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1° Cuat. de 2014  |  Resumen para el Segundo Parcial  |  Sede: Ramos Mejía  |  Profesor: María Virginia Escudero  |  Cátedra: Murillo

POSITIVISMO . Corriente o escuela epistemológica que sostiene que el único conocimiento que puede aceptarse como válido es el científico y que tal conocimiento solamente puede surgir del trabajo riguroso realizado sobre los “hechos positivos” a través del método científico . Los hechos positivos son aquellos que pueden observarse o experimentarse a través de ese mismo método. El método científico debe regirse por una rigurosa verificación, debe poder ser comprobado en la experiencia de laboratorio o en la observación. Sea con observación o con experimento, los enunciados científicos deben ser verificables.
Un objetivo fundamental del empirismo lógico fue establecer una línea de demarcación entre la ciencia y la metafísica. Un enunciado puede formar parte de la ciencia sólo si es “cognitivamente significativo”, es decir, o bien tiene sentido porque es verificable o bien es de carácter analítico (el conocimiento está implícito “el triángulo tiene tres lados”). Las ciencias fácticas, del hecho, tienen enunciados verificables mientras que las formales, matemática, tienen enunciados analíticos. Se introduce una especie de “higiene del pensamiento” que limita o genera problemas ante la posibilidad de aceptar como plausible todo aquello que no sea lo establecido. Los problemas de la metafísica serían seudoproblemas, no pueden resolverse, sino que deben disolverse pues nos llevan a controversias sobre problemas inexistentes o soluciones imposibles.
“policía del discurso”.

LA CUESTIÓN SOCIAL

Las ciencias fácticas y las matemáticas tuvieron y tienen influencia en la construcción de las ciencias sociales, sin embargo su emergencia y despliegue está fundamentalmente ligado a la cuestión social. Quizás a veces las ciencias sociales se inspiran en algunas formas de positivismo pero no muy a menudo.
Las ciencias no constituyen una ciencia normal, como querría Kuhn. Sino que es una ciencia sobra la pluralidad del pensamiento humano. Lo social es su objeto de investigación, sin embargo encierra una enorme complejidad. Lo social como problema específico de la ciencia se plantea en el siglo XIX. El siglo XIX es uno de los períodos en los que la historia de la medicina registra mayor cantidad de enfermedades ligadas a problemas laborales y al hacinamiento en las ciudades en las que las industrias crecen. Aumenta también lo que los médicos higienistas llamaban la “enfermedad moral” como la prostitución, locura, robo, homicidio e incluso motines y levantamientos.
La cuestión social es el conflicto y a la vez lo que impulsa a la existencia de las ciencias sociales.
Son las condiciones de vida y trabajo en Europa y América lo que causa el estallido de la cuestión social. Surge en relación a las contradicciones entre el nivel de lo fáctico y de los principios del contractualismo liberal (dilema entre la libertad e igualdad, entre los derechos individuales y la equidad social). El ideario liberal conocido como la ilustración se desarrolla contra el absolutismo. Se basaban en los conceptos iluministas de libertad, igualdad y propiedad como derechos naturales y universales del hombre. Se planteaba a la ley establecida en el derecho y al estado como neutral respecto de los intereses de la sociedad. Así el estado y la ley se presentaban como guardianes de los interese particulares y a la vez trascendentes a ellos.
La cuestión social emerge de la realidad efectiva. La sociedad no posibilitaba el acceso igualitario al trabajo y la propiedad, la igualdad y la propiedad entran en colisión. Los conflictos sociales mostraban que el acceso a la propiedad no era algo real e igual para todos. La igualdad efectiva en el acceso a la educación, la vivienda y el tiempo libre no se concretaba.
La cuestión social es entonces la brecha entre los principios proclamados por el ideario liberal y la realidad efectiva. Esa brecha es la enfermedad que corroe al cuerpo social y de la que emergen diversos síntomas plasmados en protestas y formas diversas de resistencia. Estos síntomas generan modos para intentar contenerlos. Uno de ellos han sido las diversas políticas sociales que han intentado mantener y contener las diversas formas de desigualdad. Intentaron construir una trama, una red que contuviese a la vez que mantenía las diferencias producidas por la desigualdad concreta. Esa trama, esa red, es lo social. Lo social surge como una carencia, como una falta, como una llaga que debe ser suturada. Lo social como trama contenedora y reparadora de las desigualdades se hace visible cuando los ideales de la cultura de libertad e igualdad se vieron tronchados durante el desarrollo de la sociedad industrial y la expansión de los más poderosos.
La igualdad era un principio, pero la desigualdad la situación efectiva.

NUEVAS FUNCIONES DEL ESTADO MODERNO: BIOPOLÍTICA Y ANATOMOPOLÍTICA

Como todavía se estaba bajo el paradigma epistemológico positivista, es la medicina quien cobra un papel relevante ya que se presenta como un conocimiento científico y por ende neutral y avalorativo. Así la medicina se constituye como un saber capaz de curar esas enfermedades físicas y morales que aquejaban a la sociedad. La cuestión social quebrada por la brecha entre libertad, propiedad e igualdad y realidad efectiva, fue presentada como una “enfermedad social”, física y moral. Por ende las curas debían ser físicas y morales. El individuo y la población pasaron a ser considerados problemas a conocer, diagnosticar y curar en sus probables enfermedades. Para ello se comienza a investigar los índices de mortalidad, delitos, prostitución y todo aquello que pueda significar un riesgo para el buen orden que conduje el progreso. A su vez se trata de conocer la historia biográfica de sujetos individuales para ver si entrañan una peligrosidad. Lo que querían realmente es que el mercado industrial se desenvuelva sin obstáculos.
Así el conocimiento y tratamiento toma el rumbo totalizante e individualizante. La idea de riesgo se adjudicaba a grupos y la de peligrosidad a individuos.

Se difunden así lo que Foucault denominó dos tecnologías de intervención sobre las poblaciones y los individuos:la biopolítica y la anatomopolítica. Conforman dos rostros de una estrategia de análisis y control de las poblaciones y de los sujetos que las conforman. En este contexto, tecnología cobra una dimensión nueva, alude a un conjunto de procedimientos que tienen como fin moldear las conductas de individuos y poblaciones.

La biopolítica toma como objeto a la vida . A través de la estadística, establece tasas de natalidad, mortalidad, delincuencia, y la construcción de esos datos se analiza para poder lograr un cuerpo de la población sano. No intenta erradicar la enfermedad, muerte, pobreza, delincuencia o prostitución. Sino que afirma que pertenecen a la naturaleza de las cosas, y deben ser conocidos en sus rasgos para poder establecer cuáles son las tasas óptimas para ser toleradas en una sociedad. Su objeto es la vida, su blanco la población humana y su fin es controlar los procesos de la vida, dejarlos actuar, pero dentro de los márgenes deseables y óptimos . Esos márgenes tolerables son los que permiten construir normas con las cuales se intentará cambiar a los sujetos. El concepto de normal y anormal surge de las estadísticas que establecen cuando determinados eventos han caído dentro de la media esperable para la población o se han desviado de ella.

Desviado o anormal es aquel sujeto que cae fuera de la media normal esperable para la población y que al hacerlo pone en peligro a los demás o a sí mismo.
De las normas emanadas de la biopolítica, se pasa a la disciplina o anatomopolítica que ya no toma como blanco a las poblaciones sino a los cuerpos individuales. La anatomopolítica tiene como objetivo moldearlos de acuerdo con las normas que emanan de la biopolítica, para poder prevenir la anormalidad . Esta modelación del sujeto se realiza en instituciones disciplinarias como la familia, la iglesia, la escuela o la fábrica. A quienes ya han caído en lo anormal y se los quiere resocializar, se los confina en el manicomio, en la cárcel o en el reformatorio. Esto es porque la familia o la escuela fallaron en su normalización. Las disciplinas apelan a ejercicios, rutinas y hábitos en los sujetos en función de normas que operan como modelos a seguir. La vigilancia y el examen, junto con premios y castigos, llevan a los sujetos a incorporar ciertas rutinas que implican modos de pensar, decir y actuar que inyectan desde el nacimiento y viven como “naturales”.

Los objetivos de estas disciplinas son fundamentalmente dos: construir sujetos dóciles y a la vez socialmente útiles. Se moldea al cuerpo de los sujetos de acuerdo a las funciones que desempeñará en la sociedad, otorgando cualidades como tocar el piano por ejemplo, pero también imponen la docilidad necesaria para que no surja la rebeldía como obstrucción.
La imposición de la higiene física y moral desde el momento de nacimiento, desplegada en diversas instituciones (escuela, familia, hospital, iglesia), se tornó un elemento central a la hora de construir lazos sociales y evitar conflictividad política.

LAS CIENCIAS SOCIALES Y LA CUESTIÓN SOCIAL: ALIENISMO E HIGIENISMO

La difusión de la anatomopolítica y la biopolítica fue conformando una política científica destinada a establecer cuerpos sociales sanos.
Desde mediados del siglo XIX, sobre la base del pensamiento positivista, se construye la dimensión de política científica donde el discurso médico alienista y el higienista fueron centrales. El objetivo era la regulación de la población en las ciudades y sus enfermedades físicas y morales. Esos discursos y prácticas emergieron en políticas sociales por parte del Estado junto con organizaciones privadas donde se ejerció un carácter individualizante y totalizante. Individualizante pues la disciplina se centró en la formación de individuos dóciles y útiles, y totalizante pues la biopolítica apuntó a regular el cuerpo de las poblaciones.
Mediante el uso de las tecnologías anatomopolítica y biopolítica, se quería normalizar al individuo en función de los problemas sociales medidos por la estadística para poder controlar los niveles de riesgo social, pudiendo tolerar ciertos grados de delincuencia, prostitución o locura . Pero al ser superado el grado tolerable era necesario construir normas para moralizar a los individuos y prevenirlos de enfermedades físicas y morales.
La medicina posibilitó el diagnóstico exacto de los sujetos a partir de parámetros de normalidad. A los que caían fuera de la media esperada se trató de regenerarlos, readaptarlos al orden social. El alienismo e higienismo estuvieron presentes en el proceso de conformación del individuo y regeneración del desviado. Se desarrollaron dentro de un marco positivista que colocaba a la ciencia como verdad. La ciencia como posibilidad de perfección tanto moral como social del hombre. La ciencia toma como objeto a la sociedad, brindando elementos al estado que legitimen su acción sobre los individuos. Así hubo una medicalización de la sociedad. La medicina vino a justificar que el Estado no podía proveer la igualdad ya que ésta dependía de las enfermedades morales que eran necesarias sanar. La medicina, la psiquiatría alienista y el higienismo querían mostrar que aun cuando el sujeto tiene una base física inmodificable, el carácter y el medio social pueden ser cambiados. Donde la ley se mostraba como insuficiente y la familia fallaba en la construcción de sujetos normales, ahí debía operar el médico, transformándose en uno de los pilares del estado y encarnando el problema médico y social.
Junto a este prestigio médico emergió el valor del espacio como agente del ordenamiento social, no solo el del espacio abierto de intercambio, sino también el del espacio cerrado (manicomio, cárcel, hospital) al se le asignó un valor terapéutico.La clausura tiene un carácter instrumental-terapéutico que posibilita la regeneración. El prestigio de la medicina hacer ver razonable el encierro ya que la ciencia es neutral y tiene como objetivo devolver la salud física y moral.
La intervención médica surge del alienismo y se caracteriza por : 1) precisa distribución de los sujetos en el espacio con relación a los síntomas que presentan, 2) clasificación de las enfermedades y 3) relación personal entre médico y paciente, relación de autoridad.
La tecnología alienista planteó que era necesario aislar al enfermo y confinarlo en un orden asilar sobre la disciplina.
Este procedimiento fue transferido a cárceles, correccionales pero también influyo en la escuela y las relaciones familiares. El alienismo se fundamente con el empirismo y el positivismo, y se centra en la observación de síntomas para inducir leyes generales.
El médico fue percibido como alguien que podía reducir la miseria, educar al pueblo a través de la racionalidad e higiene, y luchar contra el oscurantismo.
En esta matriz teórico-política emerge el higienismo, cuyas bases son el iluminismo, el empirismo y la teoría de una vida sana, moral, limpia y decente. Se constituye la medicina política que es una especie de ciencia intermedia entre la legislación y la medicina, que lleva la idea de controlar el medio social, a fin de que la vida sea más racional y sana. Su tarea se aplica tanto en la enfermedad física como la moral. Su objetivo es la planificación social, poniendo acento en la prevención. Según el higienismo el progreso genera necesariamente desigualdades ya que el triunfo de los más aptos es correlativo al fracaso de los menos aptos. A éstos que fracasan hay que socorrerlos a fin de reinsertarlos si es posible, o separarlos de la libre circulación. Se basa en la persuasión.
La higiene tuvo un carácter fundamentalmente preventivo. Su acción no se redujo a combatir las pestes o suprimir la mortalidad evitable, sino que implicaba tomar todos los medios de protección a los individuos y colectividades para preservar a la raza humana de todas las causas de degeneración física y moral. Su labor era educativa y preventiva. Así las medidas sanitarias deberán lograr que la ciencia se constituya por ser un saber aplicado y encarnado en severas medidas vinculadas a la vida cotidiana. La educación será en ese sentido esencial ya que posibilita que los individuos conozcan y comprendan los preceptos higiénicos.

LA CIENCIA DE LA EUGENESIA Y LA CUESTIÓN SOCIAL

La eugenesia adquiere el mejoramiento de la salud física y moral en un carácter de perfeccionamiento de la raza, bajo la convicción de que existen pueblos más o menos aptos y, dentro de ellos, grupos sociales también más o menos avanzados en su adaptación a un régimen de vida sana y por lo tanto racional.
La higiene también es social y uno de los problemas de la higiene social es la degeneración tanto física como moral. Es así como se tematizo la degeneración como problema central. Las propuestas se hacen cada vez más racistas. Los principios básicos de la eugenesia fueron: 1) la herencia tiene fuerte influencia en los individuos y también lo adquirido por la experiencia,
2) el progreso de la especie depende de la selección natural y el triunfo de los más aptos, y
3) la modernidad ha reemplazado la selección natural por la selección artificial y ésta influye en la degeneración de las especies, pues a través de vacunas y diversas formas de mejoramiento de vida hace que los menos aptos se reproduzcan más, complementándose con el hecho de que a las guerras van los mejor dotados y sobreviven los menos aptos. También los derechos humanos tienden a igualar a todos los seres humanos dando ventajas artificiales a los naturalmente inferiores (locos, delincuentes).
La eugenesia propone un desarrollo de políticas públicas que planifique rigurosamente la reproducción atendiendo a la mejora de la raza. La eugenesia fue un programa destinado a evitar la reproducción de ciertos grupos humanos y también es una respuesta a los conflictos de las colonias de los países centrales, “cuestión colonial”. A fines del siglo XIX y durante el XX, en pleno período de expansión de los países industrializados, se despliegan programas de eugenesia ligados a la reproducción diferencial de grupos considerados más o menos apreciables o peligrosos. Estas ideas se expandieron por Europa y América. Es así como se difunden textos tratando de evitar casamiento de alcohólicos, delincuentes, etc. Y como también se intenta reducir la reproducción de grupos sociales considerados inferiores racialmente como los judíos, gitanos, negros, etc.
La eugenesia no es una ciencia, sin embargo constituyó un paradigma presentado sobre conceptos teóricos y avalada por la comunidad científica internacional.

LA EMERGENCIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES.

“Lo social” se constituye en los siglos XIX y XX como algo que falta, como una trama de relaciones de la que se carece, pero que a la vez es necesario construir. Emerge la ciencia médica junto con el higienismo y su derivado, la eugenesia, como dos corrientes científicas que trataron de remediar la cuestión social. Así la matriz de desarrollo de buena parte de las ciencias sociales estuvo en las ciencias médicas. Esto no significa que el positivismo o la eugenesia fueron las únicas maneras de pensar lo social. Hubo muchas otras posiciones, algunas que querían reformar las condiciones de vida, otras que oprimían a las masas. Pero en ninguna de esas posiciones hay unanimidad de criterios.No existe hasta el presente una “ciencia normal” en el campo de las ciencias sociales. Las teorías sociales no son solo espectadoras sino que también se vinculan al mantenimiento, a la reforma o a la revolución de lo establecido. Las ciencias sociales se han mostrado como coconstruyendo la realidad social. Los fenómenos sociales no son algo dado de una vez y para siempre; son procesos en los que las prácticas colectivas e individuales hacen y rehacen la realidad. Más que reflejar la realidad, la coconstruyen.

Por ejemplo si tomamos a Marx y Durkheim. Marx diagnostica que los eventos revolucionares en Europa no solo expresaban la explotación de una clase por otra sino también la contradicción fundamental que habita la sociedad capitalista de que quienes desarrollan la riqueza, las fuerzas productivas, son despojados de los frutos de su trabajo. Así la resolución de la cuestión social vendría de un movimiento revolucionario.
En cambio Durkheim dice que la crisis social era producto de la inmadurez, de la falta de normas en los valores colectivos. Decía que la respuesta era la sociología como observadora neutra y objetiva y que a través de ella se podían establecer científicamente las reformas más convenientes, manteniendo el orden social.

Estas dos formas de entender la cuestión social han sido hasta el presente imposibles de unificar en una sola manera de ver el mundo . Los seres humanos no tienen una única visión del mundo, es por eso que las ciencias sociales son a menudo contradictorias.

LAS CIENCIAS SOCIALES: ALGUNOS PROBLEMAS EN LA PRODUCCIÓN DE SUS SABERES

Las ciencias sociales suelen ser cuestionadas, ya que sus prácticas no se avienen a lo que se estila considerar el método estándar.
Las ciencias sociales apuntan a conocer lo social entendido como una trama de relaciones, como lazo complejo y contradictorio. Los hechos sociales se conforman en creencias y prácticas constituidas colectivamente, en un proceso histórico producido con independencia de la voluntad individual. Se presentan como algo más allá de las decisiones del individuo.
Lo social mienta (menciona) lo colectivo, individuos, no lo general. Lo general emerge a partir de una comparación entre hechos singulares y se constituye en una abstracción de algún aspecto común. Lo colectivo alude a un entramado de relaciones que adquiere características variadas en diversos grupos sociales y que se presenta como “algo dado” de modo que adquiere un carácter “objetivo”. Algo existe por relación a los sujetos. Pero eso que se nos aparece como “dado” es siempre el producto de relaciones previas.
Se trata de cómo articular lo singular subjetivo con lo colectivo histórico.
El objetivo no es conocer por conocer sino transformar la realidad . Producir conocimientos con base empírica que permitan gestar explicaciones plausibles y predicciones en el mismo sentido.

Hay cuatro tipos de problemas propios de las ciencias sociales:
-Gnoseológicos: qué grado de certeza posibilitan las explicaciones y en qué medida son confiables
-Metodológicos: cómo construir métodos propios de cada objeto de conocimiento, cómo no subordinarse a los métodos de las ciencias
-Epistemológicos: ¿es posible la neutralidad, la capacidad explicativa, en ámbitos donde, como en las relaciones sociales, los factores que intervienen son innumerables y donde las acciones de sujetos colectivos e individuales no son necesariamente racionales?
-Políticos: estos saberes que nacen de las entrañas de las relaciones sociales y a ellas vuelven en una realidad centralmente conflictiva ¿en qué instancias de poder se inscriben?

También sucede que el sujeto que analiza la cuestión también está inmerso en el entramado de relaciones, también atraviesa contradicciones. Este problema tiene varias consecuencias:
Por un lado genera la inevitable pluralidad de perspectivas teórico-metodológicas. Todo intento de “higienizar” el pensamiento social ha sido en vano. No hay “normalidad” posible, las relaciones sociales no son “transparentes”.
Por otro lado es menester señalar que los conocimientos producidos por el sujeto en las ciencias sociales afectan inevitablemente a su objeto. Si el conocimiento pretende transformar la realidad y no sólo contemplarla, sería vano e ilusorio pretender un conocimiento que no se “ensucie” en sus vinculaciones con la realidad. En esta perspectiva es plausible afirmar que las ciencias sociales nunca han estado separadas de los juegos del poder. La realidad afecta al tipo de problemas, al método, al tipo de políticas que se implementan para impulsar o desalentar.
Esto significa que en la consideración de ellas no es posible prescindir del análisis del poder y menos aún que sea justo analizarlas desde una posición moralizante que emita juicios de valor acerca de las acciones de los científicos e ignore las condiciones objetivas y materiales en las que sus prácticas, entendidas como prácticas sociales, se desarrollan.
Todo esto genera el concepto acerca de la inferioridad de las ciencias sociales respecto de las naturales por falta de objetividad, generalidad, neutralidad. No es posible separar la historia interna y la historia externa, ni tampoco pensarla como una “ciencia normal”.

EL MUNDO DE LA POSMODERNIDAD Y LA TERCERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Después de la segunda guerra mundial hay una fuerte crisis social y un cambio del paradigma.

La década de 1970 inicia una profunda mutación a nivel histórico . Una de las expresiones de estas transformaciones son los golpes de estado en Latinoamérica que genera graves consecuencias en las ciencias sociales ya que una generación entera de universitarios fue desaparecida o silenciada. Así muchos saberes se perdieron.
Las democracias y la caída del muro de Berlín son algunos indicadores de esa profunda mutación que implico el neoliberalismo sobre la mayor parte del planeta.
El neoliberalismo trastrocó todos los conceptos y prácticas sociales, centrando la vida humana en la idea de que el mundo es un juego de competencia ente seres individuales y desiguales. Así el neoliberalismo se desplego a partir de los años 70 como un modo de evitar las rebeliones.

El viejo liberalismo debió enfrentar la cuestión social como consecuencia de la contradicción entre la igualdad como principio y la desigualdad como situación efectiva.
El neoliberalismo directamente eliminó la cuestión social al naturalizar la idea de que todos los humanos son naturalmente desiguales .

El neo liberalismo postula a la economía como la ciencia que debe estudiar los comportamientos humanos en cada lugar a fin de favorecer la competencia en el mercado. La posiciona por encima de lo social y político.

El “ordoliberalismo” es uno de los principios del neoliberalismo y en él se basan sus teorías. Decían que la acción humana tiene una estructura que es la misma en todos los momentos de la historia: la búsqueda del propio interés por parte de los individuos. En esa búsqueda luchan entre sí y la competencia es considerada el núcleo y motor de los procesos sociales. Por eso se decían que el papel de la historia debería radicar en estudiar esas conductas competitivas y en cómo se desarrollaban en los diferentes momentos históricos.
Esa competencia supone desigualdad entre individuos . Esa desigualdad proviene de factores heredados y adquiridos que conforman parte del “capital humano”(conocimientos y capacidades).
Se planteaba que la relación económica de costo-beneficio debía ser trasladad a todas las esferas de la vida humana . Con ello, todo fue analizado en términos de la renta que puede otorgar a un sujeto. La educación dejó de ser considerada un proceso de crecimiento y se la vio como una inversión al igual que el casamiento o un conjunto de amistades adecuadas.
Junto a la idea de capital humano se desarrolló la de capital social, que aludía al conjunto de relaciones que un sujeto tiene y que pueden sostenerlo y permitirle avanzar en el juego de la competencia entre desiguales.
Estas y otras pautas centradas en el individuo interesado que compite fueron el marco que en 1989 se decretó como la muerte de la sociedad . Ya no era necesario un Estado que regulase el entramado de lo social. El juego libre del mercado, donde la competencia y la oferta y demanda libre son centrales, derramaría sus riquezas sobre el mundo.
Un proceso que actuó como condición de posibilidad de esta mutación es la tercera revolución industrial, una revolución digital de la computación e informática que transformó los requerimientos de la fuerza de trabajo . Se redujeron las necesidades de trabajadores, reemplazados por procesos maquínicos, y disminuyó la necesidad de trabajadores calificados. Esto generócrecientes niveles de desocupación y precarización laboral a nivel mundial. Resultando también una gran ola de pobreza, así como una paulatina manipulación de la naturaleza. La privatización de servicios y bienes comunes de la naturaleza y el crecimiento desmedido del capital especulativo generarían crisis y descontentos a nivel global.
Así el neoliberalismo y la globalización dejaron sus marcas indelebles.

Paulatinamente las ciencias sociales se volvieron hacia los estudios de los pueblos originarios, los marginados, la pobreza, los problemas de género. Se dio un “giro lingüístico” que niega toda determinación económica de los procesos sociales y concibe lo social como discurso. Manifestándose un auge de los estudios culturales. Al tiempo que la economía se transformaba en modelo de toda acción humana, condicionando los comportamientos, algunos desarrollos de las ciencias sociales negaban el condicionamiento económico y reducían toda la realidad social a juegos discursivos.
Se abandonaron las teorías en relación con los avances empíricos (producto del neoliberalismo).