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Instrucciones :
El trabajo domiciliario debe ser escrito en letra Times New Roman 12, interlineado doble.
No se puede superar las tres carillas de extensión.
Su entrega será a los 15 días de recibir la consigna, en el espacio de lectura de casos.
Se evaluará con aprobado – desaprobado.
La corrección se devolverá a los 15 días con los comentarios pertinentes por parte del docente.
El trabajo tiene la intención de que el alumno ensaye una lectura clínica y una escritura aplicada a una viñeta. Nos interesa no solo que arribe a un diagnóstico presuntivo sino centralmente que argumente con los conceptos desarrollados en esta primera parte del recorrido.
Recorte clínico :
M. tiene 33 años. Fue una niña retraída, aplicada en la escuela y
sobresaliente en el secundario. A los 15 años comenzó con falta de interés
en las actividades diarias, sensación de vacío, situaciones agresivas e
irritabilidad. Dejó el colegio, abandonó su higiene y pasaba todo el día
encerrada en su cuarto. Cuando la madre intentaba alimentarla o conducirla
al baño, reaccionaba con violencia y frecuentemente gritaba “me quiero
morir”. A los 18 años fue internada en un hospital psiquiátrico por sus
episodios de agresividad. Una o dos veces por semana rompía vidrios del
hospital, amenazaba matar y matarse, se quemaba la piel con cigarrillos,
arrojaba colchones y sábanas, tiraba platos y jarras, corría furiosa por
todo el pabellón y escapaba a la entrada del hospital; se metía debajo de
los automóviles estacionados. Cuando la madre la visitaba se escondía o la
echaba. Al tiempo dejó de hablar, solo se comunicaba por escrito.
Disminuyeron sus accesos de violencia. Cuando necesita algo presenta su
pedido por escrito: “doctor por favor quiero pedirle que me haga el permiso
para mañana martes 26 lo adoro a nuestro doctor por lo tan bueno y que viva
muchísimos años que Jesucristo siempre lo proteja y lo ilumine a usted el
grande”. Esta falta de puntuación aparece en la mayoría de sus escritos. Al
día siguiente nos niega el saludo. Por lo general permanece solitaria en el
jardín. Cuando murió una paciente a quien M. castigaba frecuentemente, nos
visitó entristecida, con una nota que decía “yo le pegaba”. Diez minutos
después se burlaba de una paciente vieja e indefensa. Tiene días exaltados,
en los cuales escribe los nombres de los médicos en un pizarrón, tira besos
y se despide llena de gozo. Mantiene apenas unas breves conversaciones con
muy pocas compañeras por medio de una voz semejante a la de una persona
afónica; y excepcionalmente emite sonidos verbales bien configurados y
fácilmente audibles. Entrega notas a sus médicos: “Jesús fue crucificado le
clavaron espinas y lo hicieron sufrir en cambio Dios es el demonio que lo
tentó a su hijo propio Jesús para morir. Cuando Jesús resucite todos
estaremos felices sin muertes sin sufrimientos sin confusiones en el
pensamiento y el único que estará muerto solo él será Dios”.
Preguntas :
1. A partir de los desarrollos de la 6ta. Edición del Tratado de Psiquiatría de Kraepelin, construya una hipótesis diagnóstica argumentando su respuesta. Ubique en la viñeta clínica los síntomas fundamentales y accesorios. Siguiendo los desarrollos de Bercherie justifique en qué clínica ubicaría al autor.
2. Teniendo en cuenta los dichos de la paciente ¿Qué estatuto les daría a los fenómenos delirantes que presenta con relación a Dios y a Jesús? ¿Se trata de un sistema delirante o de ideas delirantes? Argumente su respuesta.
3. En su opinión y con los conocimientos que se han desarrollado hasta este momento: ¿Qué le podría agregar el psicoanálisis a un diagnóstico diferencial realizado desde la psiquiatría clásica?
1) Tomando en cuenta los desarrollos de la sexta edición del Tratado de Psiquiatría de Kraepelin, el caso podría tratarse de una Demencia Precoz ya que los síntomas de M. comienzan de una forma brusca a los 15 años y la edad de aparición de esta entidad clínica es entre la adolescencia y los 25 años.
En cuanto a los síntomas fundamentales se observa repliegue afectivo, afección de la voluntad, perturbación del curso del pensamiento y pérdida de la unidad interior. Los sujetos pierden la satisfacción que antes le procuraba sus actividades, son indiferentes con sus vínculos afectivos anteriores, se aíslan, pierden el interés, son sucios y desprolijos. Estos síntomas se observan en M ya que comienza con falta de interés en sus actividades diarias, deja el colegio, abandona su higiene, pasa sus días encerrada en el cuarto y cuando la madre la visita en el hospital se esconde o la echa. También es marcada la violencia y la irritabilidad ya que cuando la madre intenta alimentarla ella reacciona con violencia y en el hospital demuestra tener episodios de agresividad al romper vidrios o quemarse la piel con cigarrillos. Demuestra inversión de sus relaciones emocionales ya que un día le escribe cartas al doctor halagándolo y al otro niega el saludo, también se muestra entristecida por el fallecimiento de una paciente y después se burla de otra paciente indefensa. A su vez, el cese de la necesidad de expresarse corresponde a la desaparición de la actividad volitiva; M. deja de hablar, no se relaciona con otras personas y, si lo hace, solo son breves conversaciones con pocas compañeras.
Los síntomas accesorios que presenta son los delirios que se observan en las notas que les entrega a los médicos con relación a Dios y a Jesús, en donde escribe que Dios es el demonio y que “todos estaremos felices sin muertes sin sufrimientos sin confusiones en el pensamiento y el único que estará muerto solo él será Dios”. Estos no tienen conexión interna, son incoherentes y confusos.
Con relación a las formas clínicas, podría tratarse de una Hefrenia ya que comienza a una edad temprana, hay perturbaciones en el plano afectivo, las emociones fluctúan repentinamente, el comportamiento es cambiante y en la escritura aparece la falta de ilación de los pensamientos y el vacío de significado.
Siguiendo los desarrollos de Bercherie, Kraepelin se ubicaría en la clínica diacrónica, la cual estudia el progreso de la enfermedad y no toma la manifestación en el aquí y ahora, sino que toma los síntomas principales, los síntomas accesorios y la forma de inicio, evolución y final de la enfermedad. Kraepelin forma parte de la clínica diacrónica ya que se dedica al estudio de la evolución de las enfermedades mentales y considera los índices semiológicos característicos de las mismas, su distribución secuencial en el tiempo y modalidad de terminación.
2) Los fenómenos delirantes que la paciente presenta con relación a Dios y Jesús podrían considerarse ideas delirantes ya que las mismas presentan incoherencia, escasa sistematización y no demuestran estar elaboradas mentalmente. Las ideas que escribe en sus notas como “cuando Jesús resucite todos estaremos felices sin muertes sin sufrimientos sin confusiones en el pensamiento y el único que estará muerto solo él será Dios” muestran un aspecto extraordinario y totalmente sin sentido. Los dichos de la paciente son ideas que deja plasmadas en notas, pero que no constituyen un sistema delirante duradero e inquebrantable. Dichas ideas poseen una conexión interna muy suelta y no podrían considerarse un sistema delirante ya que no tienen coherencia en su organización y no son asimilados lógicamente. Para que los dichos de la paciente tengan el estatuto de sistema delirante deben poseer una lógica interna coherente y una sistematización con elementos que se coordinen entre sí. En este caso, la paciente escribe que “Dios es el demonio que lo tentó a su hijo propio Jesús a morir”. Estas ideas no parecen ser un delirio elaborado intelectualmente y coherente.
3) Opino que el psicoanálisis agrega la escucha al discurso de los pacientes. Podría decirse que es más una clínica de la escucha que una clínica de la mirada. Se pasa de una observación de los síntomas para hacer encajar al sujeto en un diagnóstico a la escucha de su discurso. Esto lo observamos con Freud que fue el primero que escuchó a las pacientes histéricas.
Considero que también es importante destacar la respuesta singular que propone el psicoanálisis para salir de los diagnósticos universales. No pierde de vista el caso por caso, tiene en cuenta el padecimiento de cada uno, el sufrimiento. La psiquiatría clásica hace una clasificación de los distintos síntomas, arma distintas categorías para encajar a cada sujeto en un diagnóstico. A partir de los signos patológicos se ubica al sujeto en la clase a la cual pertenece. En cambio, el psicoanálisis tiene en cuenta al sujeto que padece, prioriza lo singular más que lo general o lo universal. El diagnóstico introduce a un individuo en un universal con ciertas características, pero el individuo no se ajusta a ese diagnóstico universal porque existe la singularidad de cada uno. Si bien el psicoanálisis ubica la neurosis, la psicosis y la perversión, entiende que el universal de la clase nunca está completamente en un individuo.
Un diagnóstico en singular intenta ubicar al sujeto en aquello que es único. Con esa singularidad el psicoanálisis va a producir un diagnóstico, tomando el caso por caso. Hacer un diagnóstico es una posición ética y la posición ética que nos brinda el psicoanálisis es hacer el esfuerzo de ubicar lo singular de la clase en la manera en que se expresa el sujeto.
Referencias
- Bercherie, P. Introducción. En Automatismo Mental-Paranoia. Buenos Aires: Polemos, 1995.
- Esteban, F.; Soto, S. Clínica de las psicosis en la obra de Emil Kraepelin. Actualidad de la paranoia, demencia precoz y parafrenias . Ficha establecida por la Cátedra, 2020.
- Mazzoni, Y. El diagnostico en singular. Ficha cátedra. Circulación interna.
- Miller, J.A. El ruiseñor de Lacan. En Del Edipo a la sexuación. Buenos Aires: Paidós, 2005.
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