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Sociología

Resumen: “Desarrollo de la perspectiva conceptual y epistémica marxista”

Cátedra: Lucchini

2º Cuat. de 2009 Altillo.com

“Desarrollo de la perspectiva conceptual y epistémica marxista.” (Lucchini/Labiaguerre).

 

    Karl Marx (1818-1883) no era una personalidad atractiva como otras figuras de la época, tampoco muy conocida por el público. Pasó la mayor parte de su vida trabajando en su casa o la biblioteca del Museo Británico. Recién al final de su vida se convirtió en un ideólogo reconocido, aunque tampoco entonces recibió el reconocimiento que tendría más tarde.

    Sus principales “enemigos” fueron los demócratas europeos, que al fin y al cabo, también eran reformadores liberales y apelaban a normas morales comunes. Pero creían que todas las injusticias sociales se podían transformar si así era deseado, y que todos los hombres compartían intereses. Primero querían definir como era el mundo que querían, y a partir de allí veían como mantener el edificio social, para realizarle las reformas necesarias.

    Marx, en cambio, creía que la historia estaba regida por leyes que no pueden ser modificadas simplemente por buenas intenciones, que apelan más a valores morales que a hechos. Estos valores están condicionados por las circunstancias materiales, no son objetivos, son “verdades” que los hombres quieren creer. A la luz de estas, los hombres juzgan erróneamente el mundo, su posición en él, y las consecuencias de sus acciones y las de sus oponentes.

    Para prevenir esto, Marx apelaba a la razón de los seres humanos, pero bajo la directriz de las leyes de la historia, que si bien es irrepetible, puede ser predicha a través de un método de observación empírica.

 

    La teoría marxista considera que la historia de la sociedad es la historia del hombre que busca el control de la naturaleza y de sí mismo a través de su trabajo creador. Esta actividad se encuentra reflejada en la lucha de clases.

    Este desarrollo no era pacífico, colmo creían Saint-Simon y Comte, si no el resultado de una contraposición permanente de fuerzas antagónicas que se van desarrollando hasta la victoria de unas sobre otras.

    El proceso es discontinuo, pues las fuerzas nacen, se desarrollan y producen una eclosión para reaparecer.

    Friedrich Engels (1820-1895) dice que así como el hielo se transforma en agua, y luego en vapor, los esclavos se transforman en siervos, y luego en hombres libres.

    Justamente, la crítica del marxismo al socialismo utópico es que no solo basta con desear las transformaciones, es necesario encontrar las leyes que la originaron y hacen funcionar, para poder actuar sobre estas eficientemente.

 

    Marx define clase social como un grupo de individuos que viven dentro de una sociedad y cuyo estilo de vida está modelado por la posición que ocupan en el proceso de producción, el cual determina la estructura social. Esta posición es conocida como la “conciencia en sí,” mientras que las formas de conciencia son las llamadas “conciencia para sí.”

    La historia de la sociedad es la trayectoria de los hombres transformando la naturaleza para satisfacer sus necesidades y sus relaciones entre otros hombres.

    Así  surge la división del trabajo, “distribución de funciones y tareas entre los individuos, grupos y sectores de la sociedad” para lograr una mejor productividad. Ejemplos son la división campo-ciudad, el trabajo comercial y el industrial, así como la especialización profesional. Marx distingue la división técnica (dentro de un mismo proceso productivo) y la división social (de carácter histórico entre trabajo manual e intelectual, que distribuye las tareas según el estrato social y la tenencia de los medios de producción).

    Marx explica las formas de propiedad privada con respecto a las etapas o divisiones de la historia:

 

    Entre 1650 y 1800 las naciones compiten  por el dominio colonial para poder vender sus productos, siendo Inglaterra el que captó mayor cantidad. Paralelamente, la máquina-herramienta sustituye al obrero, dando lugar a la producción en serie, dónde el producto final es resultado de muchas intervenciones fragmentadas pero encadenadas entre sí.

 

    Marx ve al proletariado como la clase que va a realizar la revolución, que si bien se va a dar en algún momento, si se organizan los hombres pueden adelantarla. Arma la lucha obrera en dos dimensiones: la científica (busca mediante su método el mejor camino para la sociedad) y la política (forma un partido mundial).

    En 1848 escribe, encargado por la Liga Comunista de Londres y acompañado por Engels, el “Manifiesto del Partido Comunista.” Los puntos centrales son:

  1. la existencia de clases está solo ligada a fases particulares, históricas, del desarrollo de la producción;
  2. la lucha de clases conduce necesariamente a la dictadura del proletariado;
  3. ésta solo constituye la transición para llegar a la abolición de todas las clases y a una sociedad sin clases.
 

    Al poco tiempo estalla en París la Revolución de 1848, dónde participaron burgueses (que querían una constitución liberal) y obreros (que querían mejoras en las condiciones de trabajo y derechos políticos). Ante esto, el rey abdica y se constituye un gobierno progresista, que es derrocado por los conservadores. En “El 18 brumario de Luis Bonaparte” Marx considera que la pequeña burguesía traicionó al proletariado, pero que fueron traicionados por la clase media, y finalmente vencidos por los grandes intereses representados por el anterior gobierno.

    Luego de esta derrota, Marx se encerró a escribir lo que sería su obra principal: “El Capital.” En el primer tomo se propone explicar el ascenso y desarrollo del capitalismo, y su futura desaparición, y propone una interpretación de los procesos sociales y las leyes de funcionamiento del capitalismo.

    Por entonces Londres estaba repleto de refugiados políticos, gracias a lo que se terminó formando un partido de trabajadores. En un principio se pensó que, hasta que las masas estén preparadas para tomar el poder, una élite intelectual tenía que hacerlo para realizar y culminar la “dictadura del proletariado.” (* a comienzos del siglo XX León Trotski y Lenin adoptan esta postura, y el 1917 realizan la revolución bolchevique en Rusia). Marx abandonó esta idea porque si los obreros no tenían clara noción de sus intereses y no representaban a la mayoría, aunque puedan tomar el poder, no sabrían mantenerse.

    La mejora en el nivel de vida luego de 1848 llevó a los obreros a perseguir beneficios inmediatos en forma individualista, despreocupándose por la acción colectiva.

    A mediados del siglo XIX se forma en Alemania una nueva corriente nacionalista de movimiento obrero, el Partido Social Demócrata, liderado por LaSalle. Este grupo consultaba a Marx tanto en cuestiones prácticas como teóricas. Este partido no estaba de acuerdo con la desaparición del Estado, considerado por el marxismo el instrumento de la clase dominante para explotar las otras clases.

    En Francia el movimiento obrero había perdido fuerza y quedó sometido al Estado. De todos modos fue aflorando en movilizaciones sindicales.

    En 1863, en la Exposición de la Industria Moderna, en Londres, franceses e ingleses se pusieron en contacto y trataron temas como las horas de trabajo, los salarios, el trabajo en la mujer y el niño, etc. De esto se decidió formar la Primera Internacional, con el fin de destruir el sistema económico y la abolición de cualquier forma de propiedad privada. Marx participó como representante de los artesanos alemanes residentes en Londres, y en su estatuto dictó que los miembros debía cooperar, no solo para mejorar las condiciones de vida, si no para subvertir el orden económico a través de la lucha política. Incluso algunos anarquistas, como Mijaíl Bakunin, se afiliaron. Los únicos que no participaron fueron los alemanes, por tradición de LaSalle.

    La política autoritaria provocó fricciones permanentes, hasta que finalmente explotó cuando Bakunin creó una sub-institución, que acabó por separarse.

    En 1870 ocurre la guerra franco-prusiana, en la que Francia sale derrotada. Prusia encarcela al rey, sitia París y pide la anexión a su reino de Lorena y Alsacia. La Internacional se declara en contra de Prusia y hace un llamado a los franceses de unirse a los sectores democráticos contra Prusia. Para entonces, en Francia ya estaba en el gobierno La Comuna, formada por anarquistas, antiprusianos, obreros, escritores, exiliados, entre otros. Cuando la situación se torna desfavorable, comienzan a tomar medidas extremas, como condenas y ejecuciones arbitrarias y muchos.

    En “La guerra civil en Francia”  Marx, a pesar de considerar un error politico y de censurar a sus dirigentes, le asigna una significación muy importante como primera protesta de los trabajadores en su condición de tales, y la ubica dentro de la lucha proletaria.

    En 1876 desparece la Internacional, pero antes, en 1872, se realiza una reunión en Londres que da lugar al nacimiento del Partido Laborista Inglés. En 1889 se crea la Srgunda Internacional, más socialista, con un estilo más parlamentarista y conciliador, que pretende llegar al socialismo gradualmente. 

    Para ese momento Marx y Engels habían muerto, pero en sus últimos años de vida fueron vistos con respeto y admiración por socialistas de todo el mundo, quienes los visitaban y mantenían correspondencia, de la que, por ejemplo, surgió la Revolución Rusa.