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Teorías Psicológicas I |
Conferencia: La Descomposición de la Personalidad
Psíquica |
Cat. Devoto |
2° Cuat. de 2009 |
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31 conferencia: la
descomposición de la personalidad psíquica
Lo reprimido es para el
yo tierra extranjera interna así como la realidad es tierra extranjera exterior.
El ser humano enferma a
raíz del conflicto entre las exigencias de la vida pulsional y la resistencia
que dentro de él se eleva contra ellas, y en ningún momento habíamos olvidado
esa instancia que resiste, rechaza, reprime, a la que imaginábamos dotada de sus
fuerzas particulares, las pulsiones yoicas, y que coincidía justamente con el yo
de la psicología popular.
El YO es por cierto el
sujeto más genuino. El YO puede tomarse a sí mismo por objeto, tratarse como a
los otros objetos, observarse, criticarse
Para esto una parte del YO se contrapone del resto
El YO se divide en 2 y
una parte mira a la otra
INSTANCIA OBSERVADORA
que observa y amenaza
con castigos
(PARANOIA proyecta
hacia fuera esta instancia observadora por eso se siente observado por los
demás.)
El observar no es sino una preparación de enjuiciar y castigar, y así colegimos
que otra función de esa instancia tiene que ser lo que llamamos nuestra
CONCIENCIA MORAL.
Es una de las funciones
de esta instancia situada en el interior del yo llamada SUPERYÓ
2° TÓPICA:
1) SUPERYÓ
- FUNCIONES:
- Conciencia moral
- Observación de sí (indispensable
como premisa de la actividad enjuiciadora de la conciencia moral.)
- CARACTERÍSTICAS:
- Goza de cierta autonomía,
- persigue sus propósitos
- y es independiente del yo en
cuanto a su patrimonio energético.
- RELACIÓN CON MELANCOLÍA: el
rasgo más llamativo del ataque melancólico es el modo en el que el SUPERYÓ
trata al YO. Mientras que en sus períodos sanos el melancólico puede ser
Mientras que en sus períodos sanos el melancólico puede ser más o menos
severo consigo mismo, en el ataque melancólico el SUPERYÓ se vuelve
despiadado, maltrata al yo, y le aplica un severísimo patrón moral. Nuestro
sentimiento de culpa moral expresa la tensión entre el YO y el
SUPERYÓ.
Trascurrido cierto
número de meses el alboroto moral pasa, la crítica del SUPERYÓ calla, el yo
es rehabilitado y vuelve a gozar de todos los derechos humanos hasta el
próximo ataque
- ORIGEN Y GÉNESIS: el niño
es notoriamente amoral, no posee inhibiciones internas contra sus impulsos
que quieren alcanzar placer. El papel que luego adopta el SUPERYÓ es
desempeñado primero por un poder externo, la autoridad parental. El niño
recibe de ella influjos y pruebas de amor, también es amenazado con castigos
que dan cuenta del peligro de la pérdida de ese amor y temen por sí mismos.
Esta angustia realista es precursora de la posterior angustia moral. Más
tarde se forma la situación secundaria considerada normal: en lugar de la
instancia parental aparece el SUPERYÓ que ahora observa al yo, lo guía y lo
amenaza, como antes lo hicieron los padres.
- TRASMUDACIÓN DEL VÍNCULO
PARENTAL EN EL SUPERYÓ: el SUPERYÓ no es sólo el sucesor de dicha
instancia parental, sino de hecho su legítimo heredero aunque parece haber
tomado sólo el rigor y la severidad de los padres, su función prohibidota y
punitoria, en tanto que su amorosa tutela no continúa. Y puede adquirir ese
mismo carácter de rigor aunque la educación fuera indulgente y benévola.
- IDENTIFICACIÓN: esta
trasmudación es la base del proceso de identificación. La
identificación es una forma muy importante de la ligazón con el prójimo,
probablemente la más originaria; no es lo mismo que una elección de objeto.
La diferencia es que la identificación es querer “ser” (el niño se ha
identificado con el padre cuando quiere ser como el padre) y la
elección de objeto es querer “tener” (el niño ha hecho una elección de
objeto cuando desea poseerlo, tenerlo.) En la identificación su YO se
alterará siguiendo el arquetipo del padre; en la elección ello no es
necesario. Igualmente uno puede identificarse con la misma persona a quien
se tomó. La institución del SUPERYÓ se describe como un caso logrado de
identificación con la instancia paternal.
- RELACIÓN CON COMPLEJO DE EDIPO:
el SUPERYÓ se enlaza de la manera más íntima con el destino del complejo de
Edipo, de modo que parece como el heredero de este complejo. Con la
liquidación del complejo de Edipo el niño se vio precisado a renunciar
también a las intensas investiduras de objeto que había depositado en los
progenitores, y como resarcimiento por esta pérdida de objeto se refuerzan
muchísimo dentro de su yo identificaciones con los progenitores que,
probablemente, estuvieron presentes desde mucho tiempo atrás. Pero el
SUPERYÓ resulta mutilado en su fuerza y configuración cuando el complejo de
Edipo se ha superado de manera imperfecta.
- PORTADOR DEL IDEAL DEL YO:
este ideal es con el que el YO se mide, es al que aspira alcanzar y cuya
exigencia de una perfección cada vez más vasta se empeña en cumplir. No hay
duda de que ese ideal del yo es el precipitado de la vieja representación de
los progenitores, expresa la admiración por aquella perfección que el niño
les atribuía en ese tiempo.
- EDIFICACIÓN DEL SUPERYÓ EN EL
NIÑO: el SUPERYÓ del niño no se edifica en verdad según el modelo de sus
progenitores, sino según el SUPERYÓ de ellos; se llena con el mismo
contenido, deviene portador de la tradición, de todas las valoraciones
perdurables que se han reproducido por este camino a lo largo de las
generaciones.
- RELACIÓN CON REPRESIÓN: la
represión es la obra del SUPERYÓ, él mismo lo lleva a cabo o lo hace por
encargo suyo el yo que le obedece.
La resistencia en
análisis (inconsciente como lo reprimido) que se opone a que una
representación devenga conciente, es exteriorización del yo que en su tiempo
llevó a cabo la represión y quiere mantenerla. La represión es obra del
SUPERYÓ, no emana de lo reprimido (pulsión). Si en el análisis al paciente
no le deviene conciente la resistencia, significa que el SUPERYÓ y el yo
pueden trabajar de manera inconsciente en situaciones importantísimas, o que
sectores de ambos son inconscientes. Grandes sectores del yo y del
SUPERYÓ son normalmente inconscientes.
- Es la parte oscura, inaccesible de
nuestra personalidad. Sólo se puede describir por oposición respecto del yo.
- Imaginamos que en su extremo está
abierto hacia lo somático, ahí acoge dentro de sí las necesidad pulsionales
que en él hallan su expresión psíquica, pero no podemos decir en qué
sustrato.
- Desde las pulsiones se llena con
energía, pero no tiene ninguna organización, no concentra una voluntad
global, sólo el afán de procurar satisfacción a las necesidades pulsionales
con observancia del ppio del placer.
- Mociones opuestas coexisten unas
junto a las otras sin cancelarse entre sí ni debitarse.
- Dentro del ELLO no se encuentra
nada que corresponda a la representación del tiempo, ningún reconocimiento
de un decurso temporal y ninguna alteración del proceso anímico por el
trascurso del tiempo.
- No conoce valoraciones, ni el bien
ni el mal, ni moral alguna.
- El factor económico cuantitativo,
íntimamente enlazado con el ppio de placer, gobierna todos los procesos.
- Investiduras pulsionales que piden
descarga, eso es todo en el ello.
- Subroga en la vida anímica a las
pasiones desenfrenadas
3) YO
- SISTEMA P-Cc
(percepción-conciencia): está volcado al mundo, media las
percepciones de este, y en curso de su función nace dentro de él el
fenómeno de la conciencia. Es el órgano sensorial e todo el aparato,
receptivo además no sólo para excitaciones que vienen de afuera sino
para las que provienen del interior de la vida anímica.
- Aquella parte del ELLO que fue
modificada por la proximidad y el influjo del mundo exterior, instituida
por la recepción de estímulos y la protección frente a éstos.
- El vínculo con el mundo
exterior se ha vuelto decisivo para el YO.
- tiene que observar el mundo
exterior, precipitar una fiel copia de este en las huellas mnémicas de
sus percepciones, apartar mediante la actividad del examen de realidad
lo que las fuentes de excitación interior han añadido a ese cuadro del
mundo exterior.
-
Por encargo del ELLO, gobierna los accesos a la motilidad, pero ha
interpolado la necesidad y la acción el aplazamiento del trabajo de
pensamiento, en cuyo trascurso recurre a los restos mnémicos de la
experiencia destrona el ppio de placer sustituyéndolo por el
ppio de realidad que promete más seguridad y mayor éxito.
- El vínculo del tiempo es
proporcionado por el sistema de percepción.
- Tendencia a la síntesis de sus
contenidos, a la reunión y unificación de sus procesos anímicos, que al
ELLO le falta por completo.
- Subroga en la vida anímica a
la razón y la prudencia.
- Se ve obligado a realizar los
propósitos del ellos y cumple su tarea cuando descubre las
circunstancias bajo las cuales esos propósitos pueden alcanzarse lo
mejor posible (ej: jinete-caballo)
RELACIONES YO,
ELLO Y SUPERYÓ
- El YO sirve a tres severos amos:
el mundo exterior, el SUPERYÓ, y el ELLO. Se empeña en armonizar sus
exigencias y reclamos que son divergentes por lo que no es raro que el YO
fracase en su tarea.
- Si el YO halla endeble, frente a
determinadas situaciones aparece angustia, es realista ante el mundo
exterior, angustia de la conciencia moral ante el SUPERYÓ, y angustia
neurótica ante la intensidad de las pasiones en el interior del ELLO.
- El SUPERYÓ se sumerge en el ELLO,
por ser heredero del complejo de Edipo mantiene íntimos nexos con él, y está
más alejado que el yo del sistema percepción- conciencia.
- El SUPERYÓ se enfrenta al yo como
abogado del mundo interior (del ELLO).
PSICOANÁLISIS:
Su propósito es fortalecer al YO, hacerlo más independiente del SUPERYÓ,
ensanchar su campo de percepción y ampliar su organización de manera que pueda
apropiarse de nuevos fragmentos del ELLO. Donde ELLO era, YO debo devenir.