2DO PARCIAL DE ANÁLISIS SOCIOECONÓMICO.
Rocchi. Características del modelo agroexportador. A comienzos del año 1880 Argentina experimentó un crecimiento. El PBI creció a una tasa anual del 6%, cifras inusuales en esa época. Con esto Argentina superaba a EEUU, Francia, entre otros. El motor de crecimiento fueron las exportaciones de productos primarios: lanas primero, cuero y otros derivados vacunos. A fines del siglo XIX las exportaciones se diversificaron con la producción de nuevas mercancías como cereales, lino, carne congelada ovina y animales en pie. Con la carne refrigerada vacuna y el crecimiento de los cereales se desplazó a las ovejas hacia el sur. La región pampeana con su clima y su tierra fértil fue el eje de la expansión de los blancos que fueron ocupando las tierras desplazando a los indígenas hasta que con la Campaña del Desierto liderada por Julio A. Roca en 1879 se los elimino de la región. Estas tierras vírgenes se destinaron a la producción y a la compra-venta en el negocio inmobiliario que ya afloraba. El trabajo de la tierra principalmente fue provisto por las migraciones internas y por las inmigraciones principalmente europeas que llegaban al país tentados por los buenos salarios, tierras y por escapar de la situación que vivían en su tierra. Con la constitución de 1853 y el naciente estado se fueron eliminando los riesgos del mercado ofreciendo garantías a los inversores. Los principales inversores fueron los ingleses que invirtieron sus capitales comprando bonos del estado a una rentabilidad mayor que los banco europeos y en la extensión de líneas férreas para el transporte de su producción garantizados por el Estado. A principio del siglo XX argentina ya había delineado su perfil productivo y exportador con cereales y carnes. En 1910 el país era el 3er exportador mundial de trigo siendo el granero del mundo.
El crecimiento económico por la exportación se desplego de manera desigual en el país: la región pampeana fue la más beneficiada, el resto fue más heterogéneo en la integración del mercado mundial. El mercado argentino se abastecía sobre todo de importaciones que crecieron a la par del conjunto de la economía. Sin embargo, buena parte de la demanda interna fue provista por una oferta local, destinada principalmente al sector agrícola que era el que más consumía. La urbanización fue un fenómeno paralelo al del crecimiento exportador. Las ciudades que crecían demandaban cada vez más bienes y servicios. Así crearon un mercado nacional junto al sector privado. La constitución había prohibido aduanas internas entre provincias, aunque siempre había algo que perturbaba el comercio. La entrada de productos importados con el libre comercio golpeo las industrias locales junto con la red ferroviaria que abarataba costos de fletes.
Rofman y Romero. Modelo peronista y modelo de sustitución de las importaciones.
Argentina es un país dependiente, que produce para el mercado internacional capitalista. Para insertarse en el mercado, usó el modelo agroexportador, para esto fue necesario que se dieran tres condiciones: mano de obra de inmigrantes, capitalismo extranjero, latifundios en manos de la oligarquía. Cuando se inició el proceso de expansión, la oligarquía lo condujo de modo tal que las bases de su hegemonía no se vieran alteradas. Así, la oligarquía continuó acumulando excedentes, y logrando cohesión interna, dejando atrás las divisiones. El proceso productivo fue conducido por la clase política porteña, el PAN, con la subordinación de las oligarquías del interior. El crecimiento del sector primario exportador provocó una expansión, la sociedad se diversificó, y algunos grupos se integraron como clases medias. La política económica tuvo principios liberales, en la que el Estado no intervino pero sí invirtió. La modernización estatal consistió en: la consolidación de la unidad nacional, el mantenimiento del orden interno, el apoyo de la fuerza militar como garantía para la expansión territorial, educación laica: adoctrinamiento, el registro civil, la exclusión de la Iglesia, incorporación de las clases medias mediante Sáenz Peña. El impacto de la crisis fue tal en los países centrales, que tuvieron que recurrir al proteccionismo, cerrando fronteras y limitando las importaciones. Esto obligó a los países periféricos a llevar a cabo una reorganización productiva, la Industrialización por Sustitución de Importaciones (de 1930 a 1952/ISI). Al comienzo de esta etapa primaba la desocupación debido a la crisis económica, y pronto se produjo un cambio en la estructura de poder: un golpe de Estado. Durante esta etapa la industrialización fue limitada, aunque permitió una rápida acumulación del capital debido a la reducción de sueldos. Además, aceleró el proceso de migraciones internas, permitiendo la expansión del sector obrero en la zona de GBA. El Nacionalismo Popular (1943-1952) fue representado por el movimiento peronista. El Estado asumió el papel de árbitro entre las necesidades de desarrollo del sector más dinámico de la industria y la presión del movimiento obrero, que buscaba más ingresos. La política peronista de promoción industrial apuntó a la redistribución de ingresos y la transferencia de ingresos del sector rural al industrial mediante el IAPI. El Estado se convirtió en interventor, mediante la nacionalización de las empresas públicas. El Estado llevó a cabo una política intervencionista en la cual se implementó el control de comercio exterior y la nacionalización de los recursos bancarios. Otro papel fundamental del Estado, fue que no estableció una competencia con los inversores privados, sino que se encargó de coordinar la acción de los empresarios locales, lo cual generó una satisfacción en el movimiento obrero, quienes se limitaron a reclamos por mejoras salariales. A continuación se describen las características del proceso de sustitución de las importaciones: Las inversiones se basaban en la coexistencia de grandes empresas monopólicas con pequeñas fábricas protegidas por el Estado; la localización de las inversiones llevó a un crecimiento en el GBA; la estructura productiva enfrentaba problemas de expansión vinculadas a la falta de inversión de las grandes empresas más las dificultades para adquirir tecnología en empresas medianas. Este modelo presentaba límites tales como la falta de inversiones de capital, dependía del exterior por la industria básica, sufría una falta de insumos y de equipamientos, y además la demanda interna se encontraba estancada. Síntesis del ISI: un crecimiento económico apoyado en el consumo y el desarrollo del mercado interno, incorporación de inversiones extranjeras en la industria, limitaciones en el desarrollo de la industria nacional, creciente participación del Estado garantizando el bienestar social de la población, concentración espacial del desarrollo industrial en GBA, Córdoba y Rosario, grandes migraciones del interior a Buenos Aires, aparición de grandes problemas urbanos: pobreza y contaminación.
Neffa. Fordismo y Taylorismo. El taylorismo y el fordismo son los procesos de trabajo que constituyeron una innovación organizacional a fines del S. XIX aplicado primero en Estados Unidos (en la Primera Guerra Mundial) y después en los países europeos (Segunda Guerra Mundial).
El Taylorismo comienza a principios del S. XX, con los mercados en expansión y abundante oferta de trabajo. Taylor pensaba que todas las personas pueden producir más de lo que producen, pero que no lo hacían por tres razones: Los trabajadores tendían al ocio sistemático por miedo, porque si mostraban todo aquello de lo cual eran capaces, posiblemente dejaban sin trabajo a sus colegas. Otro error encontrado era el sistema de remuneraciones, porque se pagaba a todos por igual, pero trabajaban a un ritmo del más lento. Taylor propuso combatir la tendencia al ocio sistemático por medio de una teoría, que se llamó organización científica del trabajo. Básicamente era intentar sortear la tendencia hacia el ocio, ahorrar tiempo de trabajo. Los intereses de los trabajadores y empresarios son intereses convergentes. Lo ideal para Taylor era que todos buscaran prosperidad, porque ésta beneficiaba al conjunto. Las estrategias que la producción taylorista eran: la reducción de los tiempos muertos, la división social y técnica del trabajo sea que uno piensa y otros ejecutan, la estandarización de las tareas: buscar la manera más eficiente, la estandarización y selección de las herramientas, la asignación de las tareas específicas, la individualización del trabajo: para evitar que los trabajadores se organicen, la remuneración según el rendimiento, una organización de tipo militar, o sea, una estructura piramidal en la cual las órdenes bien de arriba y bajan hasta la persona que las ejecuta.
En el Fordismo, que apareció en el siglo XX, todos deben moverse salvo el trabajador así se originó la rigidez de la producción en masa. El trabajador tenía que permanecer clavado en su puesto mientras la máquina le acercaban al pie se paran contribuir su pieza en un tiempo limitado. Esto promovió la especialización, la transformación del esquema industrial y la reducción de costos. Las características principales del modelo fordista son: La incorporación de la cinta móvil, que eliminan tiempos muertos, impone el ritmo y estandarizar los salarios, se cobra por el tiempo de trabajo, el producto es uniforme, todo se realiza dentro de la misma fábrica, reducción de costos de producción, le brindan a los trabajadores salario complementario: vacaciones y servicios públicos, innovaciones de proceso. Durante fordismo se armonizar las clases. Los trabajadores gozaban de salarios elevados, una estabilidad en el empleo, un trabajo de tiempo completo con protección social, pero como contrapartida tenían que aceptar un trabajo un duro que era organizado según las normas por Ford. A partir de este pacto se instaurará el sistema de relaciones de trabajo norteamericano, en el cual los trabajadores tenían que aceptar sin discutir ese proceso de trabajo.
Persello. Conflicto y formas de pensar. El golpe de Estado que desalojo a Hipólito Yrigoyen del gobierno marco la primera quiebra de la regla de sucesión del poder establecida en la Constitución de 1853. El periodo de los gobiernos radicales estuvo atravesado por un debate sobre el sentido de las transformaciones que se operaban en la vida política. La apertura electoral planteo como tarea la reconstrucción de un sistema político democrático, que pusiera en acto los principios representativo, republicano y federal inscriptos en la constitución. El radicalismo se enfrentaba a su nuevo rol de partido de gobierno, esto lo obligaba a ocupar escenarios como el parlamento y la burocracia. El radicalismo se había constituido como partido de oposición. Durante la presidencia de Alem el primer conflicto separo a aquellos que estaban dispuestos pactar con el gobierno y sentó la intransigencia. Muerto Alem, durante la jefatura de Yrigoyen, ciertos referentes cambiaron de sentido. Alem defendía el federalismo apoyándose en la historia, la preocupación de Yrigoyen pasaba por la construcción de la nación, el radicalismo resultaba una causa que tenía una misión histórica: construir la nación. El partido iba constituyéndose como organización que se pretendía impersonal, pero también como fuerza que pretendía monopolizar la construcción de la nación, esta es la primera tensión de la que se derivan sus conflictos internos. Las elecciones de 1922 produjeron una primera separación con la formación del partido principista, que convoco al radicalismo a reorganizarse de acuerdo con sus principios originarios. A partir de la asunción de Alvear como presidente, las tensiones se agudizaron en el interior del partido. La falta de organicidad y disciplina y la ausencia de prácticas democráticas en el interior de los partidos funcionaban como argumento para explicar la ineficacia parlamentaria.
Marichal. Crisis del ’30, contexto previo e impacto que genera (causas y consecuencias). La crisis del 30 fue una crisis económica mundial que comienza en Estados Unidos a causa de la caída de la bolsa de valores de Walt Street donde se produce una pérdida del valor de las acciones allí cotizadas. Esto repercute no solo en el ámbito económico, sino también en el sector social y político. Hay modificaciones en la estructura social, una acentuación en las desigualdades sociales, estimulación del auge de ideologías nacionalistas y totalitaristas. El principal antecedente de esta crisis fue la Primera Guerra Mundial ya que esta tuvo consecuencias económicas profundas y duraderas al poner fin al orden económico internacional existente desde la segunda mitad del siglo XIX. Las medidas para apalear la crisis fueron: el Estado empieza a intervenir en diferentes ámbitos, imponen un control en el mercado cambiario, impuestos a las importaciones, obras públicas como generadoras de empleo, y junto con la creación del Banco Central. Las consecuencias de la crisis a nivel mundial se resumen en el retroceso al patrón oro, quiebres de bancos y comienza la especulación financiera; y a nivel nacional se realizó el pacto Roca-Runciman entre Argentina y Gran Bretaña en donde se acordaba una cuota mínima de exportación de carnes.
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