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Historia | Resumen: La formaci�n social americana | 1er Cuat. de 2008 | Altillo.com |
Los pueblos originarios
Los indios
Los pueblos originarios, de ellos provienen inumerables costumbres, saberes y
creencias, palabras, expresiones musicales, art�sticas, festivas, conceptos,
giros del habla y por lo tanto del pensamiento, maneras de vivir y de sentir de
las que por lo general tenemos poca consciencia.
Los espa�oles impusieron su religi�n, lenguaje, modos de producir, costumbres
familiares y organizaci�n pol�tica. Pero la simple dominaci�n, no hizo
desaparecer todas las caracter�sticas de los dominados. Algo de la cultura
aborigen sobrevivi� en las formas que tomar� el cristianismo americano. Se
incorporaran palabras al lenguaje corriente, aun lo espa�oles puros adquirieron
modalidades y palabras de sus encomendados.
Se pueden caracterizar tres grandes areas geogr�ficas en las que prevalecieron
culturas muy importantes:
1- La regi�n noroeste: desde el Alto Per� hasta San Juan. Entre los pueblos
agricultores estaban los diaguitas (o los calchaqu�es). En la zona cuyana
habitaban los guarpes.
2- La regi�n litoral: desde el Paraguay hasta el R�o de la Plata, donde se
extend�a la cultura Guaran�. Tambi�n ocuparon zonas de el Brasil. Los jesuitas
fundaron con ellos la provincia de Misiones. En el chaco habitaron lo matacos o
wichis, tobas y otras etnias rebeldes a la conquista.
3- La regi�n pampeana y patag�nica: desde Cuyo hasta el extremo sur del
continente. Grupos originarios: araucanos o mapuches (oriundos de Chile);
pehuenches y tehuelches. Estos grupos lograron resistir la penetraci�n de sus
territorios hasta fines del siglo XIX.
Los negros
Debemos considerar tambi�n a los africanos y sus descendientes afroamericanos.
El tr�fico esclavista, legal o ilegal, fue una empresa de enorme magnitud.
LA COLONIZACI�N IB�RICA. EL R�GIMEN DE CASTAS.
El mestizaje en Am�rica alcanz� una magnitud sin precedentes en la historia
universal. Fue perdurablemente la condici�n existencial y el factor
carcter�stico de los pa�ses latinoamericanos.
En la sociedad colonial, el poder y la riqueza estaba en manos de �espa�oles
europeos� y sus hijos �espa�oles americanos�, y en un status inferior y
diferenciado estaban los dem�s grupos �tnicos.
Poblaci�n y mestizaje
En 1570 Garay trae desde Paraguay un contingente de mestizos. El origen de las
familias porte�as m�s tradicionales se remonta as� a la uni�n de los
conquistadores son las mujeres indias.
Desde los primeros tiempos de la conquista, los espa�oles obtuvieron mujeres
ind�genas de diversas maneras: secuestro o esclavitud, por compra o regalo de
alg�n cacique. Aunque los casamientos mixtos eran admitidos.
A partir de la incorporaci�n de negros esclavos, abundaron los contactos entre
�stos y los grupos blancos e indios.
A mediados del siglo XVII la poblaci�n ind�gena comenz� una lenta recuperaci�n,
a la par que hubo una creciente inmigraci�n europea. La dominaci�n hispana fue
estableciendo un r�gimen de castas, que inferiorizaba y segregaba a los diversos
grupos �tnicos �no blancos�.
La pureza de sangre
En los pa�ses ib�ricos la pertenencia a la nobleza confer�a privilegios. La
condici�n nobiliaria se heredaba o se pod�a adquirir por m�ritos civiles y
guerreros.
Las diferencias religiosas y prejuicios raciales crecieron cuando la corona
centraliz� el poder y defini� una pol�tica de exclusi�n a jud�os y moros. Desde
el siglo XIV se forz� a los jud�os a adoptar la fe cat�lica. Aparecieron
entonces los �estatutos de limpieza de sangre�. Tras la expulsi�n de los jud�os
en 1942, los procedimientos de la inquisici�n se convirtieron en un terrorismo
sistem�tico. Muchos conversos o no, huyeron a las nuevas tierras descubiertas
por Col�n.
En aquel clima de dogmatismo autoritario, condujeron a oficializar un sistema de
acreditaci�n de la condici�n de �cristiano viejo�, requisito para acceder a
puestos de la corte, carrera militar, colegios y universidades. Se torn�
imperativo demostrar la pureza de sangre mediante un expediente formal con
testimonios fidedignos.
En sentido estricto, la nobleza consist�a en pertenecer a una familia
distinguida con alg�n t�tulo, pero ser cristiano viejo era esencial para aspirar
a ella.
La misma instituci�n fue llevada a Am�rica y rigi� la sociedad colonial. Al
comienzo a los mestizos se los ve�a como aliados, pero luego al evaluar el
n�mero y dudosa fidelidad fueron vistos peligrosos para la dominaci�n espa�ola.
Los criterios de pureza de sangre sirvieron para frenar el ascenso social de
estos sectores cada vez m�s numerosos.
El r�gimen legal de las castas.
Para las Leyes de Indias exist�an dos categor�as b�sicas: indios e espa�oles.
Los espa�oles inclu�a: espa�oles peninsulares, criollos y mestizos. Dentro de
este grupo se destacaba la aristocracia colonial, apoderados de las tierras y
encomiendas ind�genas.
Los indios eran considerados en la letra de la ley como s�bditos libres de la
corona, aunque en la pr�ctica los encomendados les impon�an un trato de siervos.
A los caciques se les reconoc�a el rango de hidalgos.
Los esclavos negros pod�an ser liberados por voluntad del propietario. Los ni�os
hijos de esclavas heredaban la situaci�n de la madre. Se admit�an 2 excepciones:
los soldados espa�oles que podr�an comprar la libertad de sus hijos mulatos y se
conced�a la libertad a hijos de eclesi�sticos y esclavas.
Desde la d�cada de 1570-1580 se prohib�a el acceso de los mestizos a posiciones
como protector de los indios, notario p�blico y cacique. En 1643 se ved�
ingresar como soldados a personas de origen ileg�timo.
Los mulatos, los zambos ( cruza de indios y negros) y los negros libertos, si
bien eran s�bditos libres, estaban considerados como de nacimiento vil.
La pol�tica de separaci�n racial impulsada por la Corona contemplaba que cada
grupo habitara en aldeas o lugares diferentes. Se promov�a la concentraci�n de
indios en �reducciones�.
EL VIRREYNATO DEL RIO DE LA PLATA
Las reformas borb�nicas.
Luego de la expulsi�n de los jesuitas en 1768, comenzaron los cambios en el Rio
de la plata. En 1776 se cre� el Virreinato del Rio de la Plata, estos cambios
ten�an como meta acelerara el crecimiento econ�mico ocal, mejorar la defensa
contra invasores y el contrabando y el realce de la autoridad de la Corona.
Las reformas borb�nicas tuvieron su origen en la Ilustraci�n �sus doctrinas de
absolutismo secular, neomercantilismo y fisiocracia.
Los impuestos fueron reducidos y simplificados con el objetivo de aumentar el
consumo en la producci�n.
El objetivo final era hacer del imperio una entidad autosuficiente; sin embargo,
la manufactura ser�a centralizada en Espa�a y los productos coloniales rivales,
como vinos y textiles, ver�an desalentada su producci�n y, de ser posible,
eliminada.
El nuevo concepto de comercio libre origin� cambios en la organizaci�n del
comercio colonial. La nueva meta fue llevar al m�ximo el movimiento social. Se
abrieron nuevos puertos al comercio. Aun as�, subsistieron muchas limitaciones
al comercio, de modo que fue m�s bien un mercantilismo actualizado. Todos los
art�culos extranjeros importados por las colonias pagar�an el doble de impuestos
que los art�culos espa�oles, y esos art�culos s�lo entrar�an como
reexportaciones desde Espa�a.
El otro rasgo de las reformas era la reestructuraci�n de la administraci�n
imperial. La principal innovaci�n fue la creaci�n de intendencias. Los
intendentes ten�an responsabilidades en sus jurisdicciones como los impuestos,
las inversiones, el desarrollo econ�mico, la organizaci�n de la milicia, la
justicia y la regulaci�n de los cabildos.
Espa�a entra en la Guerra de los Siete a�os de 1756-1763. En 1763 los
brit�nicos, se preparaban para otra guerra para apoderarse de puntos clave del
Imperio espa�ol. Buenos Aires comenz� a ser propuesta como nueva puerta oficial
a Potos�. Buenos Aires se hab�a hecho cada vez m�s fuerte.
Sin embargo, los planes para elevar el status de Buenos Aires y legalizar su
comercio encontraron oposici�n de los comerciantes de lima, defensores del viejo
monopolio. Bs. As. Obtuvo apoyo de sus nuevos comerciantes espa�oles y
personajes importantes de la Corona.
La creaci�n del Virreinato del Plata.
A principios de 1777 la misi�n de Cevallos era expulsar a los portugueses de
Colonia y luego otorgar a BS. AS. El rango de capital de un virreinato. Cevallos
arroll� Colonia y se dirigi� a Bs. As. A proclamar el virreinato.
En 1777 decret� que la plata de la casa de la moneda de Potos� deb�a ser enviada
a Buenos Aires, y ya no a Lima. En 1778 fuen proclamado en buenos aires el
comercio libre.
En 1783 llegaron los intendentes, cuando se formaron en el virreinato ocho
jurisdicciones nuevas.
Hasta 1810 los intendentes desempe�aron sus funciones con caracter�stico celo
borb�nico. El m�s conocido fue Rafael de Sobremonte de C�rdoba, que organiz�
empresas mineras, comunidades indias y la construcci�n de fuertes rurales en
Mendoza.
Desde 1770-1780 la expansi�n de bs as se aceler�. Los valores de los bienes
ra�ces en la ciudad se triplicaron. La poblaci�n aument� como as� tambi�n las
actividades comerciales.
V�rtiz reemplaz� a Cevallos en 1778, realiz� mejoras en obras p�blicas tales
como pavimentaci�n, iluminaci�n y limpieza de la ciudad.
Al concluir la Revoluci�n norteamericana en 1783, la inmigraci�n de Espa�a se
aceler�.
Los comerciantes controlaban el lucrativo comercio de Espa�a, ten�an los
provechosos contratos reales para el transporte de mercurio y plata,
supervisaban las negociaciones locales en bienes ra�ces y financiaban a los
hacendados y a otros comerciantes del interior.
La clase artesana tambi�n se expandi� durante este periodo. Entre 1780-1790 hubo
un r�pido crecimiento de los gremios de la ciudad, aunque permanecieron
dependientes del patronazgo del cabildo o los intendentes. En parte, los gremios
daban testimonio de los cambios �tnicos y sociales en la ciudad.
Aparte de bs as, la m�s grande ahora era Montevideo, que tambi�n hab�an
concedido el derecho de negociar seg�n el comercio libre.
Alrededor de bs as, la orilla oriental del plata y Entre Rios, por igual, las
estancias ganaderas tambi�n crecieron en n�mero. En bs as, se formaron grupos
separados de ganaderos y exportadores de pieles. Estos �ltimos en 1790 crearon
el �gremio de los hacendados�.
Al crear el nuevo Virreinato del R�o de la Plata, Espa�a pretend�a montar una
administraci�n eficiente y duradera. Pero el resultado de las reformas
borb�nicas no fue un imperialismo revitaizado, sino el declive y posterior
extinci�n del v�nculo con Espa�a.
Las tensiones intensificadas en el sistema colonial surg�an del comercio y de la
creciente imposibilidad pr�ctica del comercio libre. A partir de 1776 la mayor�a
de los art�culos importados por buenos aires eran extranjeros.