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Psicoanálisis
Freud
Resumen para el Primer Parcial |
Psicoanálisis Freud (Cátedra: Laznik - 2023) | Psicología | UBA
MÓDULO I: Defensa, histeria y formaciones del inconsciente
➔ Teórico. Sobre el mecanismo psíquico de los fenómenos histéricos
Los fundamentos más directos para la génesis de los síntomas histéricos han de
buscarse en el ámbito de la vida psíquica.
Freud se empieza a interesar en los trabajos de Charcot, sobre todo en los
trabajos que incluyen las parálisis traumáticas que aparecen en la histeria.
Como características de estos traumas, se enuncian las siguientes:
● debe ser lo suficientemente grave, de tal índole que a él se le conecte la
representación de un peligro mortal, una amenaza para la existencia.
● no debe dañar el aparato psíquico, este tiene que poder trabajarlo.
El proceso de Charcot es el siguiente: produce artificialmente la parálisis en
el enfermo. Para realizarlo necesita en primer lugar que el enfermo ya se
encuentre en un estado histérico, la condición de la hipnosis y el recurso de la
sugestión. Charcot pone en hipnosis profunda al enfermo, le da un golpe en el
brazo, el brazo se cae, queda paralizado y muestra exactamente los mismos
síntomas que en la parálisis traumática espontánea (el golpe puede ser también
una sugestión verbal).
De esta forma se produce una relación entre el trauma y la sugestión traumática.
El efecto último (la parálisis) es el mismo en ambos casos. Lo que suele pasar
es que en este caso el obrero no se encontraba en situación de hipnosis al
momento de contraer el trauma, sino que presentaba un estado mental particular.
La génesis del síntoma está determinada de manera unívoca por las circunstancias
del trauma.
En la misma época, el doctor Breuer prestaba asistencia a una mujer que
presentaba una histeria grave y complicada (Elizabeth). Al principio se
complicaba el hecho de saber, ya que los enfermos o no querían contar en la
totalidad lo que les pasaba o no sabían realmente qué era.
Era preciso poner a los enfermos en estado hipnótico, ya que de esta forma se
llegaba a lo que se necesitaba saber y los recuerdos venían, no así en un estado
de vigilia. Tras los fenómenos de histeria se esconde una vivencia teñida de
afecto y además esa vivencia es de tal índole que permite comprender el síntoma
a ella referido. Esta vivencia teñida de afecto se relaciona se equipara a la
vivencia traumática que está en la base de la histeria.
Gracias a estas averiguaciones, Freud plantea la primera tesis → Existe una
total analogía entre la parálisis traumática y la histeria comun, no traumática.
La única diferencia es que allí intervino un gran trauma, mientras que aquí rara
vez se comprueba un solo gran suceso, sino que se asiste a una serie de sucesos
plenos de afecto; toda una historia de padecimiento.
Charcot → Histeria traumática → Se genera con un gran trauma.
Breuer → Histeria comun no traumática → Son sucesos de pleno afecto, una
historia de padecimiento.
De qué índole es el nexo causal entre la ocasión que se averiguo en la hipnosis
y el fenómeno que permanece como síntoma histérico duradero? Freud menciona dos
tipos de nexos, en primer lugar un nexo de tipo desencadenamiento y otro nexo de
tipo directo. A este último hace referencia Freud como nexo posible entre estos
dos fenómenos. Además dice también que una vez que el médico se entera de la
oportunidad en que cierto síntoma apareció por primera vez, es también el
momento en el que el síntoma desaparece. La clave es buscar entre esos recuerdos
que el paciente nombra y encontrar el más vívido, él verá las cosas ante sí con
su realidad efectiva originaria, en este momento el enfermo está totalmente
gobernado por el afecto. Una vez que el enfermo revive ese afecto y se le
vuelven los dolores de ese momento, el síntoma desaparece.
Al mencionarse que el enfermo llega al recuerdo vívido, y se enfrenta ante él y
toda su intensidad, cómo es posible que tanto tiempo después de generado ese
recuerdo siga manteniendo semejante fuerza y dominando una parte del individuo?
¿Por qué no se desgasta y sucumbe al olvido? → Si un ser humano experimenta una
impresión psíquica, en su sistema nervioso se acrecienta algo que se conoce como
la suma de excitación. En todo individuo, para la conservación de su equilibrio
y salud, se querrá volver al equilibrio, a equiparar esa suma de excitación que
ingresó, y poder expulsarla en igual medida. El acrecentamiento de esta suma
acontece por vías sensoriales, y su empequeñecimiento por vías motrices. Cuanto
más grande sea lo que ingresa por vías sensoriales, más grande es lo que debería
salir por vías motrices. Por ejemplo si a alguien le dan una cachetada, lo que
haría la persona para volver a equilibrio la suma es devolverla en igual fuerza,
así como puede hacerlo con la fuerza, puede hacerlo con la palabra (insulto) o
con sus pensamientos (yo no soy así).
En el caso de que el ofendido no puede devolver la afrenta, ni dando a su vez un
cachetazo ni por medio de un insulto, se crea la posibilidad de que el recuerdo
de ese suceso vuelva a convocarle el mismo afecto que estuvo presente al
comienzo. Si la reacción frente al trauma psíquico tuvo que ser interrumpida por
cualquier razón, aquel conserva su afecto originario, y toda vez que el ser
humano no pueda aligerarse del aumento de estímulo mediante abreacción, esta
dada la posibilidad de que el suceso en cuestión se convierta en un trauma
psíquico. De esta forma, el afecto que estaba intensamente adherido al recuerdo
pierda al fin intensidad, y el recuerdo mismo, ahora despojado de afecto,
sucumba con el tiempo al olvido, al desgaste.
De esta forma se descubre que en el histérico hay unas impresiones que no se
despojaron de afecto y cuyo recuerdo ha permanecido vívido. Así se llega a la
conclusión de que estos recuerdos devenidos patógenos ocupan en el histérico una
posición excepcional frente al desgaste. Todo lo que en el futuro genera
fenómenos histéricos fueron traumas psíquicos que no fueron abreaccionados
correctamente. → El histérico padece de unos traumas psíquicos incompletamente
abreviados.
➔ Teórico. Sobre la psicoterapia de la histeria
Mientras se intentaba estudiar la etiología de la histeria, se descubrió un
método del que se valía Charcot para curar a las histéricas → Descubrimos al
comienzo para nuestra máxima sorpresa, que los síntomas histéricos singulares
desaparecen enseguida y sin retornar cuando se conseguía despertar con plena
luminosidad el recuerdo del proceso ocasionador, convocando al mismo tiempo al
afecto acompañante, y cuando luego el enfermo describe ese proceso de la manera
más detallada posible y expresaba en palabras el afecto → cancela la acción
eficiente de la representación originalmente no abreaccionada, porque permite a
su afecto estrangulado el decurso a través del decir, y la lleva hasta su
rectificación asociativa al introducirla en la conciencia normal o de cancelarla
por sugestión médica.
Freud comienza a plantear las barreras que encuentra en el método catártico
utilizado hasta el momento:
● ineficaz frente al tratamiento de la neurastenia y la neurosis de angustia
● no influye sobre las condiciones causales de la histeria, por ende no puede
impedir que se generen nuevos síntomas
● el procedimiento es trabajoso e insume al médico mucho tiempo, debe existir
simpatía personal por el paciente y éste debe confiar en el analista
● por debajo de cierto nivel de inteligencia el procedimiento es inaplicable
Sumado a las problemáticas que se presentaban, Freud descubre que algunos
pacientes no eran del todo hipnotizables (y él reconocía que tampoco era bueno
hipnotizando pacientes). Ante esta dificultad, y las que venían por defecto en
cada paciente (que no recordaban lo que había generado el síntoma o simplemente
que no querían contarlo) empezó a evitar la hipnosis y cambiar su técnica →
acostaba a los pacientes y les hacía cerrar los ojos para que se concentren en
el recuerdo. De esta forma (simil hipnosis) empezaron a aflorar recuerdos y
representaciones patógenas cuya presencia era indudable. Lo que en ese momento
pasaba es que Freud debía eludir una fuerza, una resistencia que contrariaba el
devenir consciente de las representaciones patógenas. Esa fuerza o resistencia
debía ser de la misma fuerza psíquica que cooperó en la génesis del síntoma
histérico y en aquel momento impidió del devenir-conciente de la representación
patógena.
Tras descubrir estas representaciones, se apunta que tales eran de naturaleza
penosa, aptas para provocar los efectos de la vergüenza, el reproche, el dolor
psíquico. De ello se desprende la idea de la defensa. En este punto, se pasa de
la histeria hipnoide a la histeria de defensa.
Ante el yo del enfermo se había propuesto una representación inconciliable (RI),
que evocó una fuerza de repulsión del lado del yo cuyo fin era la defensa frente
a esa RI. Esta defensa prevaleció, la RI fue expulsada fuera de la conciencia y
del recuerdo, y en apariencia era ya imposible pesquisar su huella psíquica. En
el análisis, al querer hacer referencia y guiar la atención hacia esa huella, se
podía ver como resistencia a la misma fuerza que en la génesis del síntoma se
haya mostrado como repulsión (lo que explica por qué los enfermos no podían
recordar ese origen del síntoma).
Resistencia → La resistencia a la asociación posee un poder que el esforzar del
médico desconoce, en este caso se debía pensar en una solución más potente. →
Artificio técnico → Freud comienza a usar su mano en la frente de los pacientes
para generar presión y con ello una sugestión. Se le pedía al paciente que diga
la primera imagen u ocurrencia que se le venía a la mente. Dicha herramienta la
conoce Freud como una hipnosis momentánea reforzada. Este mecanismo funcionaba
en verdad porque la representación buscada estaba siempre “en las cercanías”, se
la podía alcanzar mediante asociaciones de fácil tránsito. Ahora bien, no
siempre la primera representación hallada es la que estamos buscando, muchas
veces esa representación es la primera en una larga serie de recuerdos y cadenas
asociativas de pensamientos.
La resistencia se esconde siempre en frases como hoy estoy disperso o esto no es
tan importante. Generalmente los primeros esclarecimientos y los más importantes
suelen venir rebajados en importancia: esto podría llegar a ser pero no me
parece tan importante → es signo de una defensa lograda que las representaciones
patógenas hayan de aparecer como de tan escasa sustancia en su afloramiento, el
proceso de defensa consiste en: tornar débil la representación fuerte,
arrancarle el afecto.
La histeria se genera por la represión, desde la fuerza motriz de la defensa, de
una representación inconciliable. Esta representación reprimida permanece como
una huella mnémica débil (menos intensa) y el afecto que se le arranco es
empleado para una inervación somática: conversión de la excitación. En virtud de
su represión, la RI se vuelve causa de síntomas patológicos. A una histeria que
muestre este mecanismo psíquico se le puede adherir la designación de histeria
de defensa. Existen otras dos histerias: histeria hipnoide e histeria de
retención.
Dinámica de las representaciones → Casi nunca existe la situación de un solo
síntoma y un solo gran trauma, generalmente se tiene un conjunto de síntomas, en
parte independientes, en parte entrelazados entre sí. No se debe esperar un
único recuerdo traumático ni tampoco una única representación patógena. Es
necesario estar preparado para encontrar una serie de traumas parciales y
encadenamientos de ilaciones patógenas de pensamiento.
El material psíquico de una histeria así se figura como un producto
multidimensional de por lo menos triple estratificación. Esto es, de qué forma
se ordena el material psíquico, y de qué forma uno recuerda y uno trae a terapia
el material? En primer lugar estuvieron presentes un núcleo de recuerdos
(recuerdos de vivencias o de ilaciones de pensamientos) en los cuales ha
culminado el momento traumático. Alrededor de este núcleo se halla una gran
cantidad de material mnémico en un triple ordenamiento:
● ordenamiento lineal cronológico: el camino más directo. Los pacientes alguna
vez traen recuerdos muy lineales, claros, como si fuese un cronograma. Tiene
lugar dentro de cada tema singular y tiene la peculiaridad de invertir la
secuencia de su génesis o de los hechos (Elizabeth cuenta su historial de
padecimientos al morir sus familiares y luego habla de su padre vivo) pero
siempre manteniendo un orden (como si fuese una pila de recuerdos)
● concéntrico alrededor del núcleo patógeno: los primeros recuerdos son los que
se encuentran en la periferia. A medida que nos vamos acercando al núcleo,
empiezan a aparecer resistencias y al paciente le cuesta más recordar. Existen
capas de resistencias en torno al núcleo, y cada vez que el quiere llegar al
núcleo patógeno se va topando con resistencias cada vez más fuertes (sesión
Elizabeth cuando él le toca la pierna afectada y denota un gesto de placer en su
rostro). Hay que vencer las resistencias estrato por estrato
● hilos o nexos lógicos: contenido de los pensamientos, ocurrencias de cada
suceso. Tiene la peculiaridad de que es dinámico (Elizabeth y sus ocurrencias
cuando Freud le pregunta sobre sus padecimientos).
Dichos hilos de pensamientos y nexos lógicos se deben pensar como un sistema de
líneas ramificadas y convergentes. Tiene puntos nodales en los que coinciden dos
o más hilos. Es muy comun ver que un síntoma es de determinismo múltiple, de
comando múltiple. Dicho esto, la terapia no consiste en extirpar algo, sino en
disolver la resistencia y así facilitar a la circulación el camino por un ámbito
antes bloqueado.
Ver páginas 296-301 y 306-307 (estrechamiento de la conciencia y síntoma
neo-producido)
Puede suceder que la técnica de la mano en la frente fracase. Esto se puede
deber en primer lugar a que realmente no haya nada más que se pueda encontrar.
El otro caso es que haya una resistencia que aún no se pueda derribar, pero si
más adelante. Un tercer caso que puede suceder es que exista una resistencia
externa, que relaciona al analista. Si la relación entre médico y analista se
perturba, también se afecta su predisposición al análisis. Este caso sobreviene
en tres situaciones:
● cuando la enferma se cree relegada, menospreciada, afrentada o ha escuchado
cosas desfavorables sobre el médico
● cuando la enferma es presa del miedo de acostumbrarse demasiado a la persona
del médico, perder su autonomía frente a él y hasta caer en dependencia sexual
de él
● cuando la enferma se espanta por transferir a la persona del médico las
representaciones penosas que afloran desde el análisis. Ello es frecuente, la
transferencia sobre el médico acontece por enlace falso
➔ Teórico. Cinco conferencias sobre el psicoanálisis
En este breve texto, Freud hace referencia a cómo funciona el mecanismo de la
represión dentro de la defensa. Al existir una moción de deseo que se encuentra
en oposición con los demás deseos de la persona, se genera una lucha en la que
la representación inconciliable (RI) sucumbe ante la represión {fuerza de
desalojo} y se olvida en la conciencia.
La aceptación de una moción como tal inconciliable o la presencia de conflicto
hace que se provoque un gran displacer. Este displacer es ahorrado por la
represión, que se convierte en uno de los dispositivos protectores de la
personalidad anímica.
Supongan que aquí, dentro de esta sala y entre este auditorio cuya calma y
atención ejemplares yo no sabría alabar bastante, se encontrará empero un
individuo revoltoso que me distrajera de mi tarea con sus impertinentes risas,
charla, golpeteo. Se levantan algunos hombres y llevan al molesto a la puerta.
Ahora éste se encuentra «desalojado» {reprimido} y yo puedo continuar. Ahora,
para que la perturbación no se repita, si el expulsado intenta volver a entrar,
los demás colocarán sillas trabando la puerta y harán una «resistencia». De esta
manera Freud explica el proceso de represión.
➔ Seminario. La etiología de la histeria (1976)
Según la opinión de Charcot, sólo la gerencia merece ser reconocida como causa
eficiente de la histeria, en tanto que todos los influjos nocivos no están
destinados a desempeñar sino el papel de unas causas ocasionales. Freud propone
un segundo camino para entender el origen de la histeria.
Si alguien quiere hacer hablar a los síntomas de la histeria, deberá partir del
descubrimiento de Breuer: los síntomas de la histeria derivan su determinismo de
ciertas vivencias de eficacia traumática que el enfermo ha tenido, como símbolos
mnémicos de las cuales ellos son reproducidos en su vida psíquica. Se debe
reorientar la atención del enfermo desde el síntoma hasta la escena en la cual y
por la cual el síntoma se engendró, y tras la indicación del enfermo, uno
elimina el síntoma establecimiento una rectificación de efecto retardado.
Se debe tener en cuenta que la reconducción de un síntoma histérico a una escena
traumática sólo conlleva una ganancia para el entendimiento si esa escena cumple
dos condiciones:
● que posea la pertinente idoneidad determinadora
● se le reconozca la necesaria fuerza traumática
Con idoneidad determinadora Freud se refiere a una escena que haya realmente
generado una sensación lo suficientemente importante como para que explique el
síntoma. Fuerza traumática hace referencia a que el enfermo haya sentido un
posible miedo o su vida haya corrido peligro (ejemplos del tren, o de la manzana
podrida).
Generalmente no se cumplen las dos condiciones de la escena. A veces falta una
de las dos, a veces ambas que no nos terminan de convencer sobre si la vivencia
fué suficiente como para explicar los síntomas histéricos. Dicho esto, Freud se
plantea si detrás de estos recuerdos que no cumplen con las condiciones
necesarias, existan otros que sí las cumplan.
¿No será que tras la primera escena traumática se esconde una segunda que acaso
cumplirá mejor nuestras exigencias y cuya reproducción desplegará mayor efecto
terapéutico, de suerte que la escena hallada primero solo poseerá el significado
de un eslabón dentro del encadenamiento asociativo? Y no podrá ocurrir que se
repita varias veces esa situación, que se intercalan muchas escenas ineficaces
como unas transiciones necesarias en la reproducción, hasta que uno, desde el
síntoma histérico, alcance por fin la escena de genuina eficacia traumática, la
escena satisfactoria en los dos órdenes, el terapéutico y el analitico? Freud
afirma que efectivamente sí.
Cada vez que la escena hallada es insatisfactoria, se le comunica al enfermo que
esta vivencia no explica nada, pero que tras ella se esconde una vivencia
anterior más importante. Luego de esto, se comienza a guiar esa escena con sus
hilos asociativos que enlazan ambos recuerdos, el hallado y el que está por
detrás.
De esta forma, la primera escena proporciona la fuerza traumática por el terror,
y la otra la idoneidad determinadora por su efecto. “La manzana podrida trae el
recuerdo de una vivencia anterior en que el enfermo juntaba manzanas caídas en
un huerto, y en eso tropezó por azar con el cadáver asqueroso de un animal”.
Las cadenas asociativas siempre constan con más de dos eslabones; las escenas
traumáticas no forman un hilo de escenas como un collar, sino más bien se
encuentran ramificadas formando un árbol genealógico de escenas. A partir de una
vivencia entran en juego dos o más vivencias aún más tempranas. Entonces: Ningún
síntoma histérico puede surgir de una vivencia real sola, sino que todas las
veces el recuerdo de vivencias anteriores, despertado por vía asociativa,
coopera en la causación del síntoma. Si esta tesis es válida sin excepción, nos
señala al mismo tiempo el fundamento sobre el cual se ha de edificar una teoría
psicológica de la histeria.
Al seguir estas cadenas asociativas, se puede llegar a una serie de vivencias
cuyos recuerdos están recíprocamente encadenados en la asociación (desde una
escena se alcanzan uno o más recuerdos), que luego se entretejen entre sí. No
importa el caso o el síntoma del cual uno haya partido, infaliblemente se
termina por llegar al ámbito del vivenciar sexual. Así se habría descubierto por
primera vez una condición etiológica de síntomas histéricos. Se llega
finalmente, luego de que las cadenas mnémicas han convergido, al ámbito sexual y
a unas pocas vivencias que las más de las veces corresponden a un mismo periodo
de la vida, la pubertad. A partir de estas vivencias uno debe inferir la
etiología de la histeria, y comprender por medio de ellas la génesis de síntomas
histéricos.
Puede suceder que las vivencias encontradas en la pubertad carezcan de idoneidad
determinadora, pero entonces qué pasa si se dijera que uno debería buscar el
determinismo de esos síntomas aún más atrás? Se debería pensar ahora en
vivencias que ocurren antes de las primeras actividades sexuales. De esta forma
se llega a la época de la niñez temprana, la época anterior al desarrollo de la
vida sexual. No se tiene derecho a suponer que tampoco en la infancia faltan
unas excitaciones sexuales leves? Quizás en la base de la reacción anormal
frente a impresiones sexuales se hallen de manera universal unas vivencias
sexuales de la niñez que tendrían que ser de índole uniforme y sustantiva? Como
unas vivencias infantiles de contenido sexual solo podrían exteriorizar un
efecto psíquico a través de sus huellas mnémicas, no será este un complemento de
aquel resultado de análisis según el cual un síntoma histérico puede nacer con
la cooperación de recuerdos?
Estas vivencias infantiles a las que se refiere Freud son de índole sexual, pero
mucho más uniformes que las escenas de la pubertad halladas anteriormente. No se
trata de despertar el tema sexual por una impresión sensorial cualquiera, sino
de unas experiencias sexuales en el propio cuerpo, de un comercio sexual.
Entonces, Freud dice: en la base de todo caso de histeria se encuentran una o
varias vivencias de experiencia sexual prematura, pertenecientes a la
tempranísima niñez.
Freud señala un factor que hasta ahora es poco apreciado, el estallido de una
histeria se deja reconducir de manera regular, a un conflicto psíquico: una
representación inconciliable pone en movimiento la defensa del yo e invita a la
represión. La defensa alcanza ese propósito de expulsar fuera de la conciencia
la representación inconciliable (RI) cuando en la persona en cuestión, hasta ese
momento sana, están presentes unas escenas sexuales infantiles como recuerdos
inconscientes, y cuando la representación que se ha de reprimir puede entrar en
un nexo lógico o asociativo con una de tales vivencias infantiles. No importa la
sola existencia de las vivencias sexuales infantiles, estas escenas tienen que
estar presentes como recuerdos inconscientes, sólo en la medida misma en que son
inconscientes pueden producir y sustentar síntomas histéricos. Los síntomas
histéricos son retoños de unos recursos de eficiencia inconsciente.
En resumen, para formar un síntoma histérico tiene que estar presente un afán
defensivo contra una representación penosa; además, esta tiene que mostrar un
enlace lógico o asociativo con un recuerdo inconsciente a través de pocos o
muchos eslabones; por otra parte, aquel recuerdo inconsciente sólo puede ser de
contenido sexual, y su contenido es una vivencia sobrevenida en cierto periodo
infantil.
➔ Práctico. Las neuropsicosis de defensa (1894)
“Que el complejo sintomático de la histeria, hasta donde conseguimos entenderlo
hoy, justifica el supuesto de una escisión de la conciencia con formación de
grupos psíquicos separados (lo que luego se conocerá como inconsciente), es cosa
que debería ser universalmente aceptada” Según Janet, la escisión de conciencia
es un rasgo primario de la alteración histérica. Para Breuer (histeria
hipnoide), la escisión de la conciencia es secundaria, adquirida; se produce en
virtud de que las representaciones que afloran en estados hipnoides están
sesgadas del comercio asociativo con el restante contenido de consciencia. Otro
tipo de histeria son las llamadas histerias de retención (Charcot), donde la
escisión desempeña un papel mínimo. Freud considera la forma de histeria de
defensa.
Los pacientes gozan de una salud psíquica hasta el momento en que sobreviene un
caso de inconciliabilidad en su vida de representaciones, hasta que se presenta
un yo a su vivencia, una sensación que despierta un afecto tan penoso que la
persona decide olvidar (algo que no logra hacer de forma deliberada,
consciente). Lo que ocurrió con muchos pacientes de Freud es que ese olvido no
se logró, sino que llevó a diversas reacciones patológicas que provocan una
histeria, una representación obsesiva o una psicosis alucinatoria.
Una vez que la huella mnémica y el afecto adherido a la representación están
ahí, ya no se pueden extirpar. La solución es debilitar y convertir la
representación intensa en una débil, arrancarle el afecto, la suma de excitación
con la que cuenta. Ahora, la suma de excitación divorciada de ella tiene que ser
aplicada a otro lado. (entonces, se separan por un lado representación, y por el
otro montón de afecto).
Por un lado, en la histeria el modo de volver inocua la RI es trasponer a lo
corporal la suma de excitación a través del proceso de conversión (total o
parcial). De esta forma, el yo consigue quedar exento de contradicción, pero a
cambio ha echado sobre sí el lastre de un símbolo mnémico que habita en la
conciencia al modo de un parásito. Esta huella no fue sepultada, sino que forma
en lo sucesivo el núcleo de un llamado grupo psíquico segundo (lo que Freud
después va a llamar inconsciente). Cada vez que vuelva a ocurrir algo similar a
esa vivencia, se va a producir el engrosamiento por los llamados momentos
traumáticos auxiliares. El método catártico de Breuer consiste justamente en
volver a guiar la excitación (desplazada anteriormente) de lo corporal a lo
psíquico, para luego forzar a equilibrar la contradicción mediante un trabajo
del habla.
En un segundo caso, en el que en una persona predispuesta a la neurosis no está
la capacidad convertidora para defenderse de una RI, se emprende el dvorcio de
ella y su afecto, y este afecto permanece en el ámbito psíquico. La RI queda
segregada de asociación dentro de la conciencia, pero su afecto se adhiere a
otras representaciones, en sí no inconciliables que en virtud de este enlace
falso devienen en representaciones obsesivas (y fobias).
Entonces, se produce en la persona una representación inconciliable que no puede
convivir con otras y es penosa para el yo consciente. Esta RI viene ligada con
un afecto, una suma de excitación. La defensa logra dividir la RI del MA o SE,
dejando una huella mnémica en el aparato psíquico creando así un grupo psíquico
segundo. El MA o la SE puede seguir dos mecanismos:
● conversión: resulta de la transposición del afecto a una representación
corporal que tenga un nexo asociativo con la representación inconciliable
(histeria de defensa).
● representación obsesiva: el afecto se desplaza a otras representaciones en sí
no inconciliables, que en virtud de este enlace falso devienen en
representaciones obsesivas (fobias).
Existente una modalidad defensiva mucho más enérgica y exitosa (lo que hace
creer que las dos mencionadas antes no lo fueron) que consiste en que el yo
desestima la RI junto con su afecto y se comporta como si la representación
nunca hubiese comparecido, solo que en el momento en que se ha conseguido esto,
la persona se encuentra en una psicosis que no admite otra clasificación que
confusión alucinatoria. De esta forma, el yo se defendió de la representación
inconciliable mediante el refugio en la psicosis.
El yo se arranca de la RI y se entrama de manera inseparable con un fragmento de
la realidad objetiva, y en tanto el yo lleva a cabo esa operación, se deshace
también de la realidad objetiva. De esta forma se genera la vividez
alucinatoria.
Con respecto a la hipótesis auxiliar, se resume que se supone una separación
entre la representación y su afecto. Es una metáforaa que intenta explicar en
los terminos cientificos de la epoca el desplazamiento y la sustoticion en las
neurosis, o retorno de lo reprimido.
➔ Práctico. La proton pseudos histérica (caso Emma)
“Emma esta hoy bajo la compulsión de no poder ir sola a una tienda. Como
fundamento, un recuerdo de cuando tenía doce años (pubertad). Fué a una tienda a
comprar algo, vio dos empleados reírse entre ellos, y salió corriendo presa de
algún afecto de terror. Sobre esto se despiertan unos pensamientos: que esos dos
se reían de su vestido, y que uno le había gustado sexualmente (nexos
incomprensibles por ahora).
Freud entiende que esta escena por sí sola no puede devenir en síntoma, de hecho
no cumpliría las condiciones necesarias. La explotación descubre un segundo
recuerdo que pone a Emma en entredicho. A los ocho años fué dos veces a la
tienda de un pastelero y éste la pellizco por encima de la ropa. Emma se
reprocha haber ido por segunda vez, y cree que ella fue quien provocó al
empleado.
● De esta forma se comprenden ESCENA I y ESCENA II, pero aún falta una conexión
asociativa entre ambas escenas, a la cual ella misma remite que puede ser la
risa, pues decía que la risa de los empleados le hizo acordar a la risa del
pastelero. Entonces → en la tienda los dos empleados ríen, esta risa evoca (de
forma inconsciente) el recuerdo del pastelero (Emma de nuevo está sola en un
comercio, es otra semejanza). El recuerdo despierta un desprendimiento sexual
que se transpone en angustia. Con esta angustia, tiene miedo de que los
empleados puedan repetir el atentado del pastelero y se escapa.
Por su parte, el empleado que se ríe le había gustado. La conclusión de no
permanecer sola en la tienda a causa del peligro del atentado se formó de manera
correcta, con miramiento por todos los fragmentos del proceso asociativo. Aquí
se da el caso de que un recuerdo despierte un afecto que como vivencia no había
despertado, porque entretanto la alteración de la pubertad ha posibilitado otra
comprensión de lo recordado. En este caso se descubre algo típico e la histeria,
es reprimido un recuerdo que sólo con efecto retardado ha devenido en trauma. La
causa de este estado de cosas es el retardo de la pubertad respecto del restante
del desarrollo del individuo.
En este caso podemos encontrar como nexos lógicos la risa y el vestido, que
conectan ambas escenas- Por su parte, se encuentra y se diferencia temporalidad
en el trauma. En la escena II, el atentado vale como elemento reprimido e
inconsciente, su recuerdo solo mas tarde con la pubertad, deviene en trauma. La
eficacia traumática esta dada por el encadenamiento de las dos representaciones.
El desprendimiento sexual se anuda al recuerdo del atentado pero no se anuda al
atentado cuando fué vivenciado. El desprendimiento sexual que se transpone en
angustia, afecto de terror es despertado retroactivamente.
➔ Práctico. Manuscrito K: las neurosis de defensa
Se deben cumplir necesariamente dos condiciones para que se pueda contraer
correctamente una neurosis de defensa: que sea de índole sexual y suceda en el
periodo anterior a la madurez sexual (condiciones de la sexualidad y del
infantilismo). Existen dos tipos de tendencia del aparato de defensa:
● tendencia defensiva normal: la repugnancia a guiar la energía psíquica de
suerte que genera displacer (basada en la Ley de Constancia), son incapaces de
cobrar un displacer actual.
● tendencia defensiva nociva: cuando se dirige contra representaciones que
pueden desprender un displacer nuevo también siendo recuerdos (como las
representaciones sexuales). Es el caso en el que con efecto retardado, un
recuerdo produce un desprendimiento más intenso que el de la vivencia
correspondiente. El único requisito es que entre la vivencia y el recuerdo se
interponga la pubertad, la que hace que se genere el efecto del despertar.
Más adelante se plantea de dónde proviene y bajo qué condiciones análogas se
genera perversión o inmoralidad en lugar de neurosis? Para responder a esto, y
para entender de donde proviene el displacer que una estimulación sexual
prematura esta destinada a desprender, Freud dice que verguenza y moralidad son
las fuerzas represoras y la vecindad natural de los órganos sexuales
infaliblemente despertara también asco a raíz de una vivencia sexual. Dentro de
la vida sexual tiene que existir una fuente independiente de desprendimiento de
displacer, la cual gracias a ella se puede dar vida a las percepciones de acto,
moralidad, etc.
La trayectoria de la enfermedad en las neurosis de represión es en general
siempre la misma (fórmula canónica):
1. la vivencia sexual prematura, traumática que ha de reprimirse
2. su represión a raíz de una ocasión posterior que despierta su recuerdo, y así
lleva a la formación de un síntoma primario
3. un estadío de defensa lograda, que se asemeja a la salud salvo en la
existencia del síntoma primario
4. el estadío en que las representaciones reprimidas retornan, y en la lucha
entre estas y el yo forman síntomas nuevos
Las diferencias principales entre las diversas neurosis se muestran en el modo
en que las representaciones reprimidas retornan; otras en el modo de la
formación del síntoma y su decurso. El carácter específico de las diversas
neurosis reside en cómo es llevada a cabo la represión. En el caso de la
neurosis obsesiva, la vivencia primaria estuvo dotada de placer, sin injerencia
de dolor y asco. Esta vivencia recordada tiempo después genera displacer. La
represión puede venir por el hecho de que el recuerdo placentero desprenda
displacer en años posteriores.
➔ Práctico. Nuevas puntualizaciones sobre las neuropsicosis de defensa
Freud agrupa la histeria, las representaciones obsesivas y casos de confusión
alucinatoria bajo el título de neuropsicosis de defensa: nacen mediante el
mecanismo psíquico de defensa, a raíz del intento de reprimir una representación
inconciliable que ha entrado en penosa oposición con los valores, la ética y la
moral del yo. Dicho esto, Freud no duda en ubicar a la defensa en el punto
nuclear dentro del mecanismo psíquico de las neurosis mencionadas.
Para la causación de la histeria no basta que en un momento cualquiera de la
vida se presente una vivencia que de alguna manera roce la vida sexual y devenga
patógena, es preciso que estos traumas sexuales correspondan a la niñez temprana
(periodo anterior a la pubertad) y su contenido tiene que consistir en una
efectiva irritación de los genitales (similar al coito) → pasividad sexual en
periodos presexuales. Solo consiguen reprimir el recuerdo de una vivencia sexual
penosa de la edad madura aquellas personas en quienes esa vivencia es capaz de
poner en vigor la huella mnémica de un trauma infantil.
➔ Naturaleza y mecanismo de la neurosis obsesiva
En la etiología de la neurosis obsesiva, unas vivencias sexuales de la primera
infancia poseen la misma significatividad que en la histeria; empero, ya no se
trata de una pasividad sexual, sino de unas agresiones ejecutadas con placer y
de una participación placentera → actividad sexual. La naturaleza de la neurosis
obsesiva está basada en una fórmula simple: las representaciones obsesivas son
siempre reproches mudados, que retornan de la represión (desalojo) y están
referidos siempre a una acción de la infancia, una acción sexual realizada con
placer. A partir de ahora se describe la trayectoria típica de una neurosis
obsesiva:
● primer periodo: periodo de la inmoralidad infantil, ocurren los hechos que
contienen el germen de la neurosis posterior. Se ubican en la más temprana
infancia. Las vivencias de seduccion sexual que luego posibilitan la represion;
y despues las acciones de agresion sexual contra el otro sexo, que luego
aparecen en forma de acciones-reproches
● segundo periodo: ingreso en la maduración sexual. Al recuerdo de aquellas
acciones placenteras se anuda un reproche, y el nexo con la vivencia inicial de
pasividad posibilita reprimir ese reproche y sustituirlo por un síntoma
defensivo primario..
● tercer periodo: periodo de la enfermedad, el cual se singulariza por el
retorno de los recuerdos reprimidos (fracaso de la defensa). Es incierto si el
despertar de esos recuerdos son espontáneos o a consecuencia de perturbaciones
actuales. Los recuerdos reanimados y los reproches formados nunca ingresan
inalterados a la conciencia; lo que deviene consciente como representación y
afecto obsesivos son formaciones de compromiso entre las representaciones
reprimidas y las represoras
➔ Articulacion: represión - retorno de lo reprimido - formacion de
representaciones de compromiso
cacilie
Conversión por simbolización: expresa un estado psíquico mediante uno corporal a
través de enlace falso entre representaciones, mediante puentes verbales
(anudamiento entre dolor y afecto psíquico donde el lenguaje funciona como
puente). Determinismo psíquico del síntoma: nexo entre ocacionamiento y síntoma,
convertir las palabras en síntomas corporales, todas sus sensaciones somáticas
eran de origen psíquico.
Simbolización mediante expresión lingüística (ej de síntomas: neuralgia facial,
apareció cuando sintió que, en una discusión con su marido, unas de sus palabras
fue una “bofetada”. Dolor en el talón derecho, miedo a no andar “derecha” en una
reunión. Dolor de cabeza, mirada penetrante de su abuela). La histeria acierta
cuando restablece el sentido originario de la palabra y toma literalmente las
expresiones lingüísticas.
➔ Práctico. Estudios sobre la histeria (Cäcilie M)
➔ Seminario. Psicopatologías de la vida cotidiana (recuerdos encubridores)
Existen recuerdos indiferentes de la infancia que son producto de un
desplazamiento, son el sustituto de otras impresiones y recuerdos sustantivos a
los cuales se puede llegar con un análisis y un trabajo psíquico, pero cuya
reproducción directa está estorbada por una resistencia. Se llaman recuerdos
encubridores justamente porque no son de contenido propio, sino que están
asociados y enlazados con otro recuerdo más profundo, pero para mantener la
“salud psíquica” de la persona, se reemplazan por otros.
Existen tres formas de relación entre los recuerdos encubridores y los recuerdos
penosos, que se reconocen como relaciones temporales:
● atrasador o retrocedente: cuando el recuerdo encubridor pertenece a los
primeros años de vida, mientras que el recuerdo penoso se posiciona más adelante
en la línea de tiempo
● adelantadores o avanzados: se consolida un recuerdo encubridor en las
vivencias recientes, mientras que ese recuerdo está encubriendo uno que ha
sucedido en una edad más temprana
● simultáneo o contiguo: que el recuerdo encubridor no se enlace con la
impresión encubierta sólo por su contenido, sino también por su contigüidad en
el tiempo
olvido de nombres propios recuerdos encubridores
nombres propios impresiones completas
fracaso manifiesto de la función mnémica logro mnémico extraño
perturbación momentánea posesión duradera
olvidar algo retener algo
Ambos mecanismos del aparato psíquico se producen por un desplazamiento
Lo más comun que puede suceder con los recuerdos más tempranos de la infancia,
es que esos recuerdos esten falseados y desfigurados, son incompletos o fueron
desplazados en tiempo y espacio. De esos recuerdos de la infancia no poseemos la
huella mnémica real, sino una elaboración posterior a ella. Los recuerdos de la
infancia llegan fácilmente a ser recuerdos encubridores (el origen de los
mitos).
➔ Práctico. Psicopatologías de la vida cotidiana (el olvido de nombres propios)
Se analiza en este texto el olvido de nombres propios, una historia que cuenta
Freud en primera persona. Lo primero que menciona es que existe un fracaso de la
función psíquica (el recordar). No sólo se produce un olvido, sino también un
recuerdo falso. Al querer recordar el nombre en cuestión, aparecen nombres
sustitutivos. Este proceso se conoce como desplazamiento, desde un nombre
olvidado a un nombre sustitutivo. Es importante decir que entre el nombre
olvidado y el nombre sustitutivo existe un nexo que los conecta de cierta forma
En viaje en tren hablando con un desconocido, quiere referirse a un famoso
artista de nombre Signorelli, pero se le vienen a la mente otros dos: Botticelli
y Boltraffio.
● lo primero que llama la atención es la relación y los similares fonemas que
existen entre Signorelli, Botticelli y Boltraffio.
● poco antes conversaban de algunas costumbres que los turcos que viven en
Bosnia y en Herzegovina tienen con los médicos. Se ve que los respetan mucho, y
cuando les informan que cierta enfermedad no tiene cura, ellos dicen «Herr
{señor}, no hay nada más que se pueda hacer». En esa frase ya se encuentra el
primer dato [Herr] que se pueden interpolar con [Signor]elli (de señor) -
[Signor] → [Herr] → [Her]segovina - [Bo]snia [Herr] → [Bo]tticelli →
[Bo]ltraffio
● luego se le presenta a Freud un pensamiento, algo que no llegó a contarle al
extraño pero que tenia que ver con como los turcos gozan del sexo, y decian que
«Herr {señor}, cuando eso no ande más, la vida perderá todo tipo de valor» →
temas que se refieren a muerte y sexualidad (temas reprimidos en el
inconsciente). A su vez, estaba pendiente de un pensamiento del que tenía
presente hace poco, en el que una persona con la que habia tenido sesiones se
había quitado la vida, en la ciudad de Traffoi → Tra[ffoi] → Bol[traffio]
● Ya no se puede decir que el olvido fue algo casual, Freud habia querido
olvidar algo, pero por error olvidó el nombre Signorelli, se fué hacia el
inconsciente y retornó otro recuerdo
Al final del texto, Freud enumera una serie de condiciones para el olvido de un
nombre con recordar fallido:
● cierta predisposición para su olvido
● proceso de sofocación transcurrido poco tiempo atrás
● posibilidad de establecer una asociación extrínseca entre el nombre en
cuestión y el elemento sofocado anteriormente
Junto al olvido de nombres propios, se presenta también un olvido que está
motivado por la represión.
➔ Práctico. Psicopatologías de la vida cotidiana (el olvido de nombres propios)
“Y así, verdaderamente, señor doctor, ha querido Dios concederme toda su gracia;
tomé asiento junto a Salomón Rothschild y él me trató como a uno de los suyos,
por entero «famillonarmente»”
Freud lo primero que plantea es, ¿qué es lo que convierte en chiste a
determinados dichos? dos cosas: o lo que lleva en sí el carácter de lo chistoso
es el pensamiento expresado en la frase, o el chiste adhiere a la expresión que
lo pensó halló en la frase. Existen muchas formas de expresar las cosas, pueden
ser de forma normal, familiar, o de forma rara, que nos resulte más difícil de
entender.
En el chiste, lo que el protagonista quiere decir es que en la visita se sintió
cómodo, como “en familia” y como realmente te trataría un “millonario” (ironía),
entonces de las palabras familiar y millonario surge la palabra neoformada
famillonarmente.
En esta técnica actúa una fuerza compresora que toma las partes de las dos
palabras, y a la de menor resistencia la desplaza e ingresa la palabra con mayor
fuerza y es puesta “a presión” para que encaje en una palabra nueva formada. En
este ejemplo, la parte “fuerte” es milionar. A esta técnica del chiste se la
conoce como condensación con formación sustitutiva, en la cual se crea una
palabra mixta (la creación de una palabra a través de dos originales).
“Dos judios se encuentran en las cercanías de la casa de baños: «Has tomado un
baño?» pregunta uno de ellos, a lo que el otro le responde: «¿Cómo es eso? Falta
alguno?»”
Se describe tanto este chiste como el de el pobre y el salmón y el del vendedor
de caballos porque cuentan con un doble sentido. En el caso de este tipo de
chistes, si sacamos o cambiamos una de las dos palabras, ya no hay chiste: si en
vez de decir tomar un baño, decimos bañarse, ya no hay chiste. Esta técnica se
la conoce como técnica de desplazamiento, ya que existe un desvío de la ilación
de pensamiento, el desplazamiento del acento psíquico a un tema diverso del
comenzado. En este caso, no depende de las palabras, sino de la ilación de
pensamiento.
En el doble sentido, el chiste solo contiene una palabra susceptible de
interpretación múltiple, que permite al oyente hallar el paso de un pensamiento
al otro, en cambio en el chiste por desplazamiento, el chiste mismo contiene una
ilación de pensamiento en la que se ha consumado un desplazamiento.
MÓDULO II: Sueños y aparato psíquico
➔ Teórico. Conferencias de introducción al psicoanálisis (Parte II: El sueño -
resto diurno y contenido latente)
A lo primero que se hace referencia, y es uno de los ejes centrales en la teoría
del psicoanálisis, es que el sueño es siempre un intento de cumplimiento del
deseo, es el motor de la formación de los sueños, totalmente inconsciente, es el
factor constante de todo sueño, a lo que menciona como variable un designio o
una advertencia.
Se hace una separación entre restos diurnos y pensamientos oníricos latentes,
refiriéndose a este último a todo cuanto averiguemos a raíz de la interpretación
del suelo, mientras que los restos diurnos son sólo una parte de ellos. A los
restos diurnos se les suma algo, algo que pertenece a lo inconsciente, una
moción de deseo intensa pero deprimida, y es la que posibilita la formación del
sueño. La repercusión de esta moción de deseo sobre los restos diurnos crea el
otro sector de los pensamientos oníricos latentes, aquel que ya no tiene que
aparecer racional ni concebible desde la vida de la vigilia.
Para entenderlo de otra forma: para cualquier empresa se requiere un capitalista
que aporte dinero y un empresario que tenga una idea y la lleve a cabo. En la
formación del sueño, el papel del capitalista (el dinero, la mano de obra) lo
desempeña el deseo inconsciente: presta la energía psíquica para la formación
del sueño); el empresario (la idea) es el resto diurno que decide el uso o la
forma de llevar adelante ese sueño.
➔ Teórico. La interpretación de los sueños: VI El trabajo del sueño
(introducción)
➔ Teórico. La interpretación de los sueños: VI El trabajo del sueño (A, B, C, D)
Como introducción, el trabajo del sueño es el trabajo que se realiza en la
transposición del contenido latente al contenido manifiesto del mismo. Como
contraparte, el trabajo que se hace desde el contenido manifiesto al contenido
latente, es la famosa interpretación de los sueños. La función de estos cuatro
mecanismos conocidos como “trabajo del sueño” es entender cómo se pasa desde el
contenido latente al contenido manifiesto del sueño, cómo es que nosotros
podemos ver el sueño:
● condensación: entre el contenido manifiesto del sueño, y el contenido latente
existe una gran diferencia de cantidades. Lo que hace la condensación es, para
empezar, agrupar elementos similares y hace que el contenido manifiesto sea poco
(parece como si no soñaramos casi nada), pero el contenido latente es inagotable
(la cuota de condensación es indeterminable). Esto da a entender que en la
formación del sueño se efectuó una amplia condensación del material psíquico.
Parte de los pensamientos surgen dentro del mismo sueño, mientras que otros se
van generando a medida que el contenido latente se va descubriendo mediante la
asociación libre.
● desplazamiento: el desplazamiento se refiere a un desplazamiento onírico de
intensidades psíquicas. El trabajo del desplazamiento se exterioriza un poder
psíquico que por una parte déspota de su intensidad a elementos de alto valor
psíquico, y por la otra le da valor a los elementos que realmente no lo tienen,
pero en el sueño si. De esta forma, ocurre una transferencia y un desplazamiento
de las intensidades psíquicas de los elementos singulares
● medios de figuración del sueño:
○ identificación: se emplea cuando se trata de personas
○ formación mixta:
➔ Seminario. Conferencia 7: Contenido manifiesto y pensamientos oníricos
latentes
El elemento onírico es algo extraño para el soñante, algo desconocido, un
sustituto de otra cosa. La técnica del analista radica en, por asociación libre,
encontrar otras formaciones sustitutivas donde se pueda ver lo que está oculto.
Este contenido desconocido para el soñante, Freud ya lo va a llamar inconsciente
(inaccesible a la conciencia), y va a llamar al contenido que se ve en el sueño,
al contenido onírico en sí, consciente. El sueño es el sustituto de algo
diverso, de algo que está oculto en el soñante, y vuelvo a repetir que es
trabajo del analista interpretar qué del sueño es consciente y qué del sueño es
inconsciente.
Suele ser más simple analizar el sueño propio, uno sabe lo que es importante en
el sueño y lo que no lo es. Lo que sucede cuando se analiza el sueño de un
tercero es que uno no sabe si lo que para él es importante lo trae a análisis o
no. Lo que sucede es que el trabajo del análisis del sueño se lleva adelante en
contra de una resistencia, la cual es independiente de la convicción teórica del
soñante. Llegamos a enfrentarnos a la resistencia cuando queremos llegar desde
un sustituto a su inconsciente oculto “cuando un niño no quiere abrir su puño es
porque tiene algo malo, algo que no debería tener”.
Freud define y separa dos términos en relación al sueño, pasa a llamar contenido
manifiesto del sueño a lo que se puede contar y ver del sueño; y por otro lado
pensamientos latentes del sueño a aquello oculto a lo que por medio del análisis
se debe llegar.
“Está sentada con su marido en el teatro, un sector de la platea está totalmente
desocupado. Su marido le cuenta que Elise L. y su prometido también habían
querido ir pero sólo consiguieron malas localidades, 3 por 1 florín y 50
kreuzer, y no pudieron tomarlas. Ella piensa que eso no habría sido una
calamidad”.
● su marido le había contado realmente que Elise L. acababa de celebrar su
compromiso matrimonial, el sueño es la reacción frente a esa noticia
● la platea desocupada viene de un acontecimiento real, sacó entradas muy
temprano, cuando podría haberlas comprado el mismo día, el marido se burlaba por
apresuramiento
● el detalle de 1 florín y 50 viene de que su cuñada había recibido 150 florines
e ir a cambiarlos al joyero
● ella sacó demasiado temprano las entradas, apresuradamente, y tuvo que
pagarlas más caras
● la amiga, 3 meses más jóven que ella, se había casado con un hombre de más
cualidades que el suyo “fué un disparate apresurarse tanto”
● fué sin duda un disparate de mi parte apresurarme así con el casamiento! más
tarde podría haber conseguido un marido mejor.
○ el apresuramiento de sacar las entradas temprano → casarse
○ el ingresar al teatro → casamiento
➔ Seminario. Conferencia 9: La censura onírica
Los sueños son eliminaciones de estímulos (psíquicos) perturbadores del dormir,
por la vía de la satisfacción alucinada. Cada vez que un sueño nos resulta
comprensible, debemos entender que es el cumplimiento alucinado de un deseo. En
cuanto en los sueños aparezca algo desfigurado, algo que no entendamos o no
podamos darle sentido, estamos ante la presencia de una desfiguración onírica.
La desfiguración onírica es aquello que nos hace parecer ajeno e incomprensible
el sueño → la obra del sueño. En el ejemplo de la mujer que va al campamento
militar a “ofrecer su cuerpo”, sucede que en varios momentos se generan lagunas,
en esas lagunas está actuando la censura onírica, es ahí donde se encuentra un
contenido del inconsciente y éste es censurado por la censura onírica →
desfiguración onírica.
● censura literal: donde hay un silencio o una eliminación
● censura indirecta: atenuaciones, aproximaciones, desplazamiento, alusiones
La censura onírica es uno de los causantes de la desfiguración del sueño. A la
modificación y el reordenamiento se lo conoce también como desplazamiento.
Resistencia y censura onírica tienen un paralelismo. En los trabajos de
asociación libre se podía ver a la resistencia actuando cuando no se podía
llegar a los pensamientos escondidos detrás de lo consciente, es así entonces
que a lo que en el análisis del sueño aparece como resistencia, lo reconocemos
en el trabajo del sueño como censura onírica (serían dos partes de lo mismo).
La censura suele actuar contra pensamientos repudiables, chocantes en el ámbito
estético, ético, sociales o egoístas. Este sacro egoísmo hace referencia a la
actitud que se adopta para dormir, retirando el interés respecto del mundo
exterior. Al irse a dormir un sujeto, deja de actuar bajo las reglas de la
sociedad y esos pensamientos inconscientes salen a la luz sin inhibición.
➔ Seminario. Conferencia 11: El trabajo del sueño
El trabajo que va desde el pensamiento latente a el contenido manifiesto es el
trabajo del sueño, de forma inversa el trabajo que va desde el contenido
manifiesto a el pensamiento latente es el trabajo de interpretación → el trabajo
de interpretación quiere cancelar el trabajo del sueño.
Primera operación → condensación: el sueño manifiesto tiene muchísimo menos
contenido que el pensamiento latente, justamente porque el sueño manifiesto está
condensado. En él falta 1) contenido latente porque se en casos de omite por
completo, 2) solo un puñado de contenidos latentes pasan al manifiesto y 3)
algunos elementos del pensamiento latente se comprimen y se agrupan en el sueño
manifiesto. Este último caso se puede ver cuando por ejemplo creemos estar
viendo a una persona A, pero tiene partes de B y de C, a esto se le llama
formación mixta. Asimismo para personas, se puede hacer para lugares, por
ejemplo podemos estar en un lugar X sabiendo que en el fondo ese lugar es Y. Se
lo puede comparar con el chiste, ya que en el chiste también se podían condensar
dos palabras formando una. La censura se beneficia de esta herramienta, ya que
hace esconder pensamientos dentro de formas mixtas.
Segunda operación → desplazamiento: esta herramienta es obra totalmente de la
censura onírica. Tiene dos exteriorizaciones, la primera es que un elemento
latente no es sustituido por un componente propio, sino por algo más alejado,
una alusión. La segunda exteriorización es que el acento psíquico se traspasa de
un elemento importante a otro no tan importante, eso hace al sueño algo extraño.
Tercera operación → trasposición de pensamientos en imágenes visuales: Es
exactamente así como el trabajo del sueño logra expresar mucho del contenido de
los pensamientos oníricos latentes: mediante propiedades formales del sueño
manifiesto, mediante su claridad o su oscuridad, su partición en varios
fragmentos, etc. Múltiples sueños de una misma noche tienen a menudo idéntico
significado y atestiguan el empeño por dominar cada vez mejor un estímulo de
urgencia creciente. Sabemos ya que concordancias incluidas en el material
latente son sustituidas por condensaciones dentro del sueño manifiesto.
Cuarta operación → elaboración secundaria: elabora a partir de los elementos más
inmediatos del trabajo del sueño, algo como un todo más o menos entramado (darle
sentido al sueño). El material se ordena en un sentido que hace que se entienda
un poco todo.
➔ Seminario. Conferencia 14: El cumplimiento del deseo
Se pone de manifiesto que tras cualquier sueño existe un cumplimiento del deseo.
Pone de ejemplo de nuevo el caso de las tres entradas. Freud hace referencia
nuevamente a un contenido latente censurado, cuando se hace referencia a el
apresuramiento a casarse tan temprano, referenciado por las plateas vacías. El
análisis que se descubre en este sueño con respecto al anterior análisis es que
ella se pudo casar. Se puede pensar que en esa época las mujeres querían saber
qué pasaba luego del matrimonio, que una vez casadas se las dejaría ver lo que
pasa, es ahí donde se hace alusión con el ir al teatro, ella finalmente puede,
una vez casada, ir al teatro. Este placer es un placer de ver sexual, y es una
de las fuerzas principales del cumplimiento del deseo, ya que ella accede a
casarse temprano para poder cumplir ese deseo sexual infantil. Dicho esto
podemos decir que todo sueño es una moción pulsional cuyas raíces llegan hasta
lo infantil.
En este sueño, el papel del desplazamiento se encuentra justamente en ir al
teatro. Lo importante del sueño es casarse, pero el desplazamiento hace que lo
importante sea al menor, sea simplemente ir al teatro. Este sueño es un claro
ejemplo de que siempre detrás de un sueño existe un deseo, aunque los
pensamientos latentes sean desagradables.
Los pensamientos oníricos latentes son inconscientes para el soñante, surgen a
la luz después de un trabajo de análisis e interpretación del sueño. Luego de
esto, Freud introduce un término que es el resto diurno, conocidos como una
parte de los sueños. Los restos diurnos son impresiones inconscientes(?) que se
toman de los días previos a los sueños y que luego son impresos en el mismo,
para darle una forma más creíble al sueño. A los restos diurnos se les suma
algo, algo que también pertenece a lo inconsciente, una moción de deseo intenta
pero reprimida, y gracias a la cual se termina de formar el sueño. Se
ejemplifica de la siguiente manera: para cualquier empresa se requiere de un
capitalista que aporte el dinero y un empresario que tenga la idea y sepa
llevarla a cabo. En la formación del sueño, el papel del capitalista lo
desempeña siempre el deseo inconsciente, que brinda la energía psíquica,
mientras que el empresario es el resto diurno que decide cómo se va a usar esa
energía y la provee de una forma.
➔ Seminario. Conferencia 15: Incertezas y críticas
➔ Teórico. Sobre la psicología de los procesos oníricos (introducción)
“Un padre asistió noche y día a su hijo mortalmente enfermo. Fallecido el niño,
se retiró a una habitación vecina con el propósito de descansar, pero dejó la
puerta abierta a fin de poder ver desde su dormitorio la habitación donde yacía
el cuerpo de su hijo, rodeado de velones. Un anciano a quien se le encargó
montar vigilancia se sentó próximo al cadáver, murmurando oraciones. Luego de
dormir algunas horas, el padre sueña que «su hijo está de pié junto a la cama,
le toma el brazo y le susurra este reproche: “padre, ¿no ves que me quemo?”
despierta, observa un fuerte resplandor que viene de la habitación vecina, se
precipita hasta allí y encuentra al anciano guardián adormecido, y la mortaja y
un brazo del cadáver del hijo quemados por una vela que se le había caído
encima»”.
Se vuelve a interpretar el sueño en busca del deseo escondido. El padre podría
haber despertado cuando seguramente se le iluminó el fuego en los ojos, pero en
el sueño el hijo estaba vivo y eso fué una demostración de deseo. Padre me
abrazo seguramente tuvo que ver con la frase que su hijo ya enfermo y volando de
fiebre le comentó.
➔ Práctico. Sobre la psicología de los procesos oníricos (punto A: El olvido de
los sueños)
Primero está la infidelidad de nuestra memoria; luego que lo recordamos de
manera infiel y falseada; el intento de reproducir el sueño es la elaboración
secundaria; tal desfiguración es un fragmento de la elaboración a que son
sometidos los pensamientos oníricos a consecuencia de la censura del sueño. Así
como el sueño no es arbitrario, tampoco lo es las alteraciones que éste presenta
en su redacción. Mantienen un enlace asociativo con el contenido en cuyo lugar
se ponen y nos sirven para indicarnos el camino hacia ese contenido que puede
ser el sustituto de otro. Entre los pensamientos oníricos y el sueño sobrevino
una subversión de los valores psíquicos, hay una resistencia a la irrupción de
los pensamientos oníricos en la conciencia. La desfiguración onírica sólo fue
posible por sustracción de valor, y al agregarle la duda se trata de un genuino
retoño, perturbado por la resistencia psíquica. Todo lo que perturba la
prosecución del trabajo es una resistencia. También el olvido se explica por la
censura psíquica. Está presente cuando el soñante cambia su discurso en algún
punto, o cuando tiene un vago recuerdo. A medida que se sortean
resistencias, surgen contenidos de sueños que fueron olvidados. El sueño mudó
pensamientos abstractos, apoderándose de contenidos conscientes con una relación
laxa (alegórica) con aquel, que le ofreció menos dificultad a la figuración.
Para el análisis se tiene en contra los poderes psíquicos responsables de la
desfiguración del sueño. El sueño tiene un ombligo donde se asientan
pensamientos que no se dejan desenredar, lo no conocido; y de él se eleva el
deseo del sueño.
El sueño no habría convenido de haber reinado la resistencia que hay durante el
día; ésta perdió una parte de su poder por la noche. Si bien no fue cancelada
por la desfiguración onírica, se ve disminuida y cuando el individuo despierta
está forzada a eliminar aquello que debió admitir. El estado de dormir
posibilita la formación del sueño por cuanto rebaja la censura endopsíquica.
A cada representación es posible anudar algo por vía asociativa, y en el
discurrir de un pensamiento sin meta alguna se llega a los pensamientos oníricos
por medio de pensamientos intermedios. Tomando otro elemento y siguiendo la
cadena, se interrumpen ambos en el mismo lugar: éste es un punto nodal. Debido a
las sorprendentes conexiones con otros elementos oníricos que se establecen y el
esclarecimiento se puede hablar de conexiones psíquicas preexistentes.
Solo podemos renunciar a representaciones-meta conocidas, y así surgen otras
ignoradas que son inconscientes, y que determinan las representaciones
involuntarias. Las representaciones sin metas, carentes de sentido y libre de
encadenamiento por asociación son inconcebibles. Las representaciones meta
pueden ser inconscientes. Las representaciones están unidas por asociación
superficial (consonancia, ambigüedad, coincidencia, juego palabras, etc), por
los enlaces de pensamientos que nos llevan desde el contenido del sueño hasta
los pensamientos intermedios, y hasta los pensamientos oníricos. Siempre que hay
enlace superficial hay otro más profundo y correcto sometido a la resistencia de
la censura.
La censura se dirige a la trabazón de dos pensamientos que entran a la
conciencia sucesivamente, se nos ocurre un enlace superficial entre ambos; ambos
atraen a la censura por su contenido, ambos aparecen sustituidos y solo reflejan
una conexión real. Se produjo un desplazamiento desde una asociación normal a
otra superficial.
Por lo tanto abandonando las representaciones-meta conscientes se entrega a unas
ocultas, y las asociaciones superficiales son un sustituto por desplazamiento de
otras sofocadas.
➔ Práctico. Sobre la psicología de los procesos oníricos (punto B: La regresión)
El sueño es un acto psíquico de pleno derecho. Freud comienza con esta frase que
básicamente quiere decir que soñamos de forma inconsciente, el sueño es la forma
más clara de que el inconsciente salga a la luz. Es un deseo por cumplir. El
hecho de que sea irreconocible ese deseo se debe a la influencia de la censura.
Analizando de nuevo el sueño del hijo, el soñante no se despierta porque en el
sueño está su hijo con vida, está cumpliendose su deseo. Ahora esta es una
característica fundamental del soñar, un pensamiento deseado, es objetivado en
el sueño, es figurado como escena o es vivenciado. Tomamos el sueño como algo
real, lo estamos viendo y viviendo en ese momento. Acá funciona uno de los
trabajos del sueño, la transposición del pensamiento a imágenes visuales, ya que
lo que se vé, se le da crédito y se cree vivenciar.
Basándose en los ensayos de G. T. Fechner, el que dice que el escenario de los
sueños es otro que el de la vida de representaciones de la vigilia, Freud
descubre en el mundo psíquico (no anatomico) una localización psíquica nueva, lo
que llamará inconsciente, localidad psíquica que corresponde a un lugar en el
interior del aparato psíquico, en el que se produce uno de los estadios previos
de la imagen.
Freud imagina el aparato psíquico como un instrumento de elementos que se llaman
instancias o sistemas, los que cuentan con una orientación espacial constante,
con una secuencia fija entre ellos en una serie temporal. Este aparato compuesto
por sistemas tiene una dirección. La actividad psíquica parte de estímulos
(internos o externos) y termina en inervación. Tenemos por un lado un extremo
sensorial y el otro motor. El extremo sensorial incluye un sistema que recibe
las percepciones y el extremo motor un sistema que las expulsa.
Dicho aparato representa un esquema con el que la psicología está acostumbrada a
trabajar, un modelo de arco reflejo, un aparato que recibe estímulos y devuelve
respuestas. Acá surge la primera diferenciación, de los estímulos que ingresan
al aparato queda una huella, la que se va a denominar huella mnémica, la cual
tiene una función atinente, que es la memoria. Entonces esto quiere decir que
una vez que una representación ingresa por el polo perceptivo, deja una huella
que junto con otras van a formar lo que se conoce como memoria, y son huellas
mnémicas (duraderas y permanentes) que van a quedar para toda la vida.
Ahora suponemos que un sistema del aparato (el delantero) recibe los estímulos
perceptivos, pero nada conserva de ellos y por tanto carece de memoria, y que
tras él hay un segundo sistema que traspone la excitación momentánea del primero
a huellas permanentes. Cada representación que ingresa como dijimos deja una
huella, esta huella es la que hace que recordemos por proceso de asociación, la
huella se inscribe en una huella de memoria.
Las percepciones que tienen efecto sobre el sistema “P” las conservamos como
duraderas, y guardan algo más que su contenido. Las percepciones quedan
enlazadas entre sí en la memoria, a este hecho se lo conoce como asociación.
Ahora bien, no alcanza con esto para poder asociar y recordar, para esto se
necesita que las resistencias sean reducidas. No todo se puede recordar con
facilidad, hay recuerdos que se encuentran muy profundos, y tiene que haber un
sistema que esté en contacto con ellos. Es importante saber que los recuerdos
profundos que pertenecen al inconsciente, al devenir conscientes no cuentan con
la misma fuerza, no se parecen a las representaciones originales.
La instancia criticadora, el preconsciente, mantiene con la consciencia
relaciones más estrechas que la criticada. Se sitúa entre el inconsciente y el
consciente como una pantalla/filtro para dejar pasar a la consciencia únicamente
las representaciones que no nos generen displacer. Los procesos de excitación en
él pueden alcanzar sin demora la consciencia, siempre que se cumplan las
condiciones.
El sistema inconsciente no tiene relación con el consciente al menos si entra en
relación con el preconsciente. En el inconsciente situamos el envión para la
formación del sueño, la cual aporta la fuerza psíquica del deseo. Una vez que el
soñante se duerme, la barrera de resistencia que existe en el preconsciente se
debilita. El sueño se forma de la siguiente forma: la excitación toma un camino
de reflujo. En lugar de ir para el extremo motor (que al estar dormidos está
cerrado), va para el extremo sensorial y alcanza el sistema de las percepciones.
Como la dirección en la vigilia se la llama progrediente, en el sueño la
dirección que toma la excitación es de carácter regrediente (regresión). Al
volver al polo de las percepciones (polo al que nunca llega del todo) ese polo
se carga de energía psíquica y se genera el carácter alucinatorio del sueño, ya
que por eso soñamos en “imágenes” y se genere la vivacidad sensorial. Es por
esto que Freud dice que nuestros sueños son realizaciones de deseo infantil,
porque ese viaje regrediente llega hasta las primeras huellas mnémicas del
aparato. Así se llama regresión al hecho de que en el sueño la representación
vuelve a mudarse en la imagen sensorial de la que alguna vez partió.
Entonces se entiende esta capacidad del sueño de convertir representaciones a
imágenes sensoriales de la siguiente manera: al estar el polo motor bloqueado al
dormir, la resistencia se debilita y el flujo de la excitación progrediente
cesa, esto hace que tome fuerza el flujo regrediente y se llegue a ver las
representaciones más antiguas en forma de imágenes.
➔ Práctico. Sobre la psicología de los procesos oníricos (punto C: Acerca del
cumplimiento del deseo)
¿Por qué durante el sueño lo inconsciente no puede ofrecer nada más que la
fuerza pulsionante para un cumplimiento de deseo? En un primer momento, el
aparato recibía estímulos por el polo perceptivo y los descargaba por el polo
motor, pero el apremio de la vida perturba esta simple función. Qué quiere decir
esto? que la vida nos llena de necesidades a las que el aparato debe responder.
La primera necesidad que se crea es la que Freud denomina lactancia, el niño
querrá alimentarse pero esta necesidad no cesará, hasta que se haga la vivencia
de satisfacción que cancele el estímulo interno (el hambre). Un componente
esencial de esta vivencia es la aparición de una cierta percepción (nutrición),
cuya imagen mnémica quedará de ahí en adelante asociada a la huella que dejó en
la memoria la excitación producida por la necesidad. Cada vez que esta necesidad
vuelva a aparecer, se suscitará una moción psíquica que querrá investir de nuevo
la imagen mnémica anterior y volver a experimentar la vivencia de satisfacción →
establecer la situación de la satisfacción primera.
Cuando surge una necesidad o realización de deseo (hambre) se crea una huella
mnémica que genera el aumento del displacer o tensión displacentera. Al aparecer
el objeto que satisface ese deseo (la madre) se crea otra huella mnémica, que
quedará asociada a partir de ahora con la primera. La vivencia de satisfacción
baja el nivel de tensión y genera placer. Ambas huellas quedan asociadas por
simultaneidad (identidad perceptiva).
Una moción de esta índole es la que se llama deseo → la reaparición de la
percepción es el cumplimiento del deseo, y el camino más corto para satisfacerla
es el que lleva desde la excitación producida por la necesidad hasta la
investidura plena de la percepción. Al ver el aparato psíquico y el esquema, la
energía del reflujo que vuelve a P nunca llega a P, el displacer nunca se llega
a satisfacer de vuelta → el placer se va a volver a buscar siempre.
Toda la actividad de pensamiento que empieza desde la imagen mnémica hasta el
establecimiento de la identidad perceptiva por obra del mundo exterior no es
otra cosa que un rodeo para el cumplimiento del deseo. El pensar es un sustituto
del deseo alucinatorio, y en el acto se vuelve evidente que el sueño es un
cumplimiento de deseo, ya que solamente un deseo puede impulsar a trabajar al
aparato.
Como consecuencia de la experiencia de satisfacción, siempre habrá una
diferencia entre el placer hallado en la primera experiencia de satisfacción y
el placer encontrado en las huellas. De esa diferencia, nace el deseo como
intento de repetir la satisfacción primera.
➔ Práctico. Sobre la psicología de los procesos oníricos (punto E: El proceso
primario y secundario)
En la formación del sueño participan dos procesos psíquicos de naturaleza
diferente; uno crea pensamientos oníricos de perfecta corrección, de igual valor
que el pensamiento normal, y el otro procede con estos de manera extraña,
incorrecta. Los pensamientos oníricos se engendran durante el día (no durante el
dormir) (restos diurnos), pasando inadvertidos para nuestra conciencia.
Son susceptibles de conciencia: el devenir consciente está relacionado con la
función
psíquica de la atención. Los pensamientos oníricos pertenecen al sistema precc,
están formados de acuerdo al proceso secundario pero son tratados cómo elementos
del icc porque sufren condensaciones y desplazamientos (proceso primario). Es
decir, tienen conexión con los restos diurnos (qué son precc) y con el deseo
icc.
REPRESENTACIÓN META: Es lo qué guía una ilación de pensamientos. Es decir, desde
una representación meta, una cantidad de energía de investidura móvil se
desplaza a lo largo de las vías asociativas. Una ilación de pensamientos qué fue
descuidada no posee cargo de investidura y sí fue sofocada o desestimada, ésta
fue retirada. retirada. Una ilación de pensamientos investida con una meta puede
atraer la atención de la conciencia y recibir una sobre investigación.
Si la ilación de pensamientos se extingue espontáneamente es porque la
excitación que pugnaba por descargarse se transmuta en investidura quiescente.
En el prcc hay algunas representaciones-meta que provienen de deseos icc que
pueden apropiarse de la excitación. Una ilación de pensamiento descuidada o
sofocada se conserva cuando recibe la energía transferida por los deseos icc, de
esta manera la ilación de pensamiento es arrastrada al icc.
Los pensamientos oníricos sufren trasmudaciones en formaciones psicopatológicas:
CONDENSACIÓN, permite alcanzar las intensidades para irrumpir perceptivamente.
Impresión de extrañeza.
Mediante el DESPLAZAMIENTO , se forman formaciones mixtas, representaciones
intermedias, de compromiso, por condensación. Las representaciones que se
transfieren sus intensidades mantienen las relaciones más laxas y se enlazan
mediante variedades de la asociación que nuestro pensamiento desprecia, que se
utiliza para el chiste.
En el inconsciente no existe el “no”, sino que este es producto del sistema
preconsciente/consciente (principio de la no contradicción-proceso secundario).
Pensamientos que se contradicen no se cancelan, subsisten y se componen como
condensados. Todo el acento se pone en hacer que la energía de investidura se
vuelva móvil y susceptible de descarga.
Establece una equivalencia entre el trabajo del sueño y la producción de un
síntoma histérico: En el sueño también es una formación sustitutiva producto de
deseos inconscientes infantiles y reprimidos que constituyen el genuino motor
para la formación de él. Como ambas son formaciones del inconsciente están
sujetas a las leyes del proceso primario: condensación y desplazamiento.
La contraparte de la vivencia de satisfacción es la vivencia de terror frente a
algo exterior (primer abordaje de la conceptualización del afecto). Se produce
cuando actúa un estímulo de excitación dolorosa. Por lo tanto, el aparato
buscará sustraerse de la percepción y del dolor (movimiento de huida). No queda
inclinación a reinvestir la percepción, sino a abandonar de nuevo la imagen
mnémica penosa cuando se evoque de algún modo. Este extrañamiento del aparato
respecto del recuerdo penoso es el primer ejemplo de represión psíquica
(esfuerzo de desalojo).
A consecuencia del principio de placer, el sistema Icc es incapaz de incluir
algo desagradable en las ilaciones de pensamientos. No puede hacer otra cosa que
desear. El sistema Pcc inviste el recuerdo displacentero para inhibir la acción
motriz, que llevaría al displacer. El Pcc sólo puede investir una representación
si está en condiciones de inhibir el desarrollo de displacer que parte de ella.
El PROCESO PRIMARIO, es propio del sistema icc. Apunta a una identidad
perceptiva con la Hm de la vivencia de satisfacción, por la vía del camino
regrediente. Trabaja en función del principio del placer. En el icc hay energía
móvil o libre. Condensación y desplazamiento. Sistema Icc.: “no puede hacer otra
cosa que desear”.
El PROCESO SECUNDARIO , es propio del sistema precc/cc. Investidura quiescente.
Resulta de la inhibición de la actividad del primer sistema (proceso primario).
Apunta a una identidad de pensamiento con la vivencia de satisfacción, a través
de un rodeo a por vía de la motilidad. “Nuestro pensar siempre está expuesto a
falsearse” como efecto del principio del placer. En el precc hay una energía
ligada.
➔ Teórico. Carta 52 (1896)
Lo esencialmente nuevo en mi teoría es, entonces, la tesis de que la memoria no
preexiste de manera simple, sino múltiple, casi registrada en diversas
variedades de signos. Freud para esta época creía en un aparato biológico,
existente en el cuerpo humano (de hecho hablaba de neuronas).
P → son neuronas donde se general las percepciones a que se anuda conciencia,
pero que en sí no conservan huella alguna de lo acontecido. Es que la conciencia
y la memoria se excluyen entre sí. Es el primer paso para hacer que una
percepción sea consciente, entra por P y llega a la consciencia pasando por
sistemas de marcas en el medio → toda representación consciente es primero
inconsciente.
Ps → [signos de percepción] es la primera transcripción de las percepciones,
asociadas por simultaneidad.
Ic → (inconsciencia) es la segunda transcripción, ordenada según otros nexos
causales (ordenados por causalidad / causa-efecto, existe una temporalidad). Las
huellas Ic corresponden a recuerdos de conceptos, inasequibles a la conciencia.
Prc (preconsciencia) es la tercera transcripción, ligada a las
representaciones-palabra (donde se re-transcriben, se les puede dar un sentido
para poder pasar a la consciencia), correspondiente a nuestro yo-oficial. Desde
las Prc, las investiduras devienen conscientes de acuerdo con ciertas reglas, y
por cierto que esta conciencia-pensar secundaria es de efecto posterior en el
orden del tiempo.
MÓDULO III: Teoría de la angustia
➔ Seminario. Manuscrito E
Enseguida tuve en claro que la angustia de mis neuróticos tiene mucho que ver
con la sexualidad, y en verdad me sorprendió la seguridad con que el “coitus
interruptus” perpetrado en la mujer conduce a la neurosis de angustia.
En el caso de el coitus interruptus, Freud encuentra que en la mujer se genera
angustia por el miedo a quedar embarazada, y en el hombre el miedo de que
fallara el “método anticonceptivo”. Seguido a esto, se descarta que el origen de
la neurosis de angustia sea dentro del aparato psíquico, dándole importancia a
un factor físico. A continuación Freud detalla los casos en donde se encontró
casos de angustia sexual:
● angustia en personas virginales
● angustia en personas voluntariamente abstinentes
● angustia en personas abstinentes forzosas
● angustia en mujeres que viven en coitus interruptus
● angustia en hombres que practican coitus interruptus
● angustia en hombres mayores
El punto en comun que se detalla es la abstinencia, se trata de una acumulación
física de excitación, es decir una acumulación de tensión sexual física. Dicha
acumulacion es consecuencia de una descarga estorbada, por tanto la
neurosis de angustia es una neurosis de estasis como la histeria. La angustia ha
surgido por mudanza desde la tensión sexual acumulada.
● cuando se acumula tensión sexual física → neurosis de angustia
● cuando se acumula tensión sexual psíquica → melancolía
Para explicar porqué la acumulación de la tensión sexual se muda a angustia, se
hace referencia al mecanismo normal de la tramitación de tensión acumulada. En
el caso de que la excitación sea exógena, la fuente excitadora está fuera del
cuerpo y envía a la psique un aumento de excitación que es tramitado con arreglo
a su cantidad, para eso basta con cualquier reacción que aminore en la misma
cantidad la excitación psíquica.
En el caso de una tensión endógena, cuya fuente de excitación se sitúa en el
mismo cuerpo (hambre, sed, pulsión sexual), sólo sirven reacciones específicas
las que impiden que se sigan produciendo excitación en los órganos terminales.
La tensión endógena crece de manera continua o discontinua, y sólo se la nota
cuando ha alcanzado un umbral, solo en este momento es valorizada psíquicamente.
Entonces a partir de cierto umbral una tensión sexual despierta libido psíquica
que luego lleva al coito. Si la reacción no puede producirse, crece
desmedidamente el afecto sexual, se vuelve perturbadora pero aún no hay mudanza
a angustia. La tensión física crece, alcanza su valor umbral con el que puede
despertar afecto psíquico, pero el anudamiento psíquico que se le ofrece
permanece insuficiente y esto hace que sea imposible llegar a la formación de un
afecto sexual, ya que no están dadas las condiciones físicas. De esta forma la
tensión física no ligada psíquicamente se muda en angustia.
➔ Seminario. Sobre la justificación de separar de la neurastenia un determinado
síndrome en calidad de “neurosis de angustia”
Freud comienza a atender pacientes que tenían relación con la angustia, a los
cuales trata con el método catártico, pero no tenía resultado alguno. Descubre
entonces que estos síntomas tenían un afecto con manifestaciones en relación a
desviaciones sexuales. Es así que Freud marca la diferencia entre las neurosis
de defensa (neuropsicosis)y las neurosis de angustia (neurosis actuales).
● Neurosis de defensa: Son la histeria de conversión y las neurosis obsesivas.
El efecto que tienen es un síntoma, formado por el mecanismo de defensa, el cual
es psíquico y opera defendiéndose de representaciones. La etiología de ellas son
las escenas sexuales infantiles, las cuales son mudas y despliegan su eficacia
en la pubertad.
● Neurosis actuales o de angustia: Entre ellas se encuentra la neurastenia y la
neurosis de angustia. Se llaman actuales porque no hay ninguna regresión a
representaciones pasadas, ya que sucede luego de la pubertad. A diferencia de
las neurosis de defensa, su etiología es la problemática con la sexualidad
actual y presente. No hay un mecanismo de defensa que actúe. Freud observa el
descarrilamiento de la función sexual, en donde hubo una excitación sexual
somática que no se logró descargar correctamente y se traspone en angustia. Al
ser somática, queda fuera de toda posibilidad de análisis, ya que no está
inscripta en el aparato psíquico porque no actuó la defensa. Entonces, la
angustia es una acumulación de excitación sexual sin la descarga/tramitación
apropiada.
Ahora, ¿por qué se muda en angustia? Porque se trata de una excitación endógena
(dentro del cuerpo), por lo que no se puede “huir” de ella, debe resolverse de
manera adecuada, y cuando esto no suceda, aquella excitación deviene/se muda en
angustia; la tensión sexual queda fuera del aparato psíquico, se asienta en lo
físico y de esta forma se muda en angustia. El único tratamiento posible era
descargar adecuadamente esa excitación.