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Psicología Social |
Resumen para el Segundo Parcial | Cátedra: Robertazzi |
1º Cuat. de 2012 |
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Psicología institucional psicoanalítica: (Ricardo Malfé) U5, Práctico.
Institucional, con ellos quedan incluidos discursos, prácticas y objetos
instituidos que atraviesan el límite de una organización.
El psicólogo es aquel que debe intervenir en donde se ha roto o falseado la
trama discursiva que coherencia al mundo cotidiano, esto permite aspirar a la
regla fundamental del psicoanálisis “asociar libremente”. En esta regla se
asocian representaciones con contigüidad y semejanza, donde se deja de lado la
moral, se argumenta sin un objetivo preciso.
Para el psicoanálisis la sexualidad es el papel motor de las historias de cada
individuo y la psicología se considera una ciencia emparentada con el
psicoanálisis.
La práctica de la psicología institucional psicoanalítica consiste en una
intervención discursiva en ámbitos psicosociales de la vida cotidiana. Procura
instaurar la escucha psicoanalítica, un trabajo interpretativo y constructivo
que ayude a hacer conciente y elaborar aquello inconciente cuyo retorno
estuviese determinando las fallas y rupturas de la racionalidad allí instituida.
Modalidades de practica psicoanalítica provienen de organizaciones complejas y
pequeñas estructuras simples, grupos en proceso de institucionalización o
disolución, individuos o grupos que pertenecen a una organización o que
intervienen en función directiva o profesionalmente a su vez sobre ella. Las
modalidades siguen modelos específicos:
a) Modelo tradicional de la consulta psicoanalítica: consulta médica donde el
cliente recurre al profesional en su “consultorio privado”.
b) Modelo de la consultaría de servicios profesionales a empresas, donde el
cliente recurre a la empresa o institución.
c) Organización-cliente, el cliente puede dirigirse al psicólogo de forma
provisoria o permanente como parte de su persona, para la realización de un
trabajo institucional. Es el caso de los llamados “gabinetes”.
d) La intervención del psicólogo institucional se efectúa desde un contexto
organizacional, que resulta prestigiosa para el cliente.
e) El psicólogo institucional precede de una comunidad o nación distinta de
aquella en la que trabaja o interviene. Se denomina equipo de intervención al
grupo de ayuda, con el que puede lograrse una polifonía de estilos y
enriquecimiento de escucha.
Diferencias entre el psicoanálisis y la psicología del siglo XIX.
La psicología pre-freudiana se abstenía o dejaba preparado el salto metafísico,
el psicoanálisis pudo eludir el efecto de unidad de una consciencia producido
por la superficie del discurso, descubrió el analista formas más consistentes
que aquella en la que se reitera una apariencia humana. Es decir las formas de
la fantasía, formas desprovistas de la conexión que da sentido, asoman a través
de cualquier articulación que pueden establecer con el despliegue del discurso
oficial, es decir equivocaciones, interrupciones, incoherencias, etc, lo dicho
representa un ex abrupto, que prorrumpe a hablar cuando o como no se esperaba.
El arte psicoanalítico, es un método de descomposición y recomposición de
discursos, con el fin de discernir en ellos y seguir las pistas de versiones de
la sexualidad diferentes de aquella que se pretende enunciar, formas huidizas
que brotan ex abrupto, deben ser rastreadas hasta hallar los lugares de donde
han sido alguna vez desencajadas, como obra de la represión.
La vigencia de un deseo compartido puede verse:
a) en tanto es savia, insatisfecho de una estructura libidinosa, es una
formación colectiva.
b) Como líder de una masa o de una “formación colectiva”.
c) En tanto ha quedado incorporado a la estructura fantasmática que sustenta el
discurso. Las distintas formas de su manifestación están montadas en su
integridad sobre varias retóricas y anecdóticas de los esquemas que Freud
denomino formaciones fantasmáticas del sistema inconciente, que presentan un
grado de organización, exentos de contradicciones, han utilizado todas las
adquisiciones del sistema conciente y apenas se diferencian de los productos de
ese sistema.
d) Deseos no compatibles con la integridad de una forma fantasmática dominante,
específicos reprimidos, que retornan.
Los escenarios colectivos se utilizaron para instaurar la puesta escena o en
acción de la fantasía. En nuestro país los primeros en realizarlo fueron
Pichon-Riviere, Bleger y Ulloa. El psicólogo en el grupo colectivo toma la forma
del ideal de los miembros del mismo, que ayuda para que los deseos no
compatibles con la figura (fantasía) dominante tengan mayor posibilidad de seer
tomados en cuanta. La fantasía grupal se denomina “ilusión grupal”, ligada a una
profesión, trabajo, conflicto colectivo, etc.
Esta “ilusion” se constituye sobre la escena pública de una comunidad, un grupo
o una organización cualquiera, donde se va articulando con minuciosa precisión
los pasos de alguna de aquellas mismas secuencias argumentales que descubrió el
análisis en otros contextos.
El trayecto a recorrer durante la intervención del psicólogo institucional queda
caracterizado por las transformaciones que sufren los esquemas argumentales o
fantasmáticos y las relaciones que mantengan entre si.
En el ámbito colectivo se desteje la trama discursiva hasta llegar a la
profundidad en la que pueden vislumbrarse la matriz y el móvil de toda
ideología.
Toda organización dura lo que dure la fantasía o ilusión que la sustenta.
La transferencia como aspecto esencial del dispositivo psicoanalítico, es una
regla que prescribe la dirección en la que ha de oponerse con respecto a la
“estructura libidinosa” del acto de instaurar la situación de análisis. Debe
disolverse la ficción o ilusión, es decir la estructura libidinosa para que el
analista se ubique en el lugar que le corresponde, es decir el lugar de quien
conoce y puede dar testimonio de aquella forma general de historias.
La institución Psicoanalítica: Una utopía: (Fernando Ulloa) U5, Teórico.
En el proceso psicoanalítico, durante un determinado contexto histórico se
conforman las instituciones psicoanalíticas, que constituyen lugares donde se
ponen a punto postulado conceptuales y donde se capacitan los analistas,
constituyen también el eje de la practica teórica, clínica e ideológica.
Alrededor de 1910 Freud impulsó la fundación de la Sociedad Internacional
Psicoanalítica (IPA), cuya conducción implico desde los comienzos de conflictos
entre su grupo vienés y el grupo suizo de Jung.
En 1921 Freud conceptualiza en psicología de las masas y análisis del yo
valiosas observaciones acerca del papel del narcisismo, en la constitución de
instituciones como la iglesia y el ejército, que se estructuran desde la
identificación con una imagen idealizada soportada en un líder. El grupo vienés
fue disuelto por el mismo Freud reorganizándose en la Sociedad Psicoanalítica de
Viena, con el propósito de devolver a cada uno la libertad de separarse de la
sociedad sin perjudicas las relaciones personales, donde los miembros del grupo
no se quedaban a vivir en ella.
En 1912 Ferenczi propone fundar el llamado comité que garantizaría la pureza del
psicoanálisis. Alrededor de Freud se queda un reducido grupo de confianza. Ambas
alternativas prefiguran las modalidades de ejército y religión en tanto
instituciones políticas.
La primera y verdadera fundación de Freud como figura organizacional
psicoanalítica fue la neurosis de transferencia, donde se da la escucha y la
asociación libre con intención de pensamiento en libertad, su establecimiento y
disolución serán la base del movimiento de fundación y disolución esenciales en
el proceso psicoanalítico.
Dos actos típicos en la capacitación de un analista son la lectura y el debate
de textos mediante los que transmite la teoría y el análisis de control como
pasaje de la experiencia metodológica. También un analista toma como experiencia
y resolución de la neurosis de transferencia “la institución virtual” donde
accede a la teoría y la practica. Y también será importante el propio análisis,
• La escuela
En ella prevalecen los efectos de la neurosis de transferencia como vínculo
singular de dos. Presiste marcando la transmisión teórica y la práctica
conceptual, clínica, usos y giros idiomáticos. La sumatoria de identificaciones
narcisísticas con una figura penosamente compartida por muchos, genera un clima
de conflictos y estilo trágico propio de la ambivalencia.
Esta posterga el debate singular con un maestro, degradado a una figura
idealizada que por estar colocado con frecuencia en situaciones de irritación y
ahogo suele ser proclive a la intemperancia. Entonces toda singularidad se borra
obstaculizando la posibilidad que a su tiempo alguien acceda a la propia palabra
teórica. El analista pierde secularizad, mediatizando solo entre nuestro
paciente una practica teórica sin la conceptualización singular de una práctica.
• La iglesia
Se rigidaza el consenso administrativo de normas burocráticas, que conlleva una
calidad empresarial tipo corporación profesional. Estas figuras institucionales
operan como torres demarcadoras de un territorio psicoanalítico de distinta
articulación con la geografía social.
En las características en la modalidad escuela prevalece un repliegue que podría
analogarse autoeróticos, promotor de una producción tórica “verdadera” dentro de
lo que vagamente suele definir el término ortodoxia.
La forma iglesia asumirá en cambio un estilo negociador buscando ventajas para
la práctica profesional.
Los primeros son visualizados prevalentemente solo como teóricos y estos lo son
como clínicos prácticos.
Aquellos ambicionan incursionar en el campo de la cultura, éstos lo hacen con
más frecuencia en el campo asistencial.
La escuela permanece fiel a la relación dual propia del análisis individual. Los
otros experimentan en la numerosidad de la pareja, del grupo y la familia.
Los primeros generan hábitos y giros idiomáticos que con el tiempo devienen
modismos; los segundos son propensos a la divulgación hablada del psicoanálisis
que también generan modos culturales.
Los “escolásticos” procuran sustentar el acto psicoanalítico de cualquier
semejanza con los antecedentes de la clínica medica, enfatizando el
acontecimiento.
Los “eclesiásticos” enfatizan la destreza clínica típica de la eficacia de la
clínica medica.
Unos pueden llegar a producir una suerte de delirantes iluminados, otros,
disertantes popularizados. Ambos se enfrentan y rechazan.
• Una babel feliz
Toda institución humana es la organización de una tarea principal, generadora
espontánea de normas. El deseo utópico es la materia prima que trabaja el
psicoanálisis. El único envase para el deseo es la represión, el psicoanálisis
trabaja para perforar dicho envase.
La institución psicoanalítica reconoce su antecedente mítico en el primer
conflicto consiguiendo bíblicamente: la Torre de Babel. Los componentes de este
mito son conocidos, Empresa utópica, confusión de lenguas, dispersión de
pueblos.
Es empresa utópica compatibiliza el consenso normativo propio de la fundación de
toda institución humana con los efectos desfundadores del accionar
psicoanalítico laborando lo inconsciente.
La confusión de lenguas se dispersa en tanto decires como individuos que
diciendo de lo mismo dicen distinto. Confusión de lenguas que asemejan de la
asociación libre es oportunidad para la escucha del analista.
Dispersión de gentes camino al desierto temido, necesario y fecundo de la
exogamia como efecto psicoanalítico.
La eficacia de la utopía radica en que al negar el saber cultural, establecido
como cultura dominante, devela lo que está negado en esa cultura poniendo
palabras donde sólo había silencio.
Nuestro quehacer opera sobre lo silenciado. El silencio como palabra diferida
puede llegar a adquirir el valor de estrategia valida frente a la represión
máxima. El silencio busca palabras en el adiestramiento de la escucha que
advierte sin negar.
El defecto interpretaron permitirá, la puesta en palabras y el pasaje a la
acción, el individuo se ira recortando, desde su nuevo saber, como institución
utópica contrastando con su entorno.
La institución y su cultura en tanto alienada y alientante, perderá la
significación de dadora primario de identidad para adquirir calor de instrumento
transformador. Valor político.
Guerra y trauma psicosocial del niño salvadoreño: (Ignacio Martín-Baró) U4,
Práctico.
Trauma: herida. En psicología nos referimos a problemas psíquicos originados por
el impacto que una determinada experiencia o vivencia individual tiene en una
persona, es un daño que no es orgánico, es decir que no afecta ningún órgano
corporal. En el la persona padece trastornos en su funcionamiento normal,
pensamientos o sentimientos, conductas o capacidades. Se dan de forma
imprevisible, brusca y repentina.
En el Salvador el trauma se da como consecuencia de la exigencia de guerra
constante en el funcionamiento social.
Con el “modelo medico” los traumas individuales pueden ser comprendidos. En
cambio para comprender aquellos traumas que afectan a la sociedad en su
conjunto, son traumas denominados traumas psicosociales.
Existen tres aspectos para comprender la realidad del trauma psíquico:
• El trauma tiene un carácter dialéctico donde se afina el carácter histórico
del mismo, este carácter es producido por la sociedad pero afecta principalmente
al individuo.
• Como el trauma es producido socialmente, se requiere atender al problema del
individuo y a sus raíces sociales.
• Su mantenimiento aumenta los casos de individuos traumatizados.
Tesis sobre la realidad del trauma psicosocial:
- Puede ser parte de una “normal anormalidad” social.
- Esta “normal anormalidad” afecta a los niños particularmente, quienes deben
construir su identidad y desarrollar su vida en la red de relaciones
deshumanizadoras.
Pueden distinguirse dos tipos de reacciones de los niños ante un conflicto
bélico:
Miedo: Emoción negativa frente a un objeto amenazador conocido.
Ansiedad: Frente a una amenaza indefinida.
Hay dos tipos de experiencias traumatizantes para los niños:
a) hechos violentos y destructuracion, empapados con crueldad y horror.
b) Separaciones físicas y personales.
Los trastornos infantiles ocasionados por las guerras suelen adoptar formas
tipificadas: terrores nocturnos, deterioro de la capacidad de atención,
conductas regresivas, insensibilidad cotidiana, desbordamiento emotivo,
irritabilidad general, sensibilidad al ruido repentino y múltiples tipos de
somatizaciones.
El daño o carácter traumatizante depende de la relación que frente a la guerra
tengan los familiares mayores mas cercanos al niño.
La guerra lleva al niño a desarrollar tipos de resistencias frente a las
experiencias traumatógenas:
La huida hacia fantasías que puede culminar en síndromes mas o menos parecidos.
Desarrollo de un mayor control interno y compromiso político con una causa.
La guerra produce consecuencias económicas, perdida de oportunidades de trabajo
y un deterioro del costo de vida, y también hay sectores que lucran con ella,
estos son los sectores populares. Las consecuencias más importantes son:
corrupción institucional, destrucción del aparato productivo del país y de
escasos recursos naturales, perdida de la soberanía nacional, militarización de
instituciones y organismos del Estado y del ordenamiento social, aceptación de
la guerra como parte normal del funcionamiento de la vida nacional.
Existen dos formas en que el niño puede involucrarse en una guerra:
a) El niño soldado: a quien se le instruye y forma en el uso de la violencia, se
llena se mente con imágenes polarizadas y maniqueas de bondad o maldad
absolutas, se le enseña a plantear la existencia en términos hostiles contra un
enemigo, y se le pide arriesgar la vida por la patria.
b) Niño victima: huye, se aleja de los lugares de confrontación, lo militar
representa una amenaza, el símbolo de la muerte y el rechazo social a su
presencia en el mundo.
Algunos terapeutas recomiendan en casos de conflictos bélicos o de violencia los
“tratamientos del contexto” donde se aísla al niño de la realidad de sufrimiento
y hambre de los demás, poniéndolos en mundos artificiales como jardines con
grandes muros.
El proceso de socialización primaria del niño en un contexto de “normal
anormalidad” provoca una violencia generalizada. Esto pone al niño en un dilema
de construcción de identidad interiorizando la violencia, la mentira y las
relaciones deshumanizadoras, como requisito de supervivencia. Cuya dinámica
produce daños y trastornos psíquicos.
LA presión sobre la población tanto social como política es intensa en zonas
conflictivas, incapacitando a la persona para manejar la situación de tensión,
esto puede derivar en que se desarrolle autismo en los niños y problemas
psicóticos o esquizofrénicos en los jóvenes.
Historia de la memoria y memoria histórica: (Vernant) U3, Teórico.
Actividades mentales múltiples adquieren y cobran forma mediante un aprendizaje,
un adiestramiento mental que, para orientar la mira del espíritu en dirección de
lo que no esta presente, utiliza técnicas, marcas, marcos variables en función
de las herramientas mentales propias de cada cultura.
Las actividades mentales que apuntan a hacer presente lo que no esta son
construcciones ligadas a contextos históricos. Los grupos humanos no disponen de
ningún documento ni archivo o estado civil que determine el estatus social de
las personas.
Todo el pasado del grupo desde sus orígenes al saber compartido forma parte de
la base intelectual de una sociedad. Todo eso debe ser preservado, guardado,
transmitido, actualizado. Para los griegos la memoria es un don de videncia
otorgado a los cantantes, que mediante narraciones cantadas pueden rememorar y
capitalizar todo lo que el grupo para permanecer debe conservar en el recuerdo,
la suma de los saberes es de donde extraen sus orígenes.
La memoria es omnisciencia, su rol es hacer presente, atravesando las fronteras
de un hoy efímero, lo que permanece oculto detrás de las apariencias. Es la
exploración de lo invisible.
Junto a esta rememoración del grupo, hay rememoración individual que conlleva,
una dimensión religiosa. Ella es puesta en práctica, en sectas por “hombres
divinos”, que llegan a recobrar el recuerdo de todas sus vidas anteriores, esto
los libera de la cadena indefinida de los renacimientos, ellos pueden regresar a
su patria celestial y unirse con lo divino. La memoria busca evadirse del tiempo
y convertirse en dios. Siglo VII, el surgimiento de la escritura, los hombres
van a redactar sus leyes y a inscribir archivos para conservar su esmero. Se
inician nuevos procedimientos mnemotécnicas, de carácter positivo, accesibles a
cualquiera y que recurren a un ordenamiento sistemático de aquellos elementos
que es preciso recordar inscribiéndolos en un dispositivo espacial que se
recorre, unidad por unidad, como se lo hace en la lectura de un texto en hojas.
Este arte perdurará a través de la antigüedad grecorromana y llegara hasta el
Renacimiento.
La concepción de la memoria humana general, objetiva y exteriorizada mediante la
concentración de la totalidad de textos escritos en un mismo museo, bibliotecas,
ha tenido tal impacto que todavía impone su marca a la nueva forma de memoria de
San Agustín, donde la memoria es una dimensión del yo de la cual se maravilla
frente a la que cada uno esta solo para explorar.
Las condiciones del ejercicio de la memoria y su campo de aplicación se
transformaron con la invención de la imprenta en la modernidad. Y la
transformación del trabajo de la memoria está en nuevos medios de información
como Internet.
Lo esencial en el trabajo de la memoria consiste en dos orientaciones:
- en la vía de San Agustín, donde la emergencia del individuo y de su
investigación sobre su propio pasada, su singularidad, proyectan la conciencia
de su identidad.
- La innovación decisiva, junto a la memoria individual hay memoria colectiva,
hay una memoria del pasado plasmada por los historiadores, que es tratado como
objeto de conocimiento desinteresado, que no tiene otro fin que la verdad.
La memoria histórica no puede ignorar, junto a los documentos “objetivos”, la
experiencia irremplazable de los testigos, de los acontecimientos vividos
quienes a su vez no podrían olvidar las exigencias de verdad en el trabajo del
historiador, gracias a ello la memoria social puede hacer su trabajo de unión
con el pasado, evitando la mitología sin caer en el olvido.
La dimensión en el trabajo con grupos y comunidades: (Ignacio Dobles Oropeza)
U4, Teórico.
En el trabajo de los profesionales a grupos o comunidades como referentes es
decir con “grupos con historia” la problemática involucrada es la dimensión
ética, la que no puede ser aislada de otras como la metodológica, teórica o
epistemológica, aunque reúne una especificidad que hace que su tratamiento sea
imprescindible. El trabajo se desarrolla en escenarios conflictivos, donde hay
intereses sociales e ideológicos contrapuestos, es decir en esquemas fatalistas
entre los pobladores de una comunidad, que limitan posibilidades de acción de
los demás.
America Latina es considerada una de las regiones con mayor desigualdad en el
mundo, existe una psicología denominada Comunitaria, que ha intentado ayudar con
proyectos de transformación social, a los sectores excluidos, empobrecidos y
discriminados. No se trata de resolver los problemas pero si de actuar sobre
ellos. Montero, Serrano y Medina han logrado establecer un corte con una
psicología comunitaria escrita y trabajada desde las instituciones del poder.
Estas prácticas sufrieron oposiciones ligadas a programas de ajuste estructural
y a la política estadounidense con planteamientos intelectuales y teóricos que
cuestionaron el darle sentido político a la acción psicológica.
Desde Freire con sus propuestas de investigaciones participativas en la
educación libertadora con la meta de concientización, a otras relacionadas con
el trabajo con comunidades, tienen que ver con el poder, con la capacidad del
grupo de tomar decisiones cruciales acerca de su acción y situación, y sus
posibilidades de convertirse en sujeto social.
El poder pone en juego los recursos con los que cuenta el grupo o comunidad, las
relaciones intragrupales e intergrupales y tiene efecto también sobre las
relaciones sociales mismas.
Martín-Baró cree que una psicología social comprometida no puede definir su
acción en función de predecir y controlar la conducta, sino mas bien de
contribuir a creas mayores espacios de autonomía a personas y grupos, que los
haga mas dueños de su propio destino.
Como clave fundamental buscan oponerse a estructuras de dominación y a la lógica
de dominio.
Según Nobre de Andrés el asunto ético crucial a considerar tiene que ver con la
relación sujeto7objeto en el proceso de la práctica comunitaria, esto implica
para el psicólogo/a abandonar el nicho de “experto” para someter su saber al
escrutinio o contraste con los saberes de los miembros de la comunidad.
No hay que subestimar las capacidades de los poderes de reinventarse, y de
cooptar posiciones criticas, cuestionadotas. En relaciones de poder los que
ocupan posiciones de dominio tendrán posibilidades de vaciar de contenido
términos, conceptos o metodologías, pero no neutralizar a quienes tienen
posiciones cuestionables. La autocrítica, y la historización de la práctica
profesional en relación con los movimientos sociales ayudan a evitar caer en
trampas. La disciplina psicológica y la ética individual deben preocuparse por
las consecuencias de la acción del psicólogo/a sobre grupos, comunidades o la
sociedad como un todo.
La discusión ética tiene que ser examinada a la luz de valores y principios que
guían las acciones de los individuos, es decir no se parte de una ética
relativista, sino de la necesidad de rescatar y promover determinados valores y
principios.
La protección de identidades sociales, del bienestar grupal o colectivo tienden
a estar fuera de los códigos de ética de la disciplina “consentimiento
informado” es en la investigación de grupos o comunidades un concepto nombrado
para el trabajo con individuos.
En practicas con individuos lo ético debe concebirse de una manera estrecha con
lo metodológico teórico y operativo, para ello Dussell propone una psicología de
la liberación.
Brickman y colaboradores caracterizaron la relación entre psicólogo y sujetos
con que actúan según dos parámetros fundamentales:
- Atribución de responsabilidad por el problema.
- Atribución de responsabilidad por la solución del problema.
Distinguen 4 tipos de modos:
1. Donde la gente no tiene responsabilidad en la generación del problema ni
solución. Llamado modelo medico. Donde el profesional es el único que debe
lidiar con el problema.
2. En el que las personas son consideradas responsables tanto de sus problemas
como de sus soluciones. Modelo “moral” culpabilizante y estigmatizante. Sin
considerar las condiciones estructurales en que se dan los fenómenos.
3. En el que las personas son responsables de sus problemas, pero no de las
soluciones. Modelo del “iluminismo”, los “expertos” iluminan a los sujetos
transmitiéndoles información, habilidades y técnicas.
4. Donde la gente es responsable de las soluciones de sus problemas, pero no de
los mismos.
Waiselfisz ha identificado dos tipos de trabajo con comunidades y grupos
populares, un o es ek enfoque integracional. Su propósito es la reproducción del
orden social, económico e ideológico existente.
El otro enfoque es el liberador al que atribuye rasgos:
a) necesidad de desarrollar un conjunto de acciones que permitan modificar las
bases estructurales que dan origen a las desigualdades sociales y a las
contradicciones socioeconómicas y culturales presentes en la sociedad.
b) Los cambios estructurales deben constituirse como “programa histórico”
asumido por el pueblo.
c) El desarrollo de una acción transformadora implica que el pueblo actúe en
forma colectiva uy organizada.
d) La tarea de quienes se ubican en esta perspectiva de trabajo con los sectores
populares es trasformarse en agentes conscientes y críticos del proceso de
cambio.
e) Desarrollar una conciencia crítica y un proyecto histórico alternativo.
El puposito fundamental de este enfoque es transformar el orden socioeconómico e
ideológico.
Maritza Montero propone una psicología Social Comunitaria, con los siguientes
rasgos:
Posee una perspectiva holística sobre los problemas.
Rechazo del modelo medico.
Énfasis en el cambio social-
El cambio social acompañado de la producción de saber científico y popular.
Fomento de procesos de empoderamiento y creaciones
Concibe a los pobladores como actores sociales.
Los psicólogos como agentes externos, catalizadores del cambio.
Una perspectiva ecológica.
La investigación como forma de intervención y la intervención como forma de
organización.
Tiene carácter político, que tiene que ver con una organización social con
normas y distribución de sus relaciones.
Prilletensky propone el modelo de “empoderamiento” que contiene tres componentes
interconectados: los valores, que guían la intervención o inserción del
profesional en psicología; los agentes e interlocutores de los procesos, los
primeros son “empoderados” por sus propias acciones y los interlocutores son
aquellos “invitados” a participar en el proceso; por ultimo los procesos,
acciones involucradas en el estudio y la promoción del empoderamiento y tienen
que ver con el cómo, cuando y donde de estas operaciones.
Dussell propone una ética de liberación, que contiene tres componentes
fundamentales: Una ética orientada en la producción reproducción de la vida
humana, destacando el carácter material, objetivo de las condiciones de
existencia; la necesidad de la participación democrática; y el elemento de
factibilidad de las propuestas.
Prilletensky propone una psicología que busque dar a los gripos posibilidades de
regir sus propios destinos, esto debe procurar:
1) La autonomía
2) La participación democrática
3) La justicia distributiva.
Autonomía: vertiente individual de autorrealización, que el individuo libere su
potencialidad espiritual o corporal. Esto presenta en el trabajo con grupos los
siguientes obstáculos:
a) Paternalismo: dependencia de la comunidad hacia los intelectuales del mismo
grupo, esto atenta contra el orgullo o la dignidad de la propia historia de
grupo. Se debe “Potenciar las virtudes populares”, es decir evitar acciones que
puedan ser estigmatizadas o que puedan “revictimizar” a los pobladores.
b) Dependencia de los pobladores hacia los intelectuales o profesionales que
llegan a trabajar con ellos. Donde hay un imaginario social preestablecido entre
pobladores de lo que es un profesional. Esto no puede resolverse debido a que
siempre vuelve a aparecer en las interacciones ante necesidades del grupo.
c) El psicólogo profesional, no debe sentirse un poblador mas, debe convertirse
en interlocutor dialógica de quienes deben transformar su propia realidad.
Tampoco debe convertirse en vocero de los desprotegidos, porque atenta contra su
autonomía.
d) Se pierde la dimensión de sufrimiento, de dolor, de fracturas, de juego, de
creatividad, de innovación que se viven con los pobladores de diferentes edades
y características.
Fernando Ulloa plantea problemas que en enfrentado los psicoterapeutas en el
campo de los derechos humanos:
La fascinación por el horror, que puede aparecer tanto bajo de la forma de
interés como de curiosidad.
La culpa, que puede devenir en voluntarismo,
El miedo, con su consecuente reacción contra fóbica.
También se agrego la parálisis ante una situación o demandas consideradas
abrumadoras.
Según el una respuesta ante el voluntarismo seria que los investigadores
realicen mas actividad e investigación lesionando la interrelación entre teoría
y practica en el proceso de construcción del saber y lesionando la autonomía del
grupo al sustituir sus responsabilidades o funciones.
e) Se debe prestar atención a la forma en que se insertan los profesionales en
la situación preexistente en el grupo.
La participación democrática: es señalado por Dussell como elemento fundamental
de una ética de la liberación.
Para Prilletensky las personas afectadas por intervenciones sociales e
individuales deben tomar decisiones.
Puede presentarse el obstáculo de que el investigador tome una posición de
experto. Superar esto dependerá de las actitudes del investigador, del lograr o
no establecer normas y estructuras democráticas y de la participación en el
grupo o comunidad.
Otro obstáculo que puede darse es encontrar un grupo o comunidad en el que no
existan subdivisiones o grupos. Es decir diferenciaciones conflictivas. El
investigador deberá asegurarse de que el tiempo invertido en el trabajo se
divida de manera mas o menos pareja entre los grupos, de tener cuidado de que no
se esta inclinando la balanza hacia uno u otro sector.
El investigador cuanta con un grupo de investigadores que deben trabajar los
procesos dentro de estos grupos, que tienen dinámica propia paralela al
desarrollo de la experiencia con los pobladores, se volverá complicada si se
trabaja con comunidades viviendo situaciones de mucha penuria o violencia. Por
ello deben establecerse mecanismos y toma de decisiones que permitan mayores
grados de participación. Existe también el peligro de que dentro de los
investigadores se produzca la creencia artificiosa de “expertos”, dependencia o
paternalismo.
Justicia distributiva: Se refiere a la injusta distribución de la riqueza y el
poder en la sociedad y de la distribución de bienes materiales y simbólicos.
Los psicólogos deben proponer inserción, redistribución de recursos y equidad.
Si el poder social, como propone Baró tiene que ver con la cantidad de recursos
con que cuenta el grupo y su uso en relaciones, esta lógica de empoderamiento
llevaría a intentar contribuir a que los grupos tengan mayores recursos para
reforzar su poder, actividad e identidad, fundamentales para la historia del
grupo.
Pueden darse obstáculos como luchas para obtener mayores recursos, de salud,
educación o producción, en actividades que busquen fomentar el establecimiento
de leyes o funcionamiento equitativo de instituciones.