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Resumen para el Segundo Parcial  |  Cs. Políticas (Cátedra: Pedrosa - 2018)  |  CBC  |  UBA

“¿TODO SIGUE IGUAL QUE AYER?” – MALAMUD; DE LUCA

Una de las principales características del sistema de partidos en Argentina nace en la legislación propia de nuestro país, ésta obliga a los partidos a registrarse en las provincias para luego poder competir en el plano nacional. Esta característica, sumada a los mecanismos de nominación de candidatos y de financiamiento, ha transformado a las provincias en el lugar donde se deciden las carreras de los líderes políticos.

Otra nota característica de los sistemas de partidos en Argentina es la construcción de dos partidos, ambos con gran historia, trayectoria y amplia cantidad de afiliados: el peronismo y la unión cívica radical (UCR).

En 1940 irrumpe el peronismo como partido político, desde entonces se ha transformado en el eje del cual giran los demás actores, sean civiles o militares. En el ciclo democrático abierto en 1983, el voto mantuvo a la organización electoral del peronismo, el Partido Justicialista (PJ) como el más relevante de los partidos argentinos.

La UCR, fundada en 1891, es otro actor tradicional. El desempeño de los radicales en las urnas ha dependido, en buena medida, de su capacidad para aglutinar el apoyo de los votantes no peronistas.

Desde 1983, diferentes partidos emergieron con el propósito de desafiar al duopolio peronista-radical sin éxito, hasta que en 2007 una nueva tercera fuerza, el PRO, bajo el liderazgo de Mauricio Macri conquistó el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y en 2015, al frente de Cambiemos (coalición integrada por el PRO, la UCR y la CC-ARI) Macri ganó la elección presidencial, aumentando la relevancia de este partido en el plano nacional.

Entre 1983 y 2015, cambios significativos en las reglas electorales nacionales se produjeron en dos oportunidades: en la reforma constitucional de 1994 y en la introducción de las elecciones primarias, abiertas, simultaneas y obligatorias (PASO) en 2009.

Con la reforma de 1994 se modificó la forma de elección de candidatos; el presidente y vicepresidente, antes electos mediante voto indirecto por el Colegio Electoral pasaron a ser elegidos mediante elección directa por parte del pueblo, toda vez que obtuvieran una mayoría de 45% sobre el total de votos o 40% con diferencia de 10% sobre cualquiera de los demás partidos que se hayan presentado; anteriormente sus mandatos duraban 6 años y tenían la posibilidad de la reelección no inmediata, tras la reforma los mandatos comenzaron a ser de 4 años con la posibilidad de una reelección inmediata.

Anterior a la reforma de 1994 los miembros del senado eran elegidos mediante elección indirecta por la legislatura provincial, esta elección se hacía cada 3 años, los senadores duraban 9 años en su cargo y la cámara se renovaba por tercios; posteriormente pasaron a ser electos por sufragio popular cada 2 años y su mandato comenzó a durar 6 años.

La introducción de las PASO en 2009 modificó el régimen de conciliación de los partidos políticos que, hasta entonces, habían seleccionado a sus candidatos mediante elecciones internas limitadas a sus afiliados de celebración voluntaria con candidatos definidos por cada partido. La iniciativa proponía: la realización de las PASO para todos los partidos; la exigencia de un número de afiliados equivalente al cuatro por mil de os empadronados del distrito; prohibición de financiamiento por parte de las empresas; la distribución exclusiva de los espacios en radio y TV para propaganda electoral por parte del Estado y la prohibición de toda forma de contratación de espacios de publicidad electoral radiotelevisiva.

La tasa de participación promedio ha alcanzado el 79.6%, aunque los ausentes en las urnas han ido aumentando progresivamente.

Dentro del sistema político argentino se diferencian dos partidos que movilizan la estructura política: la Unión Cívica Radical y el Partido Justicialista. Por otro lado, surgen eventualmente, terceras fuerzas políticas que suelen no tener éxito frente a las fuerzas mayores de los nombrados anteriormente.

El PJ suele tener un peso mayor en el plano político debido a que moviliza a una clase social más amplia (baja y media), aglutinando así la mayor cantidad de votantes.

Por otro lado, la UCR tiene una amplia cantidad de votantes a su favor, pero no mayor que la del PJ, por lo que su principal actividad a la hora de la contienda electoral es la de poner a su favor a  los electores que no están afiliados al PJ.

 

“EL PARTIDO PRO Y EL TRIUNFO DE LA NUEVA DERECHA EN ARGENTINA” – BOHASLVSKY Y MORRESI

Las derechas de Argentina en el siglo XX se caracterizan por dos familias: Las nacionalista-católica y la Liberal-Conservadora. Cada una de ellas contiene tensiones internas que se derivan de competencias por ejercer el liderazgo, definir estrategias y captar recursos, atención pública y votos.

Ambas han mantenido vínculos complejos y cambiantes a lo largo del tiempo. Cuando enfrentaron un enemigo en común (por ejemplo, el peronismo)

La tradición nacionalista y católica partía de la convicción de que la identidad argentina es inseparable del legado hispano-católico y que las fuerzas armadas y la Iglesia son los custodios naturales del ser nacional. Apoyaba la creación de una sociedad jerárquica, re cristianizada y organizada a través de acuerdos corporativos de cúpula. Solían conformar ligas, ateneos y bandas paramilitares.

La tradicional Liberal-Conservadora, agrupa a fuerzas políticos e intelectuales con simpatías por la organización liberal de la economía y republicana de la política. Las principales figuras de esta familia expresan reservas por los posibles abusos de la democracia. La democracia suele ser asociada a demagogia, populismo y desconocimiento de las reglas de la economía. El peronismo era su principal enemigo. Solían organizarse en ateneos, círculos intelectuales o lobbies empresariales. Esta tradición no tuvo demasiado éxito.

La creación de un partido político es una tarea ardua que requiere el apoyo de un complejo sistema de redes (expertos, liderazgos territoriales, apoyo económico, logística) Aunque el costo de su reclutamiento suele ser alto. Para acelerar el proceso de expansión territorial se busco ampliar el marco de alianzas y se aposto a un frente de centroderecha que incluía a otras figuras, finalmente Macri decidió concentrarse en la CABA, ello le permitió convertirse en Jefe de Gobierno en 2007. La dirigencia nacional de PRO intervino las filiales de varias provincias para desplazar a los referentes locales y reorganizar el partido con la estrategia nacional.

En 2015 PRO decidió no aliarse a ningún sector peronista con peso electoral y opto por una fórmula presidencial “pura” compuesta por dos porteños: el propio Macri y su anterior vicejefa de gobierno en la Capital, Gabriela Michetti. PRO logro enmarcar la elección de 2015 en torno a la oposición entre lo viejo y lo nuevo, en ese año obtuvo un importante apoyo entre votantes peronistas.

El PRO puede ser catalogado como un partido centro-derecha cercano a la tradición liberal-conservadora y al paradigma neoliberal. Desde sus inicios busco alianzas con partidos (como el partido demócrata) y dirigentes políticos auto-identificados como de derecha o centro-derecha. PRO afiliado a la Unión Internacional Demócrata que agrupa a partidos conservadores de distintos países

La mayoría de los miembros de PRO rehúsa a aceptar que su partido sea catalogado como derecha, solo el 20% de los ciudadanos se reconoce de derecha y PRO.

Diferencia a PRO de anteriores partidos de derecha, en primer lugar, que se construyó con el objetivo de alcanzar el poder. Es un partido nacido para ganar, no una elite dedicada a aconsejar a los gobernantes. PRO no es un rol destacado y busca convencer a sectores más amplios sobre las bondades de una agenda liberal-conservadora.

Es posible sostener que PRO gano una elección nacional sin ser (todavía) un partido nacional en lo que se refiere a su cobertura territorial, porque tuvo un importante apoyo entre votantes peronistas.

 

“LOS HUÉRFANOS DE LA POLÍTICA DE PARTIDO” – TORRES

Formada en muy corto plazo y desde el vértice del poder estatal, la coalición electoral que llevo a Perón a la presidencia en 1946 capturo votos a lo largo de todo el espectro partidario, votos socialistas, votos radicales, votos conservadores. El peronismo le sustrajo el sequito popular a los demás partidos, el polo no peronista se nutrió de las clases medias y altas y se distribuyó, entre tres ofertas partidarias, la UCR y luego agrupaciones de centro-derecha y de izquierda.

El voto es mayoritariamente peronista, es un voto a favor de una variedad de partidos pero ninguno de ellos peronista, el equilibrio de la política electoral descanso sobre dos factores. El primero, la dificultad de los partidos no peronistas para trasponer la línea divisoria y conseguir apoyos por debajo de ella: El segundo factor fueron los obstáculos que encontraron dichos partidos para confirmar coaliciones abarcativas por encima de la línea divisoria.

Los motivos del malestar son la persistencia o agudización del estancamiento económico, los niveles de pobreza, los episodios de corrupción. El problema político de la crisis de la representación partidaria no es el correlato previsible de un bajo rendimiento objetivo de los partidos, más bien es el fruto de la existencia de una masa de ciudadanos movilizada en torno de la fiscalización del desempeño de los dirigentes políticos y el cumplimiento de sus promesas electorales.

Los huérfanos de la política de partidos son, centro-izquierda, fue donde surgió el movimiento de los derechos humanos, definió las prioridades en el tramo inicial de la transición a la democracia. Centro-derecha coloco en la agenda pública los problemas fiscales, la estabilidad monetaria, las reformas de mercado, los valores de la propiedad privada y de la libertad económica

“PARTIDOS POLITICOS Y SISTEMAS DE PARTIDOS” – CINGOLINI

Son canales de transmisión hacia los poderes públicos de las demandas de la población, mediante los cuales se decide qué políticas públicas deben efectuarse para garantizar la convivencia pacífica y el progreso social.

 -Estructuran las demandas sociales: toman las demandas del electorado, las sistematizan y les otorgan prioridades, como condición ineludible para lograr la acción colectiva.

-Estructuran el voto: sirven a los ciudadanos ordenando la multiplicidad de opciones al momento de la contienda electoral, es decir, buscan a que grupo de personas y a qué intereses particulares van a servir.

-Fomentan la asociación política: transmiten determinados principios, proyectos e ideas que propician el aprendizaje cívico, en este sentido, contribuyen a la opinión pública.

-Organizan las diversas formas de participación política: incentivan a los ciudadanos a participar activamente en la política, no solo alentando a la concurrencia de los comicios sino a través de medios como movilizar determinadas causas, la asistencia a actos públicos, etc.

-Reclutan, forman y seleccionan dirigentes políticos.

-Diseñan políticas públicas: se forman en relación con los conflictos a solucionar.

Lo que se entiende como partidos modernos son organizaciones cuyo origen está indisociablemente ligado a la construcción y consolidación del Estado-nación y a la expansión y consolidación del liberalismo.  La primera y más conocida distinción entre partidos estuvo dada por la división entre tories y whigs en el parlamento inglés del siglo XVIII; los diferentes estatutos aprobados por el parlamento durante la llamada “reform act” de 1832 allanan el camino hacia la consolidación institucional de estos grupos, al dar sustento legal a la representación y fijar los principales derechos políticos de los ciudadanos.

Existen dos tipos principales de explicaciones para el nacimiento de los partidos:

El enfoque institucional: está relacionado con el desarrollo de la institución característica de la democracia moderna, el parlamento, y su exponente principal es Duverger. Él establece una diferenciación entre partidos de creación interna son aquellos que nacen en el propio seno del parlamento y los partidos de creación externa que, en cambio, nacen entre fines del siglo XIX y comienzos del XX por la influencia de grupos exógenos que realizan todas sus actividades por fuera del parlamento como las sociedades secretas o los clubes, periódicos, sindicatos, etc.

El enfoque sociológico:  remite la explicación sobre el origen de los partidos a ciertas divisiones sociales estructurales acaecidas durante los procesos de formación de los Estados nacionales y l economía moderna; ellas hacen hincapié en la ampliación del sufragio, la concurrente emergencia de la competencia electoral masiva y los cambios sustanciales de las estructuras internas de las organizaciones partidarias.

A grandes rasgos pueden diferenciarse cuatro tipos de partidos:

Los partidos notables y los partidos de masas: Weber analiza a los partidos teniendo en cuenta quiénes conforman el personal del partido; cuáles son los recursos con los que cuenta; el nivel de actividad del partido y el contexto en que se desarrolla.

En los partidos notables predominan los políticos que no se dedican profesionalmente a la actividad política y por ende no viven de ella ni le ocupan la totalidad de su tiempo. Estos partidos están conformados por individuos que gozan de buena estimación social y buenas condiciones económicas; generalmente representan intereses burgueses ya sea de quienes lo cooptan o de otros notables.

Los partidos de masas nacen debido a la extensión del sufragio, esta inclusión masiva implicó la conformación de maquinas políticas destinadas a sostener financiera y organizativamente el partido, tras lo cual, la actividad política es ahora solventada por éste, que se vale de los aportes de sus afiliados. Así, surge una nueva clase dirigente formada por políticos profesionales que dedican todos sus esfuerzos a las actividades del partido.

Partidos atrapatodo: este tipo de organizaciones se compone de un electorado en el que cobran menor peso factures como las religiones y las diferencias de clase, empujando así a un conjunto organizativo funcional que logre integrar el pensamiento y los intereses de un grupo más amplio.

Partidos cartelizados: Alianza de partidos que se unen para formar una fuerza política mayor.

Se unen una cantidad de partidos que se van turnando dentro del poder y van compartiendo los recursos y los beneficios obtenidos de éste; es como una especie de alianza. Lo que se busca, principalmente, es una estrategia para poder sobrellevar los gastos unificando recursos para hacer una fuerza más eficiente, obteniendo más posibilidades de obtener poder; de la misma manera se reparten, posteriormente los beneficios.

La principal característica de la organización partidaria se basa en la estructura de los “círculos céntricos” que nos permiten identificar diferentes unidades dentro de la organización: los electores, los afiliados, los militantes y los dirigentes.

Los electores tienen un grado de participación mínima, se limitan a sufragar a favor del partido. Los afiliados están formalmente comprometidos con el partido, además de emitir su sufragio a favor del partido aportan la financiación económica del mismo a través de cuotas periódicas. Los militantes son aquellos que participan en el partido de modo activo y constante buscando ampliar el número de electores. Los dirigentes son quienes concentran los recursos de poder y representan el centro de la organización, distribuyen los incentivos organizativos e interactúan con otros actores clave del sistema político.

 

La organización partidaria se construye en dos fases: una fase originaria y su institucionalización.

Con respecto a la fase originaria cabe clasificar según si su expansión inicial ocurre a través de:

  1. Penetración territorial, en cuyo caso se cuenta con un centro que conduce el desarrollo de la organización y controla las regiones periféricas.
  2. Difusión territorial, en la que el partido se va conformando gracias al agrupamiento de elites locales que se coordinan a nivel nacional y fomentan un tipo de organización descentralizada.
  3. Combinando ambas modalidades, que ocurre cuando un grupo de elites locales se congrega y luego une a una organización central.

La fase de institucionalización se va a caracterizar por su forma y alcance. Se pueden clasificar los partidos según el tipo de patrocinio del que gozan          ; si existe una institución externa patrocinante, se trata de un partido de legitimación externa, por el contrario, la legitimación va a ser interna favoreciendo aún más a la institucionalización.

Los partidos con los sistemas electorales se relacionan con tres premisas, según las cuales:

A- Las fórmulas electorales mayoritarias con sistemas de una vuelta en circunscripciones uninominales tienden al bipartidismo.

B- Las fórmulas electorales mayoritarias proporcionales tienden al multipartidismo.

C- Las fórmulas electorales mayoritarias a dos vueltas en circunscripciones uninominales tienden al multipartidismo.

La existencia del bipartidismo sólo puede lograrse al costo de excluir partidos minoritarios de la posibilidad de contar con representación parlamentaria.

 

Las principales características que diferencia el sistema de partidos latinoamericano con los de otras partes del mundo son:

“LOS PARTIDOSPOLÍTICOS EN AMÉRICA LATINA” – FREIDENBERG

Cuando hablamos de “organización formal” nos referimos a la forma en que los partidos están organizados en los estatutos, generalmente esta organización no se da en concordancia con la “organización informal” entendida como la forma en que los partidos funcionan en la práctica.

Cuando esos actores cumplen con las tareas, toman decisiones y desarrollan

actividades que están previstas en los estatutos y, además, éstas son impulsadas por los órganos del partido, se está ante una organización predominantemente formal. Esto es, organizaciones oficialmente sancionadas; creadas a través de los canales establecidos, de     acuerdo con los lineamientos de los estatutos y reconocidas como el partido oficial. La organización formal incluye la oficina central, las burocracias, las oficinas locales, las sedes y las células. A diferencia de ello, cuando los militantes se comportan sin la promoción oficial del partido y desarrollan actividades y toman decisiones al margen de éste se está ante una organización informal. Incluye redes personales, clientelares y de patronazgo como también organizaciones sociales y cívicas que no están afiliadas al partido pero que sin ellas el trabajo partidario

sería imposible.

Para poder observar correctamente esa variación resulta fundamental desarrollar un conjunto de indicadores que ayuden a medir el grado de formalidad e informalidad de una organización de partidos. Un paso inicial en esta dirección es comparar cómo funcionan la estructura formal y la informal en diferentes dimensiones de la organización como en:

Reglas y procedimientos internos: Cuando el partido es una organización formal, existe una distancia muy pequeña entre lo que dicen las reglas y lo que hace el partido. Los estatutos son ampliamente obedecidos y constantemente impuestos. Cuando un partido es una organización informal, el comportamiento generalmente va contra las reglas, estas son constantemente ignoradas y raramente se imponen castigos.

Toma de decisiones: En los partidos organizados, las decisiones son tomadas por los órganos oficialmente designados como los congresos, los consejos y los directivos del partido. Por el contrario, en los partidos organizados de manera informal, el poder de hacer cumplir decisiones se encuentra fuera de la estructura formal; el lugar donde se encuentra el verdadero poder varía según el tipo de partido, por ejemplo, en aquellos partidos de tipo personalistas (carismáticos) como el peronismo, el poder se concentra en el líder que fundó el partido.

La centralidad de la burocracia partidaria: En los partidos de organización formal la burocracia formal tiende a ser muy importante, cuentan con personal e instalaciones adecuadas, controlan el movimiento de los fondos y de la información que manejan, la burocracia central coordina la mayoría de las actividades del partido. Donde la organización del partido es informal, la burocracia central existe sólo sobre el papel. La oficina central, tanto la nacional como la local, se encuentra inactiva. Estas oficinas carecen de recursos y profesionales, poseen poca información sobre los recursos. El financiamiento, la asignación de recursos, el cuidado y administración de los registros, la coordinación de las organizaciones locales y otras tareas que resultan clave para su funcionamiento son realizados por personas que no están en la burocracia central; más bien, se desarrolla en los márgenes de la burocracia dentro de redes de patronazgo, agrupaciones amigas u otras organizaciones informales.

Organización local: La estructura de base de un partido está integrada por las organizaciones que realizan operaciones como el reclutamiento, las campañas electorales y la canalización de la participación de los militantes. Donde la organización del partido es formal, estas actividades son realizadas por subunidades oficiales –como comités o células– que están integradas en la burocracia central. Donde la estructura de bases es informal, las subunidades no son creadas ni integradas en la burocracia. Más bien ellas surgen en los márgenes de esa burocracia, a menudo sin el permiso (e incluso conocimiento) de las autoridades del nivel más alto. Las subunidades a menudo son autocreadas, automanejadas y autofinanciadas por miembros del partido, por fuera de la burocracia central. Con frecuencia, se organizan y funcionan de manera diferente a lo que señalan los estatutos.

Fronteras organizacionales: Las organizaciones de partido formales están caracterizadas por el hecho de que cuentan con fronteras externas claramente definidas y barreras de entrada eficaces. En estos partidos es sencillo identificar quiénes son miembros y qué grupos pertenecen al partido.  Cuando la organización del partido es informal, las fronteras entre éste y otras organizaciones son ambiguas y fluidas, los individuos y los grupos pueden autodeclararse miembros, señalar que participan en las actividades de partido y no hay manera de poder verificarlo. Estos partidos se caracterizan por la ausencia de una afiliación formal y por la incapacidad del partido para controlar quiénes son los que participan y de qué manera lo hacen.

Jerarquía partidaria: Cuando las estructuras del partido son formales, los militantes que quieren hacer carrera deben respetar una serie de pasos bajo reglas y procedimientos escritos. Cuando la organización del partido es informal, la manera de ascender en el partido no sigue las reglas escritas. Los procedimientos burocráticos no existen o, simplemente, no son acatados. En los partidos carismáticos, el ascenso ocurre fundamentalmente por lazos personales. En partidos de patronazgo, el ascenso ocurre a través de redes de contactos, familias o amigos. Los activistas son reclutados en redes conducidas por aspirantes a ocupar cargos y su ascenso depende mucho de las condiciones en las que se desarrolle su red de contactos personales.

Membresía: Cuando la organización es formal, las obligaciones de los militantes son explícitas, existen registros confiables respecto a lo que cada miembro debe hacer y las autoridades del partido son eficaces para hacer que los miembros las cumplan. Si bien los partidos organizados de manera informal pueden tener amplias bases de militantes, la manera en que éstos participan se diferencia notablemente de la de los partidos formalmente organizados. Los compromisos de los socios son a menudo inferiores, y las obligaciones que estos deben cumplir son informales, tales como, votar en primarias.

Organizaciones auxiliares: El grado en que una organización es más formal o más informal también se puede observar en lo que concierne a sus vínculos con otras organizaciones de tipo social y cívico, como las de trabajadores, las confederaciones de campesinos, las asociaciones de empresarios, los grupos que defienden los derechos de la mujer o las asociaciones estudiantiles. Cuando la organización es predominantemente formal, estos vínculos son explícitos y, en la mayor parte de los casos, se encuentran escritos en los estatutos Cuando la organización partidaria cuenta con vínculos informales con otras agrupaciones suelen no estar explícitamente reconocidos. Los partidos y grupos sociales rutinariamente pueden cambiar a miembros, líderes, fondos, y otros recursos, pero estas relaciones no se encuentran escritas en los estatutos.

Financiamiento partidario:  Cuando la organización es eminentemente formal, el financiamiento se realiza a través de canales transparentes y legales. Tanto las contribuciones públicas como las privadas son reguladas por el Estado. El financiamiento privado está a menudo sujeto a limites en el monto de las contribuciones y a reglas respecto a quienes pueden dar dinero (y quienes no). El financiamiento público, en cambio, funciona a partir de los subsidios que otorga el Estado al partido y esto se hace de manera transparente. Cuando la organización del partido es informal, las finanzas no son transparentes, ni están reguladas y, a menudo, son ilícitas. Los partidos no guardan los registros de las contribuciones privadas y el partido no se preocupa por que el manejo de sus finanzas sea transparente ni esté bajo la mirada del público.

 

El PJ es uno de los partidos mejor organizados de América Latina. Tiene más de

tres millones de miembros y cuenta con una poderosa organización con fuertes raíces en las clases obrera y baja. Sin embargo, su estructura no es burocrática. El peronismo nació como un partido carismático durante la primera presidencia de Juan Perón (1946-55) y luego se convirtió en una estructura descentralizada

de “movimiento” (en la cual las autoridades centrales del partido casi dejaron

de existir) durante el exilio de Perón en los años sesenta y setenta. Aunque el PJ se institucionalizó hasta cierto punto después de la transición democrática de 1983, su organización contemporánea sigue siendo casi completamente informal.

La burocracia central del PJ está notablemente subdesarrollada. El partido carece de personal profesional y posee pocos registros de sus miembros, fondos o actividades. Esta sólo mantiene la sede, la cual no es nada más que una oficina. Las agrupaciones financian y coordinan el resto de la organización. La estructura real del partido está en manos de las agrupaciones.         

Las fronteras organizativas del PJ son fluidas y están mal definidas. Los criterios

de membresía peronista no son claros y rara vez son bien aplicados; los individuos y los grupos simplemente se declaran peronistas, entran y salen del peronismo sin problemas y pueden abandonarlo por un par de elecciones y volver varios años más tarde.

“ELECCIONES Y SISTEMAS ELECTORALES” – DE LUCA

La elección puede definirse como una forma de procedimiento, reconocida por las normas de una organización, en virtud de la cual todos o algunos de sus miembros escogen de un número menos de personas, o a una sola persona, para ocupar cargos dentro de una organización.

Hay diferentes tipos de elecciones:

Elecciones competitivas: son consideradas el procedimiento característico de la democracia en tanto constituyen un mecanismo sencillo de participación institucionalizada de la ciudadanía en los asuntos públicos. Funcionan como proveedoras de legalidad al ejercicio del poder y al gobierno de un partido político o de una coalición de partidos.

Elecciones semi-competitivas: se dan en regímenes autoritarios competitivos donde, en apariencia, se respetan los principios básicos y los procedimientos característicos de un comicio competitivo, pero las autoridades en el gobierno disponen de una cantidad de recursos decisiva para influir sobre el resultado de la contienda.

Elecciones no competitivas: el votante no dispone de ninguna facultad para decidir ni para manifestar su opinión de libertad. No funcionan como un mecanismo para legitimar a los gobernantes sino como un proceso de “educación” a la población. Ocurre en regímenes totalitarios.

Derecho al voto y padrón electoral: es el derecho político y constitucional a votar a los cargos públicos electos; conforman el padrón electoral quienes poseen capacidad electoral activa; actualmente el voto es universal.

Modalidad del voto: el voto es igual, es decir, todos los votos valen lo mismo; es secreto y obligatorio.

Candidaturas: toda elección requiere de la prestación de candidatos. Se requiere que las postulaciones sean respaldadas por un partido político.

Campaña electoral y financiamiento de la política: en la campaña se debe dar a conocer la opinión pública y las propuestas del partido; el financiamiento de este debe ser declarado ante los organismos correspondientes y se prohíbe el financiamiento por parte de empresas.

El alcance de los efectos electorales en el sistema de partidos se puede dar directa o indirectamente.

Los efectos directos son los que, dada una cierta distribución de votos, se tienen automáticamente en el proceso de asignación de bancas, los efectos indirectos son los que la presencia de un determinado sistema electoral provoca sobre las expectativas y el comportamiento de los votantes.

Los efectos directos más comunes se dan por ejemplo a nivel distrital el sistema de mayoría simple en distritos uninominales excluye cualquier posibilidad para las minorías; a nivel nacional puede decirse que los partidos políticos de mayor peso son premiados cuanto más homogéneamente esté distribuido su electorado mientras que con las minorías sucede lo contrario.

Los efectos indirectos varían dependiendo el tipo de sistema; en las mayorías simples el voto a favor del candidato con la mayoría simple se entiende como “inútil” por lo que, generalmente, el electorado tiende a usar un voto de tipo “estratégico” a favor del candidato que no representa su preferencia pero que tiene buenas posibilidades de ganar; en las mayorías absolutas, en cambio, siguen otro padrón, como sus reglas estipulan la necesidad de una segunda vuelta si ningún candidato alcanza más de la mitad en la primer vuelta, aquí el elector puede calcular las opciones disponibles y emitir votos diferentes, por ejemplo, en primer vuelta su voto puede ser de confianza y en la ballotage ser estratégico; en los sistemas electorales proporcionales el comportamiento es el de la maximización de apoyos propios, votos de confianza.

Acción revocatoria: es un método para destituir al ocupante de un puesto público antes de que expire su mandato, complementario o adicional al proceso de juicio político.

Plebiscito: se designa una elección adjunto hoc convocada por los gobernantes para decidir sobre eventos excepcionales; su voto positivo no será vinculante, por lo que suele llamarse “voto consultivo”.

Referéndum: se somete a consulta popular un proyecto de ley. El voto afirmativo del proyecto lo convertirá en ley.

Iniciativa popular: es el instrumento a través del cual un mínimo preestablecido de ciudadanos con sus firmas, presentan un proyecto de ley en la cámara de diputados para que sea tratado.


 

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