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1º Parcial A  |  Psicología Social (Cátedra: Etcheazar - 2021)  |  Psicología  |  UBA

INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA SOCIAL, LAS DIVERSAS REALIDADES, Y EL SI MISMO

Comenzando con la historia de la psicología social, se puede afirmar que su definición teórica fue tema de conflicto desde los antiguos griegos, pasando por diferentes corrientes de pensamiento y hasta la actualidad. Ahora bien, ¿De qué manera podemos definir a la psicología social?

Responder a esta interrogante no es algo sencillo, ya que se puede definir a la psicología social desde dos focos: la relación entre individuo-medio ambiente e individuo-sociedad. Como se puede ver en el texto de Susana Seidmann (2010) D. Cartwright define a la psicología social incorporando a los dos focos “La psicología social es una rama de las ciencias sociales que intenta explicar cómo la sociedad influyó en la cognición, la motivación, el desarrollo y el comportamiento de individuos y es influido por ellos” (p.5). Tomando también que “Lo que caracteriza a la Psicología Social es el concepto de relación, interdependencia, interacción, influencia (…) La Psicología Social implica una perspectiva –no individual- para enfrentar la problemática humana” (Seidmann.S, 2010, p.5) Es decir, la psicología social abarca a un individuo el cual posee una personalidad que se modifica por el contexto en el que se encuentra.

Se puede hablar entonces de subjetividad en cuanto a las experiencias de los individuos en una interacción social.

En conclusión, la psicología social estudia como las conductas, las emociones y los pensamientos de los individuos se ven influenciados por las distintas relaciones sociales. Y como estas conductas cambian según el entorno que rodea al individuo.

Partiendo esta interacción social y adentrándome en el concepto de realidad, hay algo muy clave que debe ser entendido. Basándome en el texto de Watzlawick (1986) y su concepto de realidad inventada, podríamos decir que la realidad inventada es algo que se construye mediante la interacción. Es decir, construir la realidad no es algo que cada individuo haga internamente en “su cabeza, su cerebro” (como sostiene el constructivismo) sino que es un proceso interaccional entre sujetos, cultura y contexto en el que participamos (construccionismo social).

Watzlawick habla de dos realidades distintas: la realidad de primer orden que hace referencia a “aquellos aspectos de la realidad que se refieren al consenso de la percepción y se apoyan en pruebas experimentales, repetibles y, por consiguiente, verificables” (Watzlawick.P, 1986, p.47), en cambio, la realidad de segundo orden hace referencia a los significados atribuidos a los objetos de la realidad del primer orden.

“(…) Vivimos bajo la ingenua suposición de la realidad es naturalmente tal como nosotros la vemos y que todo el que la ve de otra manera tiene que ser un malicioso o un demente” (Watzlawick.P, 1986, p.47). Dicho de otra manera, una persona puede vivir una realidad distinta a la mía, pero no por eso debo calificarlo como “loco”, “demente”, “bobo”, etc., ya que al hacerlo estoy negando SU realidad, desmintiéndolo. Es decir, los individuos realizan acciones que su contexto evalúa como locura, pero que no lo es necesariamente.

Esto se puede enlazar perfectamente con la idea de la realidad de la vida cotidiana la cual “se presenta como una realidad interpretada por los hombres y que para ellos tiene el significado subjetivo de un mundo coherente” (Berger & Luckmann, 1972, p.34). Es decir, que en este mundo de la cotidianeidad, los sujetos que conforman una sociedad tienden a fijar su realidad como única. Como sostienen Berger y Luckmann (1972) es un mundo que se origina en sus pensamientos y acciones, y que está sustentado como real por estos.

¿Cómo se caracteriza esta realidad de la vida cotidiana? Como bien explican los autores, esta realidad aparece de manera objetiva, es decir, los objetos han sido denominados como tal antes de que cada individuo se presentase.

Otra característica sumamente importante es el lenguaje. El lenguaje define realidades, pero implica también que una vez que algo se define de determinada manera, esa definición misma opera como un constructor de realidad.

La realidad de la vida cotidiana se organiza en tiempo y espacio “con el aquí de mi cuerpo y el ahora de mi presente” ( Berger & Luckmann, 1972, p.37) También se habla de intersubjetividad ya que uno comparte con otro y se da la interacción cara a cara. El “aquí” y el “ahora” de cada uno se enlaza mientras esa situación de cara a cara se siga dando. Y para uno poder comprender al otro aparecen los esquemas tipificadores los cuales son recíprocos.

Se va armando, a partir de estos esquemas, la estructura social el cual es esencial en la realidad de la vida cotidiana.

Y como bien explican Berger y Luckmann en el capítulo 2 (1976) el orden social es un producto humano realizado por el hombre durante su continua externalización. La existencia humana se desarrolla en un contexto de orden, dirección y estabilidad. Y es por ello que se debe dar todo un proceso de institucionalización que “aparece cada vez que se da una tipificación recíproca de acciones habitualizadas por tipos de actores” (Berger & Luckmann, 1976, p.76)

Al interaccionar con otro no solo se forma una realidad objetiva a través de lo que observamos, sino que formamos una concepción de nosotros mismos (el “sí mismo”), estar en interacción con el otro me devuelve a mi quien soy.

Owens (2006) explica esto perfectamente diciendo que el “si mismo es un conjunto de representaciones que reflejan características de un individuo, organizadas por vínculos, creadas a través de la experiencia persona y/o la biografía (Owens.T, 2006, p.4). ¿Qué significa esto precisamente? Que en el ámbito social, en esa interacción que se da, cada sujeto conforma autopercepción.

Sniderman (1975) define al “si mismo” como un sistema organizado e interactivo de pensamientos, sentimientos, identidades y motivaciones que (1) nace de la auto-reflexión y el lenguaje (2), que las personas se atribuyen a sí mismas y (3) que caracteriza a personas específicas.

A modo de conclusión, la realidad es algo social: es un producto que se da en la interacción en sociedad determinado por un contexto. Poseemos distintas realidades, ninguna es verdadera ni falsa, ni tampoco debe ser desmentida porque al hacerlo se caracteriza al otro como “loco”.

A la vez, en esa interacción con el otro cada sujeto es capaz de conformar su identidad, es algo que se da recíprocamente

 

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