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Técnicas Proyectivas |
Proceso de la Evaluación Psicológica en la Clínica con Bebés |
Cátedra: Veccia |
2° Cuat. de 2010 |
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Los siguientes ejes son los que se consideran imprescindibles a tener en
cuenta en el momento de la evaluación del bebé:
1- Familia, entorno e instituciones. Consideraciones amb, culturales y
socioeconómicas.
2- Aspectos vinculares. Consideraciones emocionales. El lugar del niño en la
historia de la familia
3- Escalas de evaluación. El desarrollo psicomotor del niño y la interacción
madre-bebe
4- La implicación del evaluador
1- La eval psi se enmarca dentro de un contexto histórico y social y desde esa
mirada abordamos la comprensión del sujeto.
2- Evaluando el lugar del niño en la historia de la familia
a) El nacimiento de la familia trigeneracional: Los abuelos
Los abuelos representan ante situaciones problemáticas, una fuente importante de
sostén para los padres. En el plano afectivo aportan gozo a todos, provoca
emociones fuertes que van a vincular a los diferentes miembros de la familia.
Cuando los abuelos acompañan cariñosamente aportan al bebé seguridad afectiva,
se constituyen como sostén de los padres.
b) La madre:
La maternidad constituye parte de la cultura y está en continua evolución. Se
supone que la madre quiere a sus hijos. De acuerdo al imaginario social se cree
que ella debe estar dispuesta a soportar cualquier cosa. Sin embargo los mitos
griegos saben expresar los sentimientos ocultos. Entonces no podemos dejar de
lado que el amor maternal es ambivalente.
Daniel Stern, plantea que el cambio en la vida mental de una mujer a partir de
la llegada de un bebé. Es para él, una actitud mental diferente de la que había
tenido hasta ese momento: “es una organización totalmente nueva que existirá
durante el futuro e influirá muy probablemente en su vida anterior”, durante el
periodo determinará:
*sus vulnerabilidades y reacciones emocionales
*sus pensamientos y miedos y deseos
*sus sentimientos y acciones
*sus sistemas sensoriales
*sus preferencias y placeres
*sus valores
*su papel en la historia de la flia.
La evaluación de este proceso de maternalización se encuentra íntimamente
relacionado con la evaluación del bebé. La madre está ahí para intervenir con su
manera de ser, para contribuir a establecer puntos de organización psíquica así
como vínculos.
c) El padre:
La paternidad tiene su especificidad, su función no se circunscribe a la de
ayudar a su mujer en el proceso de maternalización.
Puede ser definida como “el proceso psicoafectivo por el cual un hombre realiza
una serie de actividades en lo concerniente a concebir, proteger, aprovisionar y
criar a cada uno de sus hijos jugando un importante y único rol en el desarrollo
del mismo, distinto al de la madre”
El padre no debe ocupar un espacio intermediario, sino un lugar permanente y
estable en la vida del niño y a lo largo de su desarrollo.
d) Los hermanos y hermanas:
El lugar que le den los padres al embarazo, los sentimientos que rodean el
nacimiento, los momentos de separación del primogénito de su madre y las
características de los padres que se describieron en los apartados anteriores,
van a dar forma a las conductas agresivas, regresivas y caprichosas en la
evolución de los celos entorno a la rivalidad fraterna.
3- Evaluando el desarrollo psicomotor:
Desarrollo: Proceso dinámico en el que se integran condiciones biológicas del
individuo con las experiencias que el medio le proporciona. Cada etapa del
desarrollo se apoya en las anteriores y determina las siguientes y sus
indicadores son: la maduración psicomotriz, la capacidad de adaptación a
distintas situaciones, el juego, el lenguaje, la lectoescritura y su
desenvolvimiento en el medio familiar y social.
Los 4 dominios del desarrollo: coordinación óculo motriz-lenguaje-área
motora-sociabilidad.
a) Escala de Evaluación del Desarrollo Psicomotor. Rodríguez Arancibia: La
escala mide el grado de desarrollo psicomotor en las áreas anteriormente
mencionadas sobre la base de las técnicas de observación y preguntas.
b) Escala Casati y Lezine: Estudia los estadios de la inteligencia sensorio
motriz de 6 a 24 meses y consta de 45 pruebas aplicadas a diferentes
situaciones. Para este autor la inteligencia es esencialmente operativa. En el
fundamento de esta Escala se consideran las etapas y los mecanismos de este
proceso genético y específicamente los concernientes a la coordinación
progresiva de los esquemas de acción sensorio motriz.
Evaluando la interacción madre-bebé:
La interacción que se produce entre la madre y su bebé es directamente
observable y posible de evaluar.
Escala de observación de vínculo madre-hijo (Oiberman)
El objetivo fue incorporar métodos estandarizados para la observación del
binomio madre-bebé y así facilitar el estudio de las conductas en la atención
del niño pequeño.
Se construyeron dos perfiles de observación, uno de 0 a 6 meses de vida del bebé
y otro de 7 a 15 meses y ambos perfiles se basan en la observación de las
siguientes funciones: visual, corporal, verbal y de sostén.
Había una escala de 0 a 2. En cada parámetro se anotan las distintas conductas
que varían desde la función de mirar, tocar, hablar, hasta registrar si existen
conductas mutuas de caricias, miradas y “conversaciones”.
Evaluando vínculos de apego:
Para evaluar cualitativamente la diada es el apego, posible registrarlas
observando los intercambios q se producen entre la madre y el bebé durante el
proceso de evaluación.
4- La implicación del evaluador:
El observador no está solo, es importante destacar que trabajamos con la idea
del observador más el observado: están en interacción y algo sucede entre ellos.
El observador busca describir la evolución de un ser entero y, sin embargo, la
realidad observada para “apropiársela”. La observación implica simplemente
adoptar una actitud particular de “ajustarse a”, es decir, ser fiel en su
descripción y considerar con atención, es decir con precisión, aquello que tiene
un valor científico.
Sobre el rol del evaluador:
La presencia de la madre y el bebé despiertan en el evaluador sentimientos,
percepciones y reacciones que deben ser registrados en cada evaluación.
El evaluador capta los mensajes gestuales del bebé y sus movimientos, y los
mensajes tanto verbales como paraverbales de la madre. Luego modifica la
estructura de este campo a partir de sus preguntas, para finalmente arribar a
las conclusiones del caso.
El encuadre de este marco incluye: debe ser estable, confiable y predecible.
Durante el proceso de evaluación se abrirá un interjuego relacional donde a
partir de la singularidad del evaluador, van a aparecer a través de la díada
madre – bebe los reclamos basados en las necesidades que pugnan por emerger,
intentando obtener del psicólogo la respuesta buscada y especialmente su
aprobación.
Es importante que el evaluador sepa esperar hasta la entrevista de devolución
para restablecer gradualmente de manera útil sus ideas sobre el proceso de
evaluación realizado en relación a las emociones que allí se suscitaron.