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Derecho | Resumen para el 1º Parcial | Cátedra: Salas | Prof.: Monica Clot | Sede: Avellaneda | 1° Cuat. de 2008 | Altillo.com |
Bertrand de Jouvenel
El Mito de la Solución
En el caso de los problemas políticos , existe una contradicción de términos que
excluye una solución. Lo que caracteriza a un problema político es que sus
términos no admiten una solución. Un problema político no puede ser resuelto:
solamente puede ser susceptible de una arreglo. Se entiende por arreglo
cualquier decisión a la que se llega por cualquier medio sobre la cuestión que
se halla suscitado. Mientras que la solución satisface todos los términos de un
problema, no ocurre lo mismo con el arreglo, porque no hay posibilidad de
satisfacer todas las demandas en su totalidad. Existen 3 procedimientos para
llegar a un arreglo:
Las partes que formulan el problema y formulan las demandas pueden recortar las
demandas, por cansancio, mediación o por ambos, transformando las demandas
incompatibles en compatibles. El problema político pasará a ser un problema que
admite una solución. Pero sólo en contadas ocasiones pasa esto.
El arreglo compromisario: deja el problema en el “aire”: en cualquier momentos
puede volver a plantearse. Se “mitigan” las demandas pero temporalmente y es
probable que después de la negociación surjan demandas más exigentes o que loe
efectos causados por el compromiso no se desvanezcan sino que se mantengan y
tengan consecuencias favorables.
Aplicación de un principio o dictado de una autoridad: pueden estar unidos,
cuando el dictado de una autoridad se basa en un principio. La aplicación del
principio deber ser aplicado por una autoridad.
Toda decisión que no esté dictada a través de la aplicación de unos principios,
debemos de considerarla arbitraria. Cualquiera que sea el principio que se
invoque para un arreglo, no puede por menos de haber cierta arbitrariedad en su
aplicación, ya que todos los que invoquen el problema tiene que aceptar el
principio adoptado.
El mito de la solución entorpece a la comprensión de POLÍTICA: una solución no
crea enemigos ni exige defensores, cosa que no sucede en el supuesto de un
arreglo, cuya permanencia no puede darse por supuesto y cuyas probabilidades de
supervivencia dependen de las fuerzas vivas que trabajen en apoyo del mismo. Un
acuerdo específico puede contribuir al fortalecimiento o al debilitamiento del
orden público en cuyo seno tiene lugar.
Robert Dowse - John Hughes
Fundamentos Conceptuales de la Sociología Política
El Problema del Orden
El orden social es el proceso por el que las interacciones son relativamente
estables en el tiempo y que la forma que adoptan puede resultar a veces
relativamente previsible. El problema del orden no debe considerarse como de
interés inclusivo de los teóricos de tendencia más conservadora. El énfasis
tradicional sobre el tema del orden tiene un contenido fuertemente empírico ya
que es cierto que la mayoría de las sociedades despliegan con más frecuencia
orden que caos. La preocupación por el orden ha sido una cuestión central en la
historia del pensamiento social puesto que si la sociedad ha de vivir sin que
pese sobre ella un sentimiento de amenaza o de probabilidades de muerte, hay que
pensar en el Orden.
El hecho de que la constitución humana sea frágil y fácil de destruir hace que,
para cualquier tipo de orden social, sean necesarias normas o leyes que prohíban
la violencia, a no ser en circunstancias especiales. El orden no es algo que el
especialista en ciencias sociales pueda considerar como dado, como el producto
de la estructura biológica o genética del hombre, o un problema para el biólogo
o bioquímico y no para el sociólogo. Se trata de algo problemático de que todas
las sociedades experimentan alguna vez síntomas de rupturas del Orden.
La coerción como solución al problema del Orden.
La teoría de la coerción supone una concepción del hombre. Los teóricos de la
coerción fundamentan sus ideas en una concepción del hombre como un individuo
más bien egoísta, de mente estrecha y ansioso de poder. La naturaleza humana no
cambia al vivir en sociedad. El comportamiento puede cambiar, ya que el hombre
puede ser razonablemente prudente y planear con un cierto grado de confianza,
pero su personalidad o sus impulsos son anteriores a la sociedad y permanecen
inalterables en ella. En versiones posteriores, los impulsos son productos
sociales, es decir, moldeados por la sociedad. Para Freud, los niños nacen con
fuertes impulsos agresivos y sexuales cuya expresión ilimitada, pondría en
peligro las estabilidad de la sociedad. En el ELLO feudiano se agazapan
monstruos antisociales. Estos monstruos son controlados, aunque a veces de modo
precario, por el SUPERYO, socialmente condicionado, que es el representante de
los valores y las presiones de la sociedad en que madura la persona. Y si el
SUPERYO no consigue controlar el individuo en su voluntad por satisfacer sus
deseos mas profundos – por ejemplo el deseo del incesto – entonces la ley
recaerá sobre él. La sociedad, en este sentido, es un mecanismo de coerción que,
constituido a costa de la felicidad personal, conduce a un modelos de
frustración – agresión que a su vez necesita de control. La ciencia social de
influencia freudiana tiende a subrayar el desplazamiento de los desajustes de la
personalidad sobre los sistemas sociales y políticos, haciendo hincapié entre “
las distintas configuraciones político – económicas y los diferentes tipos de
personalidad. Esta concepción puede concebirse de dos maneras: Freud consideraba
que los diferentes de personalidad determinaban los tipos político – económicos,
mientras que una gran cantidad de estudios modernos sobre la socialización
tienden a destacar el carácter determinante del entorno sobre los rasgos de la
personalidad.
En paralelo a estas teorías, existe una psicología que sostiene que la fuerza es
necesaria, o que al menos se aplica como correctivo a la naturaleza antisocial
del hombre. Pero no es necesario que las teorías de la coerción o del conflicto
social se apoyen en proposiciones psicológicas sobre la naturaleza humana (es
más importante como punto de estudio la estructura social que los diferentes
tipos de personalidad: el ejemplo más conocido es el de Karl Marx. Para Marx la
relación entre conciencia y sociedad no es, como ocurre en Engels, un proceso
unidireccional (de la sociedad a la conciencia) sino una relación de
interpenetración de carácter más dialéctico: “la doctrina materialista, según la
cual el hombre es producto de las circunstancias y la educación produce hombres
distintos, olvida que es el hombre quien cambia circunstancias y que el propio
educador ha de ser educado. Por ello, esta doctrina llega a dividir a la
sociedad en dos partes, una de las cuales es superior a la otra. Antes de poder
cambiar una situación, habrían introducirse cambios estructurales en la sociedad
y esta tarea es la que Marx confía al proletariado. Oprimido y dependiente de su
propio trabajo expropiado, el proletario llega a constituirse una fuerza
conciente de sí misma como parte de una clase “clase para sí misma”. Para Marx
el sistema capitalista genera conflicto, un conflicto que puede ser más o menos
abierto, pero que el aparato legal en su conjunto y la ideología oficial
controlan en interés de una clase, la burguesía.”
Cualquiera que fuere la fuente de conflicto en las teorías de la fuerza, bien
sea producto de una configuración psicológica original del hombre o de una
conciencia societalmente generada, el conflicto ha de ser contenido, y las
teorías de las fuerzas la conciben, en última instancia, como origen del orden
social. Según este modo de ver, el orden existe en la sociedad en gran medida
como el resultado del empleo o de la amenaza de emplear el poder para asegurar
la conformidad y obediencia de los otros. El hombre hace lo que se espera de él
, porque si no se somete puede verse amenazado por un castigo físico una
privación o una sanción.
La teoría de la fuerza supone una suerte de teoría de elite: el poder está
distribuido de una forma desigual. Esta teoría se puede apreciar con mayor
claridad en Hobbes, quien afirma que mientras los hombres sean iguales en
términos de fuerzas y astucia será imposible toda sociedad. Toda sociedad
comienza cuando los hombres establecen el Leviatán, que monopoliza el poder. Se
trata de una versión más sencilla de la teoría de la elite. Hace referencia a la
teoría de elite de un solo individuo (monarquia). Para Hobbes la cuestión
quedaba solucionada haciendo referencia a la alternativa al monopolio, a saber,
la anarquía: la sociedad vuelve a la barbarie, a la “guerra de todos contra
todos”.
La interacción entre gobernantes y gobernados implica un debilitamiento de la
teoría pura de la fuerza, al hacer referencia a un cierto grado de compromiso
entre las dos partes o al señalar que la posición de la elite depende de una
negociación. Esto es demostrable si consideramos el caso de un monopolio del
poder. Desde esta perspectiva más compleja, el poder sigue estando monopolizado
por unos pocos gobernantes que necesitan llegar a un acuerdo sobre las
recompensas derivadas de su ejercicio (ej. sociedades dominadas por el ejercito
o la marina o combinación del ejército y la marina) que de no llegar a un
acuerdo, acabarán por producirse conflictos entre compañeros sobre la
distribución de beneficios. Cuando aceptamos la idea de un monopolizador del
poder, resulta evidente que no puede gobernar solo, que necesita el apoyo o
tolerancia de las fuerzas armadas. Este era el punto de vista de Mosca cuando en
la década de 1880 escribía que “el hombre situado al frente del Estado no podrá
gobernar sin el poyo de una clase numerosa que haga respetar y cumplir sus
órdenes, y aceptando que pueda hacer sentir el peso de su poder sobre un
individuo o muchos individuos de la clase dirigente, no hay duda de que no puede
estar a mal con la clase en su conjunto o prescindir de ella”. De aquí se
desprende que la teoría pura de la fuerza con un solo monopolizador del poder es
una imposibilidad práctica: por lo menos debe limitar su poder con algun tipo de
coalición. Las coaliciones de elites dependen de las expectativas de las
no-elites, consideración que supone un debilitamiento considerable de la teoría
pura de fuerza en beneficio de teorías basadas en el interés o en cierto grado
de consenso.
Relación entre la teoría de elite y la coerción
El modelo coercitivo considera que la fuerza es el factor primario de cohesión
en la sociedad; la teoría de la elite hace hincapié en la posesión de la fuerza
por una minoría. Para la teoría de la elite, las relaciones exclusivas de
dominio de fuerza resultan inadecuadas para explicar el orden. Los teóricos de
la elite centran su atención en tres aspectos del control:
La cohesión de la elite
La falta relativa de organización en la no-elite.
Las interrelaciones entre estos dos factores.
Para los teóricos de la elite, la fuerza es una condición necesaria del orden
social, pero no es su condición suficiente. El aspecto que mas nos interesa de
estas teorías es que si bien parece que apuntan a formar parte de la teoría de
la fuerza, terminan apuntando hacia otras soluciones del problema del orden. Las
relaciones en el interior de las elites no están basadas en la fuerza si no más
bien el interés mutuo, aunque sea solo el interés común de resistir al grupo más
numeroso de la no-elite. La teoría de la elite subraya también el carácter del
cuerpo de la elite, como el resultado de modelos educacionales determinados, o
principios ideológicos comunes, estilos de vida, orígenes étnicos, religiosos,
sociales, etc. Además todos los teóricos dela elite coinciden en el apoyo de
sectores claves de la sociedad como las empresas, el parlamento y el poder
ejecutivo, las fuerzas armadas, las organizaciones religiosas, etc.
De esta manera queda explícito en a teoría de la elite que la relación entre los
gobernados y gobernantes es de manipulación y que, por tanto, no depende de la
fuerza bruta sino de la comprensión de la psicología de masas, que en general
suponen que estas son sensibles a las ideologías, a los símbolos y a los
sentimientos. Las elites que se dan cuenta, quizás de manera intuitiva sobre la
profunda necesidad de las masas de ser gobernadas “no a base de la pura fuerza
física o intelectual sino de u principio moral”, reaccionan proporcionando
ideologías y símbolos con los que las masas puedan identificarse. Estos símbolos
e ideologías sirven para crear lazos emocionales entre la masa y la elite, y
para legitimar la posición de la elite: en otras palabras, para transformar la
fuerza en autoridad, cambio que es indicativo de nuevas bases de obediencia, y
por tanto de orden social. La teoría de la elite parte de la base que la fuerza
es insuficiente para mantener la obediencia durante un periodo largo de tiempo,
y que la prudencia de la elite y el calculo es un nuevo factor necesario para la
cohesión social..
Insuficiencia de la teoría de la coacción
Tal vez la mayor insuficiencia de la teoría de la coacción es que adopta una
perspectiva demasiado simplista frente al problema de la obediencia. No ofrece
solución al largo plazo al problema del orden: el ejercicio de poder puede
engendrar por si mismo conflictos. La mayor limitación es que no explica la
naturaleza ordenada de las llamadas sociedades sin estado o acéfalas. En tales
sociedades no existe centralización de la autoridad, y sin embargo dichas
sociedades tienen cohesión, que puede considerarse como un resultado de “ un
equilibrio del lealtades locales opuestas y de lazos de parentesco y rituales
divergentes” (cierta religión o mitología en común).
Si pasamos a los “aciertos”, su primera virtud radica en que no elude el hecho
cierto de la existencia de los conflictos en la sociedad, la teoría de la fuerza
dirige nuestra atención hacia un factor muy descuidado en política, el factor
tiempo.
Existe una distinción analítica entre Estado y la sociedad, mientras lo que
define al Estado es el monopolio legítimo de la fuerza, a la larga no puede
hacer uso de este monopolio teórico de su soberanía, a menos que consiga la
lealtad y el apoyo de los miembros de la sociedad por medios distintos a la
fuerza.
El orden social: teoría del interés.
Desde esta perspectiva , el problema del orden consiste en conciliar los
intereses individuales o de grupo para llegar, al menos, a un mínimo de armonía
entre los hombres. En la teoría de la coacción no era posible la conciliación
sin la fuerza, pero en las que nos ocupamos ahora, el interés es el mecanismo de
la conciliación y por ende, la del orden social. Estas teorías afirman que los
hombres hacen lo que desean hacer, y que el orden social es el resultado de este
hecho. Las teorías del interés parecen situarse entre las teorías de la fuerza y
las teorías sociológicas modernas que hacen hincapié en un consenso basado en
una socialización en pautas de un comportamiento públicamente aceptable. Pueden
apreciarse dos variantes de las teorías del interés, que insisten en una
conceptualización individualista del hombre, por la que su actuación
corresponden a motivaciones u objetivos privados. Para las teorías del interés
el artificio consiste en hacer de estos asuntos privados medios de cohesión
social.
Teoría del interés: la variante prudencial.
EL punto central en esta variante de la teoría del interés es el concepto de
igualdad en la gratificación, es decir, que todos los que participan en una
sociedad se benefician de esta participación en términos básicamente
equivalentes por esfuerzos básicamente iguales. Una insuficiencia de esta
variante reside en el hecho en que no explica los hechos empíricamente
comprobables de la estratificación social y la consiguiente desigualdad de
recompensas. Estas teorías solo podrán explicar la desigualdad en los beneficios
añadiendo nuevas proposiciones, según las cuales, por ejemplo, algunos trabajos
o tareas requieren mayor habilidad, preparación, experiencia que deben premiarse
para que se realicen. Esta variante prudencial de la teoría del interés,
considera a la sociedad según la dualidad Estado-Sociedad, en la que la política
sería en el mejor de los casos un mal necesario, según la tradición anarquista.
Tanto en la concepción anarquista como en la no anarquista del interés, la
fuerza es innecesaria, salo como método de deshacerse de las instituciones de
control político, responsables del desequilibrio entre el Estado y la Sociedad.
Teoría del interés: la variante de la competencia.
El elemento principal de esta teoría es la consideración del orden como
consecuencia involuntaria de la interacción humana, mientras en la variante
prudencial el orden es considerado como resultado de una voluntad humana de
cooperación. La teoría del interés hace especial hincapié en la cooperación,
mientras que la segunda versión tiende especialmente subrayar el orden como
resultado de la competencia. En esta versión de la teoría del interés, los
hombres han de competir por recursos limitados, siendo los competidores
desiguales por razón del nacimiento, edad, riqueza y capacidad, con el resultado
de que los recursos están distribuidos desigualmente en la sociedad. La versión
de Smith de la teoría del interés puede explicar, a base de criterios
económicos, la cohesión económica y la existencia del gobierno, que protege los
resultados de la competencia. El principio del orden en economía se hace
extensivo al conjunto social, en el sentido de que la fuerza motriz de la
economía y de la sociedad en esta versión competitiva de la teoría del interés
constituye un principio básico de la sociología moderna. En esta teoría del
interés, el orden es un producto de las interacciones societales, y el gobierno
es un elemento coactivo que interviene solo en casos menores, cuando la armonía
sea afectada o para proteger a la sociedad de una intervención extranjera. La
solidaridad surge de factores societales y no de la coacción ejercida por na
autoridad política centralizada.
De esta situación pueden derivarse tres consecuencias: 1) en un acorde con los
principios de Smith, la máxima estrategia sería definir el restablecimiento de
la libre competencia individual, retirando el monopolio de la minoría o sus
privilegios legislativos., 2)radica en un análisis del sistema político en
términos de competencia o alianzas de grupo. 3) y esta consecuencia ha sido
señalada por Marx, quien indicaba que el resultado lógico de la competencia era
la formación de una sociedad básicamente dicotómica, sin interés común en el
mantenimiento del ordene establecido. Para Marx, el resultado de esta
competencia no era la armonía de intereses, sino mas bien un proceso de crisis
recientes y en ultimo termino, la revolución.
Evaluación de las teorías del interés.
Según Parsons, el punto débil de la teoría del interés es que presta
insuficiente atención a la configuración del comportamiento por la aceptación de
las normas sociales por parte de los actores. La cultura aparece como un
conglomerado de signos, creencias y valores morales que modelan la manifestación
socialmente permisible reimpulsos y necesidades de los actores: la
interiorización a través de las recompensas y castigos sociales, en su mayor
parte durante la niñez, constituye una fuente importante de control social en
toda sociedad. La cultura interiorizada canaliza y dirige los impulsos
primitivos hacia formas de acción socialmente aceptadas, o por lo menos
toleradas. Así pues, desde el punto de vista de la teoría de la acción de
Parsons, las anteriores teorías del interior fallan a no conceder l atención
debida a las normas sociales. Bajo un punto de vista empírico las teorías del
interés sufren de otra insuficiencia importante ya que de hecho, en la mayoría
de las sociedades las condiciones bajo las que compiten los actores están
distribuidas diferencialmente en el sentido de que algunos empiezan gozando
considerables ventajas derivadas de la poción social o del poder político.
La teoría del interés racional es inaplicable por la sencilla razón de que los
individuos no compiten en absoluto en igualdad de condiciones y por lo tanto no
puede producirse la distribución optima de beneficios que esta teoría postula.
En términos generales, el medio familiar y el sistema educacional establecen
limites a las pautas de aspiraciones de la clase obrera de forma que, como
clase, no tienen motivaciones para competir o aspirar a ocupar puestos altos y
si aspiran a hacerlo no pueden competir.
El orden social: teoria del consenso de valores.
Esta teoría y sus valores tratan de explicar el orden social a partir de la
noción de aceptación general de los valores comunes y consideran sin sentido
toda referencia al individuo, a no se cuando se habla de el como producto
societal: “si un sistema definido de valores, compartidos hasta cierto grado con
otros miembros de la comunidad, el individuo concreto es impensable”. Debido a
que comparten ciertos valores comunes, los hombres participan también de un
sentimiento de identidad común y de un sentido de aquello por lo que merece la
pena esforzarse. Por ello y como afirma Levy: “ para que una sociedad pueda
gozar de estabilidad es preciso que sus miembros lleguen a un cierto grado de
acuerdo general sobre las orientaciones de valor básicas”. Otro componente de
esta teoría es que debe existir un acuerdo entre los medios a través de los
cuales los hombres pueden alcanzar lo valioso: este es un elemento normativo de
la sociedad: la mayoría de las veces, y para la mayor parte de las
interacciones, la ente considera como dados los valores y las normas y no los
ponen en cuestión porque se les ha enseñado a considerarlos como naturales. Las
normas son mas especificas que los valores. Los valores y normas de una sociedad
caracterizan su cultura y estructura, constituyendo el ingrediente necesario del
orden y la cohesión sociales. Haciendo hincapié en la influencia societal obre
el individuo, al tener la sociedad ciertas características o propiedades
emergentes de las que carece el individuo, la teoría funcionalista ha hecho de
esa proposición un punto de partida, pretendiendo dar una respuesta a la
cuestión del orden desde una perspectiva societal y no individual.
La escuela funcionalista contemporánea, con la que Parsosn está relacionado,
parte de la pregunta ¿ cuales son los requisitos previos de una sociedad? ¿Qué
debe ocurrir para que cualquier sociedad pueda seguir existiendo?. Puesto de que
se parte de la idea que cualquier sociedad es una entidad moral compuesta por
creencias, normas y valores mutuamente aceptados y mas o menos integrados en la
mente de la gente, la fuente primaria del orden social debe buscarse en la mente
de la gente.. Debe solucionarse el problema del orden ligado al de la escasez,
es decir, debe evitarse la guerra del todos contra todos.
Partiendo de la base de que esto pueda conseguirse, el imperativo final es
mantener el nivel de satisfacción de la gente a un nivel tal que les permita
participar del sistema. En la teoría del interés individual, el artificio del
orden social se realizaba a través de la concepción de las consecuencias no
previstas de las acciones individuales, pero en la teoría del consenso de
valores el orden social esta implícito en la noción misma de los valores y las
normas que son socializados en los jóvenes. Así pues la fuerza y la coacción
constituyen una categoría analítica residual en la teoría del consenso de
valores; esto no significa que los que defienden esta teoría se olviden de
ellos, sino que no los consideran el centro de su análisis del orden.
Insuficiencias en la teoria del consenso de valores.
Lo que resulta difícil explicar es cómo apareció en una sociedad concreta un
sistema particular de valores y normas y en sociedades diferentes: pensemos en
los niveles diferenciales de tolerancia del homicidio, la infinita variedad de
comportamientos sexuales socialmente aceptables, etc. Debe especificarse, como
hace Parson, un consenso de valores validos para oda una sociedad, y elevarlo a
un alto grado de generalización. Otro problema que se plantea en relación a la
teoría del consenso de valores es que carece de una perspectiva de las personas
o los grupos que influyen en el sistema de valores. Los valores de una sociedad,
suponiendo su existencia común, no se limitan a estar ahí, no son un simple
hecho, aunque puede ser que una vez que estén implantados en las mentes de la
gente sean como piedras y bosques. Otro problema de esta teoría es la enorme
dificultad de contemplar un consenso de valores, dado que se supone que esta
dentro de la mente de la gente, a partir de la observación de su comportamiento.
Pero los valores no son equivalentes a la conducta, puesto que los primeros son
un estado mental y la segunda una acción de uno u otro tipo. Por consiguiente,
suponiendo que en una sociedad hemos encontrado una serie de valores diferentes,
que esos valores estén distribuidos de manera fortuita o no, podríamos
desembocar en una situación de conflicto explicitada en una de estas formas. En
primer lugar, si los valores están distribuidos al azar los individuos luchan
por realizar sus valores, lo que nos conduce a la teoría del interés
competitivo. Esto es claramente incompatible con la teoría del consenso de
valores y podría conducir a un conflicto de naturaleza destructiva. En segundo
lugar, suponiendo algo empíricamente mas probable, a saber que los valores
particulares tiende a estar asociados con grupos particulares, desembocamos una
vez mas en un conflicto potencial, al querer cada grupo realizar sus objetivos
de valor.
El acuerdo relativo a ciertas normas representa el concepto de cohesión social
mas importante, tanto desde el punto de vista de la teoría de Hobbes (el
contrato, origen de la sociedad civil) para la teoría que explica la cohesión
social por el interés, ya que este punto de vista depende de manera esencial de
la proposición de que los hombres son muy diferentes en cuanto a capacidades,
valores, inteligencia, perseverancia, interés, etc. Si todos los hombres fueran
iguales, no se ganaría nada. La diversidad puede ser fuente de cohesión en una
sociedad con respecto a los bienes privados, con respecto a los bienes públicos,
la ausencia de diversidad de deseos puede ser fuente de cohesión social. Así
pues, cuanto mayor es la diversidad de una sociedad respecto a los bienes
privados y cuanto mayor es su homogeneidad con respecto a los bienes públicos,
tanto mayor será su cohesión.
Cuando partimos de la base que la gente acepta las normas, nos queda todavía el
problema del porque obedecen los individuos las reglas. Según la teoría de la
coacción, la obediencia es consecuencia de un temor al castigo por la no
conformidad, mientras que la teoría del interés mantiene que la obediencia es
producto de la satisfacción del interés personal. La teoría del consenso de
valores dice que la obediencia es producto de una aceptación socializada del
orden social vigente. La teoría del consenso de valores explica con bastante
claridad por que en la mayoría de los casos la ente obedece las reglas sin hacer
preguntas, pero es insuficiente para explicar cómo se mantiene el orden cuando
algunas personas pierden o no han adquirido el habito de obedecer. La teoría del
interés puede explicar por que actúa entre si la gente señalando que se trata de
satisfacer impulsos de uno u otro tipo, pero no puede explicar de forma
suficiente el orden que aparece en la interacción, lo que si puede hacer la
teoría del consensos de valores al proporcionar un contexto social y un
contenido de impulsos sin forma del individuo. Es así como estas dos teorías,
juntas o separadas, dejan abierta la posibilidad de conflicto, por lo que es
necesario recurrir a algunos elementos de la teoría de coacción.
Raymond Aron
Democracia y Totalitarismo
De la Política.
Habla de tres equívocos fundamentales que uno se enfrenta cuando habla de
política.
1) Con la palabra política se traducen dos vocablos ingleses, cada uno de los
cuales tiene una significación muy precisa. Política significa lo que los
anglosajones llaman policy. Se entiende por policy una concepción, u programa de
acción o la acción misma de un individuo, grupo o gobierno. La palabra política
designa el programa, el plan de acción o la acción misma de un individuo o de un
grupo respecto a un problema o a la totalidad de los problemas de una
colectividad.
Un segundo significado de política , politics, en inglés se aplica al campo en
que rivalizan o se oponen diversas políticas. La política es el ámbito n donde
competen individuos o grupos, cada cual con su policy, es decir con sus fines,
intereses y filosofía. La colectividad política se define por l integración de
programas de acción en parte contradictoria y en parte compatibles.
2) Designamos con el mismo vocablo la realidad y la conciencia que dela misma
teneos: con el termino política indicamos el conflicto entre partidos y el
conocimiento de ello. Lo político designa a la vez un ámbito y su captación y en
ambos casos el origen del equivoco es el mismo. La conciencia de la realidad es
parte de la realidad misma. Todo régimen político, se supones, es conocido por
los individuos que lo integran. La integración de la conciencia en política
plantea el problema de la relación existente entre el juicio fáctico y el juicio
de valor, lo cual no ocurre cuando se trata de realidades naturales.
Se debe a que denominamos también política a un sector particular del conjunto
social cuando lo mismo hacemos con este ultimo, considerado desde cierto punto
de vista. La sociología política estudia determinadas instituciones como los
partidos, el parlamento y la administración. Estas instituciones tal vez formen
un sistema, pero un sistema parcial en todo caso comparado con una familia, la
religión o el trabajo. Este conjunto social se trata de un sector cuyas
repercusiones sobre el conjuntos social son inmediatamente perceptibles. La
forma en que se ejerce la autoridad y la elección de los gobernantes son la
esencia de la política.
Política es ante todo la traducción del término griego politeia y lo que los
griegos denominaban el régimen de la ciudad, es decir, el tipo de organización
del mundo. Si la política es el régimen de la colectividad o su forma de
organización, fácilmente comprenderemos el equivoco del sentido limitativo y del
sentido globalizador de la palabra. El sentido limitativo se aplica al sistema
particular que determina los gobernantes y la forma de la autoridad. El segundo
equivoco se deriva del ya comentado. Toda sociedad posee un régimen y no puede
evitar tomar conciencia de si misma sin descubrir la diversidad de regímenes y
el problema que esta plantea.
El equivoco entre los programas de acción y el ámbito resulta así por ultimo
comprensible. La política, en el sentido de programa de acción, tiene múltiples
facetas: política de los que detentan la autoridad y la ejercen de cierta
manera, política de los individuos o grupos que cuentan con objetivos propios y
quieren emplear determinados métodos.
¿En qué sentido hay que entender la primacía de la política?
Todas las sociedades modernas son democráticas, es decir, conducen a la
eliminación progresiva de la distinción de condiciones o de estatus personal,
pero tales sociedades se prestan a revestir una modalidad despótica o tiránica:
las sociedades industriales modernas, se diferencian ante todo por la
organización de los poderes públicos, arrastrando estas diversos rasgos del
sistema económico y de las relaciones entre los grupos. En el siglo ñeque
vivimos todo ocurre como si, en el genero denominado sociedad industrial fuese
la política la que determinase las diferentes especies. Todo el estilo de vida
en común se ve modificado por las diferencias de la política considerada como
sistema parcial.
El segundo sentido en que el autor considera la primacía de la política es un
sentido humano. En relación al hombre, lo político es mas importante que lo
económico porque lo primero afecta al sentido mismo dela existencia. Las
relaciones de los seres humanos entre si son l fenómeno fundamental e toda
colectividad. Ahora bien, la organización de la autoridad absorbe directamente
la forma de vida que cualquier otro aspecto de sociedad. La política en su
sentido limitativo, es decir en el sector particular en el que son elegidos y
actúan los gobernantes, no determina todas las reacciones de los hombres entre
si, en el seno de la colectividad, pues no faltan relaciones terminadas por la
organización de la autoridad en el sector particular denominado político. La
forma del ejercicio de la autoridad y de designación de jefes contribuye en
mayor grado que cualquier otra institución a librar o moldear el estilo de las
relaciones entre los individuos. En la medida que el estilo de tales relaciones
es la definición misma de la existencia humana, la política se encontrará mucho
mas próxima de lo que debe merecer ante todo el interés del filosofo o del
sociólogo que cualquier otro sector de la colectividad.
Robert. A Dahl
Análisis Politico Actual
El análisis político nos sirve para poder comprender el mundo en que vivimos,
realizar opciones mas inteligentes entre las alternativas que nos enfrentamos y
ejercer influencia en los cambios inherentes a todos los sistemas políticos.
Cuatro Orientaciones.
Orientación empírica
La mayor evidencia del análisis empírico se presenta en las ciencias naturales,
pero también está presente en todas las ciencias sociales y del comportamiento.
La validez de las proposiciones empíricas depende de cómo el hombre percibe e
interpreta al mundo, por lo tanto estas pueden quedar alteradas o ser refutadas
a la luz de nuevas observaciones, percepciones, experimentos o interpretaciones.
Orientación normativa.
El análisis normativo es característico de la religión y la filosofía y resulta
evidente en materias como la ética y la filosofía política. Al igual que la
empírica, la normativa es una parte ineludible de nuestros actos y creencias.
Cuando una orientación es normativa estimula la búsqueda más sistemática del
conocimiento y se trata de buscar respuestas a preguntas como las siguientes:
¿qué queremos decir con bueno y mejor? ¿hay un único criterio óptimo para juzgar
lo bueno, como la felicidad, la libertad, la igualdad o la justicia?, etc.
Orientación política.
El análisis de política realiza la búsqueda de cursos de acción o actos que
puedan cerrar una parte de la brecha que hay entre un estado actual de cosas y
uno posible, futuro, que sería mejor. Vemos que algo es insatisfactorio,
deseamos llegar a un estado de cosas más conveniente y buscamos una solución:
una política que nos lleve de donde estamos a donde queremos estar.
Orientación semántica.
El análisis semántico trata de aclarar el significado, especialmente de
conceptos claves. La aclaración del significado es un elemento importante del
análisis político, porque muchos de los conceptos clave que en él se utilizan no
tienen una definición comúnmente aceptada. Por ejemplo, la libertad, la
democracia, la revolución, coerción, son términos ambiguos.
Cómo se vinculan las cuatro orientaciones.
El análisis de la política comprende el análisis de lo que es y de lo que debe
ser. Es una combinación especifica que se aplica a circunstancias concretas,
tanto de análisis empírico como de supuestos normativos. Se juzgaría que una
política es mala si se basara en una comprensión falsa del mundo, de modo que no
condujera a los resultados propuestos o si provocase lo que consideramos una
consecuencia mala aun cuando fuese la consecuencia propuesta.
Almond y Powell
Política Comparada: una concepción evolutiva
El Sistema Político
Según Almond el sistema político no solo comprende las instituciones de
gobierno, como las legislaturas, tribunales de justicia y organismos
administrativos, sino todas las estructuras en sus aspectos políticos:
relaciones de parentesco y agrupaciones de casta, asesinatos, revueltas o
manifestaciones y las organizaciones formales como partidos políticos, grupos de
interés y medios masivos de comunicación. Es decir, no solo expresa que el
sistema político se ocupa únicamente de la fuerza, la violencia o la compulsión,
sino que la coacción es su cualidad distintiva. También menciona el carácter de
“interdependencia” de sus partes constitutivas, al igual que Welsh. Asimismo,
menciona la noción de límite: un sistema comienza en algún punto y termina en
otro. Estos límites son fluctuantes ante ciertos acontecimientos: guerras,
elecciones, etc. Almond incluye en el sistema analítico de los sistemas
políticos los términos de “Estructura y Cultura”. Por estructura entiende las
actividades observables que componen el sistema político y que existe una
regularidad común a todas ellas. Una de las unidades básicas del sistema
político es el “rol político”, los cuales se relacionan mutuamente formando
estructuras. Todo sistema político se ve obligado continuamente a reclutar
individuos para sus roles políticos para hacer funcional sus estructuras. En
cuanto a cultura, Almond dice que para estudiar un sistema político es necesario
conocer sus tendencias subyacentes como su comportamiento real, eso lo denomina
cultura política que incluye también la dimensión psicológica del sistema
político. Esta consiste en las creencias, valores y capacidades que son comunes
al total de la población, así como también, a las tendencias especiales, modelos
y patrones que solo pueden encontrarse en sectores particulares de esta última.
Así, los grupos regionales o étnicos o las clases sociales que componen la
población de un sistema político la llama subculturas. Es decir, Almond recalca
que cuanto mas aprendamos acerca de la estructura y la cultura de un sistema
político podremos caracterizar con más eficacia sus propiedades y predecir y
explicar su comportamiento. A esto, introduce dos conceptos fundamentales: la
socialización política, el proceso mediante el cual se inculca a los niños
determinadas actitudes políticas y valores y en segundo término, la
secularización, que nos permite dar cuenta del aspecto de desarrollo de la
cultura política y es el proceso mediante el cual los hombres acrecientan la
capacidad racional, analítica y empírica de su acción política, es el proceso
mediante el cual las orientaciones y actitudes tradicionales ceden ante procesos
de decisión mas dinámicos que exigen recoger y evaluar información, establecer
cursos de acción alternativos, seleccionar un curso elegido producirá o no las
consecuencias que se busquen.
En otro plano, Almond establece “productos” y “resultados” que determinan
cambios en el medio externo y que a su vez afectan al sistema político
(realimentación): imputs o ingresos provenientes del medio exterior del sistema
político y outputs o producción de resultados hacia el medio exterior. Aquí
Almond cita a Easton cuando distingue dos tipos de insumos: las demandas y las
ayudas. Las demandas pueden ser: de bienes y servicios, de regulación de la
conducta, de participación en el sistema político, de comunicación e información
en el orden político. Otros tipos de insumo son las ayudas, que pueden ser:
ayudas materiales, obediencia a las leyes y a las normas, ayudas mediante
participación política. Los insumos pueden provenir de tres fuentes: sociedad
interna, las elites políticas y la estructura internacional. En cuanto a los
productos, habla de cuatro clases que pueden o no responder a las demandas, y
ello depende del tipo de sistema político que se trate: los productos son:
extracciones, por ejemplo, tributos, tasas, etc., regulaciones de la conducta,
prestación o distribución de bienes o servicios, oportunidades, honores, etc., y
productos simbólicos que incluyen afirmación de valores, exhibición de símbolos
políticos, declaraciones políticas, etc.
Almond desarrolla también los aspectos funcionales de los sistemas políticos. Al
comparar el funcionamiento de las estructuras y el papel regulador de la cultura
política, sobre las bases de las funciones comunes que desempeñan en todos los
sistemas, podemos analizar sistemas que son muy diferentes entre si. Así,
refiere que algunos sistemas políticos son principalmente regulativos y
extractivos, como los sistemas totalitarios. Asimismo podemos hablar de su
carácter regulador, en la medida que algunos sistemas políticos extraen y
distribuyen los recursos de sus poblaciones hacia otros sectores de la
población. En un segundo nivel, Almond refiere a los procesos de transformación
o conversión que actúa dentro del sistema y mediante el cual el sistema
transforma los insumos en productos. También hace mención a la comparación de
sistemas políticos, en donde debemos comparar capacidades, funciones de
conversión y funciones de mantenimiento del sistema y adaptación y las
interrelaciones entre estos niveles de funciones. Cuando habla de desarrollo de
los sistemas políticos, los vincula con el ámbito internacional, la sociedad
interna o las elites políticas existentes en el sistema político. El análisis
del desarrollo político lo realiza considerando cinco factores importantes: el
primero habla de la estabilidad de un sistema que depende en gran medida de la
naturaleza de los problemas que deba enfrentar. El segundo factor reside en los
recursos que el sistema puede obtener en las diversas circunstancias, el tercero
las transformaciones sufridas por otros sistemas sociales que puede afectar el
desarrollo político, el cuarto factor es el patrón de funcionamiento el sistema
y el quinto factor es la respuesta de las elites políticas a los desafíos del
sistema.
Easton, David
Ciencia Política
En enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales
Cuando los criterios modernos se han impuesto sobre el pensamiento de los
filósofos sociales del pasado, es posible identificar sus preocupaciones
intelectuales como parte de lo que hoy día hemos dado en llamar ciencia
política. A mediados del siglo XX, la disciplina amenazaba con venirse abajo,
debido al enorme esfuerzo que suponía establecer un orden lógico y coherente en
un bamboleante montón de conocimientos sobre los más variados asuntos.
Su objeto
Dos clases de criterios muy diferentes han surgido en el último siglo para
diferenciar la vida política de los demás aspectos de la sociedad, y por tanto,
para aislar el objeto de la ciencia política. Ha sido definida como el estudio
de las instituciones gubernamentales (o políticas) o como el estudio del Estado
o como el estudio del poder o del proceso de adopción de las decisiones.
Criterios Institucionales
Instituciones Gubernamentales: Se encuentran dentro del criterio institucional.
Hasta la fecha, la forma mas frecuente de describir el objeto de la ciencia
política ha consistido en considérala como el estudio de las instituciones
políticas o gubernamentales. Su contenido dependerá en cada momento del consenso
manifiesto pero impreciso de cada generación de politólogos.
El Estado: También se encuentra dentro del criterio institucional.
De todas las formalizaciones conceptuales del objeto de la ciencia política, la
del Estado es la que ha tenido una historia mas larga.
Se suele citar a Maquiavelo como uno de los primeros que emplearon el término,
pero es dudoso que su hallazgo le pertenezca.
La laga tradición del Estado como concepto político básico constituye más bien
una prueba de la influencia de los intereses políticos prácticos sobre los
puntos de vista del investigador que del valor del concepto para la comprensión
de la vida política.
En realidad su poco valor para la teoría se ha puesto muy manifiesto desde la
segundo guerra mundial y ahí su uso profesional fue reducido (Easton).
A fines del análisis e investigación, los estudiosos han despojado al término de
la mayor parte de lo contenido, ha quedado reducido simplemente a un armazón
conceptual, vacío de significado y de valores, que sirve para identificar a los
actores de la escena internacional.
Poder: Aparece dentro del criterio funcional.
Su característica principal era acotar el estudio de la política al Estado,
concebido éste como un cuerpo de normas constitucionales formales. De este modo,
la ciencia política se convirtió en un árido formalismo jurídico que se apartaba
por completo de la realidad social y a veces parecía perder el contacto con la
propia realidad jurídica.
A lo sumo una teoría general del poder social sería útil para proyectar la luz
sobre las propiedades de las relaciones de poder en un marco político.
Adopción de decisiones: Hacia mediados de siglo xx apareció una variante
importante y popular del tema del poder en cuanto objeto de la ciencia política.
Según esta concepción, el poder adquiere significado porque conduce al control
de los procesos a través de los cuales se adoptan y ejecutan las decisiones
publicas.
Se ha llegado así a la interpretación directa de la vida política con una serie
de relaciones a través de las cuales se formulan y ejecutan las decisiones o los
programas políticos.
El componente del poder queda en segundo plano, como un simple factor
condicionante de las decisiones.
La adopción de decisiones ha demostrado ser una de las ideas primordiales de los
decenios posteriores de la segunda guerra mundial, y pocas formalizaciones
conceptuales de la ciencia política pueden permitirse el lujo de ignorarla por
completo. Las decisiones al igual que el poder son también características de
las demás esfera de la vida social.
Easton describe al sistema político como el comportamiento o serie de
interacciones a través de las cuales se hacen y se cumplen en nombre de una
sociedad los repartos investidos de autoridad (o decisiones vinculantes). Lo
define como las interacciones tomadas colectivamente, las cuales constituyen el
comportamiento al cual se refiere el término “sistema político”. En toda
sociedad vamos a encontrar tipos de interacciones cuyo objetivo principal
consiste en influir y modelar el procedimiento a través del cual los repartos de
valores hechos por la autoridad (decisiones y acciones) se llevan a cabo en
nombre de la sociedad. Son estas interacciones, tomadas colectivamente, la que
constituyen el comportamiento al cual se refiere el término “sistema político”,
es el estudio de esas interacciones el que proporciona el objeto de la ciencia
política. Easton examina cada uno de los términos que componen la frase
“repartos de valores investidos de autoridad en nombre de la sociedad” sin
queremos comprender todas sus inferencias. Entonces, argumenta que la política
gira en torno a los “repartos”, a través del cual se distribuye cosas valiosas
ente los miembros de una sociedad, el cual puede presentarse en tres formas:1)
cuando una decisión o acción impide a un miembro conservar un valor que ya
poseía, 2) cuando le impide obtener uno que quería poseer, 3) cuando le permite
acceder a un valor que, de otro modo, podría haber obtenido. En general, el
reparto adjudica beneficios o impone privaciones en formas diferentes de lo que
hubiera sido de no existir las actividades del reparto. Un reparto de valores
puede ser formal. En los sistemas políticos modernizados, los repartos asumen la
forma de leyes, sentencias y ordenanzas administrativas. También estos repartos
pueden no ser formales, tal es el caso de una acto administrativos que
modificara sustancialmente una ley en el proceso de aplicación o en las sociedad
primitivas. El control sobre los repartos puede estar difundido a través de toda
la sociedad, como en una democracia directa, o puede estar en manos de unos
pocos, como en el caso de una autocracia. Estos repartos pueden beneficiar a los
miembros de una sociedad o a unos pocos poderosos. Pero los repartos están tan
todas las esferas de la vida, La propiedad característica de un reparto en un
sistema político consiste en que, por regla general, es muy probable que a las
decisiones y acciones se les reconozca autoridad. Si no es así, el sistema puede
que esté a punto de derrumbarse y esto no quiere decir que sea aceptado
legítimamente. Puede llegarse a esta conclusión solo en el caso de que
consideremos equivalentes autoridad y legitimidad, identidad posible, pero no
necesaria. También hace una distinción entre sistemas políticos organizacionales
y el sistema político societario. Y es que en otros tipos de organizaciones
también se llevan a cabo repartos investidos de autoridad. Sostiene que los
sistemas políticos son subsistemas del sistema internacional, del mismo modo que
los Estados federados o provincias pueden ser subsistemas de los llamados
sistemas políticos nacionales, es decir, una interacción entre sistemas
políticos en un plano superior a la generalidad.
Stephenson, D G
American Government
Gobierno y Política Pública.
La política pública es en conjunto aquello que los gobiernos hacen. Todo lo que
un gobierno hace tiene efectos de largo plazo en la población. El grado en que
un gobierno debe supervisar y regular la vida económica y social de una nación
es una materia continua de debate. La política publica puede ser definida de
diferentes maneras, pero mas simplemente como “todo aquello que los gobiernos
deciden hacer o no hacer”. Financiar investigaciones sobre el cáncer, extender
cheques de seguridad social a millones de ciudadanos, recortar o aumentar los
impuestos, incrementar los gastos de defensa, etc. Todo debate político gira en
tono al curso de acción que un gobierno adoptará (o no adoptará) en determinada
área. Por consiguiente, distintos grupos abogarán y presionarán por conseguir
políticas públicas que favorezcan sus propios intereses, sin contemplar los
efectos que tales políticas tendrán en otros sectores.
La política pública resulta un reflejo de los conflictos sobre las demandas. La
heterogeneidad de las demandas y sus consecuencias constituyen la raíz del
conflicto político. Las elecciones, los debates sobre leyes y procedimientos,
etc, son especialmente importantes en virtud que se vinculan directamente con el
curso de la política pública. El conflicto está dado en la disputa de grupos,
entre los que ganarán y los que perderán en su lucha por configurar las acciones
de gobierno a sus propios interés.
En el proceso de elaboración de políticas públicas existe una gran gama de
modelos. Entre ello se encuentra el modelo sistémico, según el cual las
políticas constituyen productos de la relación entre el sistema político y su
ambiente social, cultural y económico. Desde el ambiente el sistema político
recibe “imputs” en forma de demandas o apoyos a las cuales es sistema político
responde con “outputs”, es decir, con decisiones oficiales o autoritarias. Tales
decisiones afectarán al ambiente y motivarán nuevos “inputs” al sistema.
Enfoques sobre la elaboración de políticas (policymaking).
1 -Modelos del proceso de elaboración de políticas.
Modelo sistémico
Cada política es un producto de las relaciones entre las instituciones
gubernamentales y su ambiente social, económico, político y cultural.
Modelo burocrático
Debido a su contenido y a su experiencia, las juegan un papel crucial en la
elaboración de las políticas.
Modelo marxista
Las decisiones sobre políticas públicas reflejan los intereses de la clase
dominante a expensas de los trabajadores.
Modelo capitalista de libre mercado
Las leyes naturales de la oferta y la demanda predominan en el mercado y el
gobierno juega sólo un papel limitado en la conformación de esas leyes.
2- ¿Quién hace las políticas públicas?
Elitismo
Las decisiones sobre políticas públicas son hechas por grupos de individuos
relativamente pequeños que actúan en su propio interés más que en la de los
demás ciudadanos.
Pluralismo
Las decisiones sobre políticas públicas son el resultado de las luchas entre
grupos rivales, con los diversos intereses de las masas, reflejados y
representados en el proceso de elaboración de políticas públicas.
3- Enfoques sobre la forma en que se hacen las Políticas Públicas.
Enfoque racional comprensivo
Las decisiones deberían identificar problemas, los valores que desean conseguir,
considerar las políticas alternativas que permitirían alcanzar esos valores,
evaluar los costos y beneficios de cada alternativa, seleccionar e implementar
la estrategia política y que permita obtener los valores buscados con los
beneficios y los menores costos.
Incrementalismo.
Los críticos de este enfoque sostienen que las ataduras a las viejas políticas
reducen la posibilidad de aproximaciones a nuevas políticas y que la
sensibilidad al político y el énfasis en el acuerdo pueden implicar la alusión
de intereses no tienen poder político.
Otros modelos ven el proceso de elaboración de políticas desde diferentes
perspectivas. El modelo burocrático pone de manifiesto el papel crucial de las
burocracias y la experiencia que pueden proveer en la elaboración de políticas.
Otros modelos ven al proceso de elaboración de políticas desde diferentes
perspectivas. El modelo burocrático pone de manifiesto el papel crucial de las
burocracias y la experiencia que pueden proveer la elaboración de políticas.
Algunos modelos utilizan un armazón ideológico con un enfoque económico para
explicar como las políticas son o deben ser hechas. El marxismo sostiene que las
decisiones sobre políticas públicas en los regímenes no marxistas reflejan los
intereses de la clase económica dominante a expensas de los obreros. El modelo
capitalista de libre mercado aprecia un papel limitado del gobierno, ya que las
leyes naturales de la oferta y la demanda prevalecen en el mercado.
Dos de las más útiles interpretaciones acerca de quien hace las políticas
públicas la proveen el elitismo y el incrementalismo.
El elitismo sostiene que las decisiones sobre políticas públicas son hechas por
grupos de individuos relativamente pequeños en su propio interés: ciertos
elementos de la “mass media”, los grandes empresarios y los militares han sido
reflejados como comprendidos en las élites.
El pluralismo considera que las decisiones sobre políticas públicas son el
resultado de las luchas entre grupos contrapuestos más que de una élite. Las
políticas, según esta concepción, no son determinadas por una única conjunción
de valores, como sostiene el elitismo, sino por un conjunto de valores en
conflicto que surgen de distintos grupos.
Un segundo tema está dado por como las decisiones son tomadas. Dos perspectivas
enfrentadas son el enfoque racional – comprensivo y el incrementalista.
El modelo racional – comprensivo implica una secuencia de pasos para las
decisiones “racionales”. Los decisores identifican problemas, hacen un ranking
de los valores que persiguen, consideran varias políticas alternativas que
procuren la obtención de esos valores, analizan los costos y los beneficios de
cada alternativa y eligen e implementan la estrategia que permita alcanzar los
fines buscados con los más bajos costos y los más altos beneficios. Este modelo
fue criticado por imponer demandas poco realistas en los decisores. Los críticos
del mdoelo argumentan que la información en el mundo real es limitada e
imprecisa y que la colisión de intereses torna posible cualquier ranking de
valores.
El incrementalismo es un modelo alternativo que toma en cuenta esas críticas.
Sostiene que las decisiones actuales son apenas marginalmente diferentes de las
decisiones pasadas. Las decisiones no comienzan con las manos limpias, pero
suelen apuntar a cambios marginales en las políticas existentes. Para el
incrementalismo, la capacidad de lograr un acuerdo entre grupos contrapuestos
define una buena política pública.
Hay que tener en cuenta que la utilidad de un modelo radica en que ayuda a
mejorar nuestro entendimiento de la realidad. Ningún modelo puede describir
completamente un sistema político complejo.
Etapas en el proceso de las políticas.
En el mundo real de la política y del conflicto, la elaboración de una política
pública casi siempre aparenta estar rodeada de un caos. Los grupos demandan o se
oponene, los medios masivos de comunicación informan o ignoran un hecho, etc. La
elaboración de políticas públicas no es como una obra en la que todos los
actores siguen un libreto predeterminado.
El análisis de las políticas públicas tratan de desagregar el proceso de
elaboración de políticas en etapas definidas, para odenar votar de sentido a lo
que aparece como caótico en un principio. Puede hablarse de cindo etapas en la
elaboración de políticas.
Un problema o “issue” debe de algún modo ingresar en la agenda del gobernante.
Se discuten propuestas para resolver el problema.
Los funcionarios del gobierno adoptan una política luego de elegir una
estrategia específica para la acción entre las propuestas debatidas.
Los burócratas implementan o traducen en acciones la propuesta adoptada.
La política es evaluada para determinar si tuvo o no éxito en la resolución del
problema originalmente definido.
La agenda de políticas de gobierno está compuesta por la lista de “issues” que
conformó los funcionarios elegido. Los gobiernos debe elegir las materias que
recibirán su particular atención en determinados momentos. Entre los factores
que contribuyen el ingreso de determinado “isuue” en la agenda de gobierno se
encuentran los cambios tecnológicos, las demandas de grupos políticamente
activados, la evolución de los valores sociales, la amenaza de las crisis o de
guerra, las condiciones económicas cambiantes y la voluntad política de un líder
fuerte. A veces, los medios de comunicación pueden llegar a crear “issues”
centrando su atención en determinados asuntos.
Los issues de las agendas políticas son siempre cambiantes. Diferentes conjuntos
de “issues” han dominado la discusión sobre políticas en distintos momentos. Los
severos problemas económicos de la gran Depresión de la década del 30 movió a
los funcionarios gubernamentales a invertir gran parte de sus esfuerzos en
programas vinculados con el alto desempleo, el cierre de fábricas y la quiebra
de bancos. Durante los años 60, la pobreza, el hambre y la desesperación en los
ghettos urbanos fueron el blanco del mayor número de políticas, antes de la
guerra de Vietnam. En la década el 70, uno de los “issues” qu más ha tenido en
cuenta estuvo dado por el medio ambiente, sin embargo, el petróleo árabe de esa
década puso un sorpresivo fin a la energía barata. En los años 80, el uso del
dinero como resorte público se convirtió en un “issue” que prácticamente afectó
a todos los demás en la agenda política. Los “issues” que comprenderán las
agendas de los gobernantes en el siglo XXI no pueden ser precedidos. La agenda
es comparable a un calidoscopio: el paso de las décadas resulta en una constante
transformación de los diseños de “issues”.
Formulación de políticas.
Una vez que el “issue” pasa a formar parte de la agenda de gobierno, el debate
público se centra en propuestas específicas acerca de qué debe hacer el gobierno
y de qué manera. Decir que el gobierno debe “hacer algo” sobre el déficit
presupuestario, los desechos tóxicos, etc, es solo un comienzo. El hallazgo de
resultados requiere una estrategia de políticas específica, un curso de acción
particular diseñado para paliar el problema originalmente definido. Los
interrogantes sobre qué debe hacer el gobierno, a quién beneficia y a quién
soporta los costos de esa acción hacen el debate sobre políticas. Grupos con
ideologías diferentes proponen distintas soluciones a los problemas. Los
diferentes sectores esperan del gobierno distintas políticas y cualquier cosa
que el gobierno haga tendrá para cada uno de ellos consecuencias diferenciadas.
Las demandas de los grupos de intereses, los deberes en el Congreso, los
requerimientos de las burocracias, entre los partidos políticos y sus
candidatos, los discursos presidenciales, las noticias de los medios de
comunicación, todo, apuntan a la pregunta sobre qué debe hacer el gobierno en
cada área.
Adopción de políticas.
La adopción formal se produce a través de diversos caminos. Una ley aprobada por
ambas cámaras del Congreso y debidamente ratificada por el presidente de la
Nación constituye un ejemplo. Si las dos cámaras aprueban la iniciativa y si el
Presidente concuerda con la necesidad de la medida, la ley resultante representa
la adopción formal de una estrategia para la acción. Sin embargo, la adopción de
una política no implica el cierre del debate. Quienes resultaron perdedores
(dentro y fuera del gobierno) por la adopción de determinada política pueden
dirigirse a otras áreas del sistema político y buscar la revisión o la
modificación de la decisión política.
Implementación de políticas.
El debate sobre políticas es en realidad, un debate sobre ideas. Las burocracias
desempeñan un papel central en esta etapa del proceso de elaboración de
políticas y son en última instancia responsables de traducir las ideas en
acción. Dadas las diferencias sobre las políticas, no toda política puede ser
implementada de la misma manera. Distintas burocracias poseen muy diferentes
problemas en el proceso de implementación de políticas.
Evaluación de políticas.
La etapa analítica final en la evolución de las políticas es la evaluación.
Determinar si una estrategia adoptada e implementada resolvió el problema
originalmente definido o contribuyó en atenuarlo, es el objetivo de la
evaluación. Sin embargo, la evaluación definitiva de una determinada estrategia
es más una declaración que un hecho real, en la práctica.
Los resultados desfavorables casi siempre pueden ser justificadas a través de la
citación de instrumentos adecuados de investigación, insuficiente tiempo para
evaluar la política inexacta interpretación de sus hallazgos. Los resultados de
la evaluación suelen acrecentar el debate sobre las políticas más que a
concluirlo.
Aunque la mayoría de las políticas no son evaluadas formalmente, son a menudo
apreciadas informalmente durante el proceso de implementación.
Tipos de política pública.
Tal vez, el esquema más común de categorías está dado por la política exterior,
que incluye las decisiones sobre relaciones con otras naciones, y la política
doméstica, que abarca las decisiones relativas a los asuntos que afectan a los
ciudadanos del país. Los grupos de intereses suelen estar mucho menos
interesados en la política exterior que en las políticas domésticas, las que los
afectan en forma más inmediata y directa. Las políticas domésticas puede ser
subdivididas en áreas funcionales, tales como educación, salud, transporte,
energía y medio ambiente.
Categorías de políticas del gobierno nacional.
El gobierno nacional, con el paso del tiempo, ha ido tomando nuevas funciones y
responsabilidades para dar adecuada respuesta a crisis, cambios tecnológicos,
demandas de la ciudadanía y presiones políticas. Seis categorías sustantivas
pueden ser útiles a los efectos de ordenar el alcance de las políticas del
gobierno nacional.
William E. Welsh (Cap. I)
¿Qué es la Política?
La política es omnipresente en las circunstancias humanas. La actividad política
nos rodea completamente. La política influencia en la vida de todos,
independientemente si uno participa en política o no. Esta característica de la
política condujo a Aristóteles a caracterizar al hombre como un zoon politikon,
como un ser político. El hombre no puede ser de otra manera.
La política es un resultado necesario de la proximidad del hombre al hombre, y
de la escasez de los recursos disponibles para satisfacer las necesidades y
deseos de los seres humanos.
Donde los hombres perciban la necesidad de organizarse con el propósito de
lograr las gratificaciones materiales o físicas, el proceso político comienza a
jugar. A la política, Aristóteles la caracterizó como la ciencia maestra, dijo “
la política legisla tanto en lo que tenemos que hacer como en lo que tenemos que
reprimir hacer”.
Tres enfoques para definir la Política
I Enfoque.
Para algunos la política consiste en aquellos comportamientos humanos centrados
en las instituciones y prácticas de gobierno.
El proceso a través del cual las comunidades humanas enfrentan sus problemas,
con los obstáculos que ellos perciben entre sus condiciones presentes y las
metas que deseen lograr.
La política consiste en aquellas interacciones humanas que involucran el uso o
amenaza de uso del poder o la autoridad.
Un proceso por el cual los recursos escasos (humanos, materiales, espirituales)
son asignados dentro de una unidad social (ej. la ciudad, estado, nación) con el
propósito de proveer a las necesidades y deseos humanos.
II Enfoque.
Un segundo enfoque plantea la idea de listar cuestiones que deberían ser
preguntadas y respondidas al comprender la política, por ejemplo ¿cómo persisten
las organizaciones humanas a través de condiciones de tensión y cambio? ¿cómo
los hombres o grupos logran y mantienen el poder? etc.
Este segundo enfoque no ofrece una definición específica de política. Este
enfoque sugiere que la política puede estar entendida por la reflexión sobre
algunas preguntas fundamentales.
III Enfoque
Identificar las principales categorías de actividades o comportamiento que
constituyen la política, por ejemplo: algunos ven el conflicto como la esencia
de la política. El conflicto es una característica necesarios de la sociedad.
Los seres humanos proceden de variados antecedentes culturales, tienen complejos
y diferentes conjuntos de preferencias. Los recursos materiales, humanos y
físicos poseídos por las sociedades son limitados e insuficientes para
satisfacer los deseos de todo el mundo, todo el tiempo y como resultado hay
competencias por acceso al control sobre los recursos de la sociedad. Estas
competencias se manifiestan en conflicto entre los hombres, los grupos y las
organizaciones como los partidos políticos.
El poder y la influencia son términos usados para describir relaciones y
actividades que son parte de la política. Se ha definido al PODER de maneras muy
diferentes. Pero se ha estado de acuerdo que el Poder Político es más pensado
como una relación entre la gene que como atributo de una persona o cosa. Cuando
se focaliza sobre el conflicto político y sobre las relaciones de poder e
influencia estamos invocando otra actividad que es una categoría central de la
política: el liderazgo, que consiste en la habilidad para movilizar los recursos
humanos en la persecución de metas específicas. Al igual que el poder y la
influencia, es una relación entre la gente. Una de las principales actividades
de los líderes es la toma de decisiones que involucra la selección por personas
en posición de poder e influencia: cuando un jefe de estado determina comprender
o retirar las fuerzas militares de una nación o vetar un proyecto de ley, él se
ocupa en adoptar una decisión.
Por consiguiente: el conflicto, el poder, la influencia, el liderazgo, la
adopción de decisiones son todas actividades relacionadas y son la materia
central de la POLÍTICA.
La Política y el Sistema Político
La política está en todos lados. Los recursos son asignados, la influencia y el
liderazgo son ejercidos, las decisiones son tomadas en las escuelas, las
organizaciones, las iglesias, estructuras de gobierno. La política se da en
algún lugar y no simplemente en cualquier lugar. Este algún lugar de actividad
política lo llamaremos sistema político. Los sistemas no existen de una forma
concreta en e mundo real, existen en nuestras mentes y en nuestras discusiones
acerca de política. Además la existencia de un sistema depende solamente de la
presencia de un cierto tipo de pautas persistentes de relaciones humanas,
mientras que las unidades políticas del mundo real tiene otros requisitos como
la territorialidad, soberanía, autonomía o autoridad. Los límites del sistema
político generalmente no tienen fijadas dimensiones territoriales, ya que los
sistemas políticos están definidos en términos de relaciones pautadas entre la
gente. Definimos a un sistema político como a cualquier pauta persistente de
relaciones humanas que involucra , en una extensión significativa, poder,
gobierno o autoridad.
Características de los Sistemas
Tienen ciertas características identificatorias:
El sistema involucra una interacción regularizada entre sus unidades o miembros.
Estas interacciones son multilaterales.
La interacción de las unidades o miembros de un sistema se extiende a un punto
de interdependencia. Por interdependencia entendemos que las acciones de un
miembro influirán a los otros miembros o que el cambio de una unidad tendrán
efecto sobre las otras unidades.
Un sistema tiene tendencia hacia el automantenimiento: desarrolla instituciones
y prácticas que intentan preservar la existencia e identidad del sistema porque
la existencia del sistema es funcional a sus miembros. En el caso de los
sistemas sociales, hay algo acerca de las pautas de relaciones dentro del
sistema que los miembros valoran u por esa razón buscan mantenerlo.
Los agregados residenciales (hombres que viven en un área dada), agrupamientos
sociales (club de baile, de juego) o los agregados estadísticos, sociales u
ocupacionales (empleados de una oficina o personas de ascendencia irlandesa)
carecen de la mayoría de todos los requisitos característicos de un sistema
político, es más, podrían ser asociados en lo que se denomina sistema político
social.
Sistemas Políticos y Gobierno.
Un sistema político está relacionado al gobierno, pero no son idénticos. Los
sistemas políticos sociales comprenden no sólo a los gobiernos sino a numerosas
pautas de relaciones que influyen al gobierno y colectivamente constituyen el
proceso político más amplio.
La estructura formal de gobierno en sí misma está influida por factores
externos, por varios grupos de la sociedad, la mayor parte de los cuales
representan intereses organizados de grupos de ciudadanos.
Sistemas Políticos y Sistemas Sociales.
Un sistema político es un subsistema de un sistema social más amplio y está
influido por numerosas características esencialmente no políticas de ese sistema
social influyente pueden ser culturales, económicas, geográficas, demográficas,
sociales o de naturaleza psicológica. La política está condicionada por la
cultura política; esta consiste en los valores básicos, creencias y actitudes de
la gente hacia las instituciones y las prácticas de la política. La
disponibilidad de los recursos económicos, tanto como la salud de la economía,
puede tener que ver con el éxito que un gobierno pueda conseguir en sus metas
diplomáticas, militares, sociales o de desarrollo. Las características
demográficas de un sistema también pueden tener considerables influencias sobre
la política. La distribución urbano-rural de la población, puede ser de
importancia considerable. Las características sociales y psico-sociales de un
sistema también pueden tener un importante impacto sobre política. Los conjuntos
de costumbres y normas sociales que se desarrollan en largos períodos de tiempo
puede incluir algunas nociones sobre como los funcionarios públicos deberían
comportarse.
El grado de soborno de los servidores públicos que sería aceptado varía
considerablemente entre diferentes sociedades. Algunos cientistas sociales creen
que la probabilidad de una lucha civil, violencia y quizás revolución, se
incrementa cuando la población comparte una sensación psicológica de privación
acoplada con una mejoramiento material bastante suficiente como para fomentar
“expectativas crecientes” que no pueden ser satisfechas por el gobierno.
Se sugiere que la política es la dimensión integradora de la sociedad, el
subsistema a través del cual las otras dimensiones de la actividad humana son
entrelazadas, es decir: las relaciones entre política, economía, geografía, las
costumbres y todos las otras dimensiones de la sociedad humana que son
recíprocas.
William E. Welsh (Cap. II)
El Estudio Sistemático de la Política: La Ciencia Política
Todas las ciencias sociales-antropología, economía, sicología, sociología, etc-
están interesadas en el estudio del comportamiento de los seres humanos en las
unidades sociales, con e estudio de las pautas de interacción humana.
Lo que distingue a la ciencia política es:
su énfasis relativo sobre las relaciones que tienen que ver con el poder.
el contenido sustantivo y la estructura de sus explicaciones.
Primero, mientras la sicología o la economía por ejemplo, ocasionalmente tratan
el poder y las relaciones de autoridad, el interés de los sociólogos en este
aspecto es mucho menos conciente o pronunciado que el de los cientistas
políticos. Esta es una diferencia de grado, no de clase. Segundo, quizás lo mas
importante, los cientista políticos están casi siempre interesados en explicar
las causas del comportamiento político y de las relaciones políticas, mientras
otros cientistas usan el comportamiento político en un esfuerzo de explicar las
causas de los eventos no políticos (ej. económico-sociales). Para los
politólogos, la política es lo que debe ser explicado: es lo que podríamos
llamar la “variable dependiente” esto es el fenómeno visto como “dependiente” de
otros factores. Para los economistas y sociólogos, por el contrario, la política
es la “variable independiente”, esto es, el factor del cual los fenómenos
sociales y económicos son “dependientes” o del que ellos resulta.
La ciencia política comparte algunas importantes características con otras
ciencias sociales. La tendencia en los últimos años ha sido hacia una creciente
similitud y superposición, especialmente en el uso de métodos científicos y
teorías, pero también en los intereses sustantivos. Al mismo tiempo la ciencia
política tiene su característica distintiva, basada tanto en el énfasis relativo
en las relaciones de poder y autoridad, y en su inclinación de tratar las
conductas políticas como las variables dependiente a ser explicadas, tanto con
variables independientes a ser usadas en la explicación de otros fenómenos
(no-políticos).
Hemos dicho que las ciencias sociales comparten un foco sobre las conductas de
los seres humanos en las unidades sociales. Hay otro hilo conductor a través de
las ciencias sociales, uno que se deriva de su común deseo de desarrollarse como
campos de estudios científicos. Este hilo común tiene que ver con
procedimientos, no con algún tema en particular. Las ciencias sociales buscan
ser científicas y ser ciencia es inherente a los métodos, no a la sustancia.
Esto es, las características distintivas que separan a las ciencias de la no
ciencia tienen que ver con el cómo las cosas son estudiadas, no con lo qué está
siendo estudiado. Así ls ciencias sociales comparten en un sentido amplio, un
foco sustantivo común sobre las pautas de interacción humana, y este objeto
común sirve para distinguir las ciencias sociales de las naturales y las
técnicas. Ellas también comparten un elemento metodológico común: un compromiso
con los procedimientos científicos liga las ciencias sociales no solo entre si,
sino también, al menos en forma general, con las ciencias naturales y técnicas.
Seymour M. Lipset
Conflictos sociales, legitimidad y democracia
La estabilidad de cualquier democracia no solo se desprende del desarrollo
económico, sino también de la efectividad y legitimidad de sus sistema político.
La efectividad significa el funcionamiento real, la medida en la cual el sistema
cumple las funciones básicas de gobierno, tal como las ven la mayoría de la
población y algunos de sus grupos de intereses más, numerosos, como el sector de
las grandes finanzas o las fuerzas armadas. La legitimidad se refiere a la
capacidad del sistema en generar y mantener la creencia de que las instituciones
políticas vigentes son las más apropiadas para la sociedad. La legitimidad de
los sistemas políticos demográficos contemporáneos depende de gran parte de la
manera en que se han resuelto los problemas claves que han dividido
históricamente a la sociedad.
Mientras que la efectividad es primordialmente instrumental, la legitimidad es
valorativa. Los grupos consideran legitimo o ilegitimo a un sistema político
según el modo en que los valores de este coinciden con los propios. La
legitimidad, en y por sí misma, puede estar asociada a muchas formas de
organización política, incluidas las opresivas. Las sociedades feudales, antes
del advenimiento del industrialismo, gozaban de la lealtad básica de la mayoría
de sus miembros. Las crisis de legitimidad son fundamentalmente un fenómeno
histórico reciente, consecuencia de la aparición de profundas brechas entre
grupos que pueden , gracias a la comunicación de masas, organizarse en torno a
valores diferentes de los que previamente se consideran los únicos aceptables.
Una crisis de legitimidad es una crisis de cambio. Por lo tanto, sus raíces
deben buscarse en el carácter del cambio en la sociedad moderna. Durante una
transición hacia una nueva estructura social la crisis de legitimidad se
producen: 1) si el estatus de las principales instituciones conservadoras se ve
amenazado durante el período de cambios estructurales. 2) si los grupos
principales de la sociedad no tienen acceso al sistema político en el periodo de
transición o ,por lo menos, en cuanto desarrollan demandas políticas. Una vez
establecida una nueva estructura social, si el nuevo sistema es incapaz de
responder a las expectativas de los grupos principales durante un lapso o
suficientemente largo como para desarrollar la legitimidad sobre nuevas bases,
puede surgir otra crisis.
El segundo tipo general de pérdida de legitimidad se relaciona con la manera en
que diferentes sociedades afrontan la crisis de la entrada en la política: la
decisión de cuándo tendrán acceso al proceso político nuevos grupos sociales. En
el siglo XIX, estos nuevos grupos fueron primordialmente los trabajadores
industriales, en el XX, las élites coloniales y los pueblos campesinos. Siempre
que entran en actividad política nuevos grupos, el fácil
acceso a las instituciones políticas legitimas tiende a ganar, para el sistema,
la lealtad de nuevos grupos, y estos a su vez, pueden permitir que los viejos
estratos dominantes mantengan su status.
Los sistemas políticos que niegan a los nuevos estratos el acceso al poder,
salvo por una revolución, impiden también el desarrollo de la legitimidad, al
introducir en la arena política unas esperanzas milenaristas. Los grupos que
tienen que forzar su ingreso en el cuerpo político son propensos a exagerar las
posibilidades que ofrece la participación política. Por consiguiente, los
regímenes democráticos nacidos con tales tensiones no solo afrontan la
dificultad des er considerados ilegítimos por los grupos leales al ancien
régime, sino que también pueden ser rechazados por aquellos cuyas esperanzas
milenarias no han sido satisfechas por el cambio.
En general, aun cuando el sistema político sea razonablemente efectivo, si en
cualquier momento el status de los principales grupos conservadores se ve
amenazado, o sin en momentos cruciales se niega el acceso a la política a los
grupos emergentes, la legitimidad del sistema seguirá estando en cuestión.
El conocimiento del grado relativo de legitimidad de las instituciones políticas
de una nación es de vital importancia para cualquier intento de analizar la
estabilidad de estas instituciones cuando enfrentan una crisis de efectividad.
La relación entre los diversos grados de legitimidad y efectividad en un sistema
político especifico puede ser representada en forma de una tabla de cuatro
entradas, con países caracterizados por las diversas combinaciones posibles:
(cuadro de pag.86)
Las sociedades que corresponden al cuadro A, están en posición elevada en cuanto
a legitimidad como en efectividad, tienen sistemas políticos estables, como los
EEUU, Suecia y Gran Bretaña. Los regímenes ineficaces e ilegítimos, que entran
en el cuadro D, son por definición inestables y se derrumban, a menos que
prevalezcan dictaduras que los mantengan por la fuerza, como es hoy el caso de
los gobiernos de Hungría y Alemania Oriental. Las experiencias políticas de
diversos países a principios de la década del 30 muestran los efectos de otras
combinaciones. A fines del decenio de 1920 ni la republica de Alemania ni la
austriaca eran consideradas legitimas por grandes y poderosos sectores de sus
poblaciones. Corresponden al Cuadro C. Las de D sucumben.
Esto demuestra que un sistema altamente efectivo pero ilegitimo, tal como una
colonia bien gobernada, es mas inestable que los regímenes de efectividad
relativamente baja y alta legitimidad. La estabilidad social de, una nación con
Tailandia, pese a sus periódicos golpes de Estado, ofrece un marcado contraste
con las ex colonias vecinas.
La estructura social y económica que Latinoamérica heredó de la Península
Ibérica le impidió seguir el ejemplo de las antiguas colonias inglesas, y sus
repúblicas nunca desarrollaron ni los símbolos ni el aura de la legitimidad.
Legitimidad y Conflicto.
La amenaza constante de que los conflictos de grupos, que son la savia de la
democracia, se agudicen hasta el punto de amenazar con desintegrar la sociedad,
es inherente a todos los sistemas democráticos. El carácter y contenido de las
principales fisuras que afectan la estabilidad política de una sociedad vienen
en gran parte determinados por factores históricos que han afectado la forma
como los principales problemas que dividen la sociedad se han resuelto o han
quedado sin resolver a trabes del tiempo.
En la época actual, tres problemas principales han surgido en las naciones
occidentales: primero, el lugar de la Iglesia y/o varias religiones dentro de la
nación; segundo, la admisión de los estratos más bajos, especialmente los
trabajadores, en la plena ciudadanía política y económica, a través del sufragio
universal y el derecho de las negociaciones colectivas; tercero, la lucha
continua por la distribución de la renta nacional.
GUILLERMO O’DONNELL/DELFINA LINK
DEPENDENCIA Y AUTONOMIA
Dominación poder e influencia
D (D domina o tiene poder sobre S) (S es dependiente o subordinado De D)
S ejerce poder o influencia sobre D pero en menor proporción
Dominación de D sobre S:
La capacidad de D y el efecto de esta capacidad sobre S de restringir las
alternativas d acción o decisión que de otra manera y en principio hubiera
estado a disposición de S
La capacidad de D sobre S se funda en la capacidad del primero para imponer al
segundo severas sanciones (positivas o negativas).
Relaciones de poder:
Todas las vinculaciones asimétricas que se hallan respaldadas por la capacidad
de imposición de severas sanciones positivas o negativas.
Relaciones de influencia:
El subordinado restringe voluntariamente sus alternativas porque cree que es lo
que debe hacerse. (La sanción es la incomodidad o la angustia que produciría el
no haber procedido como se debe).
RECURSOS:
D e dominante de S porque controla ciertos recursos:
A*control de medios de violencia física (recursos de poder)
B*control de medios económicos (recursos de poder)
C*control de información o conocimientos (recursos de poder)
D* control de las decisiones de otros actores que a su vez pueden ejercer
control o influencia sobre S. (recurso de poder/influencia o ambos)
E*control ideológico (recurso de influencia)
El dominante puede utilizar un recurso como palanca de los restantes.
El recurso de influencia es el más “barato” y “eficiente” para el dominante:
El dependiente hace “lo que corresponde” porque es lo que “se debe hacer”; el
dominante no necesita una vigilancia continua, puede contar con un regular
ajuste del dependiente a sus pretensiones, y no tiene que “invertir” ni poner al
descubierto el fundamento final de su dominación, o sea el control de los
recursos de poder
Ámbitos:
El poder o influencia que D puede ejercer sobre S recae sobre diversos ámbitos:
A*objeto de amenazas o sanciones de violencia física
B*objeto de amenazas o sanciones de privación económica
C* objeto de amenazas o sanciones de privación de información o conocimiento
D* objeto de ejercicio de poder(o de poder o influencia) o amenazas por parte de
terceros actores inducidos por D.
E*receptor de normas ideológicas que indican que “debe” actuar conforme a su
subordinación respecto de D.
ESTENSION: Efectos de la dominación
Extensión:
A* ejercicio de violencia física por parte de S (el dependiente) contra otros
actores que D quiere de esta manera sancionar
B*prestaciones económicas de S en beneficio del dominante o de un tercero al que
este quiere favorecer.
C*transmisión de información o conocimientos de S en beneficios del dominante o
d e un tercero al que quiere d e esta manera favorecer o perjudicar.
D*utilización por parte de S de la dominación relativa que puede hallarse en
condiciones d ejercer sobre otros dependientes, en función de los intereses de
D.
E*finalmente, el caso más frecuente, más importante y más útil para el
dominante: que el dependiente no haga nada. No cuestionar la dominación, no
innovar, aceptar el status quo no actuar por temor a las sanciones, etc.
Los recursos de violencia física, son siempre los más ineficientes, los más
caros para el dominante.
Por una parte, son los que mas desnudan ante el propio dependiente la relación
de sujeción en la que se halla sometido y, por otras son los que se halla
sometido y por otras son los que mejor se pueden aglutinar a los dependientes a
lo que pasa a ser una tarea de liberación fundamental. Además comienza a
repercutir en el seno del propio dominante, donde puede entonces ser discutido
no solo el “costo” de esa dominación sino la legitimidad del sistema de
decisiones que la llevo a ella.
El caso de máxima dominación seria aquel en el que D tiene marcada asimetría
respecto de S en todos los recursos de pode e influencia, puede afectar todos
los ámbitos de de S y puede obtener la gama completa de efectos ya mencionada.
Dimension: en que dimensiones del dependiente se concreta la dominación
Intensidad: cual es el grado de asimetría en cada una de las dimensiones entre
uno y otro actor.
La extensión de su dominación puede ser alta y su intensidad baja.
El control ideológico sirve también para que el dominante legitime su
dominación.
El dominante posee una gran capacidad para intercambiar los recursos de
dominación que puede poner en juego para obtener el acatamiento del dependiente.
Tanto el ejercicio d e la dominación como el intento de la liberación implican
costos. Los costos son función de lo que podríamos llamar capital potencial y el
capital real del poder con que cada actor cuenta en una relación d e
dominación-dependencia.
El capital real de dominación es el punto en el cual acuerdo con el calculo del
actor, se intersectan la curva de los beneficios a obtener por la utilización d
e los recursos de dominación con la curva de los costos que es mismo ejercicio
traería aparejado.
Los costos d e la dominación no son solo función de los que el dependiente puede
imponer a su dominante, también lo son de los que pueden imponer a este último
otros actores/dependientes o dominantes que se hallan en su contexto histórico
de interacción.