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Psicología Social

Resumen del Texto "El Psicoanálisis, su Imagen y su Pueblo" Cátedra: Robertazzi

1º Cuat. de 2012

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El psicoanálisis, su imagen y su pueblo. (moscovici)
Ideas que se transforman n objetos del sentido común
Objetivación
Una representación social se elabora de acuerdo con dos procesos fundamentales: objetivación y el anclaje. A objetivación lleva a hacer real un esquema conceptual, el resultado, en primer lugar, tiene una instancia cognoscitiva. Para reducir la separación entre la masa de palabras que circulan y los objetos que las acompañan, como no se podría hablar de “nada”, de los signos lingüísticos se enganchan a “estructural materiales” (se trata de acoplar la palabra a la cosa)
La convención toma esta palabra por el indicador de un fenómeno material comprobado. Cuando se opera una ruptura entre las normas técnicas del lenguaje y el léxico corriente lo que era simbólico aparece como signo. Los elementos de la lengua científica pasan al lenguaje corriente, donde obedecen a nuevas convenciones. Objetivar es reabsorber un exceso de significación materializándolas también en trasplantar al plano de la observación lo que solo era interferencia o símbolo.
Las ideas no son percibidas como los productos de la actividad intelectual de ciertos espíritus, sino como los reflejos de una cosa que existes en el exterior. Se sustituyo lo percibido por lo conocido
Objetivación y las formas que puede tomar:
Para que una concepción científica armonice con las conductas con las que nos identificamos, es necesario que se las separe de este grupo de “expertos”.
El testimonio de los hombres se transforma en testimonio de los sentidos, el individuo pasa de la relación con los otros a la relación con el objeto, y esta apropiación indirecta del poder es un acto generados de cultura.
La mayoría de los estímulos que provocan nuestra respuesta son el resultado de un doble esfuerzo. En primero, es un salto en lo imaginario que transporta los elementos objetivos al medio cognoscitivo y le prepara in cambio fundamental de situación y de función naturalizados, el segundo es un esfuerzo de clasificación, introduce un orden que se adapta al orden preexistente, atenuando de este modo el choque de toda concepción nueva. La clasificación responde a una necesidad psicológica. Se impone una clave que permite nombrar los diferentes aspectos de lo real y definirlos.
Naturalizar, clasificar, son dos operaciones esenciales de la objetivación. Una convierte en real al símbolo, la otra de a la realidad un aspecto simbólico.
De la teoría a su representación social I- ¿Qué es el psicoanálisis?
¿De qué modo una teórica científica se transforma en representación social?
El psicoanálisis es una ciencia explicativa. El conjunto de las leyes de una teoría esta sobrentendida en un principio fundamental para poder clasificarla de “explicativa”. Si, por ejemplo, nos referimos al sistema de newton, se explica la mayoría de los movimientos en nuestro planeta y las acciones entre los planetas. La libido es al psicoanálisis lo que la gravitación universal es al sistema de newton.
El psicoanálisis siempre es percibido por medio de ciertos atributos. La novedad, junto a ciertos rasgos originales, llama la atención y son suficientes para individualizarlo.
El hecho de que el psicoanálisis sea una técnica del lenguaje contribuye a su originalidad.
Al psicoanálisis se lo capta a través de sus manifestaciones, rituales. Esta precisión aumenta cuando se lo reconoce como una concepción particular de la personalidad.
El psicoanálisis aparece asociado en el espíritu del público a muchas relaciones que el hombre tiene consigo mismo en una dimensión imaginaria de profundidad oculto-aparente, voluntario-involuntario, autentico-falso, etc. La opinión se corporiza a través de estas relaciones.
Aquí el psicoanálisis modela un rostro nuevo, codificado y racional, sobre el mito de las “facultades” y las “fuerzas” al mismo tiempo encarna la esperanza de romper con la opresión que ejerce la vida cotidiana sobre la historia finita y microscópica del individuo. El psicoanálisis se distingue como signo del restablecimiento de la subjetividad y como práctica de desnudar la personalidad auténtica.
El inconsciente y el consciente aparecen como una trasposición de los pares de categorías esbozados: oculto-aparente, involuntario-voluntario, interior-exterior.
La organización psíquica se compone de dos partes: inconsciente y consciente, entre las cuales se comprueba una acción de presión de una sobre otra, el resultado de su funcionamiento es: el complejo.
II- mezcla de los conceptos
El desfasaje entre la teoría y su representación se explica, por la pregnancia de la primera concepción psicoanalítica y la dificultad para cambiar con mas rapidez las imágenes y los símbolos. Esta primera concepción daba lugar a la “libido”. Si se elimina o niega la libido y su función, la teoría psicoanalítica forma en un conjunto de relaciones, que pueden tener cierta autonomía e integrarse en otra concepción. Si bien algunas concepciones psicoanalíticas fueron admitidas, el principio mismo es negado o velado.
Sin la teoría de la sexualidad el psicoanálisis se vuelve socialmente aceptable, el grupo procede a una organización de la topografía de los conceptos sobre la baso que mas le conviene.
En lo que concierne a la elaboración social de una representación social de una representación, se trata menos de un eclecticismo que de una tentativa de instrumentar el modelo científico y reconstruirlo alrededor de valores y sistemas de categorías disponibles. A medida que la teoría se convierte en un conjunto de relaciones, pierde su coherencia, sus dimensiones, el total de las relaciones tomadas por separado, dependen de las reglas sociales del grupo.
La transformación de una teoría estructurada en un conjunto de relaciones con autonomía y extensión variables es la primera condición para construir una representación social.
La teoría del psicoanálisis ha tenido influencia en las conductas individuales.
El psicoanálisis, en la medida en que se convirtió en el índice de una cierta libertad de costumbre, aparece como un todo, socialmente hablando el psicoanálisis adquiere la unidad simbólica descrita, de esto se puede inferir que los contextos de penetración de una teoría en la sociedad definen el sentido dominante que se atribuye a su representación.
En consecuencia, se puede suponer que el pasaje de una doctrina científica a su representación implica:
Que se transforma en un conjunto de relaciones autónomas, susceptibles de construir u marco de conducta con los fenómenos que ha sacado a recluir y compatibles con el sistema de valores dominantes.
Que establece la unidad significativa en relación con las circunstancias de su penetración social y con los aspectos esenciales de la realidad que afecta y sobre los cuales actúa.
La presencia de la ciencia en la sociedad modifica a la vez si visión y su aproximación a lo real. Las representaciones sociales tienen su grado de objetividad variable en relación con el de la ciencia que es su fuente. La representación puede orientar, restringir o favorecer el desarrollo de esta ciencia, esa es una exigencia propia de la sociedad y una prueba de su vitalidad.
La materialización de los conceptos
I- EL MODELO FIGURATIVO
El modelo figurativo en un esquema de la organización de la personalidad que acabamos de describir. Siempre se recurren a este de los conflictos o la acción terapéutica por medio de conceptos de origen psicoanalítico. Reproduce la teoría psicoanalítica en forma selectiva. Si califico como figurativo el modelo descripto, es porque no es solo una manera de ordenar las informaciones, sino el resultado de una coordinación que concreta cada uno de los fenómenos de la representación.
a) En primer lugar parte de un todo.
b) Posteriormente se presenta como una instancia autónoma.
c) Finalmente, es una “fuerza” en conflicto con otra “fuerza”, lo consciente. Este conflicto personalizado se desarrolla a través de la represión.
El esquema o modelo figurativo se caracteriza por concentrar la mayoría de los conceptos importantes del psicoanálisis, el modelo asocia los elementos indicados en una serie autónoma, con una dinámica propia.
El modelo figurativo, que penetra en el medio social como expresión de lo “real”, por eso mismo se torna “natural”, utilizado como si se recortara directamente de esa realidad la conjunción de dos movimientos, el de la generalización colectiva del uso y el de la expresión inmediata de los fenómenos concretos, le permite a la representación convertirse en un marco cognoscitivo estable y orientar las percepciones o los juicios sobre el comportamiento o las relaciones interindividuales.
II- LA CIENCIA Y EL ANIMISMO INVERTIDO
La naturalización de las ideas adquiere su significación, confiere una realidad plena a lo que era una abstracción. El complejo, el inconsciente son términos materializados, organizaciones casi físicas.
Este deslizamiento del concepto a la entidad colectivamente creada esta reforzado por hábitos del lenguaje. La naturalización de las nociones psicoanalíticas, les confiere una presencia casi palpable. La eficacia de una ciencia se evalúa desde el punto de vista social. La ciencia se interesa por lo que no es sujeto. En la medida que el contenido científico supone cierto tipo de realidad, emerge una incitación a la creación de seres, una ciencia habla de órganos y el psicoanálisis es una ciencia, el inconsciente, el complejo, serán órganos del aparato psíquico.
Los conceptos del psicoanálisis están en contradicción con el modelo de la ciencia. Se espera que el psicoanálisis se convierta en ciencia o bien se lo considera solamente una terapéutica.
Se deduce entonces un modelo de ciencia, cuyo poder creador descubrimos en el plano del animismo invertido.
El proceso parece encubrir dos movimientos convergentes: uno que va de la teoría a su imagen, otro que va de la imagen a la identificación social de la realidad.
En un primer momento, la concepción científica se controla con sistemas de valores y se opera una elección entre sus elementos, el segundo momento tiene consecuencias mas complejas.
La “naturalización” confiere a la representación social, una categoría de evidencia. También se convierte en una “teoría profana” autónoma cuando nos dice que el psicoanálisis es “una cuestión de complejos”.
Así también se convierte en un instrumento apropiado para categorizar las personas y los comportamientos.