Altillo.com
> Exámenes > UBA
- Psicología >
Psicología
Social
Resumen para el Final | Psicología Social (Cátedra:
Travnik - 2024) |
Psicología | UBA
RESUMEN DE TEXTOS PSICOLOGÍA SOCIAL
SI MISMO E IDENTIDAD – TIM OWENS
SI MISMO E IDENTIDAD: ALGUNAS DISTINCIONES Y DEFINICIONES .
El si mismo y la identidad son términos complementarios, aunque distintos. El si
mismo en realidad incluye a la identidad, así como el sí mismo también incluye
al autoconcepto. Es una cuestión de orden jerárquico entre los conceptos. El
aspecto central que distingue al sí mismo de la identidad es que el primero es
un proceso y organización nacida de la auto-reflexión mientras que la identidad
es una herramienta por la cual los individuos o grupos se clasifican a sí mismos
y se presentan ante el mundo.
Sniderman define al sí mismo como: un sistema organizado e interactivo de
pensamientos, sentimientos, identidades y motivaciones que nace de la
auto-reflexión y el lenguaje, que las personas se atribuyen a si mismas y que
caracteriza a personas específicas. El sí mismo se conceptualiza como un
conjunto de representaciones que reflejan los rasgos de una persona, organizados
por vínculos, a través de representaciones creadas por la experiencia personal o
biografía. (UNIR CON RS)
Otras de las cosas es considerar al sí mismo como sujeto y objeto. La clave es
la reflexividad humana, o la capacidad de verse a sí mismo como un objeto capaz
de ser no solo aprehendido, sino también etiquetado, categorizado, evaluado y
manipulado. La reflexividad se asienta sobre el leguaje. La autoreflexividad
permite a las personas a verse a sí mismos de un punto de vista externo, así
como otras personas pueden verlos a través de diversos grados de desapego. Dado
que el yo puede reflejarse en sí mismo, es una parte integral de muchas
características que asociamos con el ser humano.
La identidad esta incluida dentro de un concepto más amplio del sí mismo y s un
tópico diferente de la psicología social. La etimología y definición de la
identidad es esencialmente relacional. El termino identidad se define como:
categorías de personas que se utilizan para especificar lo que ellos son y para
ubicarse a sí mismos en relación a otras personas. La identidad implica tanto un
carácter distintivo y una semejanza como los demás.
1. SI MISMO Y AUTOCONCEPTO .
Otro aspecto fundamental del sí mismo es el autoconcepto, o cómo nos imaginamos
y percibimos a nosotros mismos. El autoconcepto está complejamente ligado al
dualismo “Yo – Mi” que puede ser definido como: la totalidad de pensamientos y
sentimientos de un individuo sobre un determinado objeto.
1.1 TEORÍA DEL AUTOCONCEPTO .
Según Rosenberg cuatro principios generales forman la base de apoyo a “la
mayoría del razonamiento teórico empleado en la literatura para comprender la
relación de los procesos estructurales y sociales en el autoconcepto”.
Los cuatro principios del desarrollo del autoconcepto son las valoraciones
reflejadas, las comparaciones sociales, las autoatribuciones y la centralidad
psicológica. El principio de las evaluaciones reflejadas es fundamental para el
principio propuesto por el interaccionismo simbólico de que el si mismo es un
producto social derivado de las actitudes que los demás tienen hacia uno mismo y
que uno se ve a si mismo como lo hacen los demás. Mediante las comparaciones
sociales, las personas se juzgan y evalúan a sí mismas en comparación con
individuos particulares, grupos o categorías sociales. El criterio y la
normatividad, los criterios entran en juego cuando las personas se comparan con
otras en términos de superioridad o inferioridad. La comparación por
normatividad cae en una desviación o conformidad. Por su parte, la
autoatribución sostiene que los individuos sacan conclusiones sobre sí mismos al
observar sus propias acciones y sus resultados. Finalmente, el principio de
centralidad psicológica sostiene que el sí mismo es un sistema interrelacionado
de componentes organizados jerárquicamente, con algunos atributos e identidades
más importantes para el sí mismo que otros. Este principio es quizás el más
abstracto de los cuatros principios. Apunta directamente a la estructura del sí
mismo.
Según la teoría del autoconcepto, de acuerdo a como uno observa, evalúa, y en
última instancia establece conclusiones acerca del sí mismo, hay dos aspectos
principales que trabajan al servicio de su protección y mantenimiento: la
autoestima y la auto-consistencia. La autoestima contribuye a que los individuos
tiendan a pensar bien de ellos mismos. Es el aspecto dominante del sistema
motivacional.
La auto-consistencia afirma que las personas tienen dificultades para validar
sus auto conceptos, incluso cando ellos son negativos.
Swann incorpora a la autoconsistencia en la teoría de la autoverificación, que
está organizada en torno a tres supuestos básicos. Primero los autoconceptos
ayudan a guiar los comportamientos de las personas. En segundo lugar, permiten a
las personas anticipar las reacciones de los demás ante sus propios
comportamientos. En tercer lugar, ayudan a organizar las nociones de realidad de
la gente.
EL AUTOCONCEPTO COMO PRODUCTO Y FUERZA SOCIAL .
El autoconcepto parece ser un fenómeno principalmente psicológico. El sí mismo y
la sociedad son una co-construccion y que el autoconcepto es tanto un producto
social como una fuerza social.
El autoconcepto no solo incorpora la ubicación del individuo en la estructura
social, sino que también se ve afectado por ella. El autoconcepto es una
creación social modelada por las interacciones de las personas con los otros. El
sí mismo y el autoconcepto son productos sociales.
Una vez que la persona desarrolla un autoconcepto de sí mismo, tiene importantes
consecuencias para la acción, tanto en el individuo como a nivel grupal. El sí
mismo y el autoconcepto son fuerzas sociales.
1.2 LA TEORÍA DE LA AUTOPRESENTACIÓN .
Goffman en un estudio sobre la autopresentación indica que la premisa básica es
que algunos de los más esclarecedores puntos de vista sobre el comportamiento
social, puede ser revelado a través de un detallado análisis de la vida
cotidiana de la gente. Él consideraba a las personas como “actores” quienes
asumen roles para una “audiencia”. Tanto los actores como las audiencias
co-contruyen una “definición de situación”. La performance del rol de los
actores es guiada por las impresiones que ellos desean impartir entre ellos o
una audiencia y están codificadas de acuerdo a ciertas “estrategias para manejar
impresiones”. Las personas no solo formulan impresiones conscientemente o de
otra manera, sino que proyectan esas impresiones con el objetivo de que otros
lleguen “voluntariamente” a las conclusiones que ellas desean.
La autopresentación es un aspecto del manejo de impresiones que parece haber
captado la atención de muchos psicológicos sociales.
La autopresentación es un tipo especial de manejo de las impresiones.
Goffman hizo hincapié en cómo los actores proyectan una definición de la
situación y cómo cada actor percibe subjetivamente y responde a la emergente
definición y la situación.
ALGUNOS CONCEPTOS IMPORTANTES PARA EL ESTUDIO DEL SÍ MISMO .
Rosenberg indica que la importancia se define como “el grado en que nosotros
sentimos lo que otros sienten y lo que les importa a los demás”. Incluso si es
negativa hacia los otros, es una necesidad humana.
La importancia está fundamentada en tres componentes: atención, relevancia y
dependencia. La atención se refiere a la alegría que sentimos al ser el objeto
de atención de otro significativo y la tristeza que sentimos cuando no hay nadie
“allí afuera” al que le importemos. La relevancia refiere no solo al ser el
objeto de atención de otra persona, sino también de preocupación para ellos. Por
último, la dependencia refiere a la creencia de que otros confían en nosotros
para satisfacer algunas necesidades en sus vidas, sean grandes o pequeñas. La
importancia trasciende la vida cognitiva y emocional de la vida de los
individuos.
COMODIDAD CON EL SÍ MISMO .
La idea de la comodidad con el sí mismo es propuesta por Simmons y se vincula
con el sí mismo en función de las emociones. Propone que las personas que están
cómodas con quienes son y con un mundo que les permite a los individuos
desarrollar evaluaciones reflejadas del sí mismo, se mantendría relativamente
estable. Sin embargo, las personas que se sienten incómodos con ellos mismos
serian la clave para que se produzca un cambio en el sí mismo o continuaría con
su estado emocional no deseable.
Simmons vio tres características de la comodidad con el sí mismo: 1- la ausencia
de emociones negativas con respecto al sí mismo, 2- sentirse familiarizado con
uno mismo y en el hogar cuando se piensa en uno, y 3- tener una baja a moderada
excitación emocional con respecto al sí mismo. La comodidad también esta sujeta
al tiempo y está marcada por periodos de alta excitación e incomodidad.
Finalmente, la comodidad es una condición binaria: uno se encuentra en un estado
de comodidad o no.
Extendieron la noción de comodidad a cuatro ámbitos clave en el mundo de los
adolescentes: familia, escuela, grupo de pares y trabajo.
2. IDENTIDAD .
La identidad se centra en tres formas clave de la identidad en la psicología
social contemporánea: la personal, la social y la colectiva. El desarrollo
teórico de la identidad social y colectiva ha sido principalmente terreno de los
psicólogos.
Las identidades sociales tienden a interpretar a los grupos, mientras que las
identidades colectivas tienen a analizar a las categorías demográficas.
2.1 IDENTIDADES BASADAS EN CARACTERÍSTICAS A NIVEL INDIVIDUAL .
2.1.1 IDENTIDAD PERSONAL .
El concepto de identidad personal como el sí mismo han sido teorizadas de
múltiples formas. Aquí la identidad personal se refiere a individuos únicos en
relación con varias categorías.
Las identidades personales están entonces atadas a redes sociales especificas
como la familia, los compañeros de trabajo, las amistades y menos a grandes
categorías como “católicos”, etc. Las identidades personales llevan expectativas
con respecto a la interacción presente y futura con otros relacionadas con
roles. La prominencia de la identidad y el compromiso están intrínsecamente
relacionados y situados en el comportamiento de elección de roles.
El lenguaje se entiende como un aspecto central de la motivación, ya que ayuda a
los individuos a configurar el comportamiento, construyendo y etiquetando sus
acciones en el pasado con el objetivo de considerar al presente y futuro.
2.1.2 TEORÍA DE LA IDENTIDAD DEL ROL .
Simmons define la identidad de rol en un lenguaje dramatúrgico como el papel y
el rol que los individuos perciben de si mismos cuando ocupan una posición
social especifica. Deriva de la “visión imaginativa de sí mismo cuando se piensa
siendo o actuando una posición”. Aquí las identidades de rol sirven como la
principal fuente de los planes de acción de una persona y ejerce influencia en
su vida cotidiana.
2.1.3 TEORÍA DE LA IDENTIDAD .
La teoría de la identidad de Stryker se centra en la relación reciproca entre el
individuo y la estructura social más amplia y las interacciones entre conjuntos
de individuos y la sociedad. Comprende al sí mismo como un ordenamiento
jerárquico de identidades en el que cada identidad se diferencia de acuerdo a su
saliencia y al compromiso de acuerdo a sus relaciones de roles. La jerarquía en
la saliencia de la identidad refiere al ordenamiento en el que una posición más
alta, tiene una mayor probabilidad de activación con respecto a otra más baja.
La saliencia de la identidad se define como la probabilidad de que una identidad
particular sea invocada por uno mismo u otros a través de situaciones sociales.
El compromiso de la relación se centra en la posición de una persona en una red
de relaciones sociales y esta determinado por dos dimensiones generales. La
primera, el compromiso de interacción, es la extensión de las interacciones en
una red social a la que uno pertenece. La segunda, el compromiso afectivo, que
delimita la importancia emocional que los otros tienen por una persona en una
red social a través de su identidad en particular.
2.1.4 TEORÍA DEL CONTROL DE LOS AFECTOS .
La Teoría del Control del Afecto tiene sus raíces en el interaccionismo
simbólico, particularmente en la teoría de Mead, comprendida como un proceso
interno de feedback y control. La ATC también acepta que estas cogniciones
sociales forman la base de la intersubjetividad y la coordinación en las
interacciones sociales.
La discrepancia entre los sentimientos culturales profundos y los sentimientos
transitorios de un evento especifico se define como una desviación afectiva. La
ATC predice una emoción positiva por la desviación.
2.1.5 TEORÍA DEL CONTROL DE LA IDENTIDAD .
El modelo de control cibernético de los procesos de identidad, que luego fue
llamada la teoría del control de la identidad por los investigadores de la ATC y
luego se consolido en Teoría del Control de la Identidad (TIC en inglés). Su
enfoque principal se basa en la dinámica interna de los procesos personales. La
TIC predice una emoción negativa a partir de una discrepancia señalan que
“cualquier discrepancia entre el significado de la percepción del sí mismo en
situación y el significado de la identidad estándar… refleja un problema en la
verificación del sí mismo, y surgen experiencias emocionales individuales tales
como la depresión y la angustia… rabia… y la hostilidad”. Ambas teorías, están
interesadas en la operación del control cibernético dentro del individuo y entre
un individuo y su situación social.
La TIC incorpora de forma explicita ideas de la teoría de autoverificación de
Swann. También hace hincapié en la importancia de entenderla no como un estado o
rasgo característico de un individuo, sino como un proceso continuo. “La
identidad es un proceso que opera de forma continua, autoajustándose, en un
bucle de retroalimentación: los individuos continuamente ajustan su conducta
para mantener sus evaluaciones reflejadas congruentes con sus identidades de
referencia”. La identidad se percibe como un conjunto de significados aplicados
al sí mismo en un rol social o una situación social.
El modelo consta de cuatro componentes claves: (1) el estándar de identidad, que
es “el conjunto de significados” que poseen los individuos; (2) le percepción de
una persona del significado relevante para sí mismo dentro de la situación; (3)
el comparador, que contrasta los significados situacionales percibidos en el
segundo componente, con los contenidos en el estándar de identidad en el primer
componente de esta lista; y (4) las salidas o el comportamiento/actividad del
individuo como resultado de la discrepancia entre el estándar en el primer
componente y las percepciones en el segundo.
2.2 IDENTIDADES BASADAS EN CARACTERÍSTICAS A NIVEL GRUPAL .
2.2.1 IDENTIDAD SOCIAL. Hay dos grandes perspectivas para analizar la identidad
social. Una se deriva de la psicología social sociológica y la otra de la
psicología social psicológica europea.
En un sentido sociológico, la identidad social de un sujeto se deriva de los
grupos, estatus y categorías a los que los individuos son socialmente
reconocidos como pertenecientes. El mundo se encuentra en el individuo.
La identidad social, en el sentido utilizado por los psicólogos sociales
psicológicos, se basa en los desarrollos de Tajfel y aborda el tema de manera
diferente a la forma en que los sociólogos han utilizado tradicionalmente el
término. Las personas pueden aceptar o rechazar las definiciones sociales que se
aplican a ellos. Los psicólogos que utilizan el concepto de identidad social lo
conciben como una herramienta cognitiva que los sujetos utilizan para
particionar, categorizar y ordenar su ambiente social y su propio lugar en el sí
mismo.
2.2.2 IDENTIDAD COLECTIVA. Melucci ve a la identidad colectiva como una
herramienta conceptual importante para comprender el micro desarrollo de la
acción colectiva sociopolítica y los movimientos sociales. Representa un proceso
de acción agéntica, más que un rasgo de los actores sociales. Es un proceso por
el cual un conjunto de individuos interactúa para crear una identidad compartida
y un sistema de acción que se enmarca cognitiva y emocionalmente a través de
relaciones activas con otros.
Hay tres características claves que orientan su análisis: (1) la colectividad
tiene continuidad en el tiempo y trata de adaptarse a su entorno y ambiente
político; (2) la colectividad se diferencia y distingue con respecto a otras
colectividades; (3) la colectividad es capaz de reconocerse a sí misma y ser
reconocida por otros. En este sentido, la identidad colectiva es construida y
negociada a través de una repetida activación de las relaciones que enlazan a
ciertos individuos con determinados grupos. Los autores proponen que la
identidad colectiva es la “conexión cognitiva, moral y emocional de un individuo
con una comunidad, categoría, practica o institución más amplia”. La identidad
colectiva opera particularmente a nivel grupal, ya que refiere a los procesos
por los cuales una acción grupal deviene en una identificación en sí misma.
La identidad colectiva a menudo implica una oposición directa al orden
dominante.
EL CONCEPTO DE REPRESENTACIÓN SOCIAL: CONSIDERACIONES TEÓRICAS Y METODOLÓGICAS –
DRA. JORGELINA DI LORIO
I- INTRODUCCIÓN .
La psicología social se define por presentar una forma de comprender la realidad
y las relaciones que las personas y los grupos establecemos con el orden social
y cultural.
Esa estructura tripartita, objeto a conocer-sujeto que conoce-contexto de
conocimiento, da lugar a que, en la medida en que se construyen esos
conocimientos sociales, se construya la identidad y la realidad. Es decir,
comprendemos la realidad en términos de red de interacciones.
Según esto, las relaciones entre las personas y los grupos con los objetos se
conciben de manera dinámica, dialogal. Se entiende que:
1. Las relaciones sociales condicionan/afectan los procesos psicológicos
individuales.
2. Esas relaciones están mediadas por significados.
3. Los significados son históricos: sólo pueden ser comprendidos en el contexto
social y cultural en el que se han originado
La vida cotidiana implica movimientos en distintos escenarios que se regulan a
partir de significados que circulan configurando puntos de referencia, puntos
para unirnos y oportunidades de desunirnos. Se configuran sistemas de referencia
explicativos de referencia que permiten interpretar lo que sucede, dar sentido a
lo inesperado, definir el entorno y poder interactuar en el mundo. La Teoría de
las Representaciones Sociales (TRS) como una teoría de la Psicología Social, se
presenta como una manera de comprender esas relaciones entre las personas,
grupos y los contextos, en tanto creaciones culturales formadoras de sentidos
interdependientes como el modo de ser-estar en el mundo. La representación
social (RS) construyen una mediación, es un constructo, que como otros conceptos
de la Psicología Social permite comprender cuál es la trama en la que se
construyen individuo y sociedad, y cuáles son los procesos implicados en esa
construcción.
II- DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL DE LAS ACTITUDES A LA PSICOLOGÍA SOCIAL DE LAS RS .
Las relaciones individuos-grupos-sociedad; entre esos conceptos se encuentra el
de actitud y el de representación social. Las relaciones entre el pensamiento y
un objeto, cumpliendo la función de integración o mediación entre lo individual
y lo social.
LAS ACTITUDES COMO UNA DIMENSIÓN DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES .
En el caso de las creencias, la ideología, los mitos y las actitudes, tanto
Moscovici como Jodelet, las consideraron como dimensiones o aspectos de las RS.
“… las representaciones sociales se presentan como un conjunto de proposiciones
referentes a puntos particulares organizados de maneras sumamente diversas según
las clases, las cultura o los grupos y constituyen tantos universos de opiniones
como clases, culturas o grupos existen. Cada universo tiene tres dimensiones: la
actitud, la información y el campo de representación o la imagen”
“la representación social condensa en una imagen cosificante, historias,
relaciones sociales y prejuicios constituyendo modalidades del pensamiento
prácticos orientados hacia la comunicación, la comprensión y el dominio del
entrono social, material e ideal”
Entre las actitudes y las RS se encuentran puntos en común:
Ambas suponen una relación entre un sujeto y un objeto
Se definen como una mediación entre lo social y lo individual
Suponen un aprendizaje en el proceso de socialización
Se establece a lo largo del tiempo, aunque son susceptibles de ser
transformadas
Incluyen elementos cognitivos, afectivos y comportamentales
Sin embargo, las diferencias residen en que parten de premisas diferente. En
primer lugar, las RS son compartidas, mientras que el concepto de actitud ha
pasado a ser algo individualizado.
Las actitudes constituyen una reacción individual ante un objeto del mundo
social preexistente, por el contrario, las RS construyen ese objeto en la medida
en que pretenden conocerlo. Según Moscovici, para adquirir una actitud respecto
de un determinado objeto, se debe tener primero una representación del mismo,
representación que ya es parte de sus conocimientos. Entre una actitud y un
objeto existe cierta oposición entre lo exterior y lo interior.
Las RS no constituyen reacciones o respuesta a determinado estimulo, sino que el
objeto a conocer se construye en el momento en que está siendo conocido.
Estudiar las RS implica reconocerlas como un producto, un conocimiento social
colectivamente distribuido e individualmente accesible. Así como también
describir los procesos por los cuales se crean esos conocimientos.
III- ¿QUÉ ES UNA REPRESENTACIÓN SOCIAL? LA RELACIÓN ENTRE LA CIENCIA Y EL
SENTIDO COMÚN .
Desde la perspectiva de Moscovici, las TRS es una de las maneras de estudiar el
conocimiento del sentido y su relación con los contextos sociales donde éste se
origina. Utilizó el concepto de RS para describir cómo la gente sustituye un
concepto teórico y abstracto por un objeto real, diferenciado, accesible.
RESCATANDO EL CONCEPTO DE REPRESENTACIÓN COLECTIVA .
La TRS se presenta como un medio para comprender las tramas de interacciones
cotidianas, por medio de las cuales las personas construyen significados sobre
si mismas y sobre los otros a través de la comunicación. Las RS son un tipo de
conocimiento especifico: un conocimiento del sentido común que permite que nos
orientemos y aprehendamos el mundo de la vida cotidiana. Son conocimientos
prácticos socialmente construidos y compartidos intersubjetivamente.
Las experiencias de la vida cotidiana conforman la base material de las RS,
facilitan la elaboración de las resonancias positivas y/o negativas de la misma
y de las relaciones que en ella se despliegan. La vida cotidiana se representa
como una realidad interpretada y objetivada a partir de las relaciones
intersubjetivas y se constituye a partir de las particularidades
espacio-temporales y del carácter activo del sujeto en la determinación de su
propio desarrollo y de los procesos sociales. Las RS constituyen una explicación
o teoría social que los sujetos, como parte de un colectivo, construyen sobre
aspectos de esa vida cotidiana que les permiten definirla e interactuar en ella.
Son una “totalidad significante contextualizada” que abarca el contenido de lo
representado y la identificación y definición del grupo que construye esa
representación.
Para hablar de RS, Moscovici retoma el concepto de representaciones colectivas
(RC) de Durkheim, quien intentaba designar la especificidad del pensamiento
social con relación al pensamiento individual. Las RC no podían limitarse a la
suma de las representaciones de los individuos que componen una sociedad.
Constituyen un mecanismo explicativo de la sociedad, refiriéndose a una clase
general de ideas y creencias, que incluye a la ideología, la ciencia, la
religión, la economía, el derecho, los mitos. Las RC que periten orden y
jerarquizar las percepciones van cambiando. Y, además, esas RC se transmiten de
generación en generación.
LO SOCIAL EN LA REPRESENTACIÓN SOCIAL .
La influencia de Durkheim se hace presente en el concepto de RS. El cambio del
termino “social” por el de “colectivas”, la supuesta distancia del concepto de
RC, reside en que éstas ultimas son consideradas como algo estático y rígido,
frente a un sentido común caracterizado por un pluralismo de ideas y la
posibilidad de transformación de los conocimientos por las presiones del
ambiente social. No había diferencia entre las RC y las RS hegemónicas,
entendidas como esos conocimientos o categorías explicativas que tienen un alto
grado de consenso entre los miembros de un grupo, y que se incorporan a partir
de los procesos de socialización. Refieren a objetos histórica y culturalmente
anclados.
Sin embargo, Moscovici distingue otros tipos de RS, mas ligadas a las
experiencias personales, que se construyen, modifican y negocian en los procesos
de interacción social. Pueden ser compartidas por subgrupos específicos o que
surgir como formas de pensamiento divergente frente a situaciones de conflicto
social.
Las TRS se presentan como una alternativa a la psicología social cognitiva
tradicional, caracterizada por su carácter individualista. Lo social en las RS,
entonces, refiere:
A quién produce las RS, es decir, su soporte en grupos sociales que construyen
y portan determinados conocimientos
A cómo se producen las RS: construcciones colectivas en intercambios
comunicacionales
Y al para qué de las RS (sus funciones): facilitar la comprensión sobre la
vida cotidiana, orientas los procesos de interacción en contextos
socio-culturales y contribuir a la construcción de identidad.
¿QUÉ ES Y QUE NO ES UNA REPRESENTACIÓN SOCIAL? .
Las RS constituyen un tipo particular de conocimiento que tienen como función
aportar médicos compartidos intersubjetivamente para comprender, clasificar y
orientarse en la vida cotidiana.
Configuran sistemas de referencia explicativos, en la interdependencia
conocimientos-practicas. Constituyen sistemas de valores, ideas y prácticas que
tienen una doble función: en primer lugar, establecer un orden que permita a los
individuos orientarse en su mundo social y material y dominarlo; y, en segundo
término, permitir la comunicación entre los miembros de una comunidad.
Esa propiedad de transformar algo extraño, novedoso, no familiar, en algo
comprensible para una comunidad, se encuentra en el origen de las RS.
Al ser las RS sistemas de interpretación anclados en discursos sociales
legitimados historia y culturalmente, organizan lo decible, lo narrable, lo
pensable, lo esperado, estableciéndose como valor de verdad y operando como
instrumentos de justificación cognitiva y normativa. Función política de las RS
haciendo referencia a su función justificadora de las acciones y legitimadora de
la realidad de la vida cotidiana.
Las RS deben comprenderse en términos de sistemas de representaciones-discursos
y prácticas, cuya interdependencia hace que la vida social se considere siempre
una construcción y no un hecho dado. Las representaciones sociales son siempre
de algo y de alguien: “La representación social se define por un contenido:
informaciones, imágenes, opiniones, actitudes, etc. Este contenido se relaciona
con un objeto: un trabajo a realizar, un acontecimiento económico, un personaje
social, etc. Por la otra, es la representación social de un sujeto (individuo,
familia, grupo, clase, etc.) en relación con otro sujeto. De esta forma, la
representación es tributaria de la posición que ocupan los sujetos en la
sociedad, la economía, la cultura”.
Puede construirse una representación social de aquellos que son socialmente
valorados por un grupo social. Son conocimientos enraizados en nuestras
experiencias y vivencias cotidianas. Los contornos de ese grupo se pueden
delimitar en función de la visión que tienen del mundo. La representación
traduce la relación de un grupo con un objeto socialmente valorado. La RS se
define por tener un contenido: informaciones, imágenes, opiniones, actitudes,
valores. Este contenido se relación con un objeto: un trabajo a realizar, un
acontecimiento económico, un personaje social, etc. Y ese contenido es definido
por un sujeto es función de sus pertenencias socio-institucionales. Las RS son
tributarias de las posiciones que ocupan los grupos en determinado orden social.
IV- PROCESOS CONSTITUTIVOS: OBJETIVACIÓN Y ANCLAJE .
Las RS también se definen por construir una “elaboración de un objeto social por
parte de una comunidad”. Las RS se construyen en la historia de una determinada
estructura social, en un proceso de relaciones familiares, grupales e
intergrupales, que s extiende a lo largo de la vida y en medio de los cual,
afectos, necesidades, valores, normas, estereotipos, imágenes, símbolos,
demandas e intereses adquieren forma, articulándose en palabras enunciadas o
diferenciadas, palabras explicitadas o negadas. Estos conocimientos cotidianos
se configuran a partir de los procesos de objetivación y anclaje.
La RS es un constructo teórico, no las vemos, sino que las inferimos a partir de
las ideas que circulan sobre ciertos objetos por parte de los grupos sociales,
de las prácticas que se realizan vinculadas con esos objetos, así como de las
emociones y valoraciones que esos objetos generan en los grupos. Las RS son
sistemas de interpretación que rigen la relación con los otros y con el mundo,
organizando las experiencias de la vida cotidiana.
Las RS se hacen presentes en múltiples formatos: lenguaje articulado, oral o
escrito, formas de habla y metáforas, imágenes, fijas o móviles, gestos y
prácticas, emociones y valores asociados, así como por la combinación de todos
ellos.
EL PROCESO DE OBJETIVACIÓN: DEL CONCEPTO ABSTRACTO A UNA IMAGEN CONCRETA .
La objetivación es la operación a partir de la cual se concretiza lo abstracto
en un núcleo figurativo, se seleccionan ciertas ideas según criterios culturales
y normativos, que son descontextualizados.
EL PROCESO DE ANCLAJE: INCLUSION DE ESTE NUEVO CONOCIMIENTO EN EL PENSAMIENTO
SOCIAL .
El anclaje es el proceso por el cual es nuevo conocimiento se hace familiar,
conocido, a partir de incorporarlo en un marco de referencia conocido y
preexistente. El anclaje permite comprender cómo el objeto representado adquiere
significado, como se utiliza la representación en tanto sistema de
interpretación y marco de conductas, y finalmente, cómo se integra en un sistema
de representación previo.
La asunción subjetiva de esos contenidos objetivados está condicionada por la
biografía personal y social. Esta diversidad coexiste en una RS, y expresa las
visiones de los grupos sociales.
RS COMO SISTEMAS DINÁMICOS Y LAS POSIBILIDADES DE CAMBIO .
Las RS deben comprenderse en términos de sistemas de representaciones-discursos
y prácticas, cuya interdependencia hace que la vida social de considere siempre
una construcción y no un hecho dado: en el universo consensual de la vida
cotidiana no existe una visión privilegiada.
Esto significa que no existe una única RS posible de ser identificada al
intentar comprender determinado proceso o fenómeno de la vida cotidiana, sino
que hay distintas RS de distintos objetos, que permite construir una explicación
sobre eso que se pretende conocer, definir y comprender. Las investigaciones en
representaciones sociales identifican estructuras significantes entendidas como
organizaciones relativamente duraderas de significados referidos a aspectos
particulares de la vida social de un grupo o una comunidad, que funcionan de
manera reificada.
El dinamismo de las RS y su potencial de transformación se sostiene en 5 apoyos
epistemológicos:
1. La consideración de las RS como redes de significados.
2. La dimensión emocional-afectiva de las RS.
3. El papel de los grupos en la construcción del consenso y la legitimación de
las RS.
4. La coexistencia de diversas, e incluso opuestas, formas de pensar y comunicar
en la vida cotidiana que coexisten con las RS
5. La existencia de ideas-fuerza en términos de contenidos antinómicos sobre los
que se mueven las significaciones que se objetivan conformando el núcleo
figurativo de una RS y que varían según condiciones grupales, sociales y
políticas específicas.
ORGANIZACIÓN SOCIAL – VODOVOTZ
La organización social es el conjunto de relación que se dan entre los
individuos de una sociedad dad, y los distintos grupos de la misma.
Determina la forma en que las personas se agrupan, interactúan y estructuran en
una sociedad. Implica la forma en que se establecen roles, jerarquías, normas y
relaciones entre individuos y grupos.
Esta organización puede variar. Las interacciones humanas y las estructuras
sociales influyen en el comportamiento y las relaciones en una sociedad.
Este concepto es fundamental para comprender cómo las personas interactúan,
colaboran, compiten y se relacionan en una sociedad, y cómo estas dinámicas
influyen en el funcionamiento de esa sociedad en su conjunto.
Émile Durkheim, conocido por su trabajo pionero en sociología y por su enfoque
en el estudio de la cohesión social y la integración en las sociedades modernas.
Sostenía que la difusión de los hechos sociales no se debía a la imitación sino
a la influencia que ejercían estos sobre el individuo.
Durkheim desarrollo la noción de solidaridad social como un concepto fundamental
en su teoría. Identifico dos tipos principales de solidaridad que caracterizan a
las sociedades:
a) Solidaridad mecánica: caracteriza a las sociedades tradicionales, donde la
cohesión se basa en la similitud y la homogeneidad. La gente comparte creencias,
valores y formas de vida similares, lo que crea una fuerte solidaridad entre los
individuos.
b) Solidaridad orgánica: surge en sociedades más complejas y modernas, donde la
interdependencia y la especialización de roles son más prominentes. La gente
depende de la contribución de otros para satisfacer sus necesidades, lo que
fomenta la interconexión y la solidaridad.
También introdujo el concepto de Hechos Sociales, que son aspectos de la vida
social externos al individuo, pero que ejercen un control sobre él. Incluyen
normas, valores, instituciones y estructuras que organizan y dirigen el
comportamiento humano.
Otro de los conceptos claves de este sociólogo es la Conciencia Colectiva. Se
refiere al conjunto de creencias, valores y normas compartidos por los miembros
de una sociedad. La conciencia colectiva proporciona un sentido de identidad y
cohesión social, contribuyendo a la organización y estabilidad de la sociedad.
Existe fuera de los individuos y es independiente de sus experiencias
individuales. Durkheim estaba preocupado por los efectos negativos del
individualismo excesivo en la sociedad. Creía que una fuerte conciencia
colectiva contrarrestaría la tendencia hacia el egoísmo y fortalecería la
cohesión social. Se manifiesta en religiones, las instituciones legales y
morales, las tradiciones y las normas culturales. Estos elementos representan
las expresiones de la conciencia colectiva, que cumple una función integradora
al unir a los miembros de una sociedad. Durkheim sostenía que esta integración
social era esencial para el buen funcionamiento de la sociedad y la prevención
de la anomia.
Exploró el concepto de anomia social, que se refiere a la falta de normas y
reglas claras en una sociedad. Puede surgir cuando la integración social se
debilita, lo que puede conducir a tensiones y disfunciones en la organización
social.
La organización social desempeña funciones importantes para el bienestar de la
sociedad. La división del trabajo y la especialización de roles permiten una
mayor eficiencia en la producción y distribución de bienes y servicios. Guía el
comportamiento individual y mantiene la cohesión social.
Gabriel Tarde realizo contribuciones a la sociología y criminología. Su obra
“Las leyes de la imitación” aborda temas relacionados con la organización
social.
La imitación es como fuerza social dominante. Es el principal mecanismo a través
del cual las ideas y comportamientos se difunden en la sociedad. La imitación no
solo se limita a la copia literal de acciones, sino que también implica procesos
más complejos de adaptación y transformación.
Tarde estaba interesado en cómo las opiniones individuales se combinan para
formar la opinión publica y cómo esta opinión publica ejerce presión sobre los
individuos para conformarse. Argumentaba que la socialización y la organización
social se dan a través de procesos de influencia mutua y conformidad a las
normas y valores compartidos. Destaco la importancia de las redes sociales y las
conexiones interpersonales en la organización social. Veía a la sociedad como
una red de relaciones interpersonales, donde la imitación y la comunicación
juegan un papel crucial en la formación de patrones de comportamiento
compartidos.
La sociedad se mueve a través de procesos de imitación competitiva.
Tarde no solo se centró en la imitación como un proceso pasivo, sino también en
la invención como un motor del cambio social. Creía que la sociedad se
desarrolla a través de la interacción entre la imitación de prácticas existentes
y la invención de nuevas ideas y comportamientos.
Tarde, daba más importancia a los individuos y a la imitación como fuerza
generadora de la sociedad.
George Herbert Mead desarrollo su propia teoría sociológica que ha sido
considerada como una síntesis entre las perspectivas de Émile Durkheim y Gabriel
Tarde. Mead se centró en la interacción social y la formación de la realidad
social a través de procesos de comunicación y simbolización. Su enfoque es
conocido como “Interaccionismo Simbólico”. Según Mead la conducta de los
individuos lleva implícita una conducta social más amplia que transciende al
sujeto individual y que a su vez implica a otros miembros del grupo.
Propuso que el orden social se deriva de procesos más dinámicos de interacción y
comunicación simbólica. La comunicación simbólica permite la coordinación de
acciones y la creación de la realidad social.
Para Mead, la base del orden social reside en la interacción simbólica, que
implica el intercambio de significados a través de símbolos, palabras y gestos.
Los individuos atribuyen significados a los símbolos y responden a esos
significados en sus interacciones sociales.
Mead enfatiza la importancia del juego en el desarrollo del yo. A través del
juego, los niños practican tomar roles de otros y desarrollan una comprensión de
cómo se ven a sí mismos desde la perspectiva de los demás. Esto contribuye a la
formación del “yo” social.
Es esencial para la formación del orden social.
Peter Berger y Thomas Luckmann fueron dos sociólogos que elaboraron una obra
titulada “La construcción social de la realidad: un tratado sobre la sociología
del conocimiento”.
Exploraron temas como la socialización, la institucionalización, la objetivación
y la tipificación, destacando cómo la realidad es un producto socialmente
construido a través de la interacción y la comunicación.
Los antecedentes más relevantes del contexto histórico son:
1. Fenomenología: una corriente filosófica centrada en el estudio de la
experiencia consciente. Se interesaron en explorar cómo los individuos
experimentan y dan sentido al mundo que les rodea.
2. Sociología del Conocimiento: una rama de la sociología que examina cómo las
estructuras sociales influyen en la creación y difusión del conocimiento.
3. Interacción Simbólica y Teórica de Roles: destaca la importancia de los
símbolos y la comunicación en la construcción de la realidad social, y la teoría
de roles, que se centra en la experiencias y comportamientos asociados con
posiciones sociales.
4. Teoría Funcionalista y Teoría de Sistemas: la teoría de sistemas sociales
también proporciono un marco para entender la interrelación de partes en la
sociedad.
5. Contexto Histórico de los Años 60: la década de 1960 fue un periodo de
cambios sociales significativos, movimientos de derechos civiles, protestas
estudiantiles y desafíos a las instituciones tradicionales. La construcción de
la realidad en un entorno de cambio.
6. Influencia de Max Weber: las ideas de Max Weber sobre la comprensión, en la
sociología comprensiva y la interpretación. Weber abordo cuestiones relacionadas
con la acción social, la interpretación y la comprensión de los significados
subjetivos. La comprensión es la forma que adquiere la explicación del sentido
de la acción social. Sostenía que explicar es comprender.
“la construcción social de la realidad” se convirtió en una contribución
fundamental a la sociología y la teoría social al abordar de manera sistemática
la forma en que los individuos, a través de procesos sociales, construyen y
mantienen la realidad que experimentan.
Berger y Luckmann exploran la idea de que la realidad es un producto de la
actividad social y cultural. La obra se centra en cómo los individuos
internalizan y aceptan las normas, valores y creencias de la sociedad en la que
viven. La realidad no es simplemente algo dado o predefinido, sino que es
construida por los actores sociales a través de procesos de interacción y
comunicación.
CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA REALIDAD .
La realidad humana no está determinada exclusivamente por el entorno físico en
el que vive. Los seres humanos tienen la capacidad de trascender su ambiente
inmediato y construir realidades sociales más complejas.
La capacidad de crear significados, símbolos y sistemas culturales que les
permiten comprender y dar sentido al mundo que los rodea.
Los seres humanos aprenden a comportarse a través de la socialización y la
internalización de normas y valores culturales. Las formas de pensar, actuar y
percibir son moldeadas por las interacciones sociales y estructuras culturales.
Según Berger y Luckmann, la organización social se refiere a la forma en que los
individuos en una sociedad participan en la creación, mantenimiento y
transformación de las estructuras sociales, roles, normas e instituciones que
dan forma a su realidad compartida.
PROCESO DE SOCIALIZACIÓN .
Estos procesos ocurren principalmente en la familia, la educación y otras
instituciones sociales, y contribuyen a la formación de la identidad y la
comprensión del mundo por parte de los individuos.
A través de estas interacciones, las personas atribuyen significado a su entorno
y establecen un conjunto de creencias y normas compartidas que influyen en su
comportamiento y percepción.
EL “CARA A CARA”
Berger y Luckmann abordan la noción del “cara a cara” como un aspecto crucial de
la interacción social y la construcción de la realidad. El “cara a cara”
representan la interacción directa entre individuos en situaciones cara a cara,
donde se establecen relaciones sociales, se negocian significados y se construye
la realidad de manera compartida. La base fundamental de la construcción de la
realidad. La negociación de la realidad es un proceso dinámico en el cual las
construcciones sociales se articulan y rearticulan en el curso de la
interacción.
La tipificación, que implica clasificar y categorizar situaciones y actores
sociales, también ocurre en el contexto del cara a cara. Los individuos
tipifican y asignan roles sociales a sí mismos y a los demás. Estas
tipificaciones contribuyen a la comprensión compartida de los roles y las
expectativas sociales. La socialización en el cara a cara contribuye a la
internalización de las construcciones sociales y la conformidad con las normas
establecidas.
TIPIFICACIÓN
Se refiere al proceso mediante el cual las personas clasifican y categorizan
fenómenos y situaciones de acuerdo con esquemas preexistentes en sus sociedades.
Tienden a organizar su entorno categorizando situaciones, personas y objetos de
manera que tengan significados y características específicas asociadas.
Berger y Luckmann sostienen que la tipificación contribuye a la normalización de
la realidad. Las personas participan en la creación y mantenimiento de la
realidad social compartida. La tipificación contribuye a la estandarización y a
la percepción de ciertos fenómenos como normales o esperados. Es esencial para
la conservación de significados compartidos en una sociedad. Aunque la
tipificación es un mecanismo eficiente para la organización social, también
puede contribuir a la resistencia al cambio.
La tipificación no es estática; es un proceso dinámico que evoluciona a lo largo
del tiempo. A medida que las sociedades cambian, también lo hacen las
tipificaciones.
Las personas internalizan las tipificaciones asociadas con los roles que
desempeñan, y esto contribuye a la formación de la identidad individual.
PROCESO DE INSTITUCIONALIZACIÓN .
La institucionalización aparece cada vez que se da “una tipificación reciproca
de acciones habitualizadas por tipos de actores”.
HABITUACIÓN
El proceso de habituación se refiere a la adquisición de hábitos y rutinas a
través de la repetición constante de acciones. En el contexto de la obra de
Berger y Luckmann, la habituación se relaciona con la formación y mantenimiento
de las instituciones sociales.
Esta repetición es esencial para la estabilización de las construcciones
sociales. A medida que las personas participan repetidamente en ciertas
prácticas, estas prácticas se vuelven habituales y contribuyen a la formación de
normas y roles.
La rutinización contribuye a la estabilidad del orden social al proporcionar
estructura y previsibilidad.
La habituación está estrechamente relacionada con el proceso de
institucionalización mencionado por Berger y Luckmann. Las prácticas habituales
se institucionalizan a medida que se convierten en parte integral de la vida
social. Las instituciones sociales, en este sentido, son el resultado de
practicas habituales consolidadas.
Berger y Luckmann explican la institucionalización como el proceso mediante el
cual las creaciones humanas son transformadas en realidades sociales objetivas y
estables.
Una vez que las construcciones sociales se institucionalizan, tienden a volverse
estables y resistentes al cambio. Las institucionalizaciones sociales
proporcionan un marco duradero que influye en la percepción y el comportamiento
de los individuos. Este aspecto contribuye a la estabilidad del orden social.
La institucionalización está vinculada al proceso de socialización, donde las
nuevas generaciones aprenden las normas y valores establecidos por la sociedad.
A través de la socialización, los individuos internalizan las instituciones y
contribuyen a su reproducción.
El proceso de objetivación implica que las experiencias subjetivas individuales
se convierten en parte de la realidad social compartida. Las acciones y
percepciones individuales son objetivadas y toman forma en la estructura social.
La habituación implica que la acción de que se trata puede volver a ejecutarse
en el futuro de la misma manera y con idéntica economía de esfuerzo.
EL LENGUAJE
El lenguaje es otro ordenador de la vida cotidiana, como el tiempo y el espacio.
Es el objetivador por excelencia, nos permite objetivar la realidad, significar,
tipificar, como también alejarnos en tiempo y en espacio.
ROLES
Los roles son patrones de comportamiento y expectativas asociadas con posiciones
sociales especificas en una sociedad.
Berger y Luckmann enfatizan que los roles no son características inherentes a
las personas, sino construcciones sociales. Los roles son papeles definidos por
la sociedad que asignan comportamientos y expectativas a individuos que ocupan
ciertas posiciones sociales, como padre, maestro, estudiante, etc.
La institucionalización juega un papel clave en la formación y mantenimiento de
roles. Los roles se integran en las instituciones sociales, como la educación
coma la familia y el trabajo. Las instituciones proporcionan un marco
estructurado para la expresión y cumplimiento de roles, contribuyendo a su
legitimación y estabilidad.
Estos autores también señalan la diferenciación de roles en sociedades complejas
punto a medida que las sociedades evolucionan coma se desarrollan roles más
especializados y diferenciados para manejar las diversas funciones necesarias.
La diferenciación de roles contribuye a la complejidad y la especialización en
la estructura social.
Conciben los roles como construcciones sociales que se objetivan,
institucionalizan y tipifican en la sociedad. Los roles desempeñan un papel
crucial en la organización y la estabilidad social.
DIVISIÓN DEL TRABAJO
Berger y Luckmann tienen que la división del trabajo no es simplemente una
consecuencia natural de las habilidades individuales o las diferencias
biológicas, sino que es una construcción social. La forma en que una sociedad
organiza y distribuye las tareas laborales reflejan las decisiones y acuerdos
humanos sobre cómo estructurar la vida social.
La elección de una carrera y el desempeño de roles laborales específicos se
aprenden e internalizan en el proceso de socialización. Los individuos asumen
identidades y roles relacionados con su posición en la división del trabajo.
Berger y Luckmann reconocen la especialización y diferenciación de roles
laborales en sociedades complejas punto la sociedad tipifica y clasifica ciertos
trabajos de acuerdo con su importancia, estatus y valor percibido. Esta
tipificación contribuye a la jerarquía y la estratificación en la división del
trabajo coma donde algunos trabajos son considerados más prestigiosos o valiosos
que otros.
La división del trabajo es una construcción social compleja que involucra la
objetivación, la institucionalización, la socialización y la tipificación.
MOMENTOS DIALÉCTICOS DEL PROCESO DE INSTITUCIONALIZACIÓN
En el proceso de institucionalización se describe en 3 momentos, los cuales se
superponen empíricamente. Estos son:
1. Externalización: está referido al hecho de que las instituciones son
percibidas por nosotros como si tuvieran una realidad propia y que se presenta
al individuo como un hecho externo y coercitivo. El individuo no puede
comprenderlas por introspección: debe “salir” a conocerlas.
2. Objetivación: es el proceso por el que los productos externalizados de la
actividad humana alcanzan el carácter de objetividad. Este paso implica la
construcción de la realidad social, donde las creaciones humanas, como normas y
roles, son objetivadas y se les atribuye una existencia objetiva. La
objetivación implica ver estas creaciones como algo más allá de las experiencias
individuales, convirtiéndolas en fenómenos sociales.
3. Internalización: es el tercer momento de este proceso, por la que el mundo
social objetivado vuelve a proyectarse en la conciencia durante la
socialización. Los individuos aprenden las normas, valores y roles
institucionalizados. La internalización de estas construcciones sociales
contribuye a la legitimación, ya que los individuos las aceptan como parte
natural de su entorno.
La objetivación, la externalización y la internalización, son momentos de un
proceso dialéctico continuo.
Toda sociedad está compuesta por instituciones que la determinan y que a su vez
son determinadas por esta.
Las instituciones son patrones establecidos de interacción humana y
comportamiento que han sido aceptadas y legitimados por la sociedad a lo largo
del tiempo. Estas instituciones desempeñan un papel esencial en la creación y
mantenimiento de la realidad social compartida.
Algunas instituciones clave son: la educación, la religión, la política, la
economía, la salud y la familia.
Las instituciones son como “pautas de acción repetitiva” que se han establecido
en la sociedad a lo largo del tiempo.
Las instituciones por el hecho mismo de existir también controlan el
comportamiento humano, estableciendo pautas definidas de antemano que lo
canalizan al comportamiento, en una dirección determinada, Berger y Luckmann lo
caracterizan como “carácter controlador e inherente a la institucionalización”.
HISTORICIDAD Y CONTROL
Berger y Luckmann abordan la historicidad y el control en el contexto de las
instituciones sociales. Reconocen que las instituciones sociales no son
estáticas; más bien, son históricas y están sujetas a cambios a lo largo del
tiempo. Las instituciones evolucionan, se adaptan y se transforman en respuesta
a los cambios sociales, culturales y políticos.
La institucionalización, implica la solidificación y legitimación de las
construcciones sociales en el contexto de las instituciones. A medida que las
prácticas y normas son institucionalizadas, se establecen mecanismos de control
que guían el comportamiento de los individuos y garantizan la continuidad de las
instituciones.
La historicidad de las instituciones está vinculada al cambio social. Berger y
Luckmann sugieren que a medida que la sociedad cambia, las instituciones también
deben adaptarse para mantener su relevancia y legitimidad. Las transformaciones
históricas pueden desafiar las estructuras existentes y dar lugar a nuevas
formas de organización social. A pesar de la historicidad, las instituciones
también pueden exhibir resistencia al cambio. Los mecanismos de control y la
resistencia cultural a nuevas ideas pueden mantener la estabilidad institucional
a pesar de las presiones para el cambio.
Historicidad y el control son elementos esenciales en la comprensión de cómo las
instituciones sociales se desarrollan, cambian y se mantienen en la sociedad,
contribuyendo así a la construcción y reproducción de la realidad social
compartida.
REIFICACIÓN
Este término se utiliza para describir el proceso mediante el cual las
construcciones sociales, inicialmente creadas por los seres humanos, son
percibidas como entidades objetivas e independientes de la actividad humana que
las generó. La reificación se refiere a la transformación de construcciones
sociales subjetivas en realidades objetivas y aparentemente naturales. Se
refiere al proceso mediante el cual las construcciones sociales humanas,
originalmente creadas por los individuos en un contexto social específico, son
percibidas como realidades objetivas, independientes de la actividad humana que
las originó.
La reificación implica la transformación de las construcciones sociales, que son
productos de la actividad humana y la interacción social, en entidades que
parecen existir de manera independiente y objetiva, como si fueran parte de la
realidad externa e inmutable.
La verificación puede ocurrir cuando las personas están las categorías sociales
(como raza, género o nacionalidad) como si fueran características innatas y
objetivas, en lugar de construcciones sociales y culturales.
Acciones sociales como entidades independientes, las personas pueden atribuirles
una realidad objetiva inmutable. Esto puede conducir a la resistencia al cambio
y a la dificultad para cuestionar o modificar estructuras establecidas.
La reificación está vinculada al proceso más amplio de objetivación. La
objetivación es el acto de convertir construcciones subjetivas en realidades
objetivas en la sociedad. La reificación ocurre cuando este proceso va más allá
de la simple objetivación y resulta en la percepción de estas construcciones
como entidades independientes y autónomas.
BERGER Y LUCKMANN EXPLICAN QUE LA RIFICACIÓN OCURRE A TRAVÉS DE CIERTOS
PROCESOS:
1. Objetivación: es el proceso mediante el cual las construcciones sociales
adquieren una existencia objetiva. Las ideas, normas y valores empiezan a ser
percibidos como entidades objetivas e independientes.
2. Cristalización de roles e instituciones: esto implica que los roles y las
instituciones se vuelven fijos y rígidos, percibiéndose como estructuras
estables y reales en lugar de productos de la actividad social y la interacción.
3. Naturalización de construcciones sociales: la reificación también implica la
naturalización de las construcciones sociales. Lo que fue creado por la sociedad
se presenta como algo natural y dado.
4. Percepción de realidad objetiva: en el proceso de ratificación, las
construcciones sociales son percibidas como realidades objetivas, independientes
de la subjetividad y la actividad humana. La sociedad tiende a olvidar o pasar
por alto su papel activo en la creación y mantenimiento de estas construcciones.
5. Inercia social: una vez que ocurre la reificación, las construcciones
sociales pueden adquirir una inercia social. La resistencia al cambio aumenta,
ya que las personas están fuertemente arraigadas a la percepción de que ciertas
estructuras y normas son inmutables y objetivas.
PROCESO DE LEGITIMACIÓN .
El proceso de institucionalización requiere también de una legitimación: Berger
y Luckmann entienden la legitimación como un proceso, es decir que constituye
una objetivación de significado de “segundo orden”. Produce nuevos significados
que sirven para integrar los ya atribuidos a procesos institucionales dispares.
La función de la legitimación consiste en lograr que las objetivaciones de
“primer orden” ya institucionalizadas lleguen a ser objetivamente disponibles y
subjetivamente plausibles. Abordan el concepto de legitimación como parte del
proceso mediante el cual las construcciones sociales son aceptadas y mantenidas
como realidades objetivas en la sociedad. La legitimación implica la
justificación y el reconocimiento de las instituciones sociales, normas y roles
como legítimos y adecuados.
NIVELES DE LEGITIMACIÓN: SE DISTINGUEN 4 NIVELES, LOS QUE SE SUPERPONEN
EMPÍRICAMENTE
• Pre teórico o incipiente
• Proposiciones teórico-rudimentarias
• Teorías explicitas
• Universos simbólicos
1. Legitimación pre-teórico o incipiente: en el nivel incipiente de
legitimación, las construcciones sociales aún no han alcanzado plenamente el
estatus de realidades objetivas en la conciencia colectiva. Estas construcciones
están en proceso de objetivación, lo que implica que las creaciones humanas
comienzan a ser percibidas como algo más allá de las experiencias individuales.
El nivel incipiente de legitimación podría entenderse como la fase inicial en la
cual las construcciones sociales están en proceso de objetivación y aceptación
por parte de los individuos de una sociedad.
2. Proposiciones teórico rudimentarias: segundo nivel de legitimación: contienen
proposiciones teóricas en forma rudimentaria. En el segundo nivel de
legitimación, las construcciones sociales han pasado más allá del Estado
incipiente y han experimentado una consolidación y estabilización más
significativas. Han logrado una aceptación más generalizada y han sido
incorporadas de manera más arraigada en la conciencia colectiva de la sociedad.
En este nivel, las construcciones sociales han experimentado un proceso de
rutinización y habitualización más pronunciado.
3. Teorías explicitas: tercer nivel de legitimación: las construcciones sociales
han sido completamente incorporadas en la identidad colectiva de la sociedad.
Han llegado a ser tan fundamentales que son vistas como inherentes a la
existencia misma de la sociedad, y cualquier desafío de estas construcciones
puede ser percibido como una amenaza a la identidad colectiva.
Son aceptadas sin cuestionamientos y se considera que poseen una validez
innegable. La legitimación alcanza su punto máximo, y las construcciones
sociales se perciben como verdades incontrovertibles.
4. Universos simbólicos: este nivel corresponde a cuerpos teóricos, que se
diferencian a lo pragmático de los niveles anteriores. Introducen la noción de
universos simbólicos para referirse a los sistemas de significados, símbolos y
representaciones compartidas en una sociedad. Estos universos simbólicos son
esenciales para la interpretación y comprensión de la realidad por parte de los
individuos. Incluso en las normas, valores, creencias y conceptos que guían el
pensamiento y la acción en una sociedad específica.
Cuando una idea, norma o institución se incorpora de manera significativa en el
sistema simbólico compartido, se legitima y se percibe como parte intrínseca de
la realidad social. La conformidad con estas construcciones sociales es
automática y universal. La sociedad en su conjunto actúa de acuerdo con estas
construcciones sin la necesidad de reflexión o elección consciente. La
conformidad se ha vuelto tan arraigada que se considera la única opción válida.
SISTEMAS DE LEGITIMACIÓN DE LOS UNIVERSOS SIMBÓLICOS
a) La mitología: es el primer intento de legitimar los universos simbólicos. Con
ella se pretende ordenar las diferentes narraciones en un orden que se
interrelaciona. Cuando las mitologías se hacen más abstractas, nacen las
teologías.
b) La teología: se diferencia de la mitología por su mayor grado de
sistematización teórica. Esta última requiere de una élite, que son los
teorizadores; mientras que la mitología es conocido por todo el cuerpo social.
La teología distingue entre el profano y el especialista.
c) La filosofía y la ciencia: son los dos últimos sistemas de legitimación de
los universos simbólicos. Comparten con la teología esta distinción entre lo
profano y la élite teorizadora.
Este universo simbólico ordena la historia en pasado, presente y futuro, en un
marco de referencia común.
MECANISMOS DE MANTENIMIENTO DE LOS UNIVERSOS SIMBÓLICOS
El cuerpo social necesita de procedimientos que permitan minimizar el daño que
le hace la herejía a su universo simbólico particular. El hecho de teorizar
sobre estas herejías es ya un modo de legitimar el propio universo simbólico.
a) La terapia: el sistema legitimador controla y trata las desviaciones,
eventualmente curándolas, para asumirlas dentro del cuerpo social. El otro
sistema de defensa contra las desviaciones es la aniquilación.
b) La aniquilación: busca la anulación y la eliminación de la amenaza hasta,
situarla fuera de la sociedad. La aniquilación suele anular ontológicamente la
desviación: el desviado es un bárbaro, un animal, un loco, etc; esta anulación
ontológica de la diferencia puede derivar en una anulación literal del desviado.
Kenneth J. Gergen es conocido por su papel en el desarrollo del construccionismo
social. Esta perspectiva sostiene que la realidad es socialmente construida a
través de las interacciones y los discursos, y que no existe una realidad
objetiva independiente de las interpretaciones humanas. Crítica del
essentialismo la idea de que hay una realidad objetiva y esencial que existe
independientemente de las percepciones humanas. Sostiene que las realidades son
construidas en y a través de las relaciones, y no existen de manera objetiva
fuera de esas interacciones.
Su trabajo destaca cómo las personas se constituyen a través de sus relaciones
con los demás y cómo la realidad se construye en el intercambio social.
a) Multiplicidad de identidades: Gergen ha explorado la idea de que las personas
tienen múltiples identidades que se desarrollan en diferentes contextos
sociales. Cuestiona la noción de una identidad fija y única. Las personas
participan en diversas comunidades y redes sociales, lo que contribuye a la
formación de múltiples realidades.
b) Desconstrucción de la individualidad: argumenta en contra de la concepción
tradicional de la individualidad autónoma y aboga por la “desconstrucción” de la
individualidad, sugiriendo que la identidad se forma y se nutre en contextos
sociales y relacionales. Desde su perspectiva, la individualidad es el resultado
de interacciones sociales y no algo autónomo. La organización social implica una
comprensión más fluida y contextual de la identidad.
c) Diálogo y conversación: la organización social se lleva a cabo a través del
diálogo y la conversación. A través del lenguaje y la comunicación, las personas
negocian significados, co-crean realidades y participan en procesos de
construcción conjunta.
d) Énfasis en el contexto: la organización social, desde la perspectiva de
Gergen, se comprende mejor cuando se considera el contexto específico de las
interacciones. La realidad social es contextual y depende de las condiciones
particulares en las cuales se desarrollan las relaciones.
Para Gergen la organización social se concibe como un proceso continuo de
construcción colectiva de la realidad. Crítica a la noción de que existen
realidades objetivas o verdades universales y sostiene que lo que consideramos
real y verdadero está en constante evolución y es el resultado de las
interacciones sociales.
Se enfoca en la idea de la “realidad racional”, lo que significa que nuestras
experiencias y percepciones están enraizadas en nuestras interacciones con los
demás.
Sostiene que la organización social se basa en la idea de que la realidad y la
identidad son construcciones sociales y discursivas en constante cambio. Las
interacciones y los discursos compartidos en una comunidad influyen en cómo
organizamos y comprendemos El Mundo que nos rodea.
En resumen: la organización social en una cultura ha sido fundamental para la
supervivencia y el desarrollo de las comunidades humanas. La historia de la
organización social de las sociedades es como un campo vasto y complejo que
abarca miles de años y que varíe significativamente según la cultura, la
geografía y el período histórico específico.
LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA MENTE, UNA TEORÍA DE LA INTERSUBJETIVIDAD –
WAINSTEIN
CONCEPTOS .
Las diferencias son deducciones de unas ideas a partir de otras ideas. Estas
surgen a partir de una confrontación y evaluación mental entre varias ideas que
las personas tenemos acerca de la realidad, que, al ser relacionadas permiten
trazar una implicación, o por lo menos 1 cierta organización lógica que permite
entender que algo es consecuencia de algún hecho. Una implicación es una
atribución.
Estas organizaciones lógicas son las llamadas hipótesis obtenidas por
deducciones construidas respetando las reglas de la lógica.
COMPLEJO MÁS QUE COMPLICADO .
En la ciencia actual predomina la idea de “realidad compleja” y la necesidad de
abordarla desde un pensamiento complejo. El término “complejo” designa hoy una
comprensión del mundo como entidad donde todo se encuentra entrelazado, como en
un tejido de trama extremadamente fina que constituye la unidad de la “cosa” y
el contexto donde ella ocurre. Algo es complejo cuando está formado por muchos o
infinitos elementos, que establecen muchas e ilimitadas relaciones que cambian
en cada momento.
La selección reduce la complejidad, detiene el tiempo y elabora un “prototipo”,
una metáfora de lo que intentamos describir.
Contextualizar significa que lo que consideramos conocimiento no es solo el
producto de las inferencias o de la construcción de hipótesis generales, sino
que está ligado y determinado por la cultura, la historia o el contexto social.
Los constructos con los cuales comprendemos El Mundo son objetos sociales,
productos, resultados de los intercambios entre la gente, situados en un momento
dado de la historia y en un lugar dado de la geografía.
El conocimiento está conectado con muchas actividades sociales, forma parte así
de varios modelos de comprensión de la vida social que sirven para sostener o
excluir otras formas de entender.
Un constructo social es aquello que existe como un producto de las interacciones
de las personas. Son resultado de acciones humanas.
EL INTERACCIONISMO Y LA MENTE, LA TEORÍA DEL YO-ESPEJO .
Decir acciones humanas, es decir interacciones.
Cooley estudió el estudio de las interacciones humanas y fue 1 de los padres
fundadores de las Ciencias de la comunicación y de la sociología con epicentro
en la teoría de las interacciones sociales.
La influencia del mundo imaginario en la comunicación social, su teoría del
sí-mismo o yo espejo, así como un concepto del grupo cara a cara como un grupo
primario, esencial para el desarrollo inicial de la vida, fueron todos ellos
conceptos clave para muchas de las teorizaciones psicosociales posteriores.
El sí mismo empírico, el shock que puede captarse en la observación y reflexión
ordinaria, Cooley se refirió a lo que en el lenguaje habitual designamos con los
pronombres de primera persona del singular: yo, me, mi.
Este “yo” que Cooley califica como social, que refiere al yo del lenguaje
habitual. El sí-mismo social, es simplemente una idea o sistema de ideas
extraídas de la vida comunicativa que la mente forma como propia. No existe un
sentido de un yo sin su correlativo sentido del tú, o él, o ellos.
La persona reflejada o el yo del espejo es la referencia a la forma que toma la
imaginación. El yo de uno mismo “aparece” en la mente particular del otro y el
tipo de auto sentimiento que 1 percibe viene determinado por la actitud respecto
al sentimiento atribuido a esa otra mente, al otro.
El espejo de Cooley sugiere un juicio imaginado, un sentimiento imputado, como
el efecto imaginado de este reflejo en la mente del otro. Ya que toda referencia
con nuestro sentimiento la produce la importancia que damos al “espejo social”
en cuya mente nos vemos. Esto nos llevará a ser diferentes ante diferentes
personas anticipando su actuación.
Cooley preanuncia los fundamentos de las cogniciones y la importancia de las
interacciones y su internalización en la construcción de la subjetividad como un
proceso.
Simmel fue uno de los primeros pensadores que buscó entender los fenómenos
individuales y la fragmentación social como resultado de procesos
comunicacionales reales más cercanos al habla que a la lengua. Cooley le
interesa el significado como resultado de un proceso de comunicación real entre
sujetos reales, un emisor, un escucha y un respondiente.
GEORGE MEAD Y LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA CONSCIENCIA .
Mead pionero de la psicología social y fue un pionero en entender la
comunicación social como eje de la sociedad y por otra, porque toda su propuesta
teórica estuvo enfocada en la idea del tiempo, evolutivo e histórico.
Intentó también terminar con las dicotomías entre individuos y sociedad, cuerpo
y espíritu, subjetividad y objetividad, etc. Sitúa la racionalidad del individuo
en el contexto de la racionalidad de la sociedad y en la armonía de ambas.
La conducta humana individual solo puede ser entendida considerando al individuo
en sus relaciones sociales, de comunicación e interrelación e independencia con
otros individuos.
“Que la conducta de un individuo tan solo puede ser entendida de acuerdo con la
conducta de todo el grupo social del cual es miembro, puesto que sus actos
individuales están involucrados en actos más amplios, en actos sociales que van
más allá de él y que abarcan a otros miembros de su grupo…”
las circunstancias de un yo no dependen de su captación del entorno, sino de los
intereses activos mediante los cuales el sujeto modula su captación. Esta es
resultado de un fenómeno de adaptación en el cual el sujeto negocia activamente
cuál será su experiencia de vida en el marco de circunstancias que la sociedad
le otorga. Esta experiencia en la que el sujeto construye su subjetividad es un
fenómeno “emergente”.
LA MENTE EMERGENTE .
El concepto de “emergencia” aparece en Mead en distintos contextos. Lo emergente
es siempre un enriquecimiento lo precedente. La sociedad no solo es marco para
la emergencia, sino que ella misma, la vida social, se riqueza a partir de su
propia evolución. Esta expresión dice que la socialización es el contexto dentro
del cual surge la emergencia y qué va surgiendo a lo largo del proceso
evolutivo, de un modo cada vez más completo.
Algunos de los principales emergentes son la mente y el sí mismo. Orden social e
identidad no se oponen ni se imponen uno al otro, surgen de su interacción. La
identidad es la manera específica en que cada uno interioriza el mundo que los
rodea y el mundo es lo que emerge de las interacciones de las identidades que
esté continuamente crea.
¿Cómo se construye la mente? En una primera etapa un organismo es apenas capaz
de interacciones rudimentarias, Estas son propias de toda tendencia a modificar
el comportamiento de otros, aunque esto ocurriera en forma involuntaria. Es el
período de la conversación de gestos.
Para Mead la inteligencia es la capacidad de adaptación activa y superadora de
los problemas de afrontar un entorno hostil o dificultoso. La mente evoluciona
desde el ensayo error.
Estas primeras conversaciones de gestos desde la perspectiva de la formación del
individuo están constituidas por la comunicación madre-bebé.
Para Mead el surgimiento del lenguaje está relacionado con esta “abundancia de
gesto”.
Un “acto social” no sé define por una acción individual. Por ejemplo, una cena
familiar. Están constituidos por una sucesión de actos sociales organizados en
el tiempo, que poseen una historia, una trayectoria ordenada, repetitiva y fija
que constituye una acción colectiva.
Para Mead es importante diferenciar a la persona del organismo, por cuanto el
organismo no necesariamente es persona, también es necesario describir el
proceso mediante el cual ese organismo se transforma en persona.
Durante el primer año de vida el bebé desarrolla dos habilidades sociales para
compartir el control mental con otras personas. Uno es la subjetividad,
rudimentos de una conciencia individual y otro es la intersubjetividad,
capacidad de adaptar su subjetividad a la de los otros. En esa etapa la
subjetividad del bebé y del adulto se unen en un control compartido y recíproco
de la interacción social.
En un primer paso se puede considerar al organismo como un yo, cuyo entorno es
ese otro con minúscula que representa su creador. Este Yo define la
individualidad. Con este y desde este se iniciarán las primeras interacciones
que llamamos rudimentarias.
Ese “criador” es otro. Es portador de la cultura local, es el que define el
significado de los gestos del niño. El adulto interpreta el significado. En Mead
toda conducta es comunicación social. La socialización es resultado de un
intercambio sistemático y recursivo de comunicaciones niño/criador.
La clave aquí es el efecto que éste “otro" tiene en la Constitución de la
subjetividad. Cuando el niño “interioriza” la acción del “otro”, instala en sí
mismo que su llanto significa hambre o higiene.
“La expectativa que el otro tiene de mí” concepto importante: el Mi, que es
resultado de la acumulación de respuestas que el Yo recibe del otro.
El Mi es la acumulación de interiorizaciones de las respuestas del “otro
generalizado”, actuado por ese otro singular que es la madre, el padre, los
hermanos, etc.
Para Mead el Mi es lo que comúnmente nosotros llamamos Yo cuando nos referimos a
nosotros mismos. El Mi se constituye a partir de la interiorización de las
expectativas del otro generalizado.
El Mi es la instancia desde la cual alguien se percata, evalúa y valora su Yo,
desde las expectativas que los otros tienen de él. Al ir creciendo y
participando de la vida social el niño incorpora más “expectativas de los
otros”.
Éstas se multiplican desde las visiones de muchos otros y esos Mi amalgamados
constituirán el sí mismo o aspecto reflexivo de la identidad.
El “Mi” constituye el percatamiento de lo que hace el Yo. Resultado de la
socialización, es el actor construido en el role-taking.
TO ROLE-TAKING, TO PLAY, TO GAME .
Tres conceptos importantes describen en Mead dos etapas de la vida del niño y su
Constitución como persona.
Role-taking, to play y to game pueden traducirse como “asumir el rol de otro”,
“jugar, juego, desempeño” y “jugar con reglas, juego reglado”.
El role-taking es un constructo transversal social-cognitivo. Atraviesa lo
social y lo personal. Es la capacidad de aprender mediante interacciones con
nosotros a relacionar dos o más elementos, lo propio y lo ajeno; comprender el
punto de vista de los otros y el propio. Esto permite controlar y relativizar el
propio punto de vista a la hora de valorar el punto de vista de los demás.
El niño adopta el rol del otro, esa etapa inicial del juego “lo pone en el lugar
de otro” mediante el desempeño de las acciones que percibe en el otro.
“El otro generalizado” puede ser visto como la norma general en un grupo social
o situación. De esta manera el individuo entiende qué tipo de comportamiento es
esperado, apropiado y además útil, en diferentes situaciones sociales.
¿QUÉ ES ENTONCES LA MENE PARA GEORGE MEAD? .
Para Mead la mente es por una parte reflexión, en tanto lenguaje y conversación
interior del sujeto consigo mismo y diferente de la conversación con otro.
Los pensamientos tienen especial importancia porque es lo que permite la
emergencia de otra parte, la conciencia, esta se construye cuando el sujeto
puede referirse a sí mismo como objeto, luego de haber interiorizado que otro lo
percibe a él como objeto.
Reflexión y conciencia constituyen dos aspectos importantes de la mente humana.
En Mead esta no es una entidad sustantiva sino un proceso. No es un órgano ni un
lugar, ni una clase de sustancia contraria a la sustancia cuerpo. Es un conjunto
de funciones.
La mente es la capacidad de pensar, la conciencia son nuestros pensamientos
actuales y el pensamiento es una actividad del cerebro.
Un sujeto privado de las interacciones sociales, aún con una subjetividad
constituida, al cabo de aproximadamente 100 días verá alteradas las funciones
mentales sustancialmente.
Un tercer aspecto que constituye la mente es la acción. Éste se desarrolla en un
espacio mediacional interpersonal y se instala en el proceso completo que define
este espacio de lo interpersonal, el si-mismo y el contexto de ocurrencia del
fenómeno. El resultado es un espacio interactivo social percibido en términos de
significaciones cuya materia es el símbolo.
El símbolo y su significado son una propiedad de la acción interactiva, no es
necesaria la conciencia para la existencia del significado. El significado es
anterior a su conciencia.
SÍMBOLOS SIGNIFICANTES .
Mead utiliza la noción de símbolos significantes. Sólo los pueden realizar los
seres humanos. Estos son gestos que surgen de un individuo para el cual
constituyen el mismo tipo de respuesta que se supone provocarán en aquellos a
quienes se dirigen. Es con los símbolos significantes que logramos la
comunicación. El lenguaje es un símbolo significante.
Es significante es la palabra.
El pensamiento, al igual que el habla, sólo es posible a través de estos
significantes. Los pensamientos hacen posible la interacción simbólica.
Pensamiento y lenguaje interactúan en un proceso en el cual los puentes entre el
ser humano y otro construyen el conocimiento individual y colectivo. Los
significantes y los significados son producto de la interacción social,
principalmente en la comunicación. El símbolo significante es el objeto material
que desencadena el significado, y el significado, el elemento social que
interviene en la realidad activa de la conducta.
LA PRESENTACIÓN DE LA PERSONA EN LA VIDA COTIDIANA – GOFFMAN
EL CONTEXTO ANALÍTICO .
Un establecimiento social puede ser considerado desde el punto de vista
“técnico”, en función de su eficacia ineficacia como sistema de actividad
intencionalmente organizado para el logro de objetivos predefinidos. Un
establecimiento social puede ser considerado desde el punto de vista
“estructural”, en función de las divisiones de status horizontales y verticales
y de los tipos de relaciones sociales que vinculan mutuamente a estos diversos
grupos. Por último, un establecimiento social puede ser considerado desde el
punto de vista “cultural”, en función de los valores morales que influyen sobre
la actividad del establecimiento, valores relativos a las modalidades,
costumbres y cuestiones de gusto, a la cortesía y el decoro, a los objetivos
esenciales y restricciones normativas sobre los medios, etc.
La perspectiva dramática puede ser empleada como punto final del análisis, como
medio final para el ordenamiento fáctico.
El punto de intersección más claro de las perspectivas técnica y dramática está
constituido por los estándares de trabajo. Las perspectivas políticas y
dramática se intersecan claramente con respecto a la capacidad de un individuo
para dirigir las actividades de otro. La forma más objetiva del poder desnudo,
del poder liso y llano, la coerción física, no es ni objetiva ni simple, sino
que funciona como una exhibición destinada a persuadir al auditorio; suele ser
un medio de comunicación y no simplemente un medio de acción. Las perspectivas
estructural y dinámica parecen interpretarse con mayor claridad respecto a la
distancia social. Las perspectivas cultural y dramática se intersectan más
claramente con respecto al mantenimiento de las normas morales. Los valores
culturales prevalecientes en un establecimiento social determinan en forma
detallada la actitud de los participantes acerca de muchas cuestiones.
PERSONALIDAD – INTERACCIÓN – SOCIEDAD .
Tres campos diferentes de estudio: la personalidad individual, la interacción
social y la sociedad.
El concepto de sí mismo cuando tiene lugar un hecho que es incompatible con la
impresión suscitada por el actuante, pueden producirse consecuencias
significativas que son sentidas en tres niveles de la realidad social.
En primer lugar, la interacción social puede llegar a una interrupción confusa y
embarazosa. Se desorganiza el pequeño sistema social creado y sustentado por la
interacción ordenada y metódica.
En segundo lugar, las disrupciones de la actuación pueden tener secuelas de
mayor alcance. Estas son las consecuencias que puede tener las disrupciones
desde el punto de vista de la estructura social.
Por último, observamos con frecuencia que el individuo puede comprometer
profundamente su yo, sino también en la imagen de sí mismo como alguien que no
desorganiza la interacción social ni traiciona a las unidades sociales que
dependen de esa interacción. Estas son las consecuencias que pueden tener las
disrupciones desde el punto de vista de la personalidad individual.
Las direcciones de la actuación repercuten en tres niveles de abstracción: la
personalidad, la interacción y la estructura social. En la medida en que los
individuos se esfuerzan por evitar las disrupciones no fueron eludidas, estos
esfuerzos también tendrán consecuencias simultáneas en los tres niveles.
COMPARACIONES Y ESTUDIO .
Hay casos en que los individuos, de grado o por fuerza, están obligados a
destruir una interacción para salvaguardar su honor y su fachada.
LA EXPRESIÓN CUMPLE EL PAPEL DE TRANSMITIR LAS IMPRESIONES DEL “SÍ MISMO” .
Puesto que la realidad que interesa al individuo no es perceptible en ese
momento, este debe confiar, en cambio, en las apariencias. Y cuanto más se
interesa el individuo por la realidad que no es accesible a la percepción, tanto
más deberá concentrar su atención en las apariencias.
El individuo tiende a tratar a las otras personas presente sobre la base de la
impresión que dan acerca del pasado y el futuro. Es aquí donde los actos
comunicativos se transforman en actos morales. Las impresiones que dan las otras
personas tienden a ser consideradas como reclamos y promesas hechos en forma
implícita, y los reclamos y promesas suelen tener un carácter moral.
Siempre es posible manipular la impresión que el observador usa como sustituto
de la realidad, porque el signo que sustituye la presencia de una cosa, no
siendo esa cosa, puede ser empleado a falta de ella. La necesidad que tiene el
observador de confiar en las representaciones de las cosas crea la posibilidad
de la tergiversación.
LA PUESTA EN ESCENA Y EL “SÍ MISMO” .
La propia estructura del “sí mismo” puede concebirse en función de la forma en
que disponemos esas actuaciones en nuestra sociedad angloamericana.
Los atributos del actuante y los atributos del personaje son fundamentales de
distinto orden, y sin embargo ambos grupos tienen su significado en función de
la representación que debe continuar. El personaje que 1 representa y el “sí
mismo” propio se hallan en pie de igualdad, y este “sí mismo” como personaje es
considerado en general como algo que está alojado dentro del cuerpo de su
poseedor. En este sentido concebimos el “sí mismo” representado como un tipo de
imagen, por lo general estimable, que el individuo intenta efectivamente que le
atribuyan los demás cuando está en escena y actúa conforme a su personaje. Si
bien esta imagen es considerada en lo que respecta al individuo, de modo que se
le atribuye un “sí mismo”, este último no deriva inherentemente de su poseedor
sino de todo el escenario de su actividad. Por lo tanto, el “sí mismo”, como
personaje representado, no es algo orgánico que tenga una ubicación específica y
cuyo destino es fundamental sea nacer, madurar y morir; es un efecto dramático
que surge difusamente en la escena representada, y el problema característico es
saber si se le dará o no crédito.
Pasemos ahora del individuo como personaje representado al individuo como
actuante. El individuo como actuante tiene capacidad para aprender, y la
ejercita en la tarea de prepararse para desempeñar un papel.
¿QUÉ ES UNA FAMILIA? – WAINSTEIN
La definición misma de familia, la forma en que se vincula entre sí y las
funciones que se espera que cumplan, depende de la cultura en la que la familia
está inserta.
A MODO DE INTRODUCCIÓN .
Todo desarrollo humano ocurre siempre en contexto, dado que implica un
intercambio constante entre el sujeto y toda la complejidad que involucra su
medio ambiente. La familia su importancia reside en ser el primer contexto donde
se desarrolla cada individuo y también por ser el ambiente central donde
acontecen experiencias importantes para su desarrollo.
Toda persona es un sujeto interaccional, cuya identidad es una construcción
dinámica producto emergente de su relación con su medio ecológico, marco
multidimensional en el que este sujeto está inmerso.
Las diferentes definiciones de familia posibles son construcciones lingüísticas
vinculadas a un momento histórico y un espacio determinados.
INTENTANDO DEFINIR LA FAMILIA .
Las características y funciones de aquello que se denomina familia adquieren
múltiples formas según épocas históricas, lo cual hace el concepto de familia
sea complejo y difícil de delimitar. La familia en la sociedad actual estaría
definida por la diversidad.
La familia en tanto organización social puede ser definida como un sistema
abierto. En tanto estructura que tiene un tipo de funcionamiento determinado.
LA FAMILIA COMO SISTEMA .
La familia que la define como un sistema abierto con propiedades que están
vinculadas a sus interacciones más que a sus elementos aislados. Son las
interacciones que hacen a su funcionamiento, más que a las propiedades de los
individuos que la componen.
Con una estructura con características y funciones emergentes, que son propias
de la forma específica en que estas personas interactúan entre sí en el seno
familiar y con el contexto social en que se hallan insertas.
“La familia es un conjunto organizado e interdependiente de unidades ligadas
entre sí por reglas de comportamiento y por funciones dinámicas en constante
interacción entre sí y un intercambio permanente con el exterior”.
La familia en tanto sistema es pensada entonces a partir de su estructura de
funcionamiento, o sea, la forma en que se organizan las reglas que regulan su
funcionamiento tanto entre los miembros mismos, cómo con el exterior.
Son siempre sistemas abiertos, tienen una organización jerárquica y supone una
trayectoria, un recorrido a lo largo del tiempo.
Estos sistemas abiertos suponen siempre un intercambio con el contexto en el que
se hallan insertos.
La familia como sistema y la forma en que éstas funciona debe ser entendida en
ese contexto en el que se desarrolla y del que cuál es un fenómeno emergente,
producto de la complejidad que esta supone, así como también las modificaciones
que 1 o varios eventos de la vida familiar en cuestión generan en estos niveles.
Una organización jerárquica en la que los adultos tengan más responsabilidad en
el cuidado y protección de los miembros más jóvenes asegurando su desarrollo.
Con respecto a la trayectoria del sistema familiar podemos definir que toda
familia supone un desarrollo en el ciclo vital, es decir diferentes etapas
evolutivas que implican una modificación en las reglas de interacción del
sistema, y por ende de su estructura. Así como la forma en que se cumplen sus
funciones y la distribución de roles se va modificando atento a las necesidades
por edad de cada uno de sus miembros.
Minuchin define a la familia como un sistema sociocultural abierto en proceso de
transformación desarrollándose en un proceso constante de adaptación a un
contexto cultural cambiante.
La funcionalidad de una familia depende del manejo que la familia tiene de estos
cuando se presentan.
ESTRUCTURA Y FUNCIONAMIENTO FAMILIAR .
El autor define que el concepto de estructura familiar refiere a la organización
interna de la familia que opera por medio de un conjunto de reglas
transaccionales, pautas o patrones, que organizan entre otras cosas, como
relacionarse, con quién, como vincularse con el medio externo, etc.
La estructura familiar es dinámica. Una familia funcional es la que logra
mantener la continuidad familiar a la vez que se producen modificaciones en su
estructura a los fines de adaptarse a las exigencias internas o externas.
El sistema familiar supone una diferenciación de roles y funciones que se llevan
a cabo a través de diferentes subsistemas. Esta diferenciación depende de lo que
Minuchin denomina límites o fronteras, constituidos por las reglas
interaccionales que definen quiénes participan de los subsistemas y de qué
manera.
Se pueden delinear cuatro subsistemas: los subsistemas conyugal, parental,
fraterno y filial. Estos definen roles y funciones.
FAMILIA, SOCIALIZACIÓN E IDENTIDAD .
El desarrollo humano implica un intercambio constante entre el sujeto y toda la
complejidad que involucra su contexto o medio ambiente, y a ellos se ha
denominado el desarrollo ecológico de las personas.
La socialización es el proceso de cambio que experimenta una persona como
resultado de la interacción social y su influencia.
Minuchin define la familia como matriz de la identidad organizada y en continuo
desarrollo. El individuo adquiere su individualidad gracias a participar en
múltiples y variadas interacciones familiares. Los vínculos familiares cumplen
un papel fundamental en la construcción del sujeto individual.
Así, como plantea Minuchin, la experiencia humana de identidad implica un
sentimiento de identidad.
ACERCA DE ESTAR SANO EN UN MEDIO ENFERMO
Por más que estemos personalmente persuadidos de que podemos separar lo normal
de lo anormal, las pruebas simplemente no son concluyentes. Benedict dijo que la
normalidad y la anormalidad no son conceptos de validez general. Aquello que en
una cultura se considera normal puede ser visto como completamente anormal en
otra. La diferenciación de normalidad y anormalidad que en la psiquiatría se
apoya tradicionalmente en el criterio aparentemente objetivo de la “adaptación a
la realidad” de un individuo, puede no ser tan exacto como se considera
generalmente.
La angustia y la depresión existen. El sufrimiento psíquico existe. Pero la
normalidad y anormalidad, el estar sano y el estar loco, así como los
diagnósticos que se deriven de ello son posiblemente menos terminantes de lo que
se cree generalmente.
Cunde el firme convencimiento de que los pacientes presentan síntomas, que estos
síntomas son susceptibles a ser divididos en categorías y que por lo tanto es
posible distinguir a los enfermos mentales de los sanos. Los diagnósticos
psiquiátricos solamente existen en el cerebro del observador y no son un resumen
válido de características que presenta el observado.
Se puede apoyar la decisión de cuál de ambas representaciones es más “real”,
internando personas normales en clínicas psiquiátricas y comprobar si llaman la
atención como sanas mentalmente y en caso de que así sea, por qué. La normalidad
es suficientemente concluyente como para ser reconocida donde se presente, pues
está fundada en la persona misma.
A pesar de todo, sus informes sobre lo que pasa en un hospital psiquiátrico
fueron útiles. Este trabajo amplía tales ensayos.
LOS PSEUDOPACIENTES Y SU MEDIO .
El grupo de 8 seudo pacientes era muy heterogéneo. 3 de los pseudopacientes eran
mujeres y los otros 5 eran hombres.
La presencia de los pseudopacientes y el tipo de programa de investigación
permaneció oculto al resto del personal de las clínicas.
Fuera de la simulación de síntomas y de los cambios de nombre, profesión y lugar
de trabajo, no se realizaron modificaciones de la persona, de su vida anterior o
de las demás circunstancias de vida. Los acontecimientos principales de la vida
de los seudo pacientes fueron presentados tal como habían ocurrido realmente.
El seudo paciente se comportaba en la institución de la misma manera que lo
hacía “normalmente”.
LAS PERSONAS NORMALES NO SE DETECTAN COMO SANAS .
Ninguno de los seudo pacientes fue desenmascarado como tal. Ninguno de los
pacientes se puso en duda su calidad de enfermos. En caso de que se le diera de
alta, su afección naturalmente debía estar “en remisión”. Pero no estaba
mentalmente sano y según opinión de la institución, tampoco lo había estado
nunca.
El hecho de que en ninguno de los casos se hubiera reconocido la normalidad
mental no puede achacarse a la calidad de las clínicas. Los pacientes simulados
no fueron observados con especial prolijidad. Esta falla se debe con seguridad
más bien a las costumbres de las clínicas psiquiátricas que a la falta de
oportunidades.
No era raro que los otros pacientes “descubrieran” la normalidad de los
pseudopacientes. El hecho de que los pacientes reconocieran frecuentemente su
estado de normalidad, pero no así el personal, da pie para importantes
interrogantes. El hecho de que la normalidad de los pseudopacientes no fuera
descubierta por los médicos durante su permanencia en el hospital puede deberse
a que los médicos tienen una fuerte inclinación a lo que los técnicos en
estadísticas llaman error tipo -2. Esto significa que los médicos se inclinan
más a considerar enferma a una persona sana, que sana a una persona enferma.
El experimento es ilustrativo. Demuestra que la tendencia a clasificar a
personas sanas como dementes es reversible en la medida en que haya cosas
importantes en juego. Cualquier procedimiento diagnóstico que es susceptible de
cometer errores tan graves con tanta facilidad, no puede ser muy confiable.
LAS CLASIFICACIONES PSICODIAGNÓSTICAS SE PEGAN .
Los dictámenes se basan en el papel preponderante de la clasificación en la
formulación de los diagnósticos psiquiátricos. En cuanto el pseudopaciente ha
sido clasificado una vez de esquizofrénico, nada puede hacer para librarse de
ese estigma. En un sentido estricto se ha creado así una realidad.
Desde hace mucho se sabe que las personas adquieren su significado por el
contexto en que se presentan. La psicología gestáltica postula esto vehemente y
Asch demostró que existen características “centrales” de la personalidad tan
poderosas que tiñen decisivamente la significación de otras informaciones,
cuando se trata de hacerse una imagen de determinada personalidad. “Enfermo
mental”, “esquizofrénico”, “maníaco-depresivo” y “loco” son, seguramente,
algunas de estas características centrales más fuertes. Tan pronto como una
persona es catalogada como anormal, todas sus otras formas de conducta y rasgos
caracterológicos se verán teñidos por esta clasificación. La clasificación es
tan poderosa que muchas de las formas de conducta de los pseudopacientes fueron
pasadas por alto o totalmente malinterpretadas, con el fin de que
correspondieran a la realidad preparada.
El diagnóstico no fue influido en modo alguno por la vida relativamente normal
de los pseudopacientes. La imagen de las condiciones de vida fue conformada de
acuerdo con el diagnóstico. (Ejemplo de un caso de pseudopaciente el cual el
diagnóstico se diferenciaba de la realidad ya que los médicos trataban de
vincular con sus conclusiones anteriores).
Las características del caso fueron distorsionadas no intencionalmente por el
personal, para llegar a una coincidencia con una difundida teoría sobre el
desarrollo de una reacción esquizofrénica. La significación que se adjudicó a
sus manifestaciones (es decir, ambivalencia, inestabilidad afectiva) se acuñó
definitivamente con el diagnóstico de esquizofrenia. Si hubiera sabido que el
hombre era “normal”, se les habría adjudicado un significado completamente
diferente.
Los informes de las enfermeras sobre tres pacientes indican que se los evaluaba
como parte de la conducta patológica. “El paciente está ocupado con su costumbre
habitual de escribir”. Dado que el paciente se encuentra internado en el
hospital, tiene que estar psíquicamente trastornado. El escribir constantemente
debe ser una manifestación de la patología, quizá una forma de conducta
compulsiva que muchas veces está relacionada con la esquizofrenia.
Una característica tácita de los diagnósticos psiquiátricos es que buscan la
fuente de la confusión mental dentro del individuo y solo rara vez en la
multiplicidad de los estímulos que lo rodean.
Las anotaciones de los seudo pacientes están llenas de descripciones de
conductas de los enfermos que eran malinterpretadas por el personal sin mala
intención. Un paciente “pierde los estribos” por un miembro del personal. Una
enfermera nueva ni siquiera suele preguntar por la causa externa de la conducta
del paciente. Supone más bien que el arrebato es propio de la enfermedad y no
que fue provocado por la interacción con otro empleado. El personal supone que
la familia del paciente u otros pacientes son los causantes del estallido. Pero
nunca ocurre que los empleados piensen que alguien de ellos o que la estructura
del hospital tuviera algo que ver con la conducta de uno de los pacientes.
Una clasificación psiquiátrica crea una realidad propia y con ello, sus propios
efectos. Cuando ha transcurrido suficiente tiempo sin que haya hecho algo
extravagante, se cree que está en remisión NY que puede ser dado de alta. Pero
la clasificación lo persigue más allá de los muros de la clínica. Finalmente, el
paciente mismo acepta el diagnóstico, con todas las implicancias y expectativas
adicionales y se comporta correspondientemente. Al hacerlo, también él se ha
adaptado a esa construcción de una “realidad” interpersonal. Del mismo modo en
que Zigler y Phillips demostraron que los síntomas de pacientes aún a quienes se
dio diagnósticos diferentes coincidían en gran medida, también las conductas de
los enfermos mentales y las personas normales se confunden notablemente. Resulta
más útil limitar nuestro debate a “formas de conducta”, a los estímulos que las
provocan y a los síntomas con concomitantes.
Cuando los orígenes y los estímulos que desencadenan una conducta son conocidos
y explicables, la discusión se limita a la conducta misma. Sí en cambio los
estímulos para mis alucinaciones son desconocidos, se habla de locura o
esquizofrenia, como si esta interpretación fuera tan clara como la otra.
LA VIVENCIA DE LA HOSPITALIZACIÓN PSIQUIÁTRICA .
La actitud frente a los enfermos mentales está caracterizada por el temor, la
hostilidad, la desconfianza y el horror. Los enfermos mentales son las parias de
la sociedad.
El personal y los pacientes están estrictamente separados. Los asistentes
pasaban un 11% con sus pacientes, se mantenían lejos de ellos.
Los médicos, especialmente los psiquiatras, estaban aún menos tiempo cerca de
los pacientes.
Quien posee el mayor poder es quien menos tiene que ver con los pacientes, y
quien menos poder tiene es quien más se ocupa de ellos.
IMPOTENCIA Y DESPERSONALIZACIÓN .
El contacto visual y la comunicación verbal reflejan el interés y el desarrollo
de la personalidad; la falta de ambos significa evitación y despersonalización.
Los resultados que he presentado hasta ahora no corresponden a los numerosos
incidentes que se acumularon diariamente en lo atinente a destrucción de la
personalidad y evitación.
Ni los relatos ni los hechos “desnudos” pueden transmitir el avasallante
sentimiento de impotencia que embarga a una persona constantemente expuesta a la
destrucción de su personalidad en un hospital psiquiátrico.
Por momentos la despersonalización adquiría ribetes tales que los
pseudopacientes tenían la sensación de ser invisibles o por lo menos indignos de
ser tomados en cuenta.
Los pseudopacientes reaccionaban intensamente a esta pérdida de personalidad. Si
bien habían llegado a la clínica como observadores partícipes y estaban
completamente conscientes de que “no formaban parte”, se sintieron presos
igualmente en el proceso de despersonalización y luchaban contra él.
LA FUENTE DE LA DESPERSONALIZACIÓN .
En primer lugar, es la actitud que tenemos todos, incluidos los terapeutas y
asistentes, frente a los enfermos mentales, una actitud que está caracterizada
por una parte por el temor, la desconfianza y las expectativas horribles y por
otra por propósitos bienintencionados. Nuestra ambivalencia lleva, en este caso
como en otros, a la proscripción.
En segundo lugar, la estructura jerárquica del hospital psiquiátrico contribuye
a la despersonalización. Los que están en lo alto de la jerarquía son los que
menos tienen que ver con los pacientes y su conducta influye la de los demás
colaboradores. Es obvio que los pacientes no pasan mucho tiempo en contacto
personal con los médicos. El personal que trabaja en psiquiatría, qué provoca la
despersonalización de los pacientes, es más fuerte que las presiones fiscales y
creo que un aumento del plantel de personal no mejoraría, En este sentido, la
atención de los pacientes en la misma proporción. Resulta más probable que el
motivo sea la despersonalización y la proscripción. También el hecho de que se
use gran cantidad de psicotrópicos conduce tácitamente a la despersonalización.
LAS CONSECUENCIAS DE LA ESTIGMATIZACIÓN Y LA DESPERSONALIZACIÓN .
Goffman denomina “envilecimiento” al proceso de adaptación en tales
instituciones, una expresión apropiada que incluye el proceso de
despersonalización que he descrito aquí. Si bien no se puede asegurar que las
reacciones de los pacientes simulados a estos hechos sean típicas para los
internados, es difícil de creer que estos procesos de adaptación a una
institución psiquiátrica suministren formas de conducta y de reacción útiles
para la vida “fuera”.
RESUMEN Y CONCLUSIONES .
Es evidente que en las clínicas psiquiátricas no es posible distinguir las
personas sanas de los enfermos mentales. La propia institución crea una realidad
especial, en el cual el significado de las formas de conducta muchas veces es
malinterpretado. La consecuencia para los pacientes que permanecen en tal medio,
es decir, el de la impotencia, la despersonalización, el aislamiento, la
humillación y la desvalorización, indudablemente no pueden favorecer la terapia.
PROFECÍAS QUE SE AUTOCUMPLEN – WATZLAWICK
Una profecía que se autocumple es una suposición o predicción que, por la sola
razón de haberse hecho, convierte en realidad el suceso supuesto, esperado o
profetizado y de esta manera confirma su propia “exactitud”.
Un hecho todavía no producido determinó efectos en el presente, efectos que a su
vez hicieron que cobrará realidad el hecho pronosticado. En este sentido, aquí
el futuro determinó pues el presente.
En primer lugar, que lo ocurrido no es ni sorprendente ni desconocido. La acción
en cuestión procura entonces calcular el futuro y posteriormente se revelará
verdadera o falsa, correcta o incorrecta, pero no tiene por qué ejercer
influencia alguna en el curso de las cosas. En cambio, un acto que es resultado
de una profecía que se autocumple crea primero las condiciones para que se dé el
suceso esperado y En este sentido crea precisamente una realidad que no se
habría dado sin aquel. Crea una situación y con ella su propia “verdad”.
(Un ejemplo es cuando un presenta un resfriado y su diagnóstico es correcto por
lo cual puede influir favorablemente en el curso de la enfermedad mediante
aspirinas, bebidas calientes y reposo. La persona en cuestión captó
correctamente un curso causal que era completamente independiente de ella al
principio e influyó parcialmente en él).
Una suposición tenida por verdadera engendra la realidad supuesta; y también
aquí es indiferente el hecho de que la suposición sea en su origen correcta o
falsa. La presunta reacción (el efecto) es efectivamente pues una acción (la
causa); la “solución” crea el problema; la profecía de un suceso hace que se
cumpla el suceso profetizado.
Esta peculiar inversión de causa y efecto es particularmente visible en los
conflictos interpersonales. Se trata del fenómeno de la llamada puntuación de la
secuencia de hechos.
(ejemplo de discusión entre marido y mujer, causa y efecto).
Se sobreentiende que las profecías que se auto cumplen en contextos
interpersonales pueden utilizarse también deliberadamente y con un fin.
La experiencia cotidiana nos enseña que solo muy pocas profecías se autocumplen,
solo cuando se lave como un hecho que ya ha entrado en el futuro, puede la
profecía influir en el presente y así cumplirse.
El psicoanálisis se atiene a una teoría de la conducta humana que postula una
causalidad lineal según la cual el pasado determina el presente.
(Experimento de inteligencia contesta al inicio de clases y predicción del
rendimiento de los alumnos según expectativa y prejuicio).
El experimento de Rosenthal es solo un ejemplo de los profundos y determinantes
efectos de nuestras expectativas, prejuicios, supersticiones y deseos sobre
nuestros semejantes, y también es un ejemplo de las dudas que estos
descubrimientos pueden suscitar sobre la cómoda su posición del sobresaliente
papel que desempeñan las predicciones heredadas e innatas.
Las profecías que se autocumplen son fenómenos que no solo sacuden las bases de
nuestra concepción personal de la realidad, sino que hasta pueden poner en tela
de juicio la imagen del mundo de la ciencia. Todas comparten la capacidad
evidente de crear una realidad y suscitar determinada creencia en el “ser así”
de las cosas, una creencia que puede ser tanto una superstición como una teoría
científica aparentemente rigurosa derivada de la observación objetiva.
El descubrimiento de que nosotros mismos construimos nuestra realidad equivale a
la expulsión del paraíso del presunto “ser así” del mundo, del cual empero solo
nos sentimos responsables en muy limitada medida.
La realidad inventada llega a ser realidad “verdadera” solo cuando se cree en el
invento. Cuando falta el elemento de la creencia, dicha realidad es ineficaz. La
profecía de la cual sabemos que es solo una profecía, ya no puede autocumplirse.
AGENTES DE SOCIALIZACIÓN – TRAVNIK
DEFINICIÓN DE LOS PROCESOS DE SOCIALIZACIÓN .
Se refiere a las dinámicas mediante las cuales, los individuos adquieren
valores, roles, conocimientos y comportamientos para convertirse en miembros de
una sociedad. Se entiende como interacciones sociales continuas, a través de las
cuales las personas construyen su identidad individual en relación con los
roles, normas y expectativas de la estructura social que las contextúan.
Distribuyen a la construcción de la realidad social, del mismo modo influyen en
la percepción de sí mismos y de los demás. La psicología social se centra en el
estudio de estos procesos desde una perspectiva científica, analizando cómo las
influencias sociales moldean la cognición, las emociones y el comportamiento de
las personas en la sociedad.
Los procesos de socialización proporcionan a los individuos un marco de
referencia para entender quiénes son y cómo se enlazan a la sociedad. La
identidad se construye a través de la interacción social. La retroalimentación
social y las expectativas de los demás desempeñan un papel clave en la formación
de la identidad, ya que las personas internalizan las percepciones y las
evaluaciones de quienes las rodean.
Los agentes de socialización, factores clave en el proceso que consiste en que
un individuo se convierta en un miembro de una sociedad. Entidades que
desempeñan un papel significativo en la transmisión de normas, valores,
creencias y comportamientos sociales. Cooley quien introduce el concepto de
“espejo social” en su teoría del yo espejo que se basa en la metáfora de un
espejo, sugiriendo que la imagen que se tiene acerca de nosotros mismos se forma
a través de la manera en que somos percibidos por los demás y cómo interpretamos
esas percepciones. Durkheim es conocido por su trabajo en la teoría sociológica
y su relación con la educación. Destacó la importancia de la familia y la
escuela en la socialización de los individuos, a las cuales nombra como
instituciones sociales. Mead señaló el papel de la interacción social y de la
comunicación y el lenguaje. Incluirían a la familia, la escuela y otros entornos
sociales. Parsons destacó el contexto de la estructura social y la función de
las instituciones en la sociedad. Identificó a la familia, la escuela y los
medios de comunicación como agentes de socialización.
Los cambios tecnológicos y la globalización han introducido nuevos elementos,
como las redes sociales y la cultura digital, que también actúan como agentes de
socialización.
FAMILIA .
La familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos
naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de
contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla. El tipo de
familia va cambiando a través del tiempo.
La familia es el conjunto de personas que conviven bajo el mismo techo,
organizadas en roles fijos con vínculos consanguíneos o no.
El individuo tiene capacidad de elección en cuanto a sus formas de vida y de
convivencia.
Se trata del primer agente de socialización durante los primeros años de vida, y
desde donde se suele seleccionar de modo directo o indirecto a otros agentes,
como la escuela. La influencia de los padres decrece a medida que las personas
se acercan a la adolescencia.
Los padres reproducen el rol social de “ser padres” a partir de sus propias
experiencias de socialización.
La socialización es que las infancias son agentes activas en el proceso según lo
concebido por Kuczynski y Parkin.
INSTITUCIONES .
En términos de Berger y Luckmann, las instituciones son sistemas de significado
y práctica que han adquirido una realidad objetiva en la mente de las personas a
lo largo del tiempo. La noción de instituciones es esencial en su teoría y se
refiere a patrones estables de interacción social que son internalizados por los
individuos y que proporcionan la estructura básica de la sociedad. Los
individuos aprenden las reglas y normas asociadas con estas instituciones a
través de la socialización, y estas reglas llegan a ser percibidas como parte
natural y objetiva de la realidad.
Estos autores destacan la importancia de la “objetivación” y la “tipificación”
en la formación de instituciones. La objetivación se refiere al proceso mediante
el cual las construcciones sociales son percibidas como realidades objetivas e
independientes de la actividad humana individual. La tipificación implica la
clasificación y categorización de experiencias y acciones, lo que contribuye a
la estabilidad y predictibilidad de la vida social.
Las instituciones no solo regulan externamente las interacciones sociales, sino
que también ejercen una influencia constitutiva de la identidad de los
individuos, predeterminando sus acciones, pensamientos y sentimientos.
Dentro de las instituciones, se señalan especialmente la educación y al trabajo.
GRUPO DE PARES .
Las amistades y los grupos de pares siguen siendo agentes poderosos de
socialización. La influencia de los amigos puede ser significativa en la
formación de actitudes y valores, especialmente durante la adolescencia y la
adultez temprana. Los individuos tienden a adoptar comportamientos y actitudes
que son aceptados y reforzados por su grupo de pares.
La necesidad de pertenencia puede llevar a la conflictividad con las
expectativas y comportamientos del grupo, incluso si difieren de las normas
familiares o culturales.
A medida que los individuos crecen, la influencia de los grupos de pares puede
convertirse en una parte significativa de la socialización secundaria,
complementando la socialización primaria que ocurre en la familia.
El grupo de pares tiene una organización y una jerarquía. Las personas van
cambiando su participación en diferentes grupos de pares.
La interacción con los pares proporciona oportunidades para desarrollar
habilidades sociales, como la comunicación, la resolución de conflictos y la
empatía.
MEDIOS DE COMUNICACIÓN .
Los individuos están expuestos a una amplia gama de influencias mediáticas que
pueden moldear sus valores, creencias y comportamientos. La naturaleza de los
medios en sí mismos moldea no solo cómo se transmite la información, sino
también cómo se percibe y experimenta la realidad social.
Los medios de comunicación pueden afectar a la conexión interpersonal afectando
las relaciones.
Gerbner postula la teoría del cultivo, cuál sugiere que la exposición constante
a ciertos mensajes y representaciones en la televisión puede tener un impacto
acumulativo en la percepción de la realidad de los espectadores a lo largo del
tiempo. La televisión actúa como un “cultivador” de actividades y creencias.
Pariser denomina “burbujas de filtro” las cuales limitan la exposición de las
personas a información y opiniones que coinciden con sus preferencias y
creencias preexistentes, creando entornos digitales donde las perspectivas
divergentes son filtradas o incluso excluidas. No solo moldea la experiencia en
línea de los individuos, sino que también contribuye a la formación de opiniones
más polarizadas.
Las redes sociales digitales nos presentan una nueva forma de construir
identidad y de presentación. La construcción de la identidad en línea y la
autopresentación en plataformas de redes sociales puede afectar la percepción de
uno mismo y la interacción con los demás.
Los autores definen a la sociedad actual como la sociedad de la exposición. Cada
detalle de nuestra vida cotidiana está inmortalizado en las redes sociales,
servidores y discos duros interconectados, dejando una huella digital
imborrable.
Esta omnipresencia de la información personal redefine la forma en que nos
presentamos y nos conectamos con los demás, generando un impacto en el proceso
de socialización.
SOCIALIZACIONES MÚLTIPLES .
El concepto de “socialización múltiple” se refiere a la idea de que las personas
están expuestas y participan en diversos entornos sociales a lo largo de sus
vidas, cada 1 de los cuales contribuye a su desarrollo y socialización de manera
distinta. La teoría de las socializaciones múltiples reconoce la existencia de
múltiples influencias y contextos que moldean la identidad y las experiencias de
una persona. La socialización no se limita a una sola etapa de la vida ni a una
única institución. Todos contribuyen a la formación de la identidad y la
adquisición de normas y valores.
La noción de socializaciones múltiples destaca la complejidad del proceso de
socialización y reconoce que las personas están constantemente aprendiendo y
adaptándose a través de diversas interacciones sociales a lo largo de su vida.
SOCIALIZACIÓN E IDENTIDAD .
La socialización influye en la formación de la identidad de cada individuo. La
noción de sí mismo y la identidad son construcciones cognitivas que influyen en
la interacción social y la percepción, y que a su vez son influenciadas por la
sociedad.
Existen muchas formas diferentes de sí mismo y de identidad. Las tres más
importantes son: 1) el yo colectivo; 2) el yo individual y 3) el yo racional.
A través de la interacción con otros, las personas desarrollan un sentido de
quiénes son. La retroalimentación social contribuye al desarrollo del
autoconcepto.
La autopresentación se refiere a cómo las personas se presentan a sí mismas ante
los demás, gestionando consciente o inconscientemente la impresión que desean
causar.
La socialización también involucra la negociación entre la autenticidad personal
y la adaptación a las normas sociales. Las personas aprenden a presentarse de
maneras que se alinean con las expectativas sociales, pero también buscan
mantener una cierta autenticidad. Este equilibrio afecta la autopresentación en
diversos entornos.
FAMILIA, TERAPIA Y POSMODERNIDAD – WAINSTEIN
La familia es 1 de los primeros contextos sociales del desarrollo humano.
La vida familiar estuvo presente y está presente en prácticamente todas las
sociedades humanas.
LA FAMILIA EN EL MUNDO ACADÉMICO .
En el mundo académico resulta que “la familia” ha tenido tradicionalmente escasa
o casi nula presencia en los currículos universitarios.
LA FAMILIA COMO AGENTE TERAPÉUTICO .
Gergen definió las teorías psicoterapéuticas como vinculadas a dos visiones del
ser humano dependientes del momento histórico y de ciertos modos de organización
social, una romántica y otra moderna. La psicología clínica romántica promovía
una perspectiva teórica de difícil contrastación empírica y fundada en la
creencia de una tendencia innata, inconsciente y trascendente encaminada a una
realización existencial del ser humano.
Los modelos modernistas ó racionalistas se ubican en otro polo, contraponiendo
lo insondable con lo contrastable, observable y sujeto a verificación empírica.
Introdujeron en el estudio de las personas y sus familias los conceptos de la
teoría general de los sistemas, la cibernética, la teoría de la información, la
nueva lingüística y reconstruyeron la teoría de la comunicación, tendiendo un
puente entre esas nuevas ideas y las cuestiones psicosociales y convirtiendo la
familia en un laboratorio de investigación psicológica y psicoterapéutica.
La familia empezaba a ser descrita como una “mente” compleja, un sistema
constituido por patrones comunicacionales observables, recursivos y
relativamente estables. Un sistema que mediatizaba las relaciones entre el ser
humano, sus pensamientos y creencias y el entorno de la vida social más amplia,
un sistema que desarrollaba en un ciclo vital familiar que entrelazaba lo
biológico con lo social, constituyendo la individualidad psíquica del ciclo
vital personal a lo largo de toda la vida. Un sistema que muchas veces generaba
dificultades funcionales cuyo resultado eran malestares significativos
instalados en alguno o algunos de sus miembros.
EL IMPACTO DE LA POSMODERNIDAD .
La familia va a tono con un estado de saturación social y diversidad de
discursos en los que, más allá de las discusiones epistemológicas, la antigua
pregunta humana por la verdad de las cosas se disuelve en el caos social,
familiar y en el de la misma reflexividad de cada persona individual.
PSICOLOGÍA SOCIAL DEL PREJUICIO – ETCHEZAHAR
Mientras que el prejuicio podría ser definido como una actitud, generalmente
negativa, hacia un grupo y sus miembros, la discriminación se refiere al
comportamiento negativo hacia ellos.
CONCEPTUALIZACIONES SOBRE EL PREJUICIO, LOS ESTEREOTIPOS Y LA DISCRIMINACIÓN .
El prejuicio se puede definir como “una antipatía basada en una generalización
errónea e inflexible. Puede dirigirse hacia un grupo en su conjunto, o hacia un
individuo por ser miembro de ese grupo”.
Se considera que el prejuicio podría ser entendido como “aquellas ideologías,
actitudes y creencias que ayudan a mantener ilegitimar la jerarquía y la
explotación entre los grupos”
ESTEREOTIPOS .
Un concepto fuertemente asociado al prejuicio es el concepto de estereotipo. Lo
conceptualizaron como un fenómeno poco flexible y producto de un pensamiento
defectuoso. Los estereotipos son esquemas cognitivos socialmente percibidos,
cuya función es procesar información acerca de otros.
Los estereotipos no solo reflejan creencias acerca de los rasgos característicos
de los miembros de un grupo, sino que contienen información acerca de otras
cualidades como los roles sociales esperables y el grado en que sus miembros
comparten características específicas, influenciando la emergencia de reacciones
emocionales hacia quienes pertenecen a ese grupo.
Los estereotipos representan un conjunto de cualidades percibidas que intentan
reflejar la esencia de un grupo. Sistemáticamente afectan cómo la gente percibe,
cómo procesa información y cómo responden los miembros de un grupo. Los
estereotipos son transmitidos durante el proceso de socialización, a través de
sus agentes. Unos autores lo definen como un conjunto de creencias acerca de las
características y atributos de un grupo y sus miembros, que muestran cómo el
individuo piensa y actúa frente a un determinado grupo.
DISCRIMINACIÓN .
Hasta el origen de las actitudes raciales negativas, que comenzaron a ser
consideradas como injustificadas y, por lo tanto, injustas. Así surge el término
prejuicio, proporcionando una denominación conceptual para las actitudes
intergrupales negativas consideradas irracionales, injustificadas y falaces.
DE LOS PROCESOS PSICODINÁMICOS A LA ESTRUCTURA DE PERSONALIDAD .
La teoría psicodinámica permitió elaborar una explicación en la que el prejuicio
era considerado como el resultado de un proceso psicológico universal llamado
mecanismo de defensa. Este proceso operaba de manera inconsciente, canalizando
las tensiones surgidas entre la personalidad y El Mundo exterior, a través de la
emergencia del prejuicio hacia colectivos minoritarios utilizados como
chivos-expiatorios. El prejuicio resultaba de mecanismos de defensas
inconscientes, encargados de la redirección de los conflictos internos y
hostiles hacia grupos inocentes y minoritarios.
Una gran variedad de procesos psicodinámicos fueron asociados al prejuicio,
entre ellos la proyección, la frustración, los chivos expiatorios y el
desplazamiento de la hostilidad.
Al finalizar la Segunda Guerra mundial, se produjo un notable cambio dentro del
paradigma psicodinámico: el énfasis ya no recaía en los procesos psicológicos
que podrían explicar el prejuicio, sino en la estructura de la personalidad.
Esta nueva perspectiva lo consideró como el producto de ciertas estructuras de
personalidad, consideradas como la base para la adhesión a ideologías políticas
extremas que promueven la discriminación.
Desde este enfoque se comenzó a pensar que los nazis y sus líderes compartirían
una estructura de personalidad perturbada y patológica que los hacía
particularmente susceptibles a manifestar una de las diferentes formas de
prejuicio.
Una estructura de personalidad tendiente al prejuicio que la respuesta más
influyente fue la proporcionada por la teoría de la personalidad autoritaria.
Existe una dimensión de la personalidad que determina el grado en que los
individuos serán propensos a adoptar ideologías autoritarias, actitudes
prejuiciosas y etnocéntricas.
Las diferencias individuales presentan este nuevo enfoque que surge en el marco
de la posguerra, buscando las causas de la discriminación en factores
intraindividuales, dado que la democracia comenzaba a florecer a nivel mundial
generando un clima de optimismo y aún no era posible explicar el prejuicio y la
discriminación a partir del análisis del sistema social y las instituciones.
DE LA PSICOLOGÍA INDIVIDUAL A LA INFLUENCIA SOCIAL .
A fines de la década del ’50, el énfasis de la explicación del prejuicio da un
giro desde el nivel psicológico individual, hacia el de las influencias sociales
y culturales. Esta perspectiva sociocultural fue el descenso del interés
psicológico por las causas del prejuicio.
Dicha campaña dejó al descubrimiento que el racismo y la segregación era un
fenómeno institucionalizado que no podían ser explicados por patologías o
diferencias individuales de los habitantes. El foco de atención para la
explicación del prejuicio en este período de la norma social, en el marco de un
concepto social particular. Se teorizó la existencia de tres mecanismos: la
socialización, la de conformidad y la obediencia.
El racismo y la discriminación tienen raíces mucho más profundas que las normas
sociales, dado que se manifiestan en todos los contextos sociales. La norma
social circunscrita a un cierto contexto no permitía la comprensión acabada del
fenómeno y se empezó a pensar en la presencia de conflictos intergrupales más
básicos y en ciertos condicionantes de la estructura social.
DE LA PERSPECTIVA COGNITIVA DE LAS NUEVAS FORMAS DEL PREJUICIO .
En 1980 investigaciones en distintas partes del mundo demostraron que el racismo
no se había reducido, sino que, por el contrario, sus formas de expresión se
habían modificado. Un nuevo tipo de racismo más sutil y socialmente aceptable.
Racismo moderno o simbólico, resentimiento racial y prejuicio sutil.
Permitieron demostrar que basta la mera percepción de pertenencia a grupos
distintos, para que se desencadenen conductas intergrupales prejuiciosas y
discriminatorias con el objetivo de favorecer al propio grupo. Hamilton
corroboró empíricamente que el sesgo y la discriminación intergrupal son
respuestas que resultan de procesos cognitivos normales, naturales y universales
cuyo objetivo es simplificar la complejidad del entorno social. Porque el
prejuicio y la discriminación son fenómenos omnipresentes y aparentemente tanto
inevitables como universales.
Dos enfoques para explicar cómo los procesos cognitivos básicos, son
constituidos del prejuicio y de la discriminación: un enfoque puramente
cognitivo, por un lado, y un enfoque cognitivo motivacional por otro. El
primero, focaliza en el concepto de estereotipo como una estructura cognitiva
directamente determinada por la categorización social que organiza y representa
información acerca de dichas categorías. El segundo enfoque, postula que, si
bien los factores cognitivos son primarios, la categorización social desencadena
un proceso motivacional cuyo objetivo es efectuar una valoración positiva del
propio grupo en relación a los demás.
Estudios recientes indican que ambas presentan importantes limitaciones para su
comprensión. Los puramente cognitivos, tienen su explicación en que el
componente afectivo no había sido tenido en cuenta o, en su defecto, había sido
relegado a un segundo plano. Hamilton señala que la mayoría de los enfoques
cognitivos, aunque en sí mismos resultan incompletos, han brindado herramientas
útiles para la comprensión y reducción del prejuicio.
Cada 1 de los puntos enfatizados por las teorías dominantes en los distintos
períodos histórico-conceptuales, deberían ser considerados conjuntamente para
proporcionar un marco interpretativo integral en la comprensión del prejuicio,
que lo conciba como un fenómeno tanto grupal como individual y que no se limite
al componente cognitivo, dejando de lado el afectivo.
PREJUICIO SUTIL Y MANIFIESTO .
Pettigrew y Meertens dieron cuenta de la necesidad de diferenciar las
expresiones de prejuicio directas reflejadas en los individuos políticamente
conservadores, así como también las formas indirectas expresadas en los
políticamente progresistas. Los autores diferenciaron entre prejuicio manifiesto
y sutil, siendo el primero la forma tradicional del prejuicio, mientras que el
segundo su expresión moderna.
Se dio cuenta del racismo como una problemática ampliamente extendida
geográficamente. Producto de estas modificaciones, las investigaciones
comenzaron a revelar disminuciones significativas en las expresiones abiertas
del prejuicio racial entre los individuos. Pasando de expresiones manifiestas a
otras más sutiles y modificando el estudio psicológico del prejuicio.
Devine indica que el estudio del prejuicio racial toma un giro hacia nuevas
conceptualizaciones con las nociones de racismo simbólico. Estas cuatro
creencias son: a) “la discriminación hacia la raza negra es una cosa del
pasado”; b) “la falla en el progreso de la gente de color, es debido a que no se
esfuerzan lo suficiente”; c) “las personas de raza negra demandan demasiado”; d)
“estos individuos tienen más de lo que se merecen”. Producto de estas creencias,
el racismo simbólico permite predecir las actitudes políticas y el
comportamiento racial de mejor manera que las medidas tradicionales de racismo
clásico.
Si bien el racismo moderno deriva del simbólico, ambas posiciones difieren en el
origen que atribuyen el sesgo racial. El racismo moderno sostiene que diferentes
formas de afecto negativo como miedo o desagrado son adquiridas durante el
proceso de socialización o por aprendizaje modelado y persisten hasta la vida
adulta.
El racismo aversivo que, a diferencia de las anteriores formas de racismo,
focaliza su atención en las personas políticamente progresistas, con aparente
tolerancia y aceptación hacia las minorías. Pero sus sentimientos y creencias
negativas inconscientes se expresan en modos sutiles, indirectos y a menudo
racionables como el temor o la ansiedad frente al contacto intergrupal.
Según Pettigrew y Meertens, mientras que el prejuicio manifiesto coincide con el
racismo clásico, el prejuicio sutil ocupa una posición intermedia entre el
racismo moderno y el aversivo, ya que se aproxima a primero en su énfasis en los
valores conservadores y coincide con el segundo al señalar que el prejuicio se
manifiesta, más que los sentimientos negativos hacia un determinado exogrupo.
Estas formas sutiles de prejuicios son tan nocivas como las expresiones de tipo
manifiestas, ya que según Dovidio “afectan la vida de las personas de manera
sutil pero significativa”.
EL CONTENIDO DE LOS ESTEREOTIPOS: EL PAPEL DE LA CALIDEZ Y LA COMPETENCIA .
El modelo del contenido de los estereotipos nuestra percepción de los grupos
sociales se elabora a partir de 2 dimensiones básicas en las que se combinan los
diferentes estereotipos: la calidez y la competencia. La dimensión de calidez
nos permite dar cuenta de las intenciones de las demás personas hacia nosotros,
y se compone de rasgos tales como la confianza, sinceridad, amistad, afecto,
etc. La dimensión de competencia permite la categorización en términos de la
capacidad de los otros para lograr sus intenciones u objetivos, y comprende
rasgos como la eficiencia, competencia, seguridad de sí mismo, inteligencia,
etc.
Las emociones prototípicas son una de las principales fuentes de los contenidos
de los estereotipos, siendo la piedad, envidia, desprecio y admiración alguna de
las principales que han sido estudiadas.
EMOCIONES PROTOTÍPICAS QUE FAVORECEN LA EMERGENCIA DE DIFERENTES FORMAS DEL
PREJUICIO .
Las diferencias en la percepción de calidez y competencia hacia distintos grupos
sociales se dan cuenta de cuatro combinaciones, de acuerdo a los niveles de cada
dimensión. Tales combinaciones dan lugar a cuatro respuestas emocionales
prototípicas: la piedad, la envidia, el desprecio y la admiración.
LA PIEDAD (PREJUICIO PATERNALISTA) .
Los grupos percibidos con un bajo estatus, considerados incompetentes, pero a su
vez visto con un alto nivel de calidez, dan lugar al prejuicio paternalista.
Personas de edad avanzada, discapacitados, personas con retraso o amas de casa.
Estos grupos suelen generar compasión y simpatía. Otro caso prototípico es el de
la pobreza, que siempre y cuando se le atribuye a causas externas e
incontrolables, suele volcar la piedad como respuesta emocional. La piedad
cuando se considera que las mismas no fueron responsabilidad del individuo.
La piedad es considerada una respuesta emocional que da lugar al prejuicio
paternalista debido a que la compasión por parte de quien percibe se posiciona
en un papel dominante, superior a la persona percibida. El paternalismo implica
emociones positivas dirigidas hacia personas por formar parte de grupos
considerados como poco afortunados debido a causas que están fuera de su
control.
LA ENVIDIA (PREJUICIO ENVIDIOSO) .
Grupos sociales percibidos como competentes pero fríos suelen despertar la
envidia y los celos. El lado positivo de la envidia es que grupos son percibidos
como altamente competentes y por lo tanto responsables por su propio éxito. El
lado negativo es que, si simultáneamente son percibidos como personas que
carecen de calidez, empatía y/o respeto por los demás, considerando así que sus
intenciones son hostiles. Puede emerger a partir de la comparación social. Los
sentimientos negativos de inferioridad que provoca la envidia conllevan la
mayoría de las veces a considerar a los altos niveles de competencia del
exogrupo como ilegítimos. De acuerdo con Spears y Leach, la envidia pareciera
ser la reacción más prototípica hacia grupos percibidos como superiores, más
incluso que la ira o el resentimiento.
EL DESPRECIO (PREJUICIO DESPRECIATIVO) .
La tercera combinación posible es la de percibir a grupos como incompetentes y
fríos, la cual dará cuenta del prejuicio de tipo despreciativo. Evoca la ira, el
desprecio, el asco, el odio y el resentimiento. Emergen sobre la base de
responsabilizar a tales personas por sus resultados negativos, como si se
afirmaran que ellas tienen la culpa de la situación en la que se encuentran.
Además, estas personas suelen ser consideradas como una carga para el resto de
la sociedad.
El desempleo y la pobreza son muchas veces consideradas como consecuencias de la
voluntad por parte de los individuos.
A pesar de que la ira es un factor relevante, el prejuicio despreciativo implica
emociones más específicas, como el desprecio y el asco, sumados a un
resentimiento moralista que incluye matices de injusticia e indignación muchas
veces incluso decepción debido a un comportamiento ilegítimo. La ira, el
desprecio y el asco expresan un ultraje moral en diferentes niveles: individual,
comunitario y divino.
ADMIRACIÓN .
Ciertos grupos sociales son percibidos con un alto estatus, pero sin embargo no
son considerados como competencia para el endogrupo, ya sea porque son altamente
dominantes o debido a que son grupos de referencia percibidos como aliados o
cercanos. También son considerados como grupos de referencia de la sociedad,
provocan la admiración y el orgullo.
Las personas suelen presentar una actitud positiva hacia los éxitos de otras
personas cercanas, siempre y cuando ese éxito se encuentre en un dominio que no
se presente como una comparación desfavorable para el autoconcepto, ya que de
esta forma afectaría la autoestima y podría ser recategorizado como envidia.
Tanto el orgullo como la admiración suelen dirigirse hacia grupos percibidos
como exitosos.
NUEVAS FORMAS DE PREJUICIO Y TIPOS DE PREJUICIO – TRAVNIK
INTRODUCCIÓN A LAS NUEVAS FORMAS DE PREJUICIO .
La perspectiva intergrupal en psicología social reconoce que el comportamiento
social está profundamente influenciado por las categorías sociales a las que
pertenecemos, así como las relaciones de poder y estatus entre estas categorías.
La perspectiva intergrupal ofrece una comprensión profunda del prejuicio a
través del concepto integral de “comportamiento intergrupal”. Este enfoque
sostiene que cualquier interacción entre representantes de 2 o más grupos
sociales separados se clasifica como comportamiento intergrupal. La clave es
pensar en función de las desigualdades grupales, donde se prejuzga y discrimina
para no perder la posición de privilegio. En otras palabras, la mera conciencia
de la existencia de divisiones grupales afecta las interacciones y las
actitudes, constituyendo así el comportamiento intergrupal.
En la actualidad, la sociedad ha volcado su atención hacia un lenguaje más
inclusivo y respetuoso. Esta aparente disminución en expresiones abiertas de
prejuicio no indica una erradicación del fenómeno; más bien, se ha transformado
y se manifiesta de manera más sutil.
NUEVAS FORMAS DE PREJUICIO – SEXISMO AMBIVALENTE .
La teoría del sexismo ambivalente representa una nueva perspectiva en la
comprensión de los prejuicios de género y los estereotipos que delinean las
conductas esperadas para mujeres y hombres.
En las últimas décadas, se ha evidenciado cómo las categorías cognitivas
aparentemente benevolentes hacia las mujeres pueden encubrir formas sutiles de
discriminación. La teoría del sexismo ambivalente destaca la coexistencia de
creencias sexistas hostiles y benevolentes, donde se sobreponen concepciones
negativas con actitudes aparentemente positivas pero limitantes.
El sexismo benevolente es una forma de prejuicio de género que implica actitudes
positivas y aparentemente amigables hacia las mujeres, pero qué, en última
instancia, refuerzan roles y estereotipos de género tradicionales y desiguales.
Este tipo de sexismo puede incluir actitudes como la idealización de la
maternidad, la sobreprotección hacia las mujeres o la atribución de
características positivas y estereotipadas, como la ternura o la fragilidad a
las mujeres.
Este fenómeno adquiere una relevancia significativa, ya que tanto hombres como
mujeres tienden a no percibir las manifestaciones benevolentes como formas de
prejuicio. Por el contrario, estas actitudes a menudo son respaldadas y
reforzadas por el entorno social, llegando a ser consideradas conductas
prosociales, especialmente en el contexto de elección de pareja heterosexual.
COMPONENTES DEL SEXISMO AMBIVALENTE .
Glick y Fiske establecen tres componentes que constituyen la teoría del sexismo
ambivalente: el paternalismo, las diferencias complementarias de género y la
heterosexualidad.
El paternalismo se define como el componente que restringe las libertades de un
grupo bajo la premisa de velar por su propio bien. Esta definición presenta una
ambivalencia, ya que implica tanto dominación como afecto y protección. Un
conjunto de creencias que justifica el patriarcado al considerar a las mujeres
como no totalmente competentes, legitimando la necesidad de control masculino.
El paternalismo dominante genera estereotipos de superioridad masculina en
rasgos de estatus dando lugar al sexismo hostil.
La diferenciación complementaria de género se perpetúa al asociar ciertos roles
y competencias específicas a cada sexo. Se perciben a los varones como
socialmente competentes para liderar y conducir las instituciones. La diferencia
complementaria de género establece la creencia, que sostiene que las mujeres son
superiores solo en roles de menor estatus.
Las relaciones amorosas heterosexuales son consideradas por ambos géneros como
una fuente principal de felicidad y la forma de vínculo más íntima. La
dependencia de los hombres de las mujeres en estas relaciones crea una dinámica
única, donde el grupo más poderoso depende del subordinado para establecer
vínculos amorosos.
ESTRATEGIAS DE REDUCCIÓN DEL PREJUICIO .
La reducción del prejuicio emerge como un desafío fundamental en la construcción
de sociedades más justas y tolerantes.
La investigación sobre relaciones intergrupales se ha enfocado en mecanismos
psicosociales subyacentes a fenómenos conflictivos entre miembros de distintas
categorías sociales. La “hipótesis del contacto”, formulada por Allport en 1954,
planteó la idea de que la interacción entre individuos pertenecientes a
diferentes grupos podría disminuir los prejuicios y la discriminación entre
ellos. Los grupos involucrados deben colaborar de manera cooperativa, perseguir
metas comunes, mantener un estatus igualitario durante la interacción y contar
con respaldo institucional, como el respaldo de escuelas y lugares de trabajo
para el contacto entre distintos grupos sociales.
La teoría del contacto busca la generalización de efectos positivos más allá de
la situación específica de intervención. Estudios indican que los programas de
contacto pueden mejorar actitudes hacia participantes directos, todo el grupo
externo, miembros del exogrupo en otras situaciones e incluso hacia otros grupos
no involucrados inicialmente. Pettigrew denominó “transferencia de efectos
secundarios del contacto”, a lo que implica que las actitudes adquiridas hacia
un grupo externo principal durante la experiencia de contacto se trasladan hacia
otro grupo externo secundario no involucrado inicialmente. A la vez que esta
transferencia se observa tanto en el contacto directo como en el indirecto.
FACTORES ASOCIADOS A LA REDUCCIÓN DEL PREJUICIO .
El proceso es afectivo emergen como mediadores preponderantes en la relación
entre el contacto intergrupal y el prejuicio. Aunque el contacto puede desmentir
estereotipos negativos sobre el grupo externo, se evidencia que los procesos
cognitivos tienen una participación limitada.
La investigación sobre mediadores emocionales se ha centrado en gran medida en
la ansiedad intergrupal, confirmándose su papel como mediador en la relación
entre el contacto y el prejuicio.
Hallaron que la admiración, la rabia y la repugnancia, previas a la ansiedad,
son predictores dominantes del prejuicio.
Estudios adicionales de Seger y colaboradores indican que un mayor contacto
intergrupal se asocia con un aumento de emociones positivas como la admiración y
simpatía, y una reducción en la sensación de amenaza y rabia hacia el grupo
externo. La admiración se destaca por influir significativamente en el
comportamiento, ya que hacia el grupo dominante suscita diferencia, mientras que
hacia los grupos oprimidos promueve el apoyo y acciones para cambiar las
jerarquías sociales.
El efecto contextual del contacto sobre el prejuicio se refiere a la diferencia
entre el efecto del contacto intergrupal en contextos sociales, denominado
efecto inter-nivel, y el efecto del contacto a nivel individual dentro de estos
entornos, conocido como efecto intra-nivel. Un efecto contextual positivo del
contacto indica que el prejuicio disminuye en aquellos lugares donde se
experimentan relaciones intergrupales positivas.
Hallazgo de Henry y Hardin revelaron que el contacto intergrupal positivo reduce
el prejuicio implícito únicamente en los grupos de menor estatus que muestran
diferencia y respeto hacia el grupo dominante. Este descubrimiento resalta la
complejidad de las dinámicas intergrupales y subraya la importancia de
considerar el estatus social en la evaluación de los efectos del contacto en la
reducción del prejuicio.
ACTITUDES – BRIÑOL, FALCES Y BECERRA
INTRODUCCIÓN: ¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LAS ACTITUDES? .
Las personas toman decisiones y realizan elecciones. Estos comportamientos
tienen un punto en común, todos ellos reflejan las valoraciones que las personas
poseen sobre las distintas cuestiones mencionadas. Se las conoce con el nombre
de actitudes.
En primer lugar, las actitudes son relevantes a la hora de adquirir nuevos
conocimientos ya que las personas asimilan y relacionan la información que
reciben del mundo en torno a dimensiones evaluativas.
Segundo, las actitudes desempeñan una serie de funciones imprescindibles a la
hora de buscar, procesar y responder, no solo a la información sobre el entorno,
sino también a las relacionadas con uno mismo.
En tercer lugar, las actitudes guardan una estrecha relación con nuestra
conducta y el mayor y mejor conocimiento de las actitudes permitirá realizar
predicciones más exactas sobre la conducta social humana y sobre sus cambios.
Las actitudes influyen sobre la forma en que piensan y actúan las personas.
En cuarto lugar, las actitudes permiten conectar el contexto social en el que
vivimos con la conducta individual o nuestras actitudes reflejan la
interiorización de los valores, normas y preferencias que rigen en los grupos y
organizaciones a las que pertenecemos.
En quinto lugar, cambios en las actitudes de las personas pueden cambiar el
contexto. Si las actitudes de un gran número de personas cambian, posiblemente
las normas sociales puedan cambiar también.
Por último, la investigación sobre las actitudes permite conectar áreas de
investigación tradicionalmente dispersas,
¿QUÉ SON LAS ACTITUDES? .
Definir las actitudes de la siguiente forma: evaluaciones globales y
relativamente estables que las personas hacen sobre otras personas, ideas o
cosas que, técnicamente, reciben la denominación de objetos de actitud.
Al hablar de actitudes se hace referencia al grado positivo o negativo con que
las personas tienden a juzgar cualquier aspecto de la realidad,
convencionalmente denominado objeto de actitud.
La actitud puede ser positiva, negativa o neutra y pueden variar en su
extremosidad o grado de polarización.
Otra de las características esenciales de las actitudes es que constituyen un
fenómeno mental. Las actitudes reflejan una tendencia evaluativa que no es
directamente observable desde fuera del propio sujeto. Por tanto, se hace
necesario inferir las actitudes de las personas a partir de ciertos indicadores.
Las actitudes se organizan mentalmente de acuerdo a lo que ha dado en denominar
concepción tripartita de las actitudes.
Las actitudes constan de 3 componentes:
1- componente cognitivo: incluso los pensamientos y creencias de la persona
acerca del objeto de actitud.
2- Componente afectivo: agrupa los sentimientos y emociones asociados al objeto
de actitud.
3- Componente conductual: recoge las intenciones o disposiciones a la acción,
así como los comportamientos dirigidos hacia el objeto de actitud.
¿PARA QUÉ SIRVEN LAS ACTITUDES?: FUNCIONES .
Clasificaciones funcionales de las actitudes: organización del conocimiento,
utilitaria y de expresión de valores.
FUNCIÓN DE ORGANIZACIÓN DEL CONOCIMIENTO .
Las actitudes ayudan a satisfacer esta necesidad básica de conocimiento y
control, estructurando la información en términos positivos y negativos. De esta
forma nuestras actitudes permiten predecir que cabe esperar de ellas, aumentando
así nuestra sensación de control.
Los procesos de exposición y atención a cualquier estímulo, su codificación a
través de la percepción y el juicio, así como su recuperación de la memoria, se
ven influidos por nuestras actitudes.
Las actitudes guían la búsqueda y la exposición a información relevante,
acercando a la persona a todos aquellos aspectos de la realidad congruentes con
ellas y evitando aquellos elementos que les sean contrarios.
Una vez formada una actitud, ésta guía la búsqueda de información que refuerce o
valide dicha actitud, ignorando selectivamente la información que no coincide
con ella.
La búsqueda de equilibrio y coherencia constituye otra motivación humana
fundamental.
FUNCIÓN INSTRUMENTAL O UTILITARIA .
Esta función tiene su base en las teorías del aprendizaje, según las cuales las
actitudes ayudan a la persona a alcanzar los objetivos deseados, y que les
proporcionarán recompensas, así como evitar los no deseados, y cuya consecuencia
sea el castigo. A través de las actitudes podemos conseguir lo que queremos y
evitar aquello que no nos gusta, contribuyendo de esta forma a crear sensaciones
de libertad y competencia.
FUNCIÓN DE IDENTIDAD Y EXPRESIÓN DE VALORES .
La expresión de las actitudes personales sirve para informar a los demás de
quiénes son. Nos ayudan a conocernos y darnos a conocer a los demás. Así las
actitudes juegan un importante papel en la definición y el fortalecimiento de la
propia identidad. Además, la expresión de las actitudes permite a las personas
mostrar sus principios y valores, así como identificarse con los grupos que
comparten actitudes similares. La expresión de actitudes sirve para acercarse a
otras personas con actitudes similares, contribuyendo de esa forma a satisfacer
la necesidad básica de aceptación y pertenencia grupal.
Si consideramos conjuntamente las funciones que cumplen las actitudes, podemos
observar su importancia a la hora de satisfacer las necesidades psicológicas
fundamentales de los humanos: tener conocimiento y control sobre el entorno,
mantener cierto equilibrio y sentido interno, sentirnos bien con nosotros mismos
y ser aceptados por los demás.
FORMACIÓN DE ACTITUDES .
Las actitudes se adquieren:
• Por condicionamiento instrumental, es decir, por medio de los premios y
castigos que recibimos por nuestra conducta.
• Por modelado o imitación de otros.
• Por refuerzo vicario u observación de las consecuencias de conducta de otros.
Las actitudes se organizan en torno a tres componentes: componente cognitivo,
componente afectivo y componente conductual.
TEORÍA DE LA ACCIÓN RAZONADA .
Se basa en el modelo conocido como la expectativa-valor, y parte de la premisa
de que las actitudes están determinadas por las creencias que tenemos acerca del
objeto actitudinal.
En la elaboración de su modelo de la acción razonada se introduce una nueva
variable: el control percibido. Cuántos más factores cree la persona que
dificultan la realización de la conducta, disminuye el control percibido y, por
lo tanto, la relación entre actitud y conducta.
Según estos modelos las personas poseen una variedad de creencias asociadas con
la actitud, creencias que van desde estimaciones de la probabilidad y
deseabilidad de las conductas asociadas con el objeto de actitud hasta las
expectativas en relación con lo que sería deseable para los demás.
ACTITUDES BASADAS EN INFORMACIÓN AFECTIVA .
Numerosos son los mecanismos que permiten explicar la influencia de los afectos
en la formación de actitudes, de entre todos ellos destacaremos 3 de los más
importantes: el condicionamiento clásico, el priming afectivo y la mera
exposición.
CONDICIONAMIENTO CLÁSICO .
Se refiere a una forma de aprendizaje en la que un estímulo que inicialmente no
evoca ninguna respuesta emocional termina por inducir dicha respuesta como
consecuencia de su emparejamiento sucesivo con otro estilo, que sí provoca
naturalmente la mencionada respuesta afectiva.
La formación de actitudes a través de procesos de condicionamiento es un
procedimiento utilizado con mucha frecuencia en la formación y cambio de
respuestas afectivas en distintos contextos, ya que no requiere un esfuerzo
mental por parte de la persona condicionada.
PRIMING AFECTIVO .
Una variación de los procedimientos tradicionales de condicionamiento clásico es
el denominado fenómeno de priming afectivo que consiste en el mismo proceso
descrito anteriormente, pero exponiendo el estímulo incondicionado antes que el
condicionado.
MERA EXPOSICIÓN .
Se pueden formar actitudes sin necesidad de emparejar unos estímulos con otros,
basta con preparar un estímulo repetidas veces para que acabe por gustar.
Zajonc denomino efecto de mera exposición para referirse al aumento de la
preferencia por un estímulo tras la exposición repetida a dicho estímulo.
La simple repetición de un estímulo puede llevar a evaluaciones más positivas de
dicho estímulo incluso cuando las personas no reconocen haberlo visto con
anterioridad.
Para qué esa facilidad mental influya sobre las actitudes, las personas tienen
que considerar la fluidez como algo positivo.
Las personas prefieren estímulos familiares antes que estímulos nuevos,
independientemente de si la familiaridad se deriva de la presentación previa o
de cualquier otra fuente.
ACTITUDES BASADAS EN INFORMACIÓN CONDUCTUAL .
Las conductas que realizamos en relación con dichos objetos pueden proporcionar
información relevante para la Constitución de nuestras actitudes.
La psicología social se ha centrado en el estudio de los mecanismos psicológicos
a través de los cuales se produce este efecto, es decir, de los procesos que
explican la influencia de la conducta sobre los propios estados internos.
CONDICIONAMIENTO CLÁSICO .
Nuestra propia conducta puede afectar a las actitudes funcionando como un
estímulo incondicionado. Se ha encontrado que distintas expresiones faciales y
movimientos podrían servir para formar y modificar actitudes hacia distintos
estímulos.
DISONACIA COGNITIVA .
Cuando las personas se comportan de forma inconsciente con su forma de pensar se
produce un estado aversivo de malestar que lleva a las personas a buscar
estrategias para reducir o eliminar ese estado de ánimo negativo.
El paradigma de la disonancia cognitiva supuso un importante cambio de
perspectiva en relación con las teorías clásicas del aprendizaje al mostrar que
los incentivos externos podían resultar contraproducentes para motivar a las
personas, al menos en algunas circunstancias.
AUTOPERCEPCIÓN .
Una explicación alternativa de la teoría de disonancia es la teoría de
autopercepción de Bem. Según esta teoría, utilizamos la observación de nuestras
propias conductas para juzgarnos a nosotros mismos, igual que hacemos con la
conducta de todos los demás. Este proceso de autoobservación es más probable que
influya en las evaluaciones cuando no tenemos una actitud previa y clara sobre
el objeto evaluado.
SESGO DE BÚSQUEDA .
Todo mecanismo psicológico a través del cual la conducta puede influir sobre la
información de actitudes es por medio del sesgo de los pensamientos que vienen a
la mente en el momento en que las personas llevan a cabo dicha conducta. Cuando
las personas realizan una determinada conducta, se produce un sesgo de búsqueda
a favor de los pensamientos que son conscientes con dicha conducta y un
detrimento de aquellos pensamientos no conscientes con ella. La propia conducta
también podría cambiar las actitudes haciendo unas creencias o pensamientos más
accesibles que otros.
AUTOVALIDACIÓN .
Un último proceso psicológico que puede explicar la influencia de la conducta
sobre las actitudes es el postulado por la Teoría de autoevaluación. La propia
conducta se utiliza en ocasiones como un indicador de la validez de los propios
pensamientos. La conducta no sesgaría los pensamientos que vienen a la mente,
sino que serviría para decidir sobre su validez.
FUERZA Y ESTRUCTURA DE LAS ACTITUDES .
Se refiere a la capacidad de una actitud para ser relativamente estable y
resistente en el tiempo, y con capacidad para predecir la conducta de las
personas. Las actitudes, denominada fuertes, tienen mayor probabilidad de
producir estos resultados que aquellas a las que se conocen como actitudes
débiles.
• Los indicadores objetivos más estudiados con extremosidad, accesibilidad,
ambivalencia, estabilidad, resistencia, potencial predictivo sobre la conducta y
grado de conocimiento asociado con el objeto de actitud.
• Los indicadores subjetivos tienen que ver, en la mayoría de los casos, con la
estimación subjetiva o la percepción que las personas tienen de los indicadores
objetivos,