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Resumen de Maquiavelo  |  Cs. Políticas (Profesor: Francisco Cofano - Cátedra: Forster - 2015)  |  CBC  |  UBA

NICOLÁS MAQUIAVELO

EL PRÍNCIPE

VI LOS PRINCIPADOS NUEVOS QUE SE CONQUISTAN CON LOS PROPIOS EJÉRCITOS Y LA PROPIA VIRTUD

Los hombres caminan casi siempre por los caminos que otros han trazado. Un hombre prudente debe tomar siempre los caminos que han seguido los grandes hombres e imitar a los que han sido ilustres, y si sus capacidades no llegan a igualarlo, al menos se le van a parecer.

Los principados nuevos se encuentran más o menos en dificultades para conservarlos según el conquistador sea más o menos virtuoso. El hecho de pasar de simple ciudadano a príncipe supone una intervención o de la virtud o de la suerte. Los menos beneficiados por la suerte son los que más se han sostenido en el poder.

POR LA VIRTUD:

Los más ilustres de los que llegaron al poder por sus virtudes son Moisés. Ciro, Rómulo, Teseo, etc.

Los que se convierten en príncipes gracias a sus virtudes encuentran más dificultades para conquistar el principado, pero les resulta más fácil conservarlo. Las dificultades que se les presentan nacen en parte de las nuevas leyes que se ven obligados a introducir para garantizar la estabilidad del estado y su propia seguridad. El que introduce innovaciones tiene como enemigos a todos aquellos que se beneficiaban del ordenamiento antiguo y como tímidos defensores a todos los que se beneficiarían del nuevo. (Tímidos porque no creen en lo nuevo hasta que están respaldados por la experiencia.)

También se debe examinar si los innovadores se valen por sí mismos o dependen de otros, es decir, si para llevar a cabo su obra deben rogar o pueden imponerse por la fuerza. En el primer caso siempre acaban mal, pero si dependen de sí mismos y pueden ponerse por la fuerza rara vez se encuentran en peligro. Es fácil convencer al pueblo de una cosa pero es difícil mantenerle ese pensamiento, por lo que le conviene organizarse de tal manera que cuando el pueblo ya no crea, se le pueda obligar a que lo haga por la fuerza. Estos hombres encuentran grandes dificultades en su proceder y tienen el camino lleno de peligros que han de superar con su virtud, pero una vez superado, que comienzan a ser queridos, alcanzan el poder, la seguridad, la honra y la prosperidad.

VII LOS PRINCIPADOS NUEVOS QUE SE CONQUISTAN GRACIAS A LA SUERTE Y A LAS ARMAS DE OTROS

Los que se convierten en príncipes gracias a la suerte, lo consiguen con poco esfuerzo, pero les cuesta mucho mantenerse. Durante el camino no encuentran dificultades, pero una vez establecidos se les presentan todos los problemas. Esto ocurre cuando un estado es concedido por dinero o por la gracia de quien lo otorga. Estos hombres se sostienen sobre la voluntad y la suerte de los que les han concedido el poder y ni saben si pueden desempeñar ese cargo. A demás no tienen fuerzas que lo apoyen y que les sean fieles.

Asumen tan rápidamente que no pueden hacerlo sobre algo verdaderamente firme, y a la primera dificultad, cae. Excepto que sea un hombre muy virtuoso y sepa tomar las riendas que le otorga la suerte para poder realizar cimientos firmes.

Toma dos ejemplos:

1- Francesco Sforza: por sus cualidades se transformó de simple ciudadano a Duque de Milán. Una vez en el poder, lo conservó con muy poco esfuerzo.

2- César Borgia (llamado por el pueblo “duque Valentino”: Adquirió el estado con la suerte de su padre y con la misma lo perdió, a pesar de que hizo todo lo que un hombre virtuoso y previsor tenía que hacer para fijar sus raíces y si sus esfuerzos no dieron en el resultado esperado no fue por su culpa si no por la adversidad de la suerte. Ante Alejandro VI se presentaban numerosas dificultades a la hora de querer hacer poderoso a su hijo. Primero, no sabía cómo hacerlo en un estado que no fuese de la Iglesia, y aunque hubiese querido tomar uno de los dominios de esta, sabía que el duque de Milan y los venecianos no iban a permitírselo, a demás, los ejércitos de Italia, y especialmente aquellos de los que habría podido servirse, estaban en mano de aquellos que temían la grandeza del papa, por lo que no podía confiar en ellos. Era necesario perturbar el ordenamiento existente y los estados que aquellos regían para poder apoderarse de una parte. El rey entró en Italia con ayuda de los venecianos (habían abierto el camino por otros motivos)y armo ejército, el duque ocupó Romaña y quiso asegurarse el dominio en aquella región y seguir con más conquistas, pero se lo impedían dos cosas: el propio ejército del que se había servido y el Rey de Francia. Por esto el duque decidió no depender ni de las armas ni de la suerte de otros. Convirtió a todos los partidarios de los Orsini y de los Colonna en Roma es nobles suyos, honrándolos según sus cualidades. Espero así la ocasión para eliminar a los caudillos de Orsini, tuvo suerte y supo sacarle el mejor partido: Cuando los orsini se dieron cuenta de la grandeza del duque y de la Iglesia, realizaron tumultos, que el duque con la ayuda de Francia logró solucionarlos. Cuando recuperó su prestigio, ya que no confiaba en Francia ni en fuerzas externas, recurrió al engaño para no correr más riesgos. El duque estableció fundamentos muy fuertes para su poder y supo ganarse la estima de Romaña, esta, anteriormente, había sido víctima de un gobierno despótico, por lo que estaba lleno de hurtos, robos, violencia, etc. Para poder solucionarlo puso un hombre cruel y decidido al mando, que al poco tiempo logro traer la paz y la unidad. Una vez logrado esto, decidió poner al mando una magistratura civil, en donde cada provincia tenía un representante (porque si seguía con un gobierno tan severo podía ganarse el odio de la población). El duque había logrado formas un ejército fiel y alejar a los que podían dañarlo, pero para lograr un poder perfecto debía solucionar sus problemas con Francia, y lo habría conseguido si Alejandro no hubiese muerto. También debía intentar que el nuevo papa no le quitase lo que Alejandro le había dado y por eso tomo ciertas medidas. Pero Alejandro murió a los 5 años que había empezado Valentino y le dejó con el estado de Romaña fuertemente consolidado pero en medio de dos ejércitos poderosísimos y además se encontraba enfermo. Había construido cimientos tan sólidos que si no hubiese tenido encima a estos ejércitos o si hubiera estado sano, habría resistido las dificultades a la muerte de su padre. (Además se equivoco en la elección del papa, tendría que haber incentivado a alguno español o algún otro pero no haber dejado que sea al que alguna vez había ofendido)

Lo propone como ejemplo para aquellos que han accedido al poder por la suerte y armas de los demás dadas la grandeza de su alma y de sus intenciones. Por lo tanto:

1- Es necesario protegerse de los enemigos

2- Ganarse amigos

3- Vencer tanto con la fuerza como con el engaño

4- Hacerse amar y temer por el pueblo

5- Hacerse seguir y respetar por los soldados

6- Eliminar a los que pueden o deben ofenderle

7- Renovar con nuevas costumbres las antiguas instituciones

8- Ser severo y grato, magnánimo y liberal

9- Destruir al ejército infiel y crear uno nuevo

10- Conservar la amistad de reyes y príncipes

VIII DE LOS QUE HAN LLEGADO AL PRINCIPADO MEDIANTE DELITOS

Hay otras dos maneras de llegar al poder: por un camino delictuoso y nefasto o por el favor de sus conciudadanos.

Ejemplo del primero es Agatocles de Sicilia, que llegó a ser rey de Siracusa. Llevó a lo largo de toda su existencia una vida delictuosa. Planeó convertirse en príncipe y una mañana reunió al pueblo y al senado y mediante una señal hizo que sus soldados asesinaran a todos los senadores y a los ciudadanos más ricos y ocupó el cargo de príncipe de la ciudad sin tener que enfrentarse a ninguna oposición interna. Si observamos las acciones y la vida de este hombre se verá que en ellas no hay nada o casi nada que se pueda atribuir a la suerte, ya que no llegó al principado por el favor de nadie, sino mediante los cargos militares que é mismo se ganó con mil sufrimientos y peligros, y luego lo conservó gracias a sus valientes y arriesgadas resoluciones. Tampoco se puede definir virtud el hecho de matar a los ciudadanos, traicionar a los amigos y no tener ni palabra, ni piedad, ni religión; de esta forma se puede obtener el poder pero no la gloria.

Otro ejemplo: Oliverotto da Fermo, criado por su tio Giovanni Fogliani, fue enviado a servir como soldado. Después de algunos años, debido a que no le gustaba estar bajo órdenes, le pidió a Giovanni que se reunieran y organizó un gran banquete al que lo invitó a él y a todos los hombres importantes de Fermo, toco temas importantes y con esa excusa llevó a todos a hablar a otra habitación, apenas se habían sentado cuando de unos lugares secretos de la habitación salieron soldados y los mataron a todos. Así se nombro príncipe el mismo y asesinó a todos los que no estuvieran de acuerdo y que podían perjudicarle.

¿Cómo pueden sostener su poder y vivir seguros en su patria por mucho tiempo sin que sus conciudadanos conspirasen nunca en su contra mientras que otros no han podido conservar sus estados mediante la violencia, aun en tiempos de paz? Se debe a la buena o la mala utilización del delito: la primera es la que se hace en un momento concreto, por la necesidad de asegurar la propia posición, sin volver a insistir luego en ella, si no intentando sacarle el mayor provecho para sus súbditos. Están mal usados los delitos que, aunque al principio son pocos, van aumentando con el tiempo en vez de desaparecer. Los que sigan el primero pueden encontrar una forma de mantener su estado ante Dios y ante los hombres, el resto no.

Cuando se conquista un estado:

1- El que ocupa tiene que pensar cuáles son los ultrajes que va a cometer y hacerlos todos de una vez, para no tener que cometerlos una y otra vez y poder ganarse la fidelidad de los hombres. (El que no lo hace así, deberá tener siempre la espada en mano)

2- Los ultrajes, como se dijo, se hacen en una sola vez, pero los beneficios deben hacerse poco a poco para que puedan saborearse mejor.

3- Un príncipe debe vivir con sus súbditos, para que ningún acontecimiento le obligue a cambiar de actitud.

XI EL PRINCIPADO CIVIL

Aca analiza la segunda opción postulada el capitulo anterior, la cual es : cuando un simple ciudadano se convierte en príncipe de su patria no mediante el delito y otras violencias sino con el apoyo de los demás ciudadanos, esto se puede definir como principado civil. Este puede alcanzarse con el favor del pueblo o con el favor de los poderosos. Esto es así porque en las ciudades existen dos fracciones distintas: el pueblo, que no quiere ser oprimido por los poderosos; y los poderosos que quieren oprimir al pueblo. Esto tiene tres efectos: principado, libertad o desorden.

Cuando los grandes ven que no pueden hacer nada frente al pueblo, refuerzan el prestigio de uno de ellos al que nombran príncipe. A su vez, cuando el pueblo ve que no puede hacer frente a los poderosos, concentra todo el poder sobre un hombre al que nombran príncipe, para defenderse mediante una autoridad. Al que llega con la ayuda del pueblo le cuesta menos mantenerse que al que llega con ayuda de los poderosos. Esto es así porque el que llega por el poder del pueblo se encuentra rodeado de ciudadanos que están dispuestos a obedecerle, en cambio el que llega con ayuda de poderosos de encuentra rodeado de iguales a lo que no puede dar órdenes. Además, la intención del pueblo es más noble ya que solo desean no ser oprimidos y los otros oprimir. El príncipe nunca podrá sentirse seguro teniendo como enemigo al pueblo, son demasiados, pero si se puede hacerlo frente a unos pocos como los poderosos.

Es necesario que el príncipe viva siempre con ese pueblo, pero no con los mismos poderosos, pudiendo crearlos o destituirlos a su gusto. A los poderosos se los califica en dos categorías: los que por su proceder se vinculan a tu suerte y los que no. A los que se unen a ti, si no son ambiciosos, debes honrarlos, a los que no, hay que considerarlos de dos maneras: pueden que lo hagan por falta de valor y hay que servirse de ellos sobre todo lo que puedan aconsejar, pero si lo hacen con engaños, movidos por la ambición, piensan solo en sí mismos, el príncipe debe guardarse de ellos y temerlos como si fueran enemigos descubiertos.

El que es elegido en favor del pueblo, debe continuar la amistad con este, el que es ayudado por los poderosos, debe intentas ganarse el amor del pueblo antes que nada. Deben tener si o sí al pueblo de su lado, porque si no ante una adversidad correrán grave peligro.

Un príncipe debe buscar que los ciudadanos lo necesiten a él y al estado continuamente, solo así le serán fieles tanto en los buenos como en los malos tiempos.

XV CUALIDADES POR LAS QUE LOS HOMBRES, Y ESPECIALMENTE LOSPRINCIPES, SON LOADOS O CRITICADOS

Actitud y comportamiento de los príncipes frente a sus súbditos y amigos:

Es necesario que un príncipe que se quiera mantener aprenda a no ser bueno, y a utilizar esa capacidad según la necesidad.

Todos los hombres, y especialmente los príncipes por su posición, cuando se los examina presentan cualidades que son motivo de críticas o de alabanzas. A algunos se los considera generosos, otros míseros, rapaz, cruel, piadoso, traidor, afeminado, severo, astuto, casto, religioso, falto de fe, etc. Como no se pueden analizar todas, Maquiavelo dice que el príncipe debe intentar evitar todos aquellos vicios que le quitarán el estado y sepa guardarse de los que no se lo quitarán.

XVI LIBERTAD Y PARSIMONIA

Habla de estas dos cualidades, comienza diciendo sería bueno que se lo considerara liberal, pero la libertad, utilizada de forma que se note, lo perjudica, porque si se la utiliza con inteligencia, que es como hay que usarla, los demás no se van a dar cuenta, y no se perderá la mala fama de la cualidad contraria. No puede practicar la virtud de la liberalidad sin perjudicarse a sí mismo (Un príncipe que dé mucho, deberá gastarse toda la riqueza, y al final, para mantener la fama de generoso tendrá que ponerle grandes impuestos a la población, entonces va a empezar a ser odiado por sus súbditos, empobrecidos, y perderá la estima por beneficiar a unos pocos), por esto, no debe preocuparle a ningún príncipe tener fama de mísero. Por lo tanto, un príncipe, para no tener que robarle a sus súbditos, para poder defenderse, para no verse pobre y despreciado, para no verse obligado a convertirse en ladrón, no debería preocuparse demasiado en la fama de mísero, porque es uno de los vicios que le hacen reinar.

Definición de parsimonia en el diccionario: Calma o tranquilidad ceremoniosa con que se hace algo.

XVII CRUELDAD Y HUMANIDAD: ¿ES MEJOR SER AMADO QUE SER TEMIDO, O VICEVERSA?

Todo príncipe debe procurar ser considerado piadoso y no cruel, sin embargo, tiene que procurar no usar mal la piedad. Un príncipe no debe preocuparse de tener fama de cruel por mantener unidos y fieles a sus súbditos, porque será más piadoso que aquellos que por ser demasiado humanos dejan que sigan los desórdenes, porque estos sueles perjudicar por entero a la sociedad, mientras que las ejecuciones que decreta el príncipe solo ofenden a individuos concretos.

Respecto a la pregunta del título, responde que ambas cosas son deseables, en el caso de que haya que prescindir de una, es más seguro ser temido que ser amado, porque en general se puede afirmar que los hombres son ingratos, inconstantes, falsos y fingidores, cobardes ante el peligro. Por esto, mientras obtengan beneficios se quedarán, pero cuando la necesidad se acerca, el príncipe que haya confiado por completo en sus palabras y no disponga de otras defensas, se hundirá. A los hombres les da menos miedo atacar a uno que se hace amar que al que se hace temer.

El príncipe debe hacerse temer de manera que, si no consigue el amor del pueblo, por lo menos evite su odio, porque puede ser perfectamente temido sin ser odiado al mismo tiempo. Si debe verter la sangre de alguno, que lo haga con causa justa, y no debe tocar los bienes de los demás.

Los hombres aman según su voluntad y temen según la voluntad del príncipe, un príncipe sabio debe depender sólo de lo suyo y no de lo que es de otros: solo tiene que ingeniárselas para no ser odiado.

XVIII DE QUÉ FORMA TIENE QUE MANTENER SU PALABRA UN PRINCIPE

La experiencia demuestra que los príncipes que han hecho grandes cosas son los que prestaron poca atención a sus palabras y han sabido engañar a la mente de los hombres. Hay dos formas de combatir: con las leyes o con la fuerza (la primera es propia del hombre y la segunda del animal). Muchas veces la primera no es suficiente y conviene recurrir a la segunda. El príncipe debe saber hacer uso de ambas. (Habla de que como animal, el hombre debe ser zorro y león, el primero para evitar las trampas y el segundo para evitar lobos). Un señor que actúe con prudencia no puede ni debe observar la palabra dada cuando vea que va a volverse en su contra y que ya no existen razones para motivas su promesa. Esto no sería justo si todos serían buenos, pero como no lo son y no mantienen la palabra, no hay porque mantenerla con ellos.

No es necesario que el príncipe posea verdaderamente todas las cualidades, pero sí es necesario que parezca que las posee. Poseerlas y observarlas siempre es perjudicial, mientras que fingir que se poseen es útil, es como parecer piadoso, fiel, humano, religioso, y además serlo realmente, pero a la vez, tener el ánimo dispuesto para poder cambiar a la cualidad opuesta cuando sea necesario. Un príncipe no puede observar todas las cualidades que hacen a un hombre bueno, ya que para conservar el estado, va a necesitar obrar contra la lealtad, humanidad, claridad, etc.

Un príncipe tiene que tener mucho cuidado de que nunca salga de su boca nada que no esté lleno de piedad, lealtad, integridad, humanidad y religión.


 

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