso Central y por las funciones cerebrales superiores (atención, memoria, lenguaje y pensamiento). Pero además el niño hereda los órganos de los sentidos y un bagaje de reflejos congénitos (que poseen las características de ser generalizables, diferenciables y reproducibles), de los cuáles algunos desaparecerán paulatinamente y otros se mantendrán en su desarrollo ontogenético. A partir de los reflejos congénitos y en virtud de sus características, se conformarán las primeras acciones motrices.
Mientras que esta herencia es limitada, las Invariantes Funcionales (herencia funcional) son funciones que no varían y están presentes en todo el proceso de construcción del conocimiento. Estas funciones permiten, en principio, la repetición de la acción dando lugar a los Esquemas de Acción. Ellas son: Adaptación y Organización. La Adaptación es el equilibrio entre la Asimilación y la Acomodación. Entendiendo por Asimilación al mecanismo por el cuál el sujeto incorpora las propiedades del objeto a sus esquemas de acción modificando la función del objeto; y por Acomodación, a la modificación que el sujeto experimenta en virtud del objeto. Ambos mecanismos son indisociables. Cuando hay un equilibrio entre la acomodación y la asimilación, la adaptación desemboca en un sistema estable que conduce a una Organización. Este concepto alude al aspecto interno de la adaptación, cuando se considera, no el proceso adaptativo en acto, sino la interdependencia de los elementos ya adaptados.
La importancia de las invariantes funcionales es que las mismas permiten el descentramiento y que el sujeto logre distintos niveles de equilibración, es decir, distintas estructuras.
En sentido amplio, las estructuras, son las relaciones y coordinaciones que suponen las formas de organización de la acción.
En sentido estricto, las estructuras implican mayores niveles de complejidad y equilibrio; la interacción de la coordinación de esquemas reversibles, donde se observan leyes de totalidad, un sistema de Autorregulación (equilibrio) y un sistema de Transformaciones (la génesis de las estructuras).
Equilibración
La Equilibración es un proceso de equilibrio, desequilibrio y re-equilibrio.
El equilibrio se presenta en dos formas: por Regulaciones Positivas (cuando el sujeto se centra en una variable sin tener en cuenta la otra), por Regulaciones Negativas (que se refiere a la variable ausente, es decir, la que el sujeto no toma en cuenta); y por Compensaciones, cuando logra coordinar las dos variables simultáneamente, lo cual constituye la reversibilidad. Las regulaciones (corrección por tanteo) se encuentran en el Período Sensorio- Motriz y el Período Pre- Operatorio. Al finalizar el período Intuitivo Articulado, el sujeto logra compensar las dos variables simultáneamente pasando, de un equilibrio por regulaciones, a un equilibrio por compensaciones.
En la medida en que el desarrollo del conocimiento es concebido como una sucesión de estados de equilibración, habrá entonces mecanismos de desequilibración y de re- equilibración en los nuevos niveles que se van alcanzando.
El mecanismo de Desequilibración se produce cuando el esquema asimilador encuentra un obstáculo o perturbación (un objeto que resiste su asimilación) y, frente a esta, se pone en marcha un mecanismo de regulaciones que intentan compensar dicha perturbación, haciendo asimilable el elemento inicialmente perturbador; lo cual exige una modificación del esquema mismo, logrando así una re-equilibración. Sin embargo, rara vez, la compensación es completa de inmediato, y una compensación incompleta da lugar al surgimiento de contradicciones.
La re- equilibración puede ser Simple, cuando la coordinación que intente establecer un nuevo equilibrio sea igual a la obtenida en un período anterior (se estabiliza el sistema pero sin introducir novedades) o bien Maximizadora, en la cual la nueva coordinación le permitirá alcanzar un nivel de coordinación mayor, es decir, constituye la génesis de una nueva estructura.
Por lo tanto, el progreso en el desarrollo del pensamiento consistirá en la integración de sistemas parciales en estructuras de conjunto; siendo que, las estructuras aisladas son más vulnerables a las perturbaciones y al conflicto, y las integradas ofrecen un nivel de equilibración más estable.
Período Sensorio-motriz
El primer período del desarrollo de la inteligencia es el Período Sensorio-motriz. En esta primera etapa la conducta del niño es esencialmente motora, no utiliza palabras ni pensamiento ni lógica formal. Es una inteligencia en lo sensorio y en lo motriz. El niño sólo puede actuar sobre lo inmediatamente presente, es la manera que tiene de adaptarse al medio que lo rodea. El aprendizaje depende de experiencias sensoriales inmediatas y de actividades motoras corporales. El bebé no tiene aún ninguna posibilidad de representarse una clase de objetos porque sólo sabe pensar en actos.
El recién nacido presenta un estado de Adualismo, es decir, de Egocentrismo radical, que es la incapacidad de discriminar; hay una total indiferenciación entre el YO/No YO, y el universo social esta centrado en el cuerpo y la acción propia. El progreso del infante como alguien que va construyendo categorías y la capacidad de razonar como sujeto epistémico es un proceso que va desde un estado de egocentrismo radical a un descentramiento creciente. Dentro de la teoría Piagetiana, la noción de descentramiento es la opuesta a egocentrismo y significa capacidad de discriminar y coordinar lo que se discrimina. El descentramiento en el niño se irá logrando en la medida en que construya esquemas de acción y los coordine, significa que los esquemas de acción son las primeras estructuras adquiridas y son estructuras elementales de todo conocimiento.
Los reflejos congénitos son la materia prima para formar los esquemas de acción. La extensión del esquema reflejo por la asimilación del elemento nuevo determina la formación de un esquema de orden superior: el hábito, que se logra al generalizar el reflejo de succión con un objeto nuevo; el niño ahora puede chupar su pulgar, no se trata todavía de una conducta inteligente. Surgen las reacciones circulares primarias que se ponen en práctica con relación a objetos del propio cuerpo. A continuación gracias a la coordinación del esquema de mirar con el de prensión, las conductas repetitivas se realizan con objetos externos y se las llama reacciones circulares secundarias. Piaget se refiere a este momento como un principio de diferenciación entre fines y medios. Luego el niño logrará diferenciar medios de fines, así, adquirirá la noción de objeto permanente y descubrirá que los objetos exteriores siguen existiendo aunque no los vea ni actúe sobre ellos. Esta adquisición es el resultado de los Grupos Prácticos de desplazamiento (reversibilidad práctica.) A partir de este momento puede hablarse específicamente de relación Sujeto-Objeto.
A continuación el niño coordina fines y medios, descubre medios por experimentación activa, hasta que finalmente parece reflexionar y descubre medios nuevos por combinación mental, lo que se denomina "INSIGHT."
Cada estructura es punto de partida de la siguiente y complejización de la anterior. La estructura del periodo Sensoriomotor es el OBJETO PERMANENTE y lo es en sentido amplio. El nivel de equilibración consiste en regulaciones prácticas o RITMOS que son conductas rígidas y cíclicas.
Al finalizar este período el sujeto llega a un primer nivel de descentramiento gracias a una progresiva coordinación, diferenciación e internalización de los esquemas de acción. Se ha conformado un universo sólido, dotado de objetos permanentes que se ubican en una representación espacial, causal y temporal objetiva
.Período Pre- Operatorio
Cuando el niño adquiere la capacidad de representar, quedando diferenciado el significante (imagen acústica) del significado (concepto al que refiere el significante) comienza el Periodo Preoperatorio. En este va a quedar constituida la función semiótica, un conjunto de conductas que le permiten al sujeto poder representar tanto elementos presentes, como aquellos actualmente no perceptibles. Estas conductas son: la imitación diferida, el juego simbólico, la imagen mental, el dibujo y el lenguaje.
En los comienzos de este periodo, el razonamiento del niño va a ser transductivo, va a ir de lo particular a lo particular y va a proceder por analogías inmediatas. Además el niño va a manejarse con preconceptos, es decir, no va a poder articular aspectos generales con particulares. Podemos situar también la génesis de la clasificación mediante las colecciones figurales, a través de las cuales el niño agrupa las figuras en base al predominio de la forma perceptiva por sobre el nivel operacional. En cambio hacia el final del periodo, el niño va a poder guiarse por un razonamiento intuitivo, realizando ya colecciones no figurales que efectuará por tanteos; coordinando dos variables alternativamente, aunque todavía no de manera simultanea.
En este periodo, el proceso de equilibración va a estar dado por las regulaciones post correctivas, a través de las cuales el sujeto establece relaciones por tanteos y correcciones (ensayo y error) hasta reorganizar la configuración perceptiva.
A nivel estructural, este período se caracteriza por las configuraciones perceptivas lo que equivale a decir que la lógica del infante estará regulada por lo que percibe y no por deducciones lógicas o matemáticas. Por ejemplo, cuando se pasa un líquido de un recipiente a otro de distinta forma, el niño asegurará que varía la cantidad. Por lo tanto, la estructura en este período, estará definida en sentido amplio, ya que el sujeto va a considerar solo una dimensión y a centrarse en los estados (configuraciones estáticas) y no en las transformaciones, entrando en contradicciones. El descentramiento tendrá lugar cuando pueda considerar más de un criterio, es decir, cuando pueda coordinar dos variables de manera simultanea. Precisamente este pasaje de lo sucesivo a lo simultáneo, junto con la interiorización de los esquemas representativos, indicará el comienzo de las operaciones concretas.
Período Operatorio Concreto
El sujeto de las Operaciones Concretas adquiere como logro más relevante la capacidad de reversibilidad ya que se interioriza la coordinación de esquemas representativos.
La reversibilidad es la capacidad de no incurrir en contradicciones lógicas, de poder ejecutar una misma acción en los dos sentidos de su recorrido. Esta se presenta en dos formas: por inversión o negación y por compensación o reciprocidad. La primera de ellas es la operación directa y su anulación a través de su inversa, donde el producto es la operación nula. La reversibilidad por reciprocidad consiste en la compensación de las diferencias, donde el producto es una equivalencia. Ambas se manejan en forma sucesiva pero no en simultáneo.
Si bien la reversibilidad le permite operar con los objetos concretos (aún sin una configuración perceptiva determinada), los cual implica el alcance de un nivel de abstracción reflexiva por sobre la abstracción empírica (las invariantes nocionales pasan a ser estables), solo puede hacerlo dentro de un agrupamiento. Es decir, que aplica las dos reversibilidades sucesivamente al dominio de las clases (lógica de clases) y al de las relaciones (lógica de relaciones); no pudiendo coordinar entre sí los agrupamientos; esto constituye el nivel de equilibración de este período.
Las operaciones concretas están siempre ligadas a la acción; el niño no puede razonar por proposiciones verbales, no se elaboran teorías, y lo real supera a lo posible.
Este período se define estructuralmente por los agrupamientos que son, grupos incompletos (sistemas de conjunto) porque no llegan a aplicar las dos reversibilidades en un sistema único, por eso procede dominio por dominio.
Período Operatorio Formal
El Período Operatorio Formal es el último de los estadios en el desarrollo del sujeto epistémico en el cual la coordinación e interiorización de sistemas de conjunto dan lugar a que las estructuras preexistentes subordinen lo real a lo posible, permitiéndole al individuo considerar distintas posibilidades para operar y acercarse a una solución.
A su vez, se manifiesta un pensamiento que a diferencia del período anterior, se caracteriza por la capacidad de referirse y utilizar enunciados hipotéticos, a partir de los cuales puede deducir, lo que le permite obtener resultados necesariamente independientes de la corroboración empírica.
Es decir, que el sujeto opera primero sobre el dominio de lo posible pero luego conecta sus conclusiones con la realidad.
Por otro lado, las operaciones que el sujeto es capaz de realizar, están coordinadas mediante proposiciones, entendidas como enunciados que expresan situaciones concretas o verbales que pueden ser afirmativas o negativas, y constituyen una operatoria a la segunda potencia. Esto hace referencia a la construcción de sistemas con relaciones entre proposiciones conformadas por conectivos lógicos, que clasifican o agrupan las combinaciones ya realizadas, y las coordinaciones entre sí.
El sujeto construye esquemas gracias a la estructura de las operaciones proposicionales pero en función de la experiencia y el tipo de problemas a los que se enfrente. Un ejemplo relevante es la noción de proporción propia de este período: aquí el sujeto pone en juego distintos conceptos que ya tenía presente (volumen, peso, etc.). Esta operación de clasificación de clasificaciones es la combinatoria.
El equilibrio propio de este nivel está dado por la reversibilidad que alcanza su máximo nivel de interiorización, estableciéndose en una misma estructura que puede combinar sus dos formas (inversa y recíproca). El sujeto, podrá de esta forma, operar con tres variables simultáneamente. Esto equivale a afirmar que el equilibrio del sistema dependerá de la reversibilidad e implica el análisis de distintas alternativas en la resolución de un conflicto.
En los períodos operatorios, el equilibrio se estabiliza y se torna dinámico, lo que permite centrarse y descentrarse más facilmente reduciendo el nivel de desequilibrio.
Otra estructura importante que se consolida en el período operatorio formal es el grupo de las cuatro transformaciones o INRC. Esta estructura posibilita al sujeto la manipulación de la combinación de diversas formas de reversibilidad para obtener distintos puntos de vista, las cuales se presentan como anteriores al alcance del individuo y puestas a ser utilizadas por éste para su futura verificación empírica.
Todos los alcances detallados se relacionan con el progreso que tiene su continuidad con los períodos anteriores de descentramiento creciente, donde ya en esta etapa el sujeto es capaz de disociar factores, como consecuencia de un control de variables que le permite diferenciar formas y contenidos para su generalización combinatoria, junto con la configuración espacial que también adquiere una diferenciación y descentramiento con respecto al sujeto.
Finalmente, es de importancia destacar el concepto de estructura, ya que se construye como una invariante funcional que permite futuras transformaciones hacia estadios más elevados y que también el sujeto de las operaciones formales es aquel que se construye en una génesis que culmina en un descentramiento tal, que le permitirá acceder al conocimiento científico modificador del mundo.
En los períodos operatorios, el equilibrio se estabiliza y se torna dinámico, lo que permite centrarse y descentrarse más fácilmente reduciendo el nivel de desequilibrio.
CONCLUSIÓN
A partir de los desarrollos ulteriores de la teoría Piagetiana, y en virtud del concepto de estructuras escogido como eje articulatorio para esta monografía, detacamos:
Que el pasaje del egocentrismo al descentramiento creciente es sinónimo del pasaje de una incapacidad de discriminar (subjetividad) a una capacidad progresiva para discriminar y coordinar lo que se discrimina (objetividad).
Que la objetividad coincidirá entonces, con el máximo de actividad por parte del sujeto, y con la integración de sistemas de relaciones en estructuras de conjunto.
Por último; que cada estructura alcanzada deberá asegurar un equilibrio más dinámico y más estable a los procesos que intervenían en la anterior y que esa flexibilidad permitirá, en última instancia, que el intercambio entre el organismo y los objetos que lo rodean sobrepase lo inmediato y lo momentáneo, aumentando así las distancias espaciales y temporales, y alcanzando relaciones más complejas e integradas.
BIBLIOGRAFÍA
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