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No cabe duda que la ciencia y la tecnología implementaron medios y herramientas para satisfacer necesidades crecientes y liberarnos de contradicciones y limitaciones. Pero cada vez resulta más transparente que su evolución hace pesar el peligro de nuestra propia existencia.
Klimovsky reitera su opinión de que no hay nada intrínsecamente bueno ni malo en la clonación de seres humanos. La cuestión de la clonación es la cuestión de la diversidad de los efectos de la ciencia y es de extrema gravedad. Klimovsky lo reduce a ciencia martillo donde dice que la ciencia es neutral y será buena o mala según como se la use. Así si se usa la clonación para clonar Einstein no puede ser malo a que se la use para clonar Hitlers. Esta ciencia martillo puede servir para clavar un clavo o hundir el cráneo de una persona, pero quien decide esto es el gobierno y las corporaciones.
Es incorrecto sostener que existe un carácter neutral en la ciencia. Posicionar a la ciencia como martillo implica que solo se guía por el conocimiento y la verdad, desvinculándola del otro momento que es la ciencia aplicada, orientada a un fin. Klimovsky confunde dos conceptos de aplicación, el interno y el externo, atribuyendo al externo toda la carga del problema. La ciencia no es solo saber sino que también es hacer. De hecho los límites entre la ciencia basada en el conocimiento y la ciencia basada en la aplicación son imprecisos. La mayor parte de la ciencia es ahora experimental. Se ocupan de problemas en el cuadro de investigaciones predeterminadas, y son pocos los que tienen la libertad de elegir su objeto de investigación sin poner en riesgo sus seguridades profesionales.
Cuando Otto Hann descubrió la fisión de uranio que condujo a la bomba atómica, atravesó tres etapas. Primero se orientó al conocimiento al bombardear con neutrones el núcleo atómico más pesado. Después tuvo la voluntad de acceder a una fuente energética que liberaba energía inagotable, ahí ya era una etapa positiva de aplicación, ya no remitida al conocimiento. Por último podía fabricar un reactor atómico o una bomba.
La ética es el punto en donde queda comprometida la responsabilidad de la ciencia, porque es justamente el punto en donde debe detenerse y someterse a
control. Ese control debe estar dado con intervención de la comunidad científica, profesionales educados en humanismo y ética y el
escrutinio público.
La postura neutral de la ciencia obstaculiza el debate y la discusión, pero también disfraza los efectos peligrosos y la responsabilidad ética de la
ciencia frente a sus avances.
Hay un punto indicado donde queda comprometida la responsabilidad de la ciencia y donde hubiera debido detenerse y someterse la investigación a control. Un
control con intervención de las mismas comunidades científicas y el escrutinio público.
El empleo de la clonación en la raza humana, clone lo que clone, escapa a la tradición humanista. Reemplazar criaturas por formas inventadas puede implicar
el colapso futuro del sistema ecológico.
La tesis de Klimovsky de la neutralidad de la ciencia no preserva