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Pens. Científico | Resumen para el Segundo Parcial | 2º Cuat. de 2013 | Altillo.com |
La matemática: constructos formales y realidad
Cohen y Nagel una demostración es una prueba lógica, no supone una prueba
empírica ni afirma o niega nada acerca de la verdad fáctica de las premisas o
conclusiones involucradas. En lógica, aritmética, geometría, la verdad de las
proposiciones no se demuestra mediante ningún método experimental. En estos
casos, una prueba lógica es un “señalamiento” de las implicancias entre un
conjunto de proposiciones llamadas “axiomas” (que no se demuestran) y otras
proposiciones llamadas “teoremas” que sí deben demostrarse.
Punto de vista lógicouna demostración puede verse como un argumento cuyas
premisas son los axiomas o postulados, y la conclusión es la conjunción de todos
los teoremas deducidos. Esta cuestión lógica tiene que ver con la validez de la
interferencia y afecta al plano sintáctico, a la admisión de ciertas reglas
dentro del lenguaje, y no a la verdad o falsedad empírica de sus proposiciones.
A diferencia de las proposiciones de las ciencias fácticas, sólo los “vacíos”
teoremas deducidos de los axiomas son verdaderos, pero no dicen nada acerca del
mundo.
Jesús Mosterinno hay que confundir a las ciencias formales con el mundo real,
pero sin ellas, estaríamos mucho más lejos de captarlo. (Arañas y redes)
La aplicabilidad de las ciencias formales a la realidad es objeto de discusión
filosófica. Popper afirma que es insostenible la creencia de que cualquiera de
los cálculos de la aritmética es aplicable a cualquier realidad. Ej.: no podemos
decir que en un ZOO hay 3,14 cocodrilos. La aplicación no es real, sino aparente
(ejemplo de las manzanas y las gotas de agua, dos sentidos distintos de aplicar
“2+2=4”)
La concepción clásica sobre la metodología de las ciencias formales se encuentra
ya en Aristóteles, cuando destaca los 3 supuestos fundamentales de la ciencia
demostrativa:
Supuesto de deducibilidad: admite que la ciencia demostrativa debe partir de
ciertos principios, los indefinibles, que servirán para definir cualquier otro
término, y deberá partir de los indemostrables o axiomas para demostrar todas
las verdades de esa ciencia mediante el empleo de reglas.
Supuesto de evidencia: exige que los axiomas sean de tal naturaleza que se los
pueda aceptar como verdaderos sin demostración. La evidencia debe alcanzar
también a los términos primitivos de manera que su claridad permita aceptarlos
sin definición. Las definiciones son las encargadas de declarar unívocamente el
ser de las cosas y por ello serían verdaderas.
Supuesto de realidad: los dos supuestos anteriores se admiten junto a este,
puesto que, para Aristóteles, “ciencia” es siempre “ciencia de la realidad”.
El prototipo de esta “presentación axiomática” son los Elementos de la Geometría
de Euclides. En los Elementos, toda la geometría, hasta entonces una reunión de
reglas empíricas para medir o dividir figuras, se convierte en ciencia
deductiva: de este modo, el conocimiento empírico pasa a ser conocimiento
formal.
Definiciones:
“Punto es lo que no tiene partes”
“Línea es una longitud sin anchura”
Axiomas:
“Cosas iguales a una misma cosa, son iguales ente sí.”
“Si a cosas iguales se le agregan cosas iguales, las sumas son iguales.”
Postulados:
Desde cualquier punto a cualquier otro se puede trazar una recta.
Toda recta limitada puede prolongarse indefinidamente en la misma dirección.
Con cualquier centro y con cualquier radio se puede trazar una circunferencia.
Todos los ángulos rectos son iguales entre sí.
Si una recta, al cortar a otras dos, forma de un mismo lado ángulos internos
menores que dos rectos, esas dos rectas prolongadas indefinidamente se cortan
del lado que están los ángulos menores que dos rectos.
Los axiomas tienen un carácter general, mientras que los postulados son
considerados como los puntos de partida específicos de cada ciencia. Ambos son
considerados verdades evidentes que no tienen necesidad de demostración. Sobre
la base de ellos demuestra un conjunto de proposiciones demostradas, los
teoremas.
Durante el siglo XIX y principios del XX, desarrollos revolucionarios en el
campo de las matemáticas pusieron en crisis los presupuestos de la ciencia
demostrativa.
Saccheri: sustituyó el postulado de las paralelas por otros supuestos contrarios
y después trató de deducir una contradicción del conjunto de los otros
postulados de Euclides y este nuevo conjunto de enunciados. Demostró que la
geometría euclideana es incompatible con otras, y no contradictoria.
Gauss, Lobachevsky, Bolyai y Riemann: abrieron nuevos caminos para el desarrollo
del sistema axiomático.
Bool y De Morgan: en el campo de la lógica, constituyeron un estímulo para que
distintas disciplinas incorporaran desarrollos cada vez más generales. de
conjuntos de Cantor y la lógica de Frege: aportaron el máximo de generalización
permisible para la época, y permitieron caracterizar una nueva concepción de las
ciencias formales.
Whitehead y Russell: en los Principia Mathematica, la visión clásica de las
ciencias deductivas es reemplazada por otra donde la matemática se presenta como
una jerarquía de estructuras caracterizadas por ciertas propiedades formales
definidas axiomáticamente.
Euclides ya no es la última palabra en geometría, puesto que se pueden construir
nuevos sistemas geométricos empleando axiomas distintos e incluso incompatibles
con los suyos. La convicción de que los axiomas pueden establecerse en virtud de
su autoevidencia resultó desmentida. Se fue reconociendo que el trabajo de un
matemático es derivar teoremas a partir de hipótesis, postulados, etc. y no
decir si estos puntos de partida son verdaderos.
Sistemas axiomáticos
Componentes: términos primitivos, definiciones, axiomas, reglas y teoremas.
A fines del S.XIX, Peano intentó sistematizar axiomáticamente las verdades
conocidas tradicionalmente sobre los números naturales, sus propiedades y
operaciones básicas. Ejemplo: algunos componentes del sistema axiomático
construido:
Términos primitivos:
C1 Número natural.
C2 Cero.
C3 El siguiente de.
Axiomas:
A1 Si un objeto es número natural, el siguiente también lo es.
A2 El cero es un número natural.
A3 El cero no es el siguiente de ningún número natural.
A4 Dos objetos con el mismo siguiente son el mismo número natural.
A5 Si el cero tiene una propiedad Ø y el que un número natural sea Ø implica que
su siguiente también es Ø, entonces todo número natural tiene Ø.
(A5 es considerado un sistema axiomático ya que tiene una variable Ø)
Teoremas:
T1 El siguiente del siguiente de cero es un número natural.
T2 El siguiente del siguiente de cero no es el siguiente de cero.
T3 Cero no es el siguiente del siguiente de cero.
Definiciones:
D1 Uno es el siguiente de cero.
D2 Dos es el siguiente de uno.
Los términos primitivos no se definen, pero sirven para definir otros términos
(un intento de definir todos los términos conduciría a un círculo vicioso) Para
evitar esto, en un sistema axiomático se seleccionan ciertos conceptos
primitivos, y se definen a partir de ellos todas las demás nociones necesarias.
Construcción de un sistema axiomático:
1° paso: proporcionar una lista de todos los términos sin definición
(conveniente pocos)
2° paso: establecer una relación de todas las proposiciones para las que no se
dan demostraciones. Estas proposiciones son los axiomas del sistema.
3° paso: para los axiomas es necesario partir de enunciados que no necesiten
demostración. Los axiomas se consideran enunciados verdaderos sin que su verdad
se derive de otros enunciados. Se busca siempre partir del menor número de
axiomas.
Los axiomas y las definiciones son aparentemente triviales (Ej. Si soy argentino
o soy argentino, entonces, soy argentino.) Aquí radica la fuerza de un sistema
axiomático, construido sobre sencillos axiomas, un sistema axiomático conduce a
la formulación completa de una ciencia de ellos derivada.
4° paso: desarrollar el sistema, deducir las consecuencias lógicas mediante el
empleo de reglas de inferencia, que, en todos los casos, son razonamientos
deductivos. Estas consecuencias son los teoremas del sistema. Se consideran “el
último paso de una demostración”.
Una demostración es un conjunto finito de enunciados donde cada uno de ellos es
un axioma o es una consecuencia lógica de otros enunciados anteriores, en virtud
de una regla de inferencia. Dado que los axiomas se admiten como enunciados
verdaderos y las reglas de inferencia son razonamientos deductivos (transmiten
la verdad entre premisas y conclusión), los teoremas son enunciados verdaderos.
Russel “en matemáticas nunca se sabe de que se esta hablando ni s lo que se
dice es verdad”.
Tarski regressus in infinitum: cuando se trata de aclarar el significado de una
expresión, hay que emplear necesariamente expresiones, para aclarar el
significado de estas nuevas y evitar el circulo vicioso deberíamos usar otras y
así sucesivamente. Lo mismo pasa al fundamentar teoremas matemáticos.
Propiedades de los sistemas axiomáticos
E l sistema axiomático debe ser:
Consistente: Un sistema es consistente si, desde los axiomas, no se puede
derivar una fórmula y su negación. Un sistema inconsistente, carece de utilidad,
puesto que todas las fórmulas podrían ser consideradas teoremas, incluso
aquellas que se contradijeran. Si se logra derivar una fórmula y su negación
como teoremas de un sistema, esto constituye una prueba de su inconsistencia.
Pero si no se logra probar un caso de inconsistencia en un sistema axiomático,
eso no prueba que el sistema sea consistente.
Independientes: Los axiomas deben ser independientes entre sí. Ningún axioma
debe derivarse de otros o del conjunto de axiomas. A menos que se pueda
establecer que dos proposiciones son independientes, no se puede saber si son
proposiciones distintas o dicen lo mismo de otro modo. Si se logra deducir un
axioma de otro se prueba que el sistema es redundante y no independiente, pero
si se trata de derivarlo y no se logra, eso no constituye una prueba de que los
axiomas sean independientes.
Completo: Esto permite derivar de los axiomas todas las leyes del sistema. En un
sistema completo, el agregado de una ley no derivable hace inconsistente el
sistema.
Tarski llamamos consistente a una disciplina deductiva cuando no hay en ella
dos enunciados que se contradigan mutuamente y la llamamos completa o integra
cuando de dos proposiciones formuladas en la misma, al menos una de ambas puede
demostrarse. Estos dos términos se refieren a la disciplina y al sistema
axiomático que la fundamenta.
Kurt Godel descubrió que existían afirmaciones verdaderas (teoremas) que no
podían ser probadas dentro del sistema, probó que todo sistema formal que
contuviera a la aritmética elemental es incompleto y descubrió que la
consistencia de dichos sistemas era imposible de probar. Gödel no consideraba
que sus teoremas de incompletitud demostrasen la inadecuación del método
axiomático, sino que permitían advertir que la deducción de teoremas no puede
mecanizarse; justificaban el papel de la intuición en la investigación
matemática.
La metodología de las ciencias formales es hoy una ciencia deductiva: se ocupa
de investigar y analizar las teorías deductivas en lógica y en matemáticas, los
signos que las componen, las relaciones semánticas que se establecen entre esas
expresiones, el estudio de las propiedades de estas estructuras, etc. La
semiótica (con el deslinde de sus dimensiones sintácticas, semánticas y
pragmáticas) aporta un andamiaje conceptual útil para esta disciplina. El grado
de desarrollo alcanzado ha servido para tomar nuevas precauciones al establecer
los límites de los lenguajes formales, al realizar afirmaciones absolutas
respecto de la verdad o falsedad de sus enunciados.
Interpretación y modelo de los sistemas axiomáticos
El método axiomático es un poderoso instrumento de abstracción. El carácter
ciego y mecánico de las demostraciones permite que puedan ser realizadas por
máquinas. Los sistemas axiomáticos actuales son sistemas formalizados, lo que
permite que un mismo sistema axiomático pueda tener varias interpretaciones.
Cada interpretación se denomina un modelo. Se dice que se interpreta un concepto
primitivo cuando se le atribuye un sentido, y se obtiene un modelo de un sistema
axiomático cada vez que uno de tales conceptos se ha interpretado de manera que
son ciertas las proposiciones que resultan de los axiomas.
Para afirmar que una interpretación dada de los conceptos primitivos de un
sistema axiomático constituye un modelo, deberemos disponer de un criterio para
determinar la veracidad de proposiciones particulares formadas por las
interpretaciones de los postulados.
Si dos modelos corresponden a un mismo sistema axiomático son isomorfos. Y si
dos modelos son isomorfos, se admite que tendrán las mismas propiedades
formales.