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Resumen Unidad V |  Sociología (Profesor: Gustavo Andino - Cátedra: Martínez - Sameck - 2018)  |  CBC  |  UBA

Unidad V: cambios estructurales en la sociedad mundial

 

El neoliberalismo menemista y la profundización de la crisis estatal - Ricardo Sidicaro.

Con la asunción de Menem en 1989 se agotó el habitual estilo de relación entre el Estado y la sociedad, bajo las premisas del neoliberalismo y la aprobación de las principales corporaciones empresarias.

De la identidad peronista tradicional a la gestión neoliberal

Desde su fundación, el peronismo se presentó como una fuerza preocupada por lograr una mayor equidad social y una distribución de las riquezas. Hasta el momento de referencia, todos los debates sobre la sociedad se generaban en torno al supuesto de una división entre el pueblo (los trabajadores) y la oligarquía (las minorías económicas vinculadas a los intereses de las potencias extranjeras). Los peronistas se consideraban la expresión del pueblo y de la nación; como era evidente que no los apoyaba la totalidad de los votantes, la táctica electoral estuvo presente en la formación de frentes con otros partidos que podían asegurar el umbral de sufragios para alcanzar las mayorías. El gobierno de Menem llevó adelante una gran ruptura con la tradición peronista, desarticulando las instituciones y anulando el intervencionismo estatal. Al respecto, Gerardo Aboy Carlés sostiene que al romper con la política de reforma social e igualación que era uno de los componentes del peronismo, el menemismo acababa con el principio de unidad que había amalgamado a los sectores populares en solidaridades colectivas. El riojano asumió como propio el programa neoliberal, caracterizado por:- la apertura de la economía, el aumento de los índices de desocupación, la desregulación de relaciones laborales, la precarización del empleo, retrocesos de los salarios y las privatizaciones de empresas públicas. Todo esto llevó a un malestar social y debilitamiento de los sindicatos. Quedaron a la vista, igualmente, las falencias de un sistema burocrático que entró en contradicción y una corrupción creciente.

 

La década menemista: neoliberalismo y globalización

La apertura de la economía, la desregulación y las privatizaciones fueron los ejes de la etapa inicial que incluyó la hiperinflación de 1990. En la medida que las empresas públicas realizaban más actividades que la producción de bienes o servicios, su privatización dejó al estado con menos instrumentos para responder a demandas sociales cuyos perfiles no necesariamente eran nítidos. La evasión impositiva, uno de los grandes problemas de país. Durante la década de 1990 el crecimiento de la deuda externa contribuyó a licuar aún más la capacidad del Estado para tomar decisiones distintas a las impuestas por los poderosos factores que operaban sobre la realidad nacional.

Los empresarios absentistas tienen un poder enorme. Se independizan de los gobiernos, de los estados y eso les permite ponerles condiciones a esos gobiernos. No tienen mayores razones para hacerse representar por las dirigencias políticas puesto que sus vínculos con los embajadores o gobiernos extranjeros resultan más rápidos y eficaces para negociar con las autoridades del débil Estado local. El libre mercado les permite que jueguen con gran asimetría con las condiciones de permanencia en el país ya que han convertido su movilidad en un elemento de presión política y en al medida que los gobiernos ceden a sus demandas y crean disconformidad en las poblaciones perjudicadas. Para estos empresarios la continuidad jurídica es un factor importante para mantener los compromisos que consiguieron. Los Terratenientes absentistas del pasado argentino eran, en comparación con los empresarios absentistas de la globalización, actores mucho mejor vinculados con el mundo político y con la producción de su legitimidad. Los empresarios absentistas que llegan con el libre mercado global se convierten en participantes precarios o inestables de las relaciones de poder argentinas. Los terratenientes mejoraban la legitimidad política y social de los dirigentes locales. Los empresarios absentistas, en cambio, deterioran objetivamente ante la opinión pública a los gobernantes, los partidos mayoritarios y a las instituciones representativas. También con la apertura económica neoliberal llegaron los capitales financieros que buscaban altos rendimientos e introducían la incertidumbre propia de la volatilidad. La legitimidad de la clase política en su conjunto y de las instituciones democráticas se debilita ante tal reconocimiento casi explícito de la existencia de poderes ajenos al orden legal formal.

 

Menos consumo = menos demanda     lo que lleva a + cierre de empresas = + desocupación

 

 

Basualdo -

La primera gestión menemista

Se pone en marcha una serie de reformas destinadas a modificar drásticamente la estructura del sector público y la orientación de transferencias de los recursos estatales. La ley de emergencia económica estaba destinada a eliminar la variada gama de subsidios, reintegros impositivos y distintas transferencias del sector público. Por otro lado, la ley de reforma del estado, dispuso la intervención de las empresas estatales; fijando el cronograma y los criterios para la transferencia de los activos públicos al sector privado. Junto a la reestructuración económica y la convertibilidad (plan de cavallo) se implementa la reforma (ampliación de la cantidad de miembros) de la Corte Suprema. Ésta fue una pieza clave para garantizar la vigencia del transformismo argentino, ya que concentró la suma del poder público en manos del ejecutivo que aseguraba la mayoría de los votos dentro de la misma y legislaba en base a los DNU. Es inevitable destacar que este avance de los sectores dominantes fue posible porque se consolida un sistema político basado en el Transformismo Argentino como sistema de dominación. A partir de esta etapa, la autonomía relativa del sistema político desaparece quedando férreamente subordinado a los intereses de los sectores dominantes. Se trata de la incorporación del sistema bipartidista en su conjunto, proceso en el cual los partidos pierden su identidad específica, cortando las amarras que los vinculaban con los intereses de su base social y pasado histórico. En términos Gramscianos, se puede afirmar que se trata de la etapa en que los dos partidos centrales que conformaban el sistema político se incorporan a la órbita de los sectores dominantes, desencabezando al resto de los sectores sociales e inhibiendo su reacción sin concesión alguna. Ambas modificaciones definen un momento excepcional para los sectores dominantes, no sólo superan las barreras estructurales del desarrollo de la valorización financiera durante la última dictadura sino que revierten la inorganicidad que exhibía el sistema político, estableciendo una sincronía entre el plano estructural y el super estructural que parecía definir un horizonte ilimitado al nuevo patrón de acumulación, sustentado en la valorización financiera y de dominación, basado en el transformismo argentino. En este marco, cabe preguntarse acerca de las pérdidas y las nuevas características que le imprime el transformismo al sistema político local. La modificación más trascendente se registra en el sistema político (la pérdida de identidad social histórica que definía a dos partidos mayoritarios, garantizando su desvinculación con los sectores sociales a los cuales expresaba). Desaparece así, la discusión político- ideológica. Con la pérdida del contenido básico de los partidos políticos se registra la disolución de la figura emblemática que los caracterizaba, la militancia, que no sólo ya no se encuentra convocada sino que es repelida.

Como contrapartida, el principal aporte del Transformismo consiste en dotar a los partidos políticos con la ideología y la clase dominante, de un formato empresario que se ubica en total contrario de su conformación anterior. Ahora, se trata de instituciones que exhiben una organización vertical regida por relaciones contractuales, reemplazan a los lazos ideológicos y políticos. Los salarios derivados de las funciones estatales tienen una notable importancia para la cohesión y funcionamiento vertical tanto del partido de gobierno como la oposición. Uno de los procesos que se instaura durante el transformismo es una relativa cohabitación partidaria en la adm estatal, en tanto la disputa ideológica/política tiende a diluirse. Se denominan como “retornos” “peajes” “comisiones” a eufemismos utilizados para aludir a los sobornos que le pagan los integrantes de los sectores dominantes al sistema políticos para lograr determinadas prebendas. La corrupción se vuelve una característica estructural y permanente del sistema de dominación que hace posible el desarrollo del nuevo patron de aucmulación. La consolidación del transformismo modela un sistema político que gira exclusivamente dentro de la órbita de los sectores dominantes, abandonando su identidad histórica y adquiriendo un nuevo formato y una dinámica empresaria de corte vertical donde los operadores políticos ocupan un papel decisivo. Así, el sistema político se desvincula cada vez más de los intereses del resto de los sectores sociales, los cuales se ven impedidos en enfrentar la creciente situación de explotación y exclusión social. El transformismo argentino se institucionaliza cuando los 2 partidos centrales del sistema político firman el Pacto de Olivos, poniéndose en marcha una reforma constitucional que permite la reelección de Menem y ubicando dentro del nuevo sistema de dominación al peronismo como el partido de mayor jerarquía y al radicalismo como su rueda auxiliar.

 

La alianza

Se plantea mantener e incluso profundizar el Transformismo argentino como el instrumento más idóneo para neutralizar a los sectores populares.

 

 

García Delgado  

→ Analiza que supone esta nueva etapa de la sociedad (los 90´). Habla de una bisagra que va desde un modelo basado en la integración (estado social) al modelo neoliberal. En arg, esta bisagra comienza en el 76´ por un cambio en la civilización (cultural). El trabajo es lo central, de ahí el temor a la desocupación y el debilitamiento de los sindicatos. Surge una nueva pobreza : sectores medios. La idea es desnudar esta falacia/mentira de que esto se soluciona con la educación, ésta sólo favorece a los favorecidos, es decir; tienen posibilidad de educarse quienes ya tienen la posibilidad de hacerlo.

Introducción

La integración es una función clave para la supervivencia del Estado- nación. Asegurar el lazo político es tan importante como asegurar el lazo político de legitimidad. En el estado social, mediante mecanismos de distribución de la riqueza y afirmación de derechos sociales, se generaron efectivas condiciones de integración y tendencias igualitarias.

 

 

Nueva cuestión social y focalización

A fines del siglo XIX, la cuestión social mediante la cual el capitalismo empieza a ceder frente a luchas sindicales puso en evidencia que en lugar de velar por la moral de la sociedad, se vigilaba la moral del pobre; haciendo foco en su educación y disposición para el trabajo y no en la calidad de éste y de las condiciones de vida realmente existentes. El Estado liberal (1880-1930) se hizo cargo de esta cuestión social dando al sistema educativo un rol decisivo en el proceso de integración; así la escuela fue configuradora de una identidad nacional que incluía como dato la movilidad social de que el futuro de los hijos sería mejor que el de los padres. “La nación Argentina fue configurada por la escuela pública”. También fue importante lo realizado por inmigrantes, religiosos y hasta incluso el servicio militar. A la vez, la integración se logró mediante la incorporación a un mercado de trabajo que funcionaba cercano al pleno empleo, tanto en el medio rural como en el urbano. En el segundo modelo, el estado social (1940-1970) se otorgó un rol decisivo a la promoción y generalización del trabajo asalariado y regularizado junto con la legitimidad de la dignidad social (empleo de calidad, bien remunerado, valorización del trabajo y de la condición del empleado, beneficios, etc.)

A comienzo de los 70 entra en crisis el industrialismo sustitutivo y el estado de bienestar y nace así, un nuevo modelo económico que configura la sociedad de un modo diverso, dando  lugar a una nueva cuestión social.

 

Desempleo estructural de larga duración

Alta precarización y desempleo abierto, los datos de la encuesta permanente de hogares correspondientes al 2002 revelan las mayores tasas de desocupación y menor tasa de empleo. La explicación a esto fue la destrucción de puestos de trabajo.

 

Profundización de la pobreza estructural y aparición de una nueva pobreza

La nueva pobreza se caracteriza por aquellos hogares de sectores medios declinados que no pueden ser receptores de asistencia, pero que también carecen de oportunidad o capacidades para insertarse en el nuevo mercado de trabajo. No constituyen ni una comunidad social ni un grupo estadístico además de carecer de mediaciones para constituirse en sujeto político.

 

Falta de acceso para los jóvenes al mercado de trabajo y expulsión precoz de los mayores

Promueve la tendencia a la migración y/o a la incorporación en redes ilegales acompañada por la rápida expulsión de aquellas personas +45 años. “Soy demasiado viejo para conseguir trabajo y demasiado joven para morir”. El fracaso en la reinserción produce abandono, renuncia de derechos, inhibición de potencialidades y creatividad. La primera inhibición es la de participar libremente en el mercado de bienes y servicios (productor o consumidor); pero no es la única, también se pierde la pertenencia a una comunidad de pares, el acceso al crédito, la existencia legal, capacitación de la tecnología, contención y civilización derivadas de participar en una comunidad laboral.

 

Fragmentación espacial

El retiro del estado de lo social y la reducción de la oferta de mano de obra de la empresa privada hacen que la escuela y el hospital queden sobrecargados y trabajen más allá de las posibilidades. Instituciones base como la familia, el municipio o la Iglesia (simbólicos de funcionamiento de una comunidad organizada), se ven sobreexigidas al incrementarse la precarización laboral. Por otro lado, todos estos cambios van produciendo una verdadera fragmentación de la estructura territorial de la nación.

 

Creciente inseguridad urbana

Todas estas características van de la mano del aumento de la delincuencia, mayores índices de criminalidad, robos y secuestros. En algunas zonas, los jóvenes viven poco por que son consumidos por la droga o enfermedades como el SIDA, violencia entre bandas o enfrentamientos con la policía. Los jóvenes tienen allí poca esperanza de vida porque no tienen nada que perder y porque no esperan nada de una sociedad que para ellos es un engaño y simulación.

 

Emergencia de un nuevo movimiento social

Se observa por otro lado, movilización por parte de la población y solidaridad.

 

La focalización y sus límites

En los 90, la “focalización” se convirtió en sinónimo de selectividad del gasto social, teniendo en vista que enfocar consiste en concentrar los recursos disponibles en una población de beneficiarios potenciales claramente identificados. Los objetivos serían resolver los problemas de la pobreza y sobre todo, contener y compensar la situación social hasta que llegue el derrame hacia abajo del crecimiento, en la transición hacia una economía de libre mercado. “El estado gasta mal” “Hay corrupción” “ La política es clientelar”. Se desarrolla un concepto que toma fuerza en la sociedad postindustrial: Solidaridad. “Juntos podemos”. Hacia comienzos del 2000, el crecimiento no derramaba y se hacía patente la idea de que las reformas estructurales eran un conjunto de medidas que aumentaban las posibilidades de negocios de grupos económicos vinculados a la financiarización de la economía y a un ajuste sin fin. Si bien el paradigma general mejoró, surgieron nuevas cuestiones que se transformaron en anomalías o problemas insolubles: - mucha pobreza y marginalidad, protestas y la salida anómica: la desconfianza en las instituciones y mediaciones se expresó en un creciente desplazamiento hacia las vías ilegales de articulación. El supuesto énfasis puesto en la reforma educativa y en el desarrollo de los recursos humanos, como claves de inclusión y de la igualdad de oportunidades, también entró en deuda.

En síntesis, el enfoque focalizador no elaboró la nueva cuestión social como una problemática política e integral. Trabajó sobre los efectos más que sobre las causas y careció de elementos para superar la regresividad social que generaba el modelo de acumulación asociado al de rentabilidad máxima de corto plazo y despreocupado del mercado interno y de la gente. Se generó una situación donde la política social focalizada adquirió el rol de “ambulancia” y de mera contención.

Gabriel Kessler

Introducción

Habla de necesidad, trabajo y delito. El orden no es casual: frente a la necesidad de dinero, búsqueda de trabajo y ante su falta, el delito. Se centra en la relación entre la crisis del mundo del trabajo y emergencia de formas de combinación novedosas entre las ocupaciones legales e ilegales. Estas reflexiones se basan en una investigación realizada a partir de 1999 sobre jóvenes (-30 )que habían cometido recientemente delitos contra la propiedad con uso de violencia.

 

Trabajo, delito y provisión. El debate sobre desempleo y delitos contra la propiedad

Relación con los problemas en el mercado de trabajo y desempleo.El interrogante es cómo el desempleo originaría mayor criminalidad. Si se trata de explicar el aumento de la pobreza a partir del desempleo, la causa es la disminución de los ingresos. Investigaciones muestran que los victimarios tienden a ser jóvenes que aún no han entrado al mercado de trabajo ni se lo plantean como opción. “Estabilización de la inestabilidad”, las relaciones laborales inestables van convirtiéndose en un rasgo estructural del mercado de trabajo.

 

De trabajadores a proveedores

¿Cual es la relación entre inestabilidad laboral y delito? Se trata de un problema experimentado por los padres de los entrevistados, es una segunda generación con inserción inestable. Imaginan una trayectoria laboral conformada por una sucesión de puestos de baja calificación y bajos ingresos, todos inestables e interrumpidos por períodos de desempleo. Cuando combinan trabajo y robo tienden a establecer el régimen de “las dos platas”. El dinero difícil que se gana difícilmente en el trabajo y costea rubros importantes y la “otra plata” que se obtiene más fácilmente en un delito y de la misma manera se gasta: salidas,cerveza, etc. ¿Cómo pensar este pasaje del trabajo a su combinación con otras actividades, el pasaje de una lógica del trabajador a una de provisión? La diferencia se ubica en la fuente de legitimidad de los recursos. En la lógica del trabajador, éste reside en el origen del dinero: fruto del trabajo honesto en una ocupación respetable y reconocida socialmente. En la de la provisión, la legitimidad ya no se encuentra en el origen del dinero sino en su utilización para satisfacer necesidades.

 

Las formas de la sociedad: amigos, conocidos, vecinos.

Las bandas son formas organizadas de respuesta a la anomia.

 

Entre “barderos” y proveedores

Bardear: poner música a la hora de la siesta, sentarse en una esquina y molestar a la gente pasar, robar en grupo es otra forma de bardear. Los entrevistados reiteran su adhesión a la norma clásica de “no robar en el barrio”.

 

Conclusión:  Estos círculos delictivos que surgen en los 90´ entre los jóvenes son de quienes NO provienen de familias con antecedentes. Al tener una enorme inestabilidad de sus ingresos, alteran las ocupaciones ente ilegales y legales. El trabajo es solamente una posibilidad entre otras de garantizar sus ingresos, es un recurso más.


 

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