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Salud Pública y Salud Mental |
Resumen: La salud en la Argentina |
Cátedra: Stolkiner |
2° Cuat. de 2010 |
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LA SALUD EN LA ARGENTINA: ALIANZAS Y CONFLICTOS EN LA CONSTRUCCION DE UN SISTEMA INJUSTO
El 23 de Mayo de 1946 el gobierno nacional creó la Secretaria de Salud Pública encomendado al Dr. Ramon Castillo influenciado por el National Health Service de Gran Bretaña ya que ese mismo año el gobierno sostenía “Un amplio servicio nacional de salud asegurará a todos los ciudadanos todo tratamiento médico que necesiten, en la forma que lo necesiten, a domicilio o institucional…”
Carrillo consistente con el discurso peronista, resistía alinearse con una idea de sistema que sentía ajeno al país (experiencia chilena) e intentó un camino propio, utilizando como modelo de la organización sanitaria nacional a las fuerzas armadas.
Su compromiso con la equidad y la universalidad del acceso era ferreo y se basaba jurídicamente: “La incorporación de los derechos sociales a la Constitucion Nacional en la reforma de 1949, en su parte dogmatica, concreta el derecho a la salud y por consiguiente el deber de los gobernantes de proveer a las prestaciones para que se haga efectivo (…) está referida a los sectores que realmente necesitan de ese plus que la sociedad debe a quienes, el libre juego de las libertades normales, sólo les permite morirse de hambre o por falta de asistencia médico integral”.
Carrillo tenía claro que la salud como “derecho-prestación” tenía un precio que había que financiar y para eso proponía “crear un impuesto sanitario de tal modo que el Fondo Nacional de Salud (…) se constituya indirectamente no en el momento de la prestancion porque seria impopular y porque el concepto de “gratuidad” del servicio es ya en la Argentina una convicción y un hecho político imposible de desarraigar… La Salud Publica es una buena inversión; a la larga resulta un gran negocio para la economía (…)”
Carrillo renuncia un año y medio antes del golpe del 55.
La autodenominada Revolucion Libertadora marco una diferencia a través del uso extensivo de coorperacion internacional contrastando con el aislamiento de años previos. Establecio un acuerdo con la OPS para que dirimiera que hacer con la salud del país que para el final del peronismo tenia una estructura hospitalaria predominantemente publica.
En este momento se proponía afianzar el federalismo, transfiriendo a las provincias y municipios las actividades de salud publica y estimular la iniciativa privada de asumir cada vez mas un papel importante en estos problemas; es decir transferir las funciones de infraestructura, competencias y gobernabilidad construidas dificultosamente durante la década anterior.
La sucesión de gobiernos civiles y militares generó un péndulo en el cual lso servicios nacionales eran transferidos a las provicincias por los militares y luego vueltos a pasar a la esfera nacional por los débiles gobiernos democráticos que los seguían.
Oñatvia: “trajo como consecuencia un estado de incertidumbre, de anarquía y de caos en lso servicios asistenciales nacionales, con el resultado final de un desmantelamiento en cuanto a dotación de personal, renovación de equipos técnicos y mantenimiento presupuestario”. “Mientras que no se resuelva una efectiva política de descentralización que posibilite el desarrollo, la evolución y el progreso de las regiones del interior del país, favorenciendo el pleno auge de las autonomías enconomicas provinciales, no les permitirán a estas, entre otras cosas, absorber los presupuestos que le demanda la medicina asistencial. Mientras tanto la Salud Pública de la Nacion, debe asumir la responsabilidad de mantener la eficiencia de sus hospitales”.
Carrillo y Oñativia detectaron la trampa de dejar que a un país económicamente unitario y concentrado se le traslade la responsabilidad a las provincias y se construya el supuesto federalismo solo en el gasto social.
La Salud Publica argentina comenzó una época de tecnificación a comienzos de los 60 con la apertura de la Escula de Salud Publica de la Universidad de Buenos Aires.
Ongania en 1966 pronuncia: “(…) la Revolucion Argentina hubiera perdido coherencia fundamental si no hubiera dado a la educación y a la salud la trascendencia que ha sido suscripta en su primera orientación (…)”. “las provincias están ansiosas de que la Nación asuma (…) de apoyar técnica y financieramente y transferirle la responsabilidad de ejecutar las acciones”.
Es imposible abordar el periodo solo por sus repercusiones sobre el sector publico ya que en ese mismo periodo también se crearon las bases de funcionamiento del sistema de la seguridad social, muchas de las cuales permanecen en la actualidad. (Creación de Ley de Obras Sociales y del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados)
En 1962 la CGT declara un paro general que incluía entre sus demandas la “defensa de las instituciones asistenciales de lso trabajadores, asfixiadas y en vías de aniquilamiento por la desconsideracion y el abuso de las corporaciones medicas y afines”. Las organizaciones medico profesionales temian una extensión del modelo mejicano donde los médicos fueran empleados gremialistas.
Para comienzos de los 70 la Salud Publica comienza a dividirse desprendiendo una rama muy entusiasmada con la posibilidad de instalar cambios por fuera de las decisiones de la Secretaria de Salud. “Se había consolidado ya en el sanitarismo argentino un grupo de profesionales inclinados a favorecer un acercamiento con la dirigencia sindical a la que reconocían mayor legitimidad para representar el interés de lso trabajadores que a lso funcionarios de un Estado con fuertes rasgos burocraticos y autoritarios… ese nucleo, orientado a la concertación con los lideres sindicales en función de lograr mayor homogeneidad y cierta capacidad de fiscalización en le manejo de los Obras Sociales, asumirá posiciones de conducción en el INOS (Inst. Nac. De O. Sociales) y se encagará de defender el sistema frete a alternativas de Reforma que se plantean en la siguiente época”.
Asi mismo, la conducción del recientemente creado PAMI, se precibia a si miso como un grupo influyente en configurar el modelo prestador. Era innegable la influencia del modeloingles en la relevancia de la figura del medico de cabecera y por la misma epoca se planteaban la necesidad de contratar servicios de apoyo de segundo y tercer nivel previendo contratar en primera prioridad al sector publico y cuando no fuera posible a los servicios de las obras sociales y solo en utlima instancia contratar al sector privado.
A partir del 76 se expresaba una declaración de fe liberal abogando por una defensa irrestricta de la propiedad privada, a diferencia de la época de Ongania. Esto precedió lo que seria la transferencia definitiva de los hospitales a las provincias.
En 1983 con el retorno de la democracia se pone en discusión un nuevo proyecto de integración ya que a pesar de que el sector de la salud se había federalizado la seguridad social seguía siendo unitaria.
En 1980 el INDEC realizó un censo que dejo ver un mapa de la pobreza en Argentina ante lo cual el Estado desarrolló programas y políticas sociales focalizadas.
Desde el comienzo de la gestión radical se reconoce la intecion de impulsar una ley de Seguro Nacional de Salud. Sin embargo el sector sindical resulto adverso y la ley fue rechazada.
El gobierno de Menem legitimando en la crisis de la hiperinflación y en la entrega anticipada del poder inicia un proceso que deslegitima estructuralmente al poder legislativo y debilita las instituciones democráticas del país.
Las privatización de las empresas publicas y las políticas ecnomicas de la época tienen su correlato en el sector de la salud en donde surgen dispositivos como el (decreto) de Hospital de Autogestion y la libre elección en la afiliación a las obras sociales.
Una novedad del periodo es la entrada de los organismos multilaterales de crédito como actores formadores de política. En efecto legitimados por su rol en el financiamiento de las políticas sociales y sanitarias se constituyen progresivamente en actores de las políticas domesticas participando activamente en el desmembramiento de las políticas sociales del Ministerio de Salud.
Luego el gobierno de la Alianza continuo con las políticas de la década del 90 por ejemplo con la desregulación de las Obras Sociales.
En la crisis que se desencadeno en 2001 la presión del sector privado se articulo en el Ministerio de Sauld salvado apenas de su desmantelamiento por la presión en la calle de los paceintes dependientes de medicamentos o intervenciones sistematicas que veian en riesgo sus vidas por el dasabastecimiento generado por la devaluación; asi queda conformada la crisis de financiamiento de los prestadores privados y desabastecimiento de medicamentos. Quedan por fuera de emergencia sanitaria los hospitales públicos abarrotados de pacientes, desabastecidos y con un deterioro progresivo de su infraestuctura y sobre todo queda por fuera la misma situación sociosanitarista de la población con un aumento de la mortalidad infantil, incremento de nacimiento de bajo peso, de mortalidad materna y transferencia de pacientes desde el subsector privado al publico.
El sistema de salud en Argentina es tan fragementado como la sociedad que lo sostiene y esta tendencia parece funcional a la enorme concentración del ingreso de las ultimas décadas.
La destrucción del empleo estable constituye la perdida de una de las instituciones mas importantes para la paz social y el desarrollo del paiz e inviabiliza cualquier universalización por via de seguros. Los seguros solo pueden constituirse en mecanismo encubiertos de subsidios con fondos públicos al sector privado.
La fragmentación permite una paradoja: un país que tiene excluidos absolutos del acceso a los servicios de salud con una sobreoferta de factores (rrhh, capacidad instalada, tecnología): fragmentación con sobreoferta y exclusión social.
Hay que repensar el Sistema de Salud mixto pero con fuerte centralidad del sector publico con clara y firme regulación de Obras Sociales y prepagas. Repensar la posibilidad de más nación en el sector publico, mas provincia en la seguridad social, mas municipio en la atención primaria, un sistema de financiamiento justo y grarantizar una ciudadanía igualitaria para todos los habitantes independientemente de su ingreso o de donde vivan.