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1955- 1966
Después de Perón, llego Lonardi (quería restaurar el orden constitucional) estableció acuerdos con los sindicalistas, Para él, el proyecto nacional y
popular de Perón seguía teniendo vigencia.
A los dos meses renuncia y asume Aramburu, liberal y antiperonista.
Reordenar sustancialmente la sociedad y la economía eran temas estimulados y exigidos por el mundo. La revolución libertadora (golpe de estado y período de
facto entre 1955 y 1958 con la consigna que la Revolución pretendía el retorno de una verdadera democracia en contraposición al autoritarismo del peronismo
de la segunda etapa.) a favor de la democracia coincidía con las tendencias políticas de occidente. Los estados intervenían ordenando la reconstrucción
económica y organizando los acuerdos entre empresas y trabajadores.
1947: Acuerdos monetarios de Woods,
los representantes de distintos países capitalistas se reunieron en Bretton Woods, EEUU,y concluyeron que para evitar una nueva conflagración, debían
abrirse al libre comercio y para ello debían aceptar e imponer una moneda de intercambio internacional que fue el dólar y al cual se establecería una tabla
de paridades con las distintas monedas.También eran concientes que debían ayudar a los países con préstamos que facilitaran ese comercio y promovieran las
respectivas economías por lo que se crearon el FMI y el Banco Mundial y se sugería la creación de un organismo que fomentara el libre comercio y
desalentara el proteccionismo, que, según su interpretación había contribuido a la segunda guerra mundial.
establecieron el patrón dólar y los capitales volvieron a fluir libremente por el mundo, las áreas cerradas desaparecieron y las grandes empresas se
instalaron en los mercados. El fondo monetario internacional propuso políticas ortodoxas:
- estabilizar la moneda abandonando la emisión fiscal.
- Dejar de subvencionar a los sectores artificiales
- Abrir los mercados y estimular las actividades de exportación tradicionales.
Política alternativa, elaborada por CEPAL:
- Los países desarrollados podían ayudar a los subdesarrollados a eliminar los factores de atraso mediante adecuadas inversiones en los sectores clave, que
estos acompañarían con reformas estructurales
Los empresarios apuntaron a revisar su participación en el ingreso nacional y también a elevar la productividad, racionalizando tareas y reduciendo la mano
de obra. Por lo tanto restringir el poder a los sindicatos. Recortar los ingresos y recuperar la autoridad patronal. El obstáculo que se encontraron, fue
que la clase obrera maduro política y socialmente, conocían sus derechos.
Libertadores y desarrollistas
Aramburu quería desmontar el aparato antiperonista, el partido peronista fue disuelto y se intervinieron la CGT y los sindicatos, puestos a cargo de
oficiales de las fuerzas armadas.
Se implemento una política respaldada por la marina: intervenir medios de comunicación, la administración pública y las universidades, no se podía ni
mencionar a Perón ni hacerle propaganda.
Prebisch: mentor de la CEPAL, elaboro un plan que tenia principios de la nueva doctrina combinado con un programa mas ortodoxo de estabilización y
liberalización. Propone una política de industrialización y modernización pero apoyando al sector agropecuario como proveedor de los mayores ingresos al
país e integrándose a la división internacional del trabajo. Se desmonto el IAPI, el manejo de los depósitos bancarios, se devaluó el peso y el sector
agrario recibió un estimulo. Se aprobó el ingreso de Argentina al FMI y al Banco mundial.
Esto genero la resistencia de los trabajadores, el pueblo quería que Perón vuelva, hubo marchas, terrorismos, cantos. Aspiraban al buen funcionamiento de
los mecanismos capitalistas, que incluían el estado benefactor y la justicia social.
Surgimiento de una capa de nuevos dirigentes sindicatos, el gobierno libertador quiso desplazarlos pero no lo lograron, y cada vez tenían mas poder. Los
peronistas accedieron al control de la CGT.
Desde la caída de Perón el radicalismo se dividió entre: Balbín: gobierno libertador y Frondizi: peronista.
Cuando Frondizi se une a la UCR se genera una ruptura, estaban los que seguían a Balbín: un gobierno libertador, y quienes seguían a Frondizi: peronista.
En el 56 la UCR proclamo la candidatura de Frondizi, lo que acelero la ruptura y el viejo partido se dividió entre: UCR intransigente y UCR del pueblo.
Para las elecciones, Frondizi negocio con Perón para su apoyo electoral, a cambio de un futuro levantamiento de las proscripciones, gano. Presidio de 1958
a 1962, aspiro a renovar los acuerdos de raigambre peronista entre empresarios y trabajadores (estos debían amigarse y compartir los beneficios de un
desarrollo económico impulsado por el capital extranjero) Esto incorporaba el tema del desarrollo asociado a las inversiones extranjeras. (la UCR del
pueblo estaba en su contra)
Frondizi asumió:
- La batalla del petróleo: negociación con compañías extranjeras de la exploración y explotación de las reservas.
- y dio autorización para el funcionamiento de universidades no estatales.
La parte importante de la política económica fueron las leyes de radicación de capitales extranjeros y de promoción industrial, se aseguraba a los
inversores libertad para remitir ganancias y repatriar el capital. Consiste en promover y supervisar la inversión de capitales en nuestro país para
fomentar la industrialización y modernización con un proyecto desarrollista. Esto genero espectaculares crecimientos de inversiones y en producción de
acero y automotores. Pero esto hizo más intensa la crisis cíclica y se pidió ayuda a la FMI y se lanzo el plan de estabilización de Alsogaray: programa de
devaluación, congelamiento y salarios y supresión de controles y regulaciones estatales. Esta política era contradictoria pero complementaria a la
desarrollista inicial. Como consecuencia de este plan, se puso en evidencia la necesidad de enfrentar a los sindicatos.
Ley de asociaciones profesionales: establecía el sindicato único y el descuento por planilla. está vinculada a la organización sindical y al reconocimiento
que el Estado hace de los distintos gremios.
En principio Frondizi adhirió a las consignas de "La Alianza para el progreso" expuestos por Kennedy pero reacio en condenar a Cuba ya que le brindaba una
alternativa socialista en el continente. Los militares presionaron a Frondizi, para romper relaciones con Cuba lo cuál sucedió.
En 1961 Frondizi cambió su estrategia política. Expulsó a Alsogaray, terminó con la estabilización y fomentó una política social más flexible. Las
fracciones del peronismo comenzaron a interesarse por las fuerzas de izquierda, lo cuál pretendía una renovación ideológica que los sindicatos debieron
aceptar. El peronismo y el sindicalismo formaron el movimiento obrero que administraba Vandor.
El 18 de marzo los peronistas ganaron las elecciones. Frondizi intervino provincias cambió su gabinete y a través de Aramburu (militar) trató de conciliar
con la oposición, no lo logró y los políticos se declararon indiferentes ante la suerte del presidente y del sistema institucional, sin embargo antes que
los militares depusieran a Frondizi, este logró poner como presidente interino al presidente del Senado José María Guido y salvar así la institucionalidad.
Crisis y nuevo intento constitucional
Guido fue seguido por muchos seguidores de Frondizi, pero tres meses después los militares impusieron un gabinete antiperonista, la crisis política y
económica cíclica coincidieron y se potenciaron mutuamente. Pinedo propuso una devaluación que favoreció a los grupos agropecuarios, y enseguida fue
reemplazado por Alsogaray, quien repitió su receta estabilizadora, que esta vez golpeo además al sector industrial local que había crecido en la época
frondicista.
Azules y colorados:
Había opiniones contrastantes dentro de la fuerza armada:
- Colorados: Gorilas, grupos de oficiales antiperonistas controlaban el gobierno y buscaban una salida basada en una posición alternativa (proscripción del
peronismo)
- Azules: Y por otro lado jefes y oficiales del arma de caballería, que mandaban los regimientos blindados y el estratégico acontecimiento de campo de
mayo. Acatamiento mayor a las autoridades constitucionales. Creían que la asociación de peronismo con comunismo era simplista y exagerada y que el
peronismo podría aportar algo hasta al frente anticomunista. Pretenden mantener el rol tutelar
Los militares en general estaban a favor de una democracia tutelada hasta que se enfrentaron en 1962, ya que los colorados plantean la necesidad de una
intervención directa para evitar al peronismo. Los azules triunfan en la contienda militar y en la de la opinión publica. Explicaron la preocupación de la
facción por la legalidad, el respeto institucional y la búsqueda de una salida democrática. Publican la revista Primera Plana.
El triunfo de los azules llevo al comando en jefe a Organia, y al gobierno a quienes habían tratado de estructurar un frente político que integrara a los
peronistas (grupo de políticos provenientes de la democracia cristiana y el nacionalismo, algunos del desarrollismo que buscaban reunir militares,
empresarios y sindicalistas. Pero las condiciones para esta alternativa no habían madurado. Los empresarios desconfiaban de los peronistas, los peronistas
de los frondizistas, la UCR del pueblo –antiperonista- decían que esta alternativa era espuria e ilegitima, se oponía la marina y realizo una sublevación,
hubo un enfrentamiento con el ejercito violento y la marina perdió pero su impugnación tuvo éxito y los azules retomaron las posturas antiperonistas y se
declararon a favor de la proscripción del peronismo)
Los frentistas reunieron a los frondicistas, democristianos y nacionalistas, negociaron esta vez sin los militares, pero los sindicalistas hicieron valer
su poder, practicando el “doble juego” que no los comprometía con ninguna alternativa y permitía sacar provecho de todas. En enero del 63 lograron que la
CGT fuera normalizada, con lo que terminan de redondear la estructura sindical e inmediatamente comenzaron a presionar al gobierno en una Semana de
protesta. Esta vez jugaron una carta política, negociando su participación en el Frente en competencia cada vez más evidente con Perón.
Gobierno de Illia (radical):
63-66. Era de la UCR del pueblo, tenía la mayoría en el senado, pero controlaba poco más de la mitad de las gobernaciones, no tenía mayoría en la cámara de
diputados. Le dio más importancia al congreso y a la escena política democrática y no tanto a la negociación con las corporaciones. No logró una alianza
consistente con otros partidos políticos para garantizar la defensa de la institucionalidad. Hubo una recuperación industrial y 2 años de buenas
exportaciones, los salarios de los trabajadores se elevaron y surgió la ley del salario mínimo, el gobierno controlo los precios y avanzo en la
comercialización de los medicamentos. Frente al capital extranjero, redujo la discrecionalidad de las medidas de promoción, se renegociaron los contratos
petroleros. Intento aplicar los recursos de la ley de asociaciones para controlar a el manejo de fondos y de las elecciones internas de sindicatos,
queriendo romper el monopolio peronista, pero estos respondieron con un plan de lucha con la estrategia de Vandor: ejecutaron huelgas para demostrar al
gobierno, sectores empresariales y a la sociedad que aún tenían importancia y poder en el desarrollo productivo.
El operativo retorno: Vandor cada vez más, acapara poder en los sindicatos desplazando a Perón. Perón a fines de 1964 decidió regresar al país pero fue
detenido en Brasil y lo enviaron de vuelta a España. El enfrentamiento a lo largo de 2 años consolidó a Vandor en el plano sindical y a Perón en el plano
electoral.
Las fuerzas armadas no simpatizaban con Illia, pero no hacían nada. En el ejercito, la prioridad del comandante Organia era la reconstrucción de la
institución, el establecimiento del orden y la disciplina y la consolidación de la autoridad del comandante. Porque creían que cualquier intervención en la
sociedad originaria divisiones facciosas.
Las fuerzas armadas hablaban a través de sus comandantes en jefes y Onganía fue adquiriendo importancia nacional y en Westpoint (1965) de adhirió a la
llamada "doctrina de seguridad nacional": las fuerzas armadas eran "la garantía" de los valores supremos de la nacionalidad y debían obrar cuando se vieran
amenazadas por la subversión comunista. Completó este enunciado la doctrina de las "Fronteras ideológicas": que en cada país dividía a los partidarios de
los valores occidentales y cristianos de quienes querían subvertirlos. Entre estos valores centrales no figuraba el sistema democrático.
En Estados Unidos termino la era Kennedy y se retomo su política de intervención, los militares comenzaron a derrocar gobiernos democráticos sospechosos de
escasa militancia anticomunista. Para las fuerzas armadas la democracia era un obstáculo para la seguridad y para la modernización económica que necesitaba
de eficacia y autoridad.
La economía entre la modernización y la crisis
El programa que en 1958 sintetizó de manera convincente Arturo Frondizi expresaba una sensibilidad colectiva y un conjunto de convicciones compartidas
acerca de la modernización económica, En parte debía surgir de la promoción planificada por el Estado, y de una renovación técnica y científica hacia la
cual de 1955 en adelante se volcaron muchos esfuerzos. Así surgieron el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de incidencia importantísima
en su campo, y el menos influyente Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). La investigación básica y la tecnológica fueron promovidas desde el
Consejo Nacional de investigaciones Científicas y Técnicas, creado en 1957, o desde Comisión nacional de Energía Atómica, que frecuentemente actuaron
asociados a las universidades. El Consejo Federal de Inversiones debía regular las desigualdades regionales mientras que el Consejo Nacional de Desarrollo
creado en 1963, asumiría la planificación global y la elaboración de planes de desarrollo. En suma, un conjunto de instituciones debían poner en
movimiento, planificadamente, la palanca de la inversión pública la ciencia y la técnica.
Pero la mayor fe estaba puesta en los capitales extranjeros, pesaron mucho las inversiones de corto plazo. Los inversores aprovecharon los mecanismos
internos de capacitación de créditos del estado o del ahorro particular. También compraron o se asociaron con empresas ya existentes. Su influencia se noto
en la transformación de los servicios o en la forma de comercialización, y en una modificación en los hábitos de consumo. Su efecto fue: en la industria
las nuevas ramas (petróleo, acero, automotores) crecieron mucho y las que habían liderado el crecimiento anterior (textil, calzado, electrodomésticos) se
estancaron o retrocedieron.
Las empresas nuevas tuvieron que adecuar su tecnología y sus formas de organización a las instalaciones que encontraron aca, de modo que su eficiencia fue
mucho mejor que en los países de origen. Muchas vinieron a aprovechar la crema de un mercado protegido e insatisfecho, antes que realizar una instalación
de riesgo con perspectivas a largo plazo. Los capitales extranjeros contribuyeron a mantener algunos de los mecanismos básicos, su horizonte fue vender
aca, para competir con el mercado extranjero tenían sus otras filiales.
Los diez años siguientes después del fin del peronismo, la economía se transformo y creció. En el sector agrícola empezaron a sentirse algunos efectos de
los incentivos, de las mejoras tecnológicas impulsadas por el INTA o empresarios innovadores, o por los tractores fabricados por las nuevas empresas. Hubo
también algunas mejoras relativas en el comercio exterior. La crisis potenció la puja por el ingreso entre aquellos sectores con capacidad corporativa para
negociar. Si bien la acción del Estado era decisiva, no se trazaban desde allí medidas políticas autónomas sino que estaba a disposición de quién pudiera
capturarlo un instante, y utilizarlo para sacar el mayor provecho posible.
Las masas de clase media
La modernización económica trajo cambios:
Fuerte migración del campo a la ciudad. Se desplazaron de la zona pampeana (se había terminado la agricultura) a las zonas pobres del nordeste y noroeste
golpeadas por la crisis de su economía: algodón y azúcar. También de países limítrofes (Bolivia, Paraguay, chile) a buenos aires y Córdoba. No solo por la
posibilidad de empleo, sino también para disfrutar de los atractivos de la vida urbana, y en ese sentido las migraciones forman parte del proceso social de
la Argentina expansiva.
El empleo industrial se estanco y retrocedió y su lugar fue ocupado por la construcción, los pequeños comercios y algunas actividades de servicio. Esto
absorbió a los migrantes.
Los sindicatos organizaron una resistencia, contribuyeron a mantener la homogeneidad de la clase obrera, sindicalizada y peronista. Crecimiento del sector
de la construcción y los trabajadores por cuenta propia, el pequeño comercio. Creció el número de asalariados de clase media.
Los egresados universitarios aumentaban más rápidos que la oferta de empleos, mientras que se producía una pérdida de valor de los títulos. Las viejas
clases altas no recuperaron prestigio, ya no importaba el apellido.
Lo más característico de la época fue la emergencia de ejecutivos, ubicados en clases altas o medias. Las empresas dejaban de ser manejadas por hijos de, y
pasaban a manos de funcionarios expertos
Cambios en las formas de vida: píldora anticonceptiva, actitud flexible sobre el sexo y relaciones familiares, formas de vestir, aparecen centros
comerciales, cambios en el consumo (ya no importaba la casa propia sino tele, moto, auto, aparato electrónico, libros) y aumento del consumismo por la
producción en masa, propagandas y técnicas de marketing.
Primera plana: función esencial en la educación de los nuevos sectores medios y altos, apareció en 1962 para servir de vocero a los grupos nucleados detrás
de Organia, pero también difundía la modernidad, lo último en ciencia o literatura. Surge mafalda.
La universidad y la renovación cultural
Los intelectuales antiperonistas regían las instituciones oficiales y el campo de cultura. Las vanguardias artísticas se concentraron en el instituto Di
Tella, el cual se convirtió en punto de referencia de otras corrientes como el hippismo. Querían – Brest- recrear en Arg. Un centro internacional del arte.
Estudiantes e intelectuales progresistas querían desperonizar la UBA y luego modernizar sus actividades acorde a la transformación de la sociedad.
Desde 1955 la universidad de gobernó según los principios de la reforma universitaria de 1918. Sus relaciones con los gobiernos fueron duras pero se
produjo una ruptura cuando Frondizi autoriza las universidades privadas.
La universidad se preocupo por extender sus actividades a toda la sociedad, ejemplo: crea la editorial Eudeba.
La política y los límites de la modernización
Se produce una ruptura entre el sector mas progresista de los intelectuales y los mas conservadores del frente antiperonista, por obra de la política
antipopular y represiva del gobierno libertador y por la incomprensión de unas mayorías populares persistentes con el peronismo.
Se forma la ‘’nueva izquierda’’ mirando primero al peronismo y después a la revolución cubana. Se caracterizo por la expansión del marxismo, se era
marxista o no se era. Paralelamente se expandió el antiimperialismo. Todavía no tenía muy claro que hacer, solo estaba claro el rechazo a la tradición
liberal y democrática. Para esta, la democracia era una forma y las libertades individuales una farsa. Nadie tenía fe en la democracia, ni los que debían
defenderla, y los interesados en su supervivencia y mejora la dieron por caduca sin lucha.
La derecha por su parte no lograba organizar un partido capaz de hacer atractivos sus intereses para la sociedad porque estas fuerzas solo funcionaron bien
cuando se las articulo desde el poder y porque en los sectores propietarios había problemas y no se había formado una propuesta válida para todos.
Las voces para romper el empate empezaron a multiplicarse, para los militares la democracia era un obstáculo en el combate contra el comunismo, que veían
amenazador. Todos reclamaban autoridad y orden, unos con tradición y otros con eficacia.
Primera plana condeno de ineficiente al gobierno de Illia, en el 66 los comandantes en jefe de Illia entregaron la presidencia a Ongania. Callo la
democracia limitada y termino el empate.
1966-1976, Dependencia o liberación
El ensayo autoritario
Tras el golpe, sectores empresarios, la mayoría de los partidos políticos (menos radicales, socialistas y comunistas) y muchos grupos de izquierda estaban
satisfechos del fin de la democracia burguesa.
Organia ponía acento en el orden, la unidad, un cierto paternalismo y anticomunismo. La primera parte de su gobierno se caracterizo por un shock
autoritario. Se proclamo el comienzo de una etapa revolucionaria, a la constitución se le adoso un estatuto de la Revolucion Argentina, se disolvió el
parlamento y los partidos políticos, los militares fueron apartados de las decisiones políticas, los ministerios fueron reducidos a cinco, se creo un
estado mayor de la presidencia integrado por los consejos de seguridad, desarrollo económico y ciencia y técnica, se reprimió el comunismo en todas sus
expresiones, las universidades fueron intervenidas y se acabo con su autonomía académica.
La noche de los bastones largos: la policía irrumpió en algunas facultades de la UBA y apelo a alumnos y profesores, renunciaron muchos docentes, algunos
se fueron al exterior y otros quisieron reconstruir subterráneamente las redes intelectuales y académicas. En las universidades reaparecieron los grupos
tradicionalistas, clericales y autoritarios que habían predominado antes del 55.
La censura también involucro minifaldas, pelo largo, el amor libre, la pornografía, el divorcio, se las consideraba la antesala del comunismo. Se redujo el
personal de la administración pública y en algunas empresas del estado, como los ferrocarriles se realizaron modificaciones para reducir costos. Se
cerraron la mayoría de los ingenios azucareros en Tucumán. En todos los vasos hubo protestas y fueron acalladas con violencia y se sanciono una ley de
arbitraje obligatorio: no se podía iniciar huelgas. Los sindicalistas lanzaron un plan de acción, pero la respuesta fueron despidos, intervenciones en los
sindicatos, el paro tuvo escasa repercusión y la CGT reconoció su derrota total y suspendió sus medidas.
El gobierno de Onganía encontró la fórmula adecuada para efectuar la restauración de la sociedad y de la economía, había clausurado las escenas sindicales,
corporativas y políticas.
Alsogaray fue designado comandante en jefe del ejército y Krieger Vasena ministro de economía y trabajo.
Plan de Krieger Vasena: 67, apuntaba a superar la crisis cíclica y lograr una estabilización prolongada que eliminara una de las causas de la puja
sectorial. Racionalizar el funcionamiento de la economía y facilitar el desempeño de las empresas más eficientes. En el caso de la inflación se recurrió a
la autoridad estatal para regular las variables, asegurar estabilidad y desalentar las expectativas inflacionarias. Se congelaron los salarios por dos
años, se suspendieron las negociaciones colectivas, se congelaron tarifas de servicios públicos y combustibles, se estableció un acuerdo de precios con las
empresas líderes, se redujo el déficit fiscal. Los éxitos de esta política de estabilización fueron: se redujo la inflación, las cuentas del estado y la
balanza de pagos estaban equilibradas. No hubo restricción monetaria ni crediticia. El estado hizo inversiones: obras publicas: represa hidroeléctrica El
Chocón, puentes sobre el Paraná y caminos y accesos a capital. Las exportaciones no tradicionales fueron beneficiadas con reintegros de impuestos a insumos
importados. Reducción de aranceles y eliminación de subsidios a economías regionales. Los beneficiarios de este plan fueron las empresas extranjeras
instaladas en la época de Frondizi, también hubo compras de empresas nacionales por parte de extranjeros, la desnacionalización de la economía se hizo mas
grande. Los perjudicados: sectores rurales por las retenciones a la exportación, los sectores empresariales nacionales por falta de protección y se
lamentaban por la desnacionalización, y amplios sectores medios por la liberación de alquileres urbanos, el avance de los supermercados, etc.
Este tipo de economía estuvo centrada en inversiones extranjeras y exportaciones no tradicionales y avance en la sustitución de importaciones, se trataba
de un proyecto propio de la burguesía que solo en este contexto institucional podía realizarse.
En el 68 un grupo de sindicalistas encabezado por Ongaro gano la conducción de la CGT y los dirigentes más tradicionales la dividieron, empresarios
nacionales y sindicatos allegados a los militares empezaron a forzar por una vuelta a la nacionalización de la economía. Onganía relevó a Julio Alsogaray
por Lanusse. Las voces del "establishment" defendieron a Krieger, protestaron y empezaron a meditar un reemplazo de Onganía por Aramburu y Paladino,
allegado a Perón.
La primavera de los pueblos
El Cordobazo: en 1969 se conjugaron protestas y activismo estudiantil y obrero, la CGT realizo una huelga general y grupos de estudiantes, obreros, y demás
gente coparon el centro de la ciudad, hubo represión policial violenta, barricadas, hogueras y saqueos. Finalmente intervino el Ejercito y recupero el
control. Este fue el episodio fundador de una ola de movilización social que se prolongo hasta el 75: nuevo activismo sindical sobre todo en Rosario y
Córdoba, los obreros luchaban por mejores condiciones de trabajo, incentivos, clasificaciones y categorías. Las grandes empresas (sobre todo las
automotrices) lograron autorización del gobierno para negociar particularmente sus convenios de trabajo y para crear sindicatos por planta. Los nuevos
dirigentes gremiales ponían el acento en la honestidad, la democracia interna y la atención de los problemas de la planta, diferenciada del matonismo y
solo negociación salarial de los sindicatos de aquél entonces.
Poco después del Cordobazo, hubo episodios similares en Rosario, Rio negro, en Córdoba nuevamente, Neuquén, General Roca, Mendoza, Chaco, Misiones y
Formosa. En las zonas urbanas hubo manifestaciones callejeras y reclamos en zonas humildes, eran desencadenadas por algún episodio ocasional: falta de
servicios básicos y mejor calidad de vida, pero tenían un trasfondo profundo, un crecimiento de la solidaridad. Todo concluyó en una visión común: todos
los males de la sociedad se concentraban en un punto: el poder autoritario y los grupos minoritarios que lo apoyaban, responsables directos y voluntarios
de todas las formas de explotación, opresión y violencia de la sociedad.
Entorno Internacional:
Habían movilizaciones de estudiantes universitarios en Praga, México, Berkeley y Paris. El imperialismo trastabillaba frente a la ola de movimientos
emancipatorios: la resistencia del pueblo de Vietnam, la formación del comunismo en Cuba y China. La acción del Che, mostro las posibilidades y limites del
foco revolucionario, y su muerte dio origen al símbolo de los luchadores por la liberación. Guerrillas urbanas en Brasil y Uruguay
Concepto: fin del autoritarismo y la formación de una nueva sociedad: (principalmente movimientos ideológicos desarrollados por estudiantes y la
universidad)
La Iglesia: Cambios institucionales establecidos por Juan XXIII y luego por el Concilio Vaticano II. En 1967 los obispos del tercer mundo (encabezados por
Cámpora) se preocuparon principalmente por los pobres y por comprometerse con la reforma social y asumir las consecuencias. En el 68 se reúne la
conferencia episcopal latinoamericana, se declara una "teología de La Liberación’’ y la afirmación de que la violencia de los sectores humildes era
consecuente de la violencia del poder.
En Argentina desde 1968 se reunieron en "el movimiento de sacerdotes del tercer mundo" sacerdotes y laicos, que militaron en las zonas más pobres
promoviendo la formación de organizaciones solidarias e impulsaron reclamos y protestas. El "lenguaje" evangélico fue tornándose político. La solidaridad
con el pueblo llevaba a identificarse con el peronismo, los sacerdotes tercermundistas asumieron la solidaridad, el compromiso con los pobres y el
peronismo y iglesia y atrajo más integrantes.
La universidad: La tradicional política universitaria cambio de forma y sentido, antes combinaban excelencia académica con militancia, ahora las
universidades cada vez mas descalificadas se convertían en centros de agitación y reclutamiento.
Perón: Desde su exilio fue cambiando su discurso sintonizando con la época, desde la relación ideológica de "dependencia y liberación" hasta cuestiones
ecologistas.
El peronismo resulto útil para múltiples discursos, provenientes del catolicismo, nacionalismo, revisionismo histórico y de la izquierda. Ya que los
trabajadores eran peronistas, muchas corrientes de izquierda aceptaron profesar la religión para fusionarse con el pueblo peronista, pero no fueron todos,
ya que el Cordobazo vitalizo las corrientes que confiaban en las posibilidades de la acción de las masas y privilegiaron la clase por sobre el pueblo.
Los peronistas redondearon su revisión ideológica y encontraron el lugar que ese movimiento ocupaba en el proceso de construcción del socialismo. Algunos
provenían del marxismo y otros del nacionalismo, crearon una vía intermedia donde las exigencias del socialismo se complementaban con las de la liberación
nacional.
En la revisión de la historia, todos coincidían en que había una línea que dividía dos bandos, enfrentados: el poder autoritario y el pueblo peronista. Los
discursos predominantes mezclaban elementos del marxismo revolucionario con otros de nacionalismo o el catolicismo y potenciaron el imaginario popular,
legitimándose con referencias teóricas. La clave de la opresión, la injusticia y la entrega se encontraban en el poder que era monopolizado por una minoría
y así como todo era posible desde el poder, el fin de la acción política era su captura. Se interpretaba a la política con la lógica de la guerra, y
quienes mejor se adecuaron a ella privaron en el debate de los activistas a la movilización popular.
A partir del 67 fueron surgiendo distintos grupos: las fuerzas armadas peronistas, descamisados, las fuerzas armadas revolucionarias (FAR), las fuerzas
armadas de liberación y hacia el 70 las más importantes: montoneros y el ejército revolucionario del pueblo (ERP). Montoneros secuestró y asesinó a
Aramburu y la FAR copó Garín y los montoneros La Calera hasta 1973, llenos de actos de violencia. Su sentido no era claro, pero casi siempre era para
equipar las organizaciones con armas, dinero, material médico, otras veces para demostrar su poder, expropiaban y repartían entre los pobres. Había
contactos entre los dirigentes montoneros y miembros del equipo de Ongania, lo que dio a pensar en una conspiración desde el poder.
Todas las organizaciones aspiraban a transformar la movilización en un alzamiento generalizado, La lógica de la exclusión: el enemigo debía ser aniquilado,
la unidad, el orden, la jerarquía y la disciplina eran los atributos de la organización armada, la violencia era justificada y glorificada, el militante
era heroico y estaba dispuesto a morir gloriosamente. La sociedad vio con agrado este tipo de sucesos.
Militares en retirada
La movilización popular fue identificándose cada vez más con el peronismo, las fuerzas armadas buscaban una salida, debían negociar sus términos con
diversas fuerzas sociales y políticas, y con Perón mismo. Ongania inicio la búsqueda, hizo modificaciones menores (reemplazo a Krieger por otro de menor
perfil) y una apertura mas dedicada a lo social, con la CGT y sus dirigentes, pero no pudo porque ahora los sindicalistas eran menos dóciles y los
empresarios manifestaban su desconfianza por los escarceos populistas. En el 70 depusieron a Ongania y asumió Levingston (hasta el 71) designo ministro de
obras públicas y de economía Ferrer, quien se propuso reeditar la formula nacionalista y populista, un ministro de trabajo de extracción peronista negocio
con la CGT y hubo un impulso salarial distribucionista, se protegió a las empresas nacionales. Levingston confirmo la caducidad de los viejos partidos, y
alentó a la formación de otros nuevos. El gobierno convoco a negociar a la CGT, los dirigentes sindicales lanzaron un plan de lucha de tres paros generales
no contestados por el gobierno, los partidos tradicionales con el aliento de Lanusse firmaron un documento ‘’la hora del pueblo’’ donde se aseguraba poner
fin a las proscripciones electorales y asegurar el respeto a las minorías y a las normas constitucionales. Levingston resulto incapaz para manejar el
espacio de negociación que se estaba abriendo, era hostilizado por el establishment y estaba enfrentado con los partidos políticos, con la CGT y con los
empresarios nacionales. (Incapaz como Ongania para encontrar la salida)
En 71 se produjo una nueva movilización en Córdoba: El viborazo, donde se hicieron presente organizaciones armadas, y decidieron la remoción de Levingston
y su reemplazo Lanusse. Este anuncio el restablecimiento de la actividad política partidaria y la próxima convocatoria a elecciones generales, subordinadas
a un Gran Acuerdo Nacional (GAN): garantías sobre la política económica y el respeto de las normas democráticas, se aseguraba a las FFAA un lugar
institucional en el futuro régimen para tutelar la seguridad. Las fuerzas armadas optaban por dar prioridad a la salida política y aspiraban a reconstruir
el poder y la legitimidad de un estado cada vez mas jaqueado. Se crea un fuero antisubversivo y tribunales especiales para juzgar a los guerrilleros,
mientras algunos sectores del estado y las FFAA iniciaron una represión ilegal: secuestro, tortura y desaparición de militares. Se disolvió el ministerio
de economía, para el gobierno, el centro de la cuestión estaba en el GAN, que se convirtió en un tironeo entre Lanusse y Perón.
Perón relevo a Paladino y lo reemplazo por Campora, cuando se crea la Juventud Peronista incluye a su dirigente Galimberti en su propio comando
estratégico. Alentó a la hora del pueblo y organizo su propio GAN, el frente cívico de liberación nacional con partidos aliados y luego a CGT-CGE.
Lanusse acuerda: Perón no sería candidato, a cambio de su propia proscripción. Perón acepta y cella un acuerdo democrático con Balbín y organizo su
combinación electoral: el frente justicialista de liberación y la fórmula presidencial: Campora-Solano Lima. (campora al gobierno, Perón al poder decían)
1973: Un balance
Para los protagonistas, las raíces de los conflictos se hallaban en la economía, aunque esta tuvo un desempeño satisfactorio. Creció el sector agropecuario
pampeano, se abrieron nuevos mercados para los granos y aceites argentinos en os países socialistas. El sector agrario pampeano se transformó, el estado
promovió el cambio con créditos, subsidios y una acción sistemática del INTA, también influyo la modernización: tractores, cosechadoras, silos, etc. Las
empresas agroquímicas introdujeron las semillas hibridas. En la organización de la explotación el sistema de arrendamientos y la explotación de empresarios
sin tierras.
Todo esto permitió el crecimiento de las exportaciones de granos, aceites, maquinaria agrícola, herramientas, automotores, etc. mientras el sector ganadero
siguió estancado o en retroceso. Maduraron inversiones realizadas luego del 58, y repuntaron empresas nacionales, los talleres se convirtieron en fábricas.
La industria se modernizó pero llegó al límite de su capacidad de consumo y distribución en 1973
La vuelta de Perón:
El 25 de mayo de 1973 asumió Campora el gobierno y el 20 de junio retornó Perón al país. En julio renunció Cámpora y en septiembre Perón y su mujer Isabel
ganaron las elecciones.
El 1º de julio del año siguiente muere Perón y lo reemplaza Isabel. Perón armó su proyecto sobre 3 bases; un acuerdo democrático con las fuerzas políticas,
un pacto social con representantes corporativos y una conducción centrada de su "movimiento" dividido en varios frentes. Todo fallo.
El Programa de Reconstrucción y Liberación Nacional presentado en 1973 consistía en un intento por superar las limitaciones de crecimiento de la economía.
Perón recurrió a Gelbard, jefe de la Confederación General Económica, donde se nucleaba las mayorías de las empresas nacionales. Sus objetivos eran
intervencionistas y en menor medida nacionalistas y distribucioncitas y no implicaban un ataque directo. Se esperaba apoyar el crecimiento de la economía,
en la expansión del mercado interno y el crecimiento de las exportaciones. La nacionalización del comercio exterior apuntaba a asegurar la transferencia de
parte de los beneficios al sector industrial, incrementar la productividad de los sectores rurales con premios y castigos (ley agraria: expropiar tierras
sin cultivar), expandir las exportaciones industriales: como venta de vehículos a Cuba. Las empresas nacionales fueron respaldadas con líneas especiales de
crédito y con el compre argentino en las empresas publicas y se integraron en una corporación de empresas nacionales. Se apoyo a grandes proyectos
industriales de interés nacional con subvenciones. El estado tenía el manejo centralizado del crédito y el control de los precios, gasto mucho en obras
sociales, sumo el número de empleados y empresas púbicas, contribuyo a activar la economía interna.
La clave del programa residía en el pacto social, para acabar con el problema clásico de la economía, se trataba de encontrar la manera equitativa y
razonable de repartir los mayores costos. El estado debía disciplinar a los actores combinando persuasión y autoridad. Hubo concentraciones sectoriales y
de la CGE y CGT, que estableció el congelamiento de los precios y la suspensión de las convenciones colectivas o paritarias por dos años.
Resultados del programa de estabilización: se freno la inflación, se acumulo un buen superávit, incremento de actividad interna. A partir del 73 el
incremento del consumo hizo reaparecer la inflación, aumento el petróleo y encareció las importaciones, incremento los costos de las empresas y el mercado
común europeo cerró las puertas a las carnes argentinas. Se plantea nuevamente la lucha sectorial ya que los actores del pacto no tienen capacidad ni
voluntad de cumplirlo, la CGE no podía asegurar que sus miembros cumplieran lo acordado, la CGT no estaba cómoda con el gobierno peronista. Hubo una
modificación en la ley de asociaciones profesionales que reforzó la centralización de los sindicatos. El gobierno quiso renegociar las tarifas públicas
congeladas, aumentaron y nadie se contento, siguió la puja y Perón amenazo con renunciar. – Perón muere –
Los actores cambiaron de estrategia y la puja recupero sus formas clásicas, en la CGT se impusieron los partidos de negociación dura, ahora con Miguel,
Isabel se lanzo a construir una base propia de poder, se propuso homogeneizar el gobierno, colocando amigos en puestos clave y rompiendo las alianzas de
Perón que esperaba reemplazar con los militares y empresarios. Isabel coincide con los sindicalistas, nuevas leyes: ley de asociaciones y ley de seguridad.
Desalojaron algunos cabecillas del sindicalismo opositor y la agitación gremial disminuyo. En 1975 la crisis económica era grave: la inflación estaba
desatada, la balanza de pagos era importante y la puja distributiva era encarnizada, el Estado estaba desbordado. El gobierno debió acceder a la demanda de
la CGT. Celestino Rodrigo nuevo ministro de economía de López Rega decidió devaluar un 100% y aumentar tarifas y combustibles. "El Rodrigazo" echó por
tierra los aumentos acordados de salario entre los sindicatos y el sector empresario y la presidenta no decidió el aumento de salarios por lo cuál se llegó
a una huelga general de 48hrs y manifestación en Plaza de Mayo. Isabel cedió, Rega y Rodrigo renunciaron, los aumentos fueron dados y devorados por la
inflación en solo un mes, el gobierno entro en su etapa final.
El Rodrigazo generó una crisis que no se pudo dominar: inflación, corridas hacia el dólar aparición de mecanismos de indexación y pocas posibilidades de
controlar el poder.
Esta lucha en torno al pacto social, fue paralela a la que se dio en el peronismo, involucrando al gobierno y al estado, definiendo la suerte del
movimiento popular. Esta lucha estaba implícita en las equivocas relaciones que tenia Perón con los que constituían la tendencia revolucionaria del
peronismo (montoneros y a juventud peronista). Perón incluía a cualquiera que invocara su nombre, y utilizaba a los jóvenes y los sectores populares que
ellos movilizaban para hostigar a los que lo expulsaron del poder. Montoneros y Juventud Peronista aprovecharon su adhesión a Perón para insertarse más
profundamente en el movimiento popular.
Existían 2 corrientes: La patria peronista: la vieja tradición Peronista, nacionalista y distribucionista; y La patria socialista: por quienes se agregaron
tarde al peronismo e incorporo la crítica radical de la sociedad condensada en la consigna "liberación o dependencia" Los montoneros aspiraban pertenecer a
ambas pero terminaron identificándose con la segunda. El sindicalismo y los grupos de extrema derecha a la primera.
A principios del 73 los militares de la tendencia se lanzaron a ocupar espacios de poder en el estado, aliados suyos ocupaban gobernaciones, dos o tres
ministerios, las universidades, etc. Pero a partir de la renuncia de Campora, uno a uno fueron perdiendo sus lugares luego de que el ERP realizara un
ataque contra militares de Bs As.
Desplazados del poder que la tendencia revolucionaria se lanzo contra el sindicalismo y los grupos de derecha que rodeaban a Perón, para demostrar quién
pegaba más fuerte. Se desarrollo simultáneamente una guerra de aparatos bajo la forma del terrorismo. Contra ellos se constituyó otro Terrorismo con
aparatos para policiales que operaban con el rótulo de la Triple A -Acción Anticomunista Argentina-. Los asesinatos se multiplicaron y cobraron víctimas
inocentes y ajenas al combate pero servían para mostrar el Poder de cada organización. Finalmente la competencia se desenvolvió en el ámbito del discurso,
los montoneros hablaron en nombre de Perón, en el 74 se llego a una ruptura, fueron expulsados de una plaza y de hablar del movimiento, al morir Perón
reaparecen y fundan el Partido Peronista Autentico, sin éxito, asi que volvieron a la vieja táctica y pasaron a la clandestinidad. El ERP también tuvo la
misma acción y se instaló como una guerrilla en Tucumán. Desde febrero de 1975 el Ejército convocado por la presidenta asumió la tarea de reprimir la
guerrilla en Tucumán, el genocidio estaba en marcha.
En 1975 ni las FFAA ni los empresarios respaldaron a Isabel. Los empresarios cedieron a los reclamos sindicalistas, rompieron los acuerdos con Perón, se
separaron de la CGE y atacaron al gobierno. Los militares se acomodaban a los distintos gobiernos pero el 24 de marzo de 1976 (con Videla a la cabeza)
depusieron y arrestaron a Isabel Perón, como en ocasiones anteriores la sociedad recibió el golpe constitucional con alivio y expectativas.
1976-1983, El proceso
El genocidio
En el 76 la junta de comandantes en jefe (Videla, Massera y Agosti) se hizo cargo del poder, dicto los instrumentos legales del Proceso de Reorganización
Nacional y subió Videla como presidente.
La propuesta de los militares consistía en eliminar el problema de raíz que estaba en la sociedad misma, cortar con la espada el nudo gordiano. Fue una
operación integral de represión, una acción sistemática realizada desde el estado (con una planificación especifica, grupos de tareas, un complejo aparato
administrativo: cada detenido era consignado a una ficha y expediente, se hacia un seguimiento y se tomaba una decisión por el más alto nivel militar) Una
acción terrorista dividida en cuatro momentos: secuestro, tortura, detención y ejecución. Muchos de ellos se enterraban como personas desconocidas,
quemados en fosas colectivas o arrojados al mar en bloques de cemento, de ese modo no hubo muertos sino ‘’desaparecidos’’. Los montoneros siguieron
operando con acciones terroristas desvinculadas de la práctica política.
Los muertos fueron muchos, pero el objetivo fue transformar a la sociedad, controlarla y dominarla por el terror y la palabra. El estado se desdoblo entre
una parte clandestina y terrorista y otra pública, apoyada en un orden jurídico que ella misma estableció, silenciaba cualquier otra voz.
Desaparecieron las instituciones de la república, la confrontación publica de opiniones y expresión, los partidos y actividad política, los sindicatos y la
actividad gremial, se censuraron los medios de comunicación, solo quedo la voz del estado.
Su discurso: el adversario (que podía ser cualquiera) era el no ser, la subversión apátrida sin derecho a voz. El gobierno militar no obtuvo entusiasmo ni
adhesión, solo pasividad.
La economía imaginaria: la gran transformación
Esta transformación fue conducida por José Martínez de Hoz ministro de economía durante los 5 años de presidencia de Videla. Debía enfrentar una grave
crisis interna complicada por la crisis social y política. Las Fuerzas Armadas y el "establisment" que lo acompañaban pensaban que la inestabilidad social
y política crónica nacía de la impotencia del poder político ante los grupos corporativos. Como solución a largo plazo debía cambiarse las bases de la
economía para originar orden y seguridad aún a costa del propio crecimiento.
Según un balance, el estado benefactor era el responsable del desorden social y el mercado el instrumento capaz de disciplinar por igual a los actores.
Este argumento oscureció la solución de fondo, al final de la transformación que condujo Martínez el poder económico se concentro en un conjunto de
empresarios transnacionales y nacionales y la negociación no fue posible. Se requirió de una intervención del estado, para reprimir y desanimar a los
actores del juego corporativo, imponer reglas beneficiando a los vencedores y para trasladar hacia ellos recursos para su consolidación. La conducción
económica debía durar en el poder un tiempo suficiente y prolongado para crear una situación que fuera irreversible el cambio, ideología que ocurrió.
Martínez conto con el apoyo de los organismos internacionales, los bancos extranjeros y del sector más concentrado del establishment económico local. Su
relación con los militares tuvo una relación conflictiva, para los militares el descabezamiento del movimiento popular, la eliminación de instrumentos
corporativos y la reducción de ingresos a los sectores trabajadores debía equilibrarse con el mantenimiento del pleno empleo. Los que estaban de acuerdo
con que el estado no participe en la transferencia de ingresos exigieron la supervivencia de empresas estatales y la expansión del gasto público, lo que
bloqueo la clásica receta recesiva y supuso un fracaso en el plan del ministro. Su relación con los empresarios también fue difícil, ya que se derivaba en
intereses sectoriales aunque el ministro supo poner su inflexibilidad. Se encargo de "Predicar" que la economía en crisis debía ser conducida por la misma
persona. Cuando toda esta ideología dejó de funcionar la concentración económica y el endeudamiento habían creado los mecanismos definitivos de
disciplinamiento y control.
Intervinieron la CGT y los principales sindicatos, reprimieron militares, intervinieron fábricas, suprimieron negociaciones colectivas y prohibieron
huelgas, y así se congelaron los salarios por tres meses. El estado supero el déficit y las empresas acumularon y con créditos del exterior se supero la
crisis cíclica sin desocupación.
1977- La reforma Financiera acabó con las herramientas del Estado para regular la transferencia de ingresos entre sectores: la regulación de tasas de
interés, la existencia de créditos a tasas negativas y la distribución de subsidios. Se liberó la tasa de interés, se autorizó la proliferación de Bancos e
instituciones financieras y se diversificaron las ofertas de títulos y valores indexados de todo tipo emitidos por el Estado. Creció la especulación, las
altas tasas de interés y la inflación que el equipo económico nunca pudo o quiso reducir. El Estado garantizaba no solo los títulos que emitía sino los
depósitos a plazo fijo, tomados a tasa libre por entidades privadas de modo que ante una eventual quiebra devolvían los depósitos. Esta combinación de
liberación, eliminación de controles y garantías generó un mecanismo que llevó todo el sistema a la ruina.
Otra modificación fue la apertura económica y eliminación de protección a la producción local. Se disminuyeron los aranceles de forma despareja y
selectiva, se agrego la devaluación del peso y la industria local tuvo que competir contra productos importados muy baratos. La fiebre especulativa ganó a
toda la población que para defender su salario debía ponerlo en plazo fijo o alternativas similares.
La transformación se completo con la pauta cambiaria, el gobierno fijo una tabla de devaluación mensual del peso, decreciente hasta en algún momento llegar
a cero, se adujo que buscaba bajar la inflación y darle previsibilidad al país pero no funcionó.
Los beneficios se concentraron en el sector financiero, era un mercado inestable y la masa de dinero estaba colocada en el corto plazo y los capitales
podían salir del país sin trabas.
1980- La tasa de interés no era proporcional a la tasa de beneficios, de modo que ninguna actividad era rentable. Muchas empresas quebraron, y el estado
asumió la deuda de todos los bancos quebrados. En 1982 por una fuerte devaluación el Estado asumió todas las deudas privadas de las empresas, "nacionalizó"
la deuda privada, cuando muchos de los empresarios ya habían cubierto con salidas de dólares no declarados. La sociedad toda debió cargar con las pérdidas
y los acreedores externos comenzaron a imponer condiciones. Deshecho el mecanismo financiero, la deuda externa ocupó su lugar como mecanismo disciplinador.
La economía real: destrucción y concentración
El valor del mercado interno fue cuestionado, se reclamo prioridad a las actividades donde el país tenía ventajas corporativas y podía competir en el
mercado mundial, el criterio de proteger a la industria fue reemplazada por el premio a la eficiencia y fue abandonada la idea de que el crecimiento
económico y el bienestar de la sociedad se asociaban a ella.
La devaluación llevó a la pérdida de ingresos (1980-1981). Los ingresos provenientes del sector agropecuario fue destinada al sector financiero (que antes
se destinaba a la Industria) para la compra de dólares o de insumos importados. Por la pérdida de protección la industria sufrió la competencia de la
importación y se encareció el préstamo. También los primeros 5 años cayó el producto industrial y la mano de obra ocupada.
Muchas plantas fabriles cerraron, la industria textil y de confecciones fueron barridos por la competencia. También fueron golpeados el sector metalúrgico
y el electrónico, se experimentó una verdadera involución. El desarrollo de tecnología cuya brecha se había reducido volvió a ensancharse de manera
irreversible. Las ramas industriales que se favorecieron fueron todas las que elaboraban productos intermedios: celulosa, siderurgia, petroquímica,
petróleo y cemento, que empleaban recursos naturales y tienen una dinámica de crecimiento menor. También fue favorecida la empresa motriz. Estas empresas
se encontraron limitadas en el mercado interno y se convirtieron en exportadoras.
Economía imaginaria: se dice así del programa económico de Martínez de Hoz en la dictadura, porque era ficticia, en realidad no eran recursos surgidos del
país y la producción, era plata prestada, seguir sumando deudas para sostener un modelo (se implemento la tablita, para devaluar el peso de a poco y
reducir la inflación), y la economía real fueron las consecuencias de esto: aumento de la deuda, que recae en las espaldas de la ciudadanía.
Achicar el estado y silenciar a la sociedad
La reducción de funciones del estado y su conversión a subsidiario fue uno de los propósitos de Hoz, el ministro obtuvo una importante victoria
argumentativa cuando logró ensamblar la "prédica" de la lucha subversiva con el discurso contra el Estado. Un estado fuerte y democrático era un peligro si
estaba en manos de los sectores populares. La solución era reemplazar la dirección del estado por la del mercado, que mediante la racional asignación de
recursos destruiría toda posibilidad de colusión entre corporaciones. Pero el ministro se propuso utilizar el poder del estado para imponer por la fuerza
la receta liberal y redimensionar al estado. Tuvo como propósito desmontar los instrumentos de dirección, regulación y control de la economía. Cuando el
ministro declinó correspondió a los acreedores externos la vigilancia y la presión sobre los gobiernos para que mantuvieran la política de apertura y
liberalización.
Las empresas de servicios se deterioraron, se endeudaron y sirvieron para hacer crecer a las contratistas privadas, mientras que el Estado se hacía cargo
empresas y bancos quebrados por su culpa.
Tampoco mejoró el Estado en la asignación de recursos fiscales y recaudación. El gasto publico creció, aumentando el endeudamiento externo. Las tres FFAA
se repartieron la administración del estado y la ejecución de las obras publicas, multiplicando las demandas de los recursos y los espacios para las
negociaciones falsas.
El estatuto del proceso y las actas institucionales complementarias crearon la Junta Militar (para designar al presidente y controlar sus actos) y la
Comisión de Asesoramiento Legislativo (para discutir las leyes). En suma, la reorganización además de limitar o suprimir los mecanismos democráticos
constitucionales y alterar las instituciones republicanas, realizo una revolución contra el estado, afectando su posibilidad de ejercer.
La política de orden empezó fracasando con las FFAA, aunque por cinco años logro asegurar una paz relativa de parte de la sociedad golpeada por la
represión. Recién hacia el fin del periodo de Videla las voces de protesta comenzaron a elevarse. Los empresarios apoyaron el proceso desde el comienzo,
pero a la distancia, pero los militares les atribuían parte de la responsabilidad del caos social que había.
Las principales fábricas fueron ocupadas militarmente, hubo listas negras para mantener alejados a los activistas y control ideológico para los aspirantes
de empleo. La CGT y la mayoría de los sindicatos fueron intervenidos, se suprimió el derecho a huelga, negociaciones colectivas y se separó a los
sindicatos de las obras sociales. A fines de 1980 los dirigentes sindicales más combativos reconstituyeron los sindicatos (representados principalmente por
Ubaldini), se realizó una huelga sindical y en el mes de noviembre una marcha hacia la Iglesia de San Cayetano.
Actitud de la Iglesia: Inicialmente fue complaciente y algunos obispos establecieron una asociación muy estrecha con el gobierno. Al principio la Jerarquía
Eclesiástica aprobó la ideología del "terrorismo de estado".
Calló cualquier crítica y justificó la erradicación atea y hasta toleró que algunos de sus miembros participaran de ella. Con la Asunción de Juan Pablo II,
la iglesia se propuso renunciar a la injerencia directa en las cuestiones sociales o políticas y consagrarse a evangelizar y recuperar a la sociedad que se
volvió laica.
Se reconstruyó el vínculo entre Iglesia y Trabajadores, estrechó relación con Ubaldini y captó la atención de la Juventud. La iglesia reafirmó los
principios Republicanos, se orientó hacia la Democracia y se apartó del régimen militar. Y se vinculó con los reclamos de la Sociedad:
Reclamos Sociales: En medio de la más terrible represión Las Madres de los Desaparecidos (secuestrados por la dictadura) empezaron a reunirse en plaza de
Mayo, reclamando la aparición de sus hijos. Atacaron el centro mismo del discurso represivo y empezaron a conmover la indiferencia de la sociedad. Pronto
se convirtieron en la referencia de un movimiento cada vez más amplio e instalaron la discusión pública fortalecida desde el exterior por la prensa, los
gobiernos y las organizaciones de derechos humanos. La opinión pública comenzó a reaparecer. En 1981 se concluye la veda política. Las representaciones
políticas estaban fragmentadas pero se unieron en el reclamo social.
Militares: fragmentación del poder, no podían consensuar el poder, sobre todo entre Videla-Massera.
La guerra de Malvinas y la crisis del régimen militar
Viola se enferma y lo derrocan y lo reemplaza Galtieri, quien quiso alinear categóricamente al país con USA y apoyarlo en la guerra encubierta con
Centroamérica. Intento armar un movimiento en que los amigos políticos sustentaran su propio liderazgo y anuncio una futura institucionalización. Encargo
la conducción de la economía a Alemann quien definió sus prioridades en torno de la desinflación, la desregulación y la desestatización. La recesión se
agudizo y con ella las protestas de los sindicatos y empresarios, anuncio un plan de privatizaciones, se resistieron. Así que se lanzo el plan de ocupar
las islas Malvinas, que parecía la solución. Argentina se la reclamaba a Inglaterra, quienes la habían ocupado desde 1833. Los militares querían
recuperarla por una acción militar que además unificaría a las FFAA, también tendría como ventaja encontrar una salida al problema con chile por el Beagle.
Videla y Viola habían descartado el tema de ocupar las Malvinas pero apenas subió Galtieri lo retomo. No cabía la idea de una guerra.
2 de abril 1982 – las FFAA vencen a las escasas tropas británicas y ocupan las Malvinas. La reacción fue dura en Gran Bretaña, donde también aspiraban a
una victoria militar para consolidarse internamente y quien contaba con el apoyo de toda Europa y USA. Argentina era respaldada por Latinoamérica pero sin
compromiso militar
17 de abril – las fuerzas de tareas de GB iniciaba su marcha hacia las Malvinas
1 de mayo – comenzaron los ataques aéreos a Malvinas y al día siguiente un submarino británico hundió al crucero argentino General Belgrano, ubicado lejos
de la línea de batalla y Argentina se alejo del frente de combate. Le siguió un combate aeronaval: Argentina bombardeo la flota británica y del crucero
Sheffield.
24 de mayo – los ingleses desembarcan y establecen una cabecera de puente en San Carlos
29 de mayo – se libro un combate importante en el Prado del Ganso, donde muchos argentinos se rindieron.
Junio – llega el papa para preparar los ánimos ante la inminente derrota, antes de que se vaya comenzó el ataque final al puerto argentino, donde se había
atrincherado la masa de las tropas, la desbandada fue rápida y la derrota incondicional, se convoca al pueblo en plaza de mayo y se reprime violentamente a
los que no podían aceptar la derrota, los generales exigían la renuncia de Galtieri.
La vuelta de la democracia
La derrota agudizo la crisis del régimen militar. En el informe de una comisión investigadora se responsabilizo a la Junta Militar y la llevo a un juicio
que termino en la condena de los comandantes. Las tres fuerzas no se pusieron de acuerdo con quien reemplazaría a Galtieri, el ejercito propuso uno y el
general Bignone, la marina y la aeronáutica se retiraron de la Junta Militar. Pero pasado el momento de crisis se reconstruyo.
Las fuerzas Armadas querían llegar a un acuerdo con los partidos políticos de que no se investigarían la represión, las torturas y las muertes durante el
mandato, así tampoco actos de corrupción o enriquecimiento ilícito. Fue rechazado por la opinión pública en general y por lo partidos, que convocaron una
marcha en defensa de la democracia, el gobierno fijo fecha de elecciones pero siguió buscando su objetivo de clausurar los cuestionamientos al desempeño
pasado de los militares.
A medida que la represión retrocedía empezaron a construirse activistas sociales de distinto tipo, la crisis económica genero motivos legítimos y
movilizadores, cooperadoras, asociaciones de fomento, ligas de ama de casa, en grupos culturales, teatro abierto, conciertos de rock, el activismo también
renació en las universidades, fabricas y lugares de trabajo, reaparecieron lso sindicatos. Los sindicatos sacaron a la gente a la calle para reclamar
contra la crisis económica y a favor de la democracia, y también para recuperar los sindicatos intervenidos. a lo largo del 82 y 83 hubo paros y huelgas en
las que se destacaron los gremios estatales, La CGT comenzó a luchar por recuperar el poder de los sindicatos, pero terminó por un activismo en favor de la
Democracia. La afiliación a los partidos políticos fue masiva, todos luchaban y aspiraban por recuperar la democracia. El peronismo se convirtió en un
aceptable partido (Lurder) y el radicalismo se renovó por Alfonsín que había creado el movimiento de renovación y cambio. En la derecha siguió siendo
difícil unificar fuerzas diversas, Alsogaray constituyo un nuevo partido, la unión del centro democrático.
Los partidos tuvieron dificultades para dar cabida a las múltiples demandas y al deseo de participación y a los intereses sociales más estructurados como
los sindicatos o los empresarios.
En las campañas políticas, el peronismo se dedicó a denostar a su adversario y no tenía un criterio ideológico o político claro. En el radicalismo Alfonsín
gano la candidatura en la UCR, marcó la importancia de la constitución, la democracia y las instituciones. Aseguro que se haría justicia por lo sucedido en
el régimen
El Radicalismo ganó abrumadoramente las elecciones.
1983-1989 El impulso y su freno
La ilusión democrática
10 de diciembre de 1983 asume Alfonsín. Pronto se evidencio la dificultad para satisfacer el conjunto de demandas que la sociedad venia acumulando. La
economía se encontraba en situación de desgobierno y caos: inflación desatada, deuda externa multiplicada, un Estado carente de recursos, sin posibilidad
de atender a los reclamos de la sociedad.
El peronismo vivía una crisis interna, el sindicalismo peronista se separa de la conducción partidaria y ensaya su propia estrategia para enfrentar al
gobierno, y el peronismo político busca sin éxito definir su perfil.
El radicalismo era fuerte en el terreno político pero contaba con escaso apoyo de los poderes corporativos, si bien tenía mayoría en la cámara de diputados
no tenía mayoría en la cámara de senadores.
Civilidad: Apoyaba a Alfonsín, proponían construir un Estado de derecho, al cual los poderes corporativos debían someterse y consolidar un conjunto de
reglas para resolver conflictos de manera pasiva, ordenada, transparente y equitativa. El pueblo vivió la euforia y la ilusión de la democracia, el
presidente eligió gobernar activamente, tensando el polo de civilidad pero debió privilegiar las soluciones consensuadas, los acuerdos con los poderes
establecidos cuando le mostraron el límite de su poder.
Los problemas económicos parecían menos importantes que los políticos, lo fundamental era eliminar el autoritarismo y encontrar como representar a la
voluntad ciudadana. Atribuyo gran importancia a la política cultural y educativa, destinada a remover el autoritarismo de las instituciones. Las consignas
fueron: modernización cultural, participación amplia y el pluralismo y rechazo al dogmatismo. Se realizo un programa de alfabetización, en los medios
libertad de expresión, en la universidad y el sistema científico volvieron los mejores intelectuales, quienes también se metieron en la política, y la
política se intelectualizo, Alfonsín recurrió a ellos como asesores. El punto culminante de la modernización cultural fue la aprobación del divorcio y a la
patria potestad compartida (tenencia de los pibes)
Política exterior: (buena imagen del presidente en el mundo por sus tendencias democráticas) Con chile: se asumió al laudo papal como la única solución
posible por la democracia, para reafirmar los valores de paz y eliminar la situación de conflicto. En el caso de Malvinas se propone una negociación, que
fue rechazada. Asociada con Uruguay, Brasil y Perú, Argentina propuso mediar en el conflicto de Centroamérica, donde logro llegar a una solución pacifica.
Se tuvo buena relación con USA, quien respaldo las instituciones democráticas y apoyo los diversos intentos de estabilización económica.
La corporación militar y la sindical
Dos grandes corporaciones con que el poder del gobierno era insuficiente para forzar a aceptar sus reglas: La militar, y la sindical.
La sociedad se entero de las atrocidades sucedidas en la represión por las denuncias judiciales, medios de comunicación y por un informe de la CONADEP
(comisión nacional sobre la desaparición de personas – creada por el gobierno).
La institución militar estaba debilitada, pero aun no había sido expulsada del poder. Alfonsín estaba de acuerdo con el pueblo y defendía los derechos
humanos, pero también se preocupaba en encontrar la manera de subordinar las fuerzas armadas al poder civil, propuso poner límite al juicio y distinguir
entre quienes dieron la orden, quienes la cumplieron, y quienes se excedieron. Para ello se reformo el Código de Justicia Militar estableciendo que primero
los militares debían juzgarse a si mismos, pero si la justicia federal decía que el fallo estaba errado, se iniciaba un nuevo juicio llevado a cabo por
ellos. Y así paso, en la primer instancia dieron por inocentes a todos los miembros de las FFAA, por ello se inicia el segundo juicio y se dispuso el
enjuiciamiento de las tres primeras juntas militares, la ERP y los montoneros. En 185 comenzó el juicio público de los ex comandantes, el juicio reveló
todas las atrocidades cometidas en los años de represión, a fin de año se condenaron a los ex-comandantes alegando que no hubo guerra que justificara su
acción, distinguió entre las responsabilidades de cada uno de ellos y dispuso continuar su acción penal contra los demás responsables de las operaciones.
Esto permitió que quedara abierto el debate entre la institución militar y la sociedad.
La Justicia siguió activa, dando curso a las múltiples denuncias en contra de oficiales de distinta graduación, citándolos y encausándolos. La convulsión
interna de las Fuerzas Armadas y del Ejército tuvo un nuevo eje: ya no se trataba tanto de la reivindicación global como de la situación de los citados por
los jueces, oficiales de menor graduación que no se consideraban los responsables sino los ejecutores de lo imputado.
Las FFAA se alarmaron frente a los juicios iniciados por el accionar durante el Proceso y comenzaron a presionar al gobierno para limitar esos juicios.
Ello condujo a la introducción de la Ley de Punto final que puso una fecha límite para denunciar a las FFAA (nadie acompaño al gobierno en esto) y la Ley
de Obediencia debida que hace responsable solo a los que impartieron las ordenes, a los máximos jefes (juntas militares) ya que se consideraba que los de
rango medio respondieron a las órdenes de sus oficiales.
En ese contexto se llego al episodio de Semana santa, un grupo de oficiales encabezado por Rico se acuartelo en campo de mayo exigiendo una solución al
tema de la ley de punto final, una reconsideración de la conducta del ejército, y a su juicio injusto. La reacción de la sociedad fue unánime, todos
manifestaron su apoyo al orden institucional, firmaron un Acta de compromiso democrático y rodearon al gobierno, se reunieron en todas las plazas del país
y se mantuvo en vigilia durante los cuatros días que duro el episodio. Alfonsín se reunió con los amotinados y llegaron a un acuerdo: el gobierno haría lo
que ya había decidido – la ley de obediencia debida – y ellos aceptaron. A todos apareció como una resignación, en parte porque así lo presentaron tanto
los "cara pintadas" (sector del ejército que se sublevó contra Alfonsín) amotinados, como la oposición política que no quiso asumir ninguna responsabilidad
en el acuerdo. Acá peso el desencanto y fin de la ilusión de la democracia: la civilidad era incapaz de doblegar a los militares.
El poder de los sindicatos estaba debilitado por la derrota del peronismo y su situación institucional era precaria, ya que los militares habían barrido
gran parte de la legislación que normaba la acción gremial. El gobierno aprovecho esto y el respaldo de la civilidad, para lanzarse a democratizar los
sindicatos. El ministro Mucci proyecto una ley de normalización institucional de los sindicatos: que incluía voto secreto directo y obligatorio, la
representación de las minorías, limitación a la reelección, y fiscalización de los comicios por el estado. Fue un desafío ante el cual se unificaron todas
las corrientes del peronismo, gremial y político. Era una manera de romper el cerco opositor de la CGT, se suponía que si la ley se aprobaba, el gobierno
iba a tener el apoyo del nuevo sindicalismo que llegara a dirigir los distintos sindicatos y la CGT. Esa Ley fue rechazada por sólo UN voto en el Senado.
El plan austral
La suma de: incapacidad de negociar con los sindicatos, empresarios con poca voluntad de inversión, fuerte inflación, déficit fiscal y la deuda externa que
seguía creciendo eran la parte mas visible del problema, prolongada en una economía estancada, cerrada, ineficiente y vulnerable en lo externo
Durante el primer año del gobierno, la política económica dirigida con Grispun se ajusto a las formulas dirigistas y redistribucionistas clásicas. Esta
incluía el control estatal del crédito, el mercado de cambios y los precios, se completaba con medidas de acción social como el programa alimentario
nacional –alimento a los más pobres- aumento los salarios de los trabajadores y esto reactivo el mercado interno.
Respecto a la deuda externa, se trato de lograr la buena voluntad de los acreedores con el argumento de que las jóvenes democracias debían ser protegidas y
se los amenazo con la constitución de un club de deudores latinoamericano, que repudiaría la deuda en conjunto.
La inflación amenazaba con desbordar y ser hiperinflación, la conflictividad social se agudizaba, los acreedores externos estaban disconformes y Alfonsín
pone de ministro de economía a Sourrouille, y se lanza el plan austral.
Su objetivo era estabilizar la economía en corto plazo, incentivar a los actores económicos a la inversión y detener la inflación. Se congelaron precios,
salarios y tarifas de servicios públicos, se regularon los cambios y tasas de interés, se suprimió la emisión monetaria y se eliminaron los mecanismos de
indexación. Inicio de una nueva etapa, se cambiaba la moneda y el peso era reemplazado por el austral y se conto con el respaldo del gobierno. Rápidamente
se logro frenar la inflación, no hubo caída de la actividad ni desocupación, aumentaron las recaudaciones, los acreedores externos estaban tranquilos y usa
apoyo el plan. La inflación volvió, el plan era eficaz para a estabilización rápida pero preveía cambiar los conflictos de fondo. Asi que el gobierno
decidió recostarse en los grandes grupos corporativos que antes había combatido.
El gobierno encara un nuevo plan de reformas que conto con el apoyo del banco mundial, se procuro conciliar la necesidad del ajuste del estado con los
intereses de los empresarios, pero tampoco funciono en el terreno económico, donde la inestabilidad y sensación de falta de gobernabilidad crecieron.
La apelación a la civilidad
Para el radicalismo estaba difícil, inicialmente solo era tolerado por las grandes corporaciones, y además, si bien tenia la mayoría en la cámara de
diputados, no la tenía en el senado, por lo que tenían el poder de vetarse mutuamente y era difícil desempeñar las tareas. Esto era un problema para el
gobierno, que necesitaba apoyo institucional para la resolución de la crisis y para el proceso de institucionalización de la democracia. Se le propuso
desplegar su voluntad pero trazando las cuerdas del sistema institucional, o llegar a acuerdos que fortalecieran al sistema institucional. El gobierno opto
por una línea intermedia.
Alfonsín tenía una red de alianzas personales: el movimiento de renovación y cambio, pero más notable fue la acción de a junta coordinadora nacional, de un
grupo de dirigentes universitarios. Los grandes apoyos del gobierno eran el radicalismo y la civilidad, movilizada y con fe en la democracia, el siguió
usando esa movilización, convocándola en ocasiones en plaza de mayo, trabajo intensamente por su educación, en la constitución de un pueblo actor político
maduro y consiente.
(en la izquierda) Partido intransigente – (PI) en el mismo terreno que el alfonsinismo (defensa de los derechos humanos, reivindicación de la civilidad y
la democracia) con consignas nacionalistas y antiimperialistas aplicadas al tema de la deuda externa. Se dedico a señalar la infidelidad del gobierno al
programa original y a radicalizar las consignas de los derechos humanos. Este se disgrego y fue absorbido por el peronismo renovado. Este se proponía
adecuar el peronismo al nuevo contexto democrático
(en la derecha) Unión del centro democrático – Alsogaray, ideas liberales.
Ambas contribuyeron a reforzar la institucionalidad.
El fin de la ilusión
Fracaso el proyecto de reconciliar a la sociedad con las FFAA, en el 89 un grupo terrorista asalta el cuartel de la tablada en Bs As y el ejercito los
aniquila, con esto podía anticiparse que a la larga la cuestión militar abierta se solucionaría con la reivindicación de los militares, el olvido de los
crímenes y el entierro de las ilusiones de la civilidad
En las elecciones del 87 el radicalismo perdió la mayoría en la cámara de diputados y el control de casi todas las gobernaciones, luego de esto creció la
figura de Cafiero, gobernador de buenos aires y jefe del grupo renovador, dentro del cual se encontraba Menem, quien reunió todos los segmentos del
peronismo y gano la elección interna quedando como candidato a presidente. Menem tejió alianzas con los grandes intereses corporativos, dirigentes de la
iglesia, altos oficiales de las FFAA – incluyendo los carapintadas – pero en público daba un discurso de santo, prometía revolución productiva y salariazo.
En 88 se lanzo el plan económico ‘’primavera’’ que tenía como propósito llegar a las elecciones con la inflación controlada, pero sin realizar ajustes que
perjudicaran la voluntad del pueblo. Al congelamiento de precios, salarios y tarifas se le agrego la declarada intención de reducir el déficit estatal,
condición para lograr el apoyo de los acreedores externos. El plan marcho mal de entrada, se negaron a congelar salarios, a reducir gasto, la negociación
con las entidades externas marcho lenta y los fondos prometidos fueros escasos. Hubo una crisis en el suministro de electricidad y un asalto al cuartel de
la tablada, mientras Cavallo aconsejo al banco mundial y al fondo monetario que limitaran sus créditos a Argentina y cuando esto sucedió el edificio se
derrumbo. En 89 el gobierno anuncio la devaluación del peso, llevando a una hiperinflación.
Menem gana las elecciones en el 89 y Alfonsín renuncia porque ya no podía seguir manteniendo las cosas.
1989- 1999 La gran transformación
Menem encontró el país en crisis: hiperinflación, gente cambiando australes por dólares, desesperada asaltando tiendas y supermercados donde la represión
dejo varios muertos, el estado estaba en banca rota, la moneda licuada, los sueldos inexistentes y una violencia social. El estado era incapaz de gobernar
y asegurar el orden, lo primero que tuvo que hacer es recuperar los atributos del gobierno.
Ajuste y reforma
Para enfrentar la violencia y especularidad de la crisis existía una receta que se había instalado en todo el mundo difundido por el FMI, el banco mundial
y los economistas de prestigio: facilitar la apertura de las economías nacionales, para posibilitar su adecuada inserción en el mundo globalizado y
desmontar los mecanismos de estado interventor y benefactor, que se creía costoso e ineficiente. Se debía reducir el gasto del estado al nivel de sus
ingresos genuinos, retirar su participación y su tutela de la economía y abrirla a la competencia internacional: ajuste y reforma.
En el Consenso de Washington se sentaron las bases del neoliberalismo y así llego a argentina. Las agencias del gobierno norteamericano lo recomendaban o
exigía cuando ayudaba a los gobiernos a solucionar problemas de endeudamiento.
El colapso del 89 fue consecuencia de la inflación y el endeudamiento, que sirvieron durante mucho tiempo para postergar los problemas y para agravarlos.
A Menem no le costaba nada adaptarse a las nuevas circunstancias, cambiando de opinión, así que anuncio que era necesaria una cirugía mayor sin anestesia,
se declaro partidario de la economía popular de mercado, renuncio al estatismo, alabo a la apertura y proclamo la necesidad de las privatizaciones. Urgido
por ganar confianza se abrazo a Rojas, se rodeo de los Alsogaray y confió el ministerio de economía a Bunge y Born.
Menem hizo aprobar por el Congreso dos grandes leyes:
Ley de emergencia económica: suspende todo tipo de subsidios, privilegios y regímenes de promoción, y se autoriza el despido de empleados estatales.
Ley de la reforma del estado: declara la necesidad de privatizar muchas empresas, el presidente debía elegir la manera de realizarlas. (Empezó con ENTEL y
Aerolíneas, todo muy rápido y desprolijo. Se convoco a empresarios locales, extranjeros y banqueros, los títulos de deuda externa eran aceptados como parte
de pago, lo que tranquilizo a los acreedores externos. Se aseguro a las nuevas empresas aumento de tarifas, pocas regulaciones y una situación monopólica
por varios años. En poco tiempo se habían privatizado la red vial, canales de tv, ferrocarriles y áreas petroleras)
Poco después se aumenta a 4 nuevos jueces en la corte suprema, y el gobierno se aseguro la mayoría.
Pese a esto el gobierno todavía no lograba estabilidad, la inflación siguió alta y los empresarios siguieron usando su dinero a sus conveniencias
particulares. El nuevo ministro de economía, Gonzales, toma una medida drástica, el Plan Bonex: se apropio de los depósitos a plazo fijo y los cambio por
bonos de largo plazo en dólares. Aplico la receta y se sentó sobre la caja, restringió al máximo los pagos del estado y la circulación monetaria, así
detuvo la inflación pero a costa de una recesión que volvió a deprimir los ingresos fiscales. A fines de 90 con la economía en estado crítico estallo el
escándalo conocido como Swiftgate.
Quienes rodeaban al presidente poseían información privilegiada y la posibilidad de impulsar algunas decisiones en el gobierno, algunos fueron acusados de
beneficiarse con las privatizaciones. Por otra parte Menem se amistaba con Bush y Argentina se alinea firmemente con USA.
Nuevo ministro de economía: Cavallo. Este hizo aprobar la Ley de convertibilidad: un dólar = un peso. Y se prohibía al poder ejecutivo modificarla o emitir
moneda por encima de las reservas. También se tomo otra decisión: la reducción general de aranceles, que concreto la apertura económica. Como resultado
termino la huida hacia el dólar, volvieron capitales emigrados, bajaron las tasas de interés, cayo la inflación, hubo una rápida reactivación económica y
mejoro la recaudación fiscal. Y surge el Plan Brady: promovido desde EE.UU para reducir las deudas externas de los países que realizan ajustes en sus
Estados.
Pese a la voluntad reformista, no era seguro que el estado lograra equilibrar sus cuentas, un poco lo logro por una mejora en la recaudación. Entre 91 y 94
entro al país mucho dólar, con los que el estado saldo su déficit, las empresas se reequiparon y la gente incremento su consumo.
Cavallo siguió con las reformas, se continuo con la venta de las empresas del estado, pero las de electricidad, gas y agua incluyo garantías de
competencia, mecanismos de control y venta de acciones particulares. YPF fue privatizada pero el estado conservo muchas acciones y los ingresos obtenidos
fueron para los jubilados. Se encaro la reforma del régimen previsional: cada trabajador pasaría a tener una cuenta de ahorro propia, administrada por una
empresa privada. Con los gobiernos de las provincias se firmo un Pacto fiscal para que acompañaran la política de reducción de gastos.
Fueron tres años dorados: el producto bruto creció, se expandió el consumo, la inflación cayó, creció la actividad económica y el estado mejoro su
recaudación. Todo gracias más que nada a la privatización de las empresas. Pero luego hubieron aspectos más duros, la más importante fue el desempleo,
también las empresas que competían con productos importados tuvieron que reducir costos, racionalizar procesos productivos o rendirse. Los empleados
estatales o jubilados eran golpeados por el encarecimiento de los servicios públicos.
Los sectores populares se beneficiaron un poco con el aumento de distintos programas sociales, que fueron mal administrados, la industria automotriz
recupero casi todos sus beneficios tradicionales, los sectores exportadores recibieron compensaciones fiscales, subsidios y reintegros y los más afectados,
las empresas que habían sido contratistas del estado participaron en condiciones ventajosas de las privatizaciones.
Una jefatura exitosa
Menem se dedico a adueñarse del poder del estado, modificando algunas de sus instituciones. La ampliación de la corte segura le dio mayoría y fallo a su
favor en cada caso. Cuando el congreso comenzó a cuestionar algunas de sus iniciativas, uso vetos totales y parciales, y decretos de necesidad y urgencia,
incluso considero cerrar el congreso y gobernar por decreto.
Menem quería demostrar donde residía el poder, se concentraba en la política pero no le importaba ninguna cuestión administrativa, aprobaba las líneas
generales y dejaba que se manejaran sus colaboradores. Mientras este se daba la buena vida, saliendo de noche, manejando una Ferrari, poniendo en la quinta
de olivos una cancha de golf, ballet, medico, peluquero, recorría el mundo en avión privado, etc. Los que le eran fiel, se les retribuía con protección e
impunidad, la corrupción se practicaba tanto que ‘nadie hizo plata trabajando’. Luego, la corrupción se normalizó; así como se encontró la manera de
estabilizar la economía, también se aprendió a transferir discretamente los recursos públicos a los patrimonios privados. Distintos representantes notables
tenían acceso privilegiado a las decisiones del gobierno y destinaban parte de los beneficios a una caja negra, cuyo contenido se redistribuía de rango y
jerarquía. En suma, el país estuvo gobernado por una banda.
Desde el 91 compartió responsabilidades con el grupo de Cavallo, eran dos equipos diferentes pero complementarios, Menem-Cavallo
El talento político de Menem se manifestó, sobre todo, en su capacidad para hacer que el peronismo aceptara las reformas.
Luego de la derrota de 1983, y aceptadas las nuevas condiciones que la democracia planteaba a la política, había abandonado progresivamente sus
características de "movimiento", sólidamente anclado en las organizaciones gremiales, para convertirse en un partido de forma más convencional, con
comités, organizaciones distritales y una conducción nacional elegida por voto directo. Los triunfos electorales, y el control de gobernaciones e
intendencias, permitieron a los cuadros políticos independizarse de las cajas gremiales, de modo que disminuyó el peso de los sindicalistas.
Esos cambios no alteraron la solidez de la identidad peronista, pero Menem sumo algunos recursos adicionales: reunió apoyos fuera del movimiento.
Menem se comunicaba fácilmente con el pueblo, por tele y radio. El movimiento renovador se disolvió, Cafiero fue derrotado cuando quiso cambiar la
constitución para ser reelecto y cedió la presidencia del partido a Menem y la gobernación a Duhalde. En el sindicalismo Ubaldini dividió la CGT, pero
Menem logro la adhesión de otros sindicalistas que vieron los beneficios de unirse a la política reformista.
Se suspende el servicio militar obligatorio y se remplazo por un sistema de voluntariado profesional. En 1995 Balzaj realizó la primera autocrítica de la
acción del Ejército en la represión, y afirmó que la "obediencia debida" no justificaba los actos aberrantes cometidos, contribuyó al comienzo de la
revisión de lo actuado durante el Proceso.
Un apoyo similar encontró Menem en la Iglesia, un grupo de los obispos, se hizo vocero del amplio sector de las víctimas y reclamó al gobierno políticas de
sentido social. Menem acompañó en la defensa de las posiciones más tradicionales, sostenidas por el Papa, como el rechazo del aborto y el "derecho a la
vida".
Menem también estableció excelentes vínculos personales con George Bush, los recreó rápidamente con Bill Clinton, y pudo acudir a ellos en busca de
respaldo. Argentina abandono el movimiento de países no alineados y se clausuro el proyecto cóndor de construcción de misiles, se respaldaron todas las
posiciones internacionales norteamericanas y se acompaño simbólicamente a USA.
Menem comenzó a hablar de la reforma constitucional, que lo habilitaría a ser reelecto. Con muchos oponentes Menem y Alfonsín se reunieron en secreto y
acordaron las condiciones para facilitar la reforma: esta debía tener la clausula de reelección, elección directa, ballotage, reducción del mando a cuatro
años, la creación del cargo de jefe de gobierno, la designación de los senadores por voto directo incluyendo un tercero por la minoría, la creación del
consejo de la magistratura para la designación de los jueces y la reglamentación de los derechos de necesidad y urgencia.
Cavallo realizo una Segunda Reforma del Estado, con nuevas privatizaciones y ajuste a las transferencias de fondos a las provincias.
Una jefatura decadente
Aparentemente volvían los buenos tiempos, el sistema bancario pudo ser salvado, retorno buena parte de los dólares que habían huido, las empresas superaron
los problemas por la sobrevaluación del peso, el producto bruto avanzo. Pero no mejoro la desocupación, y la deuda externa casi se duplico. En 95 la
tendencia dominante fue la restricción (suba de las tasas de interés, recesión, penuria fiscal y mayores dosis de ajuste y reforma) de esta manera el
gobierno quedo atrapado entre las exigencias mayores, entre cerrar las cuentas y los reclamos crecientes de la sociedad, no pudo diseñar a largo plazo y se
limito a solucionar el dia a dia. El conflicto mayor fue el que enfrento Cavallo con la banda gobernante, con motivo de la Ley de patentes medicinales,
sostuvo una posición norteamericana y choco con los senadores encabezados por Menem que defendían los laboratorios locales, también tuvo conflicto con la
privatización del correo. Furioso instalo la discusión del tema de la corrupción gubernamental y Menem lo reemplazo por Fernández, quien subió los precios
de los combustibles, elevo e IVA, redujo el número de empleados públicos, realizo recortes en el presupuesto, impulso las privatizaciones del correo, los
aeropuertos y el banco hipotecario nacional, vendió las acciones de YPF que tenía el estado a Repsol.
En 97 Tailandia devaluó su moneda y se desato la crisis, se derrumbo la bolsa de Hong Kong y los financistas miraron con desconfianza los mercados
emergentes. Los derrumbes siguieron: Corea, Japón, Rusia y Brasil devaluaron su moneda también. Esto golpeo a Argentina por el encarecimiento del crédito y
la caída de los precios de sus exportaciones, imposibilitada de adoptar la solución de la devaluación.
El gobierno de Menem llegaba a su fin sin margen siquiera para hacer beneficencia electoral, y debió cerrar su presupuesto con un déficit tan abultado que
no se atrevió a declararlo. La desuda externa trepaba por entonces a 160 mil millones, el doble que en 1994.
Hubo huelgas de desocupados en todo el país, saqueos, piquetes, etc.
En 95 Duhalde anuncio que sería candidato, viajo por Europa y usa, anuncio sus planes de gobierno y planteo su voluntad de distinguirse del modelo y
recuperar la bandera peronista. Menem no quería dejar el poder, y se propuso candidato aunque no podía, finalmente lo dejaron solo y tuvo que desistir,
además era ilegal. Menem pensaba que Duhalde era su más peligroso rival, por eso se propuso destruirlo políticamente.
Cavallo hacia denuncias de negocios ilícitos mientras otras manos llegaban a los medios de comunicación y daban a conocer la corrupción del grupo
gobernante: ventas clandestinas de armas, exportaciones ficticias, la aduana paralela, las coimas de IBM al Banco Nación. También la policía bonaerense
apareció implicada en casos de corrupción.
Respecto de las elecciones habían varios rumbos posibles: el frepaso –disidentes del PJ y la UCR, la unión socialista y pequeños grupos del populismo o la
izquierda– este nunca llego a tener inserción territorial, organización, reglas de discusión y decisión explicitadas. Entusiasmo a muchos y fue la
expresión de la nueva primavera. El frepaso y la UCR establecieron un acuerdo en Bs As y empezaron a discutir los términos de una alianza más formal,
tenían la convicción de que juntos podían vencer al justicialismo. Crearon la Alianza para la Justicia, el Trabajo y la Educación y ganaron las elecciones
legislativas.
Duhalde fue candidato peronista pero fue derrotado por Fernando de la Rúa.
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