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Semana 2: Desgrabación de la Clase |  Técnicas Psicométricas (Cátedra: Liporace - 2022)  |  Psicología  |  UBA

TEORÍAS Y TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN Y DIAGNÓSTICO. MÓDULO I.

TEÓRICO: SEMANA 2

LA PERSONALIDAD Y SUS TIPOS DE ABORDAJE

¿Qué es la personalidad?: la personalidad implica el estudio sistemático de las diferencias individuales en tanto patrones de pensamiento, de comportamiento y emocionales, que poseemos todos los seres humanos. Se trata de un constructo complejo que se compone de varias dimensiones. No existe una puntuación total que represente la personalidad de cada sujeto sino puntajes separados para cada una de sus dimensiones. De todos modos, conviene aclarar que en algunos otros constructos psicológicos complejos como lo es la inteligencia, las puntuaciones parciales de las diferentes dimensiones pueden dar lugar a una sumatoria que permitan un cálculo de un puntaje total (como en el caso de las escalas Wechsler).

Existen diferentes tradiciones para el estudio de la personalidad, podemos distinguir un abordaje clínico, un abordaje correlacional y un abordaje experimental.

¿Cuáles son los tipos de abordaje de la personalidad?:

-El abordaje clínico: uno de los primeros teóricos que evidenciaron la importancia de las diferencias individuales entre las personas fueron los psicólogos clínicos. En la primera mitad del siglo XX, tuvieron auge el estudio de las grandes teorías de la personalidad. Los psicólogos clínicos eran partidarios de una concepción holística u organísmica y estaban preocupados por entender los principios de funcionamiento que son comunes a todas las personas, en especial a aquellos que hacen a la singularidad propia de cada sujeto. Dentro de los autores más importantes podemos citar a Freud (desde el psicoanálisis), a Rogers (desde la fenomenología o el humanismo) y a George Kelly (desde la teoría de los constructos personales). Estas diferentes líneas teóricas consideraban que cada individuo es singular, único e irrepetible. Los autores basaban sus afirmaciones en el estudio clínico con un enfoque ideográfico, es decir que consistía en el estudio de pocos sujetos que generalmente eran pacientes que estaban realizando algún tratamiento psicoterapéutico (incluso había casos donde se realizaba un estudio intensivo de un solo sujeto). Una definición clásica de la personalidad desde este modelo es la aportada por Filloux en 1960 y dice: “ La personalidad es la configuración única que toma, en el transcurso de la historia de un individuo, el conjunto de los sistemas responsables de su conducta”.

-El abordaje correlacional: otro grupo de autores se ocuparon de identificar los patrones comunes de comportamiento en las personas, a estos autores se los denominó comúnmente como “rasguistas” porque intentaron aislar un conjunto de dimensiones llamadas como “rasgos” y que diferenciaban a los sujetos. ¿Cómo lo hicieron? Se basaron en el análisis de las respuestas dadas por los sujetos a inventarios de personalidad, mediante la metodología del análisis factorial. De este modo, podíamos identificar la estructura subyacente de la organización comportamental, se podían establecer así las regularidades del comportamiento tomando como unidad de análisis a los rasgos psicológicos. ¿Qué son los rasgos? Los rasgos son tendencias latentes que predisponen a los seres humanos a comportarse de determinado modo, son los responsables de todas las diferencias individuales que tienen las personas y a su vez predicen la conducta en diferentes situaciones (por ejemplo, una persona que le gusta ir a fiestas, que le gusta estar siempre con amigos, que le gusta estar siempre rodeado de gente, podríamos decir que es una persona extrovertida porque tiene fuerte presencia del rasgo “extroversión”). Este abordaje correlacional también se denominó “ nomotético” (nomos=ley) porque busca encontrar leyes generales de la personalidad, es decir que la consideración de los rasgos psicológicos desde este enfoque suponía cierta consistencia y estabilidad. La consistencia se refiere a que la conducta es la misma o es regular en situaciones diferentes, es decir que somos los mismos en diferentes contextos. La estabilidad hace alusión a la perdurabilidad temporal de las conductas de un individuo, es decir que un individuo es estable en la medida en que pase el tiempo, dicho de otro modo implica que las personas son las mismas a lo largo del tiempo. Autores como Cattel o Eysenck estaban enrolados dentro de esta tradición del estudio de la personalidad que tuvo su auge a principios del siglo XX. Estas corrientes rasguistas se dejaron de lado durante las décadas siguientes por el surgimiento del auge del conductismo y fueron tomadas con cierto vigor hacia finales de los años 80’ a través delmodelo de los cinco factores de la personalidad o Big Five que forma parte de lo que se denomina como enfoque léxico.

-El abordaje experimental: este abordaje, a diferencia del anterior, hace hincapié en las leyes generales que rigen la conducta humana y que son aplicables a todos los individuos. Si comparamos el abordaje correlacional con el abordaje experimental, podemos decir que el primero hace foco en las diferencias individuales y el experimental enfatiza más en los universales que rigen el comportamiento humano. Dollar y Miller fueron autores de los años 40’y 50’ que trabajaron desde el abordaje experimentalista para entender la personalidad. En la década del 60’ y 70’tenemos otros autores como Bandura y Mischel, que son los que trabajaron desde un marco cognitivo-social y enfatizaron el estudio de los procesos básicos cognitivos en la determinación de la conducta humana.

Para resumir : para la tradición clínica ideográfica, la personalidad es sinónimo de singularidad; para la tradición correlacional, el origen de las diferencias individuales entre los seres humanos se debe a ciertas disposiciones básicas que son los rasgos psicológicos; y para el enfoque experimental importan las leyes generales y los procesos básicos que rigen los comportamientos humanos.

¿Cuál es el gran problema de la conceptualización de la personalidad?: El gran problema de la conceptualización de la personalidad es el tipo de unidad de análisis que debemos tomar en cuenta para su estudio. Este fue un tema de preocupación de los teóricos de principios del siglo XX y no ha sido resuelto aún. Los autores clásicos, como por ejemplo Allport, decían que debían considerarse los rasgos estilísticos, los rasgos psicopatológicos, los estilos cognitivos, las actitudes, las motivaciones inconscientes, el temperamento. Algunos autores contemporáneos, desde otros marcos teóricos han incluido los procesos básicos, el afrontamiento, los estilos cognitivos, los aspectos motivacionales, las representaciones sociales. Todas las teorías modernas de personalidad incluyen aspectos emocionales, motivacionales y cognitivos, y toman tanto los aspectos conscientes como inconscientes.

MODELOS TEÓRICOS ACERCA DE LA PSICOLOGÍA DE LA PERSONALIDAD

Existen diferentes modelos y enfoques para el estudio de la personalidad. Para el planteamiento de las diferentes teorías de la personalidad seguiremos la sistematización propuesta por Theodore Millon en 1996. El autor propone diferenciar los enfoques en monotaxonómicos y politaxonómicos, empíricos y explicativos respectivamente. Vamos a explicar a continuación sintéticamente cada uno de ellos:

-Los enfoques monotaxonómicos están orientados hacia el tratamiento de pocas unidades de análisis, sean estas: categorías, dimensiones, prototipos. Están limitados a áreas circunscriptas y no pretenden explicar todo el campo de la personalidad sino que están interesados por determinadas áreas o procesos.

-Por el contrario, los enfoques politaxonómicos se dirigen hacia la búsqueda de pilares teóricos que dan una explicación de la estructura de toda la personalidad, y el énfasis está puesto en la explicación de las entidades latentes. El intento de este enfoque es explicar múltiples variaciones observadas en las conductas, emociones y pensamientos de las personas mediante un número bien menor de variables o principios teóricos explicativos.

Estos dos enfoques pueden estar orientados hacia la explicación teórica de los constructos o simplemente hacia la descripción y sistematización de variables (es decir, a lo empírico).

-Los enfoques monotaxonómicos empíricos: esta aproximación hace foco en una o pocas categorías de análisis, considera que el conocimiento avanza a través de la explicación de la estructura de los datos obtenidos por instrumentos de medida ya existentes y no a través de la exploración de nuevos conceptos y teorías. Busca alcanzar un mayor nivel de especificidad, tratando de descomponer varias unidades de análisis en una menor cantidad de unidades más integradoras. Los enfoques tradicionales de los rasgos están ubicados en esta categoría y las variaciones individuales entre las personas son explicadas a través de un escaso número de rasgos, pero el problema sería decidir cuáles y cuántos son estos rasgos o variables necesarios para describir o explicar la personalidad. En estos enfoques podemos situar las conceptualizaciones de Cattell y Eysenck.

-Los enfoques politaxonómicos empíricos: son similares a los enfoques empíricos monotaxonómicos, en el sentido de que también trabaja mediante el refinamiento de instrumentos de medidas y tampoco se toman en consideración los avances teóricos. El enfoque politaxonómico no toma en cuenta los componentes inferenciales o verbales . El modelo más representativo de este enfoque es la teoría del Big Five, que se centra en la lectura personológica basada en hipótesis léxicas al asumir que aquellas grandes diferencias entre las personas han sido codificadas en el lenguaje natural, por lo que solo bastaría con describir las palabras comúnmente usadas para dar cuenta de las diferencias individuales y luego a través de algún procedimiento matemático (como por ejemplo, el análisis factorial) se aíslan los factores o rasgos subyacentes que dan cuenta de las diferencias entre las personas. Esta aproximación ha sido considerada por Millon como el abordaje matemático de lo latente.

-Los enfoques teóricos monotaxonómicos: se tratan de conceptos de naturaleza inferencial, es decir, que no son observables y allí se intenta utilizar pocas unidades de análisis que den cuenta del fenómeno objeto de estudio. Dentro de esta línea tenemos los autores, en su mayor parte psicoanalíticos, con preocupaciones básicamente clínicas porque intentaron derivar explicaciones teóricas sobre cómo la personalidad se torna patológica. Los autores más representativos de esta corriente son Kohut, Gunderson y Kernberg.

-Los enfoques teóricos politaxonómicos: aquí situamos el modelo de Millon. Este tipo de enfoque está basado en la construcción de un edificio taxonómico teórico que nos permite clasificar los diferentes tipos o estilos de personalidad y sus desordenes en una misma teoría que provea una explicación acabada del fenómeno objeto de estudio. El poder explicativo de este sistema deriva en generar una taxonomía que reemplace la primitiva agregación de elementos jerárquicos organizando un esquema diagnóstico real.

EL MODELO DE LOS CINCO FACTORES (BIG FIVE)

El modelo de los cinco factores o Big Five se ubica dentro de los enfoques politaxonómicos empíricos, forma parte de un enfoque léxico y su abordaje de la personalidad puede denominarse como abordaje correlacional o nomotético, puesto que su validez se fundamenta a partir de análisis factoriales que buscan las correlaciones entre variables.

¿Qué es el análisis factorial?: Es un tipo de cálculo estadístico desarrollado por Spearman, un psicólogo británico que tenía como objetivo inicial estudiar la inteligencia humana. En la psicología se emplea el análisis factorial para construir instrumentos de evaluación psicológica puesto que permite obtener evidencias sobre la validez de los resultados obtenidos por medio de un test. La validez refiere a si el instrumento mide el constructo que afirma medir.

El análisis factorial implica calcular las correlaciones entre variables. Una variable es un atributo que puede adquirir más de un valor, es decir que varía. La correlación entre variables nos indica si dos variables se encuentran asociadas, de qué manera y en qué grado. Las correlaciones pueden ser de dos tipos:

-correlaciones positivas: implica que cuanto mayor sea una variable, mayor será la otra variable. Del mismo modo, cuando menor sea una variable, menor será la otra variable. Por ejemplo, cuantos más años de educación haya cursado un individuo, mejor rendimiento tendrá en actividades vinculadas con el uso de memoria; y cuantos menos años de educación tenga una persona, ella se caracterizará por tener peor rendimiento en tareas memorísticas.

-correlaciones negativas: implica que cuanto mayor sea una variable, menor será la otra. Y cuanto menor sea una variable, mayor será la otra. Por ejemplo, a mayor edad de la persona, esta tendrá menos memoria; y a menor edad de la persona, esta tendrá más memoria.

Pero también puede ocurrir que dos variables no se encuentren asociadas entre sí.

[Es importante tener en cuenta que las correlaciones que se calculan están sustentadas en alguna hipótesis que tenga justificación basada en un modelo teórico determinado.]

En el caso de los test, las variables serán los ítems porque sus respuestas presentan diferentes opciones y por lo tanto pueden variar según las respuestas que cada sujeto elija. Analizar la validez de los resultados aportados por un test mediante un análisis factorial implica determinar si es posible identificar factores en los que los ítems pueden agruparse, los factores se forman a partir de los ítems que tienen respuestas que presentan algo en común. Estos factores se convertirán en las escalas o subescalas de un test, y se les asignará un nombre que estará sustentado por algún modelo teórico o investigaciones empíricas previas. Entonces, podemos decir que los factores son “constructos hipotéticos o conceptos subyacentes o latentes (no observables directamente) deducidos de las correlaciones entre las variables”. Los factores no existen en la realidad concreta, sino que los inferimos a partir de indicadores (que en este caso serán los ítems). Existen varios sinónimos que suelen utilizarse para referirse a los factores: dimensión, constructo, escala, componente, variable latente.

En el estudio de inventarios de la personalidad a partir de análisis factoriales se descubrió que los ítems se agrupaban en cinco factores o dimensiones que los investigadores denominaron como: neuroticismo, extraversión, apertura a la experiencia, afabilidad y responsabilidad.

¿En qué consiste el modelo de los cinco factores?: este modelo permite analizar la personalidad mediante la valoración de cinco aspectos:

-neuroticismo: implica la inestabilidad emocional y la experiencia de malestar. La personalidad neurótica es característica de aquellos que se muestran con frecuencia ansiosos, preocupados, malhumorados, deprimidos, trastornos del sueño y enfermedades psicosomáticas.

-extraversión: implica el asertividad y el dinamismo. La personalidad extrovertida se caracteriza por ser sociable, amante de las fiestas y/o actividades sociales, gusta de tener muchas amistades, siente la necesidad de hablar con gente, prefiere estudiar en compañía, ama la aventura y el riesgo, es impulsiva, bromista, afín a la variación y al cambio, despreocupada y agresiva.

-apertura a la experiencia: implica la presencia de valores e ideas no convencionales, amplitud de intereses relativos al ambiente exterior e interior, apertura mental y vidas enriquecidas por la experiencia. La personalidad con una apertura a la experiencia tiene intereses intelectuales y creativos, suele ser sensible a lo estético y se mueve en un sentido contrario a lo rutinario (necesitando renovarse), es ocurrente, imaginativa e inventiva.

-afabilidad: implica la presencia del altruismo, la compasión, la confianza, la franqueza y la sensibilidad hacia los demás. La personalidad afable se caracteriza por ser generosa, brindar apoyo y ser afectuosa.

-responsabilidad: implica la presencia del sentido del deber, el esmero, el orden, la organización, la búsqueda de objetivos, la autodisciplina y la eficacia. La personalidad responsable se caracteriza por ser voluntariosa, escrupulosa, puntual, fiable y capaz de controlar sus impulsos, y está orientada hacia el logro.

Cada uno de estos cinco factores que constituyen dimensiones, tienen en su interior distintos aspectos que los componen y que se denominan como subescalas. Por ejemplo, dentro de la dimensión del neuroticisimo tenemos las subescalas de ansiedad, depresión, hostilidad, etc.

¿Por qué el modelo de los cinco factores se ubica en un enfoque léxico?: se basa en un enfoque léxico porque asume que las palabras (generalmente adjetivos) representan con bastante precisión las diferencias en los rasgos de personalidad de las personas.

¿Cómo se fue conformando a lo largo de la historia este modelo?:

Galton fue el primero en usar adjetivos hallados en los diccionarios con la finalidad de lograr una descripción de la personalidad. Posteriormente, otros autores (como Allport y Odbert, Cattel y Fiske) retomaron las ideas de Galton para generar listados de palabras y luego realizar estudios factoriales que dieron lugar finalmente al hallazgo de los cinco factores.

Allport y Odbert recurrieron al diccionario inglés Webster, que contenía alrededor de medio millón de palabras y de esas palabras seleccionaron dieciocho mil términos que, según ellos, representarían las diferencias individuales entre las personas. Por el sistema de jueces clasificaron estas palabras en: tendencias generales del comportamiento (como por ejemplo, agresivo, sociable o introvertido) - estados de ánimos temporales (como por ejemplo, avergonzado o furioso) - juicios de valor (como por ejemplo, insignificante o valioso) - características físicas, intelectuales o palabras dudosas (como por ejemplo, delgado, genio o dotado). La categoría de “tendencias generales del comportamiento” fue tomada por Raymond Cattell, un psicólogo muy importante de la época, para hacer un modelo taxonómico que describiera la personalidad. Cattell agrupó esas palabras por su similaridad semántica, quedando 35 grupos de ellas que constituyeron la base de su clasificación de la personalidad. Otro psicólogo importante fue Donald Fiske, quien utilizó la misma base de palabras de Cattell para evaluar la personalidad de sus estudiantes de psicología clínica, para ello les pidió a estos estudiantes que se autocalificaran y que evaluarán a sus compañeros utilizando siempre el mismo listado de palabras.

Tupes y Christal en 1961 y Norman en 1963, analizando esas palabras mediante el procedimiento estadístico del análisis factorial obtuvieron cinco dimensiones de la personalidad.

En 1980, Goldberg fue el primero en utilizar el nombre de Big Five(que en español significa “cinco grandes”)para denominar esas agrupaciones de personalidad, la lista de ese entonces ya era de 1700 palabras.

En los años siguientes, dos autores importantes serán John Mc Crae y Paul Costa que estudiaron a fondo el modelo obtenido y encontraron que estas dimensiones eran las mismas en diferentes países, contextos y para diferentes grupos de edades, y hoy es un modelo internacionalmente aceptado para evaluar la personalidad porque es posible de ser generalizado a distintos entornos culturales (es decir que se lo considera bastante universalizable).

Dato curioso: se han hallado relaciones significativas entre los rasgos de personalidad y distintos trastornos mentales. Por ejemplo, concluyeron que los factores de neuroticisimo, afabilidad y extraversión podían predecir la presencia de un trastorno bipolar.

TEORÍA DE LA PERSONALIDAD DE MILLON

¿Qué es la personalidad para Millon ?: Para Millon, la personalidad es un patrón altamente complejo de rasgos cognitivos, afectivos y conductuales que persisten por largos períodos de tiempo. Estos rasgos emergen de un interjuego entre la matriz de disposiciones biológicas que los individuos traen y el aprendizaje de experiencias que ocurren en las primeras etapas del ciclo vital. En función de estas interrelaciones, surgen formas relativamente estables de estilos de pensar, percibir, sentir, afrontar situaciones y vincularse con otros seres humanos.

En esta conceptualización, cobra especial importancia el concepto de patrón. Si tomamos en cuenta el desarrollo de los niños, vemos que estos exhiben diferentes tipos de conductas, algunas son premiadas y otras son castigadas en función del refuerzo recibido por parte de sus padres, otros significativos o sus pares. Algunas de estas conductas se conservan y otras simplemente se extinguen en función de estas circunstancias modeladoras del ambiente. El niño por lo tanto comienza a exhibir hábitos de comportamiento que tienden a hacerse cada vez más estables en función de estas circunstancias moldeadoras del ambiente. A medida que pasa el tiempo estos hábitos se vuelven consistentes a través de los diferentes contextos: la escuela, la casa, el grupo de pares y el niño así sigue su proceso madurativo y comienza a exhibir un grupo repetitivo de hábitos que pueden ser catalogados ya como rasgos psicológicos. Al final de la adolescencia y comienzo de la adultez, este grupo de rasgos se cristaliza en un patrón permanente de comportamientos altamente resistentes y poco modificables. Así, en función de lo que el niño trae de la aspectos biológicos temperamentales y las experiencias con el ambiente, queda delimitado un patrón distintivo de interacciones interpersonales y relativamente fijo que podemos caracterizar como personalidad. La personalidad se diferencia de otros dos constructos, uno es el temperamento y otro es el carácter.


¿Qué es el temperamento?: El temperamento son los aspectos biológicamente determinados de la personalidad, se trata del material biológico en bruto desde el cual la personalidad finalmente emerge. Los niños desde su nacimiento exhiben ciertos patrones predecibles de hambre, eliminación, sueño, etc. Algunos infantes son relativamente relajados y otros en cambio pueden ser más o menos tensos y enérgicos como puede observar cualquier padre, cualquier persona que ha tenido un bebé en brazos. Estas conductas están determinadas por disposiciones biológicas ya que en el momento de nacimiento y a los pocos días de este hay poca influencia del ambiente.

¿Qué es el carácter?: El carácter es una dimensión esencialmente valorativa de la personalidad y alude a la internalización de ciertos valores morales (como por ejemplo, el deber, el honor, la abnegación). Se dice que algunas instituciones (como la familia o la escuela) forman el carácter al incentivar la adquisición de estos principios éticos. Por lo tanto, el carácter es un reflejo del conjunto de influencias ambientales; es mucho más amplio que el temperamento, pero mucho más reducido que el término de personalidad.

¿Qué es la personalidad normal y que es la personalidad con trastorno?:

- La personalidad normal puede ser entendida como un estilo distintivo de funcionamiento adaptativo y flexible, que un organismo exhibe en sus vínculos y en sus contextos habituales. La percepción subjetiva de sí mismo es esencialmente positiva y constructiva. Y los patrones de conducta manifiestos son promotores de salud.

Millón sitúa tres elementos que diferencian la personalidad normal de la personalidad con trastornos : el primero es la presencia de la inflexibilidad adaptativa, el segundo es la tendencia a fomentar círculos viciosos y el tercero es la estabilidad lábil.

-La personalidad con trastorno implica un estilo de funcionamiento desequilibrado y no adaptativo, que un organismo exhibe a la hora de enfrentar las demandas del contexto. Muestra una imposibilidad para acomodarse a las circunstancias siempre cambiantes de su entorno y un limitado repertorio conductual. Entonces esta persona, por la poca labilidad de su estrategia de afrontamiento, es muy sensible a presiones ambientales y si los esfuerzos para afrontar la realidad no son efectivos se ponen en marcha conductas autofrustrantes. Tanto la percepción de sí mismo como del contexto es esencialmente frustrante. Si este proceso continúa, el sujeto se patologiza y el trastorno de personalidad avanza así hacia formas más patológicas. Los patrones de conductas manifiestos tienen efectos perjudiciales para la salud.

¿Cuáles son los principios básicos de la personalidad para Millón?:

-La normalidad y la anormalidad son conceptos relativos y pueden ser mejor descritos como continuos o gradientes más que como entidades discretas.

-Hay una continuidad sindrómica porque los trastornos de personalidad son entidades más dinámicas que estáticas y la conducta patológica se desarrolla según los mismos principios y mecanismos que están involucrados en el desarrollo de la personalidad normal. Esto quiere decir que, en función de las disposiciones biológicas (herencia genética, factores prenatales y estimulo nutricional adecuado) y de la exposición a ciertos aportes del ambiente a edades tempranas (refuerzos positivos y negativos, modelos de identificación y mecanismos de defensa) algunas personas aprenden hábitos adaptativos y otros hábitos desadaptativos. Por lo tanto, este es un modelo integrador que hace puente entre lo que serían los aspectos de la personalidad normal y la personalidad con trastorno, que en la historia de la psicología siempre estuvieron disociados. La idea de continuidad sindrómica está siendo recientemente incorporada en las nosología oficiales (DSM-5).

-Los estilos de personalidad tienen una función esencialmente adaptativa . Una personalidad normal, ante ciertas demandas del ambiente (estresores) puede poner en marcha mecanismos para afrontar esas situaciones cambiantes y tener resultados exitosos, es decir que se adapta y no se da lugar a una patologización. Pero una persona poco flexible es muy vulnerable a los estresores del ambiente, no pudiendo adaptarse mediante mecanismos exitosos y dando lugar a un trastorno de la personalidad.

-La personalidad no puede ser entendida por las diferencias manifiestas en la conducta, sino que tenemos que tener en cuenta las entidades latentes. Esto quiere decir que la personalidad no puede ser clasificada por lo aparente porque esto constituye una base falsa, porque puede ocurrir que sujetos con conductas aparentemente similares parezcan iguales pero puedan en realidad no serlo o que sujetos con conductas aparentemente diferentes tengan la misma estructura de la personalidad.

-La teoría de la personalidad sirve como base para la evaluación psicológica y para la intervención .

¿Cómo estructura a la personalidad este autor?: Para Millon la clasificación de la personalidad no puede ser solamente explicada por cuestiones manifiestas entre las personas sino que se requiere de las entidades latentes.

En 1969 se basa en una teoría bio-social y propone un modelo 4x2 (que incluye 8 estilos de personalidad). Este modelo considera dos dimensiones para explicar la personalidad: la dimensión de actividad/pasividad y la dimensión de fuente del refuerzo. Estas dimensiones permiten distinguir ocho tipos básicos de personalidad (prototipos). Para este autor, es muy difícil que un sujeto pueda encuadrarse en un solo prototipo sino que existe una combinación de diferentes prototipos y la personalidad puede ser entendida en términos de perfil.

Patrón de conducta instrumental

Fuente del refuerzo

Independiente

(la fuente del refuerzo es propia)

Dependiente

(la fuente del refuerzo proviene de los demás)

Ambivalente

(la fuente del refuerzo es confusa)

Desvinculado

(la fuente del refuerzo no es ni propia ni de los demás)

Activa

Personalidad violenta

Personalidad sociable

Personalidad sensitiva

Personalidad inhibida

Pasiva

Personalidad inhibida

Personalidad cooperadora

Personalidad respetuosa

Personalidad introvertida

-La dimensión de actividad/pasividad: las personas intentan maximizar su placer y minimizar su dolor mediante la búsqueda activa de refuerzos o simplemente a través de la pasividad. Por ejemplo, las personas más activas son las de personalidad violenta, sociable, sensitiva o inhibida. Mientras que las personas más pasivas son las de personalidad inhibida, cooperadora, respetuosa o introvertida.

-La dimensión fuente del refuerzo instrumental: está compuesta por cuatro categorías que señalan la modalidad preferida en la búsqueda de refuerzos. Estas cuatro categorías son: independiente, dependiente, ambivalente y desvinculado. Se puede tener refuerzos con una fuente independiente (es decir, que es propia), o por el contrario existe otro tipo de individuos que obtienen refuerzos a partir de una fuente dependiente (es decir, que esperan que los demás le proporcionen el refuerzo buscado). Un tercer grupo estaría integrado por los sujetos que obtienen refuerzos a partir de una fuente ambivalente (es decir, que son oscilantes entre sí mismos y el otro). Y por último, están los desvinculados, que son quienes no tienen interés en la búsqueda del refuerzo y tienden a mantenerse retraídos, aislados y se desinteresan de las actividades placenteras.

Ambas dimensiones (la de actividad-pasividad y fuente del rechazo) se combinan para categorizar la personalidad. Así, por ejemplo una persona que es instrumentalmente pasiva y que busca un refuerzo en los demás podemos catalogarla como una personalidad cooperadora. En cambio, un sujeto con un patrón de conducta instrumentalmente activo y que busca su refuerzo en los demás podría tratarse de una personalidad sociable. Una persona que no busca el refuerzo ni en sí mismo ni en los demás pero percibe un patrón activo puede tratarse de una personalidad inhibida. Hasta aquí hablamos de estilos de personalidad normal. Pero si la persona cooperadora, por ejemplo, se vuelve muy dependiente de los otros para maximizar su placer y no puede adaptarse efectivamente al ambiente si no tiene el apoyo de otro (por ejemplo, para tomar decisiones y llevar su vida diría), diremos que se trata de un trastorno de personalidad dependiente, y ya estamos en la dimensión patológica. El otro caso que habíamos comentado de la personalidad sociable con la dimensión activa de refuerzo se trata de un estilo de personalidad normal, pero si este individuo necesita activamente de los otros para poder mantener su equilibrio y tratar de cautivar, atraer o fascinar a los demás, ya hablamos de una personalidad histriónica. Estos trastornos de personalidad pueden patologizarse aún más si hay más patrones autofrustrantes, más inflexibilidad adaptativa y se vuelve menos lábil emocionalmente podrían transformarse en un trastorno borderline (trastorno límite de la personalidad) de la personalidad. Cómo vemos en el ejemplo, la estructura básica y los mecanismos de la personalidad normal y con trastornos son originariamente los mismos, lo que sucede es que estos últimos se van patologizando en función de experiencias ambientales vividas tempranamente y que hacen imposible que afronten las demandas siempre cambiantes del entorno.

En el año 1981, el autor reformula su teoría para concluir con un modelo 5x2 (con 10 estilos de personalidad) donde agrega la dimensión placer-dolor. Posteriormente, en 1990 agrega los aportes de la psicología evolucionista e incorpora tres ejes nuevos que son: las metas motivacionales, los procesos cognitivos y los vínculos interpersonales. Estos ejes son base de lo que sería el inventario de Millon de los estilos de personalidad o MIPS , un instrumento de evaluación psicológica que este autor formula. Podemos decir que el modelo teórico de Millón es una propuestaintegradora y pluriparadigmática porque reúne los aportes de diferentes teorías y modelos (interpersonal, evolucionista, psicodinámico y evolutivo).

HISTORIA DE LA EVALUACIÓN DE LA PERSONALIDAD PATOLÓGICA

Los primeros diagnósticos acerca de la personalidad patológica comienzan a mediados del siglo XX, se caracterizaban por presentar una baja confiabilidad de los diagnósticos clínicos y esto ocurría porque no existía un marco de referencia común para poder hacer esta evaluación o valoración de la personalidad y cada uno empleaba la nosología que le parecía, entonces no había una consistencia o había una baja confiabilidad entre los diagnósticos dados por clínicos a las mismas personas.

A mediados de siglo XX comienza la polémica en torno a lo que sería la evaluación de la personalidad. Esta polémica fue retomada porMeehl en el famoso libro que publicó en 1951, allí habla de la polémica entre actuariales y clínicos, es decir, entre las personas que hacían diagnósticos a través del uso de tests y los que se basaron solamente en entrevistas clínicas. Meehl llega a la conclusión, por diferentes estudios empíricos que realizó, que no hay diferencia en los diagnósticos tanto hecho por un modo o por otro.

En los años 40’ otro hito importante es el surgimiento de instrumentos para evaluar la psicopatología de la personalidad de modo objetivo, como el MMPI que es uno de los precursores.

En los años 50’ surgen los criterios diagnósticos estandarizados que son denominados como DSM. El DSM recurre a una aproximación para evaluar la personalidad que se define como “aproximación categorial ”, esta consiste en que una persona puede clasificarse en determinado trastorno de personalidad si cumple con una cantidad de criterios mínimos que forman parte del total de criterios que permiten clasificarla como tal. Por ejemplo, en el trastorno de personalidad histriónico hay un total de 10 criterios y para poder clasificar a una persona en ese trastorno debe cumplir mínimamente con 8 de esos 10 requisitos, si cumple menos de 8 no se puede diagnosticar ese trastorno. Esta aproximación se popularizó para la evaluación de la personalidad con trastornos en los años 80’, cuando surge el denominado eje 2 de las nosologías DSM. El DSM tradicional era un manual psiquiátrico, un gran componente de ese manual era lo que clásicamente se llamaba el eje 1 en el cual había síntomas y síndromes clínicos. Luego en los años 80’ se incorporó un capítulo con los trastornos de personalidad, que es lo que en esa época lo hizo un poco más popular. A medida que pasaron los años, el problema con los DSM no era tanto los criterios diagnósticos sino los problemas de fiabilidad y validez para evaluar la psicopatología mediante entrevistas exclusivamente verbales. Por esta razón, comenzaron a surgir un montón de inventarios, tests y formatos para poder valorar los trastornos de personalidad.

EL DSM

¿Qué es el DSM?: es un sistema de clasificación de los trastornos mentales , es de uso internacional y fue creado por la Asociación Psiquiátrica Americana (APA). Este manual facilita la comunicación entre clínicos e investigadores y permite hacer el diagnóstico, es decir, tener una etiqueta diagnóstica que sea compartida por diferentes clínicos e investigadores de todo el mundo. De este modo, cuando por ejemplo estamos hablando del trastorno borderline de la personalidad no depende de la nosología que uno tenga sino que hablamos de trastorno borderline de la personalidad definido desde el DSM.

Este sistema de clasificación tiene una base empírica, no es un manual que fue diseñado una vez y ahí quedó estático sino que hay sucesivas actualizaciones del mismo y cada un periodo x de tiempo se reúnen los expertos internacionales en diagnóstico agrupados por categorías (por ejemplo, los expertos en trastorno de ansiedad, trastorno de la personalidad, trastorno de alimentación, etc) y deciden si hay base empírica suficiente para incorporar o retirar algunos de los diagnósticos. Entonces, por lo tanto, tiene una actualización continua cada 10, 15, 20 años, etc. Además, el manual está en relación con la ICD o CDI que es la Clasificación Internacional de los Trastornos Mentales de la OMS, es decir, hay una equivalencia entre el DSM 5 (que es la última versión del 2013) con la Clasificación Internacional de los Trastornos Mentales de la OMS.

El DSM tiene patologías más sintomáticas y patologías más vinculadas con los trastornos de personalidad.

¿Cuáles son los propósitos del DSM?:

-Este manual lo que hace es poder unificar los diagnósticos para poder hablar de la misma cosa . Por ejemplo, cuando hablamos del trastorno por déficit de atención, ya todos sabemos de qué estamos hablando. Permite que el diagnóstico sea ateórico, esto resulta útil para profesionales de diferentes disciplinas y escuelas teóricas. Por eso el DSM se popularizó, paso de los psiquiatras a los psicólogos y lo usan un montón de personal en diferentes áreas de la salud mental.

-Otro propósito que tiene este manual es entrenar a los clínicos para trabajar con determinado tipo de diagnóstico para el tratamiento de determinada sintomatología o una determinada patología de la personalidad. En este punto, es de relevancia la manualización de las intervenciones, es decir, que haya un manual de intervenciones para poder trasmitir este componente especifico de la psicoterapia a través de la enseñanza.

-Y también otro propósito importante para la que sirve el DSM es la planificación de los tratamientos.

¿Cómo es la evolución de los DSM?: La primera versión del DSM surge en el año 1952 y la segunda versión del DSM surge en el año 1968, ambas versiones eran muy poco utilizadas. Recién en 1980, con la tercera versión del DSM se populariza. En esta tercera versión aparecen dos cosas: la incorporación de un eje nuevo que sería el eje 2 (es decir, los trastornos de personalidad que estamos tratando) y la aparición del concepto de diagnóstico multiaxial. El diagnóstico multiaxial consiste en diferenciar el eje 1 (que es la sintomatología clínica o el foco de atención de la consulta, es decir el problema que la persona trae que es más de orden sintomático)y el eje 2 (que sería algo que atraviesa la vida del sujeto, es un eje más diacrónico en este sentido y tiene que ver con un trastorno de la personalidad), y también en establecer sus relaciones. De este modo, por ejemplo, una persona podría tener un trastorno de eje 1 como el abuso de alcohol y estar vinculado o no con un trastorno del eje 2 (como el trastorno de la personalidad dependiente o el trastorno de personalidad antisocial). Posteriormente se incorporan el eje 3, 4 y 5. El eje 3 era algún trastorno médico, el eje 4 era todo lo que tenía que ver con el estrés psicosocial que podía actuar como gatillo disparador de algún trastorno sintomático, y el eje 5 cubría lo que sería la Escala Global de Adaptación (que se trata de una escala con el grado de severidad de los síntomas). El DSM a partir de estos nuevos ejes ya incorporaba entonces la personalidad, la sintomatología y patologías médicas. En la modificación de la tercera versión del DSM (publicada en 1987) se incorporan criterios menos conductuales, más de orden cognitivo. En el año 1994 aparece la cuarta versión del DSM, donde se produce un refinamiento del diagnóstico multiaxial y se cambian algunas categorías de lugar. En el 2000 se produce una modificación de la cuarta versión del DSM, donde hay un refinamiento de los códigos, pero prácticamente no hay un gran avance. En el 2013tiene lugar la quinta versión del DSM, donde sí puede verse un cambio de paradigma.

¿Qué cambios trae el DSM-5?:

-Se incluyen nuevos trastornos psicopatológicos, por ejemplo, el trastorno neurocognitivo leve o el trastorno por ingesta compulsiva, que no estaban contemplados en el DSM anterior.

-Hay menos diagnósticos por cada sujeto. Es decir que se reducen la cantidad de diagnósticos porque con el diagnóstico multiaxial un sujeto podía acumular una gran cantidad de diagnósticos en diferentes áreas.

-Se reduce la categoría sin especificar. La categoría sin especificar era utilizada para los casos donde una persona presentaba varios de los criterios totales de un trastorno pero no llegaba a la cantidad de criterios mínimos para poder clasificarlas dentro de ese trastorno y en esta situación se decía que esa persona presentaba un “ trastorno de la personalidad sin especificar”. Esta categoría en el DSM 5 tiende a desaparecer o se lo usa lo menos posible. Para dejar de utilizar esa categoría sin especificar, se comenzó a utilizar diversos criterios de severidad y entonces un trastorno de la personalidad puede ser leve, moderado o grave.

-Se utilizan menos términos patológicos para identificar las diferentes etiquetas diagnósticas, es decir que se centra en despatologizar. Por ejemplo, el uso de parafilias se cambió por lo que sería disforia o trastorno de identidad de género. Se trata entonces del uso de un lenguaje un poco más inclusivo, por ende se actualizó el vocabulario.

-Aparece el concepto de spectrum. Es decir, el manual tiene una agrupación de los trastornos similares que tengan una teoría similar de base y se agrupan juntos en un espectro de severidad que se distingue como leve, moderado o grave. El ejemplo más común es el trastorno de persona autista que en DSMs anteriores estaba dividido en síndrome de asperger, trastorno generalizado del desarrollo, etc, y ahora es un único trastorno que tiene diferentes niveles, entonces estos se agrupan en forma teórica. Este concepto de spectrum funciona bien para el espectro autista, para los trastornos bipolares, etc.

Concepto de trastorno mental en el DSM-5: Se debe aclarar en primera instancia que vamos a hablar de trastorno mental, trastorno psicológico o trastorno psicopatológico, y no de trastorno de la personalidad. El trastorno mental es un síndrome caracterizado por una alteración clínicamente significativa (es decir que tiene que tener un impacto clínico)en la cognición, la regulación emocional o el comportamiento de un individuo, que refleje una disfunción tanto en procesos psicológicos, biológicos o principios subyacentes al funcionamiento mental. Los trastornos mentales se asocian generalmente con un malestar significativo en la vida social, laboral u otras actividades importantes (es decir, tiene que tener un malestar clínico o para la persona o para las demás y tiene que verse concretamente). Aquí viene una aclaración importante, una respuesta esperable o aprobada culturalmente a un estresor (como por ejemplo, la muerte de un ser querido) no es un trastorno mental. Las conductas socialmente desviadas (como por ejemplo, política, religiosa o sexual) y los conflictos de la relación entre el individuo y la sociedad no son trastornos mentales según esta conceptualización a menos que como consecuencia de estas conductas resulte en una disfunción en el individuo.

¿Cuáles son los criterios para considerar un trastorno de la personalidad en el DSM-5?:

A)El patrón duradero de la experiencia interna y comportamiento que se desvía marcadamente de las expectativas de la cultura del sujeto en dos o más de las áreas de cognición, afectividad, funcionamiento interpersonal y control de los impulsos.

B)El patrón es inflexible y generalizado a lo largo de un amplio rango de situaciones sociales y personales.

C)El malestar clínicamente significativo o disfunción en las áreas social, ocupacional o en otras áreas importantes del funcionamiento.

D)El patrón es estable y de larga duración, empezando en la adolescencia o adultez temprana. Por ejemplo, si una persona que consulta tiene 40 años y comenzó hace 3 años, no es un trastorno de personalidad.

E) No es atribuible a efectos fisiológicos de una sustancia u otra condición médica . Por ejemplo, si la persona tiene alguna alteración producto de haber tomado alguna droga u otra condición médica biológica, podríamos decir entonces que no es un trastorno de personalidad sino que se trata de otra cosa.

¿Cómo es la estructura de los trastornos de la personalidad?: La estructura de los trastornos de personalidad tiene un formato de tres clusters: grupo A, grupo B y grupo C. Esta estructura se mantiene idéntica a la del DSM 4 y se intentó cambiar en el DSM 5, pero se presentaron problemáticas, no se llegó a ningún acuerdo a la salida del manual en 2013 y se decidió mantener la estructura clásica de agrupación de los trastornos de personalidad. La clasificación clásica de los trastornos de la personalidad es la siguiente:

Grupo A: Sujetos que suelen parecer raros o excéntricos, son los trastornos de personalidad grave porque están vinculados con pensamientos extravagantes o alguna sintomatología psicótica. Aquí se ubican los siguientes trastornos: trastorno paranoide de la personalidad, trastorno esquizoide de la personalidad y trastorno esquizotípico de la personalidad.

Grupo B: Sujetos dramáticos, emotivos o inestables, podríamos llamarles trastornos externalizantes. Aquí se ubican los siguientes trastornos: trastorno antisocial de la personalidad, trastorno límite de la personalidad, trastorno histriónico de la personalidad y trastorno narcisista de la personalidad.

Grupo C: Sujetos generalmente ansiosos o temerosos, podríamos llamarles trastornos internalizantes. Aquí se ubican los siguientes trastornos: trastornos de la personalidad por evitación, trastornos de la personalidad por dependencia y trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad.

¿Cuáles son las críticas a la nosología categorial clásica?:

- Crítica a la clasificación de los trastornos en categorías , cuestionando la ausencia de evidencias a favor de las diez categorías propuestas.

- Crítica a la consideración de los trastornos de la personalidad como cualitativamente diferentes de la personalidad normal porque los estudios indican lo contrario.

- Crítica a la agrupación de los trastornos de la personalidad en clusters porque no tienen fundamento empírico y solamente consideran similitudes temáticas.

-Crítica a la aproximación categorial por la ausencia de evidencia empírica.

-Tiene poca utilidad clínica porque hay mucha comorbilidad (es decir, no hay trastornos de la personalidad puros, sino que un sujeto puede ser diagnosticado en varios trastornos de la personalidad) y hay una heterogeneidad entre sujetos que presentan el mismo cuadro (porque los sujetos presentan diferentes características a pesar de tener el mismo diagnóstico).

-Se cuestiona la estabilidad temporal de los diagnósticos porque investigaciones demostraron que estos varían a lo largo del tiempo en un mismo sujeto, a pesar de que la estabilidad del patrón de comportamiento se valora como uno de los principales criterios diagnósticos.

-La severidad se evalúa con un criterio vago, no presenta una justificación teórica y empírica.

¿Cuál es la propuesta que se plantea en el DSM-5?:

En la sección 3 del DSM-5 se comentan criterios que se iban a incorporar originalmente en el DSM-5 pero que no hubo acuerdo final y se dejaron como para futuros estudios. Las propuestas son las siguientes:

-Considerar una continuidad entre los rasgos de la personalidad normal y patológica . La personalidad normal y la patológica están disociadas, por eso proponen integrarlas mediante un modelo híbrido que este sustentado en el modelo de los cinco factores, recuperando de ese modo la tradición de la psicología de la personalidad en la clasificación clínica. Este modelo híbrido se lo denomina como tal porque, si bien tiene influencia de los enfoques dimensiones, también mantiene algunas categorías diagnósticas (por lo tanto es un sistema mixto, dimensional y categorial).

-Realizar un abordaje dimensional a través de dos criterios:

Criterio A : establecer el nivel de deficiencia en el funcionamiento de la personalidad indicando si es: ninguna – algo de disfunción – disfunción moderada – disfunción severa – disfunción extrema. Esto se viene trabajando para los casos donde antes se clasificaban como “trastorno de la personalidad sin especificar”, pero la novedad es que se propone aplicarlo a todos los trastornos. Las dos áreas en las que se evalúa la deficiencia en el funcionamiento de la personalidad son el sí-mismo (o el self, es decir con la identidad y la autodirección) y el área interpersonal (es decir, dificultades con los demás en relación a la empatía y la intimidad).


La

identidad

es la experiencia de uno mismo como único, con claros límites entre el yo y los otros, implicando una estabilidad de la autoestima y una adecuada autovaloración, y la presencia de una capacidad para regular un rango de experiencias emocionales.

La auto-dirección se caracteriza por la búsqueda de metas coherentes y significativas, utilizando parámetros internos de comportamiento constructivista y prosociales, sustentada por la habilidad para reflexionar productivamente.

La empatía se conceptualiza como la comprensión y apreciación de las experiencias y motivaciones de otros, la tolerancia hacia las diferentes perspectivas y el reconocimiento de los efectos del comportamiento propio sobre los otros.

La intimidad implica conexiones profundas y duraderas con los demás, deseos y capacidad para la intimidad, así como comportamientos interpersonales en los que se refleja estima mutua.

Para diagnosticar un trastorno de la personalidad, el individuo debe presentar un nivel de disfunción de la personalidad moderado, severo o extremo en por lo menos dos de los cuatro aspectos del criterio A.

Criterio B: evaluar los rasgos de personalidad patológicos a través de un modelo basado en el modelo de los cinco factores. En este modelo estarían los cinco grandes factores de la personalidad sana que son estabilidad emocional, extraversión, afabilidad, escrupulosidad y lucidez. También estaría presente la polaridad opuesta de cada uno de estos cinco factores que son la afectividad negativa, la indiferencia, el antagonismo, la desinhibición y el psicotisismo respectivamente. Las polaridades opuestas de los cinco factores corresponden a los rasgos de la personalidad patológica. Se propone para el criterio B evaluar dimensionalmente cómo puntúa la persona en cada uno de estos cinco rasgos y sus facetas. Por ejemplo, algunas de las facetas de la afectividad negativa son inestabilidad emocional, inseguridad de separación, sumisión, etc. En el caso de la indiferencia, algunas de sus facetas son el apartamiento, la evitación de intimidad, la anhedonia, etc.

Dominios

Afectividad negativa

Indiferencia

Antagonismo

Desinhibición

Psicotisismo

Polaridad opuesta

Estabilidad emocional

Extraversión

Afabilidad

Escrupulosidad

Lucidez

Facetas

Inestabilidad emocional.

Ansiedad.

Inseguridad de separación.

Sumisión.

Perseveración.

Tendencias depresivas.

Desconfianza.

Afectividad restringida (o ausente).

Hostilidad.

Apartamiento.

Evitación de la intimidad.

Anhedonia.

Tendencias depresivas.

Desconfianza.

Afectividad restringida.

Tendencias a manipular.

Falsedad.

Grandiosidad.

Búsqueda de atención.

Insensibilidad.

Hostilidad.

Irresponsabilidad.

Impulsividad.

Distractivilidad.

Toma de riesgos.

Perfeccionismo rígido (o ausencia del mismo)

Creencias y experiencias inusuales.

Excentricidad.

Desregulación cognitiva y perceptual.

Definiciones de cada dominio :

La afectividad negativa se caracteriza por frecuentes e intensas experiencias de una amplia gama de emociones negativas y por sus manifestaciones comporta mentales e interpersonales.

La indiferencia implica la evitación de la experiencia socioemocional que va desde las interacciones diarias con amigos hasta las relaciones íntimas. Incluye también la restricción en la experiencia y la expresión de afectos.

El antagonismo involucra comportamientos que los individuos realizan para obtener ventajas por sobre otras personas. Además, hay una expectativa de trato especial por parte de los demás y una insensible antipatía hacia los otros.

La desinhibición es la orientación hacia la satisfacción inmediata, lo cual lleva a un comportamiento impulsivo que no mide consecuencias.

El psicotisismo se caracteriza por exhibir un amplio rango de comportamientos y cogniciones que resultan raras, excéntricas o inusuales con relación a la cultura del individuo.

Definiciones de cada faceta :

Tendencias depresivas : sentimientos de ser miserable y/o de desesperanza; dificultad para recuperarse de tales estados de ánimo; pesimismo sobre el futuro; vergüenza y/o culpa generalizadas; sentimientos de baja autoestima; pensamientos y comportamiento suicidas.

Desconfianza : expectativas y sensibilidad a los signos interpersonales de malas intenciones o daño; dudas sobre la lealtad y la fidelidad de los demás; sentimientos de ser maltratado, utilizado y/o perseguido por otros.

Afectividad restringida : poca reacción a situaciones de carga emocional; indiferencia y frialdad en situaciones normativamente participativas.

Inestabilidad emocional : las emociones aparecen con facilidad y resultan intensas y/o fuera de proporción en relación con los eventos y circunstancias.

Ansiedad: sentimientos de nerviosismo, tensión o pánico en reacción a diversas situaciones; miedo ante la in certidumbre; se espera que suceda lo peor.

Inseguridad de separación : temor a la soledad debido al rechazo o separación de otros significativos, basado en una falta de confianza en la propia capacidad para cuidar de sí mismo, tanto física como emocionalmente.

Sumisión : adaptación de la conducta a los intereses y deseos reales o percibidos de los demás, aunque hacerlo sea la antítesis de los intereses, necesidades o deseos propios.

Hostilidad : sentimientos de ira frecuentes o persistentes; ira o irritabilidad en respuesta a los desaires e insultos menores; comportamiento desagradable o vengativo.

Perseveración : persistencia en las tareas o en una forma particular de hacer las cosas mucho después de que el comportamiento ha dejado de ser funcional o efectivo.

Apartamiento : preferencia por estar solo en lugar de con los otros; reticencia a situaciones sociales; falta de iniciativa para el contacto social.

Evitación de la intimidad : evitación de relaciones cercanas o románticas, lazos interpersonales y relaciones sexuales íntimas.

Anhedonia : déficit en la capacidad de sentir placer y tener interés en las cosas.

Tendencias a manipular : uso de la seducción, encanto, labia o adulación para conseguir fines propios, manipulando y controlando a los demás.

Falsedad : deshonestidad y fraudulencia; distorsión del sí-mismo; embellecimiento e invenciones al relatar los acontecimientos.

Grandiosidad : creer que uno es superior a los demás y merece tratamiento especial; egocentrismo.

Búsqueda de atención : desarrollar conductas para ser el foco de la atención y la admiración de los demás.

Insensibilidad: falta de preocupación por los sentimientos o los problemas de los demás; falta de culpa o remordimiento por los efectos negativos o perjudiciales de las acciones de uno en los demás.

Irresponsabilidad: Incumplimiento de obligaciones y compromisos; incumplimiento de acuerdos y promesas; descuido de las propiedades de los demás.

Impulsividad: acciones como respuesta inmediata a estímulos externos, sin un plan o consideración de resultados.

Distractibilidad: dificultad para concentrarse; la atención es fácilmente desviada por estímulos externos; dificultad para mantener el comportamiento focalizando en metas, incluyendo la planificación y la realización de tareas.

Toma de riesgos : participación en actividades peligrosas y potencialmente dañinas para sí mismo, sin tener en cuenta las consecuencias; falta de preocupación por las limitaciones y la negación de la realidad del peligro personal; búsqueda desenfrenada de las metas sin importar el nivel de riesgo involucrado.

Perfeccionismo rígido (o falta de) : insistencia rígida en que todo sea preciso y sin errores o fallas, incluyendo el rendimiento de uno mismo y de los demás; creencia de que solo hay una manera correcta de hacer las cosas; dificultad para cambiar ideas y/o puntos de vista; preocupación por los detalles, la organización y el orden.

Creencias y experiencias inusuales: creencias sobre poseer habilidades inusuales, como lectura de mente, telequinesis, experiencias inusuales de realidad; incluye experiencias similares a alucinaciones.

Excentricidad : comportamiento, apariencia y/o discurso raro, inusual o bizarro; pensamientos extraños o impredecibles.

Desregulación cognitiva y perceptual : procesos de pensamiento y experiencias inusuales, incluyendo despersonalización, desrealización y experiencias disociativas; experiencias mixtas de estados de sueño y vigilia; experiencias de control de pensamiento.

- El diagnóstico que se puede derivar de este modelo propuesto incluye los siguientes trastornos de la personalidad : trastorno antisocial, trastorno por evitación, trastorno límite, trastorno narcisista, trastorno obsesivo-compulsivo y trastorno esquizotípico. Además, en este modelo la categoría de “trastorno de la personalidad sin especificar” es reemplazada por un diagnóstico de trastorno de la personalidad de rasgos específicos. Para efectuar los diagnósticos de los tipos de trastornos se evalúa en base a dos criterios, el nivel de deficiencia en el funcionamiento de la personalidad y los rasgos de personalidad patológicos.

El trastorno antisocial se caracteriza por fallas para adecuarse a comportamientos legales y éticos, egocentrismo, falta de preocupación por los otros, mentiras, irresponsabilidad, manipulaciones y toma de riesgos.

El trastorno límite se caracteriza por la presencia de inestabilidad en la auto imagen, las metas personales, las relaciones interpersonales y los afectos, acompañada por impulsividad, toma de riesgos y hostilidad.

El trastorno por evitación se caracteriza por evitar situaciones sociales, manifestando una inhibición en las relaciones interpersonales, asociada a sentimientos de inadecuación, preocupación ansiosa con evaluaciones negativas y rechazo, miedo al ridículo o vergüenza.

El trastorno narcisista se caracteriza por una autoestima muy variable, que intenta regularse a través de la búsqueda de atención y aprobación.

El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por dificultades para establecer y mantener relaciones cercanas, en asociación con un perfeccionismo rígido, inflexibilidad y expresión emocional restringida.

El trastorno esquizotípico se caracteriza por las deficiencias en la capacidad para socializar y para establecer relaciones cercanas, incluyendo excentricidades en la cognición, la percepción y el comportamiento, vinculadas con una auto imagen distorsionada y metas personales incoherentes, así como suspicacia y expresión emocional restringida.

[Dato: cada uno de los criterios de diagnóstico de los trastornos mencionados está explicado en el capítulo 4 de “Teorías e instrumentos de evaluación de la personalidad normal y sus trastornos. Liporace y Castro Solano”, teniendo en cuenta las características que adoptan cada uno de ellos en el criterio A y B]

-Se proponen excluir los siguientes trastornos por superposición con otros diagnósticos y llamadas falta de investigación: trastorno paranoide de la personalidad, trastorno esquizoide de la personalidad, trastorno histriónico de la personalidad y trastornos de la personalidad por dependencia.

-Se propone al PID-5 como un instrumento para evaluar cómo puntúa la persona en cada uno de estos cinco rasgos. Este instrumento es un inventario autoadministrable, se puede hacer en lápiz y papel, es de libre uso, no tiene derechos y tiene dos versiones: una versión abreviada de 25 ítems (evalúa el nivel de severidad y los 5 dominios pero no las facetas)y una versión larga (de 220 ítems que cubren las facetas y los 5 dominios), Ambas versiones están validadas para la población argentina, son los instrumentos que ha lanzado el DSM-5 para que los investigadores podamos hacer una revisión de sus propiedades y ver si su aplicación clínica es correcta. La versión corta es un instrumento de screening, no pretende hacer grandes diferencias dentro de los trastornos. Mientras que la versión larga que evalúa facetas y dominios es un instrumento de diagnóstico.

INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN DE LA PERSONALIDAD

Clasificación de los tipos de instrumento de evaluación de la personalidad :

-Según una clasificación metodológica podemos distinguir entre:

A) Métodos proyectivos: se basan en la teoría psicoanalítica y se centran en el mecanismo de la proyección, utilizando estímulos y consignas poco estructuradas para dar lugar a una respuesta que se asume como indicador de la personalidad profunda. La ambigüedad del estímulo y de la consigna contribuye en estos instrumentos a que la proyección acontezca, poniendo en juego aspectos distintivos de cada configuración personal. Se afirma que cuanto menos estructurará resulte la tarea, menor control habrá en las respuestas por parte del entrevistado y, por ende, menor distorsión consciente en ellas. Este abordaje involucra interpretaciones en términos holísticos sobre los diferentes componentes que integran la personalidad. El informe final que se logra apunta a la interpretación del conjunto como una totalidad dotada de sentido. Rorschad sentó las bases fundacionales de la metodología proyectiva.

B) Métodos psicométricos: pueden basarse en diversos modelos teóricos y no solamente en un modelo psicoanalítico. Las actividades son altamente estructuradas, tienen respuestas cerradas y en general preestablecidas. Las evaluaciones desde esta perspectiva consisten en inventarios (que consisten en un listado de afirmaciones que generalmente se responden por verdadero-falso), cuestionarios (que son preguntas con respuestas cerradas que se pueden responder por sí-no) y los checklists (que son listados de adjetivos o frases que se completan en función de si se aplican o no en la persona, tenemos los de autoevaluación completados por la misma persona evaluada o los de heteroevaluación completado por el evaluador). Proveen una evaluación dimensional y no global como otros tipos de técnicas. Se basa en autorreportes o autoinformes porque el evaluado responde sobre cómo él mismo cree/piensa que es o se comporta habitualmente, antes que sobre cómo realmente es o se conduce. Denominar a estos métodos como objetivos es erróneo porque se ponen en juego componentes subjetivos del evaluado, del evaluador y de los teóricos que formularon la descripción de los conceptos que en cada caso se operacionalizan.

C) Métodos de evaluación conductual: buscan hacer foco en el comportamiento en sí mismo y no en los rasgos psicológicos que lo fundamentan. Adhieren a la idea de que la conducta concreta relevada en cada caso es una muestra del repertorio habitual de comportamientos de un sujeto dado en condiciones similares (por ejemplo, un test situacional donde se ubica al examinado ante una circunstancia laboral, recreada en tiempo y espacio, podría evaluar su aptitud para la producción en equipo).Pero se suele criticar este abordaje porque el concepto de rasgo pareciera, de todos modos, estar sustentando muchas medidas conductuales. Además, tiene dificultades en su aplicabilidad porque resulta complicado la replicación exacta de las condiciones ambientales que disparan determinados comportamientos y porque requiere de elevados costos económicos y humanos.

Clasificación de los instrumentos psicométricos de evaluación de la personalidad :

-Según una clasificación basada en el modo en el que han sido elaborados los ítems podemos distinguir entre:

A) Inventarios basados en un diseño racional: este diseño se basa en un modelo teórico que explique la personalidad humana y para tal fin los investigadores realizan una exhaustiva revisión bibliográfica sobre los materiales científicos publicados bajo tal enfoque teórico en el que se haya decidido trabajar.

B) Inventarios basados en un diseño empírico: este diseño se basa en lo que los actores del fenómeno en estudio o los expertos en tal fenómeno consideran relevante a la luz de la práctica profesional cotidiana. Los investigadores deben realizar tareas de campo para recabar datos en el plano empírico donde el fenómeno acontece, mediante la opinión de pacientes, expertos, familiares allegados o bien recolectando datos a partir de fuentes secundarias (tales como las historias clínicas).

En ambos tipos de inventarios, los métodos de análisis psicométricos empleados para analizar las evidencias de validez del constructo son el análisis factorial y los estudios de grupos contrastados.

-Según una clasificación basada en el modo en el que analizan las evidencias de validez del instrumento podemos distinguir entre:

A) Instrumentos que analizan la validez a partir de grupos contrastados : el instrumento será válido si logra arrojar puntuaciones significativamente diferentes para los dos grupos que se contrastan (por ejemplo, extrovertidos vs introvertidos) y si las puntuaciones obtenidas por el instrumento permiten clasificar a esos dos grupos dentro de las clasificaciones que les corresponden de antemano (es decir, si una persona del grupo de extrovertidos es clasificada por este test como parte del grupo de extrovertidos),porque eso significaría que el instrumento está discriminando adecuadamente mediante sus puntuaciones. La utilización de grupos contrastados apunta a la validación convergente (es decir, de aspectos teóricos o constructos teóricos) y a la validación concurrente o de criterio (es decir, de aspectos empíricos)

B) Instrumentos que analizan la validez a partir del análisis factorial : el instrumento será válido si el resultado obtenido a partir del análisis factorial verifica el número hipotetizado de dimensiones o factores y también verifica si tales ítems reportan el factor que se espera según el modelo teórico. La utilización del análisis factorial apunta a la validación convergente (de aspectos teóricos).

-Según una clasificación basada en el objetivo del instrumento podemos distinguir entre:

A) Instrumento que evalúa la personalidad normal: busca describir los estilos de funcionamiento habitual.

B) Instrumento que evalúa la personalidad psicopatológica: se pueden distinguir dos tipos, que son los instrumentos de screening (o de cribado, rastrillaje o despistaje) y los instrumentos de diagnóstico.

Los instrumentos de screening, cribado, rastrillaje o despistaje tienen la función de detectar riesgo psicopatológico, es decir sintomatología leve o moderada que no implique ningún grado de invalidación del sujeto en su vida cotidiana o sintomatología significativa aún no detectada por otros medios. Este tipo de instrumento se caracteriza por su alta sensibilidad (porque eleva los puntajes de riesgo ante sintomatología escasa o leve) y baja especificidad (porque no posee la capacidad de discriminar entre tipos diferentes de trastornos, de modo tal que es imposible arribar a través de este instrumento a un diagnóstico preciso y diferencial). La alta sensibilidad permite que no surjan casos de falsos negativos (sujetos que efectivamente padezcan el trastorno pero que en el screening no sean categorizados como casos en riesgo), pero sí da lugar a casos de falsos positivos (sujetos que en el screening son categorizados como casos en riesgo, pero que luego en la etapa de diagnóstico terminen por ser confirmados como negativos). Además, son breves, de administración sencilla y de rápido evaluación para que una gran cantidad de sujetos pueda ser examinada en lapsos acotados. Se detecta riesgo para hacer prevención primaria en los casos en los que la patología aún no se encuentre presente pero estén dadas ciertas condiciones para que sea posible que aquella se configure.

Los instrumentos de diagnóstico tienen la función de identificar y describir un cuadro clínico en su fase aguda o en relación con su cronicidad, mediante la identificación de síntomas con significación clínica (es decir, que su frecuencia de aparición o su intensidad impliquen al sujeto o a su alrededor un grado de malestar apreciable, o que produzcan algún grado de invalidación considerable en el desarrollo de sus actividades habituales). Las puntuaciones que arroja el instrumento arriban a un diagnostico diferencial sobre el tipo de desorden presente. Este instrumento se caracteriza por tener alta especificidad (para captar sutilezas que diferencien entre los trastornos) y baja sensibilidad (para no generar casos de falsos positivos, es decir sujetos sin el trastorno pero que por presentar sintomatología no significativa puntúan como casos clínicos). Dada su especificidad, son herramientas más extensas, por lo que su administración y evaluación demandará más tiempo. Otra razón por la cual estos instrumentos son más extensos es porque suelen añadir escalas de validez del protocolo individual que evalúan el efecto de determinados estilos de respuestas del individuo sobre las puntuaciones obtenidas. Algunas escalas de validez son las siguientes: la escala de impresión positiva (que es el intento de brindar una imagen completamente sana y ajustada, lo cual es muy frecuente en las evaluaciones laborales), la escala de impresión negativa (que es frecuentemente elevada en adolescentes que no han solicitado una evaluación psicológica de forma espontánea y que desean oponerse al trabajo psicodiagnóstico, o en pacientes obsesivos graves con autocrítica y autoexigencia exacerbadas), la escala de inconsistencia (responder de forma contradictoria a la sucesión de ítems por falta de atención, comprensión lectora o de interés), la escala de exageración o minimización de psicopatología (que es común entre las personas que piden una inimputabilidad ante un delito o una licencia laboral por razones psiquiátricas), la escala de simulación de sintomatología (muy frecuente en situaciones judiciales cuando hay acusados de delitos graves), la escala de la tendencia de la aquiescencia o no aquiescencia (que refiere a estar sistemáticamente de acuerdo o en desacuerdo con las afirmaciones o preguntas propuestas) o la escala de la defensividad (que evalúa la tendencia a no percibir sintomatología, conflictos o situaciones de riesgo por razones defensivas). Estas escalas permiten invalidar el protocolo si las respuestas están excesivamente distorsionadas o añadir su interpretación a la lectura general del perfil clínico aportando alguna información adicional. Las escalas de validez son muy importantes por la vulnerabilidad de los autorreportes ante distorsiones deliberadas. Por otra parte, se diagnostica para hacer prevención secundaria o terciaria cuando el trastorno ya se ha configurado, con el propósito de realizar intervenciones psicoterapéuticas o tratamientos.

PID - 5

El PID-5 en su versión breve de 25 ítems es un instrumento de screening porque me permite detectar indicadores de riesgo psicopatológico, es decir que detecta si la persona tiene riesgo de tener un trastorno de la personalidad pero lo que no hace es confirmar que efectivamente sea así porque los instrumentos de screening tienen alta sensibilidad (es decir, que me arroja elevados puntajes ante sintomatología escasa) y baja especificidad (es decir, que no discrimina entre los diferentes tipos de trastornos, por lo que posterior a su aplicación se tiene que hacer otra evaluación para confirmar si la persona en cuestión tiene efectivamente un trastorno y ver de qué tipo es).

El PID-5 en su versión larga es un instrumento de diagnóstico. Los instrumentos de diagnóstico son largos y lo que hacen es identificar y describir un cuadro clínico en su fase aguda o en relación a su cronicidad. Las propiedades del diagnóstico son inversas a las de los screening, tienen alta especificidad (para permitir captar las sutilezas entre los trastornos permitiendo hacer un diagnóstico diferencial) y tienen baja sensibilidad (para no generar casos de falsos positivos).


 

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