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Resumen para el Segundo Parcial  |  Psicología (Cátedra: Colombo -2015)  |  CBC  |  UBA (Sede Puan)


. Psicología genética, Jean Piaget.

Dialéctica: modo de explicar al mundo.
Es un método de análisis y conjunto de postulados sobre la realidad à cambiante.

Dialéctica que explica el: Sujeto de conocimiento / objeto de conocimiento

El sujeto conoce al mundo por su actividad (realidad) à forma su psicología.
La realidad es cambiante, entonces los objetos modifican al sujeto.
Piaget estudia la co-construcción ß constructivismo à se construye el S y el O al mismo tiempo.

Piaget, su interés es biológico filosófico y epistemológico. Desde la epistemología tiene su punto de vista psicológico, ¿Cómo las personas conocen el mundo?
Piaget: NO empirismo àexperiencia.
NO racionalismo à innatismo.
Jean Piaget es genético y estructuralista.

El estructuralismo genético de Jean Piaget.
Jean Piaget, Suiza. (1896-1980).
En 1955 crea en Ginebra el Centro Internacional de Epistemología genética.
Estudia por métodos experimentales la formación de estructuras básica del conocimiento humano durante el desarrollo infantil.
Piaget muestra que el pensamiento lógico se construye antes que las etapas manifestantes de conductas lingüísticas.

Epistemología y psicología genética.
La psicología de Piaget busca explicar cómo se construyen los conocimientos científicos, es decir, cuál es su génesis.
Por eso estable un paralelo entre la construcción del conocimiento científico y cómo se va dando la construcción del conocimiento del niño (ontogenia).
Para explicar esto crea la psicología genética, que estudia el desarrollo de la inteligencia infantil (la psicogénesis).
Piaget se interesa en el niño de forma general.
Su objetivo es saber cómo se construyen las categorías cognoscitivas (conocimiento) y cómo es el mecanismo de formación.
Para esto toma 2 ciencias: la psicología (ciencia descriptiva del comportamiento humano) y la lógica (ciencia interpretativa). Del cruce de ambas ciencias surge la psicología genética.

¿Cómo entiende Piaget el conocimiento?
Conocimiento à no es un estado, sino que es un proceso activo donde el S y el O interactúan y se modifican construyendo conocimiento.
Piaget dice que el conocimiento avanza por reorganizaciones de argumentos y reformulación de teorías, no por acumulaciones à es un proceso dialéctico.

El sujeto que conoce
Sujeto epistémico (centro de funcionamiento). Piaget no se ocupa del sujeto individual, se ocupa de lo que hay en común en todos los sujetos que están en el mismo nivel de desarrollo.

El objeto a conocer
Piaget propone la construcción de la inteligencia a partir de las acciones del sujeto sobre el mundo.
Su objeto de estudio es la construcción de estructuras cognoscitivas que son instrumentos de asimilación que permiten al sujeto incorporar lo real a sus acciones.

El método
Piaget en su psicología genética, utiliza el análisis estructural que se realiza sobre los datos de:
-Análisis clínicos: que consiste en interrogar al niño para conocer su sistema intelectual.
- Análisis psicogenéticos: que consiste en la reconstrucción del modo de formación de los sistemas cognoscitivos.
Estos análisis permiten:
* Análisis estructural: comprender los sistemas cognoscitivos que utiliza el niño.
* Análisis clínico (o método de aplicación crítica): comprender las justificaciones que da el niño a su accionar.
* Análisis psicogenético: explicar el mecanismo con el que los sistemas cognoscitivos se producen unos a partir de otros.

Conceptos: estructura, génesis y equilibrio .
Forman el trípode en el que se basa el enfoque estructuralista genético.

1. Estructura à comienza a ser utilizada por la Gestalt.
El ser humano construye esquemas que dan estructuras para conocer el mundo.
Piaget caracteriza la noción de estructura diciendo que debe tener carácter de totalidad, transformaciones y autorregulación.

2. Génesis à las estructuras son el resultado de una génesis, paso de una estructura simple a una más compleja. La génesis es una cierta forma de transformación.
Es un simple desarrollo, la estructura A desemboca en una estructura B, la B es más estable que la A.
Ritmos, regulaciones y operaciones à son los 3 procesos de la autorregulación.

3) Equilibrio à es la compensación debido a las actividades del sujeto como respuesta a perturbaciones externas.
El desarrollo es un progresivo equilibrarse.
Características del equilibrio: estabilidad, compensación y actividad.
Una estructura estará equilibrada si el sujeto es cada vez más activo para poder compensar las perturbaciones a través de la inteligencia práctica y luego por medio del pensamiento.

Actividad inteligente à combinación de medios y fines.
Toda actividad inteligente tiene un desarrollo.
Toda conducta se presenta como una adaptación.
El individuo actúa cuando el equilibro está roto entre el medio y el organismo: la acción tiende a reestablecer ese equilibro, a readaptar al organismo.
Las conductas que estudia la psicología son de orden funcional y ocurren en espacio, tiempo y trayectoria.

Piaget tiene en cuenta dos movimientos (acciones) à esquemas reflejos.
Acción psicológica: tiende hacia un objeto al que se le asigna un significado que le da un sentido a su accionar.
Inteligencia à proceso de adaptación.

ASIMILACION à acciones del S sobre los O à modificándolo e incorporándolo a sus esquemas de conducta.

ACOMODACION à transformación de los esquemas del S para adecuarse a las exigencias del medio que resultan de una modificación de la propia acción.

ADAPTACION à es el equilibrio entre acciones del organismo sobre el medio y las acciones inversas.


El desarrollo cognoscitivo.
La construcción de estructuras intelectuales pasan por períodos llamados estadios del desarrollo intelectual. Es importante que el orden de sucesión sea constante.
Cada estadio se caracteriza por ser una “estructura de conjunto”.
Esas estructuras son integrativas, ya que cada una se convierte en parte integrante de la estructura siguiente y no se sustituyen unas a otras.
Los estadios que describe Piaget se pueden agrupar en:
• El período de la inteligencia sensorio-motriz.
• El período de la inteligencia representativa.
• El período de la inteligencia operatoria: concreta y formal.

Un niño a partir de las acciones comienza a conocer el mundo y así mismo. De los reflejos con el ambiente irán surgiendo las acciones sensorio-motrices.
Alrededor de los 2 años, comienzan a surgir las primeras abstracciones.
Esta función permite la manifestación de conductas nuevas, donde la acción perceptiva y motriz pasa a reconstruirse en el plano de las representaciones.
Aquellas acciones, alrededor de los 7 u 8 años, comienzan a coordinarse para construir sistemas de conjunto. A partir de ese momento aparecen las operaciones.
Sin embargo el niño para razonar, al principio necesita la presencia concreta de los objetos, y no solo la verbal. Por eso se llama período de las operaciones concretas.
Estas limitaciones desaparecen en el período de operaciones formales. A los 11 años, el niño comienza a razonar sobre lo real y también sobre lo posible.
Comienza a razonar de manera hipotética.

El mecanismo de desarrollo.
Se puede centrar la discusión sobre los factores del desarrollo mental en:
a. Factores biológicos: el crecimiento orgánico y la maduración son factores de conductas elementales como la coordinación de la visión y la prensión.
b. Factores del equilibrio de las acciones: para Piaget el desarrollo es la función de una serie de actividades de ejercicio, experiencia y acción del individuo con el medio, que son cada vez más coordinadas y generalizadas. Así se van organizando formas de intercambio más autorreguladas.
c. Factores de coordinación interindividual: interacciones y transmisiones sociales espontáneas que intervienen en el proceso de socialización del niño.
d. Factores de transmisión educativa y cultura.

Los 4 factores del desarrollo son de desarrollo de la afectividad.
No existe conducta humana que no implique factores afectivos y no existe ningún comportamiento afectivo sin la intervención de procesos cognoscitivos.

2. La Psicología histórico- cultural. Vigotsky (1896- 1934).

Vigotsky propone para la compresión de la mente humana una perspectiva donde la función intelectual debe explicarse partir de su relación con las condiciones históricas y culturales.
Sostenía que en el desarrollo infantil interactúan los ejes de desarrollo naturales con los ejes culturales y que en su integración producen una dinámica de cambio.

En la década del 20, la psicología se encuentra en un debate entre materialistas e idealistas. Las discusiones buscaban crear una psicología de base materialista dialéctica.
En 1924 entra Vigostsky a la psicología, realizando un análisis crítico de la psicología de su época, donde crítica a las corrientes naturalistas y a las materialistas diciendo que no explicaban los procesos psicológicos superiores (PPS).
Vigotsky se proponía realizar una síntesis de los enfoques enfrentados sobre una base teórica nueva.

Programa de psicología histórico- cultural
Vigotsky vio en lo métodos y principios del materialismo dialéctico la clave para solucionar los problemas que afectaban a la psicología.
La idea era estudiar los fenómenos como procesos en constante movimiento y cambio. La tarea del científico era la de reconstruir ese proceso, teniendo en cuenta su origen, el desarrollo de la conducta y de la conciencia.
Se apoya en este razonamiento para explicar la transformación de los procesos psicológicos elementales (PPE) en procesos psicológicos superiores (PPS).
Vigotsky buscaba elaborar una vinculación entre la psicología científica y la filosofía marxista, por eso elabora una “psicología general”.
Él quería desarrollar una metodología general de la psicología, sacar los principios explicativos generales y construir con ellos categorías y principios concretos. Este nuevo enfoque se basaba en cuatro premisas:

a. Medición cultural.
Los procesos psicológicos como la memoria voluntaria, la adquisición de conceptos, el pensamiento y el lenguaje surgieron porque los objetos materiales son modificados por los humanos como medio de regular su interacción con el mundo.
A estos objetos materiales mediadores se los llama instrumentos.
Para Vigotsky utilizar un objeto, genera cambios en la estructura psicológica de los hombres. El hombre realiza una nueva conexión entre la actividad de recordar y el objeto. La posibilidad de incorporar estímulos artificiales (signos) representa una forma de conducta nueva: la conducta mediada.
Los signos son nexos que se construyen en la interacción humana, en el proceso de la vida social.
El comportamiento mediado es una conducta que transforma al medio al mismo tiempo que trasforma al sujeto por los nuevos nexos que se constituyen. El desarrollo cognitivo entonces, parte de dos procesos; evolución biológica y el proceso de desarrollo histórico de la evolución de la cultura.


b. Orígenes sociales de las funciones psicológicas superiores.

Vigotsky sostiene que toda actividad mediada tiene su origen en las interacciones con otros humanos.
Papel del adulto en la interacción con los niños durante la crianza:
Primero (plano intersubjetivo) los niños construyen sus funciones psicológicas al ser asistidos por adultos, hasta que puedan dominarlas de manera autónoma, voluntaria y consciente (plano intrasubjetivo).
Vigotsky expresó esto en “La ley de la doble formación de las funciones superiores”.
Dice que en el desarrollo cultural del niño, toda función aparece dos veces, primero a nivel social (interpsicológica) y luego a nivel individual (intrapsicológica).


c. Concepción histórica del desarrollo.
Vigotsky explicaba el comportamiento humano a partir de la síntesis de las fuerzas biológicas y culturales.
Lo que trata de explicar es como las transformaciones históricas de la cultura provocan modificaciones en el comportamiento de los humanos.
La introducción de nuevos medios, artificiales, en el comportamiento humano a través de los signos permite explicar el desarrollo humano. Esta nueva función, de origen social, ya no depende de los nexos preestablecidos por la naturaleza en el cerebro, sino que ellos introducen nexos funcionales que se organizan en la interacción social.
Ellos se han producido a lo largo de la historia de la humanidad y se transmiten y recrean a través de las generaciones y al mismo tiempo se producen cotidianamente en el crecimiento de cada nuevo niño.

d. El análisis genético.
Las investigaciones de Vigotsky se basan en:
-La génesis del desarrollo de las funciones superiores en el niño.
-La influencia de las variables transculturales en la naturaleza de los procesos cognitivos.

La idea de Vigotsky era que la investigación psicológica no debería desconectarse de las actividades prácticas ligadas al mundo real, evitando la elaboración de modelos en el laboratorio que no reflejen los contextos cotidianos en que las funciones psicológicas se desarrollan.
Produce la construcción de una nueva metodología coherente con el enfoque socio-cultural de las funciones superiores y los estudios transculturales con adultos, que Vigotsky definió como “método genético-experimental”. Lo caracterizó en tres rasgos:
a. Implica el análisis de procesos y no de productor terminados.
b. se dirige a realizar un análisis explicativo (genotipo) de la conducta y no a la descripción de los rasgos externos (fenotipo) de la misma.
c. Se quiere estudiar el proceso mismo de la formación de conductas en lugar de conformarse con los productos ya cristalizados (“fosilizados”).

Este método consistía en plantear a los sujetos tareas que estaban más allá de sus capacidades de solución inmediata, y se les ofrecían medios que podían tomar el valor de signos, capaces de favorecer la realización de las tareas propuestas.
A este procedimiento, Vigotsky lo llamó método de la doble estimulación.
Se trataba de estudiar los procesos de realización de funciones cognitivas mediante claves estimulantes específicas, donde el experimentador asumía una actitud activa frente al examinado.

3. Enfermedad mental y personalidad.
El sentido histórico de la alienación mental, Foucault.

Alienación à signo mayor de la locura, es la transformación del hombre en otro distinto.
Energoumenos de los griegos.
Mente captus de los latinos.
Según la tradición cristiana lo habita un demonio. El hombre es la presencia encarnada del demonio y al mismo tiempo el instrumento de la gloria de dios. El pensamiento cristiano reconoce que el hombre es aprisionado entre lo divino y lo satánico. El cuerpo es el poseído y el alma libre, ya que la libertad es anterior a la alienación.
El cuerpo está condenado, por ende hay que quemar al cuerpo.
Después del Renacimiento la posesión adquiere un nuevo sentido, es la posesión del espíritu por el espíritu, la abolición de la libertad. La posesión consiste en la unión del alma con el diablo.
El cristianismo despoja la enfermedad mental de su sentido humano; la posesión arranca al hombre de la humanidad para liberarlo a lo demoniaco, pero lo mantiene en el mundo cristiano.
En el S.XVIII aporta que la locura es la desaparición de las facultades más altas del hombre. Las alucinaciones y los delirios son los efectos naturales de la incapacidad de reconocer lo verdadero. El insano ahora es un desposeído.
La locura forma parte de todas las debilidades humanas. De esta concepción surge una práctica que excluye al enfermo de la sociedad. Se abandona la concepción demoniaca de la posesión, pero para llegar a una práctica de alienación humana. La facultad que perdió el hombre es la libertad, la anulación de su voluntad. Este enfermo mental se encuentra alienado, donde otro en su lugar ejerce sus derechos. Para evitar esta alienación el Código Penal provee una jurisprudencia, en la que su capacidad jurídica se transmite a otro, de decir, se sustituye la alienación con una alienación de derecho.
Hasta 1838 se internaba a los enfermos, pero en el caso de los alienados, para librarlos de sus familias se creó la “internación voluntaria” independiente del sujeto, pero dependiente de la familia. Sustituye su voluntad por la de la familia.
En el S.XIX se convierte al hombre enfermo en un enajenado ya que transmite a otros sus capacidades y la sociedad transfiere otro ciudadano. Ubicándolo en una sociedad abstracta (internación).
La alienación es un hecho patológico.
Nuestra sociedad dio al enfermo un status de exclusión. La sociedad no se reconoce en la enfermedad.
La enfermedad por su aspecto regresivo hace aparecer conductas o formas primitivas. Para que la conducta infantil sea considerada un hecho patológico es necesario que la cultura solo integre el pasado obligándolo a desaparecer. La evolución pedagogía contemporánea acentúa la distancia que separa la vida del hombre de su vida de niño.
En conclusión, para Foucault, los aspectos psicológicos de las enfermedades mentales no pueden tomarse en forma aislada de la sociedad en la que esas enfermedades se desarrollaron.

4. Psicoanálisis, Lubián.
El descubrimiento del inconciente .
Freud (1856-1939).
Freud presenta al psicoanálisis como un tratamiento especial del padecimiento neurótico que tiene diferencias con el modo de abordaje de la medicina y la psiquiatría.
El descubrimiento freudiano implica una manera distinta de abordar los síntomas neuróticos y también produce una nueva concepción acerca de la subjetividad.
Los términos freudianos: inconsciente, sexualidad, represión, angustia, sentimiento de culpa, pulsión de muerte, entre otros, pasaron a formar un conjunto de representaciones de las cuales se intenta nombrar cierto “malestar” propio a la existencia humana.
Freud, el psicoanálisis en su origen tuvo una intencionalidad terapéutica, se proponía crear un nuevo tratamiento eficaz para las enfermedades neuróticas.

La filosofía y la psicología prefreudiana entendían lo psíquico sólo como “un fenómeno de conciencia” y por ende a la psicología como la ciencia de los fenómenos de la conciencia.
La postulación de la existencia de un psiquismo inconciente, resultaba, una contradicción insalvable.
La vida psíquica es el objeto de investigación del psicoanálisis.
Los procesos psíquicos, desde la perspectiva freudiana, se presentan a una “observación” que no se asienta en lo visible, sino en aquello que se hace oír a través de los síntomas.
El tratamiento psicoanalítico aparece como un intercambio de palabras entre el paciente y el analista. Este intercambio no puede ser presenciado, ya que la intimidad del paciente forma parte de las condiciones de su relato. Al no haber nada que ver ni mostrar, la enseñanza de sus principios no se adecua a los propios de las ciencias experimentales.
El psicoanálisis no es hijo de la especulación sino el resultado de la experiencia; por esa razón, como todo nuevo producto de la ciencia, está inconcluso.
Freud considera que el psicoanálisis desciende de la ciencia y se sirve de sus principios, pero sin embargo es una teoría que se dirige a aquello que la ciencia rechaza de su campo, es decir el sujeto.

El psicoanálisis sostiene la existencia del inconciente, es decir de pensamientos que se piensan sin un pensador que se reconozca como tal.
Estos pensamiento no sabidos, sacan al hombre como amo de sus actos y además son testimonio del papel fundamental que la sexualidad y la muerte juegan en relación al campo de la subjetividad.

Las hipótesis fundamentales del psicoanálisis.
La primera de las afirmaciones sostenida por el psicoanálisis se opone a la aceptación de la identidad entre los psíquico y lo conciente.
La conciencia es la percatación o reconocimiento de algo.
En sentido psicológico la conciencia es la percepción del yo por sí mismo.

Freud señala que la psicología para responder el significado de lo psíquico enumera sus constituyentes – percepciones, ideas, recuerdos, sentimientos y actos volitivos – y resalta su cualidad esencial que es la conciencia.
Freud considera que la psicología de su época establece un identidad entre lo psíquico y lo conciente.
A partir de esto se le atribuye a los actos de un sujeto la cualidad de la conciencia y se los considera producto de su voluntad.
Pero existen fenómenos o actos ligados a la subjetividad que sin embargo resultan contrarios a la intención y voluntad conciente del hombre.
Freud dice que estos fenómenos se presentan como lo opuesto a lo que podría nombrarse como efecto de la voluntad conciente de un sujeto.

Síntomas neuróticos: Freud los define como actos nocivos que llevan a experimentar sensaciones displacenteras y/o dolorosas que escapan a la voluntad del sujeto aunque no respondan a una determinación orgánica.
Producen daño al sujeto, fundamentalmente derivado del esfuerzo psíquico que implica la lucha entre tendencias que llevan a esas conductas y otras que intentan impedirlo. Esta lucha suele concentrar toda la energía psíquica del paciente e incapacitarlo para dedicarse a toda actividad.

Freud estudia el olvido temporal de nombre propios. Le interesan los casos en los que el olvido recae sobre un nombre conocido por la persona y que en determinado momento, frente a la intención de mencionarlo, desaparece momentáneamente de la memoria.
Los sueños también ocupan un lugar importante en la teoría psicoanalítica.
Los lapsus o actos fallidos en donde el sujeto se encuentra diciendo algo que no se comprende y que contradice su intención o peor aun diciendo algo que no deseaba decir.
Hasta los chistes, al producir un sentido inesperado que excede el marco de la significación establecida para un término.
Todo esto permitirá a Freud ahondar en el estudio de lo psíquico.

Estos fenómenos comparten ciertas características:
primero no pueden ser atribuidos a la intención conciente del sujeto, implican un decir o un hacer que indica un punto de fracaso respecto a la voluntad. Al no poder ser explicados se introducen al enigma.

Freud sostendrá que estos fenómenos –síntomas, olvidos, sueños, actos fallidos, chistes – tienen un sentido, que responden a una legalidad que los vuelve abordable no sólo a través de la teoría sino también por la práctica psicoanalítica.

La primera afirmación de la teoría psicoanalítica asevera que los procesos psíquicos son en sí mismos inconcientes, y que los procesos concientes no son sino actos aislados o fracciones de la vida anímica total.

Freud sostiene la existencia de un pensamiento que se piensa sin un pensador que se reconozca como tal. Esto es lo que Freud descubrió y decidió llamar inconciente.

La segunda afirmación enuncia que determinadas mociones como sexuales, en sentido estricto y en sentido lato, desempeñan un papel grande, hasta ahora no apreciado lo suficiente, en la causación de las enfermedades nerviosas y mentales. Esas mismas mociones sexuales participan, en las creaciones culturales, artísticas y sociales del espíritu.

El psicoanálisis introduce, el inconciente y la sexualidad, otorgándoles un papel preponderante, determinante en la existencia humana.

Inconciente, sexualidad y lenguaje son los pilares en los que se funda la teoría psicoanalítica.

La importancia de lo simbólico. Psicoanálisis y lenguaje.

Freud presenta al tratamiento psicoanalítico como un intercambio de palabras entre el paciente y el analista. Dice que las palabras del paciente tienen un lugar de cura. Se espera que el paciente no de un relato común sino que se deje llevar por sus pensamientos que interrumpen la conversación, y que los comunique sin restricciones.

La teoría psicoanalítica, repara de modo especial en el hecho de que los seres humanos son los únicos seres vivientes que habitan un universo marcado por el lenguaje.

Que el hombre esté atravesado por los efectos del lenguaje, que su existencia dependa en los inicios de los cuidados maternales, tienen efectos, entre ellos que su realidad no es ya una realidad meramente biológica, y es esta peculiaridad, característica de los seres hablantes la que, en otras consecuencias, sostiene la existencia misma del inconciente.

En ocasiones Freud define al psicoanálisis como cura por la palabra ya que sostiene que a través de ellas se puede aliviar el sufrimiento psíquico.

Antecedentes.
Luego de terminar sus estudios en medicina, Freud decide dedicarse al estudio de las enfermedades nerviosas. Viaja a Paris a estudiar con Charcot. Se interesa en las indagaciones que este realiza sobre la histeria.
Histeria, se deriva del griego Hystera (matriz, útero); se trata de una neurosis caracterizada por distintos cuadros clínicos. Se destacan las manifestaciones corporales: crisis paroxísticas (ataques de llanto, risa, convulsiones, desmayos, alucinaciones) y/o síntomas duraderos (anestesias, parálisis, contracturas, ceguera).
Para los antiguos (Hipócrates) la histeria era una enfermedad orgánica de origen uterino, específicamente femenino.
En la edad media la sintomatología histérica fue atribuida a la intervención del diablo; un diablo engañador, capaz de simular enfermedades y entrar en el cuerpo de las mujeres para “poseerlas”.
En el renacimiento muchos médicos comienzan a sostener que la enfermedad provenía del cerebro.

La hipnosis consiste en que se puede poner a un ser humano en un estado semejante al dormir en el que guarda una especial conducta respecto del hipnotizador. Sólo oye, responde, comprende y obedece las órdenes de este.
A través del estado hipnótico, se pueden producir o suprimir síntomas en el paciente.
Freud practicó la hipnosis con el fin de averiguar acerca de la historia “genética” del síntoma del enfermo, sobre todo en la medida en que los pacientes no podían comunicar demasiado acerca de ello.

Freud comienza a aplicar el método catártico en los casos de histeria(descubrimiento de los traumas iniciales que dan lugar a ciertos síntomas) y propone la siguiente hipótesis: la causa de la histeria debe buscarse en un “trauma psíquico”.
Freud dice que toda impresión que el sistema nervioso se vea imposibilitado de resolver, se convertirá en un trauma psíquico.
Los estados psíquicos suelen expresarse mediante uno corporal, más allá de la función comunicativa de las palabras, el uso lingüístico ofrece puentes que posibilitan esa modalidad de expresión.

Freud sostendrá que en la base de los síntomas histéricos existe una historia de padecimientos que esconde vivencias teñidas de afecto, estas valen como trauma. Las representaciones, los pensamientos despertados por el trauma, han sido arrojados fuera de la conciencia del enfermo, en la medida en que, por diversos motivos no le resultan aceptables, impidiendo, por consiguiente, la tramitación del afecto.

Freud sostendrá que la sintomatología histérica es el resultado de una defensa frente a representaciones de índole sexual.
La histeria, desde la visión freudiana, es producto de la defensa frente a representaciones de carácter sexual que resultan intolerables para el aparato psíquico. La importancia de esta afirmación es decisiva para la creación del psicoanálisis, ya que a partir de ella comienza la historia del concepto freudiano de inconciente.


Inconciente freudiano
Freud advierte las limitaciones del método catártico, si bien permitía el descubrimiento de los traumas iniciales que dieron lugar a ciertos síntomas, estos traumas persistían porque no dependían de los mismos sino de varios recuerdos.
Además no todos los pacientes podían ser hipnotizados.
Por eso produce un primer cambio en el método al sustituir la hipnosis por la orden sugestiva. Le asegura a los pacientes que bajo la presión de su mano, aplicada sobre la frente, aparecerán los recuerdos ligados a la producción del síntoma.
Esta modificación en la técnica será decisiva respecto de la invención del método psicoanalítico y del descubrimiento del inconciente.
Freud tropieza con obstáculos que dificultan la recuperación de los recuerdos. Postula la noción de resistencia, es decir la existencia de una fuerza que se opone e impide el surgimiento de recuerdos.

Freud estable una relación entre la resistencia a recordar y el proceso defensivo. Una representación de índole sexual que resulta inconciliable con el yo se torna patógena a consecuencia de haber sido expulsada de la conciencia al servicio de un proceso defensivo.
Las fantasías, ligadas a deseos inconcientes, participan en la producción de los síntomas neuróticos así como también de los modos a través de los cuales el sujeto aborda la realidad. Estos desarrollos permitirán situar y designar “otra realidad” que es determinante para la existencia humana: la realidad psíquica.

La represión es definida como el proceso que expulsa de la conciencia a determinadas representaciones que conllevan una moción de deseo que se encuentra en aguda oposición a los demás deseos del individuo, y por ello resulta ser inconciliable con las exigencias éticas y estéticas de la personalidad.
Estas teorizaciones hallarán una vía que permite sustituir la utilización de hipnosis y de la sugestión: “las ocurrencias de los pacientes”, es decir pensamientos involuntarios que perturban el relato intencional y que en general son silenciados por el paciente.
Considerará que estas ocurrencias surgen de los productos psíquicos reprimidos.
Esta modificación dará lugar al método psicoanalítico propiamente dicho, caracterizado por la utilización de la asociación libre, como vía de acceso a los pensamientos inconcientes. El procedimiento que permite avanzar desde las ocurrencias hasta lo reprimido, sin recurrir a la hipnosis, es denominado interpretación.

Defensa, represión, deseo inconciente, conflicto, resistencias, son términos centrales dentro de la teoría psicoanalítica.

A partir de 1900 Freud muestra el modo de funcionamiento del aparato psíquico.
Freud postula un primer esquema del aparato en el que diferencia el polo perceptivo del polo motor.
Y dos sistemas: el inconciente, ubicado detrás de otro sistema: el preconciente-conciente, que regula el acceso a la motilidad.

Luego formaliza distintas formas del término inconciente: descriptiva, dinámica y sistemática.
El termino inconciente en sentido descriptico alude al estado de una representación que está ausente de la conciencia. Una representación ausente de la conciencia pero susceptible de ella es una representación latente, que pertenecen a la instancia preconciente.
El sentido dinámico del termino inconciente dice que las representaciones tienen poder patógeno, que inciden desde lo inconciente en la vida del sujeto y son las que se hallan en la base de los síntomas y de las restantes formaciones del inconciente. Desde esta perspectiva, lo reprimido pasara a ser modelo de lo inconciente.

Freud señala que es necesario plantear la existencia de un sistema inconciente, es decir una instancia estructural de lo anímico, qe se rige por una legalidad propia, esa legalidad se sustenta a través de dos mecanismos: desplazamiento y condensación. Y opera en la producción de diferentes formaciones del inconciente: los síntomas, los olvidos, los sueños, los actos fallidos y los chistes.

El desplazamiento es un mecanismo por el cual el acento, el sentido, de una representación que resulta inconciliable con el yo, se separa de la misma y se desliza sobre otra representación próxima a la primera pero originalmente indiferente para la vida anímica.
La condensación, cuya condición es un desplazamiento previo, permite que en una única representación confluya el sentido derivado de distintas representaciones.

El valor de la sexualidad.
Freud presenta a la sexualidad diferenciándola de otras concepciones.
Estas distintas concepciones pueden ser: reproductiva (se la entiende con el fin de procrear) o de genitalidad (diferencia sexual anatómica).
Esta diferencia supone oposición y complementariedad. Pero dejan fuera a la concepción de placer.
El psicoanálisis lo incluye definiendo a la sexualidad como la búsqueda de placer.
Freud destaca la importancia de la obtención de placer, más allá del objeto o del fin a través del cual se consiga. El placer puede estar dado por diferentes objetos (físicos, seres vivos, el propio cuerpo).

Freud distinguirá entre el instinto animal (conducta preformada y heredada dirigida a conservar y reproducir la especie) y la pulsión (estímulos que provienen del interior del cuerpo que son constantes y cuya meta es la satisfacción). La pulsión es una fuerza endógena, la sexualidad no es del orden de lo instintivo sino de lo pulsional. La pulsión es un representante psíquico de fuente endosomática (interior al cuerpo). La pulsión tiene cuatro elementos:
- Objeto: búsqueda de la satisfacción
- Fuente: endosomática (zona erógena). Es de donde emana.
- Fuerza o empuje
- Fin o meta

Aportará otras nociones como:
- Zona erógena: Cualquier parte del cuerpo que dé placer y excitación más allá del acto sexual.
- Libido: fuerza en la cual se exterioriza la pulsión sexual. Está concentrada en los síntomas del paciente. Cuando comienza el análisis, la libido comienza a concentrarse en el analista.

Freud afirmó que la sexualidad está presente desde la infancia. En el lactante, las primeras mociones de sexualidad se vinculan con otras funciones vitales. Dado que el placer sexual infantil carece ligazón con la función reproductiva se expresa por medio de la excitación de ciertos lugares, particularmente estimulables del cuerpo como los genitales, el ano, la boca, la piel, etc. Esta primera etapa de la vida sexual infantil, será calificada por Freud como de “autoerotismo”,dado que el niño busca y encuentra sus objetos en el propio cuerpo.

Como el niño carece, por naturaleza, de la función de reproducción, su vida sexual es necesariamente de índole perversa (hay una desviación de objeto y de fin), ya que su sexualidad se forma de pulsiones parciales e independientes unas de otras que buscan el placer, en parte en el propio cuerpo y en parte en un objeto exterior.

Freud hablará de tres fases:
- Oral: desde el nacimiento hasta más o menos el año y medio.
- Anal: más o menos hasta los cuatro años.
- Fálica: según qué zona erógena y que pulsiones predominen. Son relevantes los genitales. Sin embargo, el niño no tiene la representación que le permita comprender la diferencia entre los sexos. Es la etapa en donde se producen fenómenos claves para la formación de la psiquis y cuando surgen con fuerza el complejo de Edipo y el complejo de castración.

Esas fases, aunque tienen un orden sucesivo, se superponen. El niño comienza a investigar la cuestión sexual y a elaborar teorías sexuales propias. Se pregunta inicialmente de dónde vienen los bebés pero la falta de desarrollo de su constitución sexual le impiden llegar a la respuesta.

En la etapa fálica sobrevive una etapa de latencia propia de la infancia, cuando la actividad y el interés sexual refluyen hasta la pubertad y los hechos y pensamientos vinculados con lo sexual suelen caer bajo la amnesia infantil. Con la pubertad, llega la etapa genital, donde las distintas pulsiones parciales se subordinan a los genitales, permitiendo la unión sexual y con ésta la reproducción. Sin embargo, las formas de satisfacción privilegiadas en la infancia dejan sus marcas en la sexualidad del adulto.

Freud plantea: la sexualidad tiene un papel decisivo en la formación del psiquismo y en la causación de perturbaciones anímicas. El punto de partida de Freud ha cambiado: ya no es un hecho sexual traumático sino que lo que es traumático es el encuentro con la sexualidad en sí misma.

Los cuidados y el amor de quien esté a cargo del niño, realizando sus deseos, dejan marcas en su psiquismo. Esa persona erogeniza el cuerpo del niño y produce en él sensaciones sin que este disponga todavía de representaciones que le permitan simbolizarlas. Así, el no saber característico de la sexualidad humana es un campo fértil para el surgimiento y proliferación de las fantasías, estos es, invenciones de recuerdos.

5. Conferencia 17, Freud.

Los síntomas neuróticos tienen su sentido, como los fallidos y los sueños, y como estos, su nexo con la vida de las personas que los exhiben. La llamada neurosis obsesiva no es tan estridente como la histeria, renuncia casi por completo a manifestarse en el cuerpo y crea sus síntomas en el ámbito del alma. La neurosis obsesiva y la histeria son dos formas de la contracción de la neurosis.

La neurosis obsesiva: los enfermos son ocupados de pensamientos que en verdad no les interesan, sienten en el interior de sí impulsos que les parecen muy extraños y son movidos a realizar ciertas acciones cuya ejecución no les depara contento alguno, pero les es imposible omitirlas. Los pensamientos pueden dar una impresión tanto infantil como disparatada, pero casi siempre tienen un contenido espantable, como tentaciones a cometer delitos, etc. Jamás llegan esos impulsos a ejecutarse, lo que se ejecuta son las llamadas acciones obsesivas: repeticiones sobre la vida cotidiana que se convierten en tareas fastidiosas. El enfermo sólo puede desplazar, permutar, poner en lugar de una idea estúpida otra de algún modo debilitada, avanzar desde una precaución o prohibición hasta otra y ejecutar un ceremonial en vez de otro. La duda se hace valer en el campo intelectual y poco a poco corroe aún aquello de que solemos estar seguros al máximo. La psiquiatría le da nombres a las diversas obsesiones, y a los enfermos los denomina como “Degenerados”.

Narra dos casos de su propia clínica en dónde quiere demostrar que siempre hay un suceso precedente y desencadenante que está oculto a la conciencia del paciente. Coincide con Janet al considerarlos “exteriorizaciones del Inconsciente”.
“El primer caso, una mujer de 30 años cuya acción obsesiva era la de correr de una habitación a la otra, detenerse en el medio frente a una mesa, llamar a la mucama, despedirla y luego correr a la habitación siguiente. Al preguntarle por qué lo hacía decía “no saber”, pero de pronto lo supo. Relato que en la noche de bodas su marido resulto impotente. Este había corrido de una habitación a la otra reiterada veces para intentar concretar el acto sexual sin éxito; y este exclamo que era “como para avergonzarse ante una mucama”. Por eso tomó un frasco con tinta roja y manchó en vez de las sábanas, un mantel, para simular que había desvirgado a su mujer. Freud hace un paralelismo entre mesa y cama. En este caso la paciente se identifica con su marido, representa su papel. El núcleo de esta acción es el llamado a la mucama a quién le pone la mancha ante los ojos y de esta manera salva al marido de la vergüenza.”
Con este caso Freud insinúa que detrás de estas acciones repetitivas hay algo oculto que casi siempre seria de carácter sexual. Para demostrarlo plantea el siguiente caso.
“Cuenta el caso de una señorita de 19 años que tenía una molesta rutina a la hora de acostarse. Su ritual le llevaba casi 2 horas en realizarse y era un hecho inevitable si quería dormir. Ella exigía que parasen todos los relojes de la sala, y sacar hasta el pequeño reloj de pulsera de su mesita de noche, porque no la dejaban dormir con el tic-tac. También exigía que retirasen todos los floreros y jarrones de su dormitorio por miedo a que se cayeran y también tenía un modo particular de acomodar sus almohadas. Además exigía que sus padres dejaran la puerta entreabierta de su dormitorio. Freud interroga a la paciente y después de muchas resistencias, descubren la relación que tienen los relojes con el “latir” involuntario del clítoris en las noches. También al obligarlos a los padres a dejar su puerta entreabierta exige que estos no tengan intimidad sexual. Freud analiza cada detalle narrado por ella como si fuera un sueño desde su simbología, y vuelve a demostrar que lo oculto y reprimido es de índole sexual.”

Freud plantea que la tarea del analista es descubrir esta situación del pasado en la que la idea estaba justificada y la acción respondía a su fin. El habla de que los síntomas tienen rasgos “típicos” y rasgos “particulares”. Es estos que se va a poder investigar la historia que los desencadeno. Los rasgos típicos son los que van a ayudarnos para enmarcar al paciente en un diagnóstico, y los “singulares” sirven de material para desentramar la vivencia particular.

6. El desarrollo de la función sexual, Freud.

Según la concepción corriente, la sexualidad se reduce a la genitalidad. Esto surgiría con la pubertad con el fin de la reproducción. Aunque se pueden marcar hechos que van en contra de esta concepción:
- la homosexualidad;
- la perversión;
- el temprano interés de los niños por sus genitales (masturbación precoz).

La concepción del psicoanálisis tiene los siguientes resultados:
- la vida sexual se inicia enseguida después del nacimiento con nítidas exteriorizaciones
- sexualidadgenitalidad. El primero es el más extenso e incluye actividades que no tienen que ver con la genitalidad.
- la vida sexual incluye la función de la ganancia de placer, función que es puesta al servicio de la reproducción.

Etapas en general → se demostró que el niño da señales de actividad corporal sexual. Estos fenómenos responden a un desarrollo acorde a ley, tienen un acrecentamiento regular, alcanzando un punto culminante hacia el final del 5º año de vida, siguiendo un periodo de reposo (‘de latencia’). La vida sexual prosigue con la pubertad. Los eventos de esta época son víctimas de la amnesia infantil.

1º ETAPA → BUCAL → la zona erógena es la boca. Que el niño lleve las cosas a la boca no solo por alimentación, sino por placer, hace que este impulso sea ‘sexual’. Con la aparición de los dientes aparecen unos impulsos sádicos aislados y se pasa a la segunda etapa.
2º ETAPA → SÁDICO ANAL → la satisfacción es buscada en la agresión y en la función excretoria.
3º ETAPA → FÁLICA → desempeñan un papel aquí los genitales del sexo masculino (el falo). Los genitales femeninos permanecen ignorados. Con la fase fálica la sexualidad alcanza su apogeo y se aproxima al sepultamiento. El niño y la niña parten de la premisa universal del pene, y aquí se divorcian los caminos de los sexos. El nene en la fase edípica, fantaseando sobre algún quehacer sexual del pene en relación con la madre. Hasta que, con la amenaza de la castración por la falta del pene en las nenas, abandona la etapa. En las nenas, su vivencia de la falta del pene o inferioridad clitorídea tiene consecuencias en el desarrollo del carácter.

En las fases tempranas las pulsiones parten con reciproca independencia al logro de placer. En la fase fálica son los comienzos de una organización que subordina las otras aspiraciones al primado de los genitales, significando el principio del ordenamiento de la aspiración general de placer dentro de la función sexual.

4º ETAPA → GENITAL → queda establecido un estado en que:
- se conserva la investidura libidinal temprana
- algunas investiduras entran en la función sexual y aparecen en el ‘placer previo’.
- algunas o se reprimen o se convierten en perversiones por los corrimientos de la meta.

Las inhibiciones se presentan como perturbaciones de la vida sexual. En estos casos las fijaciones de la libido a estados de fases más tempranas, se transforman en perversiones. Se deben a que las fases tempranas se consuman en forma parcial.


 

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