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PABAGO – Estudio Experimental del Desarrollo de los Conceptos
Revisión de las ideas centrales desarrolladas por Vygotsky en relación al desarrollo del pensamiento conceptual. V describe q los métodos tradicionales de estudio de los conceptos se dividen en dos grupos:
-Método de la definición: consiste en investigar los conceptos ya formados en el niño mediante la definición verbal de sus contenidos. Resulta inadecuado el estudio en profundidad del proceso de desarrollo de los conceptos, porque se ocupa del resultado final de la formación de los mismos y pasa por alto la dinámica del proceso. Solo consigue una reproducción de los conocimientos verbales del niño y no el estudio de un proceso intelectual. Se concentra en la palabra y no tiene en cuenta la percepción ni la elaboración mental del material sensitivo que da lugar al concepto. Desde la perspectiva sistémica el material sensitivo y la palabra son elementos indispensables en la formación de los conceptos.
-Método de la abstracción: se ocupa de los procesos psíquicos que conducen a la formación de conceptos psíquicos que conducen a la formación de conceptos. En ellos se pide al niño que descubra un rasgo común entre una serie de impresiones distintas, abstrayéndolo de todos los demás rasgos con los que está fundido en la percepción. Descuidan el papel jugado por la palabra en la formación de los conceptos y simplifican la compleja estructura del proceso en un resultado total.
Ambos métodos separan la palabra del material de la percepción y pasan a operar con uno o con el otro de manera independiente, es decir en un análisis por elementos y no por unidades sistémicas y sociogenéticas.
V introduce el uso de “palabras sin sentido”, que, al principio, no significan nada para el sujeto. También introduce conceptos artificiales, uniendo cada palabra sin sentido con una combinación concreta de atributos objetivos para los que no disponemos de ningún concepto ni palabra. debido al carácter artificial de las “palabras”, no presupone experiencia ni conocimientos previos por parte del sujeto (Método de Doble Estimulación).
El concepto siempre se encuentra en el proceso vivo y más o menos complejo del pensamiento, siempre cumple una u otra función de comunicación, de atribución de sentido, de comprensión, de resolución de alguna tarea.
Estudio de la formación de conceptos en adolescentes (Asch, Franz Rimat): cambio fundamental que se produce en ese momento vital, tanto en la forma como en el contenido del pensamiento. Se trata de una transición del uso de medios pre-conceptuales de razonamiento al uso de medios conceptuales. “la verdadera formación de conceptos se inicia en el umbral de la pubertad”. Es allí cuando se produce la capacidad de formar, de manera autónoma, conceptos objetivos generalizados y emancipados de la percepción. Estas investigaciones refutan, además, la idea de que la formación de conceptos se basa en conexiones asociativas. Las asociaciones entre símbolos verbales y los objetos, no bastan por sí solas para formar conceptos. Los experimentos demuestran que la formación de conceptos es un proceso creativo, un concepto surge y toma forma en el curso de complejas operaciones encaminadas a la solución de problemas.
la formación de conceptos no sigue el modelo de una cadena asociativa en la que un eslabón da lugar al siguiente, sino que es un proceso dirigido hacia un objetivo, es una serie de operaciones que se sirven de pasos hacia una meta final, hacia la solución de un problema que no se puede resolver, sino mediante la formación de un concepto nuevo.
Un aspecto funcional concreto implicado en este proceso: el “aspecto comunicativo del habla”, la palabra como instrumento del mutuo entendimiento humano. Desde el primer momento, un niño es educado en un “entorno verbal” y comienza a usar los mecanismos del habla tras su segundo año de vida, adquiriendo las palabras que usa, en el curso del desarrollo, con significados cada vez más diferenciados. A medida que avanza el desarrollo el pensamiento alcanza el grado de socialización necesario para el desarrollo de los conceptos maduros y sin embargo los niños comienzan a usar muy pronto palabras y establecen comunicación con los adultos. Esto significa que las palabras funcionan como conceptos y sirven como medio de comunicación, mucho antes de alcanzar el nivel conceptual de un pensamiento plenamente desarrollado. Tales formas de pensamiento, aunque no son conceptuales, proporcionan un equivalente funcional de los conceptos (equivalentes funcionales).
La formación de conceptos va de abajo hacia arriba, de lo concreto a lo abstracto, de objetos aislados a conceptos generalizadores, pero no se refleja el proceso real de la formación de conceptos. Pareciera que afirman que el objeto mismo crea la actividad apropiada y que el problema lleva en sí mismo su propia solución.
Vygotsky se propone buscar una explicación dinámico-causal de la formación de conceptos.
V usará el método de Sajarov “método de la doble estimulación”. El punto de ese experimento es que de la naturaleza de los grupos que se construyen y del procedimiento utilizado para construirlos, se puede deducir si el sujeto usa o no realmente el pensamiento conceptual en su intento de resolver el problema. el problema se plantea desde el principio y se mantiene idéntico todo el tiempo y las pistas hacia la solución se introducen paso a paso, cada vez que se da vuelta otro bloque.
Los principales hallazgos:
La formación de conceptos es el resultado de una actividad muy compleja en la que intervienen todas las funciones intelectuales y por tanto no puede ser reducida a alguna función en particular (atención, asociación, imagen, juicio). Todas las funciones son indispensables, pero resultan insuficientes sin el uso de un signo o de una palabra. ¿Cuál es el papel de los signos o de las palabras? Son los medios que dirigen nuestras operaciones mentales, controlan su curso y las canalizan hacia la solución del problema afrontado.
“Los verdaderos conceptos son imposibles sin palabras y el pensamiento por conceptos no existe más allá del pensamiento verbal”
El factor principal en la formación de los mismos y su causa generativa, es el uso específico de las palabras como “instrumentos” funcionales. La presencia de problemas para resolver mediante la formación de conceptos no puede considerarse la causa de la formación de los conceptos. El problema puede desencadenar el proceso, pero no sostiene su desarrollo.
A diferencia del desarrollo de los instintos, “el pensamiento y la conducta del adolescente no es inducidos desde dentro, sino desde fuera, por el ambiente social”. Factor importante en la aparición del pensamiento conceptual. Sin embargo, la tarea cultural “por si misma” no explica el mecanismo del desarrollo que desemboca en la formación de conceptos.
El habla misma se basa en la relación entre un signo y una estructura de operaciones intelectuales superiores y no puras conexiones asociativas. Este cambio cualitativo, por ende, no puede entenderse a partir del desarrollo de funciones individuales sino en las relaciones entre las mismas en la ontogenia.
La formación de conceptos se realiza en tres fases evolutivas básicas, cada una dividida a su vez en varios estadios.
El análisis experimental le permitió a Vygotsky descubrir en forma esquemática, la esencia del proceso genético de la formación de conceptos. Pero un proceso de formación de conceptos inducido experimentalmente nunca refleja el desarrollo genético tal y como acontece en la vida real. Las formas básicas del pensamiento concreto, aparecen en realidad en estados mixtos. Los experimentos realizados con el método de doble estimulación los llevan a Vygotsky a concluir: los significados verbales, tal y como los percibe el niño, se refieren a los mismos objetos que el adulto tiene en mente; esto asegura el entendimiento niño adulto; pero “el niño piensa lo mismo de un modo diferente, por medio de operaciones mentales distintas”. Una misma palabra puede tener significados diferentes e incluso contrarios, con tal de que haya algún nexo asociativo entre ellos. Otro rasgo interesante de los pseudoconceptos, lo denomina “participación”. Este término se aplica a la relación de identidad parcial o estrecha interdependencia, establecida mediante el pensamiento, entre dos objetos o fenómenos que, en realidad no mantienen relación de contigüidad o alguna otra conexión reconocible.
Conclusión: Los procesos que conducen a la formación de conceptos se desarrollan en dos líneas principales. La primera es la formación de complejos: el niño une diversos objetos por grupos, bajo un “apellido” común, pasando por varios estadios. Estos no deben ser entendidos como un desarrollo lineal de funciones aisladas, sino como una reestructuración sistémica de las relaciones entre las mismas. La segunda línea es la formación de “conceptos potenciales”, basados en la selección de ciertos atributos comunes. En ambas líneas, el uso de la palabra forma parte de los procesos que se desarrollan y la palabra mantiene su función de guía en la formación de los conceptos genuinos, a los que conducen dichos procesos.
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