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Evolutiva Adolescencia
Resumen de "Duelo y Melancolía" | Adolescencia (Cátedra: Barrionuevo - 2020) |
Psicología | UBA
Duelo y melancolía
El duelo es la reacción frente a la pérdida de una persona amada. Por otro lado,
en muchas personas se observa en lugar de duelo, la melancolía.
Con respecto a la MELANCOLÍA, hay en lo anímico una enorme desazón, un profundo
desinterés por el mundo exterior, se produce la pérdida de la capacidad de amar,
la inhibición de toda productividad y una rebaja en el sentimiento de sí, que se
exterioriza en autorreproches y autodenigraciones.
El DUELO muestra los mismos rasgos, excepto uno; falta la perturbación del
sentimiento de sí.
Relación entre ellos: hay cancelación del interés por el mundo externo, pérdida
en la capacidad de amar, inhibición de toda productividad. La diferencia entre
ellos radica en que, en el duelo, es el mundo externo el que se volvió pobre.
Conoce la diferencia entre el objeto y el Yo; en la melancolía, por otra parte,
es el mundo externo, pero también el Yo el que se volvió pobre, porque su mundo
es el objeto.
Freud establece tres momentos del duelo:
1. La desmentida/renuencia
El examen de la realidad (yo realidad) ha mostrado que el objeto amado ya no
existe más, y por eso, el sujeto pretende quitar toda la libido de sus enlaces
con ese objeto, desmiente la libido. El objeto no está y eso le causa dolor, por
eso lo desmiente.
A ello se opone una renuencia: la negación, la desmentida. Esa renuencia puede
alcanzar tal intensidad que produzca un extrañamiento de la realidad y una
retención del objeto por vía de una psicosis alucinatoria de deseo.
Prevalece el yo de placer, que manifiesta que no hay pérdida posible.
El yo, al negar, sigue satisfaciendo la pulsión. Luego cae y comienza a actuar
el principio de realidad, que produce una desgarradura del yo, y sobre este
mecanismo opera el duelo. Hay como núcleo→ una escisión en el yo.
Se cae en melancolía porque no se puede tolerar la falta. Algo de ese objeto
perdido forma parte del sentimiento de sí.
2. Sobreinvestidura de los recuerdos
Aquí ya se produce la angustia porque hay noción de la pérdida, opera el yo
realidad. Se sobreinvisten los recuerdos (aquellos que quedaron que dejó el
objeto) Se rememoran todo el tiempo los recuerdos, por eso hay un desinterés por
el mundo externo. El objeto persiste en lo psíquico.
Desinvestidura pieza por pieza
Luego, en tanto se rememoró, se va a poder desinvestir. Es necesario volver a
esos puntos de fijación (los recuerdos) para poder extraer la libido de ellos.
Una vez que ocurre esto, el Yo se vuelve libre y desinhibido.
Duelos en la adolescencia
POR LA PÉRDIDA DEL CUERPO INFANTIL. Los cambios corporales provocan
sensaciones de extrañamiento en cuanto a lo que ocurre en y con su propio
organismo.
POR LA PÉRDIDA DEL ROL Y LA IDENTIDAD INFANTILES. Obliga al adolescente a
renunciar a la dependencia y a la aceptación de responsabilidades que muchas
veces desconoce.
POR LA PÉRDIDA DE LOS PADRES IDEALES DE LA INFANCIA, que fueron refugio y
protección. Este trabajo de duelo se conjuga con el duelo de los propios padres
que deben enfrentar la caída de la posición de saber y de omnipotencia frente a
sus hijos.
Un cuarto podría ser POR LA BISEXUALIDAD. El sujeto debe tomar una posición
sexuada
ESCISIÓN DEL YO EN EL PROCESO DEFENSIVO.
El yo del niño resignará el amor a otro por amor a sí mismo. Se produce la
castración.
Puede dejar de masturbarse o negar la realidad (la castración) y elije seguir
masturbándose.
Ante estas opciones el yo queda escindido entre:
1) yo realidad: Peligro que actúa sobre la ley, peligro de existencia. Se
produce la represión; renuncia a la satisfacción pulsional. Entiende que
completo no es y se instaura un límite.
2) yo placer: Satisface a la pulsión (me escondo en el baño, no me va a pasar
nada), desmentida.
Entonces al principio se desmiente (yo placer), pero después la carga se hace
cada vez mayor y actúa el yo realidad. Esto deja como núcleo una desgarradura,
una escisión del yo. Sobre este mecanismo actúa el duelo y va a preservarse toda
la vida.