LA SOCIOLOGIA DE EMILE DURKHEIM

Contexto social, político y económico

Luego de los sucesos de la revolución, Francia experimento un siglo más de crisis políticas recurrentes y convulsiones sociales cíclicas. Enfrento grandes dificultades para sostener en el tiempo un régimen político estable y una unidad en términos ideológicos, de valores e instituciones compartidas.

En 1871, durante el Imperio de Luis Bonaparte se precipita una nueva crisis política luego de la derrota de Francia en la guerra de Prusia. También, luego de la industrialización, comenzó a haber movimientos obreros en reclamo por sus derechos, lo que tenso la situación. Así, se provoca una revolución obrera, que termina venciendo, tomando el poder. Estos organizan la Comuna de París, con el objetivo de organizar una economía con un interés social. La burguesía huye de París para comenzar a organizar un ejército. Dos meses después, realizan una masacre obrera, lo que le permite a la burguesía volver a tomar el poder. Estos crean un nuevo régimen, la Tercera República, que se mantendría hasta 1940.

En este nuevo régimen  se produce una polarización entre la derecha (acción francesa) y la izquierda (socialistas, sindicalistas y anarquistas), lo que causaba enfrentamientos que la republica no lograba evitar. Durkheim observa aquí la problemática de una sociedad enferma por la ausencia de una moral o valores en común. Dice que estos nunca fueron reemplazados luego de la revolución, por lo que había que consolidarlos. Debía crearse un sistema de normas que sean internalizados por los individuos, permitiendo el funcionamiento de la sociedad.

La sociología de Durkheim

La sociología, según Durkheim, debe aportar al equilibrio de la sociedad y debe tener un uso pragmático aplicable a lo sociopolítico, basado en normas fundadas científicamente y un sistema de comunicación que permita expandir estas normas.

Esta ciencia es autónoma y objetiva (se toma una actitud neutra frente al objeto de estudio), tiene sus reglas y método de investigación propio (empíricamente: observar, describir, clasificar), y es específica, ya que tiene su propio objeto de estudio. Debe estudiar a los individuos articulados, un todo compuesto, que es la sociedad. Estos son independientes de los individuos sueltos. Este todo no es la suma de las partes, sino las características propias de cada parte para ser un todo independiente.

Para el autor, en toda sociedad existe un grupo de fenómenos que se distinguen con claridad: los hechos sociales (formas de actuar, pensar y sentir que están por fuera de la conciencia individual), que serán el objeto de estudio de esta disciplina. Para la observación correcta de un hecho social, deben ser tratados como cosas. Tienen un grado de realidad y para conocerlos es necesario realizar observaciones y experimentos. Estos varían a medida que varía la sociedad.

Los hechos sociales tienen cuatro características distintivas:

• Es externo: se presenta fuera de las conciencias individuales.
• Es coercitivo: ejerce una coacción sobre las conciencias individuales. Esto quiere decir que una sociedad siempre está condicionada por componentes sociales que se imponen, como culturas, modas, influencias. Esa coerción puede ser social (algo mal visto si no se sigue la costumbre) o económica (el mercado impone lo que producimos). Durkheim dice que sin ella, la sociedad seria caótica.
• Es independiente: se encuentra en estado de independencia respecto a las manifestaciones individuales.
• Es colectivo: es obligatorio y en tanto general. Ciertas conductas condicionadas por diferentes grupos sociales. Dentro de este son aceptadas pero por fuera no rigen (costumbres, creencias, reglas).

La coerción es necesaria para la correcta funcionalidad y equilibrio de la sociedad. Por eso, es fundamental la educación, para internalizar las formas de hacer, pensar o sentir de cada sociedad.

Para poder trabajar correctamente con hechos sociales, hay que basarse en las estadísticas, que se centran en el colectivo, dejando de lado a los individuos. De esta manera, se pueden distinguir dos tipos de hechos sociales:

• Normales: hechos que presentan las formas más generales (existen en todas las sociedades) y cumplen una función (aportan equilibrio a la sociedad).
• Patológicos: hechos que se dan en forma minoritaria y tienden a desaparecer. No permiten un orden social (cambio de condiciones sociales).

La modernidad según Durkheim

El autor desarrolla que la evolución social esta designada por una progresiva especialización de funciones. Esto es la división del trabajo. Durkheim creía que este fenómeno no era negativo, sino que es un símbolo de avance, y una condición necesaria para la generalización de lazos solidarios en las sociedades modernas. También creía que estaba llamada a cumplir un rol, es decir, que se correspondía con una necesidad social: la de generar un tipo de lazo integrador especifico.

Según el tipo y grado de diferenciación que tenga una sociedad se constituirán distintas formas de solidaridad:

• Solidaridad mecánica: existe en sociedades sencillas, compuestas de grupos superpuestos y semejantes entre sí en lo que refiere a su organización interna. Muestra una sociedad integrada de tal manera en torno a sentimientos y creencias comunes que no existen muchas posibilidades de diferenciación entre sus integrantes.
• Solidaridad orgánica: existe una diversidad de creencias, modos de actuar y funciones de los individuos. En las sociedades con esta solidaridad el individuo se hace único con respecto a los demás, creando una relación basada en el reconocimiento de las diferencias reciprocas y de la mutua dependencia. El crecimiento de la división del trabajo produce una expansión del individualismo, debido a la especialización de las funciones profesionales, mediante el desarrollo de talentos y capacidades específicas. El autor creía que el desarrollo personal solo sería posible en sociedades integradas y cohesionadas, capaces de asegurar un desarrollo armonioso de la vida social, y por lo tanto del individuo.

Durkheim detecto una problemática que atenta contra dicha cohesión, lo que no permite que la sociedad tenga una solidaridad orgánica: la anomia, que es la carencia o insuficiencia de normas que regulen la vida común.

El autor estudiará el suicidio y su relación con el grado de integración social. Sostendrá que es un hecho individual que a su vez está determinado socialmente. Así, existen características sociales que determinan si hay más o menos tasa de suicidio. La razón por la que estudia este hecho tan peculiar es para demostrar la fuerza de su método sociológico, buscando la parte social en algo totalmente individual. De esta manera, establece tres tipos de suicidio:

• Suicidio altruista: propio de sociedades en las que la vinculación entre el individuo y la sociedad es tan fuerte que el individuo se quita la vida por sentirse absolutamente ligado a ella. El “yo social” se desarrolla con exceso frente al “yo individual”. (ej: militares, capitán de un barco)
• Suicidio egoísta: característico de sociedades donde se da una aparente ausencia de relación entre el individuo y la sociedad, lo que produce un aislamiento de los individuos. Se busca explicar que características de la sociedad provocan esto. (pocos lazos sociales)
• Suicidio anómico: aparece en sociedades con una carencia de normas y reglas morales y éticas que mantengan el hilo de la sociedad. Cuando la reglamentación social es inadecuada a la estructura social, o inexistente, baja el nivel de regulación y el individuo se quita la vida por sentirse en una sociedad carente de normas claras.

Durkheim descubre que la tasa de suicidio aumenta en el trabajo liberal (individual, por su cuenta), mientras que disminuye en las relaciones de dependencia (donde hay ciertas normas entre patrón y jefe). También observa que aumenta la tasa en crisis o auges económicos, donde hay grandes cambios y las normas dejan de tener el mismo valor o la misma influencia sobre la sociedad.

La división del trabajo debe favorecer  la integración social, dada la mutua dependencia que genera entre los individuos. Por el contrario, la división del trabajo anómica es el efecto inmediato de la disgregación moral y la falta de integración y regulación social en la esfera del trabajo.  La ausencia de reglas lleva a la perdida de los parámetros del bien y el mal, a la falta de nociones de disciplina que indiquen deberes y obligaciones en el mundo del trabajo, que pongan a los individuos en condiciones de interactuar entre si permitiendo la concurrencia de las funciones, crecientemente diferenciadas, sin que choquen entre sí.

De esta manera, tanto el suicidio como la DLT en sus formas anómicas son signos que expresan una sociedad enferma, donde no se permite la solidaridad orgánica. Por lo tanto, las funciones sociales están disgregadas y desarticuladas, impidiendo un equilibrio social.

La anomia se resuelve no solo con normas, sino también mediante la internalización de estas en los individuos, es decir que sean acatadas por ellos naturalmente, lo que brindaría una armonía a la sociedad. Para que estas normas sean incorporadas, se requiere de la existencia de una autoridad moral.

El Estado, dice el autor, no puede ocuparse de todos los problemas, ya que escapan de su competencia. Cada sector tienen problemas diferentes y específicos, y el Estado se encuentra demasiado lejos como para poder abarcarlos a todos. Durkheim explica que, aunque el Estado fijara las normas, la anomia permanecería y por lo tanto no se lograría una solidaridad orgánica.

Lo que propone Durkheim para resolver el problema de la anomia es que debe existir una institución (grupos secundarios) entre el Estado y los individuos, que sirvan de autoridad moral pero que sean más cercanas al individuo en sí. Como en la sociedad moderna la vida económica y profesional se torna el aspecto más principal, el autor dice que el mejor grupo secundario será el que se halle en ese entorno específico.

Esta institución serán las corporaciones, encargadas de regular conflictos de una rama específica. Estas establecerán una moral compartida por todos aquellos individuos involucrados en una misma tarea. De esta manera, los actores de una misma industria o campo de actividad estarán organizados y unidos en un mismo grupo, a través del carácter moral e integrador de la corporación. Esta será la encargada, a su vez, de definir y resolver conflictos en las diferentes industrias donde ejerzan su autoridad.

Se recrean, a su vez, gremios que ya habían tenido presencia en todo momento histórico. Ahora sus funciones han evolucionado, con el objetivo de crear una solidaridad orgánica. No es lo mismo gremio que corporación (no confundir).

La propuesta del autor nunca tuvo mucha repercusión ni fue llevada a cabo por ningún país.

En síntesis, para Durkheim el conflicto social no radica en la estructura misma de las sociedades industriales, sino en la falta de una normativa adecuada, superior a los intereses individuales, que sea capaz de regular las relaciones sociales. Su propuesta es reformista, al no plantear la eliminación de las instituciones capitalistas sino su reforma, a fin de mejorar las condiciones de existencia del conjunto de la sociedad.

Durkheim propuso no solo funda una disciplina sino además aportar a través de ella soluciones para los males que azotaban a las sociedades industriales, nacidas recientemente del seno de la revolución.