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Sociología | Resumen: Gilles Deleuze, " Post–scriptum sobre las sociedades de control" | Cátedra: Raffin | 2° Cuat. de 2007 | Altillo.com |
GILLES DELEUZE - Post–scriptum sobre las sociedades de control.-
I. HISTORIA.-
Las sociedades disciplinarias en los siglos XVIII y XIX. Operan mediante la
organización de grandes centros de encierro. El individuo pasa sucesivamente de
un círculo cerrado a otro, cada uno con sus leyes. Foucault ha analizado a la
perfección el proyecto ideal de los centros de encierro, especialmente visible
en las fábricas: concentrar, repartir en el espacio, ordenar en el tiempo,
componer en el espacio-tiempo una fuerza productiva. Las sociedades
disciplinarias son nuestro pasado inmediato, lo que estamos dejando de ser.
La familia es un “interior” en crisis. Se pretende gestionar su agonía y
mantener a la gente ocupada mientras se instalan esas nuevas fuerzas que ya
están llamando a nuestras puertas. Se trata de las sociedades de control, que
están sustituyendo a las disciplinarias. Las formas ultrarrápidas que adopta el
control “al aire libre” y que reemplazan a las antiguas disciplinas que actuaban
en el período de los sistemas cerrados. En la crisis del hospital como medio de
encierro, es posible que la sectorialización, los hospitales de día o la
asistencia domiciliaria hayan supuesto en un principio nuevas libertades; ello
no obstante, participan igualmente de mecanismos de control.
II. LÓGICA.-
Los encierros son moldes o moldeados diferentes, mientras que los controles
constituyen una modulación. La fábrica era un cuerpo cuyas fuerzas interiores
debían alcanzar un punto de equilibrio, lo más alto posible para la producción,
lo más bajo posible para los salarios; en una sociedad de control, la fábrica es
sustituida por la empresa, y la empresa es un alma. La empresa se esfuerza con
mayor profundidad para imponer una modulación de cada salario, en estados
siempre metaestables que admiten confrontaciones, concursos y premios
extremadamente cómicos.
La empresa, en cambio, instituye entre los individuos una rivalidad interminable
a modo de sana competición, como una motivación excelente que contrapone unos
individuos a otros y atraviesa a cada uno de ellos, dividiéndole interiormente.
La formación permanente tiende a sustituir la escuela, y el control continuo
tiende a sustituir al examen.
Lo que es el medio más seguro para poner la escuela en manos de la empresa. Que
en las sociedades de control nunca se termina nada: la empresa, la formación o
el servicio son los estados metaestables y coexistentes de una misma modulación,
una especie de deformador universal. La absolución aparente (típica de las
sociedades disciplinarias, y el aplazamiento ilimitado de las sociedades de
control son dos formas de vida jurídicamente muy distintas
Las sociedades disciplinarias presentan dos polos: la marca que identifica al
individuo y el número o la matrícula que indica su posición en la masa. en las
sociedades de control, lo esencial ya no es una marca ni un número, sino una
cifra: la cifra es una contraseña. El lenguaje numérico de control se compone de
cifras que marcan o prohíben el acceso a la información.
Los individuos han devenido “dividuales” y las masas se han convertido en
indicadores, datos, mercados o “bancos”. El hombre del control es más bien
ondulatorio, permanece en órbita, suspendido sobre una onda continua. El surf
desplaza en todo lugar a los antiguos deportes.
Las sociedades de control actúan mediante máquinas de un tercer tipo, máquinas
informáticas y ordenadores cuyo riesgo pasivo son las interferencias y cuyo
riesgo activo son la piratería y la inoculación de virus. No es solamente una
evolución tecnológica, es una profunda mutación del capitalismo.
El capitalismo del siglo XIX es un capitalismo de concentración. Pero, en la
actual situación, el capitalismo ya no se concentra en la producción, a menudo
relegada a la periferia tercermundista, incluso en la compleja forma de la
producción textil, metalúrgica o petrolífera. Es un capitalismo de
superproducción.
Un mercado se conquista cuando se adquiere su control, no mediante la
formación de una disciplina; se conquista cuando se pueden fijar los precios, no
cuando se abaratan los costes de producción; se conquista mediante la
transformación de los productos, no mediante la especialización de la
producción. El instrumento de control social es el marketing. El control se
ejerce a corto plazo y mediante una rotación rápida, aunque también de forma
continua e ilimitada. El hombre ya no está encerrado sino endeudado. El control
no tendrá que afrontar únicamente la cuestión de la difuminación de las
fronteras, sino también la de los disturbios en los suburbios y guetos.
III. PROGRAMA.-
Un mecanismo de control capaz de proporcionar a cada instante la posición de un
elemento en un medio abierto, ya sea un animal dentro de una reserva o un hombre
en una empresa. El ordenador que señala la posición, lícita o ilícita, y produce
una modulación universal.
En el régimen carcelario, la búsqueda de “penas sustitutorias”, al menos para
los delitos menores, y la utilización de collarines electrónicos que imponen al
condenado la permanencia en su domicilio durante ciertas horas. En el régimen
escolar, las formas de control continuo y la acción de la formación permanente
sobre la escuela, el correspondiente abandono de toda investigación en el seno
de la Universidad, la introducción de la empresa en todos los niveles de
escolaridad. En el régimen hospitalario, la nueva medicina “sin médicos ni
enfermos” que localiza enfermos potenciales y grupos de riesgo, y que en
absoluto indica un progreso de la individuación como a menudo se dice, sino que
sustituye el cuerpo individual o numérico por una materia “dividual” cifrada que
es preciso controlar. En el régimen empresarial, los nuevos modos de tratar el
dinero, de tratar los productos y de tratar a los hombres que ya no pasan por la
antigua forma de la fábrica.
Son ejemplos mínimos, pero que nos permiten comprender mejor lo que hay que
entender por “crisis de las instituciones”, es decir, la instalación progresiva
y dispersa de un nuevo régimen de dominación.