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Resumen | Filosofía (2020) |
UBA XXI
Texto 1: ¿Qué es la filosofía?
Entendemos la filosofía como una forma de leer el mundo, de leer la realidad.
No hay una respuesta única y definitiva sobre qué es la filosofía
― La filosofía es el saber que averigua los principios de todas las ciencias y,
en cuanto filosofía primera o metafísica, se ocupa de la dilucidación de las
verdades últimas y, en particular, de Dios – René Descartes
― La filosofía es aquella concentración mediante la cual el hombre llega a ser
él mismo, al hacerse partícipe de la realidad ― Jaspers
Cada filósofo define su filosofía a partir de lo que fue haciendo durante toda
su vida. O también, como una respuesta a los problemas de su tiempo.
La filosofía siempre se preguntará “¿qué es la filosofía?”, aun sabiendo, o
mejor dicho, precisamente porque sabe que esa pregunta no podrá ser respondida
de una vez y para siempre.
Las respuestas definitivas son una utopía.
Es posible decir, como ya alguna vez señaló Unamuno, que quienes se quedan
tranquilos con una respuesta a la que llegaron o que otros les brindaron y no
avanzan más allá, son de espíritu perezoso y propensos al Dogmatismo → Doctrina
filosófica, opuesta al escepticismo, que afirma que la mente humana tiene
capacidad para conocer la verdad
Esceptismo → Doctrina filosófica que considera que no hay ningún saber firme, ni
puede encontrarse ninguna opinión segura.
No podemos estrechar el significado de verdad únicamente a “verdad científica” o
“verdad comprobable”. La historia de la filosofía nos enseña que puede hablarse
en otros términos del concepto de verdad, como por ejemplo, la noción de “verdad
poética”.
― Los sistemas filosóficos solo son completamente verdaderos para sus
inventores; para los filósofos posteriores, son comúnmente un gran error ―
Nietzsche
Filosofía → Lucha entre pensamiento tradicional y uno nuevo que lo cuestiona.
― La pregunta por lo que algo es, sigue siendo multívoca. Podemos preguntar:
¿qué es eso allá a lo lejos? Recibimos la respuesta: un árbol. La respuesta
consiste en que damos su nombre a una cosa que conocemos bien. Sin embargo,
podemos seguir preguntando: ¿Qué es eso que llamamos árbol? […]
Es aquella forma del preguntar que desarrollaron Sócrates, Platón y Aristóteles:
Preguntan, por ejemplo: ¿Qué es lo bello? ¿Qué es el conocimiento? ¿Qué es la
naturaleza? ¿Qué es el movimiento?
En las preguntas recién mencionadas no solo se busca una delimitación más exacta
de lo que es naturaleza, movimiento, belleza, sino que también al mismo tiempo,
se da una interpretación de lo que significa el – qué – , en qué sentido ha de
entenderse el qué. […] Así, por ejemplo, la filosofía de Platón es una peculiar
interpretación de lo que significa el qué. ― Heidegger
QUÉ :
Texto 2: ¿Por qué y para qué filosofar?
La pregunta por el por qué es un tipo de cuestionamiento que señala a las
causas, a los motivos o a las razones por las cuales, hacemos algo. En este
caso, Filosofía. En términos epistemológicos, decimos que se pide una
explicación.
¿Y por qué no? ¿Por qué no hacerlo si nada nos los impide?
Para Lyotard, filosofamos porque deseamos, porque queremos, porque nos apetece.
Para el filósofo francés, el filosofar se vincula con el deseo, con el deseo de
obtener algo que se nos escapa, algo que no logramos apresar. En este sentido se
vincula con la etimología del término - filosofía - , que la define como amor
(filo) a la sabiduría (sophía). Deseo de sabiduría, y que distingue al filósofo
del sabio por cuanto mientras el primero desea, el segundo ya ha consumado su
deseo.
― Lo que origina el filosofar – de manera más específica o en un sentido más
estricto – es el asombro, la duda y las situaciones límite. ― Karl Jaspers
¿Por qué filosofar en la actualidad, en los inicios del siglo XXI?
Hoy filosofamos precisamente por ser una época de crisis. Y toda crisis, aunque
cada una tenga su particularidad, exige la crítica, nos interpela y nos hace
revisar nuestra forma de estar y sentir en el mundo. Quizás entonces podamos
decir una vez más que la historia de la humanidad es una historia de crisis, y
por eso mismo ejercemos la crítica constantemente.
Cuestionamos nuestra forma de vivir en el mundo, por eso hacemos filosofía.
La pregunta por el para qué expresa un cambio de actitud: De una actitud teórica
hacia una práctica. Es la pregunta por la finalidad (télos) de algo. Se cree que
un corazón cumple su función si lo hace eficientemente. Pero el corazón no tiene
un fin preestablecido. Bombea sangre y podría muy bien hacer otra cosa, y no
esa. En ese sentido, la finalidad se puede llegar a entender también como
utilidad: El corazón sirve para… Es útil para..
“Para qué sirve la filosofía” puede decirse en muchos sentidos. Puede ser o bien
una pregunta retórica, una pregunta ingenua, una pregunta decepcionada, una
pregunta por el sentido de la vida, entre tantas otras. Deleuze sostiene que
cuando se pregunta para qué sirve la filosofía, la respuesta debe ser agresiva,
ya que la pregunta se tiene por irónica y mordaz.
― La filosofía […] sirve para detestar la estupidez, hace de la estupidez una
cosa vergonzosa ― Deleuze
La utilidad de la filosofía y del filosofar es puesta constantemente en
cuestión. ¿Para qué filosofar entonces?
Porque nos permite rever y poner en cuestión los fundamentos sobre los que se ha
edificado nuestra actual sociedad occidental. Porque posibilita revisar
críticamente la penetración cultural y política de la sociedad de consumo y de
los medios de comunicación. Porque nos permite desenmascarar los instrumentos de
dominación del poder, los proyectos económicos que no incluyen y no tienden
puentes, los proyectos políticos que levantan murallas, y los proyectos
científico-tecnológicos que afectan y afectarán a las sociedades y al medio
ambiente. […] Porque la filosofía, en su papel cuestionador, también posibilita
entonces ampliar la mirada para proyectar nuevos horizontes, para proyectar una
concepción del mundo que incluya a otros. Preguntarse por la utilidad,
preguntarse por el - para qué- de la filosofía puede implicar una pregunta por
el sentido de la vida.
“Tener más preguntas que respuestas, más dudas que certezas…”
Texto 3: ¿Cómo Filosofar?
Leer, interpretar, comprender, escribir, reescribir y recrear.
Cuando preguntamos cómo hacer algo, lo que estamos pidiendo, de manera muy
general, es una descripción. Pero de manera más estricta el cómo está vinculado
al método. Cuando nos preguntamos entonces ¿cómo filosofar? estamos preguntando
si hay un método, si hay un único camino varios sobre el cual se construye el
discurso filosófico → Pese a construirse mediante argumentos, el discurso
filosófico difiere entre épocas, corrientes de pensamiento y entre los mismos
filósofos.
La tarea prioritaria de los filósofos parece pasar por la lectura, la
interpretación y la comprensión de textos. Y a partir de allí, la escritura, o
mejor, la reescritura de textos.
Texto → Discurso fijado por la escritura ― Paul Ricoeur
Los textos, dan testimonio del paso del tiempo, y en este sentido constituyen la
memoria de los hombres y de los pueblos, el lugar de su experiencia y de su
conocimiento. Incluso hasta el mundo puede ser considerado como un texto, sobre
todo por la estructura temporal que damos al mundo y que comparte con el relato:
un inicio, un desarrollo y un fin. En ese sentido, el mundo es semejante al
texto, y podemos decir también que el mundo puede ser leído.
Leer → Por un lado está la práctica habitual de la lectura, y por otro la
reflexión sobre esa práctica: qué significa leer, qué implica saber leer, qué
hay detrás y en los márgenes de una lectura.
El texto produce efectos en el lector, y la potencialidad de sentido que el
texto tiene se concretiza en la lectura, en las múltiples lecturas. Así, un
texto no adquiere sentido sin un lector que lo interprete. Con lo cual, todo
texto trasciende sus propias condiciones de producción y se abre a una serie
ilimitada de lecturas situadas en contextos diferentes. El acto que media entre
el texto y el lector es el acto de interpretación, de traducción, de
comprensión. En definitiva, de lectura.
― “[…] Quizás la filosofía no sea nada más, ni nada menos, que (aprender a)
leer.” ― Paco Vidarte
La comprensión de un texto implica la lectura desde un horizonte de sentido, el
nuestro presente, que se extiende hacia otro, pasado.
al leer andamos siempre por caminos antes señalados, al apropiarnos de ellos,
los hacemos nuevos. El acto de lectura es un acto co-creativo, porque cada
generación que se ha sucedido ha ido, a través de su interpretación, añadiendo
algo al texto, y este se ha ido transformando y agrandando. Corresponde al
lector entonces el papel de descubrir/crear un sentido que no está dispuesto en
el texto, sino más bien propuesto a partir de los espacios vacíos que el
escritor deja y que permiten que el lector los actualice. Y en esto radica
precisamente el poder de la lectura. […]
De un texto que es siempre el mismo en su escritura, es, por la lectura, siempre
distinto en su significado.
La tarea del filósofo parece estar encaminada a problematizar lo que parece
trivial, a cuestionar críticamente lo que sucede en la actualidad, a hacer una
lectura desde la actualidad. Tomamos como marco conceptos elaborados previamente
por otros filósofos, científicos, artistas, etc. que nos permiten hacer una
nueva lectura de nuestro mundo y actualizar esos conceptos resignificándolos y
dándoles nueva vida en un nuevo texto.
La filosofía como re-lectura, re-interpretación, re-creación y re-escritura.