Helene Joffe (UK) 1995 (2901)
Las representaciones sociales dominantes concernientes al origen y desarrollo del sida han contenido frecuentemente alusiones a “grupos de riesgo”. Este escrito focaliza las consecuencias psicológico-sociales de estas alusiones para los miembros de uno de los grupos de riesgo: los hombres gay.
Se realizaron entrevistas profundas a hombres gays sudafricanos y británicos. A su vez se observó las representaciones contenidas en las campañas del sida de los Mass-Media.
Algunos hombres gays repiten el “tienes lo que te mereces”, ethos que circuló en su mundo social, culpando a su endo-grupo y a ellos mismos por el SIDA. No obstante, la evidencia de una identidad deteriorada era acompañada de signos de la utilización de mecanismos (cc o Icc) para manejar la identidad. Estos mecanismos son dispuestos desde el empoderamiento del grupo activo para la idealización y externalización del sida.
Este escrito intenta resaltar la importancia del poder en la formación de representaciones sociales Dominantes Vs Resistentes.
Uno de los aspectos más intrigantes de la crisis del SIDA, es el vínculo directo que ha sido establecido entre SIDA y HOMOSEXUALIDAD. Para 1993, el 46,2% de una muestra al azar de norteamericanos cree que dos hombres homosexuales, ninguno de los dos infectados con VIH, pueden transmitir SIDA. Es decir, los actos homosexuales son vistos como CREADORES del sida.
La identidad homosexual ha sido acusada del desarrollo y génesis del SIDA; esta acusación viene por parte de los Mass-media y la ciencia. De hecho se la ha denominado el Síndrome Gay de Inmunodeficiencia.
En la circulación del nuevo fenómeno abstracto entre los mundos médicos, medio y lego occidental, éste fue ANCLADO Y OBJETIVADO no sólo en la imagen de plaga, sino de una plaga que afectaba sólo identidades ajenas: principalmente la plaga gay. Es decir, el SIDA ha estado controlado por representaciones sociales que lo limitaron a ciertas identidades más que a comportamientos realizados por alguien. Culpar a ciertos grupos por el SIDA hace sentir a aquellos que culpan protegidos y seguros y, a su vez, torna a los que culpan más vulnerables al virus, porque éstos no sienten necesidad de protegerse.
Las representaciones sociales que vinculan al SIDA con hombres GAY cumple una función defensiva, ya que ancla un objeto social en una apariencia familiar, con lo cual protege del shock de lo nuevo. En este sentido se cumple lo que Banchs nombraba al decir que la representación social nacía para incorporar lo perturbante.
Ahora bien, ¿en los mismos hombres gay, cuáles son las representaciones sociales sobre el fenómeno SIDA?
Un número de teorías psicosociales echa luz sobre las consecuencias de la culpabilización para los inculpados.
-La teoría de la identidad social de TAJFEL indica que cuando el status de un grupo es socavado por ideas que circulan en una sociedad más amplia, sus miembros podrían adoptar un prejuicio hacia el ex grupo, mayor que el prejuicio usual para la protección de la identidad positiva del endo-grupo.
-Allport establece que, a pesar de la resistencia a pensarse enfermo a uno mismo, las víctimas del prejuicio son afectadas por la constante exposición a los estereotipos de alto grado de consenso, concernientes a su inferioridad.
-Goffman, ofrece una explicación fenomenológica de las personas estigmatizadas. Ellas son sometidas a una identidad ambivalente ya que están imbuidas en normas más amplias de la sociedad, normas que ven a sus grupos como desviantes. La identificación con un miembro del grupo estigmatizado, lo liga a una identidad desviada que es vista como ofensiva. Ellos se avergüenzan de dicha identidad y, así, obtienen una identidad deteriorada.
Sin embargo, es importante destacar que los grupos asociados con condiciones estigmatizadas no son puramente víctimas de las representaciones sociales que circula. Tajfel pone a la vista las formaciones que se dan desde los estigmatizados, redefiniendo las características vistas previamente como negativas como positivas (Orgullo gay, Black is beautifull, etc) En este sentido se idealiza positivamente al estigmatizado. Foucault va más allá y dice que el endogrupo obtiene un placer al hablar de la farsa de los discursos dominantes. Es decir el poder recae no sólo en aquellos que distribuyen discursos institucionales, sino también sobre aquellos que poseen la habilidad para escandalizar, para resistir a tales discursos.
Metodología
Se estudió un grupo de20 hombres gay, mitad británicos, mitad sudafricanos.
Todo estudio de representaciones sociales requiere contextualización, dentro de los discursos institucionales:
-Las campañas de SIDA mass-media representan una posición central oficial sobre el SIDA para las masas. Tales campañas reaccionan a discursos existentes, discursos que los cuerpos gubernamentales ven como nocivos para la salud de sus audiencias. Nacieron contra un fondo de presiones sobre los respectivos gobiernos (UK y Sudáfrica) para hacer consiente a la población general sobre el riesgo de infección de VIH.
-Un interés central de la Campaña Británica fue fomentar la responsabilidad individual por contraer el VIH “Cambio en el comportamiento de la gente, tomando todos la responsabilidad de sus propias acciones” “No ayude al sida” “no muera de ignorancia” “Ud. conoce los riesgos, la decisión es suya”, “Ud. está tan seguro como quiera estarlo” “elija el sexo más seguro” Una vez que la responsabilidad fue puesta en manos de los individuos, aquellos que lo contrajeran podrían ser tomados como responsables de ello. La proporción de británicos que vio al SIDA como un reflejo de standars de baja moral también se incrementó después del análisis de la primera campaña contra el SIDA. Se fomenta así un clima de moralismo y culpa.
La intención de los que idearon las campañas británicas contra el sida para los mass-media, era remover su foco de la identidad hacia el comportamiento.
-La campaña sudafricana fue similar al de la británica. En la primera fase, había una clara falta de responsabilidad gubernamental por la contención de la epidemia. Se intentaba inculcar un ethos de responsabilidad individual en la población. “No entiendo por qué se culpa al gobierno… SI la gente llevara una vida no promiscua, el gobierno no necesitaría hacer nada.”. Observando la propaganda diferencial que se entregaba a blancos y a negros, queda a las claras que los negros eran vistos como el grupo de riesgo. La gente estaba más inclinada a culpar a la gente por contraer VIH después de la primer campaña gubernamental de mass media que lo que estaban antes.
Resultados
Una amplia trama de representaciones se pone de manifiesto cuando los miembros de uno de los grupos que es visto por los demás como afectados y esparcidores efectivos del sida, es interrogado para que hablen acerca del desarrollo y origen de la enfermedad, así como su propia susceptibilidad de la misma. Se supone que las voces externas dominantes tienen un impacto sobre las voces de los hombres gay.
Identidad deteriorada
Las respuestas a las preguntas concernientes al desarrollo del sida revelan que la identidad gay y el sida se han interrelacionado en las psiques de, al menos, algunos hombres gay (más de la mitad de la muestra). Este lazo los hace creer que contraer VIH es inevitable. “me hice el test del sida, pero dio negativo; aún así no lo creía, porque me sentía enfermo con intensidad” (aún cuando nunca había practicado sexo inseguro)
“Estaba avergonzado (cuando oí del SIDA) porque no era abierto sobre mi sexualidad” “Yo mismo soy gay, pero la gente gay es tan condenadamente repugnante. No digo que sea incorrecto, pero está ciertamente desviado, usted sabe”
El lazo entre SIDA, Hombres Gay y Castigo de Dios contribuye a una identidad deteriorada
“Me hice un test en enero y me sentí acobardado, fue negativo y se lo atribuí a que no es que Dios fuera justo, sino que no quería saber, básicamente”.
Estos extractos muestran como el discurso institucional se ha ido internalizando. Como fue dicho anteriormente, el vínculo entre homosexualidad y sida es tan fuerte que esta idea se ha pegado a los homosexuales mismos. Algunos hombres gay participan, absorben el juicio de la sociedad de lo que es anti natural. Sin embargo, esta visión coexiste con una resistencia. La identidad deteriorada es manejada en, al menos, tres formas en los dichos de los entrevistados:
1. Manejo de la identidad deteriorada: IDEALIZACIÓN
La identidad deteriorada es resistida cuando la gente con VIH ve su condición bajo la luz idealizada. Ellos subvierten la representación del SIDA como castigo a una en la cual SIDA es un regalo de Dios. Este fenómeno puede ser comprendido en términos de funcionamiento Icc. Frente a una enfermedad extremadamente seria, la mayoría de las personas con VIH + muestran una visión altamente positiva de su condición. Esto es lo que denominamos IDEALIZACIÓN
“es un regalo de Dios. Si lo tomamos desde un aspecto religioso es un regalo de Dios, porque te trae de vuelta a la realidad, te torna más, no serio, sino más natural.”
Jones suguiere que hay una tendencia entre la gente estigmatizada a cultivar la parte espiritual, con lo cual proveen distancia de la parte física o material.
2. Manejo de la identidad deteriorada: externalización de la amenaza
La culpa por el origen y desarrollo del sida es, a menudo, externalizada por los hombres gays en este estudio. Farmer sostiene que los grupos que han sido culpados por el SIDA, por parte de la cultura más amplia, son susceptibles a conspirar teorías de su origen y desarrollo. Esto puede ser visto en términos de mecanismos de resistencia a una identidad deteriorada internalizada,
“Yo pienso que el SIDA puede ser posiblemente una contienda química. He leído pequeños recortes en publicaciones donde la CIA está relacionada.” (Estas teorías recorrieron Inglaterra, no Sudáfrica)
El SIDA es visto como facturado en un laboratorio de a investigación de la CIA o FBI con propósitos de ingeniería genética o biológica. Farmer concibe tales teorías como una defensa retórica de los grupos menos poderosos, las cuales tienen menos peso que las teorías dominantes, tales como aquellas que unen SIDA a otro gay. Desde la perspectiva de la teoría de las RS, su trabajo puede ser utilizado para echar luz sobre el hecho de que todas las representaciones no son iguales en términos del peso que tienen en las corrientes principales de pensamiento. Las representaciones sociales no pueden ser vistas en forma relativa: la democracia no existe en este campo. Grupos sociales diferentes sostienen RS diferentes, pero ellas no compiten igualitariamente.
Aún si la proyección de maldad de un conspirador externo no cambia radicalmente a las representaciones sociales del SIDA tienen el potencial de astillar su centro.
3. Manejo de la identidad deteriorada: EMPODERAMIENTO
Mientras que los dos anteriores métodos de resistencia contienen un elemento inconsciente, el empoderamiento es una estrategia CC, utilizada por varios grupos oprimidos para lograr unificación cuando la identidad de grupo se halla amenazada. Para alcanzar la unificación y la consecuente adquisición de poder que surge de allí, los miembros del grupo oprimido necesitan reconocer su identidad de grupo y tener una historia de unidad previa al comienzo de la crisis.
En los años 70’ algunas personas británicas se organizaron en varios movimientos por los derechos gay, crearon una prensa gay y trabajaron en la abolición de la legislación sexual-represiva. Instigó la lucha contra la expansión del VIH, diseminando información, previo a las iniciativas gubernamentales. Se buscó difundir una visión alternativa a la representación social institucionalmente aceptada. Esta reflexividad se exibe en los discursos de un pequeño número de los entrevistados:
“La mayor parte de las teorías fuente parecen tratarse de la culpa. … Aparece el racismo y toda la clase de cosas que lo acompañan”
Otro aspecto de la voz gay británica politizada es la asociación de la prevención del SIDA con el “SEXO SEGURO”, más que con resultados de la responsabilidad individual.
Hay también un intento consiente de escandalizar de resistir las normas de las corrientes principales, en línea con la noción Foucaultiana.
Este proceso de empoderamiento se ha dado claramente en Inglaterra, no tanto así en Sudáfrica.
Discusión
Las representaciones sociales DOMINANTES que ligan sida con identidad y prácticas gay, proveen una conceptualización, sustancian un sentido común que es central en la creación de identidad deteriorada en hombres gay. Si aceptamos que las representaciones sociales dominantes reflejan significados o ideologías que son funcionales y se auto reproducen, aquellos cuyas practicas son contra ideológicas deben verse a sí mismos como anormales, permitiendo que el status quo siga su curso sin cambio .
Viendo al SIDA como una afección de otros desviados, las corrientes principales de la sociedad permanecen sin amenazas. Distanciándose y considerando demonios a aquellos que la enfermedad infecta, la corriente principal de la sociedad se distancia de los temores de muerte. La otrización y la resultante identidad deteriorada entre los otros sobrevive en el corazón de las representaciones sociales de masa
Aún así, las formas consientes o inconscientes de resistencia a estas representaciones sociales dominantes coexisten con estas representaciones. Watney por ejemplo dice que la concientización de capacidad de poder del colectivo gay es por sí mismo un método de prevención del VIH. De hecho compara la realidad inglesa donde existe dicha conciencia, con la francesa donde no y los resultados lo confirman.
El empoderamiento no sólo les provee protección contra la contracción de VIH, también permite a gente con dicha enfermedad manejarse con el despliegue de su enfermedad vía una serie de cambios basados en el estilo de vida. También puede relacionarse con la prevalencia de las teorías de conspiración entre los hombres gay británicos. Estas teorías no solo localizan la culpa fuera del grupo GAY, sino que crean un sentido de enemigo compartido (muy similar al enemigo compartido por el resto de la sociedad). El hallazgo de la conspiración es útil ya que indica que la culpa no puede ser puramente explicada en términos de psiquismo interno.
Este escrito destaca la importancia de ciertos factores que, en el presente, se hallan escasamente representados en la literatura sobre las representaciones sociales. Fundamentalmente aporta luz sobre la saliencia de los efectos de poder y de la defensa psicodinámica, en la formación y evolución de las representaciones sociales. La representación social no re-presenta mensajes que han circulado en los medios histórico y contemporáneo del que representa. Ella opera en términos de defensa y resistencia. Les permite a personas de diferentes grupos sociales arreglárselas con el desafío de mantener una positiva identidad propia y del endo-grupo. Aún así, su función auto-defensiva batalla con su función social, la de reproducir la relación existente entre la normalidad y la desviación. Quizás, cuando un grupo estigmatizado tiene poco empoderamiento, la función social prevalece, modelando la identidad deteriorada de las representaciones. Cuando tal grupo adquiere más poder, la función defensiva toma precedencia, revelando representaciones sociales que resisten las presiones que intentan desfigurar una positiva auto-identidad.
Si las representaciones sociales son resistidas o aún si no lo son, la misma noción de representaciones “dominantes” como opuesta a “resistentes” indica que el relativismo de algunas vetas de la teorización post-moderna debe evitarse. Diferentes grupos sostienen diferentes representaciones sociales de los fenómenos en el mundo social, pero se posicionan en relación a las representaciones sociales dominantes. El contínuum de Hall que fluye desde la posición hegemónico-dominante de interacción con los mensajes de los medios hasta la “posición negociada”, requiere la circulación de las representaciones sociales entre ciencias, los mass-media y el pensamiento subyacente.