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Psicoanálisis Escuela Inglesa |
Análisis del texto “La importancia de la formación de símbolos en el desarrollo del yo” | Cátedra: Fleischer |
2do Cuat. de 2010 |
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Punteo del texto: “La importancia de la formación de símbolos en el
desarrollo del yo” (1930)
Comisión: Nº 2
Hay una etapa temprana del desarrollo mental que se activa el sadismo en cada
una de las diversas fuentes de placer libidinoso, el sadismo alcanza su punto
culminante, iniciado en la fase oral – sádica con el deseo de devorar el pecho
materno y finalizado en la primera etapa anal, esta fase constituye la
introducción del complejo de Edipo.
El conflicto edipico comienza en un período en que predomina el sadismo. El niño
espera que en el interior del cuerpo de su madre encuentre el pene del padre,
excrementos y niños, de este modo los ataques sádicos del niño tienen por objeto
a ambos padres a la vez, estos ataques despiertan angustia porque el niño teme a
ser castigado y esta angustia también es internalizada a consecuencia de la
introyeccion oral-sádica de los objetos y así se dirige ya hacia el superyó
temprano.
El exceso del sadismo despierta angustia y moviliza los mecanismos de defensa
más primitivos del yo.
La primera defensa impuesta por el yo frente al sadismo del propio sujeto y del
objeto es de carácter violento y difiere fundamentalmente del ulterior mecanismo
de represión.
En relación con el sadismo del sujeto, la defensa implica expulsión, mientras
que en relación con el objeto atacado implica destrucción.
El objeto atacado se convierte en una fuente de peligro, porque él teme que el
objeto lo ataque como éste lo hizo anteriormente (retaliatorios).
Según Klein la angustia que aparece en esta etapa pone en marcha el mecanismo de
identificación del niño, entonces el simbolismo no solo es el fundamento de toda
sublimación y de toda fantasía, si no que sobre él se construye también la
relación del sujeto con el mundo exterior y con la realidad en general.
La primera realidad del niño es totalmente fantástica, está rodeada de objetos
que le causan angustia, a medida que el yo va evolucionando, se establece
gradualmente a partir de esa realidad irreal, una verdadera relación con la
realidad, por lo tanto el desarrollo del yo y la relación con la realidad,
dependerán del grado de capacidad del yo, en una etapa muy temprana, para
tolerar la presión de las primeras situaciones de angustia, una cantidad
suficiente de angustia es una base necesaria para la formación de síntomas y
fantasías en el niño.
En este artículo Melanie Klein explica que sus conclusiones son el resultado de
su experiencia analítica: Dick es un niño de 4 años, el cual por su vocabulario
y desarrollo intelectual estaba al nivel de uno de 15/18 meses, le faltaba la
adaptación a la realidad y relaciones emocionales con su ambiente, carecía de
afecto y era indiferente a la presencia o ausencia de su madre o niñera, el
comportamiento de Dick carecía de sentido y propósito, y no tenía relación con
ningún afecto o angustia.
Su lactancia había sido insatisfactoria, y aunque recibió toda clase de
cuidados, nunca se lo prodigó verdadero amor, Dick creció en un ambiente
sumamente pobre de amor, recién cuando cambiaron de niñera se notaron cambios en
su desarrollo.
Klein descubrió que la razón de la desusada inhibición de su desarrollo era el
fracaso de las etapas primitivas, había en el yo una incapacidad completa,
aparentemente constitucional para tolerar la angustia, lo genital había
intervenido muy precozmente, lo cual produjo una prematura identificación con el
objeto atacado y contribuyó a la formación de una defensa igualmente prematura
para el sadismo.
El niño era indiferente a la mayor parte de los objetos y juguetes que veía a su
alrededor, lo que produjo la detención de la actividad de formación de símbolos
era el temor al castigo que recibiría cuando hubiese penetrado el cuerpo de su
madre.
La dificultad con la que se encontró M.K al analizar a Dick, no fue por su
incapacidad de expresarse verbalmente, ya que la técnica de juego sigue las
representaciones simbólicas del niño y da acceso a la angustia, logra prescindir
de las asociaciones verbales, sino debido a su imposibilidad de establecer
relación simbólica con las cosas, su simbolismo no se había desarrollado.
La temprana actuación de las reacciones provenientes del plano genital eral el
resultado de un desarrollo prematuro del yo, solo había conseguido inhibir el
desarrollo ulterior del yo, Dick había roto sus lazos con la realidad y había
detenido su vida de fantasía, refugiándose en las fantasías del cuerpo oscuro y
vacío de su madre.
MK pudo llegar al inconsciente de Dick a través de los rudimentos de vida de
fantasía y de formaciones simbólicas que manifestaba, lo cual produjeron una
disminución de la angustia latente.
M.K se vio obligada a modificar su técnica habitual para abordar dicho caso, en
general no interpreta el material hasta tanto éste no ha sido expresado a través
de varias representaciones, pero en el caso de Dick en el que la capacidad de
expresión por medio de representaciones casi no existía, se vio obligada a
interpretar en base a sus conocimientos generales. A través de este medio, logró
acceder a su inconsciente y pudo movilizar su angustia y otros afectos.
Aún en este caso se logró hacer evolucionar a la vez al yo y a la libido, solo
por el análisis de los conflictos inconscientes y sin que fuese necesario
imponer al yo ninguna influencia educacional, el yo no sucumbirá al ello, sino
que se encuentra en plena evolución gracias al análisis.
El caso Dick se caracterizó por una ausencia casi total de afectividad y de
angustia, gran alejamiento de la realidad y falta de accesibilidad (síntomas de
la demencia precoz), pero el rasgo fundamental en Dick era una inhibición del
desarrollo y no una regresión,
Establece que la esquizofrenia es mucho más común de lo que generalmente se
admite en niños, rasgos típicos de esta enfermedad son menos llamativas que en
los adultos, porque en menor grado son naturales en el desarrollo normal del
niño (negativismo, excesiva movilidad, característicos en la etapa
deambulatoria) y se pasan por alto. Para ella, una de las tareas fundamentales
del psicoanálisis de niños consiste en descubrir y curar las psicosis
infantiles.
MK clasifica la enfermedad de Dick como “esquizofrenia”, pero no relacionada con
una regresión.
Conclusiones de MK: los estadios tempranos del complejo de Edipo están dominados
por el sadismo, es solo en los estadios posteriores del conflicto edipico cuando
aparece la defensa contra los impulsos libidinosos. La primera defensa erigida
por el yo va dirigida contra el propio sadismo del sujeto y contra el objeto
atacado, ya que ambos son considerados fuentes de peligro.
Una excesiva y prematura defensa del yo contra el sadismo impide el
establecimiento de la relación con la realidad y el desarrollo de la vida de
fantasía.