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Resumen para el Primer Parcial | Psicología Social (Cátedra: Wainstein - 2018) |
Psicología | UBA
LA CONSTRUCCIÓN DE LA REALIDAD. BERGER Y LUCKMANN.
I) LOS FUNDAMENTOS DEL CONOCIMIENTO EN LA VIDA COTIDIANA.
1) La realidad de la vida cotidiana.
La vc se presenta como una realidad interpretada por los H y para ellos tiene el
significado subjetivo de un mundo coherente. Es un mundo que se origina en sus
pensamientos y acciones, y está sustentado como real por estos.
La conciencia siempre es intencional, es capaz de moverse en diferentes esferas
de la realidad. Tengo conciencia de que el mundo consiste en realidades
múltiples. Entre estas existe una que se presenta como la realidad por
excelencia. Es la realidad de la vida cotidiana llamada suprema realidad.
Aprehendo la realidad de la vc como una realidad ordenada, ya que está
constituida por un orden de objetos que han sido designados como objetos antes
de que yo apareciera en escena.
El lenguaje usado en la vc marca las coordenadas de mi vida en la sociedad y la
llena de objetos significativos. La realidad de la vc se organiza alrededor del
“aquí” de mi cuerpo y el “ahora” de mi presente. Experimento la vc en grados
diferentes de proximidad y alejamiento, tanto espacial como temporal. Lo más
próximo a mi es la zona de mi vc accesible a mi manipulación corporal. Mi
atención a este mundo está determinada por lo que hago, lo que ya he hecho o lo
que pienso hacer en él. Mi interés por las zonas alejadas es menos intenso y
menos urgente.
La realidad de la vc se me presenta como un mundo intersubjetivo, un mundo que
comparto con otros. Se que mi actitud natural para este mundo corresponde a la
actitud natural de otros, que también ellos aceptan las objetivaciones por las
cuales este mundo se ordena. También se, que los otros tienen de este mundo
común una perspectiva que no es idéntica a la mía. Mis proyectos difieren y
hasta pueden entrar en conflicto con los de ellos. Se que hay una
correspondencia cotidiana entre mi significado y sus significados en este mundo,
que compartimos un sentido común de la realidad de este. La actitud natural es
la actitud de la cc del sentido común porque se refiere a un mundo que es común
a muchos hombres. El conocimiento del sentido común es el que comparto con otros
en las rutinas normales y auto-evidentes de la vida cotidiana.
La realidad de la vc se da por establecida como realidad, no requiere
verificaciones. Las rutinas de la vc serán aprehendidas como no problemáticos
hasta que su continuidad sea interrumpida por la aparición de un problema.
Cuando inquiero el significado de esa actividad insólita hay una variedad de
posibilidades que mi conocimiento de sentido común es capaz de re-integrar
dentro de las rutinas no problemáticas de la vida cotidiana.
Comparadas con la realidad de la vc otras realidades aparecen como zonas
limitadas de significado. Por ej en el teatro la transición entre las realidades
se señala con la subida y bajada del telón. Cuando el telón se levanta, el
espectador se ve “transportado a otro mundo”, que tiene significados propios.
Cuando cae el telón, el espectador “vuelve a la realidad”.
Todas las zonas limitadas de significado se caracterizan por desviar la atención
de la realidad de la vc. Se construyen submundos, aparecen de manera inmediata.
El desplazamiento hacia una zona limitada de significado es de índole mucho más
extrema. Produce un cambio radical en la tensión de la conciencia.
El mundo de la vc se estructura tanto en el espacio como en el tiempo. La
estructura espacial es periférica posee una dimensión social en virtud del hecho
de que mi zona de manipulación se intersecta con la de los otros. La
temporalidad es una propiedad intrínseca de la consciencia (intimo).
Todo individuo tiene consciencia de un fluir interior del tiempo. La
intersubjetividad tiene también una dimensión temporal en la vc tiene su propia
oficial puede entenderse como la intersección del tiempo cósmico con su
calendario establecido socialmente. Tanto mi organismo como la sociedad a que
pertenezco imponen a mi tiempo interior, secuencias de hechos que entrañan una
espera.
Mi propia vida es un episodio en el curso externamente artificial del tiempo,
cuento solo con una determinada cantidad de tiempo para realizar mis proyectos.
La estructura temporal de mi vc no solo impone secuencias preestablecida en la
agenda de un día cualquiera, sino que también se impone sobre mi biografía en
conjunto.
2) Interacción social en la vida cotidiana.
La realidad de la vc es algo que comparto con otros. La experiencia “cara a
cara” es el prototipo de la interacción social y del que se derivan todos los
demás casos. Mi “aquí y ahora” y el suyo están continuamente uno sobre otros, en
tanto dure la s c a c. El resultado es un intercambio continuo entre mi
expresividad y la suya. Ninguna otra forma de relación puede reproducir la
abundancia de síntomas de subjetividad que se da en la s c a c. En la s c a c el
otro es completamente real.
Las relaciones con otros en la s c a c son sumamente flexibles, Es difícil
imponer pautas rígidas. Seguramente puedo interpretar erróneamente los
significados del otro aun en la s c a c, ya que es posible que el otro oculte
“hipócritamente” sus significados.
La realidad de la vc contiene esquemas tipificadores en donde los otros son
aprehendidos y tratados en encuentros c a c. De este modo puedo aprehender al
otro como, hombre, europeo, cliente, etc. Todas estas tipi afectan mi
interacción con el otro. A esta altura, es natural que mi esquema tipi tenga que
ser modificado.
Los esquemas tipi son recíprocos. El otro también me aprehende de manera
tipificada.
Las tipi de la interacción social se vuelven anónimas a medida que se alejan de
la s c a c. El grado de interés y de intimidad pueden combinarse para aumentar o
disminuir el anonimato de la experiencia. La estructura social es la suma total
de todas estas tipi y de las pautas recurrentes de interacción establecidas por
intermedio de ellas. La estructura social es un elemento esencial de la vc.
3) El lenguaje y el conocimiento de la vida cotidiana.
La expresividad humana es capaz de objetivarse, es decir, se manifiesta en
productos de la actividad humana, q están al alcance tanto de sus productores
como de los otros.
En la situación cara a cara encontramos índices q dan acceso a la subjetividad
ajena. Estos índices no tienen posibilidad de sobrevivir más allá del presente
vivido q ofrece la situación c a c. El arma, por ejemplo, es un producto humano
como una objetivación de la subjetividad humana.
La realidad de vc es posible únicamente por objetivaciones. Un caso especial de
objetivación, es la significación, la producción humana de signos. Un signo
puede distinguirse de otras objetivaciones por su intención explicita de servir
como indicio de significados subjetivos.
Los signos se agrupan en una cantidad de sistemas. Los signos y los sistemas de
signos son objetivaciones y se caracterizan todos por su “separatividad”.
El lenguaje es un sist de signos vocales, es el sist de signos más importantes
de la sociedad humana. No se puede hablar de lenguaje como un gruño o aúllo o
abucheo, aunque estas expresiones vocales son capaces de volverse lingüísticas
en tanto se integren dentro de un sist de signos accesibles objetivamente.
Las objetivaciones comunes de la v c se sustentan por la significación
lingüística. La comprensión del leng es esencial para cualquier comprensión de
la realidad de la v c. El leng se origina en la situación cara a cara, pero
tiene capacidad de comunicar significados q no son expresiones directas de
subjetividad “aquí y ahora”. Es capaz de transformarse en acumulaciones de
significado y experiencia, q puede preservar a través del tiempo y transmitir a
las generaciones futuras.
En la s c a c hay una continua producción de signos vocales. Hablo a medida q
pienso, lo mismo q mi interlocutor en la conversación. Cada uno oye lo q el otro
dice en el mismo momento en q lo dice, y esto posibilita el acceso continuo,
sincronizado y reciproco.
El leng me obliga a adaptarme a sus pautas, es tan flexible que me permite
objetivar una gran variedad de experiencias q me salen al paso en el curso d mi
vida. El leng tb tipifica experiencias, permitiéndome incluirlas en categorías
amplias en cuyos términos adquieren significado p mí y p mis semejantes.
El leng es capaz de hacer presentes una diversidad de objetos q se hallan
ausentes del “aquí y ahora”. Este poder trascendente e integrador del leng se
conserva aun cuando estoy “hablando conmigo mismo”.
El leng, además, es capaz de trascender por completo la realidad de la v c.
Puede referirse a experiencias q corresponden a zonas limitadas de significado y
abarcar zonas aisladas d la realidad. Cualquier tema significativo q cruce d una
esfera de realidad a otra puede definirse como a un símbolo, y el modo
lingüístico por el cual se alcanza esta trascendencia puede denominarse lenguaje
simbólico. El leng construye entonces enormes edificios de representación
simbólica q parecen dominar la realidad d la v c como gigantescas presencias de
otro mundo.
Dentro de los campos semánticos formados se posibilita la objetivación,
retención y acumulación d la experiencia biográfica e histórica. En virtud d
esta acumulación se forma un acopio social de conocimiento, q se transmite de
generación en generación. Este está socialmente distribuido y los individuos
poseen distintos conocimientos en distintos grados. Abarca el conocimiento de mi
situación social y de sus límites, permitiendo la ubicación de los individuos en
la sociedad y el manejo apropiado de ellos. Permite conocer los esquemas
tipificadores de la sociedad. Se presenta como un todo integrado.
El conocimiento de receta, es el conocimiento que se limita a la competencia en
quehaceres rutinarios, se refiere a lo que tengo que saber para mis propósitos
del presente y del futuro. Similarmente, poseo conocimiento de receta sobre el
funcionamiento de las relaciones humanas. Gran parte del cúmulo social de
conocimiento consiste en recetas para resolver problemas de rutina, y solo
interesa que sirva para resolver ese tipo de problemas.
II) LA SOCIEDAD COMO REALIDAD OBJETIVA.
1) Institucionalización.
a) Organismo y actividad.
Los seres humanos crean su propia naturaleza. A diferencia de los animales, el
ser humano no tiene ambiente específico, pudo establecerse en todo el mundo. No
tiene limitaciones biológicas en relación con su ambiente. El hombre se sigue
desarrollando después de haber entablado relación con su ambiente: el proceso
por el cual se llega a ser hombre se produce en una interrelación con el
ambiente.
El desarrollo de su organismo está socialmente determinado. Tiene una enorme
plasticidad para adaptarse. El ser humano está condicionado por su ambiente, el
hombre se produce a sí mismo, construye su propia naturaleza.
Solo hay naturaleza humana en el sentido de ciertas constantes antropológicas, q
delimitan y permiten sus formaciones socio-culturales. Estas constantes son:
plasticidad instintiva (ej. sexualidad) y apertura al mundo. Esta apertura al
mundo es siempre transformada por el orden social, que funciona como un
filtro/límite en una relativa clausura al mundo. Esta proporciona casi siempre
dirección y estabilidad a la mayor parte del comportamiento humano.
La formación del yo debe, entenderse en relación con el permanente desarrollo
del organismo y con el proceso social en el que los otros significativos median
entre el ambiente natural y el humano. El yo se construye como interioridad,
pero es de origen social. La humanidad especifica del hombre y su sociedad están
íntimamente entrelazadas.
La existencia humana se desarrolla en un contexto de orden, dirección y
estabilidad. El desarrollo individual del organismo esta precedido por un orden
social dado. El orden social es una producción humana constante, realizada por
el H en el curso de su continua externalización. El orden social no se da
biológicamente, tampoco en el ambiente natural. La inestabilidad del organismo
humano exige que el hombre proporcione cierta estabilidad a su comportamiento,
especializando y dirigiendo sus impulsos. Tiene una necesidad de orden social.
La externalización, constituye una necesidad antropológica. El ser humano no se
concibe dentro de una esfera cerrada. Esta necesidad antropológica se funda en
el equipo biológico del H.
b) Orígenes de la institucionalización.
Toda actividad humana está sujeta a la habituación. Es la sistematización de la
tipificación. Todo acto q se repite con frecuencia, crea una pauta q luego puede
reproducirse con economía de esfuerzos y es aprehendida como pauta por el q la
ejecuta. Implica q la acción puede volver a ejecutarse en el futuro con idéntica
economía de esfuerzos. Las acciones habitualizadas retienen carácter
significativo p el individuo y eficacia social, los significados se incrustan
como rutina, como conocimiento.
La institucionalización es la tipificación reciproca de acciones habitualizadas
e interiorizadas por tipos de actores. Toda tipificación de esa clase es una
institución. Las tipificaciones de las acciones habitualizadas q constituyen las
instituciones, siempre se comparten, son accesibles a todos los integrantes de
un determinado grupo social, y la institución misma tipifica tanto a los actores
individuales como a las acciones individuales.
Las instituciones implican historicidad y control. Las tipificaciones reciprocas
de acciones se construyen en el curso de una historia compartida: no pueden
crearse en un instante. Las instituciones siempre tienen una historia, de la
cual son producto las instituciones. Controlan el comportamiento humano
canalizándolo en una dirección determinada. Decir q un sector de actividad
humana se ha institucionalizado es decir q ha sido sometido al control social.
La sociedad es un producto humano, una realidad objetiva. El hombre es un
producto social.
Para que se produzca una tipificación recíproca debe existir una situación
social continua en la que las acciones habitualizadas de dos o más individuos se
entrelacen. Al adquirir historicidad, las instituciones adquieren objetividad y
pasan a experimentarse como un hecho externo y coercitivo, como una realidad
objetiva, ya dada.
Hay tres momentos en la relación dialéctica entre hombre (productor) y mundo
social (producto):
-El proceso de externalización está referido al hecho de que las instituciones
son percibidas por nosotros como si tuvieran una realidad propia, se
experimentan como existentes por encima y más allá de los individuos y se
presenta como un hecho externo y coercitivo. Dado que las instituciones existen
como realidad externa, el individuo debe “salir” a conocerlas. La sociedad es un
producto humano.
-La objetividad del mundo institucional, es de producción y construcción humana.
El proceso por el q los productores externalizados de la actividad humana
alcanzan el carácter de la objetividad se llama objetivación. El mundo
institucional es actividad humana objetivada, así como lo es cada institución de
por sí. El H es capaz de producir un mundo q luego ha de experimentarse como
algo distinto de un producto humano. La relación entre el hombre, productor y el
mundo social, su producto, es y sigue siendo dialéctica. Es decir, q el H y el
mundo social interactúan. El producto vuelve a actuar sobre el productor. La
sociedad es una realidad objetiva.
-La externalización y la objetivación son momentos de un proceso dialectico
continuo. El tercer momento de este proceso, es la internalización. El hombre es
un producto social. La transmisión del mundo social a una nueva generación se
produce por medio de la internalización.
Desde el punto de vista del individuo, visualizamos algo como externo,
externalización. En la tipificación y habituación empezamos a objetivar ese
algo, a hacerlo concreto, ya no nos parece algo externo. Y cuando eso sucede se
da la internalización, ya lo hacemos propio.
Toda institución posee un cuerpo de conocimiento que provee las reglas de
comportamiento institucionalmente apropiadas. Define y construye los “roles”,
controlando y previendo todo tipo de comportamiento. Cualquier desviación
radical que se aparte del orden institucional aparece como una desviación de la
realidad (enfermedad mental por ej). Toda institución posee un cuerpo de
conocimiento de receta transmitido a la próxima generación que lo aprende como
verdad objetiva en su socialización y de ese modo lo internaliza como realidad
subjetiva. La "receta" básica para la reificación de las instituciones consiste
en concederles un status ontoLógico independiente de la actividad y la
significación humanas.
c) Sedimentación y tradición.
La cc retiene solamente una parte de las experiencias humanas, parte que se
sedimenta. Si no se sedimenta, el h no podría hallar sentido a su biografía. Un
sistema de signos objetivadamente accesible (lenguaje) otorga el anonimato a las
experiencias sedimentadas al separarlas de su contexto originario, volviéndolas
accesibles a todos. Así, se vuelven transmisibles con facilidad y pasan a formar
parte del acopio social de conocimiento. La transmisión del significado de una
institución se basa en el reconocimiento social de aquella como solución
“permanente” a un problema “permanente” de una colectividad dada. Tanto el saber
cómo el no saber se refieren a lo que es definido socialmente como realidad.
Podríamos definir la sedimentación como el proceso por el cual las experiencias
quedan estereotipadas en el recuerdo como entidades reconocibles y memorables.
d) Roles.
Al desempeñar roles, los individuos participan en un mundo social. El actor se
identifica con las tipificaciones de comportamiento objetivadas socialmente. Se
pone a distancia de ellas cuando reflexiona posteriormente sobre su
comportamiento. Esta distancia actor-acción se retiene en la conciencia y puede
proyectar así repeticiones futuras de las acciones, el yo actuante se aprehende
como “tipo". Cuando esta clase de tipificación aparece como conocimiento
objetivado se habla de roles. Así, los roles son tipos de actores. Las
instituciones se encarnan en la experiencia individual por medio de los roles.
Cuando los individuos los desempeñan, participan en el mundo social y lo vuelven
su realidad subjetiva. Los roles representan el orden institucional. Cada rol
brinda acceso a un sector específico del acopio de conocimiento de la sociedad y
esto implica una distribución social del conocimiento.
e) Alcance y modos de la institucionalización.
El alcance de la institucionalización depende de la generalidad de las
estructuras de relevancia, estas son generalmente compartidas con una sociedad.
Si bien el estilo de vida q una sociedad semejante impondría a sus integrantes
seria de igual rigidez para todos, existiría un grado más alto de distribución
del conocimiento “roles” específicos. Sin embargo, la institucionalización no es
un proceso irreversible, pero tienden a persistir.
Existe un universo de significado que otorga sentido objetivo a las actividades
de los individuos. La segmentación institucional es la posibilidad de que
existan subuniversos de significado segregados socialmente, que resulten del
incremento de la especialización de roles. El conocimiento es un producto social
y un factor de cambio social.
Como resultado de cambio en las instituciones y los subuniversos, surgen
problemas espaciales. Esto dificulta la legitimación del orden institucional, o
las de subuniversos particulares. La manera en q se objetiviza el orden
institucional es por medio de la reificación.
La reificación es la aprehensión de fenómenos humanos como si fueran cosas. Es
la aprehensión de los productos de la actividad humana como si fueran algo
distinto de los productos humanos, como hechos de la naturaleza, o algo divino.
Implica que el hombre es capaz de olvidar que él mismo ha creado el mundo humano
y que la dialéctica entre el hombre, productor, y sus productos pasa inadvertida
para la conciencia. El mundo reificado es, un mundo deshumanizado, que el hombre
experimenta como extraño. La objetividad del mundo social significa que enfrenta
al hombre como algo exterior a él mismo.
Los “roles” puede reificarse al igual q las instituciones. Esto significa q la
reificación de los roles restringe la distancia subjetiva q el individuo puede
establecer entre él y su desempeño de un “rol”.
2) Legitimación.
a) Orígenes de los universos simbólicos.
La legitimación es una objetivación de significado de segundo orden, es decir,
hay que conjugar significados de primer orden para volverlos legítimos. Produce
nuevos significados que sirven para integrar los ya atribuidos a procesos
institucionales dispares.
La función de la legitimación consiste en lograr que las objetivaciones de
“primer orden”, ya institucionalizadas, lleguen a ser objetivamente disponibles
y subjetivamente plausibles. Otro propósito de la legitimación es la
integración.
La legitimación es necesaria cuando debe transmitirse el orden institucional a
una nueva generación, ya que deben ofrecerse explicaciones y justificaciones de
los elementos de la tradición institucional. No sólo se transmiten los valores
de las instituciones sino también conocimiento. La legitimación no solo indica
al individuo por qué debe realizar una acción y no otra; también le indica por
qué las cosas son lo que son. En otras palabras, el “conocimiento” precede a los
“valores” en la legitimación de las instituciones.
Existen diferentes niveles de legitimación:
-Pre-teórico: la legitimación incipiente (en los niños) aparece cuando se
transmite un sistema de objetivaciones lingüísticas de la experiencia humana
(“así se hacen las cosas”). Es el conocimiento primario, tiene q ver con el
lenguaje que domina, orienta y organiza la realidad. Corresponde a todas las
afirmaciones tradicionalmente sencillas. Es la suma de lo q “todos saben” sobre
su mundo social.
-Nivel proposiciones teóricas: son rudimentarias, leyendas, moralejas, máximas
morales (todo aquello que deja un aprendizaje sobre las instituciones) encuadran
como debemos comportarnos en la sociedad para manejarnos con éxito.
-Teorías propiamente dichas: contiene teorías explícitas por las que un sector
institucional se legitima en términos de un cuerpo de conocimiento diferenciado,
ej. ciencias. La legitimación comienza a trascender y a convertirse en “teoría
pura”.
-Universos simbólicos: es el nivel más amplio de legitimación. Incluye todos los
conocimientos de una cultura. Todos los niveles anteriores están contenidos en
él. Se produce la legitimación por medio de las totalidades simbólicas q no
pueden experimentarse en la vc. Las situaciones marginales de la vida del
individuo, entran dentro del universo simbólico (sueños, fantasías).
Se construye mediante objetivaciones sociales, el individuo puede “ubicarse”
dentro de él.
Los universos simbólicos son productos sociales que tienen una historia y
aportan el orden para la aprehensión subjetiva de la experiencia biográfica. El
universo simbólico proporciona la legitimación definitiva del orden
institucional y ofrece el más alto nivel de integración a los significados
dentro de la vida cotidiana de la realidad. Una vez que queda planteado el
universo simbólico, los sectores de la vida cotidiana pueden integrarse por
referencia directa a aquél. De esta manera, ordena y por ende legitima los roles
cotidianos, las prioridades y los procedimientos operativos colocándolos sub
especie universo, es decir, en el contexto del marco de referencia más general
que pueda concebirse. Cada una de las fases biográficas –la niñez, la
adolescencia, la adultez, etc.- se legitima como modo de ser en el universo
simbólico. La identidad se legitima situándola dentro del contexto de un
universo simbólico.
El individuo puede tener la seguridad de que su “verdadero yo” es una entidad
real en un universo real. La legitimación vuelve a integrar todas las
transformaciones concebibles de la identidad con la identidad cuya realidad se
basa en la vida cotidiana de la sociedad. El individuo puede vivir en la
sociedad con cierta seguridad de que realmente es lo que él considera ser cuando
desempeña sus roles sociales de rutina, a la luz del día y ante la mirada de los
otros significantes.
La existencia humana es una externalización continua. A medida que el hombre se
externaliza, construye el mundo en el que se externaliza.
b) Mecanismos conceptuales para el mantenimiento de los universos simbólicos.
Los procedimientos específicos para el mantenimiento de los universos se hacen
necesarios cuando el universo simbólico se ha convertido en problema. Mientras
esto no suceda, el universo se autosustenta.
El universo simbólico no sólo se legitima, sino que también se modifica mediante
los mecanismos conceptuales construidos para resguardar el universo “oficial”
frente a los grupos alternativos. Los grupos alternativos intentan sobreponerse
a la dominante, que por lo tanto corre peligro de ser destruido o modificado.
Los mecanismos de mantenimiento son productos de la actividad social:
-mitología: es lo más cercano al nivel sencillo del universo simbólico. Relatos
que dicen que los universos simbólicos son creados por divinidades; relación
directa hombre-dioses.
-teología: el cosmos puede concebirse según las fuerzas o seres sagrados de la
antigua mitología, entre hombres y fuerzas sagradas se interponen los teólogos,
que interpretan los mandatos divinos. El pensamiento mitológico funciona dentro
de la continuidad que existe entre el mundo humano y el de los dioses. El
pensamiento teológico sirve para mediar entre esos dos mundos.
-ciencia: tiene dos aplicaciones de los mecanismos de mantenimiento. Por un
lado, la terapia que reinserta al desviado en la sociedad. Se buscan patologías,
conductas desviadas de la “normalidad” y se establece un diagnóstico y con la
curación se reinserta al individuo en los dictámenes del universo científico. El
aniquilamiento, que tiene dos caminos. Si se presenta un universo simbólico
alternativo se trata de redefinirlo dándole un status cognoscitivo inferior para
desvalorizarlo, previniendo que reemplace al universo simbólico dominante. El
otro camino es redefinirlo con los conceptos del universo simbólico dominante.
Todos los universos simbólicos y todas las legitimaciones son productos humanos;
su existencia se basa en la vida de individuos concretos, y fuera de esas vidas
carecen de existencia empírica.
III) LA SOCIEDAD COMO REALIDAD SUBJETIVA.
1) Internalización de la realidad.
a) Socialización primaria.
La sociedad existe como realidad tanto objetiva como subjetiva. Estos aspectos
reciben su justo reconocimiento si la sociedad se entiende en término de un
continuo proceso dialectico compuesto de 3 momentos: la externalización, la
objetivación e internalización. Las 3 caracterizan simultáneamente a la sociedad
y a cada sector de ella. Estar en la sociedad es participar de su dialéctica.
El ind no se hace miembro de una sociedad: nace con una predisposición hacia la
sociedad, y luego llega a ser miembro de ella. En la vida de todo ind existe una
secuencia temporal en cuyo curso el ind es inducido a participar de la
dialéctica de la sociedad. El punto d partida d este proceso lo constituye la
internalización: la aprehensión o interpretación inmediata de un acontecimiento
objetivo en cuanto expresa significado, en cuanto es una manifestación de los
procesos subjetivos de otro, en consecuencia, se vuelven subjetivamente
significativos p mí. La internalización, constituye la base, primero para la
comprensión de los propios semejantes y, segundo, para la aprehensión del mundo
en cuanto realidad significativa y social.
Esta aprehensión no resulta de las creaciones autónomas de significados por ind
aislados, sino q comienza cuando el ind “asume” el mundo en el q ya viven otros.
El mundo una vez “asumido” puede ser creativamente modificado, hasta re-creado.
La forma de la internalización ya no solo “comprendo” los procesos subjetivos
momentáneos del otro: “comprendo” el mundo en q él vive, y ese mundo se vuelve
mío.
Cuando el ind ha llegado a este grado de internalización puede considerárselo
miembro de la sociedad. El proceso ontogenético por el cual este se realiza se
denomina socialización.
La socialización primaria es la primera por la q el ind atraviesa en la niñez:
por medio de ella se convierte en miembro de la sociedad. El ind nace dentro d
un mundo social objetivo y dentro de una estructura social objetiva en la cual
encuentra a los otros significantes que están encargados de su socialización y
que le son impuestos. Las definiciones q los otros significantes hacen de la
situación del ind le son presentadas a este como realidad objetiva. Los otros
significantes seleccionan aspectos del mundo según la situación q ocupan dentro
de la estructura social. El mundo social aparece “filtrado” para el individuo
mediante esta doble selección.
La socialización primaria se efectúa en circunstancias de enorme carga
emocional. El niño se identifica con los otros significantes en una variedad de
formas emocionales. Acepta los “roles” y actitudes de los otros significantes,
los internaliza y se apropia de ellos. Y por esta identificación con los otros
significantes el niño se vuelve capaz de identificarse el mismo, de adquirir una
identidad subjetivamente coherente y plausible. El yo es una entidad reflejada,
porque refleja las actitudes q primeramente adoptaron para con él los otros
sgtes; el ind llega a ser lo q los otros sgtes lo consideran. Entraña una
dialéctica entre la auto-identificación y la identificación q hacen los otros y
la q es subjetivamente asumida.
La socialización primaria crea en la cc del niño una abstracción progresiva q va
de los “roles” y actitudes de otros específicos, a los “roles” y actitudes en
general. Esta abstracción de los “roles” y actitudes de otros sgtes concreto se
denomina el otro generalizado. Su formación dentro de la cc significa q ahora el
ind se identifica no solo con otros concretos, sino con una generalidad de
otros, es decir con una sociedad. Solamente en virtud de esta identificación
generalizada logra estabilidad y continuidad su propia auto-identificación.
La formación, dentro de la cc, del otro generalizado señala una fase decisiva en
la socialización. Implica la internalización de la sociedad y de la realidad
objetiva y el establecimiento subjetivo de la identidad coherente y continua. La
sociedad, la identidad y la realidad se cristalizan subjetivamente en el mismo
proceso de internalización.
Cuando el otro generalizado se ha cristalizado en cc, se establece una relación
simétrica entre la realidad obj y la subj. Lo q es real “por fuera” se
corresponde con lo q es real “por dentro”. El lenguaje, es el vehículo principal
del este proceso continuo de traducción en ambas direcciones. La simetría q
existe entre la realidad obj y subj nunca constituye un estado de cosas estático
y definitivo: siempre tiene q producirse y re producirse en el acto.
La socialización p finaliza cuando el concepto del otro generalizado y todo lo q
esto comporta, se ha establecido en la cc del ind. Posesión subjetiva de un yo y
un mundo. La socialización nunca es total y nunca termina.
b) Socialización secundaria.
La socialización secundaria es proceso posterior q induce al ind ya socializado
a nuevos sectores del mundo objetivo de su sociedad.
El pasaje de la soc primaria a la secundaria se da a partir de la
internalización de “submundos” institucionales representados por roles de las
personas. Su alcance y su carácter se determinan por la complejidad de la
división del trabajo y la distribución social concomitante del conocimiento, la
socialización secundaria es la adquisición del conocimiento especifico de
“roles”, estando estos directa o indirectamente arraigados en la división del
trabajo. Tb se requiere la adquisición de vocabularios específicos de “roles”,
la internalización de campos semánticos q estructuran interpretaciones y
comportamientos de rutinas dentro de un área institucional.
El carácter de un soc sec, depende del status del cuerpo de conocimiento de q se
trate dentro del univ simb en conjunto. Existe una gran variabilidad
histórico-social en las representaciones q comporta la socialización sec, esta
debe tratar con un yo formado con anterioridad y con un mundo ya internalizado.
Los nuevos contenidos deben superponerse a esa realidad ya presente.
En la socialización secundaria, las limitaciones biológicas se vuelven cada vez
menos importantes en las secuencias del aprendizaje.
En la socialización primaria el niño internaliza el mundo de sus padres como el
mundo y no como perteneciente a un contexto institucional especifico; en la
socialización secundaria suele aprehenderse el contexto institucional. Los roles
de la socialización secundaria comportan un alto grado de anonimato, se separan
fácilmente de los individuos que los desempeñan, y por esto, son
intercambiables. Se necesitan fuertes impactos biográficos para poder
desintegrar la realidad internalizada en la primera infancia.
El individuo establece una distancia entre su yo total y su realidad, por una
parte, y el yo parcial específico del "rol" y su realidad por la otra. Esto solo
es posible después que se ha efectuado la socialización primaria.
El acento de. realidad del conocimiento internalizado en la socialización
primaria se da casi automáticamente; en la socialización secundaría debe ser
reforzado por técnicas pedagógicas específicas, debe hacérselo sentir al
individuo como algo "familiar".
La distribución institucionalizada de tareas entre la socialización primaria y
la secundaria varía de acuerdo con la complejidad de la distribución social del
conocimiento. El desenvolvimiento de la educación constituye, por supuesto, un
ejemplo inmejorable de la socialización secundaria, que se efectúa bajo los
auspicios de organismos especializados.
c) Mantenimiento y transformación de la realidad subjetiva.
Toda sociedad viable debe desarrollar procedimientos de mantenimiento de la
realidad para salvaguardar cierto grado de simetría entre la realidad objetiva y
la subjetiva.
La socialización primaria se aprehende como inevitable, por lo que la
secundaria, que es más artificial, es más vulnerable, porque se haya menos
arraigada a la conciencia. Se necesitan cambios drásticos para cambiar la
realidad subjetiva del individuo: el primer cambio podría mediatizarse
socialmente solo por un cambio de trabajo, el segundo comportaría una revolución
social en el ambiente del individuo.
Hay dos tipos de mantenimiento de la realidad:
-mantenimiento de rutina: mantener la realidad internalizada en la vida
cotidiana, se reafirma continuamente en la relación del individuo con los otros
(conversación, diálogo casual que reafirma implícitamente la realidad). La
realidad subjetiva debe guardar relación con una realidad objetiva socialmente
definida. En el proceso social de mantenimiento de la realidad es posible
distinguir entre los otros significantes y los otros menos importantes. El
vehículo más importante del mantenimiento de la realidad es el dialogo,
mantiene, modifica y reconstruye continuamente su realidad subjetiva. La mayor
parte del mantenimiento de la realidad en el dialogo es implícita, no explicita;
se efectúa con el trasfondo de un mundo que se da silenciosamente por
establecido.
-mantenimiento de crisis: mantener la realidad en situaciones de crisis. Se
utilizan los mismos procedimientos que el anterior pero más explícito e
intensivo y también técnicas rituales (funerales).
La realidad subjetiva puede transformarse mediante procesos sociales. La
alternación requiere procesos de re-socialización, semejantes a la socialización
primaria, porque tienen que volver a atribuir acentos de realidad y deben
reproducir la identificación afectiva como en la soc. primaria (ej. conversión
religiosa).
La estructura del nuevo mundo desplaza a los anteriores. La alteración comporta,
por lo tanto, una reorganización del aparato conversacional. Tiene que disponer
de un aparato legitimador para las transformaciones (se legitima la realidad
nueva y las etapas por las que se pasó para llegar a esta y abandonar/repudiar
las alternativas). La realidad antigua debe re-interpretarse dentro del aparato
legitimador de la nueva realidad. Esta re-interpretación provoca una ruptura en
la biografía subjetiva del individuo.
La socialización secundaria, se sigue construyendo sobre las internalizaciones
primarias. En estas últimas se producen transformaciones parciales de la
realidad subjetiva o de sectores determinados de ella. Pero estas
transformaciones en particular no alcanzan a lograr la re-socialización. Como
consecuencia, encaran el problema de mantener la coherencia entre los elementos
anteriores y posteriores de la realidad subjetiva.
En la re-socialización el pasado se re-interpreta conforme con la realidad
presente, con tendencia a retroyectar al pasado diversos elementos que, en ese
entonces, no estaban subjetivamente disponibles. En la socialización secundaria
el presente se interpreta de modo que se halle en relación continua con el
pasado, con tendencia a minimizar aquellas transformaciones que se hayan
efectuado realmente. Dicho de otra manera, la base de realidad para la re
socialización es el presente, en tanto que para la socialización secundaria es
el pasado.
2) Internalización y estructura social.
La socialización siempre se efectúa en el contexto de una estructura social
específica. No solo su contenido, sino también su grado de “éxito” tienen
condiciones y consecuencias socio-estructurales.
Por “socialización exitosa” entendemos el establecimiento de un alto grado de
simetría entre la realidad objetiva y la subjetiva (junto con la identidad, por
supuesto). Inversamente, la “socialización deficiente” alto grado de asimetría
entre la realidad objetiva y la subjetiva. La socialización totalmente
deficiente es muy poco frecuente y se limita a los casos de individuos con los
que fracasa aun la socialización mínima, debido a una patología orgánica
extrema.
El éxito máximo en la socialización probablemente se obtenga en las sociedades
que poseen una división del trabajo sencilla y una mínima distribución del
conocimiento, es decir que todo individuo encara esencialmente el mismo programa
institucional para su vida en sociedad. Esto de ninguna manera implica que el
individuo se sienta satisfecho de su identidad. El individuo en esa clase de
sociedad no solo es lo que se supone sea, sino que lo es de manera unificada “no
estratificada”.
En la socialización deficiente ocurre solo como resultado de accidentes
biográficos, ya sean biológicos (ej. una debilidad mental profunda) o sociales,
ej el bastardo. En una sociedad de esta clase, el bastardo no tiene una defensa
subjetiva contra la identidad que se le atribuye, es lo que se supone sea. Dicho
individuo se habrá socializado deficientemente, o sea, existirá un alto grado de
asimetría entre la realidad socialmente definida y su propia realidad subjetiva,
que refleja ese mundo imperfectamente.
La socialización deficiente dentro de un mundo social puede ir acompañada de una
socialización exitosa dentro de otro mundo. La socialización deficiente puede
ser resultado de la heterogeneidad en los elencos socializadores. Pueden existir
situaciones en las que todos los otros significantes de la socialización
primaria mediatizan una realidad común, pero desde perspectivas diferentes. Por
ejemplo, hombres y mujeres pueden “habitar” mundos sociales muy diferentes en
una sociedad. Si tanto los hombres como las mujeres funcionan como otros
significantes en la socialización primaria, mediatizan estas realidades
discrepantes respecto del niño. Las versiones masculina y femenina de la
realidad se reconocen socialmente y este reconocimiento también se transmite en
la socialización primaria. La versión femenina se define como carente de
jurisdicción sobre el niño varón. La “anormalidad” se vuelve posibilidad si
llega a existir una cierta rivalidad entre definiciones de la realidad que
permita la opción entre ellas. El niño podría hacer una “elección equivocada”.
Su “afeminamiento” resultante puede ser visible o invisible; en cualquiera de
los dos casos, existirá asimetría entre la identidad que se le adjudica
socialmente y su identidad subjetivamente real. Los niños socializados
exitosamente ejercerán, como mínimo, cierta presión sobre los “equivocados”.
Puede existir una asimetría socialmente disimulada entre la biografía “publica”
y la “privada”. Discrepancias similares se producen entre los procesos de
socialización en la familia y en el grupo de pares. El niño está traicionando a
sus padres al robar un automóvil y a su grupo de pares al ser un estudiante
modelo. En cada traición existe una traición a sí mismo en cuanto a que se ha
identificado con los dos mundos discrepantes.
La posibilidad de “individualismo” se vincula con la posibilidad de
socialización deficiente. El individuo exitosamente socializado cuando
reflexiona sobre los deficientemente socializados, tarde o temprano se
enfrentará con esos “yo ocultos”, los “traidores”. El “individualista” surge
como un tipo específico que tiene al menos el potencial para peregrinar entre
una cantidad de mundos disponibles y que, deliberada y conscientemente, se ha
fabricado un yo con el “material” proporcionado por una cantidad de identidades
disponibles. La unidad de la socialización primaria se mantiene, pero en la
secundaria las realidades e identidades que se dan como alternativas aparecen
como opciones subjetivas.
Puede suponerse que la gente siempre sueña con la realización de imposibles,
esta fantasía reside en la objetivación en el plano de la imaginación, de una
identidad distinta de la conferida objetivamente y que ya se ha internalizado en
la socialización primaria. Es evidente que toda distribución más amplia de este
fenómeno introducirá tensiones e inquietud en la estructura social amenazando
los programas institucionales y su realidad establecida.
3) Teorías de la identidad.
La identidad se forma por procesos sociales. Una vez que cristaliza, es
mantenida, modificada o reformada por las relaciones sociales. La identidad es
un fenómeno que surge de la dialéctica entre el individuo y la sociedad. Los
tipos de identidad son productos sociales, elementos estables de la realidad
social objetiva. Las teorías sobre la identidad siempre se hallan insertas en
una interpretación más general de la realidad; están empotradas dentro del
universo simbólico y sus legitimaciones teóricas, y varían su carácter de
acuerdo con esto último.
Una psicología que interpreta los mismos fenómenos según los trastornos
eléctricos del cerebro tiene como trasfondo una teoría científica general de la
realidad, tanto humana como no humana, y deriva su coherencia de la lógica que
subyace esa teoría. Las cuestiones referentes a la situación psicológica no
pueden decidirse sin reconocer las definiciones de la realidad que se dan por
establecidas en la situación social del individuo. La situación psicológica está
relacionada con las definiciones sociales de la realidad en general y se define
socialmente.
La aparición de las psicologías introduce una nueva relación dialéctica entre la
identidad y la sociedad: la relación entre la teoría psicología y aquellos
elementos de la realidad subjetiva que pretende definir y explicar. Esta
relación afecta al individuo de manera directa e intensiva.
Las teorías psicológicas sirven para legitimar los procedimientos establecidos
en la sociedad para el mantenimiento y reparación de la identidad,
proporcionando el eslabonamiento teórico entre la identidad y el mundo, ya que
éstos se definen socialmente y se asumen subjetivamente.
Las teorías psicológicas tienen capacidad de generación de la realidad y es una
característica que comparten con otras teorías legitimadoras. El grado de
identificación variara con las condiciones de la internalización y dependerá, de
que se haya efectuado, o bien en la socialización primaria, o bien en la
secundaria.
4) Organismo e identidad.
El organismo continúa afectando la actividad constructora de realidad del
hombre, y a su vez afectado por esta actividad. En la socialización, la
animalidad del hombre se transforma, pero no queda anulada.
Hay una dialéctica entre el animal individual y el mundo social; entre el
substrato biológico del individuo y su identidad producida socialmente. Los
factores biológicos limitan el campo de las posibilidades sociales que se abre a
todo individuo; pero el mundo social, que es pre-existente al individuo, impone
a su vez limitaciones a lo que resulta biológicamente posible organismo. La
dialéctica se manifiesta en la limitación mutua del organismo y la sociedad. La
dialéctica se manifiesta como la resistencia del substrato biológico a su
amoldamiento social. Esto tiene máxima evidencia en el proceso de socialización
primaria. En la socialización secundaria existen problemas similares para
adaptar el organismo al mundo socialmente construido, aunque, por supuesto, el
grado de frustración biológica resultara probablemente menos agudo.
El hombre esta biológicamente predestinado a construir y a habitar un mundo con
otros. Ese mundo se convierte para él en la realidad dominante y definitiva. Es
esa misma dialéctica el hombre produce la realidad y por tanto se produce a sí
mismo.