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Psicopatología
2º Parcial C | Psicopatología (Cátedra: Schejtman - 2020) |
Psicología | UBA
CASO CLÍNICO:
Tamara tiene 18 años y hace unos meses que no puede salir de su casa; asegura
que todos la critican y la miran por “lo horrible que está su cara”. Vive con su
madre en un barrio humilde en el que, según afirma: “Todo se ve. Para ir al baño
tengo que salir de mi casa y están todos ahí mirando”. No le gusta la gente, ya
que siente que todo el mundo “la ve mal”. Comenta tener un “sector seguro” por
donde se mueve. Cada vez que tiene que salir de su casa, realiza lo que ella
llama un “operativo”. Con esto intenta menguar la sensación de sentirse
observada-controlada. “Son momentos en los que no los escucho, pero yo sé que
están ahí igualmente”.
Refiere escenas del pasado, de aquel momento en que las “bardeadas” comenzaban a
surgir. Un día iba caminando con una amiga y escuchó que unos jóvenes decían:
“No, nada que ver con lo que dicen, si es re bonita”, y asegura que la
señalaron. Ante mis preguntas no hay lugar para el equívoco, descarta que esto
haya estado dirigido hacia otra persona: se lo decían a ella, y por ella.
Todo parece haber estallado en su fiesta de egresados; al respecto, refiere:
“Fue la gotita que rebalsó el vaso, porque antes ya venían hablando mal, pero en
la fiesta fue todo horrible”. Tamara logra reconstruir aquella noche como un
quiebre en su vida. Asegura que veía a todas sus compañeras muy lindas, pero
ella se veía mal; en el medio del festejo, encontró a un chico de su barrio y
eso la descolocó: “Me sentía humillada, fea, perseguida; no sé qué hacía ese
pibe ahí, fueron para reírse de mi”. Asegura que ella era otra persona antes de
la fiesta: le gustaba vestirse bien, arreglarse y maquillarse. Incluso, durante
una sesión apareció la idea de que todo lo que le estaba sucediendo tenía que
ver con que ella “se había hecho la linda” durante mucho tiempo y ahora se lo
hacían pagar; se lo merecía.
Tamara dejó de ir al colegio porque se sentía “acosada” luego de su fiesta de
egresados. Refiere que primero eran los del barrio quienes hablaban de ella,
pero luego se sumaron los del colegio, y ya todos se daban cuenta de que ella
estaba mal, incluso la directora. “Ellos lo saben todo... Digo ‘todos’ en
general porque todavía no les ubico las caras, no se las veo bien”.
La paciente fluctuaba entre momentos de mucha angustia -asociada a las
diferentes injurias que escuchaba- y momentos de mayor calma y mejor ánimo.
Asimismo, estos cambios estaban relacionados con el lugar donde se encontraba.
Las voces injuriantes aparecían en su casa, pero cuando iba a la casa de su
hermana o de alguna amiga, desaparecían.
En una ocasión, la paciente acudió muy angustiada. Aseguraba que le habían
gritado “bigotuda” y “granosa”. Agregó: “Y lo peor es que yo ya no recuerdo cómo
era mi cara antes de todo esto”. Comenzó a tratar de hablar de su cara, pero la
angustia se incrementaba. Mi pregunta en ese momento fue: “Al final, ¿pudo
ubicar la cara de alguno de ellos?” Comenzó entonces a hablar de ello, dijo
querer verlos. Con el correr del tiempo, me llegó a asegurar que empezó a
“fichar” a alguno. Dedicaba las entrevistas a hablarme sobre ellos, sobre sus
caras, sus formas de vestirse y los lugares a los que concurrían. Esto le
permitió empezar a salir un poco más, evitando sólo a algunas personas.
Un domingo, en el que estaba saliendo de su casa, escuchó un: “F...”. Sobre eso
dijo: “Querían gritarme FEA, pero me metí al toque para no escucharlo entero”.
Luego, cuando iba a subirse a un colectivo y un señor le sonrió, pensó: “Éste se
ríe porque soy la flaca bardeada del barrio, ya todos conocen mi historia”.
Poco a poco la paciente empezó a retomar algunas amistades y a salir un poco más
de su casa. Junto con su amiga Carolina comenzó a estudiar para rendir las
materias que le habían quedado pendientes. Carolina fue desde entonces su
referente en todo sentido; la casa de Carolina era uno de los lugares donde ella
podía estar sin sentirse “bardeada” por el exterior. Tamara comenzó a sentirse
mejor. Afirmó: “La cosa sigue y va a seguir... pero no son ya esos gritos e
insultos que no me dejaban dormir y me hacían llorar todo el día”. Pudo rendir
las materias previas del colegio, salía con algunas amigas y, aunque por
momentos se sentía observada, la pasaba bien.
Cuando Carolina consiguió trabajo, y ella aún seguía en la búsqueda, tuvo otra
recaída. La idea de “acoso” tomó mayor peso. Un día me comentó: “Por suerte se
aprobó la ley de bullying”. A lo que le respondí: “Lamentablemente usted no es
la única víctima de este fenómeno”. A partir de aquel momento, la joven comenzó
a traer información sobre bullying; leía y tomaba nota en un cuaderno para
traerlo a la sesión; traía notas periodísticas sobre víctimas y se identificaba
con ellas.
Al poco tiempo, Tamara me comunicó que ya no podría asistir al tratamiento,
puesto que había conseguido un trabajo (referido a la protección de las víctimas
de bulling) que la ponía muy feliz. Quedamos en contacto y desde allí no supe
más de ella.
PREGUNTAS:
1. Desarrolle la incidencia que tiene el mecanismo de proyección en la
constitución del delirio de ser notado en los casos que Freud describe en el
“Manuscrito H” y en el capítulo III de las “Nuevas puntualizaciones sobre las
neuropsicosis de defensa” ¿De qué modo Freud pone en cuestión ese mecanismo como
patognomónico de la paranoia en el historial de Schreber? Articule esa
rectificación freudiana con la noción de retorno en lo real que Lacan propone en
el “Seminario 3” y desde esta perspectiva sitúe y explique el delirio de ser
notado en el caso Tamara.
2. Explique la relación que existe entre la forclusión del significante del
nombre del padre y la certeza psicótica; incluya la localización de esa certeza
en los dichos de Tamara. ¿Qué estatuto tienen los significantes “fea”,
“bigotuda” y “granosa” en este caso? Localice la certeza en alguno de los casos
trabajados en el espacio de comisiones.
3. Elija responder una (sólo una) de estas dos preguntas (debe indicar
claramente cuál elige, 3a ó 3b):
3.a. ¿Cómo plantea Lacan el desencadenamiento de una psicosis? Formule hipótesis
sobre el desencadenamiento de la psicosis en el caso Tamara.
3.b. ¿De qué modos puede estabilizarse una psicosis luego de desencadenada?
Formule hipótesis sobre la estabilización que se consigue en el caso Tamara.